La Revolución Francesa
La Revolución Francesa
La Revolución Francesa
tuvo lugar en Francia entre 1789 y 1799. Fue un acontecimiento clave en la historia de Francia y
tuvo un impacto significativo en todo el mundo, sentando las bases para la modernidad política y
social.
La Revolución Francesa fue impulsada por una serie de factores, entre ellos las desigualdades
sociales y económicas, la ineficiencia del sistema político y la insatisfacción generalizada con la
monarquía absoluta. También fue influenciada por las ideas de la Ilustración, que promovían la
libertad, la igualdad y la fraternidad, así como la noción de que el poder político debía residir en el
pueblo.
En 1799, la Revolución Francesa llegó a su fin con el golpe de Estado liderado por Napoleón
Bonaparte, quien estableció el Consulado y posteriormente se convirtió en Emperador. Aunque el
régimen napoleónico marcó una ruptura con los ideales revolucionarios, muchos de los cambios
introducidos durante la Revolución Francesa, como la igualdad ante la ley y la participación
política, se mantuvieron y sentaron las bases para futuros movimientos y cambios políticos en
Francia y en todo el mundo.