9 Fabulas Cortas PDF León Oveja
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El ciervo, el manantial y el
león
Había una vez un bello ciervo que se acercó a un
manantial a calmar su sed. El animal bebió de esa agua cristalina hasta que se
sintió satisfecho y luego, al ver su reflejo en el límpido manantial, quedó
maravillado de su cornamenta, la cual lo convertía en un animal admirado por
todos debido a su belleza.
Sin embargo, el ciervo siguió contemplndose y al ver sus delgadas patas pensó
que sería a!n ms majestuoso si la naturaleza le hubiese dado unas patas ms
gruesas y vistosas, que fueran igual de imponentes que su cornamenta.
"ensando en todo esto el ciervo se percató que desde un arbusto lo acechaba un
león, que estaba listo para ir a atacarlo y convertirlo en su presa.
Sin dudarlo un segundo el ciervo se lanzó a la carrera y logró sacar, gracias a su
velocidad, una distancia considerable al captor.
# medida que corría el ciervo se daba cuenta que su fuerza radicaba en sus
ligeras piernas y mientras el terreno fue llano, mantuvo una distancia considerable
con respecto al león.
Sin embargo, la fuerza de este radica en el corazón y nunca se dio por vencido a
pesar de la distancia, razón por la que cuando se adentraron en los matorrales del
bosque se vio premiado.
En ese escenario la cornamenta le hacía perder velocidad al ciervo, pues se
enredaba con cuanta rama y arbusto aparecía en el camino.
$e esa forma la distancia que separaba a ambas animales se fue haciendo cada
vez ms corta hasta que al final el ciervo quedó atrapado. Su cornamenta se había
quedado enredada con unas lienzas.
%a a punto de morir bajo las garras del león el ciervo comprendió cun equivocado
había estado en el manantial. Su principal atributo eran sus delgadas piernas y no
la bella cornamenta, que al final le costaría la vida.
"ara el ciervo fue muy tarde, pero comprender que lo esencial y ms valioso no es
precisamente lo ms bello es algo que nos puede ser de mucha utilidad a nosotros
a lo largo de nuestras vidas.
Tu uniforme a la moda
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El ella estaban las vacas, los caballos, los pollitos, los carneros y los cerditos.
&n día, se metió un cerdo dentro de un reba'o de carneros, y pastaba con ellos a
diario.
"ero un día lo capturó el pastor y el cerdo se puso a gru'ir y forcejar. (os carneros
lo rega'aban por gritón, dici)ndole*
+ #h si-+ replicó el cerdo+ "ero no es con el mismo fin/ # ustedes les echan
mano por la lana, pero a mí es por mi carne.
0oraleja*
Si conoces alguna otra fbula para ni'os y quieres compartirla con nosotros y los
dems padres, estaremos encantados de recibirla.
Hora de jugar
El verano más chetado es el que se
vive con amigos
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La mariposa y
las liebres
Hora de jugar
El verano más chetado es el que se
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La leona fiera
Hubo una vez una leona
muy feroz que vivía en un
bosque. #quella leona era
tan fiera, tan fiera, que el
resto de animalillos del
mismo vivían asustados
evitando cada día el
cruzarse con ella.
% es que la leona se
dedicaba a cazar cachorros
de todas las especies para
saciar su hambre y sin preocuparse ni un momento por la tristeza que aquello
pudiera generar en sus vecinos. (a leona consideraba que no había carne ms
rica y suculenta que la de los cachorrillos del bosque y se dedicaba a perseguirlos
y a amenazarlos de día y de noche. 2ampoco respondía a las s!plicas de sus
vecinos, que pedían constantemente a la leona que dejase de atemorizar a sus
cachorros. 6$eberíais sentiros afortunados de que los prefiera a ellos antes que a
vosotros/7, les respondía continuamente la leona.
8uiso la vida que, con el tiempo, aquella leona tambi)n tuviese cachorros. 8u)
contenta se sentía al verlos crecer y sentirlos a su lado/ 3unta compa'ía tenía/
#doraba jugar con ellos y el simple hecho de poder contemplarlos mientras se
divertían o dormían plcidamente.
"ero un día, entre tanta felicidad, llegaron al bosque unos cazadores que
pretendían apoderarse de sus peque'os cachorros. 3ada vez que amanecía, la
leona tenía que echarse sobre el lomo a los cachorros y hacer mil peripecias para
escapar de aquellos temibles cazadores.
3ansada de esconderse y convencida de que ya no les quedaban a los cazadores
muchos rincones por e5plorar, la leona decidió pedir ayuda a su vecinos los
animales del bosque. 8u) desconsuelo y qu) tristeza sintió la leona al ver que ni
uno solo de sus vecinos abría la puerta de su casa/ % es que la leona no había
tenido ninguna consideración con aquellos animales y el tiempo le pagó con
creces su actitud.
"ero tranquilos, amiguitos, que los cachorros de la leona no sufrieron ning!n da'o,
y comenzaron una nueva vida en otro bosque y con otra actitud* la de hacer
muchos amigos y nuevos vecinos a los que querer y respetar por siempre.
Hora de jugar
El verano más chetado es el que se
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EL CABALLO Y LA CABRA
9ivieron en una ocasión y en una mismo establo un caballo y una cabra. #l caballo
siempre le sacaban a pastar y a pasear muy temprano por un camino precioso y
lleno de hierba tan fresca y rica como jams se había visto por la zona.
#l contrario que al caballo, a la cabra la sacaban a pastar por un prado situado en
un camino muy lejano y conformado por hierbas tristes y secas.
El caballo, presuntuoso y altivo, en lugar de sentir lstima por su compa'era la
cabra, tendía a burlarse de ella y de su situación*
Es increíble cómo eres capaz de pastar por esos caminos aislados y tan
poco agradecidos. %o no podría pastar donde t! lo haces. Se atragantaría mi
brillante y suave cuello/ (a buena noticia es que yo no tendr) que hacerlo, porque
no soy una insignificante cabra.
(a cabra, por su parte, dejaba que el caballo se desahogara con sus maleducadas
palabras con un sabio silencio por respuesta. "ero un día todo cambió para
ambos. En el establo metieron de buena ma'ana a un caballo tan fuerte, que casi
parecía un roble, y desde entonces, las mejores hierbas fueron para )l. El caballo
viejo y arrogante tuvo que acompa'ar en lo sucesivo a su compa'era la cabra a la
hora de comer, a la que tanto había humillado.
#sí que t! no podías comer ni comerías por nada del mundo la hierba de
estos caminos, no- "ues no s) qu) haces aquí entonces comi)ndote mi
preciado sustento:+ $ijo la cabra irónicamente mientras contemplaba al
desdichado caballo.
El caballo compendió poco a poco, junto a su compa'era la cabra, que en la vida
es muy importante no decir nunca el de este agua no beberé. "orque:, nunca se
sabe lo que puede pasar/
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(a historia nos dice que el zorro es un animal muy astuto. "ero lo cierto es que la
vanidad puede convertir incluso al mismísimo zorro, en un animal necio y est!pido.
8u) no os lo cre)is- "ues estad atentos a la siguiente historia:
1rase una vez un zorro al que le encantaba pasar el tiempo tocando la guitarra;
tocando la guitarra y persiguiendo y cazando gallinas. "rocuraba unir sus dos
pasiones tocando hermosas canciones con su guitarra en la mismísima puerta del
gallinero. Esta acción del zorro era sumamente cruel, ya que la primera gallina que
se asomaba a la puerta del gallinero movida por los dulces acordes de la guitarra,
era cazada por las garras del astuto zorro.
$e esta forma iba transcurriendo un día tras otro hasta que, en cierta ocasión, el
gallo del gallinero decidió poner fin a aquel ultraje. $icho gallo decidió manifestarle
su queja a un gato muy bondadoso que vivía cerca del gallinero, y este decidió
darle una lección al zorro para ayudar con ello al gallo y a las gallinas.
El gato decidió acudir a la casa del zorro, y acompa'ado de un palo grueso y una
guitarra, se sentó junto a su ventana tocando dulces canciones con la guitarra.
8ui)n puede tocar algo tan bonito-+ Se preguntó el zorro asomando la
cabeza por la ventana.
En aquel justo instante el gato golpeó al zorro curioso*
"ara que aprendas/+ $ijo el gato, mientras le golpeaba.
% el, hasta entonces astuto zorro, se dio cuenta de cuan necio había sido por
culpa de su glotonería y su curiosidad.
El gallo y la zorra
&n gallo muy astuto, se encontraba un día vigilando su alrededor sobre la rama de
un rbol, cuando de pronto se acercó una zorra y le dijo maliciosamente*
4 Hermano/ 9engo a firmar la paz entre tu especie y la mía. <o quiero que
seamos enemigos nunca ms. =aja rpido de ese rbol que podamos darnos un
beso y un gran abrazo fraterno, para sellar así esta alianza de una vez por todas.
4 #miga/ +3ontesto el gallo+ 0e das la mejor de las noticias posibles/ Esta paz
que tanto hemos deseado: % salida de tus propios labios/ 8u) casualidad/ 4
"rosiguió el gallo+ "or el fondo del camino diviso a dos enormes perros, que
seguro vienen de recaderos a darme la buena nueva que ya me has avanzado t!.
$e pronto, asustada la zorra por los supuestos perros, dijo*
4 =ueno, hasta otra, que tengo mucha prisa. %a lo celebraremos otro día:
% el fiero animal salió corriendo campo a trav)s, sin haber dado alcance a su
presa. 0ientras, el astuto gallo, se regocijaba sobre la rama del rbol de su
haza'a y valentía. (e resultaba un aut)ntico placer haber conseguido enga'ar a
quien enga'a.
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La Cigarra y la Hormiga
1rase una vez una descuidada cigarra, que vivía siempre al día y despreocupada,
riendo y cantando, ajena por completo a los problemas del día a día. $isfrutaba
de lo lindo la cigarra del verano, y reíase de su vecina la hormiga, que durante el
período estival, en lugar de relajarse, trabajaba duro a cada rato, almacenando
comida y yendo de un lado a otro.
"oco a poco fue desapareciendo el calor, seg!n se avecinaba el oto'o y sus días
frescos, y con )l fueron desapareciendo tambi)n todos los bichitos que la
primavera había traído al campo, y de los cuales se había alimentado la cigarra
entre juego y juego. $e pronto, la desdichada cigarra se encontró sin nada que
comer, y cansada y desganada, comprendió su falta de previsión*
"odrías darme cobijo y algo de comer- 4 $ijo la cigarra dirigi)ndose a la
hormiga, recordando los enseres que esta !ltima había recolectado durante
el verano en su hormiguero.
#caso no viste lo duro que trabaj) mientras t! jugabas y cantabas- 4
E5clamó la hormiga ofendida, mientras se'alaba a la cigarra que no había
sitio para ella en su hormiguero.
% así, emprendió de nuevo el camino la cigarra en busca de un refugio donde
pasar el invierno, lamentndose terriblemente por la actitud perezosa e infantil que
había llevado en la vida.
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