Predicasiones
Predicasiones
Predicasiones
Mt.10:1–15
Introducción: A aquellos que son sensibles al llamado a colaborar, Dios les da una capacidad y
bendición especiales para hacerlo. Puesto que:
II. Los colaboradores del reino, reciben de Jesucristo una capacitación completa.
1. Dándoles las instrucciones correspondientes (v. 5).
2. Dándoles las direcciones de adónde y a quiénes deben ir (v. 6).
III. Los colaboradores del reino reciben de Jesucristo una provisión para su tarea.
1. Ya que espera que sus mensajeros no se enreden en los negocios de la vida (v. 9).
2. Ya que reconoce que sus obreros son merecedores de una recompensa (v. 10).
Conclusión: Cuando Dios llama obreros para enviar a su obra, jamás incurre en incumplimiento
de su promesa de facultar en todo sentido a sus siervos. Sólo debemos pedir que nos haga
obreros dignos de esta gran misión.
(2 Sam. 9)
Sal.9:1–4
I. La historia. David perseguido por Saúl; Jonatán su amigo, el pacto entre ellos, y su último
encuentro. La batalla de Gilboa y la noticia de la derrota llegan a la casa de Saúl. Una criada— su
nodriza—huye con Mefiboset, niño de cinco años, porque teme… El niño cae y queda cojo… es
llevado a la casa de Maquir en Lo-debar, donde se cría. El pobre niño, con el tiempo, llega a
saber todo lo sucedido, y se entera del peligro que corre si David sabe dónde está. David pasa
diez años en Hebrón, luchando con diez tribus… por fin, establecido firme en el trono en
Jerusalén, pregunta: “¿Ha quedado alguien de la casa de
Jonatán?”
II. La posición. La condición de Mefiboset ilustra la de muchos hoy. ¡Pobre Mefiboset! Nació
para reinar… y ¡miradle! Incapacitado, no puede andar siquiera; escondido por miedo; miedo de
una muerte violenta, siempre presente. Existe para gozar de la vida, pero no puede… Y, ¿el
hombre hoy? ¡Qué altura!… y, ¡qué caída!… ¿uál es el deber del hombre? Glorificar a Dios y
gozar con él para siempre. Todo menos esto, en realidad
III. La pérdida. ¡Qué pérdida! El príncipe heredero fugitivo… todo perdido. La idea “perder”
corre por toda la Biblia. Adán y Eva fuera del Edén. Lot en la cueva del monte. Esaú llora la
pérdida de la primogenitura. El rico—Lucas 16:23—“en el Hades, estando en tormentos, alzó sus
ojos y vio de lejos a Abraham y a Lázaro en su seno. Entonces…” Ilustración: Uno se vendió al
diablo y fue llevado al infierno a ver el sitio preparado para él allí. De regreso, le fue requerido que
describiese el lugar del tomento y dijo: “Realmente no lo observé; pues en cambio pasé por el
cielo y vi el lugar preparado allí, y fue tan sensible la pérdida que todo lo demás quedó borrado.”
La verdadera pérdida y el peligro del hombre son mayores, porque está expuesto al juicio
positivo, al fallo cierto y a la pena horrible, si no está salvo (Juan 3:37).
IV. Mefiboset, cierto día, sorprendido. Llega una comisión de parte del rey David; se le
avisa. ¡qué sobresalto, qué miedo! Luego se le explicó el verdadero propósito de la visita, y
Mefiboset reacciona. Gozo indecible, conmoción en casa; se prepara la marcha; llega a casa del
rey David. Va de sorpresa en sorpresa… ¡Qué cambio! Se sienta a la mesa del rey. ¡Qué
engañado ha sido el hombre, abrigando malos pensamientos de quien tanto le amaba! Y ¿no hay
en el evangelio parecido a esto? Mucho, muchísimo. Pedro hallado por Andrés, llevado al Señor.
“Tú serás Pedro”—conocido, su nombre cambiado, Simón. Pablo en el camino de Damasco—.
“Fui recibido a misericordia”, y tantos otros ejemplos…
VIII. Y pensar que Mefiboset pudo haber tenido todo esto años antes. ¡Si en vez de
esconderse hubiera ido a David! Y, al fin, ¡qué amor y qué lealtad de parte de Mefiboset cuando la
rebelión de Absalón!
¡Oh Jehovah, Señor nuestro, cuán grande es tu nombre en toda la tierra!
Conclusión: Este es el camino que trae descanso. En medio de situaciones conflictivas el ser
humano necesita encontrar un tiempo de descanso y refrigerio (tal es el sentido del término
hebreo). Jesús invitó a tomar su yugo (aceptar sus demandas) para encontrar el ansiado
descanso que el ser humano necesita (Mt. 11:28, 30).
La respuesta de ellos fue un rotundo NO. Prefirieron seguir viviendo en una situación de angustia
y conflicto antes de aceptar los desafíos.
Conclusión: Se podrá quemar un libro pero no impedir que la Palabra de Dios permanezca. La
Palabra de Dios hará la obra para el cual este la envió.
Nuestro turno de guardia
Ez.3:17–19; 33:1–9
Introducción: Los que han servido en el ejército saben que el servicio de guardia es ingrato y
difícil, y que además nadie da las gracias por protegerlos. El creyente es un guardia, un atalaya
en este mundo peligroso. Veamos lo que Ezequiel nos enseña.
Conclusión: Nuestra sociedad no reconoce los valores espirituales. Todos, especialmente los
niños y jóvenes, están en grave peligro. Nuestra responsabilidad es la de ser atalayas de Dios.
Libertad personal
Jn.8:31-36
Introducción: Una de las expresiones más conmovedoras sobre la necesidad del perdón del
pecado se encuentra en el Salmo 51:1–13. Los verbos “borra”, “lávame” y “quita”, demuestran la
profundidad del efecto destructor del pecado, y la necesidad del perdón. El perdón incluye
también la necesidad de un principio nuevo: “Hazme oír gozo y alegría...”. “Crea en mí, oh Dios,
un corazón puro y renueva un espíritu firme dentro de mí...”. El Señor Jesús pronunció dos
enseñanzas muy importantes en cuanto a la verdadera esclavitud y la verdadera libertad.
Conclusión: Debemos confiar en él y seguirlo. Él cuida de nosotros las 24 horas del día, los siete
días de la semana. Y nos recibirá en el cielo cuando termine nuestra vida en este mundo. Jesús
es el buen pastor; él quiere ser su buen pastor. Él quiere proveerle una relación de amor y
cuidado constante. ¿La acepta?
I. La certeza de la promesa.
1. Pero recibiréis poder...; esto quiere decir, habilidad, potestad.
2. Cuando el Espíritu Santo haya venido...; necesitamos el poder de Dios y no el poder del
hombre.
Conclusión: Una vez una persona trató de manejar un auto; trató de hacerlo arrancar varias
veces y no pudo lograrlo. Al fin levantó la cubierta del motor y se dio cuenta que el motor del
vehículo había sido robado. Reflexionemos en nuestra propia experiencia cristiana: ¿Estamos
usando el motor del Espíritu Santo en nuestras vidas?
I. El tiempo de la venida
1. El significado de Pentecostés
2. El significado de tener a todos reunidos
Conclusión: Después que hemos tenido la visita de una persona importante, siempre
reflexionamos sobre lo que se hizo y lo que se dijo, y consideramos los cambios que resultan de
esa visita. ¿Ha venido el Espíritu Santo a su vida?
Conclusión: Los enemigos de Cristo piensan que con estorbar la vida de servicio de un siervo
del Señor están cerrando las puertas del progreso del evangelio de salvación. Nada más lejos de
la realidad. Después de la muerte de Esteban hubo un gran avivamiento y avance en el
establecimiento del reino de Cristo sobre la tierra. Hay puertas que el hombre no puede cerrar.
Conclusión: Todavía nos queda mucho terreno para llegar al ideal que Pablo nos da en este
pasaje. Aún existen los prejuicios nacionales, raciales, sociales y de género.
Conclusión: ¿Cuántos jugamos con nuestras decisiones y por ende con nuestra vida?
Fácilmente decidimos volcar nuestras vidas a las cosas y engaños de este mundo, descuidando
totalmente nuestra salvación, el vivir de acuerdo con la voluntad de Dios, que trae verdadera vida
Conclusión: La victoria está dada por el Señor, para quien haya soportado las dificultades y
aceptado el reto en medio de las pruebas y llegado a ser auténtico en él (v. 12).
Conclusión: El que practique las claves antedichas y mantenga su relación estrecha con Dios,
gozará de sus bendiciones y será tenido por sabio. Además tendrá frutos de justicia y paz.
Conclusión: Lupe Torres es una fiel hermana a quien Dios me dio el privilegio de pastorear. Una
vez que escuchó el evangelio aceptó al Señor Jesucristo como su Salvador. Su esposo, Jorge,
era vocalista de un grupo musical que tocaba en los bailes y fiestas. Constantemente ella oraba a
Dios por la conversión de su esposo. El tiempo pasaba y parecía que cada día la situación era
más difícil. Un día, después de reiteradas invitaciones de su esposa, Jorge visitó la iglesia.
Fue la primera vez en su vida que escuchó el evangelio, pero fue suficiente para entregar y
dedicar su vida y talento para servir al Señor. Hoy Jorge es un diácono fiel que sirve al Señor en
el ministerio de la música y el evangelismo con un grupo musical “La paz de Cristo”. Jorge fue
ganado sin palabras por una esposa fiel al Señor.
Conclusión: La iglesia, como cuerpo de Cristo, recibe el poder de Dios para unir, usando solo el
mensaje de salvación como el medio que unifica al pecador con Dios.
Introducción: Los sermones de Hechos 2:14–39; 3:12–26; 4:8–12; 10:34–43, señalan cinco
cosas importantes:
a. Que el gran momento de Dios ha llegado.
b. Resumen la vida, la muerte y la resurrección de Cristo.
c. Muestran el cumplimiento de las Escrituras.
d. Enseñan que Cristo viene por segunda vez.
e. Presentan una invitación al arrepentimiento del pecador. Pablo no es ajeno a lo anterior, y por
eso interpreta así el mensaje de la cruz:
Conclusión: La sabiduría de Dios está en la cruz de Cristo. Esta es divina, generosa, ordenada y
constructiva para quien se acerque a ella.
Ministerio glorioso
2Co.2:14—3:11
Introducción: El desánimo es una característica muy común entre los ministros. Hay múltiples
causas para este fenómeno. Ante esta situación es importante notar las palabras del apóstol
Pablo a los Corintios cuando les dice: “por lo cual teniendo nosotros este ministerio no
desmayamos” (4:1). Fácilmente se deduce que una comprensión adecuada de nuestro ministerio
nunca nos dejará desmayar. ¿Cuáles son las características que nos ayudarán a no desmayar?
Conclusión: El ministerio del nuevo pacto es un ministerio superior como el Espíritu es más
glorioso que la ley, como la justicia es más gloriosa que la condenación, como lo que permanece
es más glorioso que lo que se desvanece. Teniendo este ministerio no desmayamos.
El ministerio de la reconciliación
2Co.5:11—6:2
Introducción: El ministerio en ocasiones implica oposición. Pablo defiende su condición de
ministro de Dios. Como último argumento apela al testimonio de Dios sobre su vida (v. 11). Como
ministros de Dios debemos cuidar lo que somos. Pablo menciona dos características que
resumen el todo de su vida.
I. Pablo era una persona urgida por el amor de Cristo (v. 14).
1. El amor de Cristo.
(1) La muerte de Cristo en la cruz es la máxima demostración de su amor.
(2) El amor de Cristo alcanzó a Pablo en su condición de perseguidor de la iglesia.
2. La urgencia de Pablo en anunciar los alcances del amor de Cristo es una demostración de
amor para todos (5:15a).
(1) Es una demostración de amor que ofrece libertad del egocentrismo (5:15b).
(2) Es una demostración de amor que ofrece nueva vida (5:17).
II. Pablo era una persona encargada con “una” tarea (5:18).
1. La reconciliación de Dios.
(1) La iniciativa divina de reconciliación (5:19a).
(2) El mundo y los hombres son el objeto de la reconciliación de Dios (5:19b).
(3) Cristo es el medio de la reconciliación (5:18, 19, 21).
2. La tarea de Pablo.
(1) Embajador en nombre de Cristo (5:20).
(2) Colaborador de Cristo (6:1).
Conclusión: Pablo mantuvo estas características personales durante su vida. Esto le sirvió para
defender su ministerio. Esto debía servirles a los corintios para responder a los acusadores de
Pablo. Sobre todo, esto le sirvió para presentarse aprobado delante de Dios. Si somos
indiferentes o si perdemos una de estas características, perdemos en alguna medida nuestra
condición de ministros de Dios y del evangelio.
Conclusión: Hay que entregarse a Dios. Hay que pedirle que quite de cada uno de nosotros el
corazón desobediente y que nos dé un corazón nuevo, sensible a su voz y obediente a su
voluntad. Después, hay que actuar en la confianza de que sí, Dios nos ha dado un corazón
nuevo.
Conclusión: El cambio espiritual tiene que comenzar en la persona. No hemos de mirar a otros.
Hemos de examinar nuestro corazón y pedir que Dios obre un “milagro” en cada uno para
hacernos instrumentos útiles para buscar a los que están “muertos”.
La soberbia y su castigo
Ezequiel.4:4–37
Introducción: Los seres humanos por naturaleza tienen la tendencia de jactarse y no reconocen
la soberanía de Dios sobre su vida y sobre el universo. Tarde o temprano Dios castiga la soberbia
como podemos ver en este capítulo.
Conclusión: Dios castiga severamente a los soberbios quitándoles sus bendiciones, su dignidad
y su posición. A los que se arrepienten y reconocen la soberanía de Dios, él les restaura su mente
y sana su cuerpo; restablece su dignidad y su grandeza (v. 36).
I. La fama de Ezequiel.
1. Su libro es difícil de leer y comprender para la gente de hoy en el siglo 21.
2. Él era la única diversión para los desterrados.
3. Les encantaba escucharle.
Conclusión: Tanto el que expone la Palabra de Dios como el que lo escucha no se deben
engañar por la buena calidad de los mensajes y el número de los que vienen a escuchar. La
cuestión es, ¿qué haremos al conocer la voluntad de Dios?
I. El juicio equivocado
A. Cuando el que juzga toma el lugar de Dios.
1. ¿Quién debe juzgar al siervo? Romanos 14:4
2. ¿Hasta cuándo podremos juzgar con justicia? 1 Corintios 4:3-5
3. ¿Qué es lo que determina el destino de una persona? Juan 5:22-24
B. Con amor
1. ¿Cómo debemos decir la verdad a otro hermano y con qué fin? Efesios 4:15-16
2. ¿Cómo se saca la paja del ojo de otro? Mateo 7:5
C. Con discernimiento
1. ¿Cuáles son las cosas santas y las perlas de Mateo 7:6?
2. ¿Qué representan los perros y cerdos?
3. ¿Cómo respondemos cuando queremos compartir la verdad de la Biblia pero la otra
persona responde mal a lo que compartimos? Mateo 7:6
D. En lugar de caer en una actitud de juzgar a los demás hermanos, ¿qué podemos hacer
para mejorar el ambiente de nuestra iglesia? Hebreos 10:23-25
Conclusión
1. El único contexto en que debemos ver las vidas de otros es haciendo una evaluación de
nuestra propia vida primero. Para esto necesitamos la actitud de humildad que vemos en
Mateo 5:3-4.
2. Ya que hay muchas cosas que no sabemos de otros, debemos optar por pensar lo mejor de
ellos como enseña Filipenses 4:8.
3. Cuando tengamos que corregir alguna falta, aun en nuestra propia familia, que sea con un
espíritu de amor y deseando lo mejor posible para el otro. Si lo hacemos así, será más fácil
que la otra persona responda bien a nuestras palabras, pero esto no sucederá si siente que le
condenamos. ¡Qué nuestras palabras sea con gracia! Colosenses 4:6