Ingenieria Interior - Sadhguru
Ingenieria Interior - Sadhguru
Ingenieria Interior - Sadhguru
ROBERT A. HEINLEIN
INGENIERÍA INTERIOR
La palabra de cuatro letras
S entraba a la farmacia de
UCEDIÓ UNA VEZ... UN CLIENTE QUE
Shankaran Pillai vio a un hombre fuera abrazando un poste
de luz, con los ojos en blanco.
—¿Quién es ese hombre? ¿Qué le sucede? —preguntó al
entrar en el establecimiento.
—¡Ah, ese! Es uno de mis clientes —respondió Shankaran
Pillai, impávido.
—Pero ¿qué le pasa?
—Quería un remedio para la tosferina y le proporcioné la
medicina apropiada.
—¿Qué le diste?
—Una caja de laxantes. Le obligué a tomársela aquí
mismo.
—¡Laxantes para la tosferina! ¿Por qué le has dado eso?
—¡Ay, por favor, si ya has visto cómo está! ¿Crees que va a
atreverse a toser otra vez?
La caja de laxantes de Shankaran Pillai es representativa
del tipo de solución que se vende en todo el mundo a las
personas que buscan el bienestar y por la que el término
«gurú» se ha convertido en una palabra de cuatro letras no
muy agradable1.
Por desgracia hemos olvidado el sentido real del término.
«Gurú» significa en sentido literal «aquel que disipa la
oscuridad». La función del gurú, contrariamente a la
creencia popular, no es enseñar, adoctrinar o convertir. El
gurú está ahí para arrojar luz sobre dimensiones que se
encuentran más allá de la percepción sensorial y el drama
psicológico, sobre dimensiones que actualmente no somos
capaces de percibir. El gurú está ahí, fundamentalmente,
para arrojar luz sobre la propia naturaleza de tu existencia.
Hay muchas enseñanzas falsas y engañosas en nuestro
mundo hoy. «Estar en el momento presente» es una de ellas
e implica que podrías estar en otra parte si quisieras.
¿Cómo es posible? El presente es el único lugar en el que
puedes encontrarte. Vives o mueres en este momento. Este
instante es la eternidad. ¿Cómo vas a escapar de él, aunque
lo intentes?
Ahora mismo, tu problema consiste en que sufres por algo
que sucedió hace diez años y por lo que podría ocurrir
pasado mañana. Ambos temores no son verdaderos: se
trata de un juego de la memoria y la imaginación.
¿Significa esto que para encontrar la paz has de aniquilar
la mente? De ninguna manera. Únicamente quiere decir
que necesitas hacerte cargo de ella. Tu mente contiene
enormes reservas de recuerdos e increíbles posibilidades
de la imaginación que son resultado de un proceso
evolutivo de millones de años; cuando eres capaz de usarla
y dejarla de lado a voluntad la conviertes en una
herramienta fantástica. Rechazar el pasado y descuidar el
futuro es trivializar esta maravillosa facultad. De modo que
«estar en el momento presente» se convierte en una
limitación psicológica paralizante, pues niega nuestra
realidad existencial.
«Haz solo una cosa cada vez» se ha convertido en otro
popular eslogan de autoayuda. ¿Pero por qué habrías de
hacer solamente una cosa cuando la mente es una máquina
multidimensional extraordinaria capaz de manejar diversos
niveles de actividad al mismo tiempo? En lugar de
domesticar y aprender a dirigir la mente, ¿por qué quieres
destruirla? Pudiendo conocer el emocionante gozo de la
actividad mental, ¿por qué optar por una lobotomía y ser
un vegetal voluntariamente?
Otra expresión que se ha convertido en un cliché a causa
de su uso excesivo es el «pensamiento positivo». Si se
simplifica demasiado y se usa como un mantra que lo
resuelve todo fácilmente, el pensamiento positivo se
convierte en un modo de encubrir o azucarar la realidad.
Cuando eres incapaz de procesar la información en tiempo
real y controlar tu drama psicológico, te aferras al
«pensamiento positivo» como un calmante. Y si bien al
principio podría parecer que así infundes nueva confianza y
optimismo a tu vida, en esencia se trata de una opción
limitada. A largo plazo, si niegas o amputas una parte de la
realidad, tendrás una perspectiva desequilibrada de la vida.
También está el tradicional negocio de trasladar el
bienestar humano a los cielos y afirmar que el núcleo del
universo es el amor. El amor es una posibilidad humana. Si
necesitas un curso de repaso, puedes aprender de tu perro,
¡él rebosa afecto! No tienes que viajar al espacio exterior
para conocer el amor. Estas filosofías pueriles tienen su
origen en la creencia de que la existencia es
humanocéntrica; esta idea nos ha privado de sentido
común y nos ha hecho cometer los crímenes más
inhumanos y atroces a lo largo de la historia, algunos de los
cuales siguen perpetuándose hoy en día.
Como gurú, no tengo ninguna doctrina que enseñar,
ninguna filosofía que impartir, ninguna creencia que
difundir, por la simple razón de que la única solución para
todos los males que asolan a la humanidad es la
autotransformación. Esta no consiste en un mejoramiento
personal; no se alcanza a través de la moral o la ética ni
mediante cambios de actitud o conducta, sino al
experimentar la naturaleza ilimitada que somos. La
autotransformación implica la desaparición de lo caduco:
es un cambio dimensional en la forma de percibir y
experimentar la vida.
Saber esto es yoga y quien lo ha integrado en sí mismo es
un yogui. Alguien que te guía en esta dirección es un gurú.
El propósito del presente libro es ayudarte a que el gozo
sea tu fiel compañero. Para que esto suceda, estas páginas
no te ofrecen un sermón, sino una ciencia; no te ofrecen
enseñanzas, sino una tecnología; no te ofrecen un precepto,
sino un camino. Ha llegado el momento de explorar esta
ciencia, trabajando con sus técnicas, andando el camino.
Durante este viaje el gurú no es el destino, sino el mapa.
La dimensión interior es un terreno desconocido. Si estás
familiarizándote con un lugar que no conoces, ¿no es mejor
contar con indicadores? Aunque podrías explorarlo por ti
mismo, posiblemente te llevaría varias vidas. Cuando te
encuentras en un terreno desconocido es razonable seguir
las indicaciones. En cierta manera un gurú no es sino un
mapa de carretera vivo; de ahí las siglas GPS: Guru
Pathfinding System (sistema que te permite encontrar el
camino con la ayuda de un gurú).
Esta es la razón de la existencia de la infame palabra de
cuatro letras: gurú.
Así que para facilitarte doblemente las cosas, te ofrezco
otra de ocho letras...
... Sadhguru
Una nota para el lector
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Después de mi experiencia en la colina Chamundi una
cosa me quedó clara: en la vida no existe «esto» y
«aquello», sino que todo es «esto» y «esto», lo cual
significa que todo es aquí y ahora; el acceso a todo es aquí
y ahora, y reside únicamente en la habilidad para
responder: en la disposición para experimentar y expresar
lo divino.
No existe el «sí» y el «no», ¡sino que todo es «sí» y «sí»!
La elección es tuya. Puedes reaccionar ante la vida con «sí»
y «no» en una división perpetua de la existencia que es la
base de ciclos repetitivos de conflicto y pesar; o bien,
puedes convertirte en un gran SÍ a la vida.
La responsabilidad limitada es una forma de crear límites.
Aquello de lo que te crees responsable estará dentro de tu
límite y aquello de lo que no te sientes responsable estará
fuera. Pero la responsabilidad ilimitada va más allá de tu
actual nivel de comprensión y percepción. La vida es más
—mucho más— de lo que eres consciente ahora mismo.
Una vez que tomas conciencia de este simple hecho: mi
habilidad para responder es ilimitada, tu vida interior se
reorganiza de un modo completamente diferente; avanzas
hacia niveles más y más elevados de libertad interior. La
vida se convierte en un viaje maravilloso y excitante de
autodescubrimiento.
El mundo exterior ha visto un gran número de
revoluciones sangrientas. Fueron violentas porque unos
estaban dispuestos a cambiar y otros no. Pero en la vida
interior solo existe una clase de revolución y es silenciosa;
consiste en pasar de una falta de disposición a estar abierto
a la transformación.
Has de formularte la siguiente pregunta: ¿deseas ser un
ser humano de tiempo completo o de medio tiempo? Si
limitas tu disposición para responder, el ámbito y
dimensión de tu experiencia será poco sorprendente,
predecible, limitado y estrecho. Pero cuando eres un ser
humano a tiempo completo das una respuesta constante y
vehemente a todo; para ello no necesitas hacer nada en
particular, solo convertirte en una pieza de la vida abierta a
responder en este maravilloso universo vivo.
A diferencia de los límites, la responsabilidad no es
molesta. Si te creas una limitación, ya sea ideológica, de
casta, credo, raza o religión, no puedes ir más allá y acabas
estancado sin motivo. Estas limitaciones acaban
alimentando el temor, el odio y la ira; cuanto más grandes,
más pesadas se vuelven. Pero si tu responsabilidad es
ilimitada ¿dónde está el límite?
Sin límite, sin carga.
Este es el giro radical que ha de llevarse a cabo en la
conciencia humana.
Una vez que sucede, no es que el universo comience a
actuar a tu manera, sino que tu identidad se vuelve
universal.
No se trata de trascender, sino de regresar a casa.
SADHANA
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¿Qué es exactamente el yoga?
Si cerraras los ojos y te lo imaginaras, probablemente
visualizarías unos cuerpos retorcidos adoptando posturas
imposibles. Huesos doblados, nudos musculares, dientes
apretados, contorsionismo... ¡Para muchos eso es el yoga!
La tendencia está cambiando un poco en la actualidad y
numerosos centros de yoga ya imparten además técnicas
de respiración y meditación. Así pues, para algunas
personas, la imagen del yoga podría ser la de unos rostros
serenos y sonrientes con cuerpos perfectos sentados en
loto sin esfuerzo.
Pero cuando hablamos de la ciencia del yoga no nos
referimos a nada de eso.
El yoga no es una práctica, no es un ejercicio ni tampoco
una técnica. La conciencia popular ha generado una forma
sesgada del yoga que se ha difundido por el mundo. Esto es
una parodia de una ciencia de una grandeza y profundidad
extraordinarias que se originó en el subcontinente indio.
La ciencia del yoga es sencillamente la ciencia de estar en
alineamiento perfecto, en armonía absoluta, en completa
sincronía con la existencia.
Si bien las múltiples fluctuaciones del mundo exterior
ejercen un impacto en nosotros, el yoga es la ciencia de
crear situaciones internas que sean exactamente como
deseas. Cuando te afinas de tal modo que todo trabaja
armoniosamente en tu interior, tus mejores facultades se
manifiestan de forma natural.
Seguramente habrás notado que cuando estás contento
funcionas mejor y parece que dispones de una provisión
ilimitada de energía; puedes seguir sin parar incluso sin
comer ni dormir. Solo un poco de felicidad te libera de tus
limitaciones habituales y te permite disponer de mayor
capacidad y energía.
Cuando tu mente y tu cuerpo se hallan en un estado de
relajación, también te liberas de muchos malestares
incómodos. Imagina que estás sentado en la oficina con
dolor de cabeza; si bien no se trata de una enfermedad
grave, puede disminuir en gran medida el rendimiento, así
como el entusiasmo por el trabajo y quizá hasta por la
propia vida. Un simple dolor de cabeza puede convertir
aquello que más aprecias en una fuente de frustración o
incluso de miseria. (Esto también funciona a la inversa.
¡Cuando tus seres queridos están molestos contigo fingen
un dolor de cabeza!). Pues bien, con la práctica del yoga,
puedes mantener el cuerpo y la mente al máximo nivel de
capacidad y eficiencia.
Y sin embargo, el yoga no es solo una herramienta de
autoayuda que te permite ser más eficaz en los ámbitos
físico y mental, y estar libre de dolores de cabeza: es eso y
mucho más.
La ciencia moderna ha descubierto que toda la existencia
es energía que se manifiesta de diferentes maneras y en
diferentes formas. Esto significa que la misma energía
puede permanecer inmóvil en forma de roca, establecerse
como lodo, erguirse como un árbol, correr bajo la forma de
un perro o estar leyendo este libro como tú mismo lo haces.
En esencia, eres una fracción de esa energía que forma
parte del amplio sistema energético del universo. El cosmos
no es más que un organismo enorme y tu vida no es
independiente de él; no puedes vivir sin el mundo, ya que,
momento a momento, tiene lugar una profunda transacción
entre tú y él.
Aunque todo en el universo está compuesto por la misma
energía, esta funciona de diferentes formas y en distintos
niveles de capacidad; la misma energía crea rosas en una
planta y jazmines en otra. Con el mismo material con el que
se hicieron cazuelas de barro, ahora fabricamos
computadoras, coches e ¡incluso naves espaciales! Con la
misma materia prima exploramos posibilidades cada vez
más sofisticadas. En esencia, la evolución natural es un
fenómeno parecido: ¡con el mismo material de este planeta,
qué increíble transformación ha tenido lugar desde la
ameba hasta el ser humano!
Sucede lo mismo con las energías internas: el yoga es la
tecnología para mejorar, activar y refinar esas energías
para poder alcanzar sus posibilidades más elevadas. De
repente, tus capacidades llegan a un nivel de genialidad
que nunca imaginaste posible. Una vida limitada y fortuita
se convierte en casi milagrosa.
Pero además el yoga ejerce una función aún más profunda
que la de asegurar el bienestar del cuerpo, la mente y los
niveles energéticos. Yoga significa «unión» literalmente.
Cuando estás en yoga, en tu experiencia, todo se ha
convertido en uno. Esta es su esencia y su objetivo último.
¿En qué consiste esta unión? ¿Qué se une con qué?
Ahora mismo eres consciente de alguien denominado
«yo» y de alguien denominado «el otro». Si bien estos «yo»
y «el otro» pueden ampliarse a grupos, comunidades y
naciones, fundamentalmente la distinción entre «yo» y «el
otro» es la base del conflicto en el universo. Pues bien, el
principal objetivo del yoga es guiarte hacia una experiencia
en la que no exista la distinción entre «tú» y «yo» ¡y todo
sea yo o todo sea tú! Cualquier proceso que ayude a
alcanzar esta unión es yoga.
¿Cómo puede conseguirse esta unión?
Existen diversas formas, pero comencemos por el
principio, es decir, con nuestras ideas de qué constituye un
individuo. Si te dijera algo que no sabes tendrías la opción
de creerme o no creerme; en cualquiera de los dos casos
habrías concretado tus conjeturas, ya sea positiva o
negativamente, pero solo te produciría ilusiones o
imaginaciones fantásticas. Sin embargo, la totalidad del
proceso del yoga consiste en llevarte, paso a paso y fase
por fase, de lo conocido a lo desconocido. Se trata de una
ciencia absolutamente empírica; no te pide que tomes nada
como verdadero, sino que te insta a experimentar cada
paso del camino.
De modo que primero examinemos qué entiendes
exactamente por «yo». Según tu entendimiento actual, ese
«tú» está constituido por tu cuerpo, tu mente (que incluye
los pensamientos y las emociones) y tus energías. Puede
que no experimentes tus energías recientemente, pero las
conoces por deducción: si tu cuerpo y tu mente funcionan
como lo hacen, debe haber algún tipo de energía que les
permita hacerlo. Estas tres realidades —cuerpo, mente,
energía— son lo que conoces y aquello con lo que puedes
trabajar.
Pues bien, el yoga sostiene que en realidad estamos
compuestos por cinco «envolturas» o capas, o expresado de
un modo más simple, cuerpos. Además de una fisiología
médica, existe una fisiología yóguica que nos conduce
desde los niveles de realidad más densos a los más sutiles.
¿Tienes que creer en ello? No, aunque es un lugar útil
donde empezar nuestra exploración. Tu área fundamental
de trabajo, sin embargo, son únicamente las realidades de
las que eres consciente.
La primera envoltura o capa a la que el yoga dirige
nuestra atención es el cuerpo físico, el annamayakosha,
que significa cuerpo de alimento. Lo que denominas
«cuerpo» no es sino un montón de comida acumulada, el
producto de los alimentos ingeridos durante tu vida, y de
ahí su nombre.
La segunda envoltura es manomayakosha, el cuerpo
mental. En la actualidad se habla mucho de las
enfermedades psicosomáticas; en efecto, lo que ocurre en
la mente afecta también al cuerpo. Lo que llamas «mente»
ni es solo el cerebro ni está ubicada en una sola parte de la
anatomía humana: cada célula posee inteligencia propia, de
modo que existe todo un cuerpo mental, una anatomía de la
mente.
Lo que acontece en el cuerpo mental también sucede en
el cuerpo físico y viceversa. Asimismo, cada fluctuación
mental produce una reacción química y viceversa.
Los cuerpos físico y mental son como tu hardware (tu
computadora) y tu software (el programa de la
computadora): ninguno de ellos funciona hasta que no los
provees de suministro energético. Así pues, la tercera
envoltura es pranamayakosha, el cuerpo energético. Si
mantienes el cuerpo energético en perfecto equilibrio, no
se producen enfermedades físicas ni mentales. En la
actualidad, diversas investigaciones científicas han
revelado que el impacto de la memoria genética en el ser
humano no es absoluto. Con la excepción de los aspectos
fundamentales del ADN, todo puede cambiarse, incluida la
tendencia genética que te hace más vulnerable a ciertas
enfermedades. Si bien las enfermedades infecciosas se
originan a causa de organismos externos, las afecciones
crónicas son fabricadas cada día por los seres humanos.
Cuando tu cuerpo energético está equilibrado y vibrando
plenamente, las dolencias crónicas no pueden existir en el
organismo. Podría presentarte a miles de personas que se
han liberado de sus padecimientos físicos y psicológicos
mediante unas sencillas prácticas yóguicas. Si bien estas
prácticas no están dirigidas a la enfermedad, restablecen
cierta armonía y vitalidad en el cuerpo energético.
Estas son las tres dimensiones del ser de las que eres
consciente ahora mismo: la física, la mental y la energética.
Esencialmente, son de naturaleza física, aunque cada una
de ellas sea más sutil que la anterior. Podríamos
compararlas con una bombilla, la electricidad y la luz,
todos ellos elementos físicos. Puedes sostener en la mano la
primera, sentir la segunda y necesitarás un receptor
sensible como el ojo para experimentar la tercera; pero son
fundamentalmente realidades físicas, razón por la cual
puedes experimentarlas a través de los órganos
sensoriales.
Sin embargo, existe una cuarta envoltura denominada
vignanamayakosha o cuerpo etéreo. Gnana significa
«conocimiento» y vishesh, «conocimiento extraordinario»,
aquello que está más allá de las percepciones sensoriales.
Se trata de un estado de transición que no es ni físico ni no
físico, sino un enlace entre ambos. No forma parte de tu
nivel de experiencia actual, pues esta depende de los cinco
órganos sensoriales, que no pueden percibir las realidades
no físicas. Las personas que relatan experiencias cercanas
a la muerte son quienes se han deslizado involuntariamente
en este estado. Esta clase de experiencias suceden cuando,
por alguna razón, los cuerpos físico, mental y energético se
han vuelto débiles. Si aprendes a encontrar un acceso
consciente a esta dimensión, se producirá un salto enorme
en tu capacidad de conocer los fenómenos cósmicos.
Existe además una quinta envoltura denominada
anandamayakosha, que está más allá del ámbito físico.
Ananda significa «dicha». Esta capa no tiene nada que ver
con las esferas físicas de la existencia. Una dimensión que
está más allá de lo físico no puede describirse ni definirse,
de modo que el yoga habla de ella solamente en términos
de experiencia. Cuando estamos en contacto con este
aspecto que trasciende lo físico nos sentimos dichosos; no
es que la estructura física albergue una burbuja de
felicidad, sino que cuando accedes a esta dimensión
indefinible se produce una experiencia arrolladora de
dicha.
Pero la dicha no es un objetivo en sí mismo, sino que una
vez que has tocado esta dimensión de no existencia, la
felicidad está garantizada. En este estado dejas de ser un
problema en tu propia vida y, cuando esto ocurre, puedes
explorar sin temor el infinito.
Cuando accedes a esta dimensión que está más allá de
cualquier definición, se suspenden los efectos del tiempo y
el espacio, lo cual explica las numerosas historias de yoguis
que permanecen sentados inmóviles durante períodos de
tiempo increíblemente prolongados. Esto no se debe a la
resistencia física, sino a que en estos estados dejan de
estar sujetos al proceso del tiempo. Han tocado una
dimensión que trasciende todas las contradicciones del
aquí y el allá; el ahora y el después, y que constituye un
océano ilimitado de vacío donde no hay cautiverio ni
libertad, una existencia más allá de la existencia.
El yoga no te pide que trabajes con nada que no conozcas;
simplemente te dice que si los cuerpos físico, mental y
energético están perfectamente alineados, accederás a ese
cuerpo de dicha. El trabajo, no obstante, como he
mencionado antes, se realiza con los tres primeros cuerpos.
En lo que se refiere a las realidades externas, cada ser
humano tiene capacidades diferentes: lo que es posible
para uno, puede no serlo para otro. Pero en lo concerniente
a las realidades internas, todos somos igualmente capaces.
No existen garantías de que puedas cantar, escalar una
montaña o enriquecerte, simplemente porque lo desees;
pero todo el mundo tiene acceso a una vida interior
dichosa; no puede serte negada si estás dispuesto a
experimentarla. Una vez que dominas ciertas técnicas
yóguicas básicas de bienestar interior, tu viaje por la vida
sucede sin esfuerzo; eres capaz de expresarte en todo tu
potencial sin ningún estrés o tensión. Aunque juegues con
la vida de la forma que desees, esta no podrá dejarte ni una
sola marca.
***
***
L específica y te invita a
A SIGUIENTE PARTE DEL LIBRO ES MÁS
profundizar en una exploración de las tres capas o
envolturas principales de la identidad, de las que todo ser
humano es consciente. De acuerdo con esto, está dividida
en tres secciones: cuerpo, mente y energía.
Cada uno de estos capítulos busca ampliar tus ideas de lo
que constituyen los ámbitos físico, psicológico y pránico (o
energético). A lo largo de esta sección, encontrarás ciertos
supuestos cuestionados, clichés demolidos, términos
comunes redefinidos y algunas perspectivas inusuales que
serán exploradas.
Pero te pido que no creas nada de lo aquí expuesto. El
yoga, como hemos visto anteriormente, te invita a que
experimentes todo por ti mismo y te anima a hacerlo sin
miedo. Así pues, esta segunda parte oscila entre la
información intelectual y prácticas y ejercicios de
autoobservación sugeridos. En esta sección, los conceptos
se concretizan y se proponen formas para implementar las
ideas expuestas. De esta manera, podrás comprobar por ti
mismo si los conceptos planteados son factibles o se trata
solo de palabras vacías.
¿Cuál es el mejor modo de abordar esta sección? Si no te
interesara poner en práctica cada uno de los ejercicios
propuestos en los apartados de «sadhana», está bien. La
razón para ofrecerte una serie de prácticas y consejos es
que puedas concentrarte en aquellos que más te atraigan;
están diseñados para ayudarte a efectuar la transición de la
lectura a la vida cotidiana y para darte la libertad de
examinar cada hipótesis en el laboratorio de tu propia vida.
Esta parte del libro tiene como objetivo ayudarte a dejar de
ser un lector pasivo, un yogui de sofá, para convertirte en
un participante dinámico de la magia de una vida libre y
consciente.
Es hora de prescindir de tus ideas preconcebidas y
prepararte para una exploración sin reservas de la
asombrosa vida que eres.
Cuerpo
La máquina más sofisticada
SADHANA
SADHANA
Escuchar la vida
SADHANA
Descargar el cosmos
SADHANA
LA INTENSIDAD DE LA INACTIVIDAD
Un trozo de tierra
SADHANA
UN YOGUI LEGENDARIO
La travesura elemental
SADHANA
El mayor placer
SADHANA
SADHANA
LAS SEMILLAS
El drama de la digestión
SADHANA
EL CÓDIGO EVOLUTIVO
El sentido gastronómico
Si observas los ritmos naturales del cuerpo humano,
descubrirás que atraviesa ciclos de entre cuarenta y
cuarenta y ocho días de duración, denominados mandalas.
En cada uno de estos ciclos existen tres días en los que el
cuerpo no necesita alimentarse.
Si eres consciente de cómo funciona tu cuerpo, te darás
cuenta de que algunos días no necesitas alimentos y
puedes ayunar sin esfuerzo. Incluso los perros y los gatos
tienen este conocimiento y deciden ayunar ciertos días.
Los días en que el organismo no requiere alimentos, son
días de depuración. Puesto que la mayoría de la gente no es
consciente de qué día debería ayunar, en el calendario
indio se fijó el Ekadashi, un día considerado
tradicionalmente idóneo para ayunar que tiene lugar el
undécimo día del segmento lunar y que se repite cada
catorce días. Quienes no puedan dejar de comer por su
actividad o por carecer de una práctica espiritual que
apoye el ayuno pueden optar por hacer una dieta de fruta.
Si te fuerzas a ayunar sin haber preparado el cuerpo y la
mente lo suficiente, solo perjudicarás tu salud. Pero si has
preparado tu cuerpo, tu mente y tu energía adecuadamente
con las prácticas necesarias, el ayuno puede resultarte
sumamente beneficioso.
Ayunar puede resultar complicado para la gente que
consume nicotina y cafeína con regularidad, de modo que
ha de adaptarse el cuerpo previamente mediante el
consumo de alimentos adecuados, en especial los que
presentan un alto contenido en agua, como las frutas y las
verduras. Si bien es posible que el ayuno no sea apto para
todo el mundo, aporta múltiples beneficios si se practica
con la comprensión adecuada.
El objetivo del yoga es abrir el capullo del cuerpo físico al
cuerpo sensorial más amplio, en el que todo lo
experimentas como una parte de ti mismo. El ayuno es una
extensión de esta lógica: constituye una forma de nutrirte
sin una ingesta activa, aun cuando hoy en día se considere
sobre todo una desintoxicación; por esta razón, todas las
tradiciones espirituales del mundo han establecido ciertos
períodos de ayuno para sus fieles. En la tradición yóguica
estos períodos se fijaron de acuerdo con el calendario
lunar, ya que la capacidad de asimilar la energía del agua,
el aire y la luz solar es mayor en unos días concretos de
este ciclo. En algunas religiones este período se estableció
en pleno verano, cuando el consumo de agua y sol es
naturalmente más alto.
Mi bisabuela —una mujer extraordinaria, considerada una
excéntrica por quienes no tenían ni idea— solía dar su
comida a las hormigas y los gorriones mientras le corrían
lágrimas de dicha por el rostro. La gente le preguntaba:
«¿Por qué no comes, anciana?», y ella respondía: «Estoy
llena». Todos aquellos consejeros fallecieron mucho antes
que ella. ¡Murió a la increíble edad de ciento trece años!
Mi madre también solía hacer lo mismo: todos los días
antes de desayunar tomaba un poco de comida y buscaba
algunas hormigas a las que alimentar; solo después comía
ella. Esta costumbre se ha practicado tradicionalmente
entre las mujeres en un gran número de familias. Una
hormiga es el ser vivo más diminuto que puedes tener a tu
alrededor, el organismo más insignificante en el que puedas
pensar; justo por eso la alimentas a ella primero. No
realizas una ofrenda a los dioses u otras criaturas
celestiales, sino a la criatura más minúscula que conoces.
Este planeta les pertenece tanto como a ti. Comprendes
que cada criatura de este planeta tiene el mismo derecho a
vivir que tú. Esta comprensión puede contribuir a crear un
ambiente favorable —física y mentalmente— para la
ampliación de la conciencia.
Un simple acto como este afloja tu identificación con el
cuerpo físico. Al ser menos corpóreo, mejora tu conciencia
de otras dimensiones de quien eres de forma natural.
Cuando tienes mucha hambre, lo único que desea el cuerpo
es comer. Espera un par de minutos y verás que se produce
una gran diferencia: cuando estás muy hambriento, eres el
cuerpo, pero si creas un poco de espacio, de pronto, ya no
eres solo un cuerpo.
Gautama Buda llegó a afirmar: «Si a pesar de estar muy
necesitado de alimento ofreces tu comida a otra persona, te
volverás más fuerte». Yo no pretendo llegar tan lejos, pero
sí te aconsejo que esperes unos minutos antes de comer. Te
fortalecerá sin duda.
Si tienes una relación compulsiva con la alimentación es
positivo que te saltes una comida de forma consciente.
Prueba lo siguiente: un día en que tengas mucha hambre o
se sirva tu plato favorito, trata de saltarte esa comida. No
se trata de imponerte una tortura, sino de escapar de la
cámara de torturas en la que el cuerpo puede convertirse
fácilmente.
Qué tipo de comida comes, cuánto comes y cómo comes:
transformar esto de un patrón compulsivo a un proceso
consciente es la esencia del ayuno.
SADHANA
De la inquietud al sosiego
SADHANA
De lo carnal a lo cósmico
SADHANA
El secuestro hormonal
MORTALIDAD Y PROFUNDIDAD
Asatoma sadgamaya.
(Condúceme de la ignorancia a la verdad).
SADHANA
SADHANA
La mugre de la identidad
SADHANA
Sadhana
La conciencia es vitalidad
SADHANA
EL YOGA Y LA EMBRIAGUEZ
SADHANA
El amor no sucede entre dos personas. Es lo que
pasa dentro de ti, y tu interior no necesita
esclavizarse a nadie ni nada. Prueba este ejercicio
durante unos quince minutos: siéntate junto a algo
que no tenga ningún valor para ti ahora mismo, tal
vez un árbol, una piedra, un gusano o algún otro
insecto. Repite esta acción durante varios días
seguidos. Al cabo de un tiempo descubrirás que
puedes mirar al objeto elegido con tanto amor como a
tu esposa o esposo, tu madre o tu hijo. Tal vez el
gusano no lo sepa, pero no importa. Si miras a todo
amorosamente, el mundo se vuelve bello en tu
experiencia.
AKKA MAHADEVI
Abrazar el misterio
SADHANA
DOLOR, NO SUFRIMIENTO
En mis tiempos de motocicleta solía viajar por todo
el país. Un día en el que me encontraba en un área
remota, sufrí un accidente grave en el que me hice
un profundo corte en el músculo de la pantorrilla que
llegaba hasta el hueso; así pues, me dirigí a la clínica
local y le pedí al doctor que me arreglara la pierna.
Tras examinar la herida, el médico me informó de que
no le era posible hacerlo ya que el centro no contaba
con un departamento de anestesia, y me sugirió que
acudiera sin demora a un hospital más grande para
recibir atención médica inmediata. Yo rechacé su
propuesta explicándole que no tenía tiempo que
perder y que debía continuar el viaje para cumplir mi
agenda. Insistí en que me arreglara la pierna allí
mismo, pero él se negó. La herida sangraba
abundantemente. Tras una larga discusión,
finalmente el médico accedió a atenderme, ya que
estaba creándose un charco de sangre a mi
alrededor. De este modo, comenzó a coser el músculo
sin anestesia, lo cual exigió cincuenta y dos puntos
en tres diferentes niveles. Estuvimos charlando todo
el tiempo y el médico no dejó de sudar y resoplar
durante todo el proceso. Cuando hubo acabado me
preguntó incrédulo: «¿Pero no sientes ningún dolor
en la pierna?».
Lo cierto es que sentía un dolor terrible e
insoportable, pero el dolor es un fenómeno natural y
es bueno. Sin él, no sabrías si te has cortado la
pierna. El sufrimiento es algo bien distinto. Si el
dolor es suficientemente molesto, ¿por qué empeorar
la situación añadiéndole sufrimiento? El sufrimiento es
de creación propia y todo ser humano puede elegir entre
sufrir y no sufrir. No hay que ser demasiado inteligente
para elegir lo último.
El reto kármico
SADHANA
Cuando te das cuenta de que todos tus logros
materiales adquieren valor solamente en comparación
con quienes no los disfrutan, te percatas de que se
trata de una alegría originada en la carencia del otro.
¿Puedes llamar a eso alegría?, ¿no se trata en realidad
de una enfermedad? Es hora de que todos afrontemos
esto. Si estuvieras solo en este planeta, ¿qué
desearías para ti? Formúlate esta pregunta y mira a
ver adónde te conduce.
Prueba lo siguiente: siéntate en soledad durante
cinco minutos e imagina cómo sería tu vida si
estuvieras completamente solo en el mundo. Si no
hubiera nada ni nadie con quien compararte, ¿cuáles
serían tus verdaderos deseos?, ¿qué te importaría de
verdad si no hubiera ningún reconocimiento ni crítica
externa? Si haces esto todos los días te alinearás con
los deseos de la vida que eres, en lugar del lío kármico
que crees que eres.
El mecanismo de la vida
SADHANA
El laberinto energético
SADHANA
SADHANA
Montañas de gracia
EL PODER DE LA SERPIENTE
El comienzo
FUNDACIÓN ISHA