Funciones Del Derecho

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FUNCIONES DEL DERECHO Y VALORES

Abordar el análisis funcional del derecho no es tarea fácil y compete más


precisamente a los sociólogos o filósofos sociales. Para acotar el desarrollo del
tema, de por sí muy vasto y complejo, nos limitaremos a hacerlo a partir de la
contribución o aporte que el ordenamiento jurídico presta al todo social.

¿Cuál es la función social del derecho?


La respuesta a esta pregunta será diferente según se adopte una posición
funcionalista o conflictualista de la sociedad.

En efecto, ambas posturas parten de diferentes concepciones respecto de la


sociedad, de modo tal que las funciones que el derecho cumple en ésta sones
muy divergentes entre sí, como veremos a continuación:

La concepción funcionalista
(Durkheim, Max Weber, Parsons, Luhmann, entre otros)
La concepción denominada funcionalista considera a la sociedad como un
sistema que, como todo sistema, está compuesto por un conjunto de elementos
que se encuentran en equilibrio, coordinándose entre sí para preservar su
unidad.

El equilibrio del sistema, que se logra por la coordinación de sus elementos, es


el orden social. Dentro de ese sistema que constituye la sociedad hay un
elemento, más precisamente un mecanismo, que es el más importante y cuya
función es la de conseguir y mantener ese equilibrio: el derecho.

Sintéticamente, la sociedad es un sistema de elementos en equilibrio, es orden,


y el derecho es el elemento de ese sistema por el cual ese orden se consigue y
mantiene.

¿Cómo logra el derecho conseguir el orden social?


Si el derecho es el elemento de la sociedad por el que se consigue el orden,
entonces podrá decirse que el derecho es un mecanismo o sistema de control
social (aparece como un sistema dentro del sistema social total), en el sentido
que supervisa, guía, dirige, controla las conductas de los individuos que integran
esa sociedad en función de lograr dicho orden.

Pero no sólo supervisa las conductas sino también el buen funcionamiento de


los demás elementos o mecanismos del sistema, de allí que la función del
derecho no sólo es de integración sino también de regulación.

El derecho como instancia formal de control social


En la sociedad, el derecho no es el único agente de control social. La moral, la
religión, los convencionalismos sociales, la educación, por ejemplo, también lo
son, en el sentido que todos ellos, dando pautas, reglas de comportamiento,
encausan también la conducta humana.

Pero el individuo, que desde sus primeros años de vida va incorporando dichas
pautas de conducta, puede en algún momento desviarse de ellas.
Cuando se aparta de tal modo que su conducta genera un conflicto afectando el
orden social, se hace preciso que exista una instancia formal de control social:
el derecho. Es precisamente la instancia formal de control porque el
cumplimiento de las reglas del derecho no depende exclusivamente de la
voluntad del individuo, como es el caso de los otros sistemas de control social
que nombramos en el párrafo anterior.

Los fines y los medios


Puede hablarse del derecho como sistema de control social haciendo referencia
a los fines que persigue y a los medios de los que se vale para conseguir dichos
fines.

Si partimos de que la existencia de un Derecho presupone, como es lógico, una


división fundamental de la conducta (jurídicamente relevante) en lícita e ilícita,
podrá aceptarse con seguridad que el fin del Derecho (en un sentido muy
abstracto) sea el de aumentar al máximo las conductas lícitas, deseadas, y
disminuir las ilícitas, las indeseadas (la desviación); por otro lado –en relación
con ambos tipos de conducta– el derecho puede actuar a priori o a posteriori, es
decir, puede anticiparse, o bien esperar a que se produzcan esas conductas. En
resumidas cuentas, el Derecho (y, en general, cualquier sistema de control
social) puede, teóricamente, operar de estas cuatro maneras: previniendo,
reprimiendo, promocionando y premiando la conducta (Manuel
Atienza: op. cit., pág. 67).

En definitiva, puede decirse, sobre la base de las ideas expuestas, que:


El derecho es un sistema de control social, que opera como un mecanismo por
el cual se consigue y mantiene el orden social en virtud de impedir conflictos o,
en su caso, resolverlos.

El derecho cumple una función eminentemente positiva para la sociedad, siendo


que por él se mantiene el orden que toda sociedad necesita. Cabe mencionar,
por último, entre las funciones más concretas que se han atribuido al derecho en
relación con la sociedad, la resolución de conflictos, de certeza y seguridad, de
garante de la libertad e igualdad y las ya mencionadas de organización y
legitimación del poder, entre otras.

La concepción conflictualista (Marx)


Señalamos en la introducción que las posturas funcionalista y conflictualista
concebían de un modo diferente a la sociedad.

Mientras que para la anterior concepción la sociedad es un sistema en equilibrio,


para la postura conflictualista la sociedad es esencialmente inestabilidad,
conflicto, desigualdad, lucha de clases antagónicas.

El derecho aparece como un elemento surgido del conflicto, pero no para


impedirlo o resolverlo, sino para disimularlo o justificarlo contribuyendo así a
mantener la inestabilidad y desigualdad que caracteriza a la sociedad. En la
postura funcionalista el derecho conserva el orden, mientras que en ésta lo que
mantiene es el conflicto.
Para el marxismo:

El Derecho (o, al menos, los sistemas jurídicos de las sociedades


capitalistas) es un conjunto de normas coactivas que utilizan el poder del
Estado para asegurar la dominación de una clase sobre otra (función de
dominación), al tiempo que enmascaran el hecho de la explotación
capitalista (función ideológica); es decir, el elemento diferencial, específico,
del Derecho no estaría tanto en la estructura como en la función (Manuel
Atienza: op. cit., pág. 55).

De modo que el derecho cumpliría una doble función:

• De dominación: porque el derecho es el instrumento del que se vale el sistema


capitalista para asegurar el sometimiento de las clases sociales menos
aventajadas (el proletariado) a las clases que detentan los medios de producción.
El derecho acentúa las desigualdades entre ambos estratos sociales.
• Ideológica: porque efectúa la función de dominación de una manera disimulada,
justificando la explotación de una clase social sobre otra mediante formas
jurídicas que dan apariencia de relaciones realizadas entre partes que gozan de
igualdad y libertad (como las figuras del contrato o el salario).

En definitiva, en esta orientación el derecho cumple una función netamente


negativa para la sociedad en virtud de constituir un instrumento que contribuye
a mantener las desigualdades y conflictos entre las clases que la integran; de allí
la necesidad de su desaparición en el proyecto comunista
en su plenitud.

Suárez, Eloy (2018). Introducción al Derecho. Ediciones UNL


Torré, Abelard (2000). Introducción al Derecho. Perrot- Porrua Argentina. 10.ED.

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