XIX. Contratos Consensuales: Arrendamiento. Mandato: Derecho Romano Rosalía Rodríguez López
XIX. Contratos Consensuales: Arrendamiento. Mandato: Derecho Romano Rosalía Rodríguez López
XIX. Contratos Consensuales: Arrendamiento. Mandato: Derecho Romano Rosalía Rodríguez López
A. CONCEPTO
El arrendamiento es un contrato consensual en virtud del cual una parte, se compromete, en relación
con la otra parte, a cambio de una contraprestación o precio, denominado merced, merces:
-O bien a cederle durante un cierto tiempo el uso y disfrute de una cosa, arrendamiento de cosa,
locatio conductio rei.
- O bien a realizar en favor de la otra parte una determinada obra, arrendamiento de obra, locatio
conductio operis.
Se denomina arrendador al que se obliga a ceder el uso de la cosa, ejecutar la obra o prestar el
servicio; y arrendatario al que adquiere el uso de la cosa o el derecho a la obra o servicio que se
obliga a pagar, conforme al art. 1546 Cc.
El Digesto dedica el título II del Libro XIX al régimen jurídico de la locatio conductio o arrendamiento.
En el primer fragmento se a rma: «La locación y conducción por ser natural y de todas las gentes,
no se perfecciona con palabras determinadas, sino por el consentimiento, como la compraventa».
B. NOTAS CARACTERÍSTICAS
El arrendamiento es un contrato:
- Consensual.
- Oneroso: dado que supone una contraprestación equivalente para ambas partes contratantes.
- De buena fe: las partes contratantes, arrendador y arrendatario, pueden exigirse todo lo que se
derive de la buena fe, en el cumplimiento de sus obligaciones y en ejercicio de sus derechos.
C. TIPOS DE ARRENDAMIENTO
Bajo la expresión locatio conductio los juristas romanos con guraron, desde nes de la República,
una modalidad contractual, única en su sonomía, aunque compleja en sus concretas aplicaciones
prácticas.
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Desde esta unidad conceptual, los autores de la escuela pandectística alemana, sobre la base de
formulaciones dogmáticas medievales, distinguieron, en un intento sistematizador, tres modalidades,
a las que ya se ha hecho referencia en el concepto, en las que pretendieron agrupar las muy
diferentes variantes que se recogen en las fuentes justinianeas.
- Cosas inmuebles. Si el arrendamiento recae sobre una nca rústica el arrendatario recibe la
denominación de colonus, y si recae sobre una nca urbana se le denomina inquilinus.
- Cosas incorporales. Así por ejemplo el titular de un derecho de usufructo puede arrendar el uso y
disfrute de la cosa que usufructúa, si bien el arrendamiento se extinguirá en el momento en que se
extinga el derecho de usufructo del arrendador.
En los primeros siglos el objeto de arrendamiento más frecuente serían los animales de tiro y cargo,
necesarios para el cultivo de las tierras de labor.
- La cesión del uso o del uso y disfrute de la cosa, en calidad de mero poseedor o detentador de la
misma. Responde por culpa en cuanto a la idoneidad de la cosa para la nalidad acordada.
- Responder por evicción y por los vicios ocultos de la cosa cedida en arrendamiento que pudiesen
disminuir o desnaturalizar el uso previsto de la cosa arrendada.
- El resarcimiento al arrendatario de los gastos necesarios o útiles realizados en aras del razonable
uso o disfrute de la cosa arrendada.
- El pago de la contraprestación en dinero, salvo en los casos de aparcería, en los que la renta
consiste en una parte alícuota del producto obtenido.
- El uso o disfrute de la cosa arrendada conforme a su naturaleza y destino, en ejercicio del cual
responde por culpa, perecimiento o deterioro.
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El arrendamiento se extinguirá en atención a las causas siguientes:
- El transcurso del tiempo acordado por las partes. Ahora bien, si transcurrido el tiempo establecido
el arrendatario continua disfrutando de la cosa sin oposición del arrendador, se entendía que el
arrendamiento se prorrogaba de forma tácita, durante un año si recaía sobre una nca rústica y
durante el tiempo que inquilino había permanecido en el inmueble si el arrendamiento era de una
nca urbana, lo que se denomina recolatio tacita en las fuentes romanas y tácita reconducción en el
Código Civil.
- El mutuo disentimiento.
- Por ejercicio del derecho de rescisión por el arrendador en los supuestos legalmente previstos, así
por impago de la renta durante por periodos consecutivos, o por el no uso de la cosa en el periodo
de tiempo establecido.
- Por ejercicio del derecho de rescisión por el arrendatario, así cuando por culpa del arrendador se
impide el uso de la cosa por un amplio espacio de tiempo o el uso conforme a la nalidad acordada.
Es un contrato consensual en virtud del cual una persona denominada arrendador, se obliga a la
prestación de una determinada actividad o trabajo, durante un tiempo determinado, a favor de otra
persona, que recibe la denominación de arrendatario, que contrae la obligación de remunerar al
arrendador con una retribución cierta habitualmente denominada salarium, salario.
Si bien el objeto del arrendamiento cambia, cabe subrayar que presenta numerosas características
comunes con el arrendamiento de cosa. En éste, la renta o merces se paga por la utilización y
aprovechamiento de la cosa. En el arrendamiento de servicios la renta se abona por el bene cio o
provecho que genera el servicio prestado.
Normalmente los trabajos prestados en razón de este contrato son servicios materiales y actividades
manuales, ya que los servicios prestados por los denominados profesionales liberales, profesores,
gramáticos, arquitectos, médicos, agrimensores o juristas..., de ser retribuidos, no se formalizaban
por medio de esta gura contractual, debido a que este tipo de servicios no podían retribuirse
mediante salario, por no considerarse factible su estimación en dinero.
Salvo que de forma expresa o tácita el arrendador se hubiese comprometido a realizar la obra
personalmente, cabe la posibilidad de que éste encomiende a otra persona la realización de la
misma o se sirva de la ayuda de un tercero. El arrendador responde por impericia, que se asimila a la
culpa.
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Entre los diversos supuestos de contrato de obra cabe considerar en el marco del transporte,
construcción, reparación o ejecución de un arte u o cio, cabe señalar:
Ante la necesidad de reparar el perjuicio a los propietarios de las mercancías arrojadas, se aprueba
una ley rodia por el lanzamiento, así denominada por el evidente in ujo en su contenido de la
legislación marítima de los rodios, en virtud de la cual se determina que los propietarios de las
mercancías arrojadas al mar debían ser resarcidos, de forma proporcional, por el armador y los
propietarios de las mercancías salvadas, en proporción a una masa de bienes formada por:
- El valor de la nave
- El valor de las mercancías salvadas del naufragio, conforme al valor de las mismas en el puerto de
descarga, y
- El valor de las mercancías arrojadas al mar, conforme al valor del precio pagado por su dueño al
adquirirlas.
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