Conflictos en La Empresa Familiar y Soluciones Del Codigo Civil y Comercial

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CONFLICTOS EN LA EMPRESA

FAMILIAR Y SOLUCIONES DEL


CODIGO CIVIL Y COMERCIAL.
Deja un comentario / Empresa Familiar, Trabajos de Doctrina, Uncategorized / Por Estudio
Favier Dubois & Spagnolo /
Para El Dial.Com

CONFLICTOS EN LA EMPRESA FAMILIAR Y SOLUCIONES DEL CODIGO CIVIL


Y COMERCIAL.

POR EDUARDO M. FAVIER DUBOIS (H) .

1.-LAS CONFLICTOS SOCIETARIOS FAMILIARES Y SUS CAUSAS.

Los conflictos societarios implican la existencia de intereses incompatibles entre personas


que integran, generalmente como socios, una organización empresarial-legal.
Cuando tal organización societaria intrumenta a una empresa familiar , se estará ante los
conflictos “societario- familiares” que motivan la presente colaboración.

En materia de causas, junto con las causas habituales de conflictos societarios no


familiares, en los conflictos societario-familiares aparece el gran problema de la confusión
de límites entre familia y empresa.

Dicho problema se manifiesta en diversos planos, como son los siguientes : a) cualquier
miembro de la familia se cree con derecho (o se siente obligado) a trabajar en la empresa,
sin computarse su capacidad y la existencia de una vacante, percibiendo retribuciones en
exceso o defecto de las del mercado, o pretendiéndose retribuciones iguales entre herederos
cuando realizan tareas distintas; b) todos los herederos se creen con derecho a gestionar la
empresa o a participar en la propiedad en igualdad; c) confusión de las cuentas entre
empresa y familia en materia de política de dividendos, patrimonio sujeto a riesgo y
retribuciones desproporcionadas; d) discrepancias entre el empresario y sus hijos por la
designación del sucesor, por la transmisión de la propiedad y por los criterios
empresariales; e) se confunde justicia (igualdad) con equidad (actitud y merecimientos) al
retribuir o transmitir la propiedad a los hijos; f) desacuerdos entre el empresario y su
cónyuge sobre la situación de los hijos respecto de la empresa y sobre la sucesión en el
poder y la propiedad de la misma; y g) malestar de los directivos no familiares de la
empresa con la situación de los familiares dentro de la misma..
Dichas causas generan conflictos personales y familiares entre padres, hijos y hermanos , y
se potencian por los nacimientos, muertes, matrimonios y divorcios, la incorporación de
colaterales, las confusiones de roles de la familia con los de la empresa, la elección de un
tipo social inadecuado, la informalidad y el incumplimiento de normas imperativas.
Además, tales conflictos se agravan al estar impregnados de fuertes elementos emocionales
y al responder a situaciones “relacionales”, todo lo que hace mucho más difícil lograr una
solución.

2. ALGUNAS CARACTERISTICAS DE LOS CONFLICTOS SOCIETARIO-


FAMILIARES.

Como el conflicto familiar es vincular o relacional, entre personas, y el conflicto societario


es legal, entre socios-propietarios, la unión de ambas situaciones determina especiales
particularidades por sus efectos psicológicos y legales.

A efectos de una mejor comprensión, se proponen a continuación y con carácter no


taxativo, quince características de los conflictos societario-familiares, ocho principales y
siete derivadas de ellas, surgidas del propio régimen legal y/o recogidas de las experiencias
de los operadores en la materia, que los diferencian, en muchos casos, de otras clases de
conflictos.

A.-NO HAY RELACION DE IDENTIDAD ENTRE LOS INTERESES DE LAS PARTES


Y EL OBJETO DE NINGÚN JUICIO.

En primer lugar, no siempre el conflicto societario se presenta como una oposición de


intereses entre algo prohibido y algo permitido sino que, en muchos casos, se trata de
opciones entre permitido-permitido, lo que implica que no se trata de cuestiones que
puedan ser resueltas por los tribunales sino sometidas a otras reglas de resolución como es
la votación cuyo resultado supera al conflicto en lo formal pero no el lo sustancial .

Pero aún en los conflictos vinculados al cumplimiento o no de normas legales por parte de
los socios, administradores y/o síndicos, se advierte que la solución, en la mayoría de los
casos, pasa por la desvinculación del socio minoritario mediante la venta de su parte social
a un precio justo

Tal resultado no puede ser brindado por un juicio ya que el eventual acogimiento por
sentencia de cualquiera de las acciones judiciales societarias previstas en el repertorio legal,
salvo casos excepcionales , implicará una declaración determinada de nulidad o de cierta
responsabilidad patrimonial pero no la compra forzada de la parte social al precio justo .

De tal suerte, los litigios societarios en nuestro régimen actual no son más que mecanismos
o negocios indirectos de naturaleza procesal para evidenciar el malestar y para forzar una
negociación de salida.

Como derivación de ello surgen otras características:

A.1.-EL INICIO DE LA DEMANDA NO IMPLICA EL FIN DE LAS


NEGOCIACIONES.

Ello porque el conflicto excede siempre a la concreta demanda y el juicio no le da


contención suficiente.
A.2.-NINGUNA SENTENCIA TIENE APTITUD PARA PONER FIN COMO TAL AL
CONFLICTO.

Es otra consecuencia de la falta de identidad entre el conflicto y el juicio.

B.-LOS CONFLICTOS NO TIENEN DURACION PREDECIBLE.

A diferencia de otros conflictos, que por contenerse íntegramente en concretas acciones


judiciales, tienen un comienzo de juicio y un final largo o corto pero predecible en el
tiempo, el conflicto societario, como consecuencia de la abstracción referida
precedentemente en A, se mantiene sin límite de tiempo mientras no aparezca un elemento
nuevo que modifique el status.-

C.-LAS ACCIONES JUDICIALES SON FLUYENTES Y SE MULTIPLICAN CON EL


PASO DEL TIEMPO.

Cómo la gestión de la administración societaria es permanente, los estados contables deben


considerarse cada año, y las autoridades sociales renovarse periódicamente, y dada la
concatenación de la actividad societaria, como así que el consentimiento de nuevos actos
puede implicar el de sus antecedentes, cada nuevo acto societario da lugar a una nueva
demanda.

Como consecuencia de ello:

C.1.-LOS RESPECTIVOS JUICIOS SE DESARROLLAN EN “TIEMPO REAL”.

Los conflictos se desarrollan en tiempo real, o sea que la actividad jurisdiccional tiene lugar
mientras la sociedad sigue operando y mientras se generan nuevos actos susceptibles de
impugnación. Vale decir que el conflicto no queda fijado en la historia y el juez debe estar
atento al presente y a prevenir el futuro.

C.2.-EL CONFLICTO SE DESPLIEGA SIMULTÁNEAMENTE EN EL AMBITO


JUDICIAL Y EN EL PRIVADO.

Mientras prosiguen los juicios, con sus diversos actos procesales, se desarrolla
paralelamente el acontecer de la vida societaria, con sus distintos actos corporativos:
reuniones de directorio, de asambleas, pedidos de informes, solicitud de asambleas, etc.

D.-LAS PARTES SIEMPRE POSEEN ASIMETRIA DE PODER Y DE INFORMACION.

A diferencia de otros conflictos, en el societario el poder de las partes es siempre


asimétrico, por el mayor porcentaje de capital o de voto de una sobre otra o, en caso de
igualdad, por tener un socio, de hecho o de derecho, la disposición de los bienes sociales y
el otro no, lo que da al primero mayor poder.

Igualmente, la parte que tiene la administración social posee información sobre las
operaciones, contabilizadas o no, y sobre el verdadero valor de los activos sociales, de lo
que la otra carece.
Ello lleva a la siguiente consecuencia:

D.1.-GENERAN NUEVAS ACCIONES DESTINADAS A NIVELAR EL PODER DEL


MINORITARIO O A ACRECENTAR EL DEL MAYORITARIO.

La parte débil del conflicto busca siempre acrecentar su poder mediante el ejercicio de
diversas denuncias y acciones, entre las que se destacan:

a) La formulación de denuncias ante las autoridades de contralor societario , de


fiscalización externa u otros organismos de contralor (Inspección General de Justicia,
Comisión Nacional de Valores, Colegios de Abogados y Contadores, etc.).

b) El pedido de medidas autosatisfactivas societarias tales como la exhibición de libros al


socio y la convocatoria judicial de asambleas.

c) Las demandas de medidas cautelares societarias de intervención judicial, veeduría,


suspensión de asambleas, etc.

d) El inicio de acciones penales por administración fraudulenta, balances falsos, actos


indebidos, etc., contra los administradores, socios y/o síndicos.

Por su lado, la parte fuerte, el mayoritario, a veces adopta medidas y decisiones societarias
tendientes a aumentar su propio poder.

E.-PRESENTAN PARTES INTERDEPENDIENTES Y A VECES MULTIPLES.

El conflicto societario no se desarrolla entre dos partes independientes sino que éstas
integran, en forma jerárquica o no, un sistema en el cuál conviven (la empresa), lo que
implica una mayor conexión y dependencia recíproca . Además, en muchos casos, los
intereses en juego son más de dos ya que existen otros socios que integran la mayoría o la
minoría y que tienen sus propios intereses, conformándose las denominadas “tríadas” y
“coaliciones” .

F.-POSEEN FUERTES ELEMENTOS SIMBÓLICOS Y/O TRASCENDENTES.

Siempre existen importantes elementos psicológicos negativos, superiores a los de


cualquier otro conflicto patrimonial, derivados de los vínculos entres los socios, de la
confianza anterior, de su pérdida, y de la convivencia forzada que el régimen societario
implica.

Por ello, los “intereses” de los conflictos societarios no siempre se limitan a “objetos
concretos” (cobro de la parte social) sino que en la mayoría de los casos hay muchos
elementos simbólicos (quien se queda y quien sale de la empresa) o trascendentes
(reclamos morales) .

Por eso, se trata generalmente de conflictos que no son “objetales” sino “actorales”, donde
a veces importa más qué gana o qué pierde el otro que lo que el uno gana o pierde.
Ello lleva como consecuencias:

F.1.-EXIGEN MAYOR CONTENCION PROFESIONAL DE LAS PARTES

Como derivación de la carga emocional referida, los clientes tenderán a acrecentar sus
consultas y a exigir en forma permanente y reiterada a los profesionales intervinientes
información, reuniones, nuevos cursos de acción, la formulación de estrategias, de
pronósticos, etc.

F.2.-HACEN MÁS DIFICILES LAS NEGOCIACIONES.

También, la pérdida de la confianza antes habida y los elementos simbólicos referidos,


generan seria dificultades, no solo para acordar los términos comerciales de un eventual
convenio, sino también en los aspectos accesorios como los términos de la redacción de los
acuerdos y la aceptación de garantías de pago del saldo del precio .

G.-SE PROYECTAN SOBRE TERCEROS Y LOS AFECTAN:

El conflicto entre los socios se proyecta, además, sobre las actividades de la propia
sociedad a la que daña al afectar a sus empleados, proveedores y clientes, creando un clima
adverso de desconfianza y de incertidumbre sobre el futuro con aptitud para perjudicar los
negocios sociales y llevar a la empresa a su deterioro, pérdida de competencia, y eventual
quiebra o extinción.

H.-SE VEN AGRAVADOS Y DIFICULTADOS EN SU SOLUCIÓN POR LA


EXISTENCIA DE OPERATORIAS EXTRACONTABLES.

Los conflictos, en el medio nacional, se agravan por las difundidas prácticas de las
sociedades comerciales de realizar operaciones y actividades informales, sin contabilizar
y/o extra-fiscales.

Ello, por un lado, permite aumentar la presión de los minoritarios amenazando con
denuncias fiscales o penales tributarias y, por el otro, hace más difícil lograr un acuerdo,
llegado el caso. A ello se suma la existencia de un riesgo fiscal para las partes que debe ser
atendido la redactar el convenio.

3.-CARACTERISTICAS EN EL CASO DE LA EMPRESA FAMILIAR.

En los conflictos suscitados en la empresa familiar se reeditan todas las características


mencionadas, pudiendo destacarse que se presentan con mayor intensidad las referidas en
las letras E, F y G en tanto el conflicto se potencia por la cercanía de los vínculos y
perjudica directamente a todos los integrantes de la familia, socios o no.

4.-LA PREVENCIÓN POR VIA DE CLÁUSULAS ESTATUTARIAS.

Si bien los conflictos son inevitables, sí es posible prevenirlos mediante la adopción de


diversas cláusulas e instrumentos contractuales, que pueden emanar o no del protocolo,
cuyo funcionamiento, en su momento, permitirá una gestión adecuada y facilitará su
solución .

Al constituirse una sociedad difícilmente los socios prevean la existencia de dificultades y,


urgidos por el negocio de fondo, es posible que adopten contratos o estatutos modelos, sin
previsiones específicas.

Es tarea de sus asesores motivarlos para que planeen el manejo y superación de los
conflictos.

Al respecto, y sin pretensión de originalidad, sugerimos los siguientes tipos de cláusulas a


incorporar en los estatutos o contratos sociales, en forma originaria o al menos por vía de
reforma.

a) Cláusulas que sometan el conflicto a mediación, negociación y/o arbitraje especializados


en sociedades:

Es fundamental, al menos, establecer una cláusula de solución de controversias por vías


alternativas tales como la negociación directa obligatoria, la mediación y el arbitraje,
preferentemente siguiendo un orden secuencial, fijando plazos y partiendo de un hecho
determinado que implique “reconocer” la existencia de un conflicto.

En el punto creemos fundamental que el conflicto societario sea trabajado por profesionales
especializados, no solo como asesores legales y contables de las partes, sino en las áreas de
mediación y negociación. Es imprescindible, despejar las cargas emocionales primero y,
luego, ofrecer alternativas de una ingeniería jurídico, contable, impositiva y financiera que
hagan posible el acuerdo.

Salvo el caso de que exista un árbitro reconocido por las partes o por la comunidad que
integran, lo mejor es un arbitraje institucional donde ya están previstos los procedimientos.

b) Cláusulas del manejo del impasse en los diversos órganos:

Son indispensables en las sociedades 50 y 50 que, en muchos casos, tienen también empate
en el órgano de administración. Se sugiere introducir mecanismos de desempate que
pueden pasar por la rotación en las decisiones finales, el sorteo, o por su diferimiento hacia
terceros calificados y de confianza.

c) Cláusulas estatutarias específicas que permitan la salida del socio:

Válidas en cualquier sociedad por aplicación de las facultades dispositivas que concede a
los socios el art. 89 de la ley 19.550. Pueden ser a sola voluntad del socio, o previo
preaviso, o cuando se configure una circunstancia especial tasada en el contrato.

d) Cláusulas estatutarias relativas a la valoración de la parte social y pago del precio:

Es uno de los grandes problemas del derecho societario y requiere la mayor previsión
posible. Si bien el art. 13 inc. 5º de la ley condiciona su validez a que no se aparte
notablemente del “valor real” de la parte, se refiere al caso de adquisición por otro socio y
no el de adquisición por la sociedad derivado de un receso pactado. También pueden ser
aplicadas pautas que surgen de otras disposiciones societarias (arts. 92 inc.1º, 154, 223 y
245 de la ley 19.550 y) o de otras normativas, como la de los arts. 48 y 262 de la ley 24.522
y, fundamentalmente, la del 32 inc.d del Dec. 677/01, hoy Ley de Mercado de Capitales,
que brinda concretos procedimientos para la fijación de un “precio equitativo” de las
acciones.

Por tal motivo resulta conveniente establecer al menos las bases para la tasación , que
podrán ser un balance especial, confeccionado bajo determinados parámetros, o la
utilización de alguno de los métodos de valuación de acciones que se ajuste a las
particularidades de la empresa: vgr.flujo de fondos descontados, valor de activos netos de
pasivos, valor que el mercado asigna a la empresa, múltiplo de EBIDTA normalizado, valor
que el mercado asigna a empresas similares, etc.

Por supuesto que del valor total de la empresa deberá computarse solo el valor proporcional
de la tenencia y determinarse si participará o no de la denominada “prima de control”.

Una previsión indispensable es la financiación de tal precio y su imputación a reducción de


capital o a reservas específicas. También puede resultar conveniente establecer planes de
pago.

e) Cláusulas para el caso de muerte o divorcio de un socio.

Son fundamentales para evitar un ingreso indeseado de herederos o del ex cónyuge, por vía
de adjudicación de cuotas o acciones en la liquidación de la sociedad conyugal. Dichas
cláusulas podrá prever derecho de preferencia de la sociedad y/o la resolución parcial del
contrato.

f) Otras cláusulas:

Toda otra previsión contractual que, sin pretender administrar conflictos, reglamente las
particularidades del negocio y los límites de los derechos y obligaciones de las partes, como
así que prevea un amplio abanico de contingencias personales o empresariales, también
ayudará a prevenir futuros conflictos .

5.-LA PREVENCION DE CONFLICTOS EN EL CODIGO CIVIL Y COMERCIAL


MEDIANTE PACTOS SOCIALES.
5.1..-EL RECONOCIMIENTO DEL “PACTO DE SOCIOS” Y DEL “PACTO DE
PROTOCOLO” EN EL NUEVO CÓDIGO CIVIL.

El art. 1010 del CCCN, en su segunda parte dice “Los pactos relativos a una explotación
productiva o a participaciones societarias de cualquier tipo, con miras a la conservación de
la unidad de la gestión empresaria o a la prevención o solución de conflictos, pueden incluir
disposiciones referidas a futuros derechos hereditarios y establecer compensaciones en
favor de otros legitimarios. Estos pactos son válidos, sean o no parte el futuro causante y su
cónyuge, si no afectan la legítima hereditaria, los derechos del cónyuge, ni los derechos de
terceros”.
Como se advierte, los pactos de herencia futura solo se admiten cuando forman parte o
derivan de “pactos” previos o concomitantes que reúnen ciertos requisitos de objeto,
contenido y personas.

Y tales requisitos son: a) objeto: deben referirse a una explotación productiva o a


participaciones sociales de cualquier tipo, o sea ser propios de una empresa o sociedad; y b)
contenido: deben tener por objeto la conservación de la unidad de gestión o la prevención o
solución de conflictos, o sea ser pactos “parasocietarios” sobre la gestión y las conductas.

Hasta aquí se advierte que el código se refiere a los denominados “pactos de socios” o
“convenios de sindicación de acciones” .

Pero además, al regular como un accesorio al “pacto de herencia futura”, hace referencia a
que las partes deben ser un “causante”, un “cònyuge” o al menos “legitimarios”, vale decir
integrantes de una familia.

En consecuencia, los pactos de herencia futura a que se refiere el art. 1010 segunda parte
del CCCN por su ámbito, su contenido y sus participantes deben ser accesorios de un
“pacto de protocolo”, o sea de un acuerdo legal que tenga por objeto dar valor a las
cláusulas de un “protocolo de empresa familiar”.

5.2.-EL PROTOCOLO DE LA EMPRESA FAMILIAR.


Pero ¿Qué es un protocolo de empresa familiar?

El protocolo familiar es un acuerdo que regula las relaciones de una familia con la empresa
de la que ésta es propietaria .

En su variante formal, constituye un instrumento escrito, lo más completo y detallado


posible, suscripto por todos los miembros de una familia que al mismo tiempo son socios
de una empresa o tienen vocación de serlo , que delimita el marco de desarrollo y las reglas
de actuación y relaciones entre la empresa familiar y su propiedad, sin que ello suponga
interferir en la gestión de la empresa y su comunicación con terceros .

El Real Decreto Español 171/2007, en su art. 2º, define al protocolo familiar como “aquel
conjunto de pactos suscriptos por los socios entres sí, o con terceros con los que guardan
vínculos familiares, que afectan una sociedad no cotizada en la que tengan un interés
común, en orden a lograr un modelo de comunicación y consenso en la toma de decisiones
para regular las relaciones entre la familia, propiedad y empresa, que afectan a la entidad”.

Básicamente son funciones del protocolo las de regular los siguientes planos: a) las
relaciones y límites entre la familia y la empresa; b) la profesionalización de la empresa; c)
los intereses de la familia en la empresa; d) la sucesión en la gestión de la empresa; e) el
mantenimiento familiar de la propiedad de la empresa y la sucesión en dicha propiedad

Una función fundamental es la de constituir un instrumento para prevenir, gestionar y


resolver conflictos entre los familiares-socios.
En todos los casos, constituye un acuerdo marco que debe prever su revisión y
actualización.

Ahora bien, el protocolo importa sobre todo un “proceso” de comunicación intra-familiar y


de reflexión sobre la empresa cuya fuerza como instrumento de cohesión y ordenamiento
comienza al momento de su elaboración.

Dicho proceso es el que permite a una familia la búsqueda de su propia identidad como
empresaria y de los elementos que permiten equilibrar dos realidades tan complejas y tan
dinámicas como son la familia y la empresa en aras a la supervivencia de ella .

Además el protocolo implica un “plan” o un ejercicio de planificación donde se deben tener


en cuenta los elementos familiares, jurídicos (mercantiles y civiles), económicos, fiscales y
empresariales .

Una vez consensuado el protocolo, el mismo puede visualizarse como un código de


conducta para la familia dentro de la empresa que, por un lado, fija los límites de
separación entre una y otra y, por el otro, tiende a mantener la propiedad empresarial en el
ámbito familiar .

5.3.-EL VALOR DEL PROTOCOLO: LA NECESIDAD DE UN PACTO LEGAL.

El protocolo ha sido definido, desde el punto de vista jurídico, como “un acuerdo entre
accionistas familiares, titulares de bienes o derechos que desean gestionar de materia
unitaria y preservar a la largo plazo, cuyo objeto es regular la organización corporativa y las
relaciones profesionales y económicas entre la familia empresaria y la empresa familiar” .

En Estados Unidos cabe asimilarlo a los “shareholders agreements”y viene a desempeñar


en la organización jurídica de la sociedad familiar la misma función que el contrato base de
la “joint venture” .

Ahora bien, para el derecho argentino el protocolo podrá tener o no fuerza jurídica en
función de los alcances de sus cláusulas.

Como generalmente los protocolos se refieren a reglas generales de conducta de los


integrantes de la familia respecto de la empresa, tienen el valor de un “pacto de caballeros”
y su contenido solo obliga a los que lo suscriben desde un punto de vista moral, familiar o
social.

Esto no es poco, pero no alcanza en caso de incumplimiento del protocolo que no pueda
subsanarse por los mecanismos internos para decidir conflictos.

Es que para ser válido como un “contrato” y vincular a los firmantes en forma jurídica el
protocolo debea contener conductas concretas y sanciones patrimoniales específicas, dando
derecho a accionar judicialmente por cumplimiento o inejecución y a reclamar medidas
cautelares.
En nuestro medio los protocolos no presentan esos contenidos y, en consecuencia, para
darles valor legal hace falta formalizar un especial “pacto de socios” o “convenio de
accionistas” .

En otros términos, los contenidos programáticos y generales del protocolo familiar deben
ser trasladados a un especial “pacto de socios” o “convenio de accionistas”, donde
aparezcan descriptas conductas y obligaciones específicas de sujetos determinados, y se
prevean concretas sanciones pecuniarias o patrimoniales por los incumplimientos.

A dicho pacto proponemos denominar “pacto protocolar”.

También el referido “pacto protocolar” podría estar inserto dentro del texto del protocolo,
en un capítulo final destinado a su cumplimiento que prevea específicas conductas y
concretas sanciones patrimoniales frente al incumplimiento.

5.4.-FORTALECIMIENTO LEGAL DE LOS “PACTOS”.

Pero además de reconocer la existencia de los “pactos de socios” y de los “pactos de


protocolo”, las restantes disposiciones del nuevo Código Civil y Comercial de la Nación
aumenta el valor legal de ellos en tanto resultan tres grandes efectos:
a) Ser “contratos asociativos”.

Ello en tanto se refieren a la organización y a la participación en una empresa y no se trata


de un contrato de sociedad (art. 1442)..

Como consecuencia tendrán plena validez y ejecutabilidad entre las partes (art. 1447) y
podrá ser oponible a los terceros que lo hayan conocido (arg. arts. 157 CCCN y 22 LGS)
b) Ser “contratos conexos” (art.1073).

En tanto comparten la misma “causa” que el contrato de sociedad, si se trata de un socio


fundador, o del contrato de adquisición de partes sociales, si se trata de un socio
sobreviniente.

Ello permitirá que el incumplimiento del pacto autorice la resolución por incumplimiento
del contrato social o del contrato de adquisición de partes sociales (art. 1075).
c) Ser causa legítima de negocios y de transferencias patrimoniales;

En el caso del “pacto de protocolo” será necesario que éste exista para que pueda otorgarse
y tener validez un “pacto de herencia futura” (art. 1010, segunda parte, CCCN).

Pero, además, la legitimidad de esa causa se proyecta hacia otros negocios que pueden
derivar del protocolo, como es el caso de los fideicomisos de transferencia patrimonial en la
empresa familiar.

6.-LA NECESARIA ESPECIALIZACION Y EL CAMBIO CULTURAL.

Queremos finalizar esta colaboración expresando que estamos convencidos de que un


elemento fundamental para la prevención, la gestión y la solución de los conflictos
societarios de la empresa familiar, consiste en capacitar a los profesionales implicados en el
tema (abogados, escribanos, contadores, administradores de empresas, negociadores,
mediadores, psicólogos, consejeros familiares, jueces, árbitros, etc.), de modo de dotarlos
de una especialización interdisciplinaria que les permita abordar la cuestión con las mejores
herramientas.

Paralelamente, y entre todos, debemos procurar un cambio cultural que haga prevalecer el
dialogo, la negociación y la auto composición de intereses en conflicto por encima de los
sistemas tradicionales de litigio judicial y decisión por un tercero.

7.-CONCLUSIONES Y PROPUESTAS.

En base a las consideraciones precedentes, como mero aporte al tema y dentro de la


provisoriedad propia de la dialéctica del pensamiento , formulamos las siguientes
conclusiones y propuestas:

1.-Los conflictos societario-familiares presentan características propias que los distinguen


de otros conflictos, entre las que se destacan las quince siguientes: a) falta de identidad del
conflicto con el objeto del juicio; b) la demanda no finaliza las negociaciones; c) ninguna
sentencia pone fin al conflicto; d) su duración es impredecible; e) las acciones son fluyentes
y se multiplican; f) los juicios se desarrollan en tiempo real; g) se despliegan en el ámbito
judicial y privado al mismo tiempo; h) siempre hay asimetría de poder e información; i)
generan nuevas acciones; j) las partes son interdependientes y múltiples; k) siempre poseen
elementos simbólicos y trascendentes; l) exigen mayor contención profesional; ll) hacen
más difíciles las negociaciones; m) afectan a terceros; y n) se agravan por los
extracontables y extrafiscales.

2.-La prevención de los conflictos puede procurarse mediante determinados instrumentos


contractuales tales como cláusulas estatutarias que: a) prevean mediación, negociación y/o
arbitraje; b) de manejo del impasse; c) de salida del socio; d) de valoración y pago de la
parte social; e) para los casos de muerte o divorcio; f) otras que prevean las diversas
contingencias personales y empresariales.

3.-El nuevo código civil y comercial no incluye una reglamentación sobre los “pactos de
socios” pero reconoce en el art. 1010, segunda parte, el valor legal de los pactos que se
celebren para “conservar la unidad de la gestión empresaria” o para “la prevención o
solución de conflictos”, contenidos que inequívocamente aluden tanto a los denominados
“pactos de socios” o “convenios de sindicación de acciones”, como a los “pactos de
protocolo”, siendo los instrumentos más aptos para prevenir los conflictos.

4.-En los casos de “empresas familiares”, donde exista firmado un protocolo de empresa
familiar con valor moral, los “pactos de socios” se convierten en “pactos de protocolo” con
la función de dar valor legal a las cláusulas del protocolo que se les incorporen.

5.-Otras previsiones normativas del CCCN aumentan la fuerza legal de estos pactos: a)
como “contratos asociativos” con plena validez y ejecutabilidad entre las partes y
oponibilidad a terceros que los hayan conocido; b) como “contratos conexos” del contrato
de sociedad o del contrato de adquisición de partes sociales, lo que permite que el
incumplimiento del “pacto” autorice la resolución de aquellos. y c) respecto del “pacto de
protocolo”, como causa legítima de negocios y de transferencias patrimoniales;

6.-Además, la celebración de un “pacto de protocolo” es el presupuesto legal necesario para


la validez de la celebración de un “pacto de herencia futura”.

7.-Resulta necesaria la capacitación de todos los profesionales implicados en los temas de


conflictos societarios (abogados, escribanos, contadores, administradores de empresas,
negociadores, mediadores, psicólogos, consejeros familiares, jueces, árbitros, etc.), de
modo de dotarlos de una especialización interdisciplinaria y, paralelamente, debe
procurarse un cambio cultural que de prevalencia, sobre el litigio judicial, a la negociación
y a la auto composición de intereses en beneficio de ambas partes y de la propia empresa
familiar.

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