Capitulo 2 Sistemico

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2.

- La terapia familiar sistémica

(Tengo por imposible conocer las partes sin el todo, no más que conocer el
todo sin conocer particularmente las partes, Pascal)

El escritor Fernando Sánchez Dragó afirma que "el hombre es un animal no


social sino cordial, y la familia es la forma menos imperfecta de la cordialidad
humana". El término "cordial' se refiere a la cualidad de fortalecer el corazón y
eso es lo que hace la familia sana en cada uno de sus integrantes. Ya Freud fue
consciente de la gran importancia de la familia y lo demostró a través del
desarrollo de su teoría psicoanalítica con conceptos como, por ejemplo, el
complejo de Edipo. El cambio que introdujo la Terapia Familiar Sistémica fue
que, reconociendo también esta importancia, focaliza su intervención en la
familia, no en el individuo, tal como se hacía (y se hace) desde el psicoanálisis.

2.1. Surgimiento y evolución

El surgimiento de la Terapia Familiar en Estados Unidos en la década de


1950 viene determinado por una serie de variables históricas y profesionales.
Históricamente, por el final de la Segunda Guerra Mundial y la Guerra de
Corea, de las que todavía se sufrían sus consecuencias en las familias,
marcadas por duelos, separaciones y conflictos familiares, secuelas de esta
tragedia. Desde el ámbito de la salud mental, los psicoanalistas empezaban a
trabajar en hospitales y entidades públicas, donde los fracasos de los
tratamientos en problemas graves como la esquizofrenia o trastornos de
conducta en niños y adolescentes empezaron a hacer dudar de la eficacia de
este enfoque y se planteó la necesidad de un nuevo paradigma que permitiera
obtener resultados en estos contextos de intervención. Por ejemplo, autores
como Murray Bowen, con una formación psicoanalítica, observaron que
pacientes esquizofrénicos que mejoraban durante su hospitalización
empeoraban al regresar a casa. Esto hizo que se empezaran a plantear qué es
lo que ocurría en las familias para que se produjera una recaída.
forma paralela a la práctica clínica se va desarrollando el campo de la
investigación, focalizándose en la esquizofrenia. En 1948 Frieda Fromm-
Reichmann publica un monográfico sobre el origen de este trastorno
basándose en el concepto de la "madre esquizofrenógena" o madre
generadora de esquizofrenia.
Don Jackson, discípulo de la psiquiatra, junto con Gregory Bateson, Jay Haley
y John Weakland (1956) desarrollan una teoría sobre la esquizofrenia
fundamentada en el "doble vínculo", noción novedosa creada por los autores
que parte de la idea de que los comportamientos de un esquizofrénico, en el
contexto familiar, son un intento de adaptarse a una forma de comunicarse
confusa y contradictoria.
Este tipo de comunicación se desarrolla en un contexto interaccional
caracterizado por una relación estrecha entre los implicados, donde uno de
ellos depende emocional y funcionalmente del otro (como en el caso de la
relación madre-hijo), cierta tensión como la que se produce ante el miedo al
castigo, y la exposición a un mensaje paradójico en el que hay una
contradicción entre mensajes, por ejemplo, diciéndole a un hijo que se le
quiere con gesto de enfado y gritos. Para que se produzca esta situación de
"doble vínculo" tienen que darse, además, tres condiciones en ese contexto
comunicacional: en primer lugar, la imposibilidad de metacomunicar, ya que
hablar sobre lo que ocurre está prohibido; en segundo lugar, la prohibición de
salir de la situación y, por último, la presencia constante de esta forma de
comunicar, que supone una vivencia paradojal permanente. Los síntomas
propios de la esquizofrenia son, desde esta teoría, el resultado de un intento de
"sobrevivir emocionalmente" tratando de responder a ese tipo de mensajes.

La aportación de estos autores supone la separación del psicoanálisis,


definiendo los síntomas de los trastornos mentales no como algo intrapsíquico
sino como formas de comunicarse en el contexto interaccional.

En 1958 Jackson funda el Mental Research Institute (MRI) (Palo Alto,


California) junto con Jules Riskin y Virginia Satir. Posteriormente se unieron
Paul Watzlawick, Jay Haley y John Weakland. El objetivo de este grupo de
trabajo es la incorporación de la Teoría General de los Sistemas y la
Cibernética a las interacciones dentro del sistema familiar. El enfoque de
trabajo de estos autores es comunicacional ya que consideran que la base de
estudio del comportamiento humano es la interacción, como conducta
observable que se desarrolla entre los individuos. Del trabajo desarrollado por
este grupo surgieron otros enfoques de intervención como la terapia
estratégica de Jay Haley y Cloe Madanes, la terapia estructural de Minuchin y
un abordaje de terapia breve desarrollado por Richard Fish, Lynn Segal,
Weakland y Watzlawick.

En 1960, Virginia Satir publica Terapia familiar conjunta, donde deja


explícita la idea, hasta ahora no contemplada, de trabajar conjuntamente
terapeuta y grupo familiar.

Murray Bowen, que como se comentó anteriormente trabaja en el campo de


la esquizofrenia, comienza a desarrollar su teoría sobre la diferenciación
basándose en una investigación que se dirigía en el Instituto Nacional de
Salud Mental entre los años 1954 y 1959. Para hacer el estudio toda la familia
vivía en el hospital con los pacientes esquizofrénicos. En 1959 se traslada al
Centro Médico de la Universidad de Georgetown, donde investiga sobre
problemas menos graves, pero sin olvidar la influencia intergeneracional en la
cristalización de la sintomatología.

Para este autor, la formación en 1950 del Comité sobre la Familia del "Grupo
para el Avance de la Psiquiatría' supone un hito importante en los primeros
pasos del movimiento familiar (Bowen, 1989). Este comité se constituye por
sugerencia de W.C.Menninger, quien considera a la familia como un elemento
fundamental de estudio. En 1970 el comité se disuelve con la publicación de
un informe acerca del movimiento familiar que se realiza basándose en un
cuestionario respondido por más de 300 terapeutas familiares. A partir de las
respuestas dadas se elabora una clasificación de terapeutas familiares en un
orden de la "A" a la "Z". Los terapeutas cercanos a la "A" se caracterizan por
un abordaje individual en el que incluyen la terapia familiar como técnica para
completar la terapia individual, sin embargo, los que se aproximan a la "Z"
tienen incorporada la visión sistémica, piensan en términos de sistemas e
interacciones.

Según Folley (1974) fue Nathan Ackerman, afincado en Nueva York, el


primero que realizó entrevistas con la familia de una manera regular en su
trabajo psicoanalítico con niños y adolescentes, dando la misma relevancia a
los fenómenos intrapsíquicos como a los interaccionales. En 1962 este autor y
Don Jackson fundan la revista "Family Process", que favorece el
afianzamiento del movimiento de terapia familiar que se estaba desarrollando
desde los años 50. Sigue editándose en la actualidad.

En los años 60 Salvador Minuchin, psiquiatra argentino afincado en Estados


Unidos, desarrolla, en la Philadelphia Child Guidance Clinic, otro modelo de
trabajo familiar a partir de su práctica clínica con familias multiproblemáticas
y desestructuradas, que se denomina "enfoque estructural'. Este autor ha
realizado grandes incorporaciones al campo de la terapia familiar sistémica
gracias a sus trabajos con familias psicosomáticas, en las que incluyó las
familias con miembro con anorexia y las familias multiproblemáticas.

También en los años 60 se cristaliza el trabajo de Carl Whitaker, bajo la


denominación de "terapia simbólico-experiencial", que desarrolla en la
Wisconsin Medical School. Este ginecólogo, "convertido" a psiquiatra por
azares de la vida, crea un modo original y único de abordar la terapia que hace
imposible su inclusión en cualquiera de las escuelas desarrolladas.
Como aportaciones importantes cabe destacar el método de la coterapia, con
el trabajo de dos profesionales en el trabajo con familias y la incorporación
obligatoria de las familias de origen. Lo más destacado de este autor es su
personal estilo terapéutico, caracterizado por actitudes rompedoras como
mostrarse somnoliento, desafiante o distraído frente a las familias, como una
manera de removerlas y romper su equilibrio.

En Europa autores ingleses empiezan a interesarse por este campo. Ochoa de


Alda (1995) destaca la aportación de R D.Laing que, en 1958, comienza a
trabajar con familias de esquizofrénicos en la Tavistock Clinic de Londres,
partiendo de la premisa de que la sociedad debe centrarse en sus componentes
más débiles. A principios de los sesenta, Howells publica un estudio sobre
familias realizado en Ipswich, Inglaterra, paralelo a otro similar que se estaba
realizando en Estados Unidos.

En 1967, Mara Selvini Palazzoli funda en Milán el primer centro de terapia


familiar y en 1971 se une a Gianfranco Cecchin, Luigi Boscolo y Giuliana
Prata para formar la conocida "Escuela de Milán". Fueron pioneros en el
trabajo familiar con familias con un miembro con anorexia y con un miembro
con esquizofrenia. El grupo se disolvió en 1980 después de haber dejado
grandes aportaciones como el trabajo sobre los "juegos familiares", la original
estructura de las sesiones o los principios de hipotetización, circularidad y
neutralidad.

También en Italia, en Roma concretamente, desarrolla su trabajo Maurizio


Andolfi que, con el ascendiente inicial de Minuchin y Haley y como discípulo
de Whitaker durante 15 años, desarrolla un enfoque relacional, destacando la
importancia de la influencia de las fami lías de origen en las relaciones
presentes, bien sean de pareja o padres e hijos. Destaca el lenguaje como
herramienta fundamental del trabajo terapéutico desde una perspectiva por
parte del terapeuta de "experto oyente", comprendiendo todos los lenguajes
que se hablan en una sesión: el lenguaje del niño, del adulto, del abuelo, etc.
Para este neuropsiquiatra infantil, la labor del terapeuta no sólo consiste en
escuchar y comprender todos estos "idiomas", sino también unirlos, de modo
que sean comprensibles para todos los miembros de la familia.
En Alemania, en los años 70, destaca la figura de Helm Stierlin, que
desarrolla su trabajo con familias como director médico del departamento de
Investigación Psicoanalítica Básica y Terapia de Familia de la Universidad de
Heidelberg, integrando el psicoanálisis y la terapia sistémica y trabajando con
problemáticas tan diversas como alcoholismo, esquizofrenia y trastornos de la
conducta alimentaria. A lo largo de su desarrollo ha ido integrando conceptos
del campo de la narrativa y del enfoque centrado en soluciones.
Von Schlippe y Schweitzer (2003) destacan también en el grupo de
Hamburgo, dirigido por Kurt Ludewig que, en 1992, presentó un proyecto
sobre terapia sistémica haciendo referencia explícita a la teoría constructivista
de Humberto Maturana.

A finales de los años 80, la Segunda Cibernética entra en el ámbito de la


terapia familiar de la mano de autores como el cibernista Von Foester y
lingüista Von Glasersfeld, el biólogo Humberto Maturana y el científico
cognitivo Varela. La terapia familiar de segundo orden se caracteriza por
concebir la terapia como un proceso en el que terapeuta y paciente co-crean la
realidad a través de un proceso reflexivo y circular. Esta idea surge también
desde los conceptos del constructivismo y el construccionismo social, con
aportaciones de autores como Anderson y Goolishian, y John Gergen.
En los años 90, destacan Michael White y David Epston, que desarrollan el
enfoque narrativo con técnicas novedosas como la "externalización del
problema' (White y Epston, 1993) y Steve de Shazer, que trabaja con terapias
cortas centradas en soluciones.

Los últimos años de la década de 1990 se caracteriza por la aplicación de


una visión ecológica y transcultural al abordaje sistémico, como forma de
atender e integrar el desafío de trabajar con familias de diversas culturas,
minorías étnicas e inmigrantes, consecuencia de un mundo globalizado, en el
que los traslados, la inmigración y la separación de familias se convierten en
una realidad cotidiana. Brik (2006) define la psicoterapia transcultural
ecosistémica como la disciplina que "interviene en los problemas que
presentan los individuos, las parejas, las familias y los grupos de inmigrantes,
abordando la influencia que tienen tanto los aspectos individuales como los
culturales, sociales, económicos, políticos y jurídicos en la aparición de los
mismos y en su resolución".

En los últimos años, la terapia sistémica destaca por el abordaje de las


nuevas realidades sociales que demandan una atención específica y diferente,
suponiendo un nuevo desafío para todos los profesionales que trabajan en este
campo. Además de la transculturalidad, algunas de estas realidades que
determinan el funcionamiento sistémico de la familia son los problemas de
fertilidad en parejas, la cada vez menos escondida realidad de la violencia
machista y la violencia familiar, las nuevas tecnologías que se han convertido
en "un miembro conflictivo" en las familias o las nuevas tipologías familiares
como las familias reconstituidas, monoparentales o familias compuestas por
una pareja homosexual.

Las "nuevas familias" son un reto para los terapeutas familiares consagrados
y una puerta abierta a la adaptación y la creatividad para los terapeutas
noveles.

2.2. Bases teóricas

El adjetivo calificativo "sistémico" hace referencia a lo relativo a la totalidad


de un sistema o a un organismo en su conjunto. El pensamiento sistémico fue
introducido en la psicoterapia por Gregory Bateson, originando el giro del
foco de atención de conceptos como enfermedad, trastorno y diagnóstico a
conceptos como interacción, problema y dificultad.
El pensamiento sistémico es un tipo de pensamiento global y complejo que
se basa en la observación. La observación que hace el ser humano permite
llegar a conclusiones que, por motivos prácticos, son vividas como realidades
únicas. Desde un pensamiento tradicional estas realidades son objetivas y se
corresponden más con ciertas teorías, dando por sentado que hay una realidad
independiente del observador. Así, cuando un paciente acude a terapia trae
una "realidad inmutable" que denomina problema, le causa dolor y no puede
modificar. El pensamiento sistémico permite abrir la "lente de observación",
tener un foco más amplio que suponga el reconocimiento de otras variables
(individuales, relacionales, del presente, del pasado...) que cuestionan esa
realidad única y ceda el paso a una realidad alternativa que no provoque
sufrimiento.

Ludewig (2006: 49) describe el pensamiento sistémico de la siguiente


manera:

El pensamiento sistémico considera, junto a la constitución biológica


del ser humano, su "lenguajear" como constitutivo y evalúa, así, toda
aseveración de existencia como algo comunicativo. La contraposición
impeditiva entre individuo y colectivo es abandonada y reemplazada por el
postulado de que los seres humanos son indisolublemente tanto
biológicamente individuales como comunicativamente sociales. Como seres
en lenguaje pueden solamente existir enmarcados en una comunidad humana.
El observar entendido como un distinguir en lenguaje constituye un proceso
social que precisa esencialmente de una comunidad o cultura en la cual se
puedan establecer condiciones duraderas para un entendimiento y una
consensualización exitosa que permita generar los significados, normas, usos,
etc. que van constituyendo las tradiciones.

Cuadro 2.1. Diferencia entre pensamiento lineal y pensamiento sistémico

LINEAL
Porque
Causalidad lineal
Foco en el pasado
Modelo individual
Foco en conflictos individuales
Resolución de los conflictos
Centrado en la personalidad individual.

SISTÉMICO
Para que
Causalidad reciproca
Foco en el aquí y ahora
Modelo relacional
Foco en interacción familiar
Mejora de la relación
Centrado en el funcionamiento relacional.

El acercamiento de la psicología a campos tan diversos como la biología, a


través de la Teoría General de los Sistemas y ciencias como la Cibernética han
permitido la aplicación del concepto "sistémico" al ámbito del ser humano,
viéndole como un ser mucho más que biológico: un ser social y relacional.

2.2.1. La Teoría General de los Sistemas

La "Teoría General de los Sistemas" (TGS) fue descrita por primera vez en
1937 por el biólogo austriaco Ludwing ven Bertalanffy. El gran mérito de esta
teoría es que no sólo es aplicable al ámbito de la biología, sino que también da
respuestas en el ámbito de las ciencias sociales. Desde la misma se afirma que
el universo está compuesto por elementos que se interrelacionan entre sí
constituyendo sistemas. De igual forma que hay un sistema solar o el ser
humano tiene un sistema nervioso, la familia constituye un sistema formado
por las continuas interacciones entre sus miembros y su relación, como una
totalidad, con el exterior.

Pretende estudiar la composición ordenada de elementos en un todo


unificado y saber cómo son las interrelaciones y la interdependencia de dichos
elementos, formando un sistema que funciona de una manera global, no como
la suma de sus partes.

¿Qué es un sistema?

Watzlawick y otros (1995: 117) emplean la definición dada por Hall y Fagen
para explicar el concepto de sistema. Estos autores lo definen como "el
conjunto de objetos así como de relaciones entre los objetos y entre sus
atributos". Los objetos son las partes del sistema, los atributos son las
propiedades de los objetos y las relaciones mantienen unido el sistema.

Los sistemas pueden ser cerrados o abiertos. En el primer caso, no hay un


intercambio, bien de energía, información o materia (en función del tipo de
sistema que sea) con el entorno. En el segundo caso sí se da este intercambio,
lo que implica que el sistema modifica el entorno y éste, a su vez, influye en el
sistema.

Las propiedades que caracterizan los sistemas abiertos son:


•Complejidad organizada: se refiere a que cada sistema está compuesto por un
número finito de elementos que se relacionan entre sí de manera que un
cambio en uno de ellos supone un cambio en los demás, y en el sistema en su
conjunto. En relación con la familia, si hay un cambio en la interacción de un
miembro de la misma, dicho cambio va a tener repercusión en todos ellos. Por
tanto, no es necesario que cambien todos los miembros de una familia para
que ésta cambie, sólo es necesario el cambio en un miembro para que se
modifique el sistema familiar. Así, la independización de un hijo supone un
cambio en toda la familia, implica un reajuste de todas las relaciones
familiares.
•Totalidad: hace referencia a la interacción dinámica de las partes de un
sistema de manera que los modos de interaccionar y actuar del mismo no son
explicables por la suma de sus partes tomadas de forma aislada. En el campo
de la familia esto quiere decir que para entender cómo funciona el sistema
familiar no sirve con comprender cómo actúa y se comporta cada miembro
por separado; es necesario ver la interacción de dicho sistema en su conjunto.
De ahí la importancia de convocar a la familia a las sesiones, siempre que sea
posible, puesto que observar la interacción "en vivo y en directo" de toda la
familia permite tener una visión mucho más clara y certera de la misma que
si lo describe uno de ellos.

•Equifinalidad.• este concepto se refiere a que dos resultados idénticos


pueden tener orígenes diferentes, puesto que el resultado va a depender de la
naturaleza del proceso. Así, dos personas que provienen de familias de
origen distintas, desde el punto de vista del manejo de las emociones, pueden
expresarse emocionalmente de forma parecida en su familia de procreación.
De igual modo, idénticos orígenes pueden llevar a diferentes resultados
(equipotencialidad). En relación con la familia, dos hijos nacidos y criados
en las mismas condiciones pueden terminar eligiendo dos parejas totalmente
diferentes.

•Entropía negativa: en el campo de la física la entropía es la medida del


desorden de un sistema. La entropía negativa es el avance del desorden y la
desorganización de un sistema cuando no es atendido. Los seres humanos
necesitan almacenar información para luego emplearla como instrumento
para prevenir la desorganización. Desde el punto de vista familiar, cuando
los padres no ejercen su función parental, no ponen límites a los hijos, no les
transmiten las normas de la casa, no les dan mensajes tranquilizadores cuando
se angustian, etc. el sistema se puede desorganizar porque los hijos no saben
cómo relacionarse con sus padres ni con el mundo exterior y viceversa.
•Causalidad circular: en la interacción entre sistemas o entre partes del
sistema todo es principio y fin, todo comportamiento es causa y efecto, no
hay una causalidad lineal. Para entender cómo funciona un sistema es preciso
que se comprenda cómo son las interacciones recursivas entre sus elementos.
Para comprender cómo se relaciona una familia la observación y el abordaje
terapéutico no puede limitarse, por ejemplo, a la interacción madre-hijo, ya
que supondría una parcialidad, puesto que sería atender "un segmento de
todo el círculo" que forma la interacción familiar.

2.2.2 La Teoría de la Comunicación Humana

Como bien explican los autores de esta teoría, Watzlawick, Beavin Bavelas y
Jackson, en la comunicación hay tres áreas de estudio: la sintáctica, referida a
la transmisión de información en relación con aspectos como la codificación,
el canal o la redundancia; la semántica, que abarca lo relativo al significado en
la comunicación; y la pragmática, la influencia de la comunicación en la
conducta del individuo. Así,".. .desde la perspectiva de la pragmática, toda
conducta, y no sólo el habla, es comunicación, y toda comunicación, incluso
los indicios comunicacionales de contextos impersonales, afectan a la
conducta' (Watzlawick y otros, 1995: 24). Desde un marco de trabajo
sistémico, estos autores se centran en el estudio de la pragmática.

Toda conducta es comunicación y dicha comunicación informa del tipo de


relación que hay entre emisor y receptor, teniendo bien claro que la
comunicación incluye el lenguaje verbal y el lenguaje no verbal, que supone el
80% del mensaje que se transmite. Además de estos aspectos, es fundamental
tener en cuenta el contexto en el que se da esta comunicación, ya que éste
aporta información sobre la relación establecida. De este modo, si se considera
que el síntoma es una forma de comunicación, no se puede comprender su
significado sin tener en cuenta el contexto en el que se manifiesta. Así, si en
una familia hay un hijo adolescente con problemas de conducta, hay que
estudiar, por ejemplo, cómo son las relaciones entre los padres y las relaciones
de los padres con el hijo para poder entender qué significan esos problemas de
conducta en el contexto familiar.

Siguiendo con Watzlawick y otros, la comunicación se caracteriza por una


serie de propiedades de carácter axiomático y se resumen en cinco principios:

•Primer axioma: Es imposible no comunicar. De igual forma que es


inverosímil la no conducta, no es posible no comunicar; cualquier tipo de
conducta o comportamiento es un mensaje. En la interacción emisor-
receptor, toda conducta tiene un valor comunicacional. Por ejemplo, en un
viaje en tren una persona comienza a hablar con quien está sentado a su
lado y éste no quiere hablar. En esta situación no se suele decir
explícitamente "perdone, pero no quiero hablar con usted" pero sí se
transmite este mensaje con otro tipo de conductas como mirar por la ventana,
ponerse los auriculares para escuchar música o hacerse el dormido.

•Segundo axioma: Hay dos niveles comunicacionales, el nivel de contenido


y el nivel relacional. Los autores denominan "referencial" al nivel de
contenido, mientras que al nivel relacional lo llaman "conativo".
El nivel de contenido se refiere a lo que se transmite (lo verbal), el
relacional hace referencia a cómo se transmite la información (lo no verbal).
Por ejemplo, si se le dice a alguien: "¡me acercas la jarra del agua!", con un
tono elevado y tajante, o "eme acercas la jarra del agua?", con un tono
cariñoso y agradable, el contenido del mensaje es el mismo, pero el aspecto
relacional del mismo es absolutamente diferente y fundamental. El nivel
conativo informa sobre cómo es la relación, y qué es lo que ocurre en este
momento entre dos personas a nivel relacional.
En el primer caso, puede haber enfado, descontento, decepción; en el
segundo caso se puede hablar de bienestar, satisfacción o alegría.

•Tercer axioma: El intercambio interaccional está determinado por la


puntuación de las secuencias entre los comunicantes. La puntuación de la
secuencia hace referencia a la posición que toma cada uno en la interacción,
el punto desde donde parten. La puntuación organiza los hechos de la
conducta, de ahí que es fundamental conocer cómo es dicha puntuación para
entender qué se está transmitiendo y cómo se está haciendo. Por ejemplo,
una persona ha quedado con una amiga para merendar y le envía un mensaje
de texto al móvil diciéndole que se va a retrasar media hora porque tiene una
reunión, pero la amiga no recibe el mensaje, espera y no entiende por qué la
persona con la que ha quedado no la ha avisado, lo que hace que se enfade.
Ambas partieron de dos puntuaciones diferentes: la primera parte de la
puntuación "he avisado a mi amiga, así sabe que llego tarde", la segunda
parte de la puntuación "he quedado con mi amiga, llega media hora tarde y
no sé nada de ella'.

•Cuarto axioma: Toda comunicación se transmite de manera digital y


analógica. El aspecto digital se refiere al mensaje verbal, el aspecto analógico
viene determinado por el lenguaje no verbal (la postura, el gesto, el tono de
voz, la mirada, el ritmo al hablar, etc.). El nivel de contenido del que se habla
en el segundo axioma se transmite de forma digital, mientras que el nivel
relacional se transmite de manera analógica. Así, el mensaje analógico
informa sobre la relación emisor- receptor. Si una persona le dice a su pareja
que la quiere, hay que atender a la comunicación analógica para saber si ese
mensaje es auténtico. Hay que observar si el tono, el gesto, la postura... son
acordes con ese mensaje afectivo o, por el contrario, hay una incoherencia
entre ambos, se lo dice con un tono de reproche, un gesto de desagrado,
desviando la mirada y con una postura distante.
Quinto axioma: Los intercambios comunicacionales pueden ser simétricos o
complementarios, según estén basados en la diferencia o la igualdad. En una
relación sana se dan ambos tipos de intercambios, como en la pareja, donde
hay áreas en las que la interacción que predomina es la igualdad y otras en
donde hay una complementariedad, uno ocupa una posición de superioridad
respecto al otro.
Hay relaciones que implican una complementariedad desde su
establecimiento, como en el caso de la relación terapeuta-paciente, ya que el
paciente está en una situación de "inferioridad" respecto al profesional. Lo
mismo ocurre en la relación padre-hijo aunque, a medida que el hijo crece la
relación es más simétrica, hay mayor igualdad.

Cuando la relación simétrica se da entre dos personas de manera rígida se


denomina "escalada simétrica", los participantes en esa relación no aceptan la
desigualdad y entran en esa escalada por mantener la simetría, como se
observa en la pareja protagonista de la película La guerra de los Rose (1989),
dirigida por Danny de Vito y protagonizada por Kathleen Turner, Michael
Douglas y el propio director, adaptación de la novela de Warren Adler. Sin
desvelar el final, es interesante destacar cómo la película transcurre a lo largo
de esa escalada simétrica, en un juego de "quién puede más" llevado hasta el
límite.

La relación complementaria crónica se denomina "complementariedad


rígida", definida por una desigualdad extrema, como ocurre, siguiendo con un
ejemplo cinematográfico, en la película Te doy mis ojos (2003), dirigida por
Icíar Bollaín y protagonizada por Laia Marull y Luis Tosar. Al contrario del
ejemplo anterior, la relación de esta pareja protagonista se caracteriza por la
desigualdad, ella en una posición de inferioridad extrema frente a él. Cuando
ella intenta posicionarse de manera más equilibrada estalla la violencia.
Además de estos cinco axiomas fundamentales para entender cómo es la
comunicación en la interacción humana, estos autores también hacen hincapié
en el concepto de "metacomunicación". Cuando se deja de utilizar la
comunicación para comunicar y se emplea para comunicar algo acerca de la
comunicación, se utilizan conceptualizaciones que no son parte de la
comunicación, sino que se refieren a ella (Watzlawick y otros, 1995: 41).
Metacomunicar es hablar de la comunicación y, por tanto, hablar de la
relación.
2.2.3. La Cibernética

El término "cibernética' proviene del griego "kybernetes" (timonel) y en su


origen hace referencia al arte de gobernar una nave. En 1948 Norbert Wiener
y Arturo Rosenblueth acuñaron este término para denominar el estudio de
mecanismos de retroalimentación ("feedback") de los ordenadores. Según los
autores, las máquinas dirigidas hacia un objetivo emplean información de sus
propias actividades con el fin de adaptar su dirección o actividad de acuerdo a
la convergencia de un estado final específico que se desea alcanzar.

La cibernética se basa en el supuesto según el cual las funciones de control,


intercambio de información y procesamiento de la información siguen los
mismos principios, independientemente de que se apliquen a máquinas,
organismos o estructuras sociales (Simon y otros, 1993: 55).

Los conceptos característicos provenientes del campo de la Cibernética que


se aplican al ámbito de la terapia familiar son la retroalimentación o feedback,
la homeostasis y la morfogénesis.

La retroalimentación o feedback se refiere al efecto que produce la acción de


un miembro de un sistema sobre otro, convirtiéndose en información que este
último va a emplear para determinar cuál es la siguiente acción a realizar por
su parte. El feedback negativo es el mecanismo que regula los sistemas
corrigiendo posibles desviaciones de las pautas habituales manteniendo así su
modo de funcionar habitual. El feedback positivo es el mecanismo que
favorece una posibilidad de cambio; este cambio supone un desafío al modo
de funcionar del sistema, provocando un desequilibrio para lograr un nuevo
equilibrio posterior, más adaptado a las circunstancias que se dan en ese
momento.

La homeostasis es el estado constante que mantiene un sistema a través del


mecanismo de feedback negativo mientras que la morfogénesis es el proceso
por el cual se rompe el equilibrio de un sistema, provocando un cambio, a
través de un feedback positivo.

Mujer de 39 años, casada desde hace diez con un hombre alcohólico. En los
últimos tres años, la adicción se ha ido agravando, pasando de beber los
fines de semana a hacerlo prácticamente todos los días. Acude a consulta
sola puesto que le planteó a su marido que le acompañara pero él no cree tener
ningún problema con el alcohol. El terapeuta explora cómo la mujer ha
intentado afrontar este problema y ella comenta acciones como ir a buscarle
los fines de semana al bar para que no regrese solo a casa en malas
condiciones, llamar a la oficina en caso de que esté con resaca diciendo que
está enfermo y controlar a los niños para que el padre no se enfade y beba
más. (medidas que mantienen la homeostasis en la familia, puesto que son
feedbacks negativos, ya que no favorecen el cambio, al contrario, mantienen
la situación en casa igual y que el marido no se plantee dejar de beber). Se
trabaja con ella para que implemente nuevas medidas (feedback positivo) que
favorezcan el cambio y supongan una ruptura de la homeostasis del sistema
familiar. Las medidas que se plantean son: no encubrirle ante su jefe, de
manera que el marido tenga que afrontar esas explicaciones, dejar de hacerle
la comida y la cena los días que venga bebido del trabajo. En último extremo,
se le plantea a la mujer que le plantee la separación en caso de no acompañarle
a consulta (siempre y cuando ella esté convencida de dar ese paso). Con la
práctica de estas últimas medidas se rompe el equilibrio en la relación, puesto
que son medidas que hacen que el marido alcohólico tenga que enfrentarse
a las consecuencias de seguir bebiendo, algo que hasta ahora no tenía que
hacer puesto que era la mujer la que abordaba dichas consecuencias.

Dentro del campo de la cibernética, se distinguen dos líneas de estudio de


los sistemas bien diferenciadas: la primera cibernética o cibernética de primer
orden y la segunda cibernética o cibernética de segundo orden.

En su aplicación a la terapia sistémica, la cibernética de primer orden se


caracteriza por la separación entre el observador y el observado, se habla del
terapeuta como observador que está separado del objeto a observar, la familia.
En el caso de la cibernética de segundo orden ya no existe esta separación, ya
que observador (el terapeuta) y observado (familia) "construyen" una nueva
realidad conjuntamente. Esta diferencia supone que la relación terapeuta-
familia sea menos jerárquica, más igualitaria y de mutua colaboración, la
explicación que se busca a los problemas es circular y el objetivo es lograr
cambios en el ámbito relacional, no cambios conductuales específicos.

Cuadro 2.2. Diferencias entre Cibernética de Primer y de Segundo Orden


(Andersen, 1994)

Cibernética de Primer orden:

 Se considera “cosa” (por ejemplo, enfermedad) como algo en sí misma.


 Un profesional trabaja con la cosa (por ejemplo una enfermedad).
 Una persona descubre la cosa (como una enfermedad) tal como es. La
“cosa” tiene una sola versión.
 Se puede dirigir un cambio personal de fuera, por tanto, es predecible.

Cibernética de Segundo orden:

 Se considera la cosa como parte de y relacionada con un contexto


cambiante
 Un profesional trabaja con la comprensión que la persona tiene de la
cosa.
 Una persona crea una comprensión de que es la cosa, que es tan sólo una
de muchas versiones posibles.
 Un cambio personal se desarrolla de manera espontánea desde dentro y
uno nunca puede saber cuál o cómo será o cuándo ocurrirá.

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