Excepcion de Improcedencia de Acción
Excepcion de Improcedencia de Acción
Excepcion de Improcedencia de Acción
ATENDIENDO
Asunto
1. Es objeto del recurso de apelación interpuesto por el investigado Antonio Sigifredo
Del Castillo Miranda -quien ejerce su propia defensa-, la Resolución N.° 3, dictada en la
sesión de audiencia del diecinueve de enero del presente año, por la jueza del Primer
Juzgado de Investigación Preparatoria Especializado en Delitos de Corrupción de
Funcionarios y Crimen Organizado de Lima, que resolvió declarar infundada la
excepción de improcedencia de acción que interpuso por el delito de peculado culposo
que se le sigue en agravio del Estado.
Iter procesal
2. Que, mediante escrito presentado el doce de mayo de dos mil veintiuno, el imputado
Del Castillo Miranda, dedujo excepción de improcedencia de acción, al amparo del
artículo 6°.1b del Código Procesal Penal -en adelante CPP-. Es así que, recién mediante
Resolución N.° 02, del uno de diciembre de dos mil veintiuno, la a quo programó la
audiencia respectiva para el día diecinueve del mismo mes y año, fecha en que se dictó
la Resolución N° 3 -objeto de impugnación-, que desestimó la excepción de
improcedencia de acción formulada.
presente año. Recepcionado que fuera dicho recurso y luego del trámite respectivo, se
convocó a audiencia de apelación de auto, mediante Resolución N.° 02, del veinticinco
de marzo del año en curso, para el día siete de abril último, oportunidad en la que se
instaló la misma con la presencia del representante del Ministerio Público, así como el
imputado quien ejerció su autodefensa como abogado; por lo que escuchados los
alegatos de las partes, se dejó la causa para resolver, correspondiendo emitir la
resolución respectiva en el plazo de ley, conforme lo permite el artículo 420° apartado 7
CPP.
- Una Laptop marca Lenovo, modelo IDEAPAD Z480, con serie QB05000379.
- Una Tablet Pad, Samsung, Galaxy Tab III, Código Patrimonial N.°
740894930053, Código interno 69555.
- Un Router Móvil marca Huawei, serie E5377BSÑ3LKDU1630300039.
Hecho del cual se percató el 21 de abril de 2017 y que puso en conocimiento de las
autoridades policiales, mediante denuncia efectuada en la Comisaría de San Isidro
en fecha 26 de abril de 2017.”
Por último, señala que, si bien, existe deficiencia en la imputación sobre cómo se
establece la culpa, no ha sido un agravio postulado; sin embargo, esta deficiencia
podrá ser subsanada por el Ministerio Público al emitir su requerimiento acusatorio
donde será sujeto de control en la etapa intermedia en la precisión de los hechos
imputados.
8. Por su parte, el imputado Del Castillo Miranda reiteró su pedido para que la
decisión sea revocada. Puntualizó que se le sustrajeron tres bienes que le fueron
entregados, entre otros, cuando asumió el cargo de coordinador descentralizado de
COFOPRI; que esos bienes sustraídos fueron usados por sus asesores. Que existen
informes donde se describe que miembros de la compañía que daba seguridad en
COFROPI habían sustraído bienes y algunos incluso fueron encontrados in fraganti.
Reiteró que el delito tiene que ver con las funciones específicas relacionadas con el
cargo, y en este caso, si se revisa el MOF y ROF en ninguno de ellos se le asigna la
función de custodia de bienes. Si bien hay un deber general, y fueron más de doscientos
bienes asignados a su oficina, no tenía la función de custodiarlos. Por último, refirió
que, no hubo negligencia porque los bienes fueron sustraídos delictivamente dentro de
su oficina y nunca fueron retirados, se hizo una búsqueda exhaustiva. Incluso,
posteriormente, el router fue hallado y no serían tres bienes faltantes, pudiendo haber
sido prestado a otras oficinas por ser costumbre dentro de la entidad. Había una doble
seguridad y revisión de los efectos personales. Posiblemente algunos “elementos” tenían
las llaves. En su oficina laboraban doce personas con bienes a su cargo, esto era
manejado por la unidad de bienes patrimoniales.
CONSIDERANDO
“(…)
Trigésimo Cuarto.- Los agravios expresados en los recursos impugnatorios van a
definir y delimitar el pronunciamiento del Tribunal Revisor, atendiendo al
principio de congruencia recursal, concebido como encaje o ensamble entre lo
impugnado y la sentencia, en el contexto de exigencia de concordancia o armonía
que obliga establecer una correlación total entre los dos grandes elementos
definidores: la expresión de agravios y la decisión judicial; por tanto, la expresión
de agravios determina las cuestiones sometidas a decisión de este Supremo
Tribunal, estando vedado pronunciarse fuera de alcance de las pretensiones
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CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA
PRIMERA SALA PENAL DE APELACIONES
“Que, ahora bien, es obvio que para deducir una excepción de improcedencia de acción
se debe partir de los hechos descritos en Disposición Fiscal Formalización de
Investigación Preparatoria. A su vez, el juez, al evaluar dicha excepción de
improcedencia de acción, solo debe tener en cuenta los hechos incorporados por el fiscal
en el acto de imputación pertinente. En efecto, la excepción improcedencia de acción se
concreta, por su propia configuración procesal, en el juicio de subsunción normativa del
hecho atribuido a un injusto penal o a la punibilidad, en tanto categorías del delito,
distintas de la culpabilidad -tanto como juicio de imputación personal cuanto como
ámbito del examen de su correlación con la realidad [...]".
4 ROJAS VARGAS, FIDEL “Delitos contra la Administración Pública”. Editorial Grijley. 4° edición. p. 467.
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CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA
PRIMERA SALA PENAL DE APELACIONES
De conformidad con la descripción típica del mencionado ilícito penal, los elementos
materiales constitutivos son: i) la sustracción; entendiéndosela como el alejamiento de
los caudales o efectos del ámbito de vigilancia de la administración pública, por parte de
un tercero, que se aprovecha así del estado de culpa incurrido por el funcionario o
servidor público; y, ii) la culpa del funcionario o servidor público; culpa es un término
global usado para incluir en él todas las formas conocidas de comisión de un hecho,
diferentes al dolo, la fuerza mayor y el caso fortuito. Habrá culpa en el sujeto activo del
delito, cuando éste no toma las precauciones necesarias para evitar sustracciones (la
culpa del peculado se refiere exclusivamente a sustracciones, no al término impreciso de
pérdidas) vale decir cuando viola deberes del debido cuidado sobre los caudales o
efectos, a los que está obligado por la vinculación funcional que mantiene con el
patrimonio público5.
Con respecto a la autoría del delito de peculado culposo, solo puede ser autor aquel
funcionario o servidor público que posee una relación funcional, por su cargo, con el
caudal o efecto puesto bajo su custodia. Asimismo, que no debe existir en el autor
conocimiento de los actos que va a cometer o está cometiendo el tercero.
En cuanto a la consumación del delito de peculado culposo al tratarse de un delito de
resultado material, se da al producirse la sustracción de los caudales o efectos por
acción de un tercero, bajo la circunstancia anotada de culpa del funcionario o servidor
que propicia o facilita culposamente dicho resultado de sustracción6.
13. Ahora bien, circunscrito el análisis a realizar, se aprecia de la DFYCIP que los
hechos imputados al recurrente se encuentran relacionados al momento en que éste
ejerció el cargo de Director de la Oficina de Coordinación Descentralizada de
COFOPRI –es decir, se trata de un funcionario público-; que para el desempeño de
dicho cargo se le asignó una serie de bienes –entre ellos, los tres cuya sustracción se le
imputa a título de culpa-. En este punto, cabe anotar que el imputado no niega dicha
situación, señalando que no sólo recibió esos tres bienes, sino que recepcionó otros
tantos; y, que los bienes sustraídos eran usados por el personal a su cargo.
De ello se desprende que los hechos imputados cumplen con describir los elementos
materiales del tipo penal de peculado culposo, a la luz del Acuerdo Plenario antes
invocado, pues, se trataría de la presunta sustracción de tres bienes pertenecientes a la
entidad estatal por parte de terceros; lo cual habría ocurrido por culpa del recurrente al
no adoptar las medidas de cuidado necesarias para que ello no ocurra.
15. Al respecto, cabe señalar que el delito de peculado culposo sólo puede ser cometido
por un funcionario o servidor público –pues se trata de un delito especial-, quien por
razón del cargo tiene bajo su custodia el bien objeto de sustracción –relación funcional-.
Ahora bien, este deber de custodia no sólo puede encontrarse expresamente consignado
en el MOF o en el ROF de la institución –que asigna las funciones de cada cargo-, sino
también se pueden encontrar en otro tipo de normas (tales como: directivas, manuales,
etc.). En el caso en concreto, se hace alusión a la Directiva N.° 003-2008-COFOPRI,
que contiene normas para el cuidado de los bienes en la institución. Si bien, el
recurrente cuestiona la validez de la mencionada Directiva, ello es algo que deberá
hacer valer en la instancia correspondiente, de ser el caso, no siendo este el medio para
determinar dicha situación. De otro lado, de los hechos imputados queda claro que los
bienes supuestamente sustraídos fueron entregados al recurrente para el ejercicio del
cargo de Director de la institución estatal, asumiendo desde ese momento la custodia de
los mismos, resultando de aplicación la mencionada Directiva; por tanto, a criterio de
este Colegiado sí existiría la relación funcional que el recurrente pretende negar, motivo
por el cual los hechos, tal como han sido descritos por el Ministerio Público, se adecuan
al tipo penal de peculado culposo, debiéndose desestimar la apelación interpuesta y
confirmarse la apelada.
DECISION
Por los fundamentos expuestos, los integrantes de la Primera Sala Penal de Apelaciones
de la Corte Superior de Justicia de Lima, impartiendo justicia a nombre de la Nación,
resuelven:
Ss.