Evolucion de Los Sistemas Economicos Guia II
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3) SOCIEDAD MEDIEVAL
En la época medieval la sociedad era jerárquica y desigual. Estaba dividida
en diferentes estamentos, es decir, estratos sociales diferenciados por las
condiciones económicas y jurídicas. La pertenencia a un estamento se encontraba
designada por nacimiento y, por lo general, no existía la movilidad social.
● Clero. Los oratores (en latín, “los que oran”) representaban la defensa
espiritual de la sociedad. Los miembros de la Iglesia estaban integrados
al sistema feudal. La nobleza eclesiástica (obispos y abades) poseía
grandes feudos y vivía de los tributos que debían pagar los campesinos.
● Nobleza guerrera. Los bellatores (en latín, los guerreros) se ocupaban
de la defensa militar. Los señores feudales laicos se educaban como
caballeros que debían atender a la protección de sus tierras, las de su
rey (al cual rendían vasallaje) y las de sus propios vasallos.
Conformaban una aristocracia cuyos miembros gozaban de privilegios:
no trabajaban para su sustento, impartían justicia en sus tierras y no
pagaban impuestos.
● Campesinado. Los laboratores (en latín, los trabajadores) se dedicaban
a trabajar la tierra y generar el sustento para toda la sociedad. Si bien
existían campesinos libres dueños de sus propias tierras, la mayoría de
la población estaba compuesta por campesinos siervos que estaban
sujetos a la tierras que integraban un señorío feudal.
4) ECONOMÍA MEDIEVAL
En un principio predominó una economía autárquica o de autoconsumo.
La economía de la Edad Media se desarrolló entre el siglo V y XV. Era
principalmente agraria: los campesinos trabajaban la tierra y la nobleza y el clero
ostentaban la propiedad. Los artesanos, en las ciudades, se organizaron en
gremios para proteger sus intereses. También, el comercio de alimentos,
especias, vinos y paño pasó a ser parte importante de la actividad económica. En
la Edad Media, el feudalismo fue el sistema que organizó la economía agraria,
mientras que, en las ciudades, emergieron con fuerza artesanos y burgueses.
No por ello el comercio fue menos importante, pues permitió abastecer a las
ciudades y acceder a materias primas y bienes de tierras muy lejanas. También
resulta destacable la consolidación de las monedas como forma de pago en los
mercados y el desarrollo de la contabilidad.
5) UN SISTEMA FEUDAL
No puede entenderse la Edad Media ni su economía sin el feudalismo. Así
pues, el feudalismo implicaba que la mayor parte de la población, que eran
campesinos, debían lealtad a un señor feudal a cambio de protección. Esta lealtad
no solo suponía obediencia, sino el deber de pagar impuestos al noble para el que
trabajaban la tierra.
De este modo, el feudo, organizado por el señor feudal, pasó a convertirse
en la unidad de producción básica de la Edad Media. Por ello, el excedente de
las cosechas debía ser entregado al señor feudal. Los pagos a los nobles debían
efectuarse en monedas o en especie.
6) LOS GREMIOS
En la economía de la Edad Media, al ser fundamentalmente agrícola, la
actividad manufacturera quedaba en un segundo plano. La producción de
manufacturas quedaba, por tanto, en manos de artesanos que se ubicaban en las
ciudades.
Tratando de proteger sus intereses políticos y económicos, los artesanos se
agruparon en gremios. Cada actividad artesanal tenía su propio gremio (alfareros,
herreros, joyeros, sastres, carpinteros, zapateros, tejedores, panaderos,
panaderos y carniceros, entre muchos otros). Así, los gremios, se convirtieron en
estructuras muy cerradas y con una jerarquía muy marcada. De este modo, un
aprendiz se formaba en un oficio determinado y tras un periodo de tiempo pasaba
a ser oficial. El siguiente paso implicaba pasar de oficial a maestro, donde el
artesano, después de exponer ante el maestro su «obra maestra», ya podría llevar
las riendas de su propio negocio.
7) El comercio
A fines del siglo XI la producción agrícola se incrementó, debido a las
condiciones climáticas que resultaron favorables en las temporadas de siembra y
a los avances tecnológicos, como los molinos de agua y la rotación trienal de los
cultivos. Como consecuencia, mejoró la alimentación de la población,
disminuyeron la hambruna y las pestes y se produjo un gradual crecimiento
demográfico.
Este aumento de población fomentó el surgimiento de ciudades. Los
nuevos habitantes de los burgos (barrios o nuevos asentamientos poblacionales),
se dedicaron a comerciar su producción artesanal por productos agrícolas. Con el
tiempo, algunos de estos burgueses se convirtieron exclusivamente en
mercaderes y reactivaron el comercio de largo alcance, es decir, la creciente
importancia de la burguesía y de las manufacturas permitió dar impulso al
comercio.