Existen Limites para Declaracion Nulidad Oficio Via at Concesion Minera Inscrito
Existen Limites para Declaracion Nulidad Oficio Via at Concesion Minera Inscrito
Existen Limites para Declaracion Nulidad Oficio Via at Concesion Minera Inscrito
ANÁLISIS JURÍDICO
En el presente artículo, el autor determina que no existen límites a nivel registral para
Tema relevante
que las entidades de la Administración Pública ejerzan la potestad de declarar la nulidad
de oficio de sus propios actos cuando estos se encuentran inscritos. Así, el tema parte por
identificar dos opiniones opuestas sobre el particular: el Consejo de Minería que, a tra-
vés de reiteradas resoluciones, se ha abstenido de declarar la nulidad de oficio de títulos
de concesión minera inscritos, a pesar de cumplir con los requisitos para emitir tal decla-
ración; y, de otra parte, el Tribunal Registral que reconoce a la resolución administra-
tiva que dispone la nulidad de un acto administrativo inscrito, como título suficiente para
cancelar dicho asiento.
* Abogado por la Universidad de San Martín de Porres. Maestrando en Derecho Registral y Notarial por la misma casa de
estudios.
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GACETA CIVIL & PROCESAL CIVIL | Nº 35 • MAYO 2016
1 El artículo 12 del Reglamento de Procedimientos Mineros, aprobado por Decreto Supremo Nº 018-92-EM, sustituido por
el artículo 7 del Decreto Supremo Nº 043-2012-EM, señala que los administrados que cuenten con constancia vigente de
PPM deberán presentar sus petitorios de concesión minera ante el Gobierno Regional competente.
2 Cuya regulación –básicamente– se halla en el TUO de la Ley General de Minería (Decreto Supremo Nº 014-92-EM), en el
Reglamento de Procedimientos Mineros (Decreto Supremo Nº 018-92-EM) y en el Reglamento de los Títulos pertinentes
del TUO de la Ley General de Minería (Decreto Supremo Nº 03-94-EM).
3 El artículo 25 del Reglamento de Procedimientos Mineros (Decreto Supremo Nº 018-92-EM) señala que vencido el plazo
de los 15 días hábiles siguientes a la fecha de la publicación en el diario oficial El Peruano de la relación de concesiones
mineras otorgadas durante el mes anterior, el jefe de la Unidad de Administración Documentaria y Archivo del Ingemmet
extenderá una anotación indicando que el título no ha sido impugnado en el plazo previsto.
4 Cfr. artículo 212 de la Ley del Procedimiento Administrativo General: Una vez vencidos los plazos para interponer los
recursos administrativos se perderá el derecho a articularlos quedando firme el acto.
5 El artículo 22 del Reglamento de Inscripciones del Registro de Derechos Mineros señala que para inscribir una concesión
minera se requerirá exclusivamente la presentación de copias certificadas de la resolución que otorga el título de concesión
minera con la constancia de haber quedado firme.
6 La modalidad contractual para transferir la titularidad de una concesión minera, se encuentra regulada expresamente por
la legislación minera, denominándose: Contrato de Transferencia, regulado por el artículo 164 del TUO de la Ley General
de Minería, así como por los artículos 130 al 132 del Reglamento de los Títulos pertinentes del TUO de la Ley General de
Minería.
7 El artículo 106 del TUO de la Ley General de Minería, señala que “Los actos, contratos y resoluciones no inscritos, no sur-
ten efecto frente al Estado ni frente a terceros”.
8 El artículo 148 del TUO de la Ley General de Minería, señala que son nulos de pleno derecho los actos administrativos
contrarios a las leyes (se entiende) de naturaleza prohibitiva.
9 En opinión de una serie de resoluciones del Consejo de Minería, este es el órgano competente (superior jerárquico) para
declarar la nulidad de oficio de los actos administrativos mineros emitidos por los Gobiernos Regionales, el Ingemmet y
los órganos competentes en materia minera del Ministerio de Energía y Minas.
10 Así reza el Título III de la LPAG “De la Revisión de los Actos en Vía Administrativa” (arts. 201-218) conformado por dos
capítulos intitulados “Revisión de Oficio” y “Recursos Administrativos”.
11 El numeral 202.1 del artículo 202 de la Ley del Procedimiento Administrativo General, establece que: En cualquiera de los
casos enumerados en el Artículo 10, puede declararse de oficio la nulidad de los actos administrativos, aun cuando hayan
quedado firmes, siempre que agravien el interés público.
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REGISTRAL Y NOTARIAL
12 Código Civil
Artículo 2013.- El contenido del asiento registral se presume cierto y produce todos sus efectos, mientras no se rectifique
por las instancias registrales o se declare su invalidez por el órgano judicial o arbitral mediante resolución o laudo firme.
El asiento registral debe ser cancelado en sede administrativa cuando se acredite la suplantación de identidad o falsedad
documentaria y los supuestos así establecidos con arreglo a las disposiciones vigentes. La inscripción no convalida los
actos que sean nulos o anulables con arreglo a las disposiciones vigentes.
13 Código Civil
Artículo 2014.- El tercero que de buena fe adquiere a título oneroso algún derecho de persona que en el registro aparece
con facultades para otorgarlo, mantiene su adquisición una vez inscrito su derecho, aunque después se anule, rescinda, can-
cele o resuelva el del otorgante por virtud de causas que no consten en los asientos registrales y los títulos archivados que
lo sustentan.
La buena fe del tercero se presume mientras no se pruebe que conocía la inexactitud del registro.
Artículo VIII del Reglamento General de los Registros Públicos.- La inexactitud de los asientos registrales por nulidad,
anulación, resolución o rescisión del acto que los origina, no perjudicará al tercero registral que a título oneroso y de buena
fe hubiere contratado sobre la base de aquéllos, siempre que las causas de dicha inexactitud no consten en los asientos
registrales.
14 En ese sentido, IZAGUIRRE, Inés. “En defensa de la concesión minera y la seguridad jurídica”. En: Minas y Petróleo.
Lima, febrero, 2003, p. 2; MARTÍNEZ APONTE, Humberto. “En defensa de la concesión minera y la seguridad jurídica”.
En: Minas y Petróleo. Lima, febrero, 2003, p. 3; y, GAMARRA BARRANTES, Carolina. La concesión minera. Ediciones
Caballero Bustamante, Lima, 2009, pp. 62 y 63; BELAUNDE MOREYRA, Martín. Derecho Minero y Concesión. 3ª edi-
ción, Editorial San Marcos, Lima, 2009, p. 72.
15 MARTÍNEZ APONTE, Humberto. Ob. cit., p. 3.
16 IZAGUIRRE, Inés. Ob. cit., p. 2.
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REGISTRAL Y NOTARIAL
Resoluciones Nºs 013, 014 y 015-2002- declaratoria de nulidad de oficio por el jefe
INACC/J, ambos del 9 de enero de 2002, el Institucional del Inacc (hoy Ingemmet), y por
jefe institucional del Inacc (Hoy Ingemmet) efecto de la misma, la Dirección General de
declaró la nulidad de oficio de los títulos de Concesiones Mineras del Inacc (hoy Direc-
concesión minera de los referidos expedien- ción de Concesiones Mineras del Ingemmet),
tes, por haberse verificado que estaban incur- declaró su rechazo por medio de la resolu-
sos en causal de rechazo, al no haber pre- ción del 26 de febrero de 2002.
sentado al momento de la formulación de
los referidos petitorios mineros el recibo de II. Cuestiones previas: la concesión
pago por derecho de vigencia. minera y el procedimiento para su
formación
Sin embargo, posteriormente, el Consejo
de Minería por medio de las Resoluciones
La voz concesión minera es un término
Nºs 060 y 061-2002-EM/CM de fecha 7 de
casi unívoco en la mayoría de ordenamien-
junio de 2002, declaró de oficio la nulidad
tos jurídicos latinoamericanos17 cuya regla
de las Resoluciones Jefaturales Nºs 013 y
general se sostiene en que la propiedad de los
014-2002-INACC/J, respecto a los derechos
recursos minerales corresponde al Estado18.
mineros Matucana 1 y Matucana 2, por con-
siderar que la competencia administrativa Así, la concesión minera, en esencia, es una
minera concluye con la expedición del título concesión administrativa, siendo una de las
debidamente consentido. Empero, el Minis- dos formas por las que se suele otorgar a
tro de Energía y Minas por las Resoluciones los particulares el derecho para aprovechar
Ministeriales Nºs 018 y 019-2013-EM/DM los recursos minerales; ello, como es claro,
publicadas el 27 de enero de 2003 en el dia- es una decisión exclusivamente de política
rio oficial El Peruano, manifestó que el cri- legislativa. En nuestro país, el artículo II del
terio asumido por el Consejo de Minería en Título Preliminar del TUO de la Ley General
las resoluciones bajo comentario, enervarían de Minería, aprobado por Decreto Supremo
toda habilitación normativa para declarar en N° 014-92-EM, es el que establece el régi-
vía administrativa la nulidad de oficio de los men de concesiones para estos fines19.
actos administrativos que sean emitidos en
infracción de las normas mineras y de proce- Asimismo, diseñó un procedimiento admi-
dimiento administrativo vigentes. nistrativo previo a la obtención del título de
concesión minera, conocido comúnmente
Finalmente, respecto al trámite del petito- como Procedimiento Ordinario Minero
rio minero Matucana 3-2000, luego de la (POM). Es así, que en el POM, el Estado
17 En el ordenamiento francés, por ejemplo, se usa el término titreminier como genérico de concessionminier y
permisd’exploitation. De modo similar, en la República de Guinea, su Code Minier en su artículo 17, al referirse a los
titresminiers menciona la ConcessionMinière.
18 Al respecto el artículo 5 del Código de Minas (2001) de Colombia, artículo 7 del Código de Minería (1886) de Argentina,
artículo 1 del Código de Minería (1997) de Bolivia, artículo 1 del Código de Minería (1983) de Chile, artículo 4 del Código
de Minería (1982) de Uruguay, artículo 16 de la Ley de Minería (1991) de Ecuador, artículo 1 de la Ley de Minería (2007)
de Paraguay; por su parte, no tan literal el artículo 1 del Código de Mineração (1967) de Brasil, debido a que –a diferencia
de las legislaciones mencionadas– no utiliza el término de “propiedad” o “pertenencia”, sino “administrar”.
19 A diferencia de nosotros, el ordenamiento colombiano, conforme al artículo 14 de su Código de Minas de 2001, cuyo tenor
literal es el siguiente: “Artículo 14. A partir de la vigencia de este Código, únicamente se podrá constituir, declarar y pro-
bar el derecho a explorar y explotar minas de propiedad estatal, mediante el contrato de concesión minera, debidamente
otorgado e inscrito en el Registro Minero Nacional. (…)” (énfasis nuestro) Considerado como un contrato por adhesión,
según lo fijado por el artículo 49 del cuerpo normativo mencionado.
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tendrá que evaluar los aspectos técnicos y Administrativos (en adelante: RNGPA),
legales de la solicitud (petitorio minero) rea- aprobado por Decreto Supremo Nº 006-67-
lizada por una persona natural o jurídica SC. De ello es que se explica la débil obser-
(nacional o extranjera) para que se le otor- vancia del derecho administrativo tanto en la
gue una concesión minera. En este proce- formación como en el desarrollo del procedi-
dimiento se deben cumplir distintas forma- miento ordinario minero.
lidades, dadas las restricciones a las que se
enfrenta, tanto por las condiciones de la per- III. El sentido de la irrevocabilidad de
sona del peticionario20 como por las con- la concesión minera
diciones del área peticionada21. Evidente-
mente, la inobservancia de cualquier norma La disposición normativa de la irrevocabi-
del procedimiento, dependiendo de su grave- lidad de la concesión minera recogida en el
dad, justificará la nulidad en algunos casos. actual segundo párrafo del artículo 10 del
La concesión minera no es como otro dere- TUO de la Ley General de Minería, apro-
cho subjetivo, ya que subyace a esta el inte- bado por Decreto Supremo N° 014-92-EM
rés público de su aprovechamiento, en ello es (1992) y en la parte final del artículo 23 de la
que yace la importancia del cumplimiento de Ley N° 26821 (1997), tiene como anteceden-
sus normas procedimentales. tes al artículo 1724 del Decreto Legislativo
N° 109, Ley General de Minería (1980) y al
En este punto, debemos dejar en claro que artículo 525 del Código de Minería de 1901.
la regulación del POM no ha sido elaborada
sobre sólidas bases de derecho administra- Siendo evidente su antigua data, es necesa-
tivo, dado que a la fecha de promulgación rio que su estudio se realice paralelamente
(1992) del Decreto Supremo N° 014-92- con la evolución del Derecho Administra-
EM que aprueba el Texto Único Ordenado tivo en el Perú, para lo cual, en el transcu-
de la Ley General de Minería 22 (en ade- rrir de su historia solo han existido tres cuer-
lante: TUO-LGM), se encontraba vigente pos normativos promulgados: El Decreto
(1967) el todavía imperfecto23 Reglamento Supremo N° 006-67-SC (1967), el Decreto
de Normas Generales de Procedimientos Supremo N° 02-94-JUS (1994) y la Ley del
20 Como la prohibición para los extranjeros en los 50km de la línea de frontera (art. 70 de la Constitución); las personas inhá-
biles para la actividad minera, dentro de ellas se distingue a las inhábiles absolutas y relativas; y, la prohibición de los dos
años para los titulares o parientes de derechos mineros extinguidos (art. 68 del TUO de la Ley General de Minería).
21 En áreas urbanas sin ley que lo autorice, así como en áreas de expansión urbana sin Acuerdo de Consejo favorable (Ley
N° 27015), en áreas naturales protegidas de uso indirecto, así como en áreas naturales protegidas de uso directo y zonas
de amortiguamiento sin la opinión favorable del Sernanp (Ley N° 26834 y Decreto Supremo N° 038-2001-AG), en zonas
arqueológicas (Ley N° 28296), en áreas destinadas para la defensa nacional (Decreto Supremo N° 024-DE/SG), en reser-
vas indígenas (Ley Nº 28736), actividades no metálicas en tierras rústicas de uso agrícola y proyectos especiales hidráuli-
cos (Decreto Supremo N° 014-92-EM y Decreto Supremo N° 011-97-AG), en la Red Vial Nacional, oleoductos, gasoduc-
tos, poliductos, puertos o Instituciones del Estado con fines de investigación científico - tecnológico (Decreto Supremo N°
018-92-EM) y demás.
22 “El Texto Único Ordenado de la Ley General de Minería aprobado por el Decreto Supremo N° 014-92-EM del 2 de junio
de 1992, unificó los Decretos Legislativos N° 109 y 708 (…)”. BELAUNDE MOREYRA, Martín. Derecho Minero y Con-
cesión. 3ª edición, Editorial San Marcos, Lima, 2009, p. 57.
23 OCHOA CARDICH, César. “Comentarios a la Ley del Procedimiento Administrativo General”. En: Comentarios a la Ley
del Procedimiento Administrativo General. Segunda Parte. Ara Editores, Lima, 2003, pp. 30 y 31.
24 Decreto Ley N° 109
Artículo 17.- [L]as concesiones son irrevocables (…).
25 Código de Minería de 1901
Artículo 5.- La propiedad minera legalmente adquirida es irrevocable, y perpetua, como la propiedad común. (…).
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REGISTRAL Y NOTARIAL
26 “Se llama ‘histórica’ a la interpretación que adscribe a una disposición uno de los significados que se le atribuyeron en la
época en que fue creada”. GUASTINI, Riccardo. Estudios sobre la interpretación jurídica. Traducción de Marina Gascón,
5ª edición, Editorial Porrúa, México, 2003, p. 50.
27 “(…) se hace interpretación adecuadora siempre que se adapta –se adecua(sic)– el significado de una disposición al signi-
ficado (previamente establecido) de otras disposiciones de rango superior”. GUASTINI, Riccardo. Ob. cit., p. 47.
28 La Primera Disposición Complementaria y Final de la Ley N° 27444, señala que cual referencia a la citada ley debe rea-
lizarse señalando el artículo seguido de la mención “de la Ley del Procedimiento Administrativo General”; sin embargo,
para efectos del presente trabajo, utilizaré las siglas “LPAG”.
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así como esta no se piensa sobre la revoca- administrativa) puede desprenderse que esta
bilidad administrativa, tampoco se sustenta representa un límite para la potestad admi-
ni protege las concesiones adquiridas infrin- nistrativa de declarar la nulidad de oficio de
giendo las normas legales aplicables a su un acto administrativo firme (reuniendo las
procedimiento de origen. condiciones previstas). A ello hay que añadir
que el numeral 203.2.1 del artículo 203 de la
2. Fundamento vigente LPAG, entiende a la revocación como una
actuación excepcional que solo puede desa-
A ello, además, se suma la interpreta-
ción actual sobre la base de cómo se con- rrollarse si es establecida expresamente por
cibe la revocación administrativa (art. 203 una norma con rango legal, no siendo este
de la LPAG), para lo cual, tanto la revoca- nuestro caso dado que la normativa minera
ción como la nulidad de oficio y la rectifi- vigente dispone expresamente la irrevocabi-
cación de errores aritméticos y materiales, lidad de la concesión minera, la revocación
corresponden al género de “La revisión de no resulta aplicable.
los actos en vía administrativa”, en este caso,
Por ello, debe entenderse que si bien el actual
a fin de diferenciar el instituto de la revoca-
TUO de la LGM al establecer el carácter
ción con la nulidad de oficio Morón Urbina29
irrevocable de la concesión minera30, debe
ha señalado que “El momento determinante
entenderse a solamente irrevocable la con-
para diferenciar cuándo estamos frente a una
cesión minera que no se encuentra afectada
revocación y cuándo frente a una nulidad es
por un vicio que la torne inválida, además
determinar su conformidad jurídica o no a la
fecha de su producción y no posteriormente. de los casos en los cuales no se cumplan con
(…)”. las obligaciones que se exigen para mante-
ner vigente la concesión minera, conocidos
De esto se tiene que mientras en la nulidad en doctrina como los sistemas de amparo
de oficio el elemento central es la nulidad de minero31.
pleno derecho; en la revocación no ocurre lo
mismo, dado que no se sustenta en una ilici- En el caso peruano, tenemos un sistema de
tud sino en razones sobrevinientes a la con- amparo minero mixto, dado que, por un lado,
formación del acto administrativo. es obligación del concesionario minero el
pago anual de derecho de vigencia32; y, por
Entonces, si la normativa actual dispone la otro, la obligación de trabajo33 (cuyas varia-
irrevocabilidad de la concesión minera (que bles son la acreditación de inversión o pro-
como ya se dijo deviene de un acto adminis- ducción). Para lo cual, en caso de incumpli-
trativo), ni por razones históricas ni interpre- miento del primero, se establece el supuesto
tándola a partir de su antípoda (la revocación de extinción por caducidad (no pago por
29 MORÓN URBINA, Juan Carlos. Comentarios a la Ley del Procedimiento Administrativo General. 9ª edición, Gaceta Jurí-
dica, Lima, 2011, p. 589.
30 TUO de la Ley General de Minería (Decreto Supremo Nº 014-92-EM)
Artículo 10.-
(…) Las concesiones son irrevocables, en tanto el titular cumpla las obligaciones que esta ley exige para mantener su
vigencia.
31 MARTÍNEZ APONTE, Humberto. “Régimen de Obligaciones de la Concesión Minera (Amparo Minero)”. En: Derecho
y Sociedad. N° 42, Lima, abril, 2014, pp. 357-361.
32 Artículo 39 del TUO de la LGM.
33 Artículo 38 del TUO de la LGM.
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REGISTRAL Y NOTARIAL
34 GETE-ALONSO, María del Carmen. “La relación jurídica y el derecho subjetivo”. En: Manual de Derecho Civil I. Mar-
cial Pons, Madrid, 1997, p. 436.
35 PAINO SCARPATI, Alfredo. “La titulación minera”. En: Revista de Derecho Minero. Órgano del Instituto Nacional de
Derecho de Minería y Petroleo, Año XXXIII, N° 46, noviembre 82-julio 83, Lima, 1983, p. 32.
36 De ese modo, compartimos lo señalado por la Resolución N° 016-2012-SUNARP-TR-A, por la que el Tribunal Registral
señala que la concesión minera obtenida como consecuencia del petitorio minero es un derecho real, por el contrario,
cuando aún está en la etapa de petitorio minero, es solo una expectativa.
37 MORALES HERVIAS, Rómulo. Patologías y remedios del contrato. Jurista Editores, Lima, 2011, p. 114.
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teórica se da a partir de identificar que el uso “Es causal de abandono de los pedimentos
de dicho término da título a una tutela resar- de concesión (…)” (resaltado propio).
citoria38, por ello, será esta el mecanismo de
protección (remedio) de la expectativa legí- Es así que existen también supuestos de extin-
tima39 que, a la vez, será entendida como una ción de petitorios mineros en el acto mismo
situación preliminar40 al derecho subjetivo de la presentación, tales como el rechazo42
cuando dicha adquisición (en nuestro caso: y la inadmisibilidad43, los que no han sido
otorgamiento) está subordinada a un evento reconocidos en la Resolución N° 041-2014-
futuro como incierto. De ahí que sea posible MEM/CM44, que desarrolló lo pertinente a
que se produzca la extinción de una expecta- los supuestos de extinción, a pesar que sean
tiva legítima. reconocidos implícitamente45 por el artículo
65 del TUO. Para ello, hay que tener presente
Es así que si bien la norma minera, enten- que la existencia46 del petitorio minero se da
dida en su literalidad, hace expresa referen- con el ingreso de su información al Sidem-
cia a las concesiones41, dichos supuestos –en cat, antes de eso y fuera de él, el petitorio
la medida que su naturaleza lo permita– pue- minero no tiene existencia.
den ser aplicados (y, efectivamente, se apli-
can) en el caso de los petitorios mineros. Por lo que, en esa lógica es posible inferir
que algo que existe y deja de existir es por-
Dicha conclusión se fundamenta por sí sola que se extingue.Teniendo ello presente, los
al evidenciar un error lógico en los artículos petitorios mineros se pueden extinguir por
58 y 62 del TUO de la LGM, debido a que, caducidad, abandono, nulidad minera, renun-
el primero señala que el abandono produce la cia, cancelación, rechazo e inadmisibilidad.
extinción de las concesiones (entendiéndose Mientras que las concesiones se extinguen
así a la concesión minera), mientras que el por caducidad, nulidad minera y renuncia. No
segundo al describir el hecho jurídico hipo- existiendo, a criterio del Consejo de Minería
tético que ocasiona el abandono señala que: en la Resolución N° 041-2014-MEM/CM,
38 “[l]a tutela resarcitoria constituye el medio de defensa previsto por el ordenamiento jurídico para actuar contra los daños
(injustamente sufridos), por lo que está dirigida a garantizar específica y excluyentemente la esfera del sujeto que haya
sufrido un daño (…)”. FERNÁNDEZ CRUZ, Gastón. “Tutela y remedios: La indemnización entre la Tutela Resarcitoria
y el Enriquecimiento sin Causa”. En: Reflexiones en torno al Derecho Civil. Ius et Veritas. Lima, 2015, p. 400.
39 ZATTI, Paolo. Ob. cit., 2005, p. 386.
40 MAJELLO, Ugo. “Situaciones subjetivas y relaciones jurídicas”. Traducción autorizada al español. En: Materiales de
enseñanza del curso de Responsabilidad Civil. (Texto mecanografiado), 2007.
41 TUO de la Ley General de Minería
Artículo 58.- Las concesiones se extinguen por (…). (Énfasis añadido).
42 Artículo 14-A del Reglamento de Procedimientos Mineros, aprobado por Decreto Supremo N° 018-92-EM y modificado
por los Decreto Supremo N° 043-2012-EM y N° 084-2007-EM.
43 Artículo 14-B del Reglamento de Procedimientos Mineros, aprobado por Decreto Supremo N° 018-92-EM y modificado
por los Decreto Supremo N° 043-2012-EM, N° 084-2007-EM y N° 009-2008-EM.
44 Dicha resolución señaló que “[l]as concesiones mineras según la Ley General de Minería, se extinguen por causales de
caducidad, abandono, nulidad, renuncia y cancelación”.
45 TUO de la Ley General de Minería
Artículo 65.- Las áreas correspondientes a concesiones y petitorios caducos, abandonados, nulos, renunciados, y aquellos
que hubieren sido rechazados en el acto de su presentación (…)”. (Énfasis agregado).
Teniendo en cuenta que, por ubicación de la norma, forma parte del Título Octavo referido a “Extinción de Concesiones y
su destino”.
46 De conformidad con el artículo 11 del Decreto Supremo N° 084-2007-EM que regula el Sistema de Derechos Mineros y
Catastro - Sidemcat: (…) La generación del Código Único de Petitorio, determina la fecha, hora de su presentación y sirve
para establecer la prioridad del petitorio minero, siendo requisito para su existencia (…). (El énfasis es nuestro).
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REGISTRAL Y NOTARIAL
47 Es el caso de la Ley N° 27816, dictada el 18 de julio de 2002 y publicada el 13 de agosto de 2002 en el diario oficial El
Peruano, que dispone la expropiación de concesiones mineras (artículo 6) para el levantamiento de un área de protección
funcional denominada Radio Observatorio de Jicamarca.
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48 BELAUNDE MOREYRA, Martín. Derecho Minero y concesión. 3ª edición, Editorial San Marcos, Lima, 2009, p. 198.
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REGISTRAL Y NOTARIAL
a) Dictados por órgano incompe- 1) Dictados por órgano incom- 1. La contravención a la Constitución, a las leyes
tente petente o a las normas reglamentarias.
c) Dictados prescindiendo de las 3) Dictados prescindiendo de 3. Los actos expresos o los que resulten como
normas especiales del procedi- las normas esenciales del consecuencia de la aprobación automática
miento, y de la forma prescrita procedimiento, y de la forma o por silencio administrativo positivo, por
por la ley prescrita por la Ley los que se adquiere facultades, o derechos,
cuando son contrarios al ordenamiento jurí-
dico, o cuando no se cumplen con los requi-
sitos, documentación o trámites esenciales
para su adquisición.
49 SANTOFIMIO GAMBOA, Jaime Orlando. Tratado de Derecho Administrativo. Tomo II, 4ª edición, Universidad del
Externado de Colombia, Bogotá, 2004, p. 334.
50 Según el Precedente de Observancia Obligatoria contenido en la Resolución N° 065-2002-EM/CM de fecha 24 de junio de
2002: “[e]xistiendo norma especial taxativa que regula los recursos impugnativos en materia minera, no resulta aplicable
la norma supletoria administrativa de carácter general en lo relativo al recurso de reconsideración (…)”.
51 “La reconsideración, siguiendo lo prescrito en el artículo 208 de la Ley N° 27444, es aquel llamado en otros países recurso
de reposición (España), oposición o gracioso”. (Resaltado añadido). ESPINOSA-SALDAÑA BARRERA, Eloy. “Recur-
sos Administrativos: Algunas consideraciones básicas y el análisis del tratamiento que les ha sido otorgado en la Ley
N° 27444”. En: Comentarios a la Ley del Procedimiento Administrativo General. Segunda Parte, ARA Editores, Lima,
2003, p. 445.
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GACETA CIVIL & PROCESAL CIVIL | Nº 35 • MAYO 2016
Los efectos de la nulidad en el POM son los un determinado acto administrativo, que en
mismos que la LPAG señala, es decir, efecto el ínterin de su nacimiento a su declaración
declarativo52 y retroactivo53 a la fecha de pro- de nulidad, goza de la presunción de legali-
ducción del vicio, salvo derechos adquiri- dad y, por lo tanto, del carácter ejecutorio.
dos de buena fe por terceros, en cuyo caso
los efectos serán posteriores. Sin embargo, La LPAG ante vicios que denomina tras-
cuando sea imposible retrotraer sus efec- cendentales, es decir, donde la gravedad del
tos, solo habrá lugar a la responsabilidad54 vicio resulte intolerable respecto a la perma-
de quien dictó el acto y el resarcimiento del nencia del acto administrativo en el ordena-
afectado. miento jurídico, los sanciona con su nulidad
de pleno derecho; sin embargo, esta catego-
La nulidad de oficio es un mecanismo de ría ha recibido serias críticas, al señalar que
corrección de vicios trascendentes en un pro- no es una nulidad de pleno derecho como se
cedimiento administrativo concreto, a fin de entiende a nivel doctrinario, sino más simi-
restituir su legalidad55. Dichos vicios son lar a una anulabilidad, debido a su plazo de
básicamente errores de la administración, prescripción y efectos de la declaración de
ya sean propios o inducidos por terceros. La nulidad56.
posibilidad de declarar la nulidad de oficio
de un acto administrativo responde de por sí La nulidad de oficio del acto administrativo,
al principio de legalidad y de controles pos- es identificable con su nulidad de pleno dere-
teriores, asimismo, la declaración de nuli- cho, dado que el artículo 202 nos remite al
dad de oficio de un acto administrativo es artículo 10 (nulidad de pleno derecho). Es
arcifinio de su presunción de validez (art. 9 decir, el supuesto de hecho es el mismo, la
LPAG). variante es que la instancia que lo declara de
oficio tiene la posibilidad de hacerlo a pesar
Al respecto, la regulación especial de la de que haya quedado consentido (lo que se
nulidad de oficio se encuentra a partir del distingue del plazo para ejercer la facultad de
artículo 201 de la LPAG, en el que se fijan contradicción57 de los administrados) y siem-
las condiciones para que la autoridad admi- pre que la permanencia de dicho acto agravie
nistrativa declare la situación de nulidad de el interés público.
52 “[U]n acto nulo produce efectos en tanto no se produzca una declaración administrativa o judicial de que el acto adolece
de un vicio de nulidad (…) el reconocimiento de efectos ex tunc a la declaración de nulidad de pleno derecho supone dejar
sin efecto ab initio el acto administrativo declarado nulo (…)”. RUIZ DE APODACA ESPINOSA, Angel. “La nulidad y
anulabilidad del acto administrativo”. En: Temas Actuales de Derecho Administrativo. Editorial Normas Legales, Trujillo,
2006, p. 81.
53 “[P]artiendo del dogma de que el acto nulo no debe producir efectos jurídicos y, una vez declarada su grave irregularidad,
debe ser borrado de los ámbitos jurídicos, se aplica la eficacia retroactiva a los actos que sustituyan o enmienden a los afec-
tados por una declaración de nulidad”. TOLIVAR ALAS, Leopoldo. “Naturaleza y eficacia del acto administrativo”. En:
Temas Actuales de Derecho Administrativo (obra colectiva). Editora Normas Legales, Trujillo, 2006, p. 66.
54 La misma que sigue el criterio de imputación de la responsabilidad objetiva. Según GUZMÁN NAPURÍ, Christian. “La
responsabilidad patrimonial de la administración pública”. En: Comentarios a la Ley del Procedimiento Administrativo
General, Segunda Parte. ARA Editores, Lima, 2003, p. 567.
55 “[L]a nulidad de oficio es una vía para la restitución de la legalidad afectada por un acto administrativo viciado que cons-
tituye un auténtico poder-deber otorgado a la Administración que está obligada a adecuar sus actos al ordenamiento jurí-
dico. (…)”. DANÓS ORDÓÑEZ, Jorge. “Régimen de la nulidad de los actos administrativos en la nueva Ley N° 27444”.
En: Comentarios a la Ley del Procedimiento Administrativo General, Segunda Parte. Ara Editores, Lima, 2003, p. 256.
56 Para más profundización del tema, véase: ISASI CAYO, Juan Felipe. “Algunas reflexiones sobre la nulidad e inexistencia
del acto administrativo en la ley peruana”. En: Revista Peruana de Derecho Público. Nº 13, julio-diciembre, Lima, 2006,
pp. 75-85.
57 Artículos 109.1 y 206 de la Ley del Procedimiento Administrativo General.
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59 “La calificación es un presupuesto lógico a la eficacia del Registro. La intensa eficacia del Registro solo puede producirse
por una previa calificación rigurosa”. PAU PEDRÓN, Antonio. Curso de práctica registral. Universidad de Comillas,
Madrid, 1995, p. 66.
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60 Sostener lo contrario, nos dice Gonzales Loli, “[i]mplicaría que el administrado tiene que seguir dos procedimientos admi-
nistrativos para lograr la inscripción de la habilitación urbana, demostrando los mismos requisitos y presentando la misma
documentación: uno, ante la Municipalidad Distrital, que es el órgano competente; y, luego, otro ante el Registrador, quien
actuaría como una (autoproclamada) instancia revisora del procedimiento administrativo seguido ante el órgano compe-
tente”. GONZALES LOLI, Jorge Luis. “La calificación registral de documentos administrativos: Un tema pendiente en
la modificación del Reglamento General de los Registros Públicos”. En: Diálogo con la Jurisprudencia. Tomo 11, N° 84,
Gaceta Jurídica, Lima, 2005, p. 84.
61 GARCÍA GARCÍA, José Manuel. Derecho Inmobiliario Registral e Hipotecario. Tomo I, Civitas, Madrid, 1993, p. 702.
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62 Dicho criterio ha sido sentado por el Tribunal Registral en las Resoluciones N° 272 y 273-2008-SUNARP-TR-A, para el
caso del Registro de Derechos Mineros; y por las Resoluciones N° 014-2007-SUNARP-TR-T, N° 019-2008-SUNARP-
TR-T, N° 155-2006-TR-T, N° 048-2005-SUNARP-TR-T y N° 094-2005-SUNARP-TR-T, para el caso de calificación
registral de documentos administrativos en otros registros.
63 Publicada en el diario oficial El Peruano el 19 de noviembre de 1990, p. 75.
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68 WESTERMANN, Harry y otros. Derechos Reales. Traducción del alemán por Ana Cañizares Laso y otros, 7ª edición,
Volumen II, Fundación Cultural del Notariado, Madrid, 2007, p. 942.
69 “Solo pueden acceder al Registro títulos válidos, y para ello se exige como regla general –no exenta de excepciones– la
necesidad de forma pública, y siempre un control de legalidad por parte del registrador de los títulos que pretenden obte-
ner publicidad registral. (…)”. GÓMEZ GÁLLIGO, Francisco Javier. “Justificación de la calificación registral en el análi-
sis económico del derecho civil: La reducción de los costes de transacción”. En: La Calificación Registral. Tomo I, Civi-
tas, Madrid, 1996, p. 43.
70 Realizado los días 4 y 5 de abril de 2013 y publicado en el diario oficial El Peruano, el 18 de abril de 2013.
71 Resoluciones N° 611-2011-SUNARP-TR-A, N° 416-2005-SUNARP-TR-L, 408-C-2006-SUNARP-TR-L. N° 102-2007-
SUNARP-TR-T, N° 019-2008-SUNARP-TR-T y N° 672-2008-SUNARP-TR-L.
72 BIGIO, Jack. “Registros Públicos (Artículos 2008 a 2045 del Código Civil)”. En: Exposición de Motivos Oficial del
Código Civil, Separata Especial publicada en el diario oficial El Peruano, publicado el 19 de noviembre de 1990, p. 11.
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del año 1946, el que a su vez se basó en el siguientes: a) Debe tratarse de una adqui-
artículo 973 del Código Civil suizo73. sición derivada de un titular registral (…)
b) Debe existir una inexactitud registral
Hecho este breve recorrido histórico, la no conocible por el tercero adquiriente
doctrina española se refiere a la fe pública que afecta el derecho del titular registral
registral contenida en el artículo 34 de su transferente por causales de invalidez,
Ley Hipotecaria en el sentido que: “favorece ineficacia o falsedad; c) El adquiriente
la seguridad del tráfico inmobiliario, y lo debe tener título válido y ser tercero res-
hace asegurando las expectativas del tercero pecto de las relaciones jurídicas anterio-
que confía en una apariencia jurídica que res afectadas (…) d) La adquisición por
merece protección. Lo habitual es que la fe el tercero debe ser de buena fe y a título
pública purifique una inexactitud en la titu- oneroso; y, e) El acto adquisitivo del ter-
laridad dominical de la finca registral (…)”. cero debe estar inscrito”.
El artículo 2014 del Código Civil, reciente- Quiero reparar sobre la inexactitud registral,
mente modificado por la Ley N° 30313, esta- y es que, naturalmente, no debe constar ni en
blece lo siguiente: el asiento registral ni en el título archivado,
dado que aplicando el principio de publici-
“El tercero que de buena fe adquiere a
dad ello sería cognoscible y ergo no puede
título oneroso algún derecho de persona
alegarse la buena fe.
que en el registro aparece con faculta-
des para otorgarlo, mantiene su adqui- En este supuesto, debemos distinguir entre
sición una vez inscrito su derecho, aun- dos tipos de nulidades presentes en el asiento
que después se anule, rescinda, cancele de inscripción, la nulidad del título (mate-
o resuelva el del otorgante por virtud de rial o formal) que sustenta la existencia del
causas que no consten en los asientos asiento o la nulidad del asiento per se, debido
registrales y los títulos archivados que lo a que la rectificación de la inexactitud no sea
sustentan. posible por no tratarse de un error material
o de concepto. El primero, deja sin efecto
La buena fe del tercero se presume mien- la inscripción, cuyo efecto inmediato es la
tras no se pruebe que conocía la inexacti- cancelación74; y, el segundo cancela propia-
tud del registro”. mente la inscripción75.
De una lectura atenta del citado texto norma- La protección registral no es más que la actua-
tivo, pueden extraerse los requisitos para su ción conjunta de los principios que deter-
aplicación, los mismos que están a tono con minado sistema registral despliega sobre
la Casación N° 1812-2010-Ayacucho, que los actos inscritos. Para ello, la informa-
identifica al respecto: ción que el registro administra se encuentra
garantizada antes de la inscripción.
“Tercero.- (…) Para la aplicación del
citado principio de fe pública registral Asimismo, el despliegue de efectos del
es menester que concurran los requisitos sistema registral solo será coherente si se
73 Opinión sostenida por GORDILLO CAÑAS, Antonio. El principio de fe pública registral. Jurista Editores, Lima, 2010,
p. 18.
74 SORIA ALARCON, M. Ob. cit., p. 170.
75 Ibídem, p. 171.
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