Cardenales Salesianos en La Historia
Cardenales Salesianos en La Historia
Cardenales Salesianos en La Historia
Para sorpresa de muchos1 - en primer lugar, del propio interesado - el pasado 9 de julio el
Papa Francisco nombró cardenal a Don Ángel Fernández Artime, décimo sucesor de Don
Bosco. La sorpresa se refería a una púrpura asignada a un actual Superior Mayor, y
también a la edad relativamente joven del elegido (63 años). Pero no sorprende en
absoluto que un Hijo de Don Bosco sea llamado a servir a la Iglesia en tal cargo. Hasta
ahora los diversos Pontífices han creado ya 19 de ellos - sin contar al Rector Mayor, que
se convertirá en Cardenal el próximo 30 de septiembre. Precisamente en vista de ese
acontecimiento, a partir de hoy y durante los próximos días, trataremos de redescubrir
brevemente sus figuras y misiones.
1
Agenzia Notizie Salesiane: https://www.infoans.org/index.php?option=com_k2&view=item&id=18901:rmg-
cardenales-salesianos-en-la-historia&Itemid=1680&lang=es Consultado 14.09.2023.
Antes, sin embargo, parece necesaria una nota sobre quiénes son y qué hacen los
cardenales.
Según el Derecho Canónico (cann. 349 y ss.) "los Cardenales de la Santa Iglesia Romana
constituyen un Colegio peculiar al que corresponde proveer a la elección del Romano
Pontífice"; además, "asisten al Romano Pontífice tanto actuando colegialmente cuando
son convocados juntos para tratar asuntos de mayor importancia, como individualmente,
es decir, en los diversos oficios que desempeñan, prestándole sus servicios en el cuidado
sobre todo cotidiano de la Iglesia universal".
Son identificados por el Santo Padre entre "hombres constituidos al menos en el orden del
presbiterado, eminentemente distinguidos por la doctrina, la moral, la piedad y la
prudencia en la conducción de los asuntos; los que no son ya Obispos, deben recibir la
consagración episcopal". (cann. 351 §1)
Y aquí sigue la lista de los salesianos creados cardenales, por orden cronológico y con la
fecha de nombramiento.
El primero de todos los cardenales salesianos fue Mons. Giovanni Cagliero, paisano de
Don Bosco, ya que había nacido, como el Santo de la Juventud, en Castelnuovo d'Asti
(hoy Castelnuovo Don Bosco). Nacido en una familia de modestos campesinos el 11 de
enero de 1838, conoció a Don Bosco a la edad de 13 años y se unió a él en Valdocco,
donde creció tranquilamente, distinguiéndose por su empeño en el estudio y su amor a la
música.
Los biógrafos cuentan una divertida conversación que Don Bosco tuvo con la madre de
Cagliero, Teresa, cuando le pidió permiso para llevárselo con él a Turín; "¿Quieres
venderme a tu Giovannino?", le dijo bromeando y ella le contestó en su dialecto: "Los
terneros se venden, los niños se regalan". "Mejor aún", replicó él, "prepárale algunas
ropas y mañana me lo llevo".
En el Oratorio había mucha pobreza, pero también mucho amor: "Nuestros dormitorios,
en la planta baja, eran estrechos y tenían adoquines por suelo. En la cocina había unos
cuantos cuencos de hojalata con sus respectivas cucharas. Tenedores, cuchillos y
servilletas los vimos muchos años después. El refectorio era un toldo. Don Bosco nos
servía la comida, nos ayudaba a mantener ordenado el dormitorio, limpiaba y remendaba
nuestra ropa, y hacía todos los servicios más humildes... Vivíamos juntos en todo. Más
que en un internado, nos sentíamos en familia, bajo la dirección de un padre que nos
amaba, y que sólo se preocupaba por nuestro bienestar espiritual y material".
Cuando Don Bosco decidió dar vida plena a una nueva Congregación, con matrícula
regular y votos de pobreza, castidad y obediencia, el joven Juan Cagliero pronunció
aquella famosa frase, que ha quedado en los anales, y que también tuvo fuerza de arrastre
en otros de los jóvenes presentes: Fraile o no raile, yo me quedo con Don Bosco'.
Don Cagliero emite los votos trienales el 14 de mayo de 1862 y los perpetuos, ya
sacerdote, el 15 de noviembre de 1865.
Mientras tanto, Juan Cagliero perfeccionaba sus dotes musicales. Servicios religiosos,
academias, bandas, hicieron de él un compositor precoz y brillante. Dos de sus óperas, Il
figlio dell'esule y Lo Spazzacamino, fueron elogiadas por Giuseppe Verdi por su música
bella y conmovedora. También llegaron a la Corte y fueron cantadas por la futura reina
Margarita. La Misa de Réquiem a tres voces fue juzgada una "joya de fe y armonía". Su
maestro Cerutti la hizo interpretar en la Casa Real en el funeral por Carlo Alberto.
En 1875 Don Bosco le confió la dirección del primer grupo de salesianos que partió en
misión hacia la Patagonia argentina.
Una vez desembarcado en Buenos Aires comenzó el apostolado entre los emigrantes
italianos, que eran numerosos en aquel período; abrió una parroquia en la zona más pobre
de la ciudad, fundó también iglesias, institutos, obras salesianas; por todas partes difundió
el ardor y la alegría salesiana.
Después de nueve años en Sudamérica, en 1884 Juan Cagliero fue consagrado obispo y
Vicario Apostólico de la Patagonia, convirtiéndose así en el primer sacerdote salesiano en
asumir el servicio del episcopado. Fue ordenado en Turín, en la iglesia de María
Auxiliadora, y su madre Teresa tuvo la alegría de verlo con su insignia episcopal antes de
morir a los 88 años. Aquel día Cagliero también guardó su mano con el anillo episcopal
escondido entre los pliegues de su hábito hasta que llegó Don Bosco: el primer beso le
correspondía por derecho.
Regresó a Italia para pasar los últimos años de su vejez y murió en Roma el 28 de febrero
de 1926, a la edad de 88 años. Su cuerpo, enterrado inicialmente en Roma, descansa
desde 1964, a petición del episcopado argentino, en la catedral "Mater Misericordiae" de
Viedma, su primera sede episcopal.
Hijos de Don Bosco que se convirtieron en cardenales:
August Hlond (1881-1948)
El segundo Hijo de Don Bosco honrado con la púrpura cardenalicia fue el salesiano
August Hlond, hoy reconocido por la Iglesia como Venerable. Protagonista de uno de los
periodos más dramáticos de la historia del siglo XX, el Cardenal Hlond fue, en palabras
del actual Rector Mayor y futuro Cardenal, P. Ángel Fernández Artime, "un hombre
virtuoso, ejemplo luminoso de religioso salesiano y pastor generoso y austero, capaz de
visiones proféticas y obediente a la Iglesia", que "cultivó la pobreza y practicó la justicia
con los pobres y necesitados".
Vivió entre la gente, compartiendo sus alegrías y los sufrimientos de las personas más
sencillas. En 1926 fue nombrado arzobispo de Gniezno y Poznań y primado de Polonia, y
apenas un año después el Papa le creó cardenal. En 1932 fundó la "Sociedad de Cristo
para los Emigrantes Polacos", destinada a ayudar a los numerosos compatriotas que
habían abandonado el país, y en el periodo de entreguerras se mostró muy crítico con la
injusticia social. Para contrarrestar los efectos de la crisis económica, creó el Consejo
Social en la Primada de Polonia. También reaccionó ante la creciente ola de nacionalismo
y en 1936 escribió una famosa carta pastoral sobre el tema de los principios morales en
las esferas social y política.
El 1 de septiembre de ese mismo año, los nazis invadieron Polonia: comenzó la Segunda
Guerra Mundial. El card. Hlond, a petición del gobierno polaco y de acuerdo con el
Nuncio Apostólico, viajó a Roma para informar al Santo Padre de la trágica situación en
Polonia; al no poder regresar a su país, se refugió en Lourdes. Alzó su voz contra las
violaciones de los derechos humanos y de la libertad religiosa cometidas por Hitler.
Desde la abadía de Hautecombe denunció la persecución de los judíos en Polonia. La
Gestapo penetró en la abadía y le detuvo, deportándole a París. El cardenal se negó
categóricamente a apoyar la formación de un gobierno polaco pro nazi. Fue internado
primero en Lorena y luego en Westfalia. Liberado por las tropas aliadas, regresó a su
patria en 1945.
Pero en la nueva Polonia liberada del nazismo encontró el comunismo. Una vez más,
defendió valientemente a los polacos, esta vez enérgicamente contra la opresión marxista
atea, e incluso tuvo que escapar a algunos intentos de asesinato.
El 4 de marzo de 1946, conservando la sede de Gniezno, fue nombrado arzobispo de
Varsovia por Pío XII. Su sucesor, el Beato cardenal Stefan Wyszyński, lo describió como
un pastor "con la mirada puesta en el futuro".
En la historia de la Iglesia de Polonia, el cardenal Augustus Hlond fue una de las figuras
más eminentes por el testimonio religioso de su vida, por la grandeza, variedad y
originalidad de su ministerio pastoral y por los sufrimientos que afrontó con intrépido
espíritu cristiano por el Reino de Dios.
Hijos de Don Bosco que se convirtieron en cardenales:
Raúl Silva Henríquez (1907-1999)
Su enfoque pastoral fue amplio: percibió y atendió las necesidades de los religiosos (en
1953 organizó el Primer Congreso de Vida Consagrada), de los migrantes (fue el
organizador y primer Director del Instituto Católico Chileno de Migración) y de los
pobres (como Presidente Nacional de Caritas y luego, finalmente, como Presidente de
Caritas Internationalis).
En 1961 fue nombrado arzobispo de Santiago del Chile y fue creado cardenal por el Papa
Juan XXIII en el Consistorio del 19 de marzo de 1962.
Como obispo y como cardenal fue un enérgico defensor de los derechos humanos,
violados sistemáticamente en su país a partir de 1973 por la junta militar que gobernaba el
país, y ante la ausencia de oposición política que fue silenciada, encarcelada o exiliada, la
Iglesia, bajo su liderazgo se convirtió en la única resistencia efectiva al régimen. Creó el
Comité de Cooperación por la Paz en Chile en 1973, al que siguió la Vicaría de la
Solidaridad, un refugio para víctimas de violaciones de los derechos humanos, a las que
se proporcionó asistencia jurídica y médica durante la crisis político-militar.
Además, el Card. Silva Henríquez desempeñó un papel importante para convencer a los
gobiernos de Chile y Argentina de que permitieran al Papa Juan Pablo II mediar en su
disputa fronteriza y evitar la guerra en 1978.
Por todas estas iniciativas, el 11 de diciembre de ese año recibió el "Premio de Derechos
Humanos" de las Naciones Unidas.
Como Arzobispo de Santiago anticipó la primavera del Concilio Vaticano II, del que fue
primero protagonista activo y luego testigo elocuente, proponiendo con valentía su
frescura evangélica, el tono cálido del diálogo con el hombre moderno, la comunicación
de la salvación. Bajo su liderazgo, la Iglesia chilena experimentó gradualmente un nuevo
estilo en el trabajo pastoral, en la comunión, en la colegialidad de los análisis y las
decisiones.
Pastor esencial en sus rasgos, inspiraba confianza a sus colaboradores y mostraba una
paternidad efectiva hacia quienes acudían a él en busca de ayuda. Con él, las comunidades
eclesiásticas pusieron en práctica la opción preferencial de promover la dignidad de las
personas, empezando por las más necesitadas y discriminadas, especialmente durante la
transición de la democracia, primero, a un gobierno prácticamente marxista y, después, al
régimen militar.
Su amplia labor -también fue presidente de Cáritas Internacional- le puso en contacto con
Jefes de Estado y políticos de otros pueblos, con otras Iglesias locales. Con ellos pensaba
a lo grande. Su amplio conocimiento de los problemas del mundo, sus conocimientos
jurídicos, que puso al servicio de la Iglesia universal presidiendo comisiones episcopales
y de expertos, le impulsaron a concebir los Estados Unidos de América Latina como cuna
y centro irradiador de la civilización del amor a la sombra de la Cruz redentora.
Una figura muy peculiar fue el cuarto salesiano creado cardenal, Štěpán Trochta.
Emblema del sufrimiento padecido por la Europa central y oriental a lo largo del siglo
XX, perseguida primero por el nazismo y luego por el comunismo, fue también el único
cardenal salesiano nombrado in pectore, ya que en el momento de su primera elección,
razones de oportunidad llevaron al Papa Pablo VI a no hacer pública su opción.
En otoño de 1923, con apenas 18 años, llegó a Turín en un aventurado viaje en solitario.
Allí completó sus estudios filosóficos, a los que siguieron los teológicos en Roma y, en
1932, fue ordenado sacerdote. Inmediatamente regresó a su patria y se convirtió en uno de
los fundadores de la obra salesiana allí: enseñó filosofía, pedagogía y religión en Frystak;
fundó una obra social en la ciudad industrial de Ostrava; abrió una "casa de la juventud"
en Praga. Además, se le asignó la atención espiritual de los scouts católicos.
Al final de la guerra, su patria estaba en ruinas y también fue invadida por el Ejército
Rojo. El 29 de septiembre de 1947, Pío XII le nombró obispo de Litoměřice, la diócesis
más devastada de Bohemia. El seminario estaba destruido, el 70% de las parroquias
carecían de sacerdotes. El obispo Trochta se puso manos a la obra, al estilo del lema
elegido en su consagración episcopal: Actio, Sacrificium, Caritas (Acción, Sacrificio,
Amor).
En 1960 fue indultado, pero se vio obligado a buscar trabajo manual: trabajó como albañil
y encargado del mantenimiento de ascensores e instalaciones sanitarias. Incluso en este
estado, no olvidó su misión de obispo e hizo todo lo que pudo por sus sacerdotes y la
diócesis.
Del corazón de Europa al centro de la Iglesia: éste fue el camino recorrido por Alfons
Maria Stickler, el quinto salesiano de Don Bosco, en orden cronológico, en ser nombrado
y creado cardenal. A diferencia de los otros perfiles examinados anteriormente, expresó
su servicio episcopal y cardenalicio no tanto en la actividad pastoral como en un trabajo
discreto, pero muy eficaz, en las realidades de la Curia Romana y de los círculos
académicos, manifestando siempre esa sencillez y humildad tan queridas por Don Bosco.
Fruto de su intensa actividad como estudioso son diversos volúmenes y ensayos sobre
Historia del Derecho Canónico. Fruto de su intensa actividad como estudioso son diversos
volúmenes y ensayos sobre Historia del Derecho Canónico. Fue director y editor de
"Studia Gratiana" y coeditor de "Studi Gregoriani". Fue experto de tres Comisiones del
Concilio Vaticano II, Consultor de las Congregaciones romanas y miembro desde el
principio de la Comisión para el nuevo Código de Derecho Canónico, miembro del
Pontificio Comité para las Ciencias Históricas, del Consejo del Instituto para la Historia
Medieval del Derecho Canónico de Berkeley, California, y fue también uno de los tres
Vicepresidentes del "Bureau de la Asociación Internacional para la Historia del Derecho y
de las Instituciones".
Fue creado cardenal por Benedicto XVI en el Consistorio del 25 de mayo de 1985, el
mismo en el que también fueron creados cardenales sus hermanos Rosalio José Castillo
Lara y Miguel Obando Bravo.
En el Consistorio del 25 de mayo de 1985 -por única vez en la historia- hasta tres Hijos de
Don Bosco fueron creados cardenales al mismo tiempo por el Papa Juan Pablo II: los
curiales monseñores Alfons Maria Stickler y Rosalio José Castillo Lara y el entonces
arzobispo de Managua y primado de Nicaragua, monseñor Miguel Obando Bravo. Hoy
nos centramos en el segundo de este trío, el venezolano Castillo Lara.
En 1950, fue enviado a Turín para estudiar Derecho Canónico en la Universidad Salesiana
y allí, en 1953, se graduó con todas las calificaciones. En septiembre de 1954 fue
nombrado profesor de la Facultad de Derecho Canónico del Ateneo Salesiano, donde
enseñó durante once años, primero en Turín, hasta 1957, y después, con el traslado de la
sede, en Roma, hasta 1965.
En diciembre de 1965 fue nombrado Inspector de Venezuela, pero no completó los dos
años de ese destino cuando fue llamado a servir, en 1967, como Consejero Regional para
América del Cono Sur. Después de cuatro años, fue el Capítulo General Extraordinario de
1971-72 (CG20) el que le eligió Consejero General para la Pastoral Juvenil.
A los pocos meses fue llamado de nuevo a Roma, para ser, desde el 12 de febrero de
1975, Secretario de la Pontificia Comisión para la Revisión del Código de Derecho
Canónico (actual Dicasterio para los Textos Legislativos). Posteriormente fue nombrado
miembro de la Pontificia Comisión para la Interpretación de los Decretos del Concilio
Ecuménico Vaticano II y consultor de las Congregaciones para la Educación Católica y
para los Sacramentos. El 5 de octubre de 1981 fue nombrado Presidente de la Comisión
Disciplinaria de la Curia Romana.
Tras su creación como cardenal en 1985, y después de dejar la dirección del Dicasterio
para los Textos Legislativos (entonces todavía Pontificio Consejo para la Interpretación
de los Textos Legislativos), se le confió en diciembre de 1989 la presidencia de la
Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA) y más tarde también la de
la Pontificia Comisión para el Estado de la Ciudad del Vaticano.
En el histórico Consistorio del 25 de mayo de 1985, que vio la asignación de hasta tres
cardenales a los Hijos de Don Bosco, estaba también el entonces Arzobispo de Managua
y Primado de Nicaragua, Monseñor Miguel Obando Bravo, figura de referencia no solo
para la Iglesia local, sino para toda la nación, tanto que en 2016 fue declarado "sacerdote
nacional para la paz y la reconciliación" por una ley especial.
El 25 de mayo de 1985, como se ha dicho, el Papa Juan Pablo II lo creó cardenal y le dio
el título de San Juan Evangelista en Spinaceto. A su regreso a casa, todo el pueblo se echó
a la calle para recibir festivamente al primer cardenal del país. Y como prueba de la
estima que le profesaba, en 1987 Juan Pablo II volvió a invitarle a escribir los textos de
las meditaciones para el Vía Crucis del Coliseo.
Convencido de que los problemas se resuelven dialogando, fue garante de los acuerdos de
paz y reconciliación que pusieron fin a la violencia en repetidas ocasiones. La última vez
que fue invitado a un cargo de este tipo fue en 2007: aceptó, pero solo tras recibir el
permiso de la Santa Sede, y el Papa Benedicto XVI le animó a "trabajar por la
reconciliación de la familia nicaragüense".
Fiel a su lema episcopal paulino Omibus omnia factus (Me hice todo para todos), el
cardenal siempre recordó que la Iglesia en el país no estaba con un partido, sino con el
pueblo, dispuesto a denunciar cualquier injusticia. Quería una Iglesia totalmente dedicada
a la evangelización y, de hecho, para fortalecerla, promovió el sínodo diocesano de
Managua, con el objetivo de hacer penetrar en la sociedad la verdad sobre Cristo y la
verdad sobre el hombre, gracias también a la aportación de los cristianos laicos.
Como cardenal, no dejó de llamar la atención del mundo sobre los problemas de su patria,
y sus acciones no permanecieron ocultas: numerosas organizaciones internacionales le
otorgaron prestigiosos premios por su ininterrumpida labor pastoral y humanitaria.
Tres años después del Consistorio en el que había colocado nada menos que a tres Hijos
de Don Bosco en el Colegio Cardenalicio, en 1988 el futuro santo, Papa Juan Pablo II
concedió también el birrete púrpura al salesiano español Antonio María Javierre Ortas,
válido estudioso y profesor, gran académico y promotor del diálogo ecuménico.
Fue llamado como experto del episcopado español a los trabajos del Concilio Ecuménico
Vaticano II. Consultor del Secretariado para la Unión de los Cristianos, durante tres años
fue miembro de la comisión "Fe y Constitución" en el seno del Consejo Ecuménico de las
Iglesias. Participó en diversas funciones en las tres conferencias mundiales del mismo
Consejo, celebradas en Nueva Delhi, Upsala y Nairobi. Además, participó en varias
conferencias sobre "Fe y Constitución" e "Iglesia y Sociedad" celebradas en Ginebra. Por
último, intervino en las reuniones del Comité Central del Consejo Ecuménico de las
Iglesias en París, Ginebra, Utrecht y Heraclión.
Fue creado cardenal por el Papa Juan Pablo II el 28 de junio de 1988, y en deferencia a su
origen religioso se le asignó como iglesia titular en Roma la de Santa Maria Liberatrice en
Monte Testaccio, confiada al cuidado pastoral de los Salesianos.
Salesiano, obispo y pastor entre los más conocidos a nivel internacional, Óscar Andrés
Rodríguez Maradiaga es el décimo Hijo de Don Bosco que ha recibido la llamada a servir
a la Iglesia como Cardenal. Personalidad polifacética y con muchos talentos, conocido por
su compromiso contra la desigualdad, es también uno de los hombres de confianza del
Papa Francisco.
Durante estos años, a través de sus discursos públicos, se dio a conocer por su lucha
contra las drogas y la corrupción, así como por sus críticas a los sistemas económicos que
producen explotación y marginación. Precisamente por su constante atención a la
dimensión social de la pastoral de la Iglesia, también fue elegido Presidente de "Caritas
Internationalis", cargo que ocupó de 2007 a 2015.
Fue creado cardenal por el Papa Juan Pablo II el 21 de febrero de 2001, en un consistorio
en el que también fueron elegidos cardenales, entre otros, su hermano Antonio Ignacio
Velasco García y el entonces arzobispo de Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio, hoy
Papa.
En la Curia también desempeñó otros muchos cargos, habiendo sido miembro a lo largo
de los años de la Congregación para el Clero, del Pontificio Consejo para las
Comunicaciones Sociales, del Pontificio Consejo Justicia y Paz, de la Pontificia Comisión
para América Latina y del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las
Sociedades de Vida Apostólica.
En el primer consistorio del tercer milenio, el 21 de febrero de 2001, el Papa Juan Pablo II
nombró cardenales a otros dos Hijos de Don Bosco, ambos latinoamericanos: el
venezolano Antonio Ignacio Velasco García y el hondureño Óscar Andrés Rodríguez
Maradiaga. Hoy recordamos al primero de los dos: un erudito distinguido, activo en la
Congregación Salesiana como Inspector y Consejero Regional, y luego un pastor celoso y
dinámico.
Ocupó este cargo hasta el 23 de octubre de 1989, cuando fue nombrado Vicario
Apostólico de Puerto Ayacucho y Obispo Titular de Utimmira por el Papa Juan Pablo II,
recibiendo la ordenación episcopal de manos de Juan Pablo II, en San Pedro, Roma, el 6
de enero de 1990.
Creado Cardenal por Juan Pablo II, como se ha dicho, en 2001, fue honrado con una
iglesia titular de origen salesiano, la de Santa Maria Domenica Mazzarello, en el barrio
Don Bosco de Roma.
La difícil situación que atravesaba Venezuela en aquellos años agravó aún más el
sufrimiento físico que padeció el cardenal, que en varias ocasiones recibió duros ataques
verbales del presidente Hugo Chávez. Y como parte de las tensiones sociales de la época,
el 12 de noviembre de 2002 fue lanzada una granada contra su residencia.
Tras una larga batalla contra el cáncer, el Cardenal Ignacio Antonio Velasco García
falleció el domingo 6 de julio de 2003. Conmemorando la vida de este "celoso y abnegado
pastor", tras su muerte el entonces Papa Juan Pablo II escribió un telegrama en el que
observaba: "Su generosa e intensa labor ministerial, primero como religioso salesiano,
luego como educador de jóvenes, como sacerdote y finalmente como Vicario Apostólico
de Puerto Ayacucho, y hasta el momento en que se le pidió que asumiera esta importante
tarea (en la Arquidiócesis de Caracas, Ed.), da testimonio de su gran entrega a la causa del
Evangelio, así como de sus cualidades personales".
Hijos de Don Bosco que llegaron a cardenales:
Tarcisio Bertone (1934- )
El último salesiano creado cardenal por el Papa Juan Pablo II fue el entonces Arzobispo
Metropolitano de Génova, Tarcisio Bertone, que más tarde se convirtió en un gran amigo
del Cardenal Joseph Ratzinger y más tarde Secretario de Estado Vaticano cuando éste
ascendió al trono pontificio con el nombre de Benedicto XVI.
Después del bachillerato comenzó el noviciado con los Salesianos en Pinerolo, emitiendo
su primera profesión religiosa el 3 de diciembre de 1950, su profesión perpetua el 15 de
agosto de 1956 y siendo consagrado sacerdote el 1° de julio de 1960.
Tras licenciarse en Teología en la Facultad Teológica Salesiana de Turín con una tesis
sobre la tolerancia y la libertad religiosa, prosiguió sus estudios en Roma, en el Pontificio
Ateneo Salesiano, donde obtuvo la Licenciatura y el Doctorado en Derecho Canónico,
con una investigación sobre "El gobierno de la Iglesia en el pensamiento de Benedicto
XIV - Papa Lambertini (1740-1758)".
En 1967 fue llamado a Roma para ocupar la cátedra de Teología Moral Especial en el
Ateneo Salesiano, más tarde Universidad Pontificia Salesiana (1973), donde enseñó
durante diez años.
En 1976 fue llamado a dirigir la Facultad de Derecho Canónico, donde enseñó 'Derecho
Eclesiástico Público' hasta 1991, llegando a ser Profesor Titular. También enseñó, entre
otras cosas, 'Derecho Internacional' y 'Derecho de Menores' (en consonancia con la
especialización pedagógica de la Pontificia Universidad Salesiana), y 'Legislación y
Organización Catequética y Pastoral Juvenil'. Desde 1978 es profesor de "Derecho
público eclesiástico" en el Institutum Utriusque Iuris de la Pontificia Universidad
Lateranense.
Desde los años ochenta ha ejercido también un cualificado servicio a la Santa Sede como
Consultor en diversos Dicasterios de la Curia Romana, colaborando activamente sobre
todo con la Congregación para la Doctrina de la Fe.
El 1° de agosto de 1991 el Santo Padre le llamó a dirigir la diócesis más antigua del
Piamonte, como Arzobispo de Vercelli. El 28 de enero de 1993 fue nombrado por la
Conferencia Episcopal Italiana (CEI) Presidente de la Comisión Eclesial de Justicia y Paz
y en este cargo promovió investigaciones e iniciativas para la educación a la legalidad, la
justicia y la moralidad.
Creado cardenal por San Juan Pablo II en el Consistorio del 21 de octubre de 2003, con el
Papa Benedicto XVI, fue primero Secretario de Estado, el 15 de septiembre de 2006, y
después también Camarlengo de la Santa Iglesia Romana, cargo que ocupó hasta el 20 de
diciembre de 2014, y por el que ostentó la regencia de la Curia entre la renuncia de
Benedicto XVI y la elección del Papa Francisco.
También ocupó el cargo de Secretario de Estado durante los primeros meses del
pontificado de Francisco, antes de ceder el servicio al entonces obispo Pietro Parolin el 15
de octubre de 2013.
Con motivo de la 25ª ordenación episcopal del Card. Bertone, el 1° de agosto de 2016, el
Papa Benedicto XVI escribió: "La Historia, cuya medida es la verdad de la Cruz, pondrá
en evidencia la intensa acción del cardenal Bertone, que también ha demostrado tener el
temperamento piamontés del trabajador esforzado que no escatima esfuerzos para
promover el bien de la Iglesia".
Hijos de Don Bosco que llegaron a cardenales:
Joseph Zen Ze-kiun (1932- )
De Hong Kong llegó, en 2006, el primer cardenal salesiano de origen asiático, así como el
primer cardenal salesiano elegido por el Papa Benedicto XVI: se trata de Joseph Zen Ze-
kiun, eminente figura de la Iglesia china, discípulo directo del Don Bosco de China, el
Siervo de Dios Padre Carlo Braga, así como defensor de los derechos de su pueblo.
"Cuando era niño, los domingos, mi padre me llevaba a cinco misas, dos en la parroquia y
tres en otras iglesias", recuerda el salesiano, "pero nunca me aburría. Mis padres tenían
una buena educación. Desgraciadamente, durante la guerra con Japón, mi padre, que era
ingeniero, cayó gravemente enfermo y perdimos nuestro medio de vida. Durante unos
años, vivimos en la extrema pobreza, y mi madre se vio obligada a vender sus pocas joyas
para darnos pan. El párroco nos ayudó y, conociendo mis intenciones, me dirigió a la
escuela de aspirantes que los salesianos habían abierto en Shanghai. Me aceptaron e hice
el noviciado en Hong Kong. Fue un año precioso. El superior, el Padre Carlo Braga, era
un hombre santo, con un gran corazón".
Participó, por nombramiento pontificio, en la Asamblea Especial para Asia del Sínodo de
los Obispos en 1998; y en la XI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos,
en octubre de 2005, pronunció un aplaudido discurso sobre "Sensus ecclesiae y libertad
religiosa", en el que deseó que las autoridades gubernamentales vieran "la conveniencia
de una normalización de la situación" entre la llamada "Iglesia patriótica" y la "Iglesia
clandestina".
En 2008 fue elegido por el Santo Padre para escribir las meditaciones del Vía Crucis
presidido por el Papa en el Coliseo la noche del Viernes Santo.
Al comienzo del tercer año, en 1953, abandonó una carrera prometedora e ingresó en el
Aspirantado salesiano de Torre Annunziata. Realiza el noviciado en Portici Bellavista de
1955 a 1956, año en el que emite su primera profesión religiosa el 16 de agosto. A
continuación, pasó al estudiantado filosófico de San Gregorio di Catania, donde cursó los
tres años de bachillerato clásico, graduándose en julio de 1959. Después, hasta 1962,
estudió en Roma, en el entonces Pontificio Ateneo, obteniendo la Licenciatura en
Filosofía. Mientras tanto, completado el período de formación en la Congregación
Salesiana, emitió la Profesión Perpetua el 28 de junio del mismo año. Luego, hizo dos
años de formación práctica en el Colegio Salesiano de Cisternino, donde enseñó literatura
en la escuela media. Tras obtener la Licenciatura en Teología en la Facultad de Teología
de la Universidad Salesiana de Roma, fue ordenado sacerdote el 22 de diciembre de 1967.
En 1986 fue nombrado Subsecretario del Pontificio Consejo para la Cultura, cargo que
desempeñó hasta 1991. De 1992 a 2006 fue Presidente de la Comisión Editorial de la
Libreria Editrice Vaticana y, de 1992 a 1997, Presidente del Comité de Animación de los
Rectores de los Pontificios Ateneos Romanos. Durante el mismo período fue también
representante de la Santa Sede en la C.R.E. - Asociación de Universidades Europeas.
En 2006, ya con Benedicto XVI, fue nombrado obispo titular de Oderzo, y el 25 de junio
del año siguiente se convirtió en Archivero y Bibliotecario de la Santa Iglesia Romana,
siendo al mismo tiempo elevado a la dignidad de arzobispo ad personam, con un anuncio
realizado por el propio Pontífice durante una visita a la Biblioteca Apostólica Vaticana y
al Archivo Secreto Vaticano.
Riccardo Ezzati, a menudo llamado "Ricardo" por los muchos años que pasó en Chile,
nació en Campiglia dei Berici, en la provincia de Vicenza (Italia), el 7 de enero de 1942,
hijo de Mario Ezzati y Assunta Andrello. Cursó sus estudios primarios en la escuela
municipal de su pueblo. El primer signo de su vocación se remonta a aquellos años: un
día, la madre de un amigo suyo vino a visitar a la familia y le habló de su hijo, que se
preparaba para asistir a un centro salesiano de orientación profesional. Decidió seguir sus
pasos y se matriculó en el colegio de Penango, en la provincia de Asti. Y cuando llegó a
Chile en 1960, sin haber cumplido aún los dieciocho años, ingresó inmediatamente en el
noviciado salesiano de Quilpué.
Hizo su primera profesión religiosa el 31 de enero de 1961, luego estudió filosofía y
pedagogía en el instituto salesiano afiliado a la Pontificia Universidad Católica de
Valparaíso, y de 1964 a 1966 enseñó en el liceo "Camilo Ortúzar Montt" de Santiago.
En 1991 fue llamado al Vaticano para trabajar con el Arzobispo Errázuriz Ossa, entonces
Secretario de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de
Vida Apostólica.
Fue el Papa Juan Pablo II quien lo nombró obispo, el 28 de junio de 1996, asignándole la
diócesis de Valdivia, de la que tomó posesión el 8 de septiembre siguiente.
Creado cardenal en el Consistorio del 22 de febrero de 2014, pasó a ser arzobispo emérito
de Santiago el 23 de marzo de 2019, a los setenta y siete años.
Hijos de Don Bosco que llegaron a cardenales:
Daniel Fernando Sturla Berhouet
Daniel Fernando Sturla Berhouet nació el 4 de julio de 1959 en Montevideo. Su padre era
abogado y murió cuando él tenía trece años, mientras que su madre, ama de casa, falleció
tres años después. Era el menor de cinco hermanos: los otros hermanos son Martín, que
ocupó importantes cargos políticos a nivel nacional a finales del siglo XX, antes de una
muerte prematura, María Isabel, María Antonia y María Laura. La familia frecuentaba la
parroquia "María Auxiliadora" de Montevideo, por lo que el futuro cardenal tuvo sus
primeros contactos con los Hijos de Don Bosco a temprana edad.
Aunque cursó sus estudios primarios y secundarios hasta cuarto año en el Colegio San
Juan Bautista, de las Religiosas de la Sagrada Familia, luego se licenció en Derecho en el
Instituto Juan XXIII de los Salesianos de Montevideo, y allí redescubrió la figura de San
Juan Bosco. Atraído por su carisma, ingresó en el noviciado salesiano e hizo su profesión
religiosa el 31 de enero de 1980.
Tras licenciarse en Derecho Civil en el Instituto "Juan XXIII", completó sus estudios de
Filosofía y Ciencias de la Educación en el Instituto "Miguel Rúa" de la capital. Y tras su
aprendizaje de 1982 a 1983 en los Talleres Don Bosco, de 1984 a 1987 perfeccionó sus
estudios de Teología en el Instituto Monseñor Mariano Soler, actual Facultad de Teología.
Y de nuevo, por el Papa Francisco, fue creado y publicado cardenal en el Consistorio del
14 de febrero de 2015, del título de Santa Galla, recibiendo el birrete rojo, anillo y título
cardenalicio en el mismo Consistorio. Es el segundo clérigo en la historia de Uruguay en
recibir la púrpura, precedido en la cátedra de Montevideo por el capuchino Antonio María
Barbieri, creado cardenal por Juan XXIII en 1958.
En el consistorio del 14 de febrero de 2015, el Papa Francisco creó cardenales a otros dos
Hijos de Don Bosco. Uno de ellos fue el salesiano Charles Maung Bo, que fue también el
primer cardenal birmano creado en la historia de la Iglesia. Defensor de los pobres,
destacada voz ecuménica, el Card. Bo es un pastor y un salesiano que siempre ha estado
comprometido con la paz y la armonía en un país que ha vivido y vive difíciles
situaciones de conflicto.
Firme partidario del diálogo entre los pueblos y las religiones, comprometido
concretamente en la promoción de la paz, la reconciliación y la justicia en un país cuya
historia, incluso reciente, está marcada por la dictadura y los enfrentamientos étnicos,
Charles Maung Bo es el primer cardenal de Myanmar, un país en el que la Iglesia, aunque
numéricamente tenga una presencia reducida, siempre ha dado testimonio de fe en medio
de la persecución.