Moderna II, Trabajo Breve

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Daniel Baena Galán

Hª de la filosofía Moderna

1 de marzo, 2020

Trabajo Breve

Texto 1: Gente peligrosa. El radicalismo olvidado de la Ilustración europea

El texto pertenece al capítulo de introducción de la obra de Philipp Blom titulada Gente


peligrosa. El radicalismo olvidado de la Ilustración europea. En este capítulo, Blom
habla sobre la vida filosófica y ambiciones del barón Paul Thiry D´Holbach y Denis
Diderot, principales figuras pertenecientes al radicalismo ilustrado, intentando
demostrar que, como él dice:

“…aquellos cuyos valores están más altos, los que tienen detrás a los inversores más
poderosos, y el mayor número de inversores, determinan las maneras en que pensamos
en nosotros mismos, las historias que contamos sobre el mundo, nuestro repertorio de
ideas.”1

El capítulo comienza con la introducción de d´Holbach y Diderot y su reclamación por


el olvido de su filosofía y movimiento, el radicalismo ilustrado. Diderot y sus
compañeros se reunían en el famoso salón de d´Holbach, bajo su dirección, y allí
establecían las bases del radicalismo ilustrado. A estos encuentros sólo podía acudir
gente de confianza, ya que, en aquella época pensar como estos radicales pensaban,
estaba penado con la muerte.

Para los radicales de la Ilustración, era un deber convencer a sus contemporáneos de que
no había vida después de la muerte, sino que lo único que tenemos es un mundo físico
de vida y muerte y lucha por la supervivencia. Sostenían que la naturaleza se expresaba
a través de los individuos en forma de pasiones violentas y ciegas, estas son las
auténticas fuerzas motoras de la existencia. La razón se situaba en un plano secundario
ya que ésta podía dirigir las fuerzas motoras “igual que las velas de un barco pueden
permitir que los marinos naveguen en medio de las tormentas”. Tenían como objetivo
cambiar la forma de pensar de la sociedad, por lo que debían tener influencia política y

1
Página 11, Gente peligrosa. El radicalismo olvidado de la Ilustración Europea, Philipp Blom.
filosófica. Esta intervención social la realizaron indirectamente, con la Encyclopédie de
Diderot, en la cual estaban recogidas todas las ideas de este radicalismo ilustrado.

Sus ideas conllevaban a una nueva forma de pensamiento y a una reevaluación de las
ideas del Bien y del mal que hasta ahora habían sido transmitidas por el cristianismo, ya
que al no haber Dios ni vida más allá de la muerte, ya no había pecado, ni castigo ni
nada. Lo único que quedaba era la búsqueda del placer y el miedo al dolor que los
radicales promulgaban.

Pero, ¿Por qué estos pensamientos cayeron en el olvido? ¿Por qué nadie recuerda a d
´Holbach ni a sus compañeros?

Esto es debido a que, a pesar del intento de d´Holbach y sus seguidores por crear un
mundo en el que mujeres y hombres ya no vivirían oprimidos por el miedo y la
ignorancia que infundía la religión, seguimos viviendo en un mundo cuyas creencias y
sentimientos, a pesar de estar ocultas por el cambio del lenguaje, siguen situándose bajo
la teología cristiana. Esto es debido a la filosofía de Rousseau, quien después de
separarse del radicalismo ilustrado ganó su batalla frente a Diderot por la posteridad,
creando una filosofía basada en el miedo y en una religión propia, en la que incorporó
sentimientos y creencias cristianas en una visión moderna del mundo. Es por ello que,
como ya hemos citado al principio, aquellos que ganan la batalla y que tienen más
“inversores”, son aquellos que determinan la manera en la que pensamos.

Texto 2: Feminismos Europeos, 1700-1950. Una historia política

El texto pertenece al capítulo tercero de la obra ya citada, “feminismos europeos”, de


Karen Offen, titulado desafiar a la aristocracia masculina: el feminismo y la revolución
francesa. Este capítulo trata sobre las luchas feministas que se llevaron a cabo desde el
1 de enero de 1789, por la emancipación personal de la mujer y su plena ciudadanía,
junto con la participación política de la mujer en el gobierno de Francia.

Todo comenzó con la Pétition des femmes du Tiers-État au Roi, en la que las mujeres
pedían al rey que las apoyara a la hora de ser instruidas, tener trabajo y dejar de ser
personas subordinadas a los hombres con distintos derechos. Lo que estas mujeres la
igualdad entre los dos sexos y poder participar en una vida política. Hubo diferentes
protestas iguales hasta la interpretación de Madame B*** B***, que habló claramente
sobre los prejuicios e injusticias que hacen esclavas a las mujeres nada más nacer.
Madame exigía la representación de las mujeres por parte de las mujeres en los Estados
Generales.

Esta petición se vio truncada con la Declaración de los Derechos de Hombre y del
Ciudadano en la noche del 26 al 27 de agosto de 1789, en la que se reafirmaba la ley
sálica y se dejaba por debajo del hombre a la mujer, sin haber hecho caso a ninguna de
las protestas que se habían realizado. Esto provocó la aparición de un panfleto con el
título de Requête des Dammes à l´Assemblée Nationale (La petición de las damas a la
Asamblea Nacional), acusación a la aristocracia masculina, junto con, la propuesta más
feminista de la revolución, la propuesta para un decreto, ambas peticiones anónimas, en
la que pedían tanto la abolición de los privilegios del sexo masculino, como la igualdad
en absolutamente todos los términos de hombres y mujeres, provocando así un desafío
directo a la supremacía masculina.

Estas reivindicaciones tomaron voz en 1790, cuando la Asamblea Constituyente trató de


elaborar una Nueva Constitución para Francia. Aquí aparecieron debates sobre la
admisión de las mujeres en el derecho de ciudadanía. Debates los cuales fueron
apoyados por el marqués Condorcet y Olympe de Gourges. Condorcet, quien fue un
pensador humanista de la Ilustración francesa y distinguido matemático y filósofo, el
cual afirmaba que ambos sexos poseían derechos naturales basados en la razón. “<<No
es la naturaleza, es la educación, es el modo de vida social lo que constituye la causa
de esta diferencia>>”2. También Gouges se reapropió del término nación y lo defendió
como la unión de mujer y hombre. A pesar de sus intervenciones, la Constitución de
1791 invocaba el principio de la utilidad pública para negar las reivindicaciones de las
mujeres de derechos y de ciudadanía basada en los rasgos comunes y en la razón,
reformulando el matrimonio como un contrato civil, pero negando la participación de la
mujer a la hora de poseer derechos políticos. Llegando hasta 1793 que, a pesar de
incluso de la intervención de figuras políticas como Theodor gottlieb (administrados de
Königsberg) y del sueco Thomas Thorild, seguiría el gobierno decidido a reafirmar la
necesidad política de subordinación al matrimonio.

2
Feminismos Europeos, 1700-1950. Una historia política, Karen Offen
Con la llegada de la república, el periodista Prudhomme se enteró de que habían
establecido dos clubs de mujeres en ciudades, así que criticó sus prácticas
argumentando que, cualquier tipo de actividad cívica realizada por parte de las mujeres
las llevaría a una distracción ante sus obligaciones domésticas. Tras distintas disputas,
esto llevó en 1793, a que el gobierno excluyera formalmente en la nueva Constitución,
de servir en el ejército, alejando de nuevo y cada vez más, a la mujer de toda actividad
política.

Esto llevó a que se estableciera la Sociedad de Citoyennes Republicanas


Revolucionarias, grupo que reivindicaba a las mujeres con un papel protagonista como
defensoras de la nación contra aquellos que las querían subordinar. La aparición de esta
sociedad junto con el asesinato de Jean-Paul Marat a manos de una mujer, provocó la
actuación de los jacobinos, quienes consiguieron la prohibición de los clubs, y en mayo
de 1795 dejaron a las mujeres fuera de las tribunas, las obligaron a vestirse de una
manera, la cual se negaron, las dejaron fuera de la asistencia de reuniones políticas, e
incluso se prohibió que fueran más de cinco mujeres juntas por la calle.

Conclusión

En estos dos textos que se han leído hemos tratado dos temas distintos pertenecientes al
mismo siglo, el siglo XVIII, que tienen algo en común. Las dos situaciones, tanto el
abuso de la mujer como las ideas del radicalismo ilustrado luchaban por cambiar de
parecer a la sociedad para crear un mundo mejor. Pero, como decía Blom, al encontrarse
las dos frente a un mundo que estaba lleno de inversores que lo que querían era acabar
con sus ideas, fue imposible en ese momento luchar contra ellas. Aunque sí que planteó
las principales bases de igualdad, las cuales más adelante se fueron desarrollando hasta
nuestro presente.

La batalla no está perdida para ninguna de las dos luchas. Gracias a la situación actual,
el papel de la mujer ya está incluido en cualquier trabajo y vida política a diferencia del
siglo XVIII, aunque aún falta que la sociedad avance un poco para que todos nos demos
cuenta de que traemos unos prejuicios de género en nuestros genes, los cuales se han ido
pasando de generación en generación, a partir de estas ideas tan antiguas de
superioridad de género. Por otro lado, la lucha del radicalismo ilustrado no ha
terminado. Hay muchas propuestas interesantes en sus ideas sobre cómo llevar el
mundo y es verdad que en el que vivimos se encuentra todavía bajo los ideales
cristianos y su concepto de culpa, pecado, etc.

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