ECO - Los Mundo de La Ciencia Ficción - de Los Espejos y Otros Ensayos 141-146
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Umberto Eco
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Título original: Sugli Specchi e Altri Saggi
Umberto Eco, 1985
Traducción: Cárdenas Moyano
Ilustración de portada: Álvaro Domínguez
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LOS MUNDOS DE LA CIENCIA-FICCIÓN
1. Alotopía. Puede imaginar que nuestro mundo es realmente diferente de lo que es, es decir, que en él
suceden cosas que por lo general no suceden (que los animales hablen, que existan los magos y las
hadas): construye, pues, otro mundo y da por sentado que es más real que el real, hasta tal punto que
entre las aspiraciones del narrador está la de que el lector se convenza de que el mundo fantástico es el
único real de verdad. Más aún: es típico de la alotopía que, una vez imaginado el otro mundo, ya no
nos interesen sus relaciones con el mundo real, excepto en su significación alegórica.
2. Utopía. Puede imaginar que el mundo posible narrado es paralelo al nuestro, existe en alguna parte, aun
cuando nos sea normalmente inacessible. Esa es la forma que adopta por lo general el relato utópico,
ya se entienda la utopía en su sentido proyectivo, de representación de una sociedad ideal, como
sucede en la obra de Tomás Moro, o en sentido caricaturesco, como deformación irónica de nuestra
realidad, como sucede en la obra de Swift. Este mundo puede haber existido en tiempos o existir en un
lugar remoto del espacio. Por lo general, constituye el modelo de cómo debería ser el mundo real.
3. Ucronía. La utopía puede transformarse en ucronía, en que el contrafactual adopta la forma siguiente:
«¿qué habría ocurrido, si lo que ha sucedido realmente hubiera sucedido de otro modo: por ejemplo, si
no hubieran asesinado a Julio César en los idus de marzo?». Tenemos ejemplos hermosísimos de
historiografía ucrónica usada para comprender mejor los acontecimientos que han producido la
historia actual.
4. Metatopía y Metacronía. Por último, el mundo posible representa una fase futura del mundo real
presente: y, por distinto que sea estructuralmente del mundo real, el mundo posible es posible (y
verosímil) precisamente porque las transformaciones que sufre no hacen sino completar tendencias del
mundo real. Definiremos este tipo de literatura fantástica como novela de anticipación y utilizaremos
esta noción para definir de modo más correcto la ciencia-ficción.
No excluyo que existan historias llamadas de c-f que en cierto modo funcionen
como las historias del primer tipo (alotópicas) o como las fábulas. Tal vez se cuenten
en ellas historias de un mundo futuro y tal vez la naturaleza de dicho mundo se
presente como la consecuencia remota de lo que sucede en nuestro mundo, pero lo
que en ellas interesa, sin embargo, es el estado alucinado y alucinatorio del mundo
descrito. Se trata de historias en que no interesa tanto establecer de qué modo se ha
vuelto posible dicho mundo, sino qué sucede en él. En ese sentido se habla de space
opera o de historias de estilo bug-eyed monsters y se trata de una versión del relato
neogótico con ciertos rasgos de la ciencia-ficción. La historia sucede en un mundo
anticipado, desde luego, pero no hay una reflexión sobre la propia anticipación.
Frente a historias de esa clase basta preguntarse si lo que ahí sucede no podría
suceder también en la Terramar de la trilogía de Ursula K. Le Guin (que no es
ciencia-ficción, aunque sea un espléndido libro de aventuras) y ya tenemos una línea
divisoria para decidir que no estamos ante ciencia-ficción auténtica.
Asimismo existen historias llamadas de ciencia-ficción que pertenecen a nuestra
segunda categoría, es decir, al relato utópico. Desde luego, existe una ciencia-ficción
de los mundos paralelos. Pero creo que existe una forma de definir si una historia de
mundos paralelos es ciencia-ficción o no. En la ciencia-ficción el mundo paralelo está