La Eutanasia
La Eutanasia
La Eutanasia
La historia nos propone un encuentro con el ayer, una mirada desde la distancia a
los actores sociales que dieron vida a una realidad pasada, que sin duda, dejaron
sus huellas impresas en el tiempo. Muchos autores concuerdan en que a través de
la reflexión de lo vivido podemos entender mejor lo que estamos viviendo, a veces
la memoria olvida, se le escapa al recuerdo lo que una vez pudo ser gloria o quizá
infierno, es allí donde es importante detener la presurosa marcha para dar un
vistazo a lo que fue y que si bien ya no es, forma parte de lo que somos. Es como
un espiral que gira, como un tapiz que se teje desde su centro y se agranda hacia
la periferia, formando parte de un todo, en una espesa trama que se entreteje
hilvanando lo sucedido, lo que sucede y lo que prontamente habrá de acaecer.
La ética en la eutanasia.
La moral en la eutanasia.
Es moralmente inaceptable. Por tanto, una acción o una omisión que, de suyo o
en la intención, provoca la muerte para suprimir el dolor, unos son partidarios de
constituye un homicidio gravemente contrario a la dignidad de la persona humana
y al respeto del Dios vivo, su Creador.
Estos últimos acontecimientos han llevado a mirar muy detenidamente todos los
aspectos intervinientes en la muerte humana, dando pie a serias modificaciones
de los argumentos que se expresan en lo contencioso a las normativas morales y
legales. Las sociedades organizadas y con acceso a más y mejor tecnología se
plantean retos en la toma de estas decisiones, distintas a las necesidades
sentidas de los países en vías de desarrollo donde la inequidad en la distribución
de los recursos y el acceso a servicios básicos de salud, hacen aun más difíciles
la toma de decisiones y pautas a seguir.
He aquí lo inacabado del tema, tan inagotable que vale la pena volver al pasado
para hurgar en el baúl de la historia, recobrando la memoria y evocar al presente
todos los elementos que conforman el saber en su conjunto sobre esta
problemática; si bien no es un debate agotable, también es cierto que a través de
la meditación histórica se citan acuerdos, desacuerdos, aciertos y desaciertos que
merecen repensarse antes de proseguir.
Ante una sociedad que puede escoger a sus dioses, que ya no le canta al alba,
sino que atropella sus amaneceres y pone en peligro su atardecer, la invitación al
consenso se hace imprescindible, creando espacios abiertos al diálogo y al
intercambio para lograr una supervivencia digna. Mirar al ayer para no volver a
cometer los mismos errores se hace imperativo, la reflexión de lo inconcluso sobre
el dilema omega de la existencia como última frontera entre la vida y la muerte,
siguen siendo una necesidad, en especial para la comunidad médica.
Una perspectiva distinta nos llega con la hermenéutica, donde más allá de la mera
compilación bibliográfica que recoge los hechos más connotados de la historia con
respecto al tema, la misma se esmera por abrazar desde un enfoque
interpretativo, los acontecimientos. Interpela lo que fue para intentar comprenderlo,
el autor se esfuerza por darle un sentido general a las partes para obtener una
visión cercana del todo. La hermenéutica en su voluntad por entender hace un
constante retorno y vaivén del todo a las partes y de éstas al todo.
El Credo que profesa la Iglesia nos lleva a esperar la Vida eterna. Esta esperanza
nos enseña que nuestra vida en el mundo es una de las etapas de nuestra
existencia; importantísima y decisiva.
Dado que los avances de la medicina y de la higiene permiten hoy que las
personas vivan, con cierta frecuencia, hasta edades avanzadas, no son pocos los
casos en los que las familias cuentan con ancianos a los que atender, a veces en
situaciones delicadas. Hay que ayudar a las familias a cuidar bien a sus mayores.
Acontecimientos Históricos.
La palabra Eutanasia fue utilizada desde los tiempos del emperador Augusto
hasta finales del siglo XIX, como el acto de morir pacíficamente y el arte
médico de lograrlo. Uno de los primeros que utilizó el término fue el
historiador Suetonio, quien escribió: Tan pronto como César Augusto oía
que alguien había muerto rápidamente y sin dolor, pedía la Eutanasia,
utilizando esta palabra, para sí mismo y para su familia .
Homicidio por piedad. El que matare a otro por piedad para poner fin a intensos
sufrimientos provenientes de lesión corporal o enfermedad grave o incurable
incurrirá en prisión de seis meses a tres años. 11
La práctica de la Eutanasia está penada por la ley italiana, el que incurra en dicha
falta puede someterse hasta 15 años de presidio, en la discusión del proyecto de
Código Deontológico Médico se prevé denegar el derecho a la objeción de
conciencia a los profesionales de la Salud, en los temas relacionados con la vida.
En el año 2006 el caso de Piergiorgio Welby, portador de distrofia muscular
progresiva desató la discusión sobre la modificación de la ley y práctica de la
Eutanasia en esta nación.14
Conclusiones
En conclusión, la eutanasia es un tema complejo y controvertido en la atención
médica, y los profesionales de la salud tienen un papel importante en la discusión
y el debate sobre su práctica. Es crucial tener en cuenta tanto las perspectivas
éticas como las emocionales en la toma de decisiones sobre la eutanasia y el
suicidio asistido.
Y en el marco del pensamiento racional sabemos que somos perecederos, que las
generaciones se van sucediendo y cada hombre tiene su morir, de tal forma que
todo ser humano podría en cierta medida repetir el gesto de Jerjes, el emperador
persa que lloró contemplando su gigantesco ejército al pensar que ninguno de
ellos estaría vivo 100 años después.