Carta A La Tierra y Politica Ambiental
Carta A La Tierra y Politica Ambiental
Carta A La Tierra y Politica Ambiental
Responsabilidad universal.
Principios
I. Respeto y cuidado de la comunidad de la vida
1. Respetar la Tierra y la vida en toda su diversidad.
• Reconocer que todos los seres son interdependientes y que toda forma
de vida, sea cual sea su finalidad, tiene valor para los seres humanos.
• Confiar plenamente en la dignidad inherente a todos los seres humanos y
en el potencial intelectual, artístico, ético y espiritual de la humanidad.
Como nunca antes en la historia, nuestro destino común nos insta a buscar
un comienzo nuevo. Dicha renovación es la promesa de la Carta de la Tierra.
Para hacerla realidad, debemos comprometernos a adoptar y a promover los
valores y objetivos de la Carta.
El proceso requiere un cambio de mentalidad y de corazón; requiere adoptar
además, un nuevo sentido de interdependencia global y responsabilidad
universal. Debemos desarrollar y aplicar imaginativamente a nivel local, nacional,
regional y global, la visión de un modo de vida sostenible. Nuestra diversidad
cultural es un patrimonio precioso y cada cultura encontrará su
propia forma de desarrollar estos objetivos. Debemos profundizar y ampliar el
diálogo mundial que generó la Carta de la Tierra porque hay mucho que
aprender de todos los que participan en la búsqueda de la verdad y la sabiduría.
En la vida a menudo se producen conflictos entre valores importantes que
implica tener que tomar decisiones difíciles; sin embargo, se debe buscar la
manera de armonizar la diversidad con la unidad, el ejercicio de la libertad
con el bien común, los objetivos a corto plazo con las metas a largo plazo.
Todo individuo, familia, organización y comunidad, tiene un papel vital que
cumplir. Las artes, las ciencias, las religiones, las instituciones educativas,
los medios de comunicación, las empresas, las organizaciones no
gubernamentales y los gobiernos han sido instados a brindar un liderazgo
creativo. La
alianza entre gobiernos, sociedad civil y empresas, es esencial para la
gobernabilidad efectiva.
Con objeto de construir una comunidad global sostenible las naciones del
mundo deben renovar su compromiso con las Naciones Unidas, deben cumplir
con sus obligaciones en relación a los acuerdos internacionales existentes,
así como apoyar la implementación de los principios de la Carta de la Tierra
por medio de un instrumento internacional, legalmente vinculante, sobre medio
ambiente y desarrollo.
Que el nuestro sea un tiempo que se recuerde por el despertar de una nueva
reverencia ante la vida, por la firme resolución de alcanzar la sostenibilidad, por
el aceleramiento en la lucha por la justicia y la paz y por la alegre
celebración de la vida.
¿Política ambiental? ¿Y eso con qué se come? La política ambiental puede definirse
como todas las acciones, organizaciones y leyes implementadas por los gobiernos que
están dedicadas a la atención de los temas ecológicos. En México contamos con un
conjunto de políticas ambientales como son: la Ley de Equilibrio Ecológico y Protección
al Ambiente, la Ley General de Cambio Climático, la Ley General de Vida Silvestre o la
Ley de Desarrollo Rural Sustentable. También contamos con instituciones como la
Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), el Instituto Nacional
de Ecología y Cambio Climático (INEE), la Procuraduría Federal de Protección al
Ambiente (PROFEPA) o la Comisión Nacional de Agua (CONAGUA).
¿Para qué sirve la política ambiental? En la actualidad, la política ambiental es utilizada
por los gobiernos para establecer las formas por las cuales se controlan y distribuyen
los recursos naturales. Es significativo darnos cuenta que a lo largo y ancho de nuestro
país se presenta una gran cantidad de recursos naturales tanto renovables (como las
plantas y animales) como no renovables (como el petróleo y los minerales). De tal
suerte, la política ambiental sirve como instrumento de manejo gubernamental por el
cual se permiten o se prohíben ciertas acciones y prácticas que impactan en el medio
ambiente como la contaminación en todas sus vertientes y modalidades, las
transformaciones ecológicas de una determinada región ante la acción humana y sus
efectos en la sociedad y el medio ambiente: como los impactos en la salud o en los
ecosistemas, etcétera. Pero también la política ambiental es de suma utilidad para el
gobierno en el diseño, implementación y (a veces) evaluación de los distintos programas
y proyectos realizados para la conservación, el cuidado y la protección tanto de la
naturaleza como del medio ambiente.
Un medio ambiente sano no es una exigencia, sino un derecho del cual todos los
mexicanos deberíamos gozar. Incluso este derecho se encuentra expresado en el
artículo 4 de nuestra Constitución, y por lo tanto, tenemos que hacer valer ese derecho.
Sin embargo, es necesario que hagamos conciencia para que eso ocurra y vaya más allá
de un discurso político o un comercial en los medios por parte del gobierno ¿Y cómo
podemos hacer eso? Pues empecemos por ver a nuestro alrededor y pensar cuántos de
nuestros problemas cotidianos son problemas ambientales en los cuales el gobierno
debería actuar de mejor manera porque, si no lo hacemos, este tipo de problemas
continuarán y crecerán en un futuro próximo a un nivel en el que ni el gobierno ni la
sociedad podremos enfrentar dignamente.