Reforestación
Reforestación
Reforestación
Para reforestar un terreno baldío por la tala indiscriminada, por un incendio o por la
deforestación a causa del cambio climático hay que trazar un plan. La reforestación ha de ser
sostenible, es decir, no se trata de plantar árboles arbitrariamente. A continuación, repasamos
las principales cuestiones a tener en cuenta:
Problemas de la reforestación
Según la Evaluación de los recursos forestales mundiales 2020 (FAO), más de 2.000 millones de
hectáreas de bosque en el mundo tienen planes de gestión. La preparación de directrices para
el correcto funcionamiento de los bosques es un punto de partida que no debe faltar a la hora
de rehabilitar un bosque o de lanzarse a reforestar porque, como en todo proceso, pueden
surgir problemas:Si la reforestación es impulsiva, es decir, no cuenta con un buen plan de
ejecución, puede ser contraproducente, perjudicando a la diversidad de especies o a los
cultivos agrícolas. En grandes cultivos forestales podemos conseguir el efecto inverso al
buscado, desecando y empobreciendo los suelos por exceso de concentración salina. Una mala
elección de los nuevos árboles a introducir, así como su manera de plantarlos y posicionarlos
puede ser perjudicial. Además, la introducción de especies invasoras puede favorecer la
extinción de otras. Una reforestación mal planteada podría desembocar en un monocultivo,
que no solo afectaría a la diversidad de la flora autóctona sino también a los hábitats de los
diferentes habitantes del bosque.