El Mesías Bíblico

ASUNTO: CRISTIANISMO
PROPÓSITO: PASTORAL
TEMA: NOMBRES QUE DESCRIBEN LA NATURALEZA DE JESÚS
EL MESÍAS BÍBLICO:
IDENTIFICANDO LA NAVIDAD DE JESÚS.
ISAÍAS 9:6
INTRODUCCIÓN:
La persona de Jesús, debe ser el centro de nuestro estudio, comprendiendo
que en él se fundamenta la salvación y es en él quien se nos lleva a conocer al
Padre, y quien deposita el Espíritu Santo en nuestras vidas. Al anunciarse
proféticamente la aparición de Jesús, se le califica como el gobernante perfecto,
quien sería capaz de juzgar con verdadera justicia. Su nacimiento se anuncia de
forma sobrenatural, es decir, no fue por intervención humana. Esto queda claro en
los versículos anteriores, todo lo relatado en esta profecía tiene la intervención
divina. El anunciamiento del nacimiento de Cristo, presentado como el Grande,
Maravilloso y gobernante de la paz. Para comprender este pasaje, es importante
comprender que los nombres en la cultura hebrea tenían una razón de ser, eran
una especie de bendición de parte de los padres, entendiendo que bendición
implica decir algo bueno de alguien como un profundo deseo del corazón. Por lo
que Dios, tomando esa costumbre hebrea para comunicarse bien con su pueblo,
llama a su Hijo de tal forma que indicaría cual sería su reinado. Los nombres que
menciona el versículo 6, están debidamente expresados en los versículos
anteriores y posteriores.
I. Admirable consejero v. 1,2

La función de admirable consejero, en todo el contexto de Enmanuel (Isaías
7:14) el cual se retoma en el versículo 6 de este capítulo, se resalta por la
condición de oscuridad en la que el Mesías haría su aparición, dicha condición que
ya se observaba en los tiempos del profeta Isaías: “Sin embargo, ese tiempo de
oscuridad y de desesperación no durará para siempre. La tierra de Zabulón y
de Neftalí será humillada, pero habrá un tiempo en el futuro cuando Galilea
de los gentiles, que se encuentra junto al camino que va del Jordán al mar,
será llena de gloria. El pueblo que camina en oscuridad verá una gran luz.
Para aquellos que viven en una tierra de densa oscuridad, brillará una luz.”
La información que aquí se presenta es de suma importancia, habla de la tierra de
Zabulón y Neftalí, así como Galilea como ciudades que verán la oscuridad,
precisamente son las ciudades circundantes al lago de Galilea, lugar donde Jesús
caminó y así mismo citado en Mateo 4:15: “«En la tierra de Zabulón y Neftalí,
junto al mar, más allá del río Jordán, en Galilea, donde viven tantos gentiles,
la gente que estaba en la oscuridad ha visto una gran luz. Y para aquellos
que vivían en la tierra donde la muerte arroja su sombra, ha brillado una
luz».” La exactitud de la información bíblica es extraordinaria, y el cumplimiento
de iluminar con su consejo y sabiduría no se queda atrás. Por esto mismo, el
evento de natividad tiende a ser muy importante, ya que ahí se registra lo que Dios
había predispuesto hacer en este mundo lleno de oscuridad.
II. Dios fuerte v 3,4
El profeta también indica que este sabio consejero es Dios fuerte, y esto sería
algo complejo de comprender en términos humanos. ¿Cómo puede establecerse a
un Dios fuerte que no fue capaz de evitar la cruz?, es importante saber que la
fortaleza de Dios no es como la humana, el venció la muerte sin evitarla. En los
versículos 3 y 4 se expresa lo siguiente: “Harás que crezca la nación de Israel, y
sus habitantes se alegrarán. Se alegrarán ante ti como la gente se goza en la
cosecha, y como los guerreros cuando se dividen el botín. Pues tú
quebrantarás el yugo de su esclavitud y levantarás la pesada carga de sus
hombros. Romperás la vara del opresor, tal como lo hiciste cuando
destruiste al ejército de Madián.” La expresión Dios fuerte, en medio de un
mundo malvado, puede entenderse como aquel que es capaz de destruir y arrasar
contra sus enemigos. Esto lo hizo muchas veces Dios con los judíos, y no
comprendieron jamás su mensaje e intención. Ahora aquel Dios fuerte fue
considerado de forma distinta entre los judíos: “Pues la locura de Dios es más
sabía que la sabiduría humana, y la debilidad de Dios es más fuerte que la
fuerza humana.” (1 Corintios 1:25) este texto se encuentra en el contexto del
tema de la predicación de la Cruz, es decir, Pablo afirma que el mundo en el que
él se encontraba los griegos se buscaba la sabiduría y entre los judíos el poder,
aquella cruz no encajaba en los conceptos que aquellas culturas buscaban. El
Dios fuerte de la Biblia es verdaderamente fuerte, creó todo lo que existe. Pero
para salvarnos se hizo débil, se entregó a la justicia humana, fue condenado como
un criminal y murió en una cruz de madera. Al tercer día venció a la muerte, el
juicio y el pecado. Los versículos 3 y 4 fácilmente es un canto de victoria, el canto
que hacen los que han ganado la batalla. Dicha batalla fue provista por el
poderoso Dios.
III. Padre eterno v.6,7

La expresión Padre eterno, le atribuye a Jesús su particularidad divina, es decir,
que él aunque es el Dios Hijo en la Teología hebrea se puede describir como el
Padre que siempre es Padre. El profeta explica que el Mesiánico Rey de Israel,
aunque proviene de la Estirpe de David, se le conoce como superior a David
mismo: “Queridos hermanos, ¡piensen en esto! Pueden estar seguros de que
el patriarca David no se refería a sí mismo, porque él murió, fue enterrado y
su tumba está todavía aquí entre nosotros. Pero él era un profeta y sabía que
Dios había prometido mediante un juramento que uno de los propios
descendientes de David se sentaría en su trono. David estaba mirando hacia
el futuro y hablaba de la resurrección del Mesías. Él decía que Dios no lo
dejaría entre los muertos ni permitiría que su cuerpo se pudriera en la tumba.
»Dios levantó a Jesús de los muertos y de esto todos nosotros somos
testigos. Ahora él ha sido exaltado al lugar de más alto honor en el cielo, a la
derecha de Dios. Y el Padre, según lo había prometido, le dio el Espíritu
Santo para que lo derramara sobre nosotros, tal como ustedes lo ven y lo
oyen hoy. Pues David nunca ascendió al cielo, sin embargo, dijo: “El SEÑOR
dijo a mi Señor: ‘Siéntate en el lugar de honor a mi derecha, hasta que
humille a tus enemigos y los ponga por debajo de tus pies’”. »Por lo tanto,
que todos en Israel sepan sin lugar a dudas, que a este Jesús, a quien
ustedes crucificaron, ¡Dios lo ha hecho tanto Señor como Mesías!». Era Rey
antes de David, existía antes que él, Pedro lo confirma y afirma también su eterno
reinado. El profeta dice lo siguiente: “Pues nos ha nacido un niño, un hijo se
nos ha dado; el gobierno descansará sobre sus hombros, y será llamado:
Consejero Maravilloso, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Su
gobierno y la paz nunca tendrán fin. Reinará con imparcialidad y justicia
desde el trono de su antepasado David por toda la eternidad. ¡El ferviente
compromiso del SEÑOR de los Ejércitos Celestiales hará que esto suceda!”
El enfoque hacia el versículo 7 nos aclara su carácter divino y su reinado. Pedro
usa el término patriarca, aquí mismo vemos que la idea de Padre. Es bien sabido
que David fue coronado Rey, el llamarlo patriarca no era un problema dado que en
realidad así se veían los reyes. Su paternidad, su reinado y su autoridad son
eternos.
IV. Príncipe de Paz v.5,6

El principado de Jesús no estaba en nacer en cuna de oro, fue en pesebre. Los
pesebres son aparejos construidos con el fin de alimentar al ganado, no podría
considerarse el lugar más cómodo o adecuado para usarlo como cuna. La idea de
un Rey Salvador naciendo en una condición de pobreza, jamás pudo haber sido
concebida por aquel pueblo. Hay muchas cosas que rodearon el nacimiento de
Cristo, las cuales pudieran invalidarle ante el ojo judío como el del Rey de Israel.
Que fuera de Nazareth, por ejemplo, o que fuera María descendiente de David
dado a que debía de ser del lado paterno y no materno. En fin, una serie de
situaciones que no encajaban en la mente de aquellos hombres, pero lo más
interesante es que Jesús era ese Rey que aquel pueblo necesitaba. Los versículos
5 y 6 dicen esto: “Las botas de los guerreros y los uniformes manchados de
sangre por la guerra serán quemados; serán combustible para el fuego. Pues
nos ha nacido un niño, un hijo se nos ha dado; el gobierno descansará sobre
sus hombros, y será llamado: consejero Maravilloso, Dios Poderoso, Padre
Eterno, Príncipe de Paz.” Este príncipe de Paz, vino a dar paz al mundo. Tal
como sale de sus propias palabras, su paz no se compara a la paz de este mundo.
Lo que dice el versículo 5 es importante, porque establece la forma de gobierno de
Jesús. El estandarte de Cristo no es la violencia, aunque tiene un justo juicio hacia
el ser humano pecador, establece la metodología de la gracia como forma de
administración legislativa. Habla de las botas y los uniformes de los guerreros
manchados de Sangre, obviamente por los combates y guerras peleadas, serán
quemados, indicando que quedará en el pasado la modalidad violenta del actuar
humano. La forma en que Jesús venía al mundo era por medio de la paz, estos
uniformes manchados de sangre, era la sangre de sus enemigos, ahora la sangre
que sería derramada sería la del propio Jesús, que, como Rey hacia la batalla en
lugar de matar a sus enemigos, moriría en su lugar estableciendo así la paz entre
Dios y los hombres. Tal como lo dice la Escritura: “Todo esto proviene de Dios,
quien por medio de Cristo nos reconcilió consigo mismo y nos dio el
ministerio de la reconciliación: esto es, que en Cristo, Dios estaba
reconciliando al mundo consigo mismo, no tomándole en cuenta sus
pecados y encargándonos a nosotros el mensaje de la reconciliación.” (2
Corintios 5:19)
CONCLUSIÓN:
Nuestro Jesús es confiable por su propia naturaleza, confiar en él, aunque las
circunstancias de la vida sean contrarias a nuestra conveniencia, aún así el es el
sabio consejero, Padre fuerte, Príncipe de Paz y Dios poderoso.

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III. Padre eterno v.6,7

IV. Príncipe de Paz v.5,6

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