La Monarquía Unida (Historia Del AT)
La Monarquía Unida (Historia Del AT)
La Monarquía Unida (Historia Del AT)
)
Los comienzos de la monarquía son difíciles, porque muchas personas,
defensoras a ultranza de la tradición, piensan que esta institución significa un atentado
contra Dios (Yahveh), único Rey de Israel, y se oponen decididamente a ella. A pesar de
las oposiciones, Saúl es elegido Rey y libra al pueblo de la amenaza filistea, al menos
temporalmente. Más tarde, obsesionado por la idea de perseguir a David para que no le
usurpe el trono, descuida los auténticos problemas de gobierno, permite que los filisteos
se fortalezcan, y termina derrotado por ellos en la batalla de Gelboé, suicidándose ante
la derrota inevitable.
De cualquier modo, la amenaza filistea pudo más que los antagonismos, y las
tribus volvieron a unirse. La primera decisión de David refleja gran inteligencia política.
Necesita una capital para gobernar. Si escoge una ciudad del sur, los del norte se
ofenderán; si la elige del norte, molestará a los del sur. Decide conquistar una ciudad
cananea, que no pertenece a ninguna tribu, Jebús, conocida después como Jerusalén. A
partir de este momento, será la capital del reino unido y la ciudad personal de David.
Pero, sin darse cuenta, Salomón está poniendo piedra a piedra el fundamento de
la división y la catástrofe. Sus grandes empresas constructoras le obligan a utilizar
abundante mano de obra y exigen mucho dinero. Los primeros en tener que trabajar son
los cananeos; luego obliga también a treinta mil israelitas a trabajos forzados. Y los
impuestos crecen día a día. El pueblo comienza a cansarse de esta prosperidad
conseguida a base de los más pobres; se harta de trabajar para mantener la burocracia
absurda y el montón de parásitos que pululan por la corte.
Las tribus del sur, que ven en Salomón un rey de su propia sangre, no protestan
demasiado. Pero las del norte no están dispuestas a soportar esta situación. Estalla la
revuelta capitaneada por Jeroboán, jefe de las brigadas de trabajadores del norte.
Salomón tiene fuerza suficiente para dominar la rebelión, y Jeroboán debe refugiarse en
Egipto.