Informe Seminario I
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EL PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN
Desarrollo
Una definición satisfactoria del problema sería: “un problema es una
interrogante que inquiere sobre la forma en que están relacionadas ciertas
variables” (Bauce, 2007, p.116). Este mismo autor distingue entre lo que es
el planteamiento de un problema en general, del planteamiento de un
problema de investigación científica. Los problemas de estatus científico que
se pueden plantear se caracterizan por la complejidad del objeto del que se
ocupan (Gargallo, 2003). Para el primer caso, se requiere solamente afinar y
estructurar la idea o problema inicial, en tanto que en el segundo caso se
trata además de inquirir algo acerca de las relaciones entre los fenómenos y
las variables implicadas en el objeto de estudio. Para lograr el segundo
estadio, es necesario que el investigador se introduzca paulatinamente hacia
un conocimiento profundo de su objeto de estudio, de modo que conozca con
claridad todos los factores que inciden sobre él, así como sus interrelaciones.
Finalmente, un problema de investigación supone tres características básicas
de acuerdo con Ander-Egg (2011).
I. Ser clara y concisa. En el sentido de que debe expresar de
manera comprensible lo que se pretende investigar. Además, debe ser
concisa para evitar que la profusión de palabras y los rodeos
innecesarios oscurezcan la idea central que se quiere expresar.
II. II. Pertinente. Que sea teóricamente relevante cuando se trata
de una investigación básica o bien que sirva al propósito de conocer el
aspecto de la realidad o problema sobre el que se quiere incidir,
cuando se trata de una investigación aplicada en el ámbito de la
acción social.
III. III. Realista. En el sentido de que exprese un tipo de
investigación que sea viable, realizable; en otras palabras, que la
interrogación se haga sobre un problema investigable. Cuando no se
tiene suficiente experiencia, a veces se proponen grandes y difíciles
investigaciones, en algunos casos llevados por el entusiasmo y en
otros, por insuficientes conocimientos acerca de lo que es una
investigación social.
Elementos que conforman el problema de investigación
Permítasenos otra vez la libertad de utilizar un ejemplo desde el campo
de las matemáticas: una pregunta de investigación despierta ciertas
facultades cognitivas, por ejemplo, en matemáticas preguntar ¿cuánto es
la suma de 12+34? Despertará un distinto nivel cognitivo que preguntar
¿Cómo funciona el algoritmo que da respuesta a la solución de 12+34? Y
este a su vez distinto nivel que cuestionarse ¿por qué funciona el
algoritmo que da solución a la suma de 12+34? O ¿existe una forma no
convencional de resolver la suma de 12+34? ¿Esta nueva forma de
resolver aplica para otras operaciones aritméticas? Es así como una
pregunta de investigación debe despertar e interconectar elementos que
lleven a desarrollar altos niveles de entendimiento como el análisis, el
pensamiento crítico, la conexión profunda de ideas y el pensamiento
productivo (Wertheimer, 1992). El planteamiento del problema tiene
relación con los elementos que lo estructuran. Para fomentar la reflexión
sobre lo que se pretende plantear puede ponerse a consideración
cuestionamientos tales como: el ¿qué está sucediendo?, el ¿cuál?, el
¿cómo?, por ejemplo ¿cómo se ha ido modificando la situación?, así
como los ¿por qué?, además de ¿cuáles factores inciden fuertemente en
la situación? Estas preguntas van creando conexiones entre los
elementos.
Una vez que el problema se ha planteado con mayor claridad, es
necesario que para su redacción se adopte una estructura lógica, y en
este sentido, puede estar redactado en forma interrogativa, debiendo
contener las abstracciones iniciales, pero también las categorías que
reflejan las propiedades o aspectos del objeto de estudio (Tecla, 2006).
En este sentido es importante resaltar que un planteamiento del problema
no es lo mismo que un tema de investigación que cuando se inicia a
hacer investigación suelen confundirse.
¿A qué se refieren estas categorías? Son los elementos o componentes
en los que puede desglosarse el problema de investigación. Para ello se
requiere todo un proceso de investigación documental, que tiene como
propósito la descripción profunda del problema, con todos sus aspectos y
elementos importantes, así como las relaciones que existen entre ellos.
Volviendo a redacción del problema, existen diversas inquietudes. Por
ejemplo: ¿se reduce a la formulación de una o varias preguntas?, ¿debe
acompañarse de un texto en prosa que lo describa? Según diversos
autores, no existe al respecto una sola respuesta, por lo que se
recomienda la formulación de diversas interrogantes, pero en forma
paralela a la redacción de texto en forma de prosa que describa con
profundidad las categorías o componentes principales.
Otra característica que debe tener la redacción del problema de
investigación, es referente a que debe implicar la posibilidad de su
comprobación empírica (Bauce, 2007) esto es, debe ser posible obtener
evidencias en relación a lo que estipula el problema, es decir, las
evidencias empíricas deben intentar responder las interrogantes incluidas.
Otro elemento a considerar durante la redacción del problema de
investigación, es el referente a la factibilidad, esto es, la viabilidad del
mismo. Una guía importante la puede proporcionar la respuesta que se
otorgue a preguntas tales como ¿es posible desarrollar el estudio en un
periodo determinado de tiempo?, ¿los recursos humanos y materiales
para realizar la investigación son suficientes?, ¿la metodología
seleccionada permite el desarrollo de la investigación?, ¿se tiene cierta
experiencia en la utilización de la metodología?
Delimitación del problema de investigación
Debido al gran acopio de información que suele asociarse a la primera
etapa de la construcción del problema de investigación, el investigador
novel puede en algún momento sentir confusión acerca de hacia dónde
dirigir el estudio del objeto, y en esta etapa se corren riesgos al
presentarse dificultades para acotar el problema a investigar.
Por su parte, la construcción del estado del arte también contribuye en
forma principal al refinamiento del problema de investigación. En este
apartado, se debe hacer un recuento o recopilación de todos aquellos
estudios previos que han abordado el objeto de estudio en cuestión, qué
enfoques se han tenido en el tratamiento del tema, qué estrategias
metodológicas se han empleado en su estudio, así como cuáles han sido
los principales hallazgos empíricos relacionados al mismo, y todo lo
anterior nos permite visualizar con mayor claridad los aspectos que
todavía no resultan lo suficientemente claros, o bien las problemáticas
asociadas al objeto de estudio, así como también las discusiones que las
distintas investigaciones han puesto en el centro del debate en referencia
a la temática.
De este modo el problema de investigación puede emerger y delimitarse
si se atienden aspectos como los siguientes (Torres y Jiménez, 2004):
¿qué no se ha tratado?, ¿qué aspectos no han sido resueltos o no se
conocen con suficiencia?, ¿qué “vacíos” de conocimiento se pueden
identificar?, ¿existen algunos resultados contradictorios o poco claros?,
¿qué interrogantes no han tenido una respuesta precisa?, ¿qué aspectos
no han sido elucidados?, ¿cuáles han sido las problemáticas o aspectos
sobre los que se han centrado las investigaciones previas?, ¿Cuáles
enfoques o perspectivas teóricas se han empleado en dichos estudios?,
¿Qué enfoques o estrategias metodológicas se han empleado?, ¿Qué es
lo que ya se sabe sobre los aspectos que nos interesan del objeto de
estudio?, ¿Qué preguntas o aspectos no han sido respondidos o
resueltos total o parcialmente?
Nótese que la respuesta a estas interrogantes resulta de vital relevancia,
pues de otra manera podría suceder que por ejemplo estuviésemos
investigando un aspecto en particular de un objeto de estudio, que ya ha
sido elucidado por investigaciones previas. O bien, que no estemos
enfocados en los aspectos realmente importantes del mismo objeto.
Apuntes para la construcción paulatina del problema
Es esencial que para construir un problema de investigación se requiera
profundizar más en el conocimiento del tema que se va a desarrollar.
Dentro de este contexto de reflexión, de acuerdo con Simmons (2011)
algunas características de un problema de investigación son que supone
un reto, o se trata de algo desconocido o controvertido, como una
paradoja, semejante a lo ocurrido con los casos de los descubrimientos
de la circunferencia de la tierra o el método para la medición del volumen
de objetos irregulares por parta de Eratóstenes y Arquímedes
respectivamente. En cada uno de los ejemplos anteriores Publicación
semestral No. 13 (2020) 10-15 13 el problema de investigación conjuntó
las tres características antes mencionadas.
Que el problema suponga un reto para el investigador es de suma
importancia ya que comúnmente los investigadores suelen desencantarse
de su objeto de estudio a las pocas semanas o incluso días de haber
elegido responder a su pregunta de investigación. En ocasiones esto
suele estar relacionado con el estar poco familiarizado con el tema que en
un inicio se creía novedoso, pero que en realidad no era desconocido e
incluso había sido superado.
La historia de la ciencia y la filosofía ha mostrado que grandes
descubrimientos surgen a través de la identificación de paradojas. Esto
refuerza nuevamente la necesidad de profundizar críticamente en el tema
de interés y sus múltiples relaciones con los elementos que la conforman.
De forma global y concreta para el planteamiento del problema, Bauce
(2007) recomienda los siguientes pasos: a) hacer una descripción del
fenómeno a estudiar, b) definir los ámbitos espacial y temporal del
fenómeno a estudiar, c) describir los sujetos y/o instituciones
involucrados. Por su parte, Abello (2009) nos proporciona una guía que
puede ayudarnos en el proceso de investigación: Primero la selección del
tema de investigación, considerando las fortalezas e intereses del
investigador. Como segundo paso considerar la relevancia y pertinencia
de la investigación, en relación con su importancia, beneficios o aportes al
conocimiento, e incluso innovaciones metodológicas. (ver figura 1). En
tercer lugar, la propia construcción del problema de investigación (donde
resulta primordial identificar en forma concisa la o las preguntas de
investigación).
Figura 1.
Pasos preliminares para la concreción del problema a investigar
Para autores como Tecla (2006), es durante el diseño de la investigación
que el sujeto (en este caso el investigador) puede ir construyendo y
afinando paulatinamente el problema de su investigación, a través de
una secuencia de pasos: primero se requiere la elaboración de un marco
teórico de referencia, que define las categorías en que se puede
desglosar el objeto de estudio, esto a su vez se logra mediante una
investigación documental robusta, que permita recolectar la información
inicial. En un segundo paso se necesita organizar y sistematizar algunas
abstracciones (ideas) que emergen del análisis. En una tercera etapa,
hacer un análisis y crítica de dichas abstracciones confrontándolas con la
realidad, a modo de lograr hacer una discriminación de tales constructos
con base en los datos teóricos. Y como último paso delimitar en forma
más concreta, al objeto de estudio (que se convierte así en una “unidad
de análisis”).
Por ello, la formulación del problema de investigación, constituye en sí
misma un problema de tipo epistemológico y teórico, en donde el
investigador tiene que realizar un tránsito entre un estadio de
conocimientos acerca del objeto de estudio, hacia un nuevo estadio
donde se siga la búsqueda de nuevos aspectos inéditos, esto es,
aspectos no conocidos del objeto (Torres y Jiménez, 2004). En este
sentido, resulta pertinente una famosa frase atribuida a Isaac Newton, “si
yo he visto más allá es porque logré pararme sobre hombros de
gigantes”, que nos hace reflexionar acerca de que todo conocimiento que
un investigador pueda construir, tiene sus bases en otros conocimientos
establecidos por investigadores que le antecedieron.
Otra característica que tiene esta construcción del problema de
investigación, para transitar de un estadio “inferior” a otro “superior”, es
que este proceso de análisis y teorización sigue un camino en forma
análoga a una espiral ascendente (ver figura 2).
Desde una perspectiva sociológica y epistémica, investigadores como
Bordieu, Chamboredón y Passerón (citados en Domínguez, 2007))
señalan que para construir un “objeto social real” es necesario
abandonar las observaciones “ingenuas” y “prenociones”, para arribar
a un “conocimiento científico” del problema, a través de un proceso de
teorización que permite concebir las distintas aristas y categorías de un
problema. Aunado a lo anterior, es imprescindible que el investigador
transite por un proceso de profunda reflexión crítica.