La Sociedad Adolescente

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LA SOCIEDAD ADOLESCENTE.

Los adolescentes pasamos por una linda etapa y a la vez dura dos presentamos
muchos cambios, sean físicos, mentales, pero hay un problema al ser jóvenes
adolescentes, se piensa se cree que no hay control para ello, la familia es el pilar
para que los jóvenes en su adolescencia pasen con cierta seguridad de la infancia
a la edad adulta. Hoy, los jóvenes no cuentan en muchos casos con este apoyo
tanto por la pérdida de los valores familiares como por la escasa comunicación y
convivencia que se da en el hogar.
La actitud contestataria y rebelde de la juventud actual obedece no tanto al
desacuerdo con las ideas y valores de los adultos, cuanto a que estos valores en
muchas ocasiones no existen. Como consecuencia de esta situación el
adolescente de hoy está en mayor conflicto con la sociedad y con la generación
anterior. Manifiesta menos conformidad a las exigencias de la autoridad y exige
más independencia. En muchos casos está en rebelión abierta con las exigencias,
costumbres de la sociedad.
Se trata de una rebelión que nace de una necesidad de seguridad no satisfecha,
de un ansia de ser mejor. No es extraño, entonces, que los jóvenes de hoy sean
más escépticos y críticos en relación con el mundo de los adultos, que se sientan
más angustiados y desorientados, que estén más preocupados por un mundo más
justo y fraternal, que tengan miedo al futuro.
Este miedo al futuro no obedece solamente a la dificultad de encontrar una
ocupación profesional estable y acorde con las aptitudes y preferencias
profesionales. Responde también y, sobre todo, a que la sociedad misma se ha
vuelto insegura. Los jóvenes de hoy están temerosos de que, o bien no exista ese
futuro en modo alguno, o de que no posean los recursos personales necesarios
para afrontar las exigencias de la edad adulta.

No todos los adolescentes somos iguales, todos pasamos por cambios, pero no
todos la pasamos igual, se cree mucho que todos los adolescentes somos unos
inmaduros y problemáticos por la etapa que pasamos, pero la realidad es muy
diferente, hay adolescentes que tiene una mayor madurez y control de sí mismos,
quizás hay una parte de ellos que tienen un comportamiento diferente al anterior
mencionado, pero algo es claro, estamos en una etapa de cambios, hay que ser
compresivos Se cree mucho que la adolescencia se puede traducir con
inmadurez, en parte puede llegar a ser una realidad y en otra no, como ya antes
menciones estamos pasando por una etapa de cambios, todos cometemos
errores, pero de ellos se aprende y es que es la adolescencia no más que una
etapa en la que nosotros vamos madurando poco a poco, claro uno antes que él
otros, pero no hay que dejarnos llevar por el mal termino que se ha dado.
Bueno en fin sabemos que las representaciones sociales negativas y los mitos
sobre la adolescencia que se han generado a través del tiempo no son del todo
verídicas, hay cosas que si son una realidad, pero parte de ellas son falsas y
debido a estas se tiene una mala imagen sobre la adolescencia, pero como apoyo
hacia los adolescentes por el mal que se les dio hay que ayudarles a alzar su voz
y así pagar la deuda con la adolescencia.
Hay muchos prejuicios que acompañan a los adultos, cuando hablan de los
adolescentes. Los subestimamos. Tenemos la creencia de que están perdidos, no
saben para dónde va su vida, son inmaduros, se preocupan por vanidades, en
resumidas cuentas, son delincuentes potenciales y no tienen futuro.
Lo peor, es que los tratamos bajo esas creencias, no nos relacionamos con ellos
por quienes son, sino por quienes creemos que son, de igual manera, la parte
frontal del cerebro se desarrolla en esta etapa y es indispensable entender su
función: primero, tomar decisiones, aunque parezca una justificación absurda, esta
es la razón de porque a los jóvenes les cuesta decidirse; segundo, planear tareas
y uso adecuado del tiempo, muchos papás discutimos con nuestros hijos porque
no distribuyen de manera correcta los momentos e incumplen a sus citas, lo
anterior puede ser la razón; tercero, memoria prospectiva, esta nos permite
recordar, después, las cosas que tenemos que hacer, por ejemplo, es común que
cuando le pedimos a nuestro hijo que nos avise cuando llega a algún sitio, se le
olvide; por último, controlar y valorar los comportamientos riesgosos, por eso, lo
adolescentes suelen ser impulsivos con su ira, tristeza, etc.
Por otro lado es el momento de la historia de la humanidad en que más
adolescentes y jóvenes ha habido. Es decir, la población potencialmente
productiva aumenta en comparación a la población potencialmente dependiente.
Si queremos fomentar, incluir o progresar en aspectos como prosperidad, inclusión
y democracia, debemos hacerlo ahora, Para contribuir a un mejor vivir es clave
que todos nos comprometamos con tres experiencias que los adolescentes
deberían vivir:

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