Adviento 2023-Primer Domingo

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ADVIENTO 2023

PRIMER
DOMINGO
“VIGILAR Y ORAR”

L1: Alegrémonos, el Señor nos va a visitar, viene a nuestras vidas y lo


mejor de todo: viene a quedarse para siempre con nosotros.
L2: Busca dentro de cada uno de nosotros un lugar porque el Señor
viene y busca un belén en tu corazón.
L1: La Navidad está próxima, ¡ilumina tu corazón con la luz de la alegría!
L2: Estas cuatro semanas de Adviento, debemos descubrir la historia
admirable de cuatro velas que cuchichean entre sí y escuchar con
atención el mensaje que nos quieren transmitir.
T: La primera vela nos dice: “Yo soy la luz de la FRATERNIDAD”, pero
me siento débil, porque cada vez hay menos lazos de amor, de
servicio y de unidad entre todos los hombres.
Este Adviento 2023 lo hacemos a la luz del Congreso Eucarístico
Internacional 2024 que lo celebraremos con el lema: “Fraternidad
para sanar el mundo”
CANTO DE ENTRADA

· ORACIÓN INICIAL:

Padre: Un año más, comenzamos el Adviento. Debemos prepararnos


para acoger a Jesús, “Pan vivo bajado del cielo” que nos llama a
la fraternidad.
Madre: Escuchemos a los mensajeros que nos traen la Buena Noticia
de un Dios que se hace Hombre para salvarnos, un Dios que
viene a salvarnos.
Hijo(a): Estar atentos al anuncio de fraternidad que el Niño nos hace
desde su cuna de Belén. Preparemos en nuestros corazones
la cuna de la fraternidad, del amor, del servicio a los más
necesitados, para sanar así las heridas de tantos hermanos
que hoy sufren violencia, maltrato, pobreza, miseria y que son
abandonados.
T: Cambiemos nuestras miradas, para descubrir a Jesús que
vive en el que sufre, en el excluido, en el marginado de la
sociedad, pero amado y preferido por el Señor, y que busca
ser sanado en sus heridas
Padre: Este es un tiempo de anticipar, de preparar, de prevenir, de
vigilar.
Madre: Esperar lo que traerá la llegada de un Dios libertador, de un
Dios con una palabra de justicia, de humanidad, de fraternidad
y de paz.
Hijo(a): El motivo de nuestra esperanza es creer que ese mensaje
sigue siendo promesa y una real esperanza de ser creadores de
fraternidad.
T: Vivamos este tiempo en forma activa. El reto para todos
nosotros está en esperar imaginando posibilidades y tratando
de convertirlas en realidad. Está en esperar, en esperarte
Señor, estando ya en marcha, en un camino, buscando,
construyendo, sanando las heridas de este mundo.

PROCLAMACIÓN DE LA PALABRA:

L3: Vigilar significa tener cuidado de alguien, estar atento para cuidar
de él, como lo hace una madre ante su hijo enfermo.
L4: Vigilar significa también, prepararse para
lo que va a acontecer, a fin de no ser
sorprendidos.
L3: Hoy se nos invita a estar atentos,
vigilantes, porque viene el
Salvador.
L4: El Señor no quiere llegar
de “improviso”, nos quiere
atentos, vigilantes.
Escuchemos la Palabra
que va a ser proclamada.
Primera Lectura:
Isaías 63, 16-17. 19; 64, 2-7
· Oración Responsorial:

L5: Toda nuestra vida es “adviento”.


Dios está viniendo.
T: SEÑOR, QUE SEPAMOS
ESPERARTE
L6: Él viene en su Palabra, en su
Espíritu que nos da la fe, en los
sacramentos de la Iglesia, en las
luchas y alegrías de la vida.
T: SEÑOR, QUE SEPAMOS BUSCARTE.
L5: Él viene en cada uno de nuestros
hermanos, sobre todo en los más
pobres y sufridos, en los desamparados y
abandonados.
T: SEÑOR, QUE SEPAMOS DESCUBRIRTE.
L6: Eres Señor, “El Pan vivo bajado del cielo”, que sepamos comulgar
contigo y soñar que la fraternidad es posible en el mundo de hoy.
T: SEÑOR, QUE SEPAMOS SOÑAR UN MUNDO DE HERMANOS.

CANTO ENTRE LECTURAS

» EVANGELIO: Marcos 13, 33-37


» Reflexión comunitaria

BENDICIÓN DE LA
CORONA DE ADVIENTO

(La familia coloca junto a la Corona un cartel con la palabra FRATERNIDAD)


Los cirios, que en cada domingo iremos encendiendo, simbolizan la
luz de Cristo que viene a nuestro encuentro y que se imponen sobre la
oscuridad del mundo.
Madre: Hay muchos que se cansan de esperar, porque la vida se ha
puesto muy dura, han perdido esperanza, están desilusionados.
Padre: Hay muchos que no saben buscar a Dios día a día, en el trabajo,
en la casa, en la calle, en la lucha por los derechos de todos, en
el esfuerzo por construir un mundo más fraterno.
Hijo(a): Hay muchos que no saben construir fraternidad porque su
corazón está lleno de sí mismo y no saben ver las heridas del
hermano que está a su lado.
Hijo(a): En este Adviento, volvamos a sentir la luz de nuestros hermanos
y familiares que han partido y brillan desde lejos. Son luces
que iluminan desde el amor nuestras vidas y nos da a todos
el sentido de esperanza.
Madre: Al encender esta Corona de Adviento,
te queremos pedir Señor que VENGAS A SALVARNOS

Familia: Señor, queremos estar despiertos y vigilantes, porque tú traes


la luz más clara, la paz más profunda, la alegría más verdadera a
nuestra vida familiar y nos haces constructores de fraternidad.
Estamos abiertos a la esperanza de tu salvación. Por eso te
decimos: Ven y sálvanos, Dios salvador nuestro, Dios amigo
nuestro.
T: Ha llegado el Adviento. Luego llegará la Navidad. Dios está
llegando siempre. Abramos todos los ojos a la fe, abramos
los brazos a la esperanza, abramos el corazón del amor. En
ese Dios que siempre viene, construyamos una familia y un
mundo de paz. Amén.

(EL PADRE ENCIENDE LA PRIMERA VELA DE ADVIENTO)

CANTO

L7: Hemos comenzado el tiempo de preparación para la venida del


Señor. Que mientras se acrecienta cada día el esplendor de esta
corona con nuevas luces, nos ilumines a nosotros con el esplendor
de aquel que, por ser la luz del -4-mundo, iluminará todas las
oscuridades.

ORACIÓN DEL PADRE NUESTRO


AVE MARÍA

ORACIÓN FINAL:

L7: En este Adviento 2023 vamos a hacer una oración diferente. Nos
unimos a la preparación del Congreso Eucarístico Internacional,
que se celebrará en Quito del 8 al 15 de septiembre del 2024 y
oramos junto a todos los que sueñan con una “Fraternidad para
sanar el mundo”.
T: Señor Jesucristo. Pan vivo bajado del cielo: Mira al pueblo de tu
corazón que hoy te alaba, te adora y te bendice.

Tú que nos reúnes alrededor de tu mesa para alimentarnos con tu


Cuerpo, haz que superando toda división, odio y egoísmo, nos unamos
como verdaderos hermanos, hijos del Padre Celestial.

Envíanos tu Espíritu de amor, para que buscando caminos de


fraternidad: paz, diálogo y perdón, colaboremos para sanar las heridas
del mundo. AMÉN.

CANTO FINAL

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