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Los colaboradores del reino

Mt.10:1–15
Introducción: A aquellos que son sensibles al llamado a colaborar, Dios les da una capacidad y
bendición especiales para hacerlo. Puesto que:

I. Los colaboradores del reino reciben de Jesucristo una autoridad excepcional.


1. Sobre el mundo espiritual: Satanás y su mundo (v. 1).
2. Sobre la dolencia física: las enfermedades y el sufrimiento (v. 1).

II. Los colaboradores del reino, reciben de Jesucristo una capacitación completa.
1. Dándoles las instrucciones correspondientes (v. 5).
2. Dándoles las direcciones de adónde y a quiénes deben ir (v. 6).

III. Los colaboradores del reino reciben de Jesucristo una provisión para su tarea.
1. Ya que espera que sus mensajeros no se enreden en los negocios de la vida (v. 9).
2. Ya que reconoce que sus obreros son merecedores de una recompensa (v. 10).

Conclusión: Cuando Dios llama obreros para enviar a su obra, jamás incurre en incumplimiento
de su promesa de facultar en todo sentido a sus siervos. Sólo debemos pedir que nos haga
obreros dignos de esta gran misión.

Cómo evitar la separación de Dios


Gn.3:1–13
Introducción.: Por medio de la triste experiencia de Adán y Eva podemos aprender cómo evitar
la separación de Dios y aceptar vivir con Dios mediante la fe. Eso es cuando:

No dudamos la palabra de Dios (vv. 1–5)


Dios dio mandamientos claros.
La serpiente sembró dudas sobre las palabras de Dios.
La duda llevó a la desobediencia de la palabra de Dios.
Nunca debemos dudar de la palabra de Dios (Juan 8:51).
Rechazamos los deseos de la carne (vv. 5, 6)
Adán y Eva mezclaron la necesidad buena (comer) con el deseo carnal (codicia).
Los deseos de la carne les hicieron desobedecer el mandato y pecar contra Dios.
Debemos rechazar los deseos de la carne (2 Ped. 2:11).
Aceptamos la responsabilidad por el pecado y la provisión de Dios en Jesucristo (3:7–13; 1 Jn.
1:8,
Adán y Eva no se responsabilizaron de su pecado (vv. 7–13
Debemos aceptar la responsabilidad:
Reconociéndolo y confesándolo (1 Jn. 1:8, 9).
Recibiendo a Jesucristo como Salvador y Señor (Ap. 3:20).
Conclusión.: Podemos evitar la separación de Dios causada por el pecado: confiando en la
palabra de Dios, confesando nuestros pecados y aceptando a Cristo como nuestro Salvador y
Señor.

La certeza de la presencia de Dios


Ex.3:12
Introducción: El Señor ha prometido su presencia a cada uno de sus hijos. Debemos considerar
esta certeza para el servicio que él espera de nosotros.
La certeza de la presencia de Dios asegura el triunfo de la tarea encomendada por él.
Asegura sabiduría para mantener la meta a la vista.
Asegura fuerza para soportar lo arduo de la tarea.
Asegura protección en el peligro.
Asegura el mensaje en nuestros labios.
La certeza de la presencia de Dios nos alienta en nuestro ministerio.
Porque sabemos que enfrentamos las fuerzas del maligno con el poder del Señor, que es
omnipotente.
Porque tenemos que enfrentar muchos obstáculos, pero él los derriba.
Porque conocemos nuestra debilidad, pero sabemos que con él podemos todo.
Porque habrá sufrimientos, pero él estará a nuestro lado.
. La certeza de la presencia de Dios nos enseña a ir siempre adelante.
Nos enseña a depender de él para emprender lo que él quiera.
Nos enseña a mirar a Dios y su poder, no a nuestra debilidad.
Nos enseña a andar en su camino.
Conclusión: No dudemos en aceptar el llamado del Señor para servirlo, porque su presencia
asegura la victoria.

(2 Sam. 9)
Sal.9:1–4
I. La historia. David perseguido por Saúl; Jonatán su amigo, el pacto entre ellos, y su último
encuentro. La batalla de Gilboa y la noticia de la derrota llegan a la casa de Saúl. Una criada— su
nodriza—huye con Mefiboset, niño de cinco años, porque teme… El niño cae y queda cojo… es
llevado a la casa de Maquir en Lo-debar, donde se cría. El pobre niño, con el tiempo, llega a
saber todo lo sucedido, y se entera del peligro que corre si David sabe dónde está. David pasa
diez años en Hebrón, luchando con diez tribus… por fin, establecido firme en el trono en
Jerusalén, pregunta: “¿Ha quedado alguien de la casa de
Jonatán?”

II. La posición. La condición de Mefiboset ilustra la de muchos hoy. ¡Pobre Mefiboset! Nació
para reinar… y ¡miradle! Incapacitado, no puede andar siquiera; escondido por miedo; miedo de
una muerte violenta, siempre presente. Existe para gozar de la vida, pero no puede… Y, ¿el
hombre hoy? ¡Qué altura!… y, ¡qué caída!… ¿uál es el deber del hombre? Glorificar a Dios y
gozar con él para siempre. Todo menos esto, en realidad

III. La pérdida. ¡Qué pérdida! El príncipe heredero fugitivo… todo perdido. La idea “perder”
corre por toda la Biblia. Adán y Eva fuera del Edén. Lot en la cueva del monte. Esaú llora la
pérdida de la primogenitura. El rico—Lucas 16:23—“en el Hades, estando en tormentos, alzó sus
ojos y vio de lejos a Abraham y a Lázaro en su seno. Entonces…” Ilustración: Uno se vendió al
diablo y fue llevado al infierno a ver el sitio preparado para él allí. De regreso, le fue requerido que
describiese el lugar del tomento y dijo: “Realmente no lo observé; pues en cambio pasé por el
cielo y vi el lugar preparado allí, y fue tan sensible la pérdida que todo lo demás quedó borrado.”
La verdadera pérdida y el peligro del hombre son mayores, porque está expuesto al juicio
positivo, al fallo cierto y a la pena horrible, si no está salvo (Juan 3:37).

IV. Mefiboset, cierto día, sorprendido. Llega una comisión de parte del rey David; se le
avisa. ¡qué sobresalto, qué miedo! Luego se le explicó el verdadero propósito de la visita, y
Mefiboset reacciona. Gozo indecible, conmoción en casa; se prepara la marcha; llega a casa del
rey David. Va de sorpresa en sorpresa… ¡Qué cambio! Se sienta a la mesa del rey. ¡Qué
engañado ha sido el hombre, abrigando malos pensamientos de quien tanto le amaba! Y ¿no hay
en el evangelio parecido a esto? Mucho, muchísimo. Pedro hallado por Andrés, llevado al Señor.
“Tú serás Pedro”—conocido, su nombre cambiado, Simón. Pablo en el camino de Damasco—.
“Fui recibido a misericordia”, y tantos otros ejemplos…

V. Ahora, mirad lo que había detrás de esa hermosa conducta.


“Por amor de Jonatán”. Claro está, Mefiboset no lo sabía.
Oíd las palabras que se cruzan cuando llega… ¡Mefiboset!…
“He aquí tu siervo…” “No tengas temor, porque yo a la verdad haré contigo misericordia por amor
de Jonatán tu padre. “Y, ¡el pacto! Verdad es que David no pudo menos. Así, hasta cierto punto no
causa sorpresa. “¡Qué maravilla!“, se le dijo a cierta niña, tratando de Juan 3:16. “No”, contestó
ella, “pues Dios es así”. Lástima que el hombre tenga tan mal concepto del mensaje bíblico.
Muchos piensan que Dios es frío, alejado, vengativo, si no fuera que Cristo se interpusiera. Como
Mefiboset, están engañados; no hay nada de esto en el evangelio. Leamos la Biblia y veremos
que Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo están interesados y unidos en sus esfuerzos para la
salvación del hombre. Zacarías 6:13. “El consejo de paz entre ambos.” Cristo dice: “Heme aquí,
en el libro está escrito de mí, para hacer tu voluntad.”

VI. David tomó a Mefiboset de corazón. Le trató como hijo.


¡Si Jonatán lo viera! Todo lo perdido le fue devuelto y más. “Tú comerás siempre a mi mesa, como
uno de los hijos del rey.” ¡Ah, hijo… heredero… coheredero con Cristo. “Semejantes a él… como
él es.”

VIII. Y pensar que Mefiboset pudo haber tenido todo esto años antes. ¡Si en vez de
esconderse hubiera ido a David! Y, al fin, ¡qué amor y qué lealtad de parte de Mefiboset cuando la
rebelión de Absalón!
¡Oh Jehovah, Señor nuestro, cuán grande es tu nombre en toda la tierra!

Cómo encontrar el buen camino


Jr.6:16
Introducción: El profeta ha estado describiendo una situación en la que el pueblo ha sido mal
dirigido por sus líderes religiosos (vv. 13–15) y esa dirección lleva al pueblo al castigo de Dios (v.
15b). En el v. 16 se presentan cuatro desafíos para el pueblo:

I. Un desafío a examinar su propia vida (deteneos).


 La vida suele llevarnos de acción en acción.
 Es necesario que tomemos tiempo para examinar nuestro estilo de vida. Pr.4:26; 2Co.13:5
 Debemos preguntarnos: ¿Lo que estoy haciendo está dentro de la voluntad de Dios?
II. Un desafío a examinar las posibilidades (mirad).
 El texto supone que la persona se encuentra con una encrucijada o encuentro de caminos.
Pr.14:12; 16:35; Is.55:7-8
 Mirar (ra´ah7200) significa ver profundamente, ver más allá.

III. Un desafío a examinar el testimonio permanente (preguntad).


 Al hacer este análisis debemos considerar que necesitamos ayuda pues es posible que
nos engañemos a nosotros mismos (Pr. 16:2).
 El profeta invita a preguntar/consultar, en primer lugar a Dios.
 Pero al mismo tiempo se deben buscar las sendas antiguas o permanentes.
 La revelación de Dios es la misma para el hombre del siglo VI a. de J.C. que para nosotros
en el siglo XXI.

IV. Un desafío a emprender un nuevo estilo de vida (andad).


 El resultado de esta búsqueda es tomar el buen camino, en el sentido ético y teológico. Es
el camino que agrada a Dios.
 No alcanza con conocer cuál es la voluntad de Dios; se debe estar dispuesto a andar, es
decir, a vivir de acuerdo a la misma.

Conclusión: Este es el camino que trae descanso. En medio de situaciones conflictivas el ser
humano necesita encontrar un tiempo de descanso y refrigerio (tal es el sentido del término
hebreo). Jesús invitó a tomar su yugo (aceptar sus demandas) para encontrar el ansiado
descanso que el ser humano necesita (Mt. 11:28, 30).
La respuesta de ellos fue un rotundo NO. Prefirieron seguir viviendo en una situación de angustia
y conflicto antes de aceptar los desafíos.

La necesidad de un corazón nuevo


Jr.24:7
Introducción: Parece ser un mensaje dado cerrando una etapa en la vida del pueblo de Judá.
¿Había alguna esperanza para el pueblo? El profeta parece responder con una afirmación
implícita, el pueblo necesita un corazón nuevo. ¿Qué tipo de corazón?

I. Un corazón que solo puede darlo el Señor.


1. Los esfuerzos humanos por cambiar tropiezan muchas veces con las propias limitaciones de
nuestra naturaleza (Gén. 6:5). El profeta había dicho que el corazón es engañoso (Jer. 17:9).
2. Cuando habla del corazón se refiere al centro de decisiones (Comp. nota en 17:9).
3. Dios puede colocar un corazón, es decir cambiar la manera de decidir, de vivir (Eze. 36:26;
Juan 3:3).

II. Un corazón que nos lleva a un encuentro con él.


1. La necesidad de un encuentro con Dios.
(1) La palabra conocer significa eso, tener la experiencia.
(2) Sin una experiencia con Dios el ser humano no tiene posibilidades de ser salvo.
2. Un encuentro con Dios es posible porque Dios quiere que los hombres lo conozcan o se
encuentren con él (Éx.6:3).

III. Un corazón que lleva a un regreso y entrega a Dios.


1. La necesidad del arrepentimiento.
(1) El término volverán es el mismo que se traduce arrepentirse (shuv7725).
(2) Sin reconocimiento del pecado no hay posibilidad de un cambio.
2. La necesidad de una entrega plena (de todo corazón).
(1) Nada debe quedar fuera del examen y entrega a Dios.
(2) Ningún aspecto de nuestra vida debe quedar fuera del dominio de Dios.
Conclusión: Jeremías tenía claro que para su pueblo solo había una posibilidad, un cambio
interior completo. La responsabilidad del pueblo era dejar que Dios hiciera el cambio, entregar
todo su corazón. La respuesta de ellos había sido que harían lo que ellos querían (Jer. 18:12)
¿Cuál será nuestra respuesta?

Una promesa especial


Jr.33:6–9
Introducción: ¿Quién no quiere ser sanado y restaurado? Veamos:

I. Una promesa de sanidad (v. 6).


1. Dios es el que provee la auténtica medicina que necesitamos.
2. Dios es el que sana a toda persona que necesita de su sanidad.
3. Dios es el que ofrece bienestar, que supera la ausencia de enfermedad y dolor.

II. Una promesa de cambio interior (v. 8).


1. Una limpieza (tahor2891), purificación que solo Dios puede hacer.
2. Un perdón necesario.

III. Una promesa de restauración (v. 9).


1. Dios perdona y restaura. Perdón es quitar la culpa y el sentido de culpa.
2. Dios traerá bien, es decir acciones buenas y positivas para su pueblo restaurado.
3. Paz y bienestar seguirán obrando en la vida.

Conclusión: Es necesario que nos apropiemos de las promesas de Dios.

La Biblia como Palabra de Dios


Jr.36:1–32
Introducción: La composición, escritura y llegada hasta nosotros de la Biblia es un auténtico
milagro. Jeremías 36 nos cuenta la historia de un libro de la misma.

I. Su autoridad (vv. 1, 2).


1. Fue escrito por mandato de Dios.
2. Es el producto de la revelación (las palabras que te he hablado).
3. Fue transmitido a los hombres en determinado tiempo (v. 2).

II. Su propósito (vv. 3–8).


1. Contiene un mensaje de esperanza.
2. Contiene un llamado al arrepentimiento.
3. Contiene un mensaje de amor.

III. La reacción al libro (vv. 16–25).


1. Hubo quienes reaccionaros con indiferencia (vv. 16–19).
2. Hubo quienes rechazaron totalmente la Palabra (el rey).
3. Hubo quien aceptó el desafío de jugarse, comprometerse (v. 25).

Conclusión: Se podrá quemar un libro pero no impedir que la Palabra de Dios permanezca. La
Palabra de Dios hará la obra para el cual este la envió.
Nuestro turno de guardia
Ez.3:17–19; 33:1–9
Introducción: Los que han servido en el ejército saben que el servicio de guardia es ingrato y
difícil, y que además nadie da las gracias por protegerlos. El creyente es un guardia, un atalaya
en este mundo peligroso. Veamos lo que Ezequiel nos enseña.

I. La misión del atalaya es la vigilancia.


1. Él ve cosas que nadie más ve.
2. Él conoce los posibles peligros que se acercan.
3. Muchas veces la gente no cree lo que él dice.
II. La responsabilidad del atalaya es advertir, avisar.
1. Tiene que avisar al pueblo de su peligro.
2. A nadie le gustar ser “amonestado”.
3. Pero el atalaya sabe lo que ellos no saben.

III. La urgencia de la obra del atalaya.


1. La paga del pecado es la muerte.
2. Nuestra sociedad está en peligro.
3. Romanos 10:14, 15 destaca el problema.
4. Tenemos que anunciar las buenas nuevas.

Conclusión: Nuestra sociedad no reconoce los valores espirituales. Todos, especialmente los
niños y jóvenes, están en grave peligro. Nuestra responsabilidad es la de ser atalayas de Dios.

ACTIVIDAD DEMONIACA EN EL SER HUMANO


1. Lo lleva a una vida depravada e inmunda (vv. 2, 8) (Mt.10:1; Mr. 1:27; 3:1)
2. Lo aísla de la compañía de los demás (v. 3)
3. Proporciona fuerza excepcional (v. 4)
4. Lo atormenta destruyendo la paz y armonía interior (v. 7) y produciendo aflicción, recelo y
ansiedad.
5. Puede llevarlo a la locura (v. 4)
6. Puede conducirlo a la autodestrucción (v. 5)
7. Le hace tener una personalidad múltiple (v. 7) debido a la presencia de fuerzas demoníacas.
8. Lo vuelve consciente de que su destino está en las manos de Dios (v. 7)
9. Puede llevarlo al conocimiento del futuro (Hch. 16:16–18)
10. Lo aleja de Dios, llevándolo a resistir la Escritura y conduciéndolo a la incredulidad (1 Ti. 4:1,
2; 1 Jn. 4:1–3).
LOS TRES PODERES CONTRASTADOS
1. El poder de Satanás—que posee y destruye al hombre (vv. 2– 7). Este hombre perdió su
hogar, la comunión, la decencia (ver Jn. 10:10).
2. El poder de la sociedad—que nada podía hacer a favor del endemoniado (v. 4).
3. El poder del Salvador— (vv. 8, 12, 13, 15; ver Lc. 19:10).

Libertad personal
Jn.8:31-36
Introducción: Una de las expresiones más conmovedoras sobre la necesidad del perdón del
pecado se encuentra en el Salmo 51:1–13. Los verbos “borra”, “lávame” y “quita”, demuestran la
profundidad del efecto destructor del pecado, y la necesidad del perdón. El perdón incluye
también la necesidad de un principio nuevo: “Hazme oír gozo y alegría...”. “Crea en mí, oh Dios,
un corazón puro y renueva un espíritu firme dentro de mí...”. El Señor Jesús pronunció dos
enseñanzas muy importantes en cuanto a la verdadera esclavitud y la verdadera libertad.

I. La esclavitud del pecado, v. 34.


El pecado esclaviza al hombre. Domina al hombre (alcohol, mentira, codicia).
1. El hombre que peca no hace lo que él quiere, sino lo que el pecado quiere.
(1) Hábitos que no podemos dejar.
(2) Un placer inocente que llega a dominarnos. Uno dice: “Yo haré lo que quiero”, pero termino
haciendo lo que el pecado quiere.
2. El hombre ama y odia al mismo tiempo su pecado. Es incapaz de librarse.
3. El esclavo no tiene derecho a la casa de Dios.
(1) Un día Dios tendrá que negarlo; no es su hijo.
(2) El hijo siempre tendrá un hogar a donde volver.

II. La libertad que Cristo nos da vv. 31, 32, 36.


1. Cristo nos libra de las cadenas del pecado.
(1) No podemos librarnos a nosotros mismos.
(2) Cristo dice: “Hijo, tus pecados te son perdonados” (Mar. 2:5).
(3) Él puede guiar nuestra vida y librarnos.
2. Cristo nos libra del miedo (14:1–4). No estamos solos; no hay que andar solos.
3. Cristo nos libra del “yo”, nuestro peor enemigo.
4. El poder de Cristo nos hace nuevas criaturas. Tenemos nueva vida, un nuevo nacimiento (1:12,
13).
Conclusión: En Juan 8:31–36 tenemos dos de los versículos más profundos del Evangelio de
Juan. Jesús nos promete la libertad del poder del pecado. El Hijo de Dios, Jesús, es el único que
puede hacerlo. ¿Quiere ser libre? Venga a Jesús. Él quiere hacerlo libre de verdad.

Jesús es nuestro buen pastor


Jn.10:1-18
Introducción: El pastor de ovejas vigila a sus ovejas tanto en la lluvia como en los días de sol. Él
expone su vida para protegerlas. Jesús tomó este ejemplo de su propio entorno y comparó su
ministerio con el trabajo que hace un pastor bueno, en contraste con el trabajo del pastor malo al
que él llama asalariado.

I. Las características del asalariado (10:12–14).


1. No es el pastor.
2. No tiene relación con las ovejas.
3. Huye frente al ataque del lobo o del ladrón.
4. No le importan las ovejas.

II. Las cualidades del buen pastor (10:11, 14, 15).


1. Ama a sus ovejas.
2. Las ovejas saben que su pastor las ama.
3. Las lleva a lugares de reposo y la cuida durante todas las horas del día.
4. Las ovejas tienen una lealtad absoluta hacia su pastor. Lo siguen día y noche a cualquier parte.
5. Les da vida en abundancia (10:9–11).
Esto consiste en tener el gozo y la paz que da la presencia constante del pastor, y saber que si
fuera necesario él daría su vida por sus ovejas.
6. En el momento oportuno, en el momento de crisis, él lucha para proteger a sus ovejas. El buen
pastor da su vida por las ovejas (10:11–15).
7. Ni la muerte puede triunfar sobre él y su misión, v. 28.
Él les da vida eterna y no perecerán jamás. Nadie puede quitarlas de su mano. Él dijo: “Yo y el
Padre uno somos” (10:30).Su protección se extiende aún más allá de la muerte. Cristo acompaña
a los suyos por el valle de la muerte y los conduce a un mundo mucho más hermoso y feliz.

III. El único requisito para tener a Jesús como su buen pastor.


1. Confianza absoluta en él. Debemos confiarle la vida, el alma y el cuerpo, y aceptar su dirección
total.
2. Jesús como el buen pastor (Sal. 23).
3. Reconocer que él nos conoce mejor de lo que nosotros nos conocemos (2:24, 25).
4. Dejar el egoísmo y aceptar su cuidado.
5. Reconocer que su amor lo llevó a dejar la gloria del cielo, descender a esta tierra, llevar nuestra
culpa y morir una muerte cruel y horrible, para que podamos obtener su perdón y pudiéramos
gozar de vida nueva y abundante.
6. La fe es el único requisito para poder disfrutar de esta nueva vida.

Conclusión: Debemos confiar en él y seguirlo. Él cuida de nosotros las 24 horas del día, los siete
días de la semana. Y nos recibirá en el cielo cuando termine nuestra vida en este mundo. Jesús
es el buen pastor; él quiere ser su buen pastor. Él quiere proveerle una relación de amor y
cuidado constante. ¿La acepta?

Poder en el Espíritu Santo


Hch.1:8
Introducción: Tenemos grandes represas en varios países que han sido construidas con el fin de
traer trabajo y riqueza. Pero aunque todo esté listo: los canales y tuberías, las compuertas y
túneles, los motores y generadores, si falta el agua para producir la energía y poder, de nada van
a servir dichas obras de la ingeniería moderna. Podemos tener todo en la iglesia, pero si no
tenemos el Espíritu Santo, no produciremos nada efectivo.

I. La certeza de la promesa.
1. Pero recibiréis poder...; esto quiere decir, habilidad, potestad.
2. Cuando el Espíritu Santo haya venido...; necesitamos el poder de Dios y no el poder del
hombre.

II. El objeto de la promesa.


1. Darnos poder y libertad.
2. Darnos osadía y dependencia en él.

III. El resultado de la promesa.


1. Me seréis testigos...; en todas partes.
2. Testigos de los hechos gloriosos de Jesucristo

Conclusión: Una vez una persona trató de manejar un auto; trató de hacerlo arrancar varias
veces y no pudo lograrlo. Al fin levantó la cubierta del motor y se dio cuenta que el motor del
vehículo había sido robado. Reflexionemos en nuestra propia experiencia cristiana: ¿Estamos
usando el motor del Espíritu Santo en nuestras vidas?

Una sorpresa bienvenida


Hch.2:1–3
Introducción: Todos hemos tenido la experiencia del anuncio de la visita de un familiar o de una
persona importante. Los días previos a la visita arreglamos la casa, los muebles y vigilamos que
todo esté en orden. Pensamos en las cosas que esperamos decir o en las actividades que
desarrollaremos con esa persona. Así fue con los discípulos. En obediencia y oración estaban
esperando la llegada del Espíritu Santo.

I. El tiempo de la venida
1. El significado de Pentecostés
2. El significado de tener a todos reunidos

II. Las expresiones sobrenaturales


1. El estruendo del cielo
2. Las lenguas como de fuego
3. Los idiomas distintos

III. Las reacciones de los presentes


1. Atónitos y perplejos: ¿Qué quiere decir esto?
2. Escépticos: Están llenos de vino nuevo

Conclusión: Después que hemos tenido la visita de una persona importante, siempre
reflexionamos sobre lo que se hizo y lo que se dijo, y consideramos los cambios que resultan de
esa visita. ¿Ha venido el Espíritu Santo a su vida?

Puertas que no se pueden cerrar


Hch.7:54-60
Introducción: Esteban había terminado de predicar un poderoso mensaje acerca de la rebeldía
del hombre contra la ley de Dios. Al verse reflejados en ese mensaje, los oyentes se enfurecieron
y descargaron su ira contra el predicador matándole a pedradas. Esteban, lejos de quejarse, vio
los cielos abiertos y al Hijo de Dios a la diestra del Padre. El odio del enemigo no pudo cerrar las
puertas que un día se abrieron para siempre para dar acceso a los creyentes en Cristo Jesús.

I. Una visión de triunfo.


1. Vio al Padre y al Hijo, por el poder del Espíritu Santo.
2. Vio al Hijo a la diestra del Padre (los enemigos de Cristo pensaban que habían acabado con él
al crucificarle).
3. Vio las puertas del cielo abiertas. Nadie las puede cerrar.

II. Una invocación de victoria.


1. Recibe mi espíritu. Las puertas de la vida se abrían ante la muerte. Invocó al que un día dijo: El
que cree en mí, aunque muera vivirá.
2. En lugar de ver las caras enfurecidas de sus enemigos puso sus ojos en el rostro amoroso del
Hijo de Dios.
3. La separación del espíritu del cuerpo del creyente es como una llave que abre las puertas de la
eternidad.

III. Un sueño pasajero.


1. El odio de sus enemigos le hizo imitar a su Señor: ¡No les tomes en cuenta este pecado! El
odio del enemigo abre las puertas del amor del creyente en Cristo.
2. Durmió. La muerte del creyente es el paso necesario para despertar en la presencia del Señor.
Los que cerraron la puerta temporal de la vida de Esteban no se imaginaron que estaban
abriendo las puertas de la eternidad.

Conclusión: Los enemigos de Cristo piensan que con estorbar la vida de servicio de un siervo
del Señor están cerrando las puertas del progreso del evangelio de salvación. Nada más lejos de
la realidad. Después de la muerte de Esteban hubo un gran avivamiento y avance en el
establecimiento del reino de Cristo sobre la tierra. Hay puertas que el hombre no puede cerrar.

Crucificado con Cristo


Ga.2:20
Introducción: Pablo explica en este versículo lo que significa para el cristiano estar en relación
con Cristo. Representa un nivel de consagración que pocos cristianos alcanzan, pero ofrece una
recompensa especial. ¿Qué efecto tiene el estar crucificado con Cristo?

I. Trae perdón del pecado.


1. La cruz hace posible nuestro perdón, porque así Cristo pagó por nuestros pecados.
2. La cruz fue necesaria para expiar los pecados de la humanidad.

II. Trae poder para vivir frente a las dificultades.


1. En tiempos de persecución abierta.
2. En tiempos de experimentar pruebas en la vida.

III. Trae propósito en vivir día tras día.


1. Podemos identificarnos con la misión mundial de compartir este mensaje.
2. Podemos vivir la vida en el espíritu y no en la carne.

IV. Trae seguridad y tranquilidad en cuanto a la eternidad.


Conclusión: Pablo no apela a otros a entrar en este nivel d consagración. Simplemente testifica
que él ha alcanzado este nivel de sentir una relación especial con Cristo y de poder vivir la fe en
la seguridad del amor de Cristo. Esto apela a los cristianos y los motiva a buscar esta experiencia.

El poder transformador del evangelio


Ga.3:28, 29
Introducción: Nuestra civilización ha estado adorando a los pies de la potencia. En los
automóviles nos interesa el número de caballos del motor. Hasta la capacidad de las
computadoras determina si compramos o no cierta marca o cierto modelo. Pero hay un poder que
es aún de mayor significado; es el poder del evangelio. Vamos a enfocar los varios aspectos de
su poder.

I. El evangelio tiene poder para borrar las diferencias de nacionalidad.


1. El mundo de Pablo fue marcado por prejuicios nacionales.
2. Nuestro mundo también manifiesta prejuicios intensos, pero entre cristianos podemos
regocijarnos que estas barreras se disuelven. En los congresos mundiales de cristianos de varios
grupos se conmueve uno cuando reconoce que en Cristo “no hay judío ni griego”.

II. El evangelio tiene poder para borrar las diferencias sociales.


1. Todos estamos en el mismo nivel cuando nos arrodillamos alrededor de la cruz.
2. Todos estaremos en el mismo nivel cuando muramos y nos encontremos frente a Cristo.

III. El evangelio tiene el poder para borrar las diferencias de género.


1. Históricamente las civilizaciones han guardado a las mujeres en un nivel inferior al de los
hombres, y con derechos más limitados.
2. En Cristo desaparecen estas diferencias, porque la mujer necesita de Cristo tanto como los
hombres. Gracias a Dios en los últimos años estamos viendo la extensión de la igualdad a las
esferas del trabajo, los sueldos y las vocaciones.

Conclusión: Todavía nos queda mucho terreno para llegar al ideal que Pablo nos da en este
pasaje. Aún existen los prejuicios nacionales, raciales, sociales y de género.

Una decisión equivocada


He.12:16, 17
Introducción: El hombre, puesto que tiene la capacidad de tomar sus decisiones propias, toma
muchas decisiones en su vida. No obstante, las decisiones más importantes son aquellas que
tienen que ver con cambiar radicalmente su vida. Es en esta parte que muchas veces se toman
decisiones equivocadas que irremediablemente estropean la vida para siempre. El pasaje
abordado nos habla de una decisión equivocada y de las consecuencias que trajo esta.

I. Una decisión equivocada (v. 16).


 Es despreciar lo mejor a cambio de lo peor (v. 16a).
◦ La santidad y la pureza por la inmoralidad sexual.
◦ Lo sagrado, la salvación por lo profano, inmediato, terrenal y que lleva a la perdición.
 Es dejarse arrastrar por los deseos carnales (v. 16b).
◦ Despreciar lo vital por lo secundario y efímero.
◦ Despreciar lo valioso por lo ordinario y común (el oro por la piedra).
II. Las consecuencias de la decisión equivocada (v. 17).
 El pesar y el arrepentimiento tardío.
◦ Tarde o temprano uno se da cuenta, como Esaú, de su decisión equivocada, de
despreciar lo mejor por lo peor.
◦ Generalmente, el pesar y el arrepentimiento de una decisión equivocada es demasiado
tarde.
 El encuentro con lo irremediable.
◦ Las lágrimas y todo el sufrimiento son vanos, no se puede remediar la decisión
equivocada.
◦ Los sentimientos de fracaso y frustración son lo único que queda de por vida.

Conclusión: ¿Cuántos jugamos con nuestras decisiones y por ende con nuestra vida?
Fácilmente decidimos volcar nuestras vidas a las cosas y engaños de este mundo, descuidando
totalmente nuestra salvación, el vivir de acuerdo con la voluntad de Dios, que trae verdadera vida

La victoria en medio de las pruebas


Stg.1:1–12
Introducción: Una característica de los auténticos cristianos, es el de ser victoriosos en medio de
las pruebas y dificultades. Ellos ven las bendiciones de Dios a pesar de las pruebas, porque se
encuentran revestidos del poder del Espíritu Santo y tienen plena confianza en su Señor.

I. La victoria se da en el siervo de Dios, 1:1–3.


1. La prueba al siervo produce gozo (v. 2).
2. La prueba al siervo refuerza la fe (v. 3).
3. La prueba al siervo genera paciencia (v. 3).

II. La victoria se da a los cabales, 1:4–6.


1. Debido a la calidad de vida (v. 4).
2. Debido a la sabiduría perdida (v. 5).
3. Debido a la seguridad de la respuesta (v. 6).

III. La victoria se da con la corona de vida, 1:7–11.


1. Por la firmeza de su ánimo (v. 8).
2. Porque tendrá su exaltación (v. 9).
3. Porque su existencialismo descansa en Dios (v. 11).

Conclusión: La victoria está dada por el Señor, para quien haya soportado las dificultades y
aceptado el reto en medio de las pruebas y llegado a ser auténtico en él (v. 12).

Las claves de la auténtica sabiduría


Stg.3:13–18
Introducción: La sabiduría que viene de Dios, hace que el hombre se mantenga dispuesto a
actuar en consonancia a su voluntad. La sabiduría del mundo riñe con la sabiduría auténtica de
Dios.
I. La primera clave es la mansedumbre, 3:13.
1. Con claro entendimiento (v. 13a).
2. Con buena conducta al obrar (v. 13b).

II. La segunda clave es decir la verdad, v. 14.


1. Sin amargura de ánimo (v. 14a).
2. Sin contiendas como lo hace el necio (v. 14b).
3. Sin jactancia de soberbia (v. 14c).

III. La tercera clave es la sabiduría de lo alto, 3:15–18.


1. Que es pura y pacífica (v. 17a).
2. Que es tolerante y complaciente (v. 17b).
3. Que es misericordiosa y da buenos frutos (v. 17c).
4. Que es imparcial y sincera (v. 17d).

Conclusión: El que practique las claves antedichas y mantenga su relación estrecha con Dios,
gozará de sus bendiciones y será tenido por sabio. Además tendrá frutos de justicia y paz.

Responsabilidades y deberes de la mujer cristiana


1P.3:1–6
Introducción: El papel de la mujer en el mundo contemporáneo es motivo de consideración en
muchos niveles de la sociedad. Las posiciones son variadas, y en ocasiones encontradas. Pablo
toca este tema por lo menos en dos pasajes (Ef. 5:21–6:4 y Col.
3:18–21). En este pasaje en particular, Pedro observa las responsabilidades y deberes
intrapersonales de la mujer cristiana.

I. La mujer cristiana tiene deberes y responsabilidades conyugales:


Asimismo vosotras, mujeres… (v. 1).
 El deber, del latín debere, tiene la connotación de obligación ética.
 Pedro considera la sujeción como un acto voluntario en amor, antes que un acto motivado
por el temor o culpa.
 La sujeción conyugal es un deber ético basado en el compromiso de obediencia hacia
Dios.

II. La mujer cristiana manifiesta un modelo de vida ejemplar.


 Al observar vuestra reverente y casta manera de vivir… (v. 2).
◦ La sujeción lo es en palabra y en hecho (ver 2:13, 18).
◦ La actitud del corazón debe ser casta (pura) como testimonio a su cónyuge no
creyente.
 El testimonio de la mujer cristiana se debe expresar tanto en su apariencia externa
como interna (vv. 3–6).
◦ Debe haber diferencia entre el cuidado personal y la ostentación u obscenidad.
◦ El atavío en la mujer cristiana debe ser un subproducto de su atavío espiritual (v. 4; ver
también Prov. 31:10–31. El v. 30 enfatiza la belleza interior de la mujer que vive y sirve
a Dios).
◦ El ejemplo de mujeres en el pasado son un modelo a imitar, aún en el día de hoy (vv. 5,
6).

Conclusión: Lupe Torres es una fiel hermana a quien Dios me dio el privilegio de pastorear. Una
vez que escuchó el evangelio aceptó al Señor Jesucristo como su Salvador. Su esposo, Jorge,
era vocalista de un grupo musical que tocaba en los bailes y fiestas. Constantemente ella oraba a
Dios por la conversión de su esposo. El tiempo pasaba y parecía que cada día la situación era
más difícil. Un día, después de reiteradas invitaciones de su esposa, Jorge visitó la iglesia.
Fue la primera vez en su vida que escuchó el evangelio, pero fue suficiente para entregar y
dedicar su vida y talento para servir al Señor. Hoy Jorge es un diácono fiel que sirve al Señor en
el ministerio de la música y el evangelismo con un grupo musical “La paz de Cristo”. Jorge fue
ganado sin palabras por una esposa fiel al Señor.

El poder de Dios, posesión de la iglesia


1Co.1:1–9
Introducción: La palabra poder es traducción del griego dunamis, de donde se deriva “dínamo”.
El poder no está en el tamaño; la palabra “dínamo” nos indica que es algo oculto que produce y
genera una energía de mucho alcance. El poder está asociado con la fuerza, con el alcance y la
potencia de un artefacto, sin importar lo pequeño que este sea. La iglesia es depositaria del poder
de Dios y como agencia de salvación está llamada a ejercerlo. Ese poder se manifiesta así:
I. El poder del llamado de Dios, vv. 1–3.
1. El Dios que llama a Pablo, v. 1.
2. La iglesia separada por Dios, v. 2.
3. El llamado al individuo a vivir bajo la gracia, v. 3.

II. El poder de Dios en Cristo como la promesa, vv. 4–9.


1. La persona de Cristo como promesa cumplida, v. 4.
2. La promesa incluye el poder salvador como un don de Dios. El don
“enriquece”; no es material para que se agote; la promesa es para vivirla y publicarla.
3. El poder de la promesa se muestra en:
(1) Testimonio (de Cristo, del Apóstol y de nosotros).
(2) Ser “irreprensibles” (no llamados a cuenta, no responsables de culpa) v. 8.
(3) Libres de juicio (“confirmará” significa consolidar o preservar).

III. El poder de Dios une, v. 9.


1. La unión se muestra en la comunión que nos liga como hermanos.
2. El ejemplo de unión está en Cristo.
3. La unión incluye la diversidad.

Conclusión: La iglesia, como cuerpo de Cristo, recibe el poder de Dios para unir, usando solo el
mensaje de salvación como el medio que unifica al pecador con Dios.

El mensaje de la iglesia acerca de la cruz


1Co.1:18–25

Introducción: Los sermones de Hechos 2:14–39; 3:12–26; 4:8–12; 10:34–43, señalan cinco
cosas importantes:
a. Que el gran momento de Dios ha llegado.
b. Resumen la vida, la muerte y la resurrección de Cristo.
c. Muestran el cumplimiento de las Escrituras.
d. Enseñan que Cristo viene por segunda vez.
e. Presentan una invitación al arrepentimiento del pecador. Pablo no es ajeno a lo anterior, y por
eso interpreta así el mensaje de la cruz:

I. El mensaje de la iglesia no se fundamenta en el conocimiento humano, v. 17.


1. No es persuadir con palabras engañosas como quien vende mercancía, mintiendo.
2. No es con discursos habilidosos a base de promesas.
3. El mensaje se fundamenta en la revelación de Dios al hombre en la persona de Cristo.

II. El mensaje de la iglesia se fundamenta en la sabiduría de Dios,


vv. 18–21.
1. La sabiduría de Dios es tropiezo al hombre por:
(1) El que moría en una cruz no podía ser ungido de Dios (Deut.21:23). La cruz era una barrera
insuperable.
(2) Los judíos buscan señales. Según ellos, el Mesías no podía morir en una cruz.
(3) Los griegos vieron la cruz como “tontería”, v. 23b.
2. La sabiduría de Dios no podía mostrarse en sufrimiento. Un Dios que sufre por el pecado del
hombre es contradictorio a la razón del hombre.
3. La sabiduría de Dios estaba en la cruz como instrumento de relación de Dios como el hombre
pecador, vv. 19, 22–24. El plan de Dios estaba en la cruz, v. 21.

III. La sabiduría de Dios estaba en el mensaje de la cruz, v. 23.


1. Porque un solo sacrificio bastó para todos.
2. Porque solo Dios, en Cristo, lo podía realizar en forma perfecta.
3. Porque Jesús abrió el camino al Padre, a todo el que crea.

Conclusión: La sabiduría de Dios está en la cruz de Cristo. Esta es divina, generosa, ordenada y
constructiva para quien se acerque a ella.

Los niños espirituales


1Co.3:1–4
Introducción: La mayoría de las dificultades entre los cristianos, que algunas veces consiguen
una bendición pero no la aprovechan, podrían de 40 verse al hecho de que todavía son niños
espirituales. Pablo no reprende a los cristianos de Corinto por ser de carne (sarkinos), ya que eso
no se puede evitar. Su censura es por ser “niños espirituales” (sarkikos).La niñez espiritual se
manifiesta por:

I. Un estado prolongado de la infancia, v. 2b.


1. La infantilidad es un tiempo bello de la niñez; el infantilismo es una carga que enferma.
2. El infantilismo mantiene ocupadas a las personas.
3. Un bebé no se puede valer por sí mismo.

II. En la niñez espiritual, el fracaso y la debilidad dominan al cristiano, vv. 3, 4.


1. La carne (sarkikos) se muestra egoísta y orgullosa.
2. El niño espiritual por ser débil no da fruto.
3. La derrota se muestra porque no se puede ofrecer, ni dar.

III. La niñez se muestra teniendo los dones sin producir resultados, v. 9.


1. A muchos les encantan los dones, pero no producen nada.
2. La niñez mantiene cimientos espirituales superficiales.
3. La niñez se cura ejercitando el amor, dejando que Cristo tome control total de nosotros.

Conclusión: La niñez espiritual estanca el crecimiento de la iglesia; la madurez espiritual impulsa


a la misma a nuevos desafíos cada día.

Ministerio glorioso
2Co.2:14—3:11
Introducción: El desánimo es una característica muy común entre los ministros. Hay múltiples
causas para este fenómeno. Ante esta situación es importante notar las palabras del apóstol
Pablo a los Corintios cuando les dice: “por lo cual teniendo nosotros este ministerio no
desmayamos” (4:1). Fácilmente se deduce que una comprensión adecuada de nuestro ministerio
nunca nos dejará desmayar. ¿Cuáles son las características que nos ayudarán a no desmayar?

I. Los ministros de Dios “somos olor de Cristo” (v. 15).


1. En todo lugar.
2. Para unos resulta en olor de vida.
3. Para otros resulta en olor de muerte.
4. Por tanto la recomendación es:
(1) No falsifiquen la palabra de Dios.
(2) Hablen con autoridad por ser enviados de Dios.
(3) Hablen como estando en la presencia de Dios.
II. Los ministros de Dios escriben el mensaje de Cristo en el corazón de la gente (v. 4).
1. Esta confianza la tenemos mediante Cristo para con Dios.
2. Es un mensaje que no se escribe con tinta sino con el Espíritu del Dios vivo.
3. Es un mensaje que se escribe en el corazón de la gente.
4. Es un mensaje que el ministro escribe, no por su competencia (v. 5) sino porque Dios lo ha
hecho un ministro competente del nuevo pacto (v. 6).

III. No somos ministros de la letra sino del Espíritu (v. 6).


1. No se enfoca en el exterior sino en el interior del individuo.
(1) Por tanto es un ministerio superior.
(2) La participación del Espíritu en el nuevo pacto es nueva (v. 6)
2. El Espíritu vivifica.
3. El Espíritu transforma.
4. Es el ministerio de justificación (v. 9).

IV. Este es el ministerio que permanece.


1. Es un ministerio completo.
(1) No necesita ser cambiado.
(2) Es un ministerio de más gloria que el de la ley que fue temporal.
(3) Es el ministerio que antecede la segunda venida de Cristo.
(4) Es un ministerio eficaz.
2. Implica que debe sobreabundar en fruto.

Conclusión: El ministerio del nuevo pacto es un ministerio superior como el Espíritu es más
glorioso que la ley, como la justicia es más gloriosa que la condenación, como lo que permanece
es más glorioso que lo que se desvanece. Teniendo este ministerio no desmayamos.

El ministerio de la reconciliación
2Co.5:11—6:2
Introducción: El ministerio en ocasiones implica oposición. Pablo defiende su condición de
ministro de Dios. Como último argumento apela al testimonio de Dios sobre su vida (v. 11). Como
ministros de Dios debemos cuidar lo que somos. Pablo menciona dos características que
resumen el todo de su vida.

I. Pablo era una persona urgida por el amor de Cristo (v. 14).
1. El amor de Cristo.
(1) La muerte de Cristo en la cruz es la máxima demostración de su amor.
(2) El amor de Cristo alcanzó a Pablo en su condición de perseguidor de la iglesia.
2. La urgencia de Pablo en anunciar los alcances del amor de Cristo es una demostración de
amor para todos (5:15a).
(1) Es una demostración de amor que ofrece libertad del egocentrismo (5:15b).
(2) Es una demostración de amor que ofrece nueva vida (5:17).

II. Pablo era una persona encargada con “una” tarea (5:18).
1. La reconciliación de Dios.
(1) La iniciativa divina de reconciliación (5:19a).
(2) El mundo y los hombres son el objeto de la reconciliación de Dios (5:19b).
(3) Cristo es el medio de la reconciliación (5:18, 19, 21).
2. La tarea de Pablo.
(1) Embajador en nombre de Cristo (5:20).
(2) Colaborador de Cristo (6:1).

Conclusión: Pablo mantuvo estas características personales durante su vida. Esto le sirvió para
defender su ministerio. Esto debía servirles a los corintios para responder a los acusadores de
Pablo. Sobre todo, esto le sirvió para presentarse aprobado delante de Dios. Si somos
indiferentes o si perdemos una de estas características, perdemos en alguna medida nuestra
condición de ministros de Dios y del evangelio.

El evangelio según san Ezequiel


Ezequiel.36:16–38
Introducción: Miles de personas cada año se proponen vivir mejor que el año pasado, pero
nunca lo hacen. El problema es más de fondo que simplemente proponérselo; veamos lo que nos
enseña Ezequiel al respecto.

I. El corazón humano es duro.


1. Eso lo podemos ver a lo largo de las Escrituras (Dt. 15:7; 1 Sam. 6:6; Sal. 95:8).
2. Recordemos que los hábitos viejos son difíciles de cambiar.

II. Pero Dios puede darnos un corazón nuevo.


1. Es un corazón blando, sensible, dispuesto a obedecer a Dios.
2. Es un trasplante espiritual. Dios quita el corazón de piedra. Es el nuevo nacimiento de Juan 3.
3. Es la morada del Espíritu de Dios (Joel 2:28, 29).
4. Rociar no es bautizar. Ezequiel se refiere a la purificación que la ley manda (Éxo.30:17–21;
Lev.14:52; Núm. 19:17–19).

Conclusión: Hay que entregarse a Dios. Hay que pedirle que quite de cada uno de nosotros el
corazón desobediente y que nos dé un corazón nuevo, sensible a su voz y obediente a su
voluntad. Después, hay que actuar en la confianza de que sí, Dios nos ha dado un corazón
nuevo.

Los huesos secos y el Espíritu de Dios


Ezequiel.37:1–14
Introducción: Este pasaje es uno de los más conocidos del libro de Ezequiel. Sin embargo, no
tiene que ver con los huesos de una persona. Es la nación a la que Dios recoge y da nueva vida.
Esto puede ser interpretado como dirigido a la iglesia local también, veamos cómo.

I. Una iglesia muerta.


1. Sus miembros esparcidos. Han dejado de asistir y colaborar.
2. No hay señales de vida en los cultos, en el programa de enseñanza, en el servicio a la
comunidad, en las ofrendas.
3. Han perdido toda esperanza (37:11).

II. La obra de Dios.


1. Dios da primero su Espíritu a los que todavía asisten y colaboran.
2. Ellos buscan a los extraviados y mejor aún, a nuevas personas.
3. Dios obra de forma poderosa para hacer que los “muertos” salgan de su sepulcro espiritual.
4. Dios da su espíritu a cada miembro de la congregación.
5. Todos se gozarán de “vivir” de nuevo.

Conclusión: El cambio espiritual tiene que comenzar en la persona. No hemos de mirar a otros.
Hemos de examinar nuestro corazón y pedir que Dios obre un “milagro” en cada uno para
hacernos instrumentos útiles para buscar a los que están “muertos”.

La soberbia y su castigo
Ezequiel.4:4–37
Introducción: Los seres humanos por naturaleza tienen la tendencia de jactarse y no reconocen
la soberanía de Dios sobre su vida y sobre el universo. Tarde o temprano Dios castiga la soberbia
como podemos ver en este capítulo.

I. Las raíces de la soberbia.


1. Sembramos la semilla de la soberbia cuando hacemos caso omiso de las amonestaciones de
Dios. Nabucodonosor había sido amonestado por medio del sueño y la interpretación de lo que
acontecería si él no reconocía el dominio y la voluntad de Dios (v. 25).
2. Practicamos la soberbia cuando rehusamos reconocer la mano de Dios en nuestros éxitos en
la vida. Nabucodonosor declaró que sus obras arquitectónicas eran “para la gloria de mi
majestad” (v. 30).
3. Manifestamos soberbia cuando pensamos que lo que hemos hecho ha sido efectuado con
nuestro poder. Nabucodonosor exclamó “¿No es esta la gran Babilonia que yo edifiqué como
residencia real, con la fuerza de mi poder?” (v. 30).

II. El resultado de la soberbia.


1. Dios quita sus bendiciones de la vida de los soberbios. El mensaje para Nabucodonosor fue:
“El reino ha sido quitado de ti” (v. 31).
2. Dios quita la dignidad a los soberbios: “Te echarán de entre los hombres” (v. 32).
3. Dios humilla a los soberbios. La sentencia pronunciada sobre Nabucodonosor fue: “Te echarán
de entre los hombres y junto con los animales del campo será tu morada” (v. 32, ver v. 37).

III. El remedio para la soberbia.


1. Es necesario reconocer que “el Altísimo es Señor del reino de los hombres” (v. 32).
2. Es necesario reconocer que Dios es soberano: “Él da a quien él quiere” (v. 32).
3. Es necesario arrepentirnos de nuestro orgullo. Nabucodonosor testifica: “Alcé mis ojos al cielo”
(v. 34). Ya no estaba enfocando su atención en sí mismo sino en Dios.
4. Es necesario dar a Dios la alabanza que él merece (v. 34).
5. Es necesario reconocer la veracidad de las obras de Dios y la justicia de sus caminos (v. 37).

Conclusión: Dios castiga severamente a los soberbios quitándoles sus bendiciones, su dignidad
y su posición. A los que se arrepienten y reconocen la soberanía de Dios, él les restaura su mente
y sana su cuerpo; restablece su dignidad y su grandeza (v. 36).

La suerte más triste del pastor


Ez.33:21–33
Introducción: Nos gusta escuchar a un orador estupendo. Sus palabras son como poesía o la
música de una sinfonía. Y al pastor también le agrada saber que predica bien. Pero si la gente no
pone en práctica lo que el pastor dice, ¿de que sirve lo bien que lo haga? Miremos lo que nos
dice la Palabra de Dios.

I. La fama de Ezequiel.
1. Su libro es difícil de leer y comprender para la gente de hoy en el siglo 21.
2. Él era la única diversión para los desterrados.
3. Les encantaba escucharle.

II. La meta de la vida de los desterrados.


1. Ganancia económica.
2. Posición social.

III. La aprobación del mensajero, no el mensaje.


1. Fueron siempre a escuchar a Ezequiel.
2. Para ellos era una estrella del teatro.
3. Sin embargo, un día sus profecías se van a cumplir y ellos sabrán que no era actor sino un
profeta.
4. Será tarde porque el juicio les habrá destruido.

Conclusión: Tanto el que expone la Palabra de Dios como el que lo escucha no se deben
engañar por la buena calidad de los mensajes y el número de los que vienen a escuchar. La
cuestión es, ¿qué haremos al conocer la voluntad de Dios?

¿Quién debe juzgar al siervo?


Cristo observó el mal comportamiento de los fariseos. Ellos condenaban a otros, pero al hacerlo se
comportaban hipócritamente, porque ellos tenían pecados más graves. Muchas veces nos toca evaluar una
situación para actuar en cierta manera. Este es un tipo de juicio, pero no se debe confundir con el que Cristo
prohíbe. Juzgar significa separar, determinar, evaluar y decidir sobre algún caso. Pero tiene muchos
aspectos que pueden incluir criticar, condenar, rechazar o aun premiar, aceptar o declarar sin falta. Vamos a
examinar este pasaje.

I. El juicio equivocado
A. Cuando el que juzga toma el lugar de Dios.
1. ¿Quién debe juzgar al siervo? Romanos 14:4
2. ¿Hasta cuándo podremos juzgar con justicia? 1 Corintios 4:3-5
3. ¿Qué es lo que determina el destino de una persona? Juan 5:22-24

B. El juicio desmedido hacia otros


1. ¿Por qué los judíos no podían apedrear a la mujer adúltera? Juan 8:6-11
2. ¿Por qué nos equivocamos tanto en nuestro juicio hacia otros?
3. ¿Por qué tendemos a ver los pecados de otros con un espíritu de condenación?
Romanos 2:1-2

C. El juicio del que no examina su propia vida


1. ¿Por qué tantas veces no podemos ver bien cuando juzgamos a otro? Mateo 7:4-5
2. ¿Por qué no vemos nuestros propios errores? 1 Juan 1:8
3. ¿Qué advertencia da Pablo al que piensa estar firme? 1 Corintios 10:12

II. La actitud con que debemos evaluara a otros


A. Con humildad
1. ¿Cómo debe un creyente tratar con otro creyente que cae en una falta? Gálatas 6:1
2. ¿Cómo se saca la viga del propio ojo primero? Mateo 7:5
3. ¿Qué debes tomar en cuenta al juzgar a otros? Mateo 7:2

B. Con amor
1. ¿Cómo debemos decir la verdad a otro hermano y con qué fin? Efesios 4:15-16
2. ¿Cómo se saca la paja del ojo de otro? Mateo 7:5

C. Con discernimiento
1. ¿Cuáles son las cosas santas y las perlas de Mateo 7:6?
2. ¿Qué representan los perros y cerdos?
3. ¿Cómo respondemos cuando queremos compartir la verdad de la Biblia pero la otra
persona responde mal a lo que compartimos? Mateo 7:6
D. En lugar de caer en una actitud de juzgar a los demás hermanos, ¿qué podemos hacer
para mejorar el ambiente de nuestra iglesia? Hebreos 10:23-25
Conclusión
1. El único contexto en que debemos ver las vidas de otros es haciendo una evaluación de
nuestra propia vida primero. Para esto necesitamos la actitud de humildad que vemos en
Mateo 5:3-4.
2. Ya que hay muchas cosas que no sabemos de otros, debemos optar por pensar lo mejor de
ellos como enseña Filipenses 4:8.
3. Cuando tengamos que corregir alguna falta, aun en nuestra propia familia, que sea con un
espíritu de amor y deseando lo mejor posible para el otro. Si lo hacemos así, será más fácil
que la otra persona responda bien a nuestras palabras, pero esto no sucederá si siente que le
condenamos. ¡Qué nuestras palabras sea con gracia! Colosenses 4:6

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