Actitud
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Tipos de actitud
La actitud es una evaluación subjetiva, por eso existen diferentes tipos en función
del contexto y las experiencias de cada persona. A continuación, veremos algunos
tipos de actitud:
Actitud positiva
La actitud positiva permite al individuo afrontar una situación enfocándose en los
beneficios y entender la realidad de una forma sana, positiva y efectiva.
Actitud negativa
La actitud negativa es una disposición desfavorable y pesimista hacia personas,
situaciones o ideas. Esto lleva a sentimientos de frustración que no permiten el
alcance de los objetivos trazados.
Actitud abierta
Se trata de mantener una buena disposición, tener la mente abierta y estar
receptivos hacia nuevas ideas, perspectivas y experiencias.
Actitud cerrada
La actitud cerrada está definida por una mala disposición, es una mirada inflexible
hacia nuevas ideas, perspectivas y experiencias.
Actitud crítica
La actitud crítica analiza lo verdadero y lo falso, no acepta ningún conocimiento
que no sea analizado para asegurar que es puramente válido. Esta actitud casi
filosófica significa no validar aquello que se considera como una verdad absoluta
sin antes pensar sobre ello.
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Características de la personalidad
La personalidad es un patrón funcional coherente consigo mismo (aunque no
exento de contradicciones), generalmente consolidado y resistente al cambio. Sin
embargo, es capaz de operar de forma diferente en situaciones distintas, dado que
se trata de formas psíquicas interiorizadas, que no dependen tanto del afuera.
Por otro lado, los elementos de la personalidad tienen que ver no sólo a las
respuestas ante estímulos y situaciones determinadas, sino también al estilo de
vida, las creencias y motivaciones, e incluso las concepciones del mundo.
Componentes de la personalidad
Conforme a la escuela y el modelo de pensamiento del psicoanálisis,
especialmente de los estudios de Sigmund Freud (1856-1939), la personalidad de
los individuos está conformada por tres factores importantes que operan en
conjunto y por separado:
El Yo. También conocido como lo consciente o la consciencia, es el
componente de nuestra mente del cual más percepción tenemos, ya que
está constantemente diciéndonos dónde estamos y haciendo qué, o cómo
estamos. Ello implica tanto la percepción del mundo externo, como
los pensamientos y el mundo interior. Su función es brindarnos un Principio
de realidad respecto a la existencia.
El SuperYo. Comprendido como el conjunto de interiorizaciones que
definen el «deber ser» sobre a nosotros mismos, es decir, es la instancia en
donde se encuentran grabadas las leyes existenciales, sociales, culturales,
etc., que provienen del exterior, y que sirven para brindarnos un Principio
de perfeccionamiento respecto de nosotros mismos.
El Ello. Identificado como el inconsciente de Freud (aunque no son
sinónimos), se refiere al contenido bloqueado o reprimido de nuestra mente,
que se vincula con nuestras necesidades primarias y biológicas, como
la alimentación, la reproducción, etc. Está encargado de brindarnos
el Principio del placer.
Factores de la personalidad
Conforme al modelo de los Grandes Cinco (Big Five, en inglés), todas las
personalidades están determinadas por una serie de factores que se dan en
distinta proporción en cada individuo. Estos cinco factores son:
Factor O (de Openness o apertura). Se refiere al grado de apertura que
un individuo presenta respecto a las nuevas experiencias, al cambio y la
variedad, e incluso la curiosidad. Los individuos dotados de gran apertura
son inquietos, imaginativos, originales y deseosos de valores no
convencionales. Su polo opuesto lo constituyen sujetos más conservadores
en lo social y en la vida, que prefieren el ámbito familiar y las experiencias
más controladas.
Factor E (de Extraversion o extroversión). La extroversión se refiere a un
alto grado de sociabilidad y de interés por situaciones sociales, por la
compañía de otros y la tendencia a evitar la soledad. Los individuos
extrovertidos requieren de estimulación social constante y están muy
volcados al mundo externo, a diferencia de sus opuestos, los introvertidos,
que le rehúyen a las situaciones sociales, se sienten a gusto en su mundo
interior y suelen valorar la soledad.
Factor C (de Conscientiousness o responsabilidad). Alude al
autocontrol, la planificación y el compromiso, tanto en la organización como
la ejecución de las tareas. También se la conoce como “voluntad de logro” y
los individuos que la poseen en altas dosis suelen ser los
llamados workaholics o adictos al trabajo, que manifiestan altísimos grados
de compromiso con las tareas emprendidas. Por el contrario, sus opuestos
son personas poco confiables y poco comprometidas, informales o laxos
con sus principios morales.
Factor A (de Agreeableness o amabilidad). Se refiere a las tendencias
interpersonales, específicamente a la empatía y la capacidad de vínculo
con el otro. Las personas con alto nivel de amabilidad tienden a ser
consideradas, altruistas, confiadas y solidarias, mientras que las personas
con baja amabilidad tienden a relacionarse de maneras más hostiles.
Factor N (de Neuroticism o neuroticidad). Este último rasgo tiene que ver
con la inestabilidad emocional fruto de ansiedad, preocupación y
percepciones catastróficas de las cosas, que son consecuencia de la
imposibilidad de la mente de prever y controlarlo todo. Las personas con
alto nivel de neuroticidad suelen ser ansiosas, estresadas, poco sociables,
y pueden incurrir a menudo en la depresión, la irritabilidad o
la vulnerabilidad. Por el contrario, los bajos niveles de este rasgo tienden a
personalidades más estables, menos preocupadas por el control y más
relajadas.
Tipos de personalidad
Existen muchas y muy diversas formas de clasificación de la personalidad,
dependiendo del enfoque psicológico o psicoanalítico y del método específico que
se emplee para comprenderla. Por citar un ejemplo, el psicoanalista Carl Gustav
Jung (1875-1961) propuso una clasificación de 8 tipos de personalidad, que son:
Pensamiento-introvertido. Aquellas personalidades que están más
interesadas por las ideas que por los hechos, es decir, por su realidad
interior que por los demás. Son propensas a las reflexiones, los
pensamientos abstractos o los desafíos teóricos.
Sentimental-introvertido. Personalidades contenidas en su propio mundo
emocional, poco propensas a lidiar con el mundo exterior, pero capaces de
hacerlo a partir de lo emotivo, en lugar de lo reflexivo del caso anterior. Son
propensas al apego, pero en un círculo íntimo y cerrado.
Sensación-introvertido. Típica de artistas y creadores, esta es la
personalidad más preocupada por la experiencia subjetiva del ser, lo cual
puede conducirlos a vivir en un mundo irreal, construido a su propia
medida.
Intuición-introvertido. La típica personalidad de los soñadores, es decir,
de quienes están más pendientes de lo que pasará, lo que podría pasar o lo
que les gustaría que pasara, que con el presente real. Están, a su manera,
en contacto con su contenido inconsciente y pueden ser talentosos
creadores.
Pensamiento-extrovertido. Aquellas personalidades más interesadas en
los hechos y en el afuera, que su mundo interno, sobre todo como fuente de
teorías y reflexiones, ya que se vincula racionalmente con el mundo. Sus