Moniciones y Lecturas 26 de Noviembre de 2023

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Moniciones y Lecturas 26 de noviembre de 2023 –

Solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo, Ciclo A

Monición de entrada
Buenos días (tardes, noches) queridos hermanos. Con mucha alegría nos reunimos hoy, en la casa
de Dios, para celebrar la santa misa en el último domingo de este año litúrgico, con la Solemnidad de
Jesucristo, Rey del Universo.

Este fiesta antes se celebraba el último domingo de octubre, desde el año 1925 en que la instituyó el
papa Pío XI. Pero en la reforma de Pablo VI, el 1969, se trasladó al último domingo del año cristiano,
el domingo 34 del Tiempo Ordinario.

La celebración de hoy, sobre todo los textos de lecturas, oraciones y cantos, nos ayuda a todos a
entrar en el misterio de esta fiesta y ver nuestra historia como un proceso del Reino que todavía no se
manifiesta, pero que se está gestando y madurando hasta el final de los tiempos.

Con nuestra mirada puesta en el fin de los tiempos, celebremos con fe y esperanza nuestra misa de
hoy. De pie y cantamos…

Moniciones a las lecturas

Monición única para todas las lecturas


Las lecturas de hoy ponen ante nuestra mirada la figura de un rey-pastor que se desvive por su
rebaño. En Ezequiel, Dios es el pastor de su pueblo, al que cuida, alimenta y protege. En el evangelio,
Jesús es rey y juez que, como el pastor que separa las ovejas de los cabritos, en su venida al final de
los tiempos juzgará a todos según el amor que cada uno ha mostrado con los más pequeños. El
destino de los benditos del Padre es la vida eterna, inaugurada por Cristo con su resurrección.
Escuchemos con atención.

Moniciones para cada lectura

Monición a la primera lectura (Ezequiel 34, 11-12. 15-17)


El profeta Ezequiel anima a su pueblo, en los momentos más tristes de su historia, con palabras
esperanzadoras, presentándoles a Dios como un Pastor bueno, que apacienta a sus ovejas.

Monición al salmo responsorial (Salmo 22)


El Señor Jesús es nuestro Pastor y nuestro Rey, que en el Bautismo nos ha conducido hacia fuentes
tranquilas. Mientras esperamos la manifestación «del Reino que no tendrá fin » vivamos en la certeza
de que ya ahora «el Señor es nuestro pastor y nada nos falta», y unámonos al salmista respondiendo
todos:
Salmo responsorial: 22, 1-2a. 2b-3. 5-6
R. El Señor es mi pastor, nada me falta.

El Señor es mi pastor, nada me falta:


en verdes praderas me hace recostar. R.

Me conduce hacia fuentes tranquilas


y repara mis fuerzas;
me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre. R.

Preparas una mesa ante mí,


enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa. R.

Tu bondad y tu misericordia me acompañan


todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término. R.

Monición a la segunda lectura (1 Corintios 15, 20-26. 28)


En la festividad de Cristo Rey, el texto que escucharemos de San Pablo reviste una dimensión
escatológica esperanzadora. La resurrección de Cristo y la nuestra son dos realidades inseparables.

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 15, 20-26. 28

Monición al Evangelio (Mateo 25, 31-46)


El Evangelio nos ofrece una visión del juicio que tendrá lugar al final de la vida. A la espera de la
segunda venida del Señor, la comunidad de Mateo recibe una llamada de atención: la actitud con los
hermanos más pequeños es la medida que se utilizará en este juicio.

Cantemos el aleluya para prepararnos a la escucha de esta Palabra.

EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Mateo 25, 31-46

Oración de los fieles


Presidente: Hermanos, al celebrar la Solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo, dirijámosle
nuestras plegarias, para que el mundo se renueve en justicia, amor y servicio. Hagámoslo diciendo
todos:
«Rey eterno, escucha nuestra oración»

1. Por la Iglesia, para que su presencia en el mundo sea un signo creíble del Reino que viene
y lugar donde cada hombre pueda conocer la realeza del amor que se manifiesta en la cruz
de Cristo. Oremos.
2. Por el papa, obispos y sacerdotes, para que vivan con alegría su ministerio, imitando con
amor a Aquel que ha venido para servir y no para ser servido. Oremos.
3. Por los gobernantes de las naciones, para que Cristo, Rey del Universo, les conceda el
poder de ejercer el dominio en beneficio de todos, especialmente de los más
necesitados. Oremos.
4. Por los más necesitados, especialmente por los que atraviesan serias carencias materiales,
los que no tienen el pan de cada día ni un techo donde vivir, para que puedan encontrar en
las comunidades cristianas una ayuda concreta a sus necesidades. Oremos
5. Por todos nosotros, para que, dóciles a la escucha obediente de la Palabra, seamos
valientes y constructores del Reino que Jesús ha venido a traer. Oremos.
Presidente: Padre misericordioso, escucha nuestra oración y haz que, a ejemplo de Cristo, tu Hijo,
que ha vencido el pecado y la muerte, sepamos ser testigos de la verdad y la bondad. Él, que vive y
reina por los siglos de los siglos. Amén.

Presentación de las Ofrendas


Ofrezcamos ahora el pan y el vino, y con ellos, nuestro ardiente deseo de participar de la resurrección
de Cristo

Comunión
Nuestro Rey, glorificado en el Cielo junto al Padre, permanece entre nosotros en la Eucaristía. Hoy
nos invita a vivir esa grandiosa experiencia de recibirle en nuestros corazones. Acerquémonos
devotamente a comulgar.

Final
Vayamos ahora a nuestra vida cotidiana, dejando que Jesús sea el Rey de nuestros hogares, lugares
de trabajo y estudio; donde se produce la cultura y donde se concretan nuestro descanso y nuestra
diversión. Viviendo seriamente el Evangelio, Él reinará. Esa es la misión para la cual nos ha
preparado la Misa de hoy.

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