Maza Grafico Mono 2010
Maza Grafico Mono 2010
Maza Grafico Mono 2010
DEL MONO
Un trabajo monográfico,
¿cómo orientarlo para disfrutarlo y terminarlo?
Consejos y ensalmos para escribir monográficos,
ensayos, tesis, seminarios y otros espantos nocturnos
con fecha límite de entrega.
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Un alfiler basta para explotar la vejiga más grandota y orgullosa. Eso
quisieran ser estás páginas, un alfiler para explotar la vejiga del miedo
a investigar y una lucecita que ponga a brillar y destellar los inmensos
tesoros y valores de la investigación para luego mirarlos a la luz del
sol.
No bastan las buenas intenciones.
Como en todas las cosas, no bastan las buenas intenciones.
Necesitamos una metodología. Estos apuntes no quieren sustituir,
en modo alguno, la lectura de algún buen manual de investigaciones.
Estas breves notas pretenden alertar al estudiante acerca de algunos
problemas comunes en todo trabajo de investigación ya sea un
seminario, un trabajo monográfico o una tesis.
1. Una definición: Entendemos por trabajo monográfico (en
lo adelante, TM) la presentación de una investigación realizada
con objetivos, metodología y exposición, de acuerdo a técnicas
establecidas y reconocidas por la comunidad intelectual. Todo trabajo
de investigación busca servir la práctica, haciéndola más lúcida y
confrontar lo que hacemos y reflexionamos con lo que practican
y piensan otros, al paso que aprovechamos lo que ellos hayan
descubierto.
Supongo que estás leyendo este folleto, porque la institución
educativa en la que estudias, te exige un trabajo monográfico. Ahora
tienes la oportunidad de ocupar un lugar único en la inmensa comunidad
de mujeres y hombres que reflexionan sobre su experiencia, elaboran
lo pensado y lo presentan como aporte al mayor conocimiento de la
realidad.
1. Objetivos particulares. El TM pretende, entre otras cosas:
a- Iluminar, dilucidar, comprender creativamente problemas que a
ti te interesan vitalmente. Luego de tus años de estudios, todos
estamos de acuerdo en que lo que te interese a ti, de seguro
valdrá la pena para muchas otras personas.
b- Fomentar una lectura reposada y crítica de autores básicos,
alrededor de un tema determinado y así favorecer eventualmente
una toma de posición personal e informada ante ese tema o
situación.
c- Mostrar la asimilación de lo estudiado en los diversos cursos
y la capacidad de aplicar los conocimientos adquiridos a una
situación, interrogante o un tema concreto.
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d- Familiarizar a los participantes con algunos elementos claves del
método de investigación científica para continuar aplicándolo
más adelante.
2. Etapas. Un TM produce más frutos, en general, si se va
haciendo por etapas y gradualmente, en diálogo con el asesor (y si es
el caso, con el resto del grupo que trabaja en determinado proyecto).
Recorramos las etapas más importantes de la elaboración de un
Trabajo Monográfico.
La primera etapa arranca con tus propios intereses. Tú estás
interesado en algún tema o interrogante. Aquí te voy a brindar varios
ejemplos de temas que han interesado a personas conocidas:
¿A cuántos ciudadanos desalojó Balaguer de la Ciénaga de
Guachupita durante el período 1970-1978? ¿Será cierto, que el
Presidente Joaquín Balaguer entregó casas a la mayoría de aquellas
familias pobres, que luego vendieron sus flamantes apartamentos en
la Caobas, para regresar a una vida insalubre, junto al Ozama?1
Otros ejemplos: ¿Por qué Juan Pablo Duarte murió en Venezuela?
¿Cómo explicar que siendo Santo Domingo una ciudad clave durante el
período 1492 – 1550 (la bula de creación de la actual Arquidiócesis de
Santo Domingo data del 1511), durante el siglo XVII, los habitantes de
la misma ciudad pidieran que las misas se celebrasen en la madrugada
para no tener que pasar la vergüenza de mostrar sus vestimentas
raídas y gastadas?
Otro ejemplo: ¿Qué han prometido los diversos gobiernos de
turno desde 1966 hasta el momento presente, sobre la solución del
problema eléctrico dominicano?
Todavía, un tercer ejemplo: Estudio de las relaciones políticas entre
Máximo Gómez y José Martí para el periódo 1878, final de la Guerra
de los Diez Años, al 25 de Marzo de 1895 en que firmaron juntos el
Manifiesto de Montecristi. Si realizas esa investigación, te maravillarán
los choques entre el banilejo, M. Gómez y el habanero, J. Martí y de
su acuerdo al trazar como nadie lo pudo hacer hasta el día de hoy, los
objetivos de la Guerra del 1895 en Cuba.
1 ¡Esa investigación está hecha y publicada!, puede leerla en Santiago Hirujo, “Los nunca idos que regresan. De la
Ciénaga a las Caobas: Un mito por decreto, Estudios Sociales, Año 41, Vol. XL – Número 149, Abril – Junio 2009,
páginas 93 a 103. Apareció originalmente en El Siglo, el 27 de Septiembre de 1991. Santiago Hirujo fue un sacerdote
diocesano, fallecido el 30 de noviembre de 1994. Fue periodista, pastoralista y promotor social. En el momento de
fallecer era administrador parroquia de la Parroquia Nuestra Señor de América Latina de Sabana Perdida y laboraba
como director de comunicaciones de Ciudad Alternativa.
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Y así sucesivamente. Las preguntas que tú te haces son el filo de
tu investigación, es decir, ellas van indicando qué quieres averiguar tú.
Una investigación sirve, cuando las preguntas no sólo son pertinentes,
profundas, enfocadas, atinadas sino primero y sobre todo, ¡si son
tuyas!
Disfruta y sirve con tu trabajo de investigación. Investigar no es
difícil ni algo propio de sabios barbudos en cuartos llenos de polvo y
sin luz. Investigar no es sentarse en los mandos de un avión sin haber
sido piloto jamás. Más bien, el investigar hay que entenderlo como
una subida a una montaña. Es algo exigente, pero lleno de belleza y
descubrimientos.
Una comparación puede ayudar a comprender la primerísima
importancia de tus preguntas. Nadie debe salir a subir una montaña
sin saber qué montaña quiere subir, dónde queda, qué otras montañas
la rodean, etc. Si tú misma, tu mismo no sabes qué montaña quieres
subir, no empieces a caminar y escalar con entusiasmo de montañero
cualquier loma, confiando en tus buenas piernas y pulmones, ¡algún
día, te encontrarán tu cadáver mal oliente en alguna cuesta olvidada!
Determina qué quieres investigar, quien no determina, ahí mismo
termina.
Un turista puede correr diariamente diez kilómetros sin salir del
patio de su hotel, en una playa de República Dominicana. Al final de
la semana, el soleado turista habrá corrido 70 kilómetros. Este turista,
atleta con 70 kilómetros quisqueyanos en sus pies ¿está capacitado
para dar una conferencia sobre las carreteras de República Dominicana?
2.- Al empezar, ¿cuál es tu hipótesis de trabajo?
Pon por escrito dónde crees que se encuentra lo que estás
buscando, de qué punto partirá tu investigación. No escribas esto para
arrodillarse delante de lo escrito, sino para conocer tus presupuestos.
“Las cosas que damos por sentadas, casi siempre están de pie, ¡y
hace rato!” A lo mejor, tú jamás incluirás estas reflexiones en su TM,
pero te ayudará el conocerlas.
Siguiendo con nuestro ejemplo, ¿desde dónde vas a comenzar
a subir? ¿Quién te va a llevar en carro hasta la base? ¿Qué pasos
tendrás que dar para subir a la montaña? ¿Cuántos campamentos
vas a levantar? ¿Con quién? ¿Quién es tu guía? ¿De cuántos días
dispones?
Para llegar a la cima de tu investigación, irás levantando
campamentos, siguiendo ciertos caminos, pasando por otras
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montañas. Igual pasa en un trabajo de investigación. Tú partes de
un conjunto de vivencias, interrogantes e ideas, y te vas acercando
a tu tema, desde otros asuntos más amplios. Tómate el tiempo de
conocer lo que han dicho los autores más autorizados de aquellos
temas que son cercanos al tuyo. Por ejemplo, si tú vas a estudiar,
cómo fue posible que Adolfo Hitler llegara a ser canciller de Alemania
en Enero de 1933 por una via legítima, necesitarás hacerte una idea por
somera que sea, de la situación política alemana, comenzando desde
un punto clave de su historia, reconocido como tal por la comunidad
de historiadores serios, por ejemplo, empezarás tu resumen al final
de la Primera Guerra Mundial en 1918. Luego presentarás los factores
más relevantes empleados por diversos autores para caracterizar la
situación alemana, las fuerzas políticas contra las que contendieron
Adolfo Hitler y su partido y qué hechos, circunstancias y procesos
llevaron a los actores políticos de aquella Alemania a confiarle a Hitler
el cargo de Canciller. Conocer el contexto de tu tema, y lo que han
dicho otros acerca de lo que tú deseas investigar, te evitará repetir lo
que ya se ha dicho, probablemente después de investigaciones que
han tomado vidas enteras. Resulta ridículo descubrir el Mar Caribe o
el Parque Independencia.
Siempre es útil conocer lo que han dicho otros que han escalado
montañas cercanas a la cima que usted piensa subir; cómo les fue,
dónde encontraron las mayores dificultades, cómo se las arreglaban
para cocinar, cargar el agua, levantar el campamento con la noche
encima y hasta cómo se orientaron.
Una vez que usted conoce por dónde van las preguntas y las
investigaciones de otros, usted puede valorar las propias preguntas
e incluso determinar de nuevo, ¿qué quiere averiguar? Después de
leer a otros y conocer sus hallazgos, ¿Cómo ve ahora su pregunta
original? Su tema, va cambiando, se va limitando. Lo que otros
han escrito ya, lo que usted encuentra cerca o lejos, el tiempo de
que usted dispone, la magnitud del tema…etc., le van obligando a
reformar su estrategia, ampliándola, reduciéndola, especificándola…
Con frecuencia, sométase a esta pregunta: “si esto que estoy leyendo
es verdad ¿cómo queda mi investigación, mi tema? Sin duda le van
a surgir nuevas preguntas ¿Le conviene explorarlas?
En la montaña, uno cruza muchos senderos, a veces, más hermosos
que el propio, pero quien quiera llegar a la meta en un tiempo fijo, tiene
que proseguir su marcha sin variar la dirección. Ya tendrá tiempo en
la vida de caminar otros senderos, ahora, ¡hay que llegar y con buen
paso hasta de que caiga la noche de la fecha límite!
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Las preguntas que le van surgiendo, le dirán el tipo de lectura que debe
hacer. Si debe resumir, comparar, criticar, ordenar sistemáticamente.
Esto mismo le dirá el tipo de notas que usted debe tomar. Algunos
casi copian a mano libros ¡ya impresos! Otros pierden días buscando
afanosos, mientras murmuran: --¿y en qué parte de este libro de 600
páginas habrá escrito, este biógrafo famoso de Hitler, aquel dato
fundamental que ahora necesito? ¡No anoté ni la página ni el libro, ni
el autor!
Detengámonos en este punto: siempre mida la magnitud de su
proyecto. ¿Cree que lo puede terminar en el tiempo de que dispone?
¿Resulta demasiado grande? ¿Vale la pena limitarlo, circunscribirlo
más? Si usted ha elegido un tema para que la tesis sea la obra de su
vida entera, probablemente usted viva para ver que no va terminar su
tesis, o su trabajo. La humildad es una virtud en todas las tradiciones
religiosas y hasta de los ateos más simpáticos. Humildad viene de
“humus” y “humus” en latín quiere decir “tierra”. Para que la tesis
despegue, primero tiene que impulsarse y mucho, y para poder
impulsarse, hay que tocar tierra. Quien lleva a cabo una investigación,
podrá realizar muchas otras, pero hay que empezar humildemente
por una. Un antiguo dicho chino reza así: “un camino de mil millas,
empieza con un paso!
Entrando a la Cordillera por el poblado de Mata Grande, podemos
subir y bajar el pico Duarte en 6 días caminando a buen paso, pero
no podemos estudiar la flora de la Cordillera Central en una semana.
Y esto mismo nos indica cuánta carga vamos a llevar y cómo. Es
inútil llevar comida para 10 días, si vamos a estar sólo 6. Quien piensa
internarse en la Cordillera Central, adentrándose por los senderos del
Alto de la Diferencia, necesita organizarse de otra manera. En un día,
uno se baña, almuerza en los Tablones y cena en la capital.
No está mal escribir una pequeña lista de lo que uno NO hace a la
hora de empezar una investigación para luego escribir un monográfico.
Al Pico Duarte se llega gracias a lo que uno lleva, pero piense bien
lo que va a cargar a la espalda. Los excursionistas novatos se quieren
preparar tanto para todas las eventualiades, que se cargan a la espalda
unos mochilones con los que fracasan en la primera subida. Al Pico
Duarte se llega gracias a lo que uno lleva, pero ¡sobre todo, por lo que
no se lleva!
Si está escribiendo una tesis, no comience a tomar datos sin tener
un asesor que le haya aprobado el tema en principio.
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En cualquier investigación, no empiece a redactar, sin haber
delimitado su tema, la bibliografía.
No registre datos, sin tener una metodología, así sea bien sencilla,
de cómo conservar sus datos y los elementos que necesitará a la hora
de presentarlos (cómo citar en el texto, al pie de página, cómo se hace
una bibliografía…).
Si en su vida como estudiante o ser pensante, a usted no le
interesa averiguar nada, no se meta a realizar un trabajo monográfico.
Vuelva a leer el curso que más le interesó, o mire la vida con más
profundidad, o converse con personas que plantean asuntos que le
llaman la atención. Si todavía no le interesa nada, no se sienta mal,
pero no se siente a escribir un trabajo monográfico.
Normalmente el trabajo monográfico tiene una fecha límite para
ser entregado. En inglés “fecha límite”, expresa más claramente de
lo que le puede pasar, en inglés, “fecha límite” se dice: “dead line”.
Sujete su “line” y evite lo otro.
A la hora de elaborar una investigación, usted necesita presentar
varios aspectos fundamentales. Por tal motivo, toda investigación,
hasta la más elemental, consta de una introducción, el desarrollo
como tal, la conclusión, una bibliografía y los apéndices, si fueren
necesarios.
Una introducción: Exponga aquí brevemente sus objetivos,
porqué escogió ese tema, cómo se relaciona y se diferencia de temas
afines ya tratados por otros, cuál es el gran reto de su investigación,
qué es lo que usted debe resolver, el método empleado, las fuentes
más relevantes de su investigación y los aspectos centrales de su TM
(es decir, los capítulos de su trabajo y cómo se entrelazan).
El cuerpo de la investigación propiamente dicha: Se trata de
los diversos capítulos de su trabajo monográfico. Siempre que uno
investiga un tema, necesita irlo abordando gradualmente, tratando
los subtemas con un cierto orden. Cada capítulo es una etapa de su
investigación. Cada etapa merece su espacio y sus razonamientos.
No mezcle las etapas. La tesis es como un circo y cada capítulo un
número. No junte monos con leones. Cuídese muy bien de anunciar
lo que va a ocurrir. Si usted anuncia un número de trapecistas, que no
aparezca un mago de capa negra.
Cada tema requiere su tiempo de comprensión, síntesis y
exposición. Tómese su tiempo en asimilar. Imagínese un dueño de
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circo tan irresponsable, que pretenda presentar en la pista a un león
recién cazado en África. Cuando salga a la pista, primero se va a tragar
al domador con látigo y sombrero, y luego va a saltar a las gradas y los
palcos, donde el público espantado andará corriendo en desbandada
para salvar su vida. Jamás hable o cite a leones que usted no se ha
tomado el tiempo de domesticar y comprender, ¡pudieran acabar
usted y sus lectores, en sus garras, colmillos y estómagos felinos!
Pregúntese, ¿cómo presentará los datos?
Recuerde que usted no tiene que decirlo todo, ni tiene que contar
paso a paso su subida. Cuente las etapas cruciales de la subida,
compare su camino con el de otros (con modestia). Compare lo que
usted ve desde aquí arriba, con lo que dijo fulano que él vio en tal
fecha. Resalte lo que a usted le pareció más importante, y que tal vez
otros han dejado en el olvido. Reporte ese nuevo valle que descubrió.
Las conclusiones que se desprenden de su trabajo. Lo que no
logró resolver y lo que su trabajo le permite avanzar y comentar acerca
de lo que han hecho otros. Las conclusiones han de corresponder a su
trabajo. Si usted sembró y cultivó un mango, se supone que debe dar
mangos, no le cuelgue ahora unos aguacaticos al final, ¡que la mata
dé sus mangos!
Indique su bibliografía y otros materiales. Al final, no se meta a
espolvorear su tesis, sacando autores que usted no leyó de alguna
funda o página de internet para darle color o para que luzca mejor.
III. Unos consejos al cierre.
No haga de su trabajo monográfico un ¨asopao¨ de citas mal
cocinadas. Dele tiempo a que las ideas se condimenten unas a otras y
se cocinen en su propia salsa (nada hay más indigesto que un autor mal
cocinado). Tenga la sabiduría de relacionar lo suyo con lo que otros han
investigado. Concluida parcialmente su investigación (uno nunca cree
que ha llegado), tenga el coraje de exponer brevemente lo encontrado
y la honradez de seguir buscando la respuesta a su pregunta, y no se
ponga a decir que era para aquí, que usted venía cuando lleve dos
horas caminando, le duelan las piernas y el sol apriete.
El trabajo final se pasa a limpio y se encuaderna DESPUÉS que su
asesor le ha dado el visto bueno a la versión definitiva de su TM. No
espere que su asesor acepte como definitivo un trabajo que usted
ha encuadernado por su cuenta, sin su aprobación, o sin hacer los
cambios requeridos.
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IV. EL HILO DE ARIADNA: EL ESQUEMA.
Cuanto antes elabore un esquema. Atrévase a escribir el esqueleto
de su trabajo. El escribir libera la mente para otras cosas. Escribiendo,
usted no tiene que angustiarse porque se le va a olvidar esa idea tan
brillante que usted tiene. Al escribirla la va a mejorar luego cuando
vuelva sobre ella. Con la idea escrita ya usted se siente más libre de
criticarla, porque no es suya, está en el papel. Al escribir nos forzamos
a ser precisos. Quizás usted creía que tenía una idea brillantísima,
y nunca la aclaró, hasta el día en que trató de escribirla, y entonces
se dio cuenta de que tenía que trabajar mucho más. En el Valle del
Tetero, hay noches oscurísimas en que uno jura que saltando agarraría
una estrella. ¡Salte, escriba su idea!, y se dará cuenta que la brillante
estrella está algo más lejos. Pero su idea escrita, brilla como una
estrella.
Más sobre el esquema: el trabajo monográfico se parece a la
construcción de un puente sobre un río crecido. Cuanto antes,
amarre bien una soga a dos árboles grandes de un lado y a otro (punto
de partida y punto de llegada u objetivo). Ya con esa soga, usted
puede ir cruzando otras sogas y va construyendo así un pequeño
puente temporal para cruzar los materiales y los obreros. Mientras
usted no tenga su esquema, usted está cruzando por dentro del río
y posiblemente se lo lleve la corriente. Pero si usted teje un puente
de sogas sobre el río, usted puede analizar el fondo del río, ver dónde
hay rocas, dónde usted puede cavar para construir pilares firmes que
la corriente no se podrá llevar. Una vez que usted ha levantado sus
pilares, entonces podrá unirlos, primero con estructuras de madera, y
luego de concreto. ¡Y ya tiene puente! Y todo comenzó ¡con una soga
que cruzaba el río! Moraleja: para escribir un trabajo monográfico no
es saludable tirarse a nadar en la corriente de los autores, sin conocer
el río, sin saber su profundidad y por dónde es mejor cruzarlo y por
donde sale uno por e el otro lado. Si uno no tiene soga, si uno no
tiene preguntas personales, el río de autores y temas ¡no se las va
a dar! El río se ríe del que se tira a nadar cargado de materiales y
herramientas, pero sin base, ni método, ni objetivos. Las orillas de
los ríos monográficos están llenas de estudiantes con los estómagos
inflados de autores e ideas, la piel cortada por las herramientas y las
manos lindas y sin callos porque nunca usaron la soga del esquema,
del esqueleteo de la obra que querían construir. Si no tuviéramos
huesos, nuestra cara estaría en los pies.
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No espere el final para traer a caminar por el puente al ingeniero
mayor. Invítelo frecuentemente a visitar su obra y pídale opinión. ¿Qué
le harán al maestro de obra, si el día de la inauguración, el Presidente
de la República se ahoga sepultado por la ruina del puente que no
soportó ni un brinquito de un embajador embullado?
V. A LOS QUE SE PARALIZAN ANTE UN TRABAJO
MONOGRÁFICO:
No enfrente todo a la vez, sino algo cada día. Lo importante no
es que le quede bien a la primera, sino que acabe bien y usted
aprenda, disfrutando y sirviendo. Escriba sin miedo a quedar mal.
Todo el mundo sabe que hay un mono en todo trabajo monográfico.
Usted solo avanzará, parándose en la cerca de lo que usted sabe y
saltando más allá. En el aniversario de los 500 años de esta querida
Arquidiócesis de Santo Domingo (1511 – 2011), recuerde que América
fue descubierta por uno que se atrevió a navegar más allá.
Diez consejos a los que tienen que van a escribir una tesis.
1. Escoge algo que te interese, algo en lo que quieras profundizar, sin
ahogarte. Mira la tesis como una oportunidad de estudiar a fondo
algo que te apasiona. Yo estudié una guerra de Cuba 1895 - 1898, a
través de la correspondencia entre dos obispos de Cuba y el nuncio
de Su Santidad en Madrid, para el período 1895 – 1903.
2. Limita tu tema, que se vea claro dónde empieza y dónde termina.
Te pongo un ejemplo: la postura oficial de la corona española
sobre la naturaleza y racionalidad de los indios en América, desde
el descubrimiento hasta el Gran Debate de Valladolid en (1550 –
1551). Que tu tema esté bien definido y “cerrado”. Los temas
abiertos cierran el futuro y todas las posibilidades de escribir una
tesis. Un tema abierto es un hoyo que no llenarás jamás así vivas
varias vidas.
3. Explora y toma algunas muestras de tu tema. Sería muy irresponsable
pretender construir un metro que recorra media ciudad, sin antes
analizar las muestras del subsuelo, ver si hay cavernas, o fallas, si el
suelo es arcilloso, rocoso... Pregúntate: ¿Quién ha investigado algo
que quede cerca de tu tema? ¿Qué dejó sin hacer? ¿Cuáles son
las obras claves en el campo que desas investigar? No te sientes a
esperar un autobús que vaya directo hasta tú tema. Averigüa quién
viaja cerca. Uno viaja en bola hasta las cercanías, luego se baja y
camina a campo traviesa...
4. Todos quisiéramos descubrir un filón de oro en una montaña. Todo
el mundo quisiera encontrar un tema apasionante. Para eso, explora
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antes y tomando algunas muestras del tema, leyendo otros estudios,
descubre si hay oro en las cercanías. Si ves que sí hay oro, luego vas
y compras la tierra para explorarla... Es decir, sabiendo de seguro,
que en ese terreno hay oro, porque analizaste algunas pepitas, o
porque a 20 metros Sutanito Angurrias descubrió oro, marcas tu
terreno, y declaras: “yo quiero comprar esa tierra para realizar una
exploración minera con fines de establecer una mira de oro...”
Te pongo otro ejemplo de una investigación que aplica el esfuerzo
de otros, a un tema nuevo que te interesa a ti. El Dr. Sinforoso
Sinvuelto escribió una obra que estudia este tema: “¿Por qué el
chele no debe existir como moneda?”, y ahora, tú quieres estudiar
este tema: ¿cuán pequeña debe de ser, el instrumento o la menor
unidad monetaria del dinero japonés? Para eso, vas a lanzar una
investigación de tesis con el título “El chele y los chavos, un desafío
nipón,” y este subtítulo que todavía precisa más el asunto: “Las
investigaciones del Dr. Sinforoso Sinvuelto aplicadas al caso de la
moneda en Japón”-
5. Traza tu esquema, esquema para todo. “Investigador sin esquema,
se quema.” No leas por leer. La gente que tiene que hacer una
tesis, un monográfico, tiende a entretenerse leyendo para no
tener que escribir. Leer siempre ha sido más fácil que escribir. Se
pudiera explicar así: el que sabe mucho, sabe que no sabe. El que
no sabe, no quiere decir nada por miedo a quedar mal. Escribir es
morir, porque al escribir, asumimos la dolorosa limitación de tomar
una posición ante todos los que han estudiado, conscientes de que
nuestra toma de posición es inadecuada y nuestro traje de tesis,
con el cual nos estamos presentando en la sociedad intelectual,
tiene ¡un hueco, justo allí donde la espalda pierde su honesto
nombre! Pero, hay que escribir, para luego mejorar lo que hemos
escrito provisionalmente. Mientras escribes la tesis, al escribir
cada palabra, te parecerá que estás delante del tribunal que la va
a leer y hasta sientes el aliento y la respiración del jefe de tribunal
sobre tu cabeza, tan cerca y con tal mal aliento que no te atreves
a levantarla, ni a escribir. ¡Eso es falso! Lo que vas a presentar, el
monográfico, la tesís, el seminario serán un producto final. Escribe
sin miedo, luego lo mejorarás diez veces. El que no escribe no
hace tesis. A la cima se llega paso a paso, y a veces uno se resbala.
Siempre se llega con la ropa sucia, las rodillas peladas, sudando,
los ojos llenos de paisajes inolvidables, unos amigos y amigas para
siempre y otro corazón.
6. No escribas la tesis, escribe un capítulo de la tesis. No escribas el
capítulo, escribe los párrafos. No escribas el párrafo, escribe una
oración que empata con el párrafo, con la página, con el capítulo y
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la tesis. ¡Divide y vencerás! El que enfrenta la tesis entera todo el
tiempo, acaba partido y agotado. Enfrenta los pedazos de la tesis,
pártela y tú seguirás luchando entera o entero. Escribe la tesis mala,
el capítulo malo...escribe, y escribe; el capitulo bueno sólo nacerá
del capítulo malo escrito.
El capítulo bueno, la tesis buena, no nacerá de tu cabeza, ni la
puedes pensar...la tesis buena viene gradualmente, PORQUE ES
UN ESCRITO MEJORADO. ¡Escribe! Gasta tu energía en pensar,
resumir lo que otros han dicho, compararlo, organizarlo como
creas conveniente para poder responder a tus preguntas. Luego
mejorarás todavía más lo que has escrito.
7. Comprende con seriedad lo que otros han investigado. Si hace
falta, resume lo que te parece a ti, que hah dicho otros. Entender
a otros, sintetizarlos, llamar la atención sobre lo consideras ser sus
contribuciones más importantes, ¡ya es un aporte! Luego lo aplicarás
a algo concreto. Asegúrate que te interesa lo que escoges...lo que
lees...
8. La tesis buena nace como un niño: pequeño, llorando, envuelto en
sangre. Lo que se aparte de ahí, o está muerto o te mata... Déja que
el niño, la niña de la tesis, crezca afuera de ti. ¡Escribe! No dejes
que tu tesis te crezca adentro... lo que sigue creciendo adentro, o
está muerto, o te mata.
9. La tesis no vale por lo grande, sino por lo afinado. Es como tu violín.
El machete es peligroso donde menos machete hay, ¡en el filo!
Que tu tesis tenga filo, afila...qué vas a investigar, que vás a mostrar
y te colocas ahí...tesis afilada, tesis realizada... Tesis gorda y obesa,
ni nace, ni despega, ni vuela...
Algunos inscriben un tema de monográfico o de tesis tan
grande, que jamás podrán ni abarcarlo ni controlarlo. Se parecen
al matrimonio que le regalaron un grandanez. Le pusieron el collar,
y juntos sacaron al perro a pasear al Parque Mirador. ¡El animal
los arrastró a los dos por todo el parque y tuvieron que soltarlo!
Escoge un tema que puedas pasear. Evita que el tema te pasee a
ti y te arrastre a la vista de todos. Practica primero en algún rincón
del parque. Si resulta que el animal es demasiado grande, trata de
salvar el collar y la cadena y sal corriendo o súbete en alguna mata
compasiva.
Escoje la tesis teniendo en cuenta el tiempo y el espacio disponible.
Antes de cucutear cualquier avispero, averigua bien, para dónde
vas a correr cuando te salgan todas las avispas.
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10. Cuídate de los asesores que te quieren reclutar para “su” tema.
Amablemente te proponen un “temita” fascinante y sencillo, que
ellos hubieran querido investigar pero no les alcanzó el tiempo, se
casaron, vinieron los hijos…. No agarres ninguna soguita con cual
el asesor sonriente tiene amarrado un tema manso para que tú te
luzcas paseándolo, sin ver muy bien qué sujeta la otra punta. Con
frecuencia, te dará un ataque al descubrir que en el otro extremo
de la soga hay amarrado un Tiranosaurus Rex, al que todavía se
le salen por sus fauces los pies del último ingenuo que trató de
sacarlo a pasear.
Búscate un director mecánico, tendrás la vida entera para
relacionarte con aviadores, astronautas y espíritus intergalácticos.
Tú búscate un director con sus piés bien plantados en la tierra, un
director de botas sucias y ropa atravesada por varios disparos, un
director soldado de a pie, que lea rápido lo que escribes y le vea
las tuercas... Los directores que creen en hadas madrinas, los que
nos prodigan sus discursos cual Quijotes, acerca de los gigantes
vencidos, magas derrotadas y reinos e ínsulas conquistados por
ellos en sus andanzas pasadas, entretienen muchísimo, ¡pero no
te ayudarán a escribir tu tesis! Estos Quijotes son simpáticos para
comentar y matizar sabiamente temas escogidos, mientras uno
toma un traguito en una recepción. Pero solamente los directores
“mecánicos sucios, repara piezas”, los que se meten debajo de la
tesis y se ensucian con grasa de capítulos “pichaos”, que chorrean,
esos directores a los que se les oye hablar y mecaniquiar sin verles,
metidos debajo de la tesis, ¡esos son los buenos!
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NO EXISTEN ATAJOS,
EXISTE EL TRABAJO,
DESDE ABAJO,
PASO A PASO,
NO SE PREOCUPE DE LOS PAJAROS,
USTED ECHE RAICES
Y TENDRÁ FLORES, Y RAMAS.
LOS NIDOS LOS DA LA VIDA
Y CÁSCARAS DE HUEVO ROTAS
Y COSAS QUE HUELEN MAL
Y CANTAN BIEN
Y VOLARÁN MÁS ALTO QUE USTED
CUANDO USTED NO ESTÉ.
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