CELEBRACIÓN EUCARÍSTICA EN LA

POSESIÓN DE UN NUEVO PÁRROCO

DIÓCESIS DE
CÚCUTA 2023
MONSEÑOR JOSÉ
LIBARDO GARCÉS
MONSALVE
 RITOS INICIALES
MONICIÓN DE ENTRADA

Hermanos y hermanas, Jesucristo, el Buen Pastor se hace verdaderamente presente

en medio de nosotros para apacentarnos con su Palabra y alimentarnos en la Eucaristía.

Damos la bienvenida a nuestra comunidad parroquial a Monseñor Jose Libardo

Garcés Monsalve, Obispo de la Diócesis de Cúcuta, quien preside esta solemne
celebración, en donde dará posesión como nuestro párroco, al padre Jhainer Said
Urbina García.

Pidamos al Señor por el ministerio episcopal de nuestro Obispo y su tarea pastoral en la

Diócesis de Cúcuta. También oremos por el Padre Jhainer Said, para que el Señor lo
ayude en su misión de ser pastor según el Corazón de Cristo en medio de nuestra
comunidad y oremos por cada uno de nosotros: animadores de la evangelización,
familias, niños, jóvenes y todo el pueblo de Dios que peregrina en esta parroquia
Nuestra Señora de Fátima para que como dice el lema del año pastoral:
CAMINEMOS JUNTOS en salida misionera. Iniciemos con gozo.

Mientras se entona el canto de entrada, se hace la procesión hacia el presbiterio. Se ordena de esta manera:

• Un acólito que lleva la cruz, con la imagen del crucifijo puesta en la parte anterior; va entre dos acólitos que
llevan candeleros con velas encendidas.
• Los ministros de dos en dos.
• El diácono que lleva el Evangeliario.
• Los concelebrantes.
• El nuevo párroco.
• El Obispo.
• Un poco detrás del Obispo, dos diáconos asistentes.
• Por último, los ministros del libro, la mitra y el báculo.

Cuando el presidente llega al altar, junto con los diáconos y los otros ministros que lo acompañan, hace profunda re-
verencia al altar. Enseguida sube al altar y, a una con los diáconos, lo besa. Luego entrega la mitra y el báculo, coloca
incienso en el turiferario y acompañado por los dos diáconos asistentes inciensa el altar.

El presidente acompañado por los ministros, se dirige a la Sede por la vía más corta.

Dos diáconos se colocan de pie, uno a cada lado, cerca de la Sede para estar preparados a servir al presidente. Si estos
faltan, los suplen dos presbíteros concelebrantes.

Después, el presidente, los concelebrantes y los fieles, de pie, se signan con la señal de la cruz, mientras aquel, de cara
al pueblo, dice:

En el nombre del
Padre, y del Hijo,
y del Espíritu Santo.
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El pueblo aclama:
Amén.
El presidente, extendiendo las manos, saluda al pueblo con la fórmula siguiente:

La gracia de Nuestro Señor Jesucristo,

el amor del Padre,
y la comunión del Espíritu
Santo, estén con todos ustedes.
El pueblo aclama:

Y con tu espíritu.

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 ACTO PENITENCIAL
El Obispo invita a los fieles al acto penitencial, diciendo:

Hermanos:
Para celebrar dignamente estos sagrados misterios,
reconozcamos nuestros pecados.
Se hace una breve pausa en silencio. Después, todos hacen en común la fórmula de la confesión general:

Yo confieso ante Dios

Todopoderoso y ante ustedes,
hermanos,
que he pecado mucho
de pensamiento, palabra, obra y omisión:
Y, golpeándose el pecho, dicen:

Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.

Luego prosiguen:

Por eso ruego a santa María, siempre Virgen,

a los ángeles, a los santos
y a ustedes, hermanos,
que intercedan por mí ante Dios, Nuestro Señor.
Sigue la conclusión del Obispo:

Dios Todopoderoso
tenga misericordia de nosotros,
perdone nuestros pecados
y nos lleve a la vida eterna.
El pueblo aclama:
Amén.

Siguen las invocaciones del Señor, ten piedad:

V/. Señor, ten piedad. R/. Señor, ten piedad.

V/. Cristo, ten piedad. R/. Cristo, ten piedad.
V/. Señor, ten piedad. R/. Señor, ten piedad.
A continuación, cuando la liturgia del día lo prescribe, se canta o se dice el himno:

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 GLORIA

Gloria a Dios en el Cielo,

y en la tierra paz a los hombres
que ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos,
te bendecimos,
te adoramos,
te glorificamos,
te damos gracias,
Señor Dios, Rey Celestial,
Dios Padre Todopoderoso.
Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios,
Hijo del Padre;
Tú que quitas el pecado del
mundo, ten piedad de nosotros;
Tú que quitas el pecado del
mundo, atiende nuestra súplica;
Tú que estás sentado a la derecha del Padre,
ten piedad de nosotros;
porque solo Tú eres Santo,
solo Tú Señor,
solo Tú Altísimo, Jesucristo,
con el Espíritu Santo
en la gloria de Dios Padre.
Amén.

Oración Colecta:
El presidente con las manos juntas, dice:

Oremos:
Y todos, juntos con el presidente, oran en silencio durante unos

momentos. Después el presidente, con las manos extendidas, dice la

oración colecta.

El pueblo aclama:

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 LITURGIA DE LA PALABRA
Se procede luego a la celebración de la Liturgia de la Palabra como de costumbre.

MONICIÓN A LA PALABRA
La Palabra del Señor es siempre nueva y nos instruye hacia el cumplimento de su
vo- luntad, la mayor riqueza para el cristiano está en escuchar la voz del Señor y hacerla
vida en su vida. Escuchemos atentamente.
Se utilizan las lecturas de la Misa del día.

Después, hace la homilía en la cual explica tanto las lecturas bíblicas, como el sentido de la celebración.

TOMA DE POSESIÓN DE
LOS DIVERSOS LUGARES
Terminada la homilía, el pueblo permanece en sus lugares, mientras se organiza una pequeña procesión. Precede el
turiferario, sigue la cruz procesional en medio de dos acólitos con cirios y finalmente el nuevo párroco y el
Obispo asistido por dos diáconos.

MONICIÓN DE POSESIÓN
Terminada la homilía del señor Obispo se hace este comentario.

“Os daré pastores según el corazón de Dios”.

La tarea del párroco se fundamenta en tres realidades eclesiales que significan y re-
presentan la misión de Jesús en favor de su pueblo, estas son: la de enseñar, santificar y
gobernar. Es por ello que en esta liturgia, asumiendo esta realidad, el Obispo entregará
algunos signos y lugares al nuevo párroco, para que así mediante ellos desempeñe su ca-
ridad pastoral. Ahora con piedad y alegría cristiana vivamos este momento tan especial.
El Padre Vicario Episcopal o decano, anuncian el lugar que se entregará, seguidamente el comentador hará la moni-
ción propuesta y el Obispo culmina con la oración.

PUERTA DE LA IGLESIA:
Comentario

En este momento, el Obispo hará entrega de las llaves del templo al Padre
JHAINER SAID, en obediencia al mandato del Señor, quien le otorga por medio
del Espíritu Santo la potestad de enseñar, regir y santificar al pueblo que le ha sido
encomendado por medio de la acción litúrgica vivida y celebrada en este templo,
que es el lugar del encuentro con Jesucristo a través de su Palabra, de la Santa
Eucaristía y de los sacramentos.
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En la puerta principal de la iglesia, el Obispo, entrega al nuevo párroco las llaves de la edificación mientras le dice:

R
ecibe las llaves de esta
iglesia, como signo de
autoridad.
Cuida de abrirla oportunamente, para que los fieles
puedan acudir a celebrar los misterios cristianos,
y a orar en la presencia del Señor.
Procura también que, en la misma forma
que cuidas que las puertas de este templo estén abiertas,
abras también, con tu palabra
y tu conducta, para Dios, el corazón de tus
fieles. Por Jesucristo, Nuestro Señor.
El nuevo párroco y el pueblo aclaman:

Amén.
Mientras el nuevo párroco recibe las llaves de manos del Obispo, el coro puede entonar un canto apropiado.

ENTREGA DEL BAPTISTERIO:

Comentario

Ahora el Obispo en compañía de Padre JHAINER SAID., se dirigen hacia el

baptisterio fuente de la vida, y matriz de la Iglesia, del cual nacen del agua y del
Espíritu, los hijos de Dios que caminarán como miembros de la Iglesia.
Llegados al baptisterio y acercándose a la fuente bautismal el Obispo dice al nuevo párroco:

E
sta es la fuente de la vida que emana del costado
de Cristo y limpia los pecados del mundo.
Este es el seno materno de la Santa Madre Iglesia
que engendra a sus hijos para la eternidad.
En esta fuente bautismal harás renacer,
por el agua y el Espíritu Santo,
tanto a los niños que te presenten los
padres, como los adultos que se conviertan
a la fe.
Por Jesucristo, Nuestro Señor.
El nuevo párroco y el pueblo aclaman:

Amén.
El Obispo pone incienso en el incensario y lo bendice, luego en nuevo párroco inciensa la fuente bautismal, mientras
el coro y el pueblo entonan un canto apropiado.

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ENTREGA DE LA SALA PENITENCIAL:

Comentario

Ahora se hará entrega del lugar penitencial, donde el párroco recibe la tarea de escuchar,
orientar y acompañar los corazones que arrepentidos vienen ante el Señor con el deseo
de reconciliarse con Él y recibir su perdón. El sacerdote por medio de su ministerio
es intermediario entre Dios y los hombres para otorgar la absolución de los pecados
y la reconciliación con el Señor.
Llegados a la sala penitencial y junto a uno de los confesionarios el Obispo dice al nuevo párroco:

D
ios ha amado tanto al mundo que le ha entregado a su
Hijo para que nadie perezca sino tenga vida eterna.
En este lugar el Señor, a través de tu
misterio, realiza maravillas en los corazones
arrepentidos.
Cuida, pues de reconciliar con Dios a los fieles
que después del bautismo hayan recaído en el pecado
y a aquellos que acudan a ti deseando,
convertirse más plenamente en Dios.
Este es el trono de la gracia para alcanzar misericordia.
Por Jesucristo, Nuestro Señor.
El nuevo párroco y el pueblo aclaman:

Amén.
El Obispo invita al nuevo párroco a que se siente en el confesionario mientras el coro y el pueblo entonan un
canto apropiado.

ENTREGA DE LA CAPILLA DEL SANTÍSIMO:

Comentario

A continuación, Monseñor JOSE LIBARDO, entrega al párroco las llaves del

Sagrario, recibiendo la responsabilidad de custodiar y administrar debidamente el
Santísimo Sacramento de la Eucaristía, presencia viva de Jesús. El sagrario es el primer
lugar de encuentro, de adoración y de oración para el sacerdote y sus fieles.
Llegados a la capilla de la reserva eucarística, el Obispo, entrega al nuevo párroco la llave del sagrario diciendo:

R
ecibe la llave de este sagrario preparado
para reservar el Sacramento del Cuerpo
Santísimo de Jesucristo.
Cuida de llevar la Eucaristía a los moribundos
9
y a los demás enfermos; sé asiduo en adorar
el Santísimo Sacramento del altar y enseña
a tus fieles a visitar a Nuestro Señor Jesucristo,
presente en la Santa Eucaristía.
Cuida que nunca deje de arder aquí una
lámpara para señalar a los fieles la presencia del
Señor.
Por Jesucristo, Nuestro Señor.
El nuevo párroco y el pueblo aclaman:

Amén.
El Obispo pone incienso en el incensario e invita al nuevo párroco a incensar el Sacramento. Tanto el Obispo
sin solideo como sus diáconos y el nuevo párroco se arrodillan durante la incensación. Mientras se inciensa, el coro y
el pueblo entonan un canto a la Eucaristía.

ENTREGA DEL LUGAR DE LA PALABRA:

Comentario

Ahora el Obispo se dirige al ambón y allí entrega al párroco el leccionario que contiene
la Palabra de Dios y le encomendará la tarea de anunciar debidamente la Buena Nueva
del Señor, siguiendo la recta doctrina de la Iglesia, siendo fiel testigo de su mensaje,
trasmitiéndola y enseñándola con palabras y obras a ejemplo de Jesucristo Buen Pastor.
Llegados al ambón, el Obispo, entrega al nuevo párroco el libro de los Evangelios diciendo:

Recibe el Evangelio de Cristo,

del cual fuiste constituido mensajero;
anuncia su mensaje de salvación
con deseo de enseñar y con toda
paciencia, por medio de la catequesis y de
la homilía, ayuda a tus hermanos a
conformar su vida con la Palabra de Dios.
El nuevo párroco responde:

Amén.
ENTREGA DE LA SEDE PRESIDENCIAL:

Comentario

Nuestro Obispo se dirige a la Sede presidencial, para hacer entrega de ella al nuevo
párroco, quien recibe la tarea de presidir y cooperar bajo la autoridad del Obispo la
Sagrada Liturgia, la oración y la enseñanza de la fe, a esta porción del pueblo de Dios, a
ejemplo de Cristo Sumo y Eterno Sacerdote.
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Terminada la procesión por los diversos lugares de la iglesia, el Obispo, los diáconos, el nuevo párroco y los demás
ministros suben al presbiterio y el señor Obispo en la Sede dice al nuevo párroco:

E
n la persona del Obispo, Jesús el Buen Pastor, está
presente en medio del pueblo.
Es Él, en efecto, quien por medio de
nosotros, sus ministros, continua anunciando el
Evangelio
y presidiendo la oración de sus fieles.
Tú, también, como cooperador de tu Obispo,
ocupando esta sede, serás imagen de Jesucristo, predicarás
su Evangelio y presidirás la oración de la Iglesia que se
reúne en esta parroquia.
Por Jesucristo, Nuestro Señor.
El nuevo párroco y el pueblo aclaman:

Amén.
El Obispo se levanta de la Sede e invita al nuevo párroco a sentarse unos momentos, mientras el coro y el pueblo
entonan un canto apropiado.

ENTREGA DEL ALTAR:

Comentario

El Obispo hace entrega del altar del Señor, donde se le encomienda al párroco la
tarea de congregar en asamblea litúrgica a esta comunidad parroquial, porción del
pueblo santo de Dios, participando y uniendo a todos los fieles al único y verdadero
sacrificio de salvación, donde Jesucristo Muerto y Resucitado se hace presencia
viva y se nos da como alimento que conduce a la vida eterna.
Finalmente, los ministros le ofrecen al nuevo párroco el ornamento sacerdotal para que se revista y pueda así el Obis-
po invitar al nuevo párroco a besar el altar diciéndole:

E
sta es la mesa del Señor,
alrededor de la misma congregarás a los hijos
de la Iglesia y, en nombre de Jesucristo,
presidirás la Eucaristía para que tus fieles puedan unirse,
al sacrificio de Cristo y participen así de la cena del Señor.
Por Jesucristo, Nuestro Señor.
El nuevo párroco y el pueblo aclaman:

Amén.
El nuevo párroco besa el altar ya revestido con los ornamentos para la Eucaristía, luego lo incensa, mientras el coro
y el pueblo con un canto apropiado le dan gracias a Dios.

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ENTREGA DE LOS ANIMADORES DE LA EVANGELIZACIÓN:

Comentario

En este momento se presentan ante el Obispo los animadores de la evangelización.

Nuestro padre y pastor hace entrega de ellos al nuevo párroco y le encomienda la tarea
de formarlos, guiarlos y acompañarlos para que sean ejemplo y testimonio de servicio y
de entrega por amor.
Los animadores de la evangelización, pasan frente al altar, como signo de la riqueza de la Iglesia. A su vez ellos reci-
ben a su nuevo párroco.

E
stos son tus animadores de la evangelización,
junto a ellos y con su colaboración pastorearás
esta porción de la Iglesia que hoy te
encomiendo.
Procura ser para ellos fiel testimonio de la verdad
y condúcelos por caminos de santidad.
Por Jesucristo, Nuestro Señor.
Todos responden:

Amén.

El Obispo, los sacerdotes y diáconos, dan al nuevo párroco el abrazo de paz.

ORACIÓN DE LOS FIELES

Convocados a través de la parroquia, en la Iglesia, Cuerpo de Cristo y Templo del
Es- píritu Santo, oremos con fe al Señor que conoce cuáles son las verdaderas
necesidades de su pueblo.

1. Para que la fuerza del Espíritu Santo, que el Padre derramó sobre Jesús y Él
comunicó a sus santos Apóstoles y por medio de ellos a los Obispos, asista
a nuestro Obispo JOSE LIBARDO., y le conceda servir a Dios día y noche
y apacentar fiel- mente esta nuestra Iglesia que le ha sido encomendada.
Roguemos al Señor.

R. Te rogamos, óyenos.
2. Para que Dios conceda a nuestro párroco JHAINER SAID, que hoy inaugura su
ministerio pastoral entre nosotros, la fuerza del Espíritu. Le dé un
conocimiento profundo de la Palabra divina, le conceda enseñar a su
pueblo con mansedumbre y santidad y otorgue ser en todo modelo de su
rebaño. Roguemos al Señor.

12
 R. Te rogamos, óyenos.
3. Para que Dios venga en ayuda de las familias de nuestra parroquia que se
ven sometidos a diversas pruebas, dé la salud a los enfermos, otorgue su
fuerza a los ancianos y conceda a los incrédulos que conviven con nosotros
descubrir la ri- queza de la fe y a los pecadores la gracia de la conversión.
Roguemos al Señor.

R. Te rogamos, óyenos.
4. Para que Dios suscite en si Iglesia pastores que apacienten a los fieles de las di-
versas parroquias y comunidades diocesanas y sean celosos dispensadores de
los misterios de Dios. Roguemos al Señor.

R. Te rogamos, óyenos.
Escucha, Señor, la oración de tu Iglesia congregada en tu nombre y concede a tu siervo
N., sacerdote, que hoy ha sido constituido pastor de esta comunidad, ser un
verdadero imitador de tu hijo, el Buen Pastor que entregó la vida por sus ovejas; y a
los fieles de esta parroquia otórgales que, bajo su cuidado pastoral, vivan con
generosidad la vida cristiana y crezcan incesantemente en la caridad. Por Jesucristo,
Nuestro Señor.
El pueblo responde:

Amén.
Al terminar la posesión del nuevo párroco, el Obispo acompañado de los diáconos auxiliares vuelve a la Sede y con-
tinúa con la celebración de la Santa Misa.

MONICIÓN A LA PRESENTACIÓN DE OFRENDAS

Pan y vino: Presentamos Señor estas ofrendas de pan y vino, fruto del esfuerzo y
del trabajo de todos, que recibimos de tu generosidad. Con ellos presentamos a
nuestros animadores de la evangelización y a toda la comunidad parroquial, para que
dispuestos a servirte en la Iglesia, caminemos juntos en salida misionera, para predicar
la Palabra, el mensaje y la Persona de Nuestro Señor Jesucristo.

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