Comentario Itinerario San Buenaventura
Comentario Itinerario San Buenaventura
Comentario Itinerario San Buenaventura
Facultad de Filosofía
COMENTARIO AL ITINERARIO DE LA
MENTE EN DIOS
Así, con el Bien como fundamento, el santo expone las seis perfecciones de la
Trinidad: comunicación suma, consustancialidad, semejanza, igualdad, coeternidad,
intimidad recíproca2. Todas estas están ligadas a este primer ser de Dios: el Bien Supremo.
Seguidamente, se nos invita a «contemplar especialmente en Jesús la unión de Dios y
hombre»3. Mediante esta contemplación del llamado sexto día de la creación, «el alma llega
al séptimo día [la visión beatífica] donde el alma descansa»4.
1
Cf. BUENAVENTURA, Itinerario della mente in Dio, Milan 1996, VI 1.
2
Cf. Ibid., VI 3.
3
Ibid., VI 7.
4
Ibid.
II. ELEMENTOS DE TEOLOGÍA MÍSTICA Y NATURAL
En el siglo de los Castillos se dio una disputa teología entre teólogos naturales y
místicos. Los primeros, de tradición Aristotélica, defendían el conocimiento de Dios por
medio de la razón y el mundo natural. Encontramos en esta tradición a teólogos como Santo
Tomás de Aquino. Por otro lado, los místicos aducían que Dios se encontraba fuera de toda
comprensión humana; el conocimiento de Dios solo se podía dar por medio de la Biblia o
de una experiencia mística. Teólogos más cercanos a esta posición son Pseudo Dionisio y
san Agustín.
Dionisio es citado directamente por San Buenaventura en el inicio del capítulo VI:
«De hecho, “se dice que el bien tiene la propiedad de comunicarse”» 5. Esta cita pertenece al
libro de Los Nombres de Dios de Pseudo Dionisio. Dicha obra, en el capítulo IV explica
que «el Bien […], en cuanto Bien sustancial, difunde su bondad en todos los seres» 6. A su
vez, para el Areopagita todos los seres participan de la bondad de este Bien Sustancial que
es principio y causa final de todo lo creado7.
Eso dicho, la obra de San Buenaventura no es una obra que desprecia el mundo
exterior o la razón, presenta también elementos de la teología natural. «Todas estas cosas,
[las del mundo externo] constituyen vestigios en los cuales podemos conocer, como si fuera
un espejo, a nuestro Dios»13. Sobre todo en los capítulos 1 y 2, encontramos pasajes que
prueban la existencia de Dios desde argumentos racionales 14. Estos no serán tratados en el
presente comentario pues están fuera del objeto de este.
9
Ibid. VI 2.
10
AGUSTÍN, La vera religione, XIX 37.
11
«Porque son bienes [las creaturas] vienen de Dios; pero, porque no son bienes al máximo grado,
no son Dios. Por ello, el bien que no puede ser corrompido es Dios» Ibid., XIX 49.
12
Cf. BUENAVENTURA, Itinerario della mente in Dio, I 2.
13
Ibid., I 7.
14
Cf. Ibid., I 14; Ibid., II 2.
Sin embargo, aun siendo el capítulo VI de carácter contemplativo, podemos
entrever ciertos elementos de dicha teología. «Fija pues tu mirada y considera el hecho de
que el óptimo es simplemente lo que no es posible de pensar nada mejor, y es tal que no se
puede pensar rectamente que no exista porqué, en sentido absoluto, es mejor ser que no
ser»15. Tenemos aquí un ejemplo de un razonamiento silogístico presente varias veces en
nuestro extracto, más propio de tratados lógicos. Como vemos, Buenaventura no rechaza la
influencia de elementos de carácter más racional.
A la afirmación precedente, se podría objetar que nuestro santo difiere con Tomás de
Aquino, teólogo natural por excelencia, y por lo tanto Buenaventura estaría en oposición
con la teología natural. Ciertamente difieren en ciertos puntos, sin embargo, Buenaventura
comparte también muchos puntos de unión. «El Ser mismo es el principio y la raíz de
nuestra consideración de los atributos que se refieren a la esencia divina» 16. Esta cita de
nuestro santo presenta similitudes con la doctrina de Tomás de Aquino: «El ser divino que
es su sustancia, no es un ser común, sino un ser distinto de cualquier otro. Por lo tanto, Dios
se distingue por su mismo ser de cualquier otro ente» 17. Como vemos notamos con estas
dos citas, no hay una oposición neta entre santo Tomás y Buenaventura.
III. CONCLUSIÓN
Frente a tendencias extremistas, los autores cristianos a lo largo de los siglos han
batallado para unir la teología natural y mística. Hoy en día la tentación de enfrentar estas
dos corrientes sigue presente, pero como bien dice el Papa Juan Pablo II «La fe y la razón
(Fides et ratio) son como las dos alas con las cuales el espíritu humano se eleva hacia la
contemplación de la verdad»18. Como hemos tratado de mostrar en este ensayo, el
Itinerarium posee elementos de carácter místico como racionales. Gracias a la rica tradición
de la que bebe, el Itinerario de la mente en Dios es una síntesis lograda entre teología
natural y mística.
15
BUENAVENTURA, Itinerario della mente in Dio, VI 2.
16
Ibid., VI 1.
17
TOMÁS DE AQUINO, Quaestiones Disputatae de Potentia Dei, The Newman Press, EE. UU.,
Maryland 1952, VIII 2.
18
JUAN PABLO II, Fides et Ratio, 1998, 1.
Así pues, la lectura atenta de San Buenaventura nos ayuda a profundizar en la unión
de fe y razón, que no sirven sino para elevarnos a Dios. Concluimos con una cita del mismo
Buenaventura a este respecto: «La grandeza de las cosas ya sea en su longitud, anchura y
profundidad, o en la excelencia de su poder, que se expande en longitud, anchura y
profundidad […] manifiesta claramente el inmenso poder, la sabiduría y la bondad del Dios
trino»19.
BIBLIOGRAFÍA
19
BUENAVENTURA, Itinerario della mente in Dio, I 13.
AGUSTÍN, La vera religione.
TOMÁS DE AQUINO, : Quaestiones Disputatae de Potentia Dei, The Newman Press, EEUU,
Maryland 1952.