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Hegel

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BIOGRAFIA

Georg Wilhelm Friedrich Hegel (Stuttgart, 27 de agosto de 1770-Berlín, 14 de noviembre de 1831) fue
el filósofo más notable del Idealismo alemán, el último de la Modernidad, llamado incluso la "conciencia de la
modernidad".
La pretensión más general de su filosofía podría decirse que es la de explicar lógicamente el proceso a través
del cual lo real y la verdad llegan a constituirse como tales, ello mediante la exposición sistemática de la
racionalidad intrínseca de todo lo efectivamente dado en el mundo. En el célebre Prefacio a los Principios de la
Filosofía del Derecho (1817) afirma que la tarea de la filosofía es "concebir lo que es, pues lo que es la razón"
y que tal como el individuo "es hijo de su tiempo; de la misma manera, la filosofía es su tiempo aprehendido
en pensamientos".
Una de sus contribuciones más controvertidas para algunos, brillante para otros, es el rol que la dialéctica juega
en todo lo dado. Esta, en su gran obra de juventud durante su periodo juniense, Fenomenología del
Espíritu (1807), está ligada a la experiencia que la conciencia natural sufre al perder la concepción previa que
tenía de su objeto -sea ella misma como en esta obra o un objeto cualesquiera- al ser reemplazada por una
nueva. Es una violencia que ella se hace a sí misma donde la relación entre objeto y concepto previa es
superada por una nueva sin dejar, sin embargo, completamente negada la concepción anterior, sino que la
supera conservando el contenido de verdad que pudiese anidarse en ella. Es por este motivo que la dialéctica
hegeliana es asociada con una negación determinada, distinta a la del escepticismo, puesto que esta termina
consumándose en un largo camino de depuración, desde su versión más ingenua, hasta el conocimiento
absoluto. Pero a diferencia de Kant, su predecesor, Hegel defendía un tipo de Razón que resultaba de la
relación dialéctica entre los raciocinios individuales y los hechos impredecibles de la realidad, y cuya sustancia
solo podía comprenderse a posteriori, siendo de esta forma una razón histórica, colectiva y providencialista. De
ahí su expresión "astucia de la Razón", por cuanto difícilmente alguien podría por sí solo considerar todas las
variables relevantes para realizar en el mundo, de manera previsible, un ideario de la conciencia: la razón
produce resultados que "escapan" a las previsiones que uno pudiera hacer en relación con su funcionalidad
presente, desplegándose según una predestinación que a priori le es inaccesible.
Su teoría fue reinterpretada por Karl Marx desde una óptica materialista, subordinando de esta manera al
género humano y su razón (fenómeno secundario en Marx) a los vaivenes de las grandes conformaciones de la
materia (la Iglesia, el Estado y el Mercado, por ejemplo): el ser humano depende inevitablemente de sus
condiciones ideales y materiales, enfrentándose a ellas en una dialéctica imperecedera, la cual no le hace libre
en modo alguno, sino más bien le otorga una nueva forma material en cada ciclo dialéctico.
Recibió su formación en el Tübinger Stift (seminario de la Iglesia Protestante en Wurtemberg), donde trabó
amistad con el futuro filósofo Friedrich Schelling y el poeta Friedrich Hölderlin. Admiraba las obras
de Platón, Aristóteles, Descartes, Spinoza, Kant, Rousseau, así como la Revolución Francesa, la cual acabó
rechazando cuando esta cayó en manos del terror jacobino. Aunque se sospechó que fue víctima de una
epidemia de cólera que hizo estragos durante el verano y el otoño de 1831, recientes investigaciones apuntan a
causas desconocidas y no al cólera como causa de muerte, descartando esta última. Fue el padre del
historiador Karl von Hegel (1813-1901).
Considerado por la historia clásica de la filosofía como el representante de «la cumbre del
movimiento decimonónico alemán del idealismo filosófico» y como un revolucionario de la dialéctica, habría
de tener un impacto profundo en el materialismo histórico de Karl Marx. La relación intelectual entre Marx y
Hegel ha sido una gran fuente de interés por la obra de Hegel. Su pensamiento generó una serie de reacciones y
revoluciones que van desde la explicación del materialismo marxista, el preexistencialismo de Soren
Kierkegaard, el escape de la metafísica de Friedrich Nietzsche, el existencialismo de Gabriel Marcel, la crítica
a la ontología de Martin Heidegger, el pensamiento de Jean-Paul Sartre, la filosofía nietzscheana de Georges
Batalle, el actualismo de Giovanni Gentile, la dialéctica negativa de Theodor W. Adorno, la teoría de
la deconstrucción de Jacques Derrida y la teoría psicoanalítica de Jacques Lacan, entre otros. Resulta patente,
en este sentido, el impacto que el sistema hegeliano ha tenido en la filosofía continental y, en especial, en la
filosofía francesa del último siglo, donde la recepción de Hegel estuvo mediada, principalmente, por Jean
Hyppolite, Alexandre Koyré y Alexandre Kojève.
Hegel asistió al seminario protestante de Tubinga con el poeta Friedrich Hölderlin y el idealista
objetivo Schelling. Los tres siguieron con atención el desarrollo de la Revolución francesa y recibieron la
influencia de Kant, el mayor filósofo de Alemania, así como de Fichte. Pero sobre todo debe entenderse a
Hegel y al hegelianismo como una reacción contra el kantismo que entonces imperaba en la mayor parte de las
facultades alemanas. Para Hegel no va a haber «cosa en sí» (Ding an sich) al modo kantiano, la razón se va a
apropiar de toda la realidad, la autoconciencia que ya Kant había llamado «unidad sintética de la apercepción»
va a ir barriendo con todo lo incognoscible, para dar lugar a categorías racionales con las cuales poder conocer
el contra dominio.

Se suele considerar la primera obra realmente importante de Hegel su Fenomenología del espíritu (1807), si
bien sus Escritos de Juventud —nunca publicados en vida—, entre los que sobresale El Espíritu del
Cristianismo y su destino, han sido objeto de estudio e interpretación desde que salieron a luz a principios del
siglo XX. Otras obras prefenomenológicas, como La Constitución de Alemania (1802), dan cuenta del triste
estado del Sacro Imperio Romano Germánico a comienzos del s. XIX. El sistema que propone para Alemania y
el resentimiento que ahí expresa por los demás países de Europa, con excepción de Italia que, según Hegel,
comparte el destino de Alemania, hace de esta obra un extraño presagio de la Segunda Guerra Mundial. En
1802 aparecen sus primeras publicaciones en la Revista Crítica de Filosofía, en la que trabaja junto con
Schelling, su viejo compañero del Seminario de Tubinga.

Tras la muerte de Hegel, sus seguidores se dividieron en dos campos principales y contrarios, que fueron
denominados por David F. Strauss derecha e izquierda hegeliana. Los hegelianos de derecha, también
denominados "viejos hegelianos", discípulos directos de Hegel en la Universidad de Berlín, defendieron una
interpretación espiritualista de su obra y la compatibilidad entre cristianismo e idealismo hegeliano, y el
conservadurismo político que restauró los sistemas monárquicos, en especial el de Prusia bajo Federico
Guillermo III (1770-1840), tras las guerras napoleónicas en el Congreso de Viena (1814-1815), fundándose en
que "todo lo real es racional". Apuntalaron además diversos dogmas cristianos. Los más destacados
fueron Karl Friedrich Göschel (1781-1861), autor de Sobre las pruebas de la inmortalidad del alma a la luz de
la filosofía especulativa (1835); Georg Andreas Gabler (1786-1853), que escribió La Propedéutica de la
Filosofía (1827) entre otras obras; Casimir Corradi (1784-1849), que imprimió Inmortalidad y vida
eterna (1837); Kuno Fischer (1824-1907), a quien se debe una Historia de la filosofía moderna (1854-1907) de
inspiración hegeliana, y Karl Rosenkranz (1805-1879), inicialmente seguidor de Schleiermacher y después
biógrafo de Hegel, aunque para algunos es quien interpretó el «centro hegeliano».
Frente a los «viejos hegelianos», los de la izquierda fueron llamados jóvenes hegelianos e interpretaron a
Hegel en un sentido revolucionario, lo que los llevó a atenerse al ateísmo en la religión y a la democracia
liberal en la política. Rechazaban toda interpretación religiosa de la filosofía de Hegel, e incluso sostenían la
incompatibilidad entre cristianismo y filosofía hegeliana; para ellos la religión era un simple mito. Aplicaron la
dialéctica a la realidad presente, por lo que entendieron esta como un momento superable por una racionalidad
mejor. Entre estos «hegelianos de izquierda» se cuentan Bruno Bauer (1809-1882), quien primero contó entre
los de la derecha, pero luego se adhirió a las tesis de Strauss; Ludwig Feuerbach (1804-1872), autor
de Pensamientos sobre la muerte y la inmortalidad; David Friedrich Strauss (1808-1874), cuya biografía de
Jesucristo tanto escandalizó a los europeos; Max Stirner (1806-1856), autor de El único y su propiedad y el
más famoso, Karl Marx (1818-1883), autor del incompleto El capital. Los múltiples cismas en esta facción
llevaron finalmente a la variedad anarquista del egoísmo de Stirner y a la versión marxista del comunismo.

APORTES A LA FILOSOFIA
1. Dialéctica: Hegel desarrolló el método de la dialéctica, que es un proceso de razonamiento basado en la
contradicción y la superación de opuestos. Según Hegel, las ideas y conceptos se desarrollan a través de un
proceso de tesis, antítesis y síntesis, donde la confrontación de ideas opuestas conduce a una nueva síntesis que
integra aspectos de ambas.

2. Espíritu absoluto: Hegel concibió la existencia del "espíritu absoluto", que es una manifestación del ser
supremo o la realidad última. Según Hegel, el espíritu absoluto se manifiesta en el mundo a través del
desarrollo y la evolución del pensamiento y la cultura humana.

3. Historia como desarrollo espiritual: Para Hegel, la historia es vista como un proceso en el que el espíritu
absoluto se realiza a sí mismo a través de la evolución de las sociedades humanas. Consideraba que cada etapa
histórica representaba un avance en el desarrollo del espíritu y que cada conflicto social o político era una
manifestación de este proceso.

4. Influencia en el pensamiento político: Hegel tuvo un impacto significativo en el pensamiento político al


desarrollar la idea de Estado como una expresión concreta del espíritu absoluto. Según él, el Estado encarna los
valores éticos y morales de una sociedad y es responsable de promover el bienestar común y garantizar la
libertad individual.

5. Teoría del conocimiento: Hegel propuso una teoría del conocimiento conocida como idealismo absoluto,
que postula que todo conocimiento está mediado por la conciencia y la actividad del sujeto. Según Hegel, el
conocimiento es un proceso en el que la mente humana busca comprender y reconciliar las contradicciones y
tensiones inherentes a la realidad.

BIBLIOGRAFIA
 Obras; estudio introductorio de Volker Rühle. Dos volúmenes. Cartoné. Biblioteca de Grandes
Pensadores. Madrid: Editorial Gredos.

1. Volumen I. 2010, {ISBN 9788424915285}. Incluye: Diferencia entre los sistemas de


filosofía de Fichte y de Schelling (trad. de Mª del Carmen Paredes) y Fenomenología del
espíritu (trad. de A. Gómez Ramos).
2. Volumen II. 2010, {ISBN 9788424917586}. Incluye: Líneas fundamentales de la filosofía
del derecho (trad. de Mª del Carmen Paredes) y Lecciones de la filosofía de la historia (trad.
de J.M. Quintana Cabanas).

 Ciencia de la lógica; traducción de Augusta y Rodolfo Mondolfo, Ediciones del Solar, 1982, dos
tomos, ISBN 950-0086-00-X-O.C.
 Fenomenología del Espíritu; traducción de Wenceslao Roces, Fondo de Cultura Económica,
1994, ISBN 968-16-0584-5.
 Fenomenología del Espíritu; traducción de Manuel J. Redondo, Pre-Textos, 2006, ISBN 84-8191-
764-8.
 Fenomenología del Espíritu; traducción de Alfredo Llanos, Editorial Rescate, 1991, ISBN 950-
9458-21-X.
 Fenomenología del Espíritu; edición bilingüe y traducción de Antonio Gómez Ramos, Editorial
Abada, 2010, ISBN 978-84-96775-71-8.
 Filosofía real; traducción de José María Ripalda, Fondo de Cultura Económica, 2006, ISBN 84-
375-0589-5.
 Enciclopedia de las Ciencias Filosoóficas: Lógica; traducción de Antonio Zozaya, Editorial
Ricardo Aguilera, ISBN 84-599-0354-0. (Contiene los Zusats y las observaciones).
 Enciclopedia de las Ciencias Filosóficas: Lógica; traducción de Alfredo Llanos, Leviatán, Buenos
Aires, 2006, ISBN 987-514-077-5. (No contiene los Zusats pero sí las observaciones).
 Enciclopedia de las Ciencias Filosóficas: Lógica, Naturaleza y Espíritu (enlace roto disponible
en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última).; traducción de Ramón
Valls Plana, Alianza Editorial, 2000, ISBN 84-206-8193-8. (No contiene los Zusats pero sí las
observaciones).
 Enciclopedia de las Ciencias Filosóficas: Lógica, Naturaleza y Espíritu; traducción de Francisco
Larroyo, Porrúa, México, 1990, ISBN 968-432-587-8. (No contiene los Zusats pero sí las
observaciones).
 Enciclopedia de las Ciencias Filosóficas: Espíritu; traducción de E. Barriobero y Herrán,
Ediciones Anaconda, Buenos Aires.
 Propedéutica Filosófica; traducción de Laura Mues de Schrenk, Universidad Nacional Autónoma
de México, México, 1984, ISBN 968-837-001-0.
 Introducción a la historia de la filosofía; traducción de Eloy Terron, Aguilar, 1984, ISBN 950-
511-041-3.
 Sobre las Maneras de Tratar Científicamente el Derecho Natural; traducción de Dalmacio Negro
Pavon, Aguilar, Madrid, 1979, ISBN 84-03-63003-4.
 Sistema de la Eticidad; traducción de Dalmacio Negro Pavón, Editora Nacional, Madrid,
1883, ISBN 84-276-0617-6
 Esencia de la filosofía y otros escritos; traducción de Dalmacio Negro Pavon, Centro de Estudios
Constitucionales, Madrid, 1980, ISBN 84-259-0635-0.
 Rasgos fundamentales de la filosofía del derecho, o compendio del derecho natural y ciencia del
estado; traducción de Eduardo Vásquez, Biblioteca Nueva, Madrid, 2000, ISBN 84-7030-786-X.
 Escritos de juventud; traducción de José María Ripalda, FCE, Ciudad de México, 1978, ISBN
375-0155-5.
 Poética; traducción de Manuel Granell, Espasa-Calpe, Buenos Aires, 1947.
 La positividad de la religión cristiana; traducción de Alfredo Llanos, Editorial Rescate, Buenos
Aires, 1984.
 El espíritu del cristianismo y su destino, traducción de Alfredo Llanos, Editorial Rescate, Buenos
Aires, 1984.
 Fe y saber; traducción de Vicente Serrano, Biblioteca Nueva, Madrid, 2000, ISBN 84-7030-773-
8.
 Creer y saber; traducción de Jorge Aurelio Díaz, Grupo Editorial Norma, Bogotá, 1992, ISBN
978-958-04-2791-7.
 Lecciones sobre la historia de la filosofía; traducción de Wenceslao Roces, Fondo de Cultura
Económica, México, 2005, tres tomos, ISBN 968-16-0304-4.
 Lecciones sobre la filosofía de la historia universal; traducción de José Gaos, Alianza Editorial,
Madrid, 1989, dos tomos, ISBN 84-487-0119-4.
 Lecciones sobre la filosofía de la religión; traducción de Ricardo Ferrara, Alianza Editorial,
Madrid, 1990, tres tomos, ISBN 84-206-2969-3.
 Lecciones sobre la estética; traducción de Alfredo Brotóns Múñoz, Akal, Madrid, 1989, ISBN 84-
7600-336-8.

ANEXOS

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