Bullying
Bullying
Bullying
Que es?
El bullying o acoso escolar se refiere a un tipo de comportamiento violento
e intimidatorio que se ejerce de manera verbal, física o psicológica entre niños
y adolescentes durante la etapa escolar.
Síntomas
Existen una serie de indicadores que el niño acosado puede presentar y alertar
a los padres y profesores en caso de que esté sufriendo bullying escolar:
Tipos de bullying
ipos
Según el documento Pautas para padres y madres ante el acoso escolar,
de Save the Children, las formas que utiliza el acosador para intimidar a su
víctima se dividen de la siguiente manera:
Acoso sexual: Son todas las acciones que tienen que ver con los actos
sexuales (como tocamientos no consentidos) o que se burlan de la
orientación sexual de la víctima.
2. Suele estar aislado por sus compañeros y tener poco apoyo en redes
sociales.
4. Hay señales que pueden ser dejar de asistir a clase, bajar el rendimiento o
mostrar desinterés por el colegio.
5. Deja de participar en su grupo de compañeros.
Existen acciones que pueden abordar los adultos para prevenir el acoso
escolar y si, pese a esto, ocurre, es importante escuchar a los chicos / Foto:
Andina
¿Cómo reconocer a un agresor?
Por el otro lado, UNICEF también enumeró algunos comportamientos que
permiten reconocer a un agresor o acosador escolar, además de un
ciberagresor:
4. Ciberagresor es todo el que produce contenidos, los sube a las webs, los ve
y los comparte.
Los acosadores se pueden reír o burlar de otras personas por muchos motivos,
como los siguientes:
Los acosadores físicos son los que agreden físicamente a sus víctimas.
Esto puede abarcar empujarlas, ponerles la zancadilla, darles
puñetazos, patadas, morderlos o golpearlos de otras formas. Cualquier
tipo de contacto en que una persona no quiera participar puede ser
acoso y un posible acoso sexual.
El acoso verbal es pinchar, picar, insultar o meterse con alguien.
El acoso psicológico consiste en cotillear sobre una persona o excluirla
para que se sienta mal consigo misma.
El acoso cibernético es cuando los acosadores usan internet y los
medios digitales de comunicación social y dicen cosas que no dirían
directamente en persona. Esto puede abarcar enviar mensajes
malintencionados, escribir insultos a otras personas en Twitter o hacer
comentarios negativos sobre sus imágenes en Instagram. Los ciber-
acosadores también pueden colgar en internet información, fotografías o
vídeos de carácter personal para herir o avergonzar a otras personas.
Cabe aclarar que en la mayoría de los estudios realizados sobre este tema se
menciona la necesidad de diferenciar distintos tipos de víctimas, incluyendo
como victima al agresor.
La personalidad del agredido, más difícil de precisar y que no justifica que sea
objeto de vejaciones, suele ser la de un niño identificado como víctima, débil,
inseguro y con bajos niveles de autoestima. Se caracterizan por falta de
competencia social, la cual se refleja en una carencia de asertividad; es decir,
dificultad para saber comunicar sus necesidades. Posiblemente sea un niño
sobreprotegido en el ámbito familiar.
Los bullies poseen una autoestima baja e inestable, por lo cual, suelen buscar
objetivos fáciles y débiles, que puedan manejar, influenciar y afectar en una
mayor medida a lo que ellos están.
Falta de empatía:
Son individuos que se caracterizan por pensar exclusivamente en ellos, por
tanto, son incapaces de desarrollar un interés frete al bienestar o los
sentimientos de los demás.
Manipulación:
Los bullies son personas que se rigen por sus intereses personales, son
recursivos, mentirosos y manipuladores
Estos niños suelen tener una conducta muy pasiva, miedo ante la violencia y
manifestación de vulnerabilidad (de no poder defenderse ante la intimidación),
alta ansiedad (a veces incluso miedo al contacto físico y a la actividad
deportiva), inseguridad y baja autoestima; características que cabe relacionar
con la tendencia observada en algunas investigaciones en las víctimas pasivas
a culpabilizarse de su situación y a negarla, debido probablemente a que la
consideran más vergonzosa de lo que consideran su situación los agresores
Personalidad insegura.
Baja autoestima (causa y consecuencia del acoso escolar).
Alto nivel de ansiedad.
Débiles y sumisos.
Introvertidos, tímidos y con dificultades de relación y de habilidades
sociales.
Inmaduro para su edad.
Manifiestan o padecen indefensión aprendida. Algunos chicos/as
parecen entrar en una espiral de victimización después de sufrir uno o
dos episodios de agresión por parte de otros. Seguramente su
incapacidad para afrontar un problema poco serio. Les lastimó la
autoestima y empezaron a considerarse víctimas antes de serlo.
Comienza teniendo trastornos psicológicos y trata de escaparse de la
agresión. Protegiéndose con enfermedades imaginarias o somatizadas.
Lo que puede derivar posteriormente en trastornos psiquiátricos.
(Depresión, Ansiedad,…)
Reflejan dos maneras distintas de reaccionar frente al acoso y agresión por
parte de sus compañeros:
Los espectadores o testigos del maltrato entre iguales son de forma mayoritaria
los compañeros de las víctimas y de los agresores. Entre los espectadores
suele producirse una inhibición a intervenir ante las situaciones de maltrato.
Esta inhibición está motivada por el miedo a ser incluido en la agresión o en el
círculo de la victimización.