Cardenales Salesianos en La Historia

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CARDENALES SALESIANOS EN LA HISTORIA

Para sorpresa de muchos1 - en primer lugar, del propio interesado - el pasado 9 de julio el
Papa Francisco nombró cardenal a Don Ángel Fernández Artime, décimo sucesor de Don
Bosco. La sorpresa se refería a una púrpura asignada a un actual Superior Mayor, y
también a la edad relativamente joven del elegido (63 años). Pero no sorprende en
absoluto que un Hijo de Don Bosco sea llamado a servir a la Iglesia en tal cargo. Hasta
ahora los diversos Pontífices han creado ya 19 de ellos - sin contar al Rector Mayor, que
se convertirá en Cardenal el próximo 30 de septiembre. Precisamente en vista de ese
acontecimiento, a partir de hoy y durante los próximos días, trataremos de redescubrir
brevemente sus figuras y misiones.

1
Agenzia Notizie Salesiane: https://www.infoans.org/index.php?option=com_k2&view=item&id=18901:rmg-
cardenales-salesianos-en-la-historia&Itemid=1680&lang=es Consultado 14.09.2023.
Antes, sin embargo, parece necesaria una nota sobre quiénes son y qué hacen los
cardenales.

Según el Derecho Canónico (cann. 349 y ss.) "los Cardenales de la Santa Iglesia Romana
constituyen un Colegio peculiar al que corresponde proveer a la elección del Romano
Pontífice"; además, "asisten al Romano Pontífice tanto actuando colegialmente cuando
son convocados juntos para tratar asuntos de mayor importancia, como individualmente,
es decir, en los diversos oficios que desempeñan, prestándole sus servicios en el cuidado
sobre todo cotidiano de la Iglesia universal".

Son identificados por el Santo Padre entre "hombres constituidos al menos en el orden del
presbiterado, eminentemente distinguidos por la doctrina, la moral, la piedad y la
prudencia en la conducción de los asuntos; los que no son ya Obispos, deben recibir la
consagración episcopal". (cann. 351 §1)

Y aquí sigue la lista de los salesianos creados cardenales, por orden cronológico y con la
fecha de nombramiento.

Giovanni Cagliero (1915)


Cardenal Augusto Hlond (1927)
Raúl Silva Henríquez (1962)
Štěpán Trochta (1969 in pectore, y luego 1973)
Alfonso María Stickler (1985)
Rosalio José Castillo Lara (1985)
Miguel Obando Bravo (1985)
Antonio María Javierre Ortas (1988)
Antonio Ignacio Velasco García (2001)
Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga (2001)
Tarcisio Bertone (2003)
Joseph Zen Ze-kiun (2006)
Raffaele Farina (2007)
Angelo Amato (2010)
Riccardo Ezzati Andrello (2014)
Charles Maung Bo (2015)
Daniel Fernando Sturla Berhouet (2015)
Cristóbal López Romero (2019)
Virgilio do Carma da Siva (2022)
Ángel Fernández Artime (2023)
Hijos de Don Bosco que se convirtieron en cardenales
Giovanni Cagliero (1838-1926)

El primero de todos los cardenales salesianos fue Mons. Giovanni Cagliero, paisano de
Don Bosco, ya que había nacido, como el Santo de la Juventud, en Castelnuovo d'Asti
(hoy Castelnuovo Don Bosco). Nacido en una familia de modestos campesinos el 11 de
enero de 1838, conoció a Don Bosco a la edad de 13 años y se unió a él en Valdocco,
donde creció tranquilamente, distinguiéndose por su empeño en el estudio y su amor a la
música.

Los biógrafos cuentan una divertida conversación que Don Bosco tuvo con la madre de
Cagliero, Teresa, cuando le pidió permiso para llevárselo con él a Turín; "¿Quieres
venderme a tu Giovannino?", le dijo bromeando y ella le contestó en su dialecto: "Los
terneros se venden, los niños se regalan". "Mejor aún", replicó él, "prepárale algunas
ropas y mañana me lo llevo".

En el Oratorio había mucha pobreza, pero también mucho amor: "Nuestros dormitorios,
en la planta baja, eran estrechos y tenían adoquines por suelo. En la cocina había unos
cuantos cuencos de hojalata con sus respectivas cucharas. Tenedores, cuchillos y
servilletas los vimos muchos años después. El refectorio era un toldo. Don Bosco nos
servía la comida, nos ayudaba a mantener ordenado el dormitorio, limpiaba y remendaba
nuestra ropa, y hacía todos los servicios más humildes... Vivíamos juntos en todo. Más
que en un internado, nos sentíamos en familia, bajo la dirección de un padre que nos
amaba, y que sólo se preocupaba por nuestro bienestar espiritual y material".

Cuando Don Bosco decidió dar vida plena a una nueva Congregación, con matrícula
regular y votos de pobreza, castidad y obediencia, el joven Juan Cagliero pronunció
aquella famosa frase, que ha quedado en los anales, y que también tuvo fuerza de arrastre
en otros de los jóvenes presentes: Fraile o no raile, yo me quedo con Don Bosco'.

Don Cagliero emite los votos trienales el 14 de mayo de 1862 y los perpetuos, ya
sacerdote, el 15 de noviembre de 1865.

Era el ídolo de los jóvenes. Temperamento exuberante, todo impulsos, sentía y


comunicaba a los demás la alegría de vivir con Don Bosco: trabajar, correr, entregarse. A
menudo, los muchachos, después de las "buenas noches salesianas" de Don Bosco, se
acercaban a Don Cagliero y le saludaban con espontáneo afecto.

Mientras tanto, Juan Cagliero perfeccionaba sus dotes musicales. Servicios religiosos,
academias, bandas, hicieron de él un compositor precoz y brillante. Dos de sus óperas, Il
figlio dell'esule y Lo Spazzacamino, fueron elogiadas por Giuseppe Verdi por su música
bella y conmovedora. También llegaron a la Corte y fueron cantadas por la futura reina
Margarita. La Misa de Réquiem a tres voces fue juzgada una "joya de fe y armonía". Su
maestro Cerutti la hizo interpretar en la Casa Real en el funeral por Carlo Alberto.

También en esto fue volcánico: el 9 de junio de 1868, la misa de consagración de la


iglesia de María Auxiliadora fue cantada por tres coros: un coro de niños a dos voces en
la cornisa de la cúpula, dos coros de niños a tres voces bajo la cúpula y en el coro alto.

Después de su sacerdocio, trabajó como salesiano durante 13 años, convirtiéndose en un


fenómeno de actividades y proyectos, y ejerciendo también como Director Espiritual de
las Hijas de María Auxiliadora. También se dedicó con pasión a la actividad de componer
música sacra, y escribió piezas ricas en vena melódica, que sobre todo en los primeros
años (1860-70) fueron un componente importante del ambiente oratoriano.

En 1875 Don Bosco le confió la dirección del primer grupo de salesianos que partió en
misión hacia la Patagonia argentina.

Una vez desembarcado en Buenos Aires comenzó el apostolado entre los emigrantes
italianos, que eran numerosos en aquel período; abrió una parroquia en la zona más pobre
de la ciudad, fundó también iglesias, institutos, obras salesianas; por todas partes difundió
el ardor y la alegría salesiana.

Después de nueve años en Sudamérica, en 1884 Juan Cagliero fue consagrado obispo y
Vicario Apostólico de la Patagonia, convirtiéndose así en el primer sacerdote salesiano en
asumir el servicio del episcopado. Fue ordenado en Turín, en la iglesia de María
Auxiliadora, y su madre Teresa tuvo la alegría de verlo con su insignia episcopal antes de
morir a los 88 años. Aquel día Cagliero también guardó su mano con el anillo episcopal
escondido entre los pliegues de su hábito hasta que llegó Don Bosco: el primer beso le
correspondía por derecho.

En su tierra de misión, monseñor Cagliero comenzó la evangelización de los nativos de la


Patagonia a lo grande, se vio obligado a ir a caballo, lanzó el lazo, escaló montañas, llegó
a comunidades indígenas remotas... siempre en busca de almas.

Regresó precipitadamente a Turín en cuanto supo que Don Bosco se moría, y el 30 de


enero de 1888 le dio su último beso mientras recitaba sus últimas oraciones. Regresó a la
Patagonia inmediatamente después del funeral.

En 1915, el Papa Benedicto XV lo creó cardenal, a la edad de 77 años, reconociendo así


el mérito de una vida dedicada al bien de los demás, especialmente en tierras de misión.

Regresó a Italia para pasar los últimos años de su vejez y murió en Roma el 28 de febrero
de 1926, a la edad de 88 años. Su cuerpo, enterrado inicialmente en Roma, descansa
desde 1964, a petición del episcopado argentino, en la catedral "Mater Misericordiae" de
Viedma, su primera sede episcopal.
Hijos de Don Bosco que se convirtieron en cardenales:
August Hlond (1881-1948)

El segundo Hijo de Don Bosco honrado con la púrpura cardenalicia fue el salesiano
August Hlond, hoy reconocido por la Iglesia como Venerable. Protagonista de uno de los
periodos más dramáticos de la historia del siglo XX, el Cardenal Hlond fue, en palabras
del actual Rector Mayor y futuro Cardenal, P. Ángel Fernández Artime, "un hombre
virtuoso, ejemplo luminoso de religioso salesiano y pastor generoso y austero, capaz de
visiones proféticas y obediente a la Iglesia", que "cultivó la pobreza y practicó la justicia
con los pobres y necesitados".

August Hlond nació en Brzeckowice (Polonia) el 5 de julio de 1881. Segundo de once


hermanos, su padre era ferroviario. Habiendo recibido de sus padres una fe sencilla pero
fuerte, a los 12 años, atraído por la fama de Don Bosco, siguió a su hermano mayor
Ignacio a Italia para consagrarse al Señor entre los salesianos, y pronto atrajo a otros dos
hermanos. Admitido en el noviciado de Foglizzo Canavese, recibió el hábito de sotana de
manos del beato Miguel Rua.

Después de su profesión religiosa fue enviado a Roma, donde asistió a la Universidad


Gregoriana. Ordenado sacerdote el 23 de septiembre de 1905, fue director de varias casas
salesianas en Przemyśl y luego en Viena. Siguiendo el carisma de Don Bosco, en todas
sus actividades se ocupó de los jóvenes, especialmente de los pobres.

Fue el primer superior de la provincia germano-húngara. En Viena tuvo la oportunidad de


ser apreciado por el arzobispo Achille Ratti, quien, convertido en Papa con el nombre de
Pío XI, le nombró Administrador Apostólico de la Alta Silesia, una responsabilidad de
excepcional delicadeza, ya que se trataba de una tierra disputada entre Alemania y
Polonia: gracias a su mediación entre alemanes y polacos, en 1925 nació la diócesis de
Katowice, de la que llegó a ser obispo. Significativamente, eligió como lema episcopal el
lema de Don Bosco: "Da mihi animas coetera tolle" (Dame almas, llévate todo lo demás).

Vivió entre la gente, compartiendo sus alegrías y los sufrimientos de las personas más
sencillas. En 1926 fue nombrado arzobispo de Gniezno y Poznań y primado de Polonia, y
apenas un año después el Papa le creó cardenal. En 1932 fundó la "Sociedad de Cristo
para los Emigrantes Polacos", destinada a ayudar a los numerosos compatriotas que
habían abandonado el país, y en el periodo de entreguerras se mostró muy crítico con la
injusticia social. Para contrarrestar los efectos de la crisis económica, creó el Consejo
Social en la Primada de Polonia. También reaccionó ante la creciente ola de nacionalismo
y en 1936 escribió una famosa carta pastoral sobre el tema de los principios morales en
las esferas social y política.

También en 1936, dirigió el primer Sínodo de obispos polacos. Se convirtió en un gran


promotor de la Acción Católica y fue el primer pastor de Polonia, si no del mundo, que
instituyó la "Jornada de la Juventud". En marzo de 1939, participó en el Cónclave que
eligió a Pío XII.

El 1 de septiembre de ese mismo año, los nazis invadieron Polonia: comenzó la Segunda
Guerra Mundial. El card. Hlond, a petición del gobierno polaco y de acuerdo con el
Nuncio Apostólico, viajó a Roma para informar al Santo Padre de la trágica situación en
Polonia; al no poder regresar a su país, se refugió en Lourdes. Alzó su voz contra las
violaciones de los derechos humanos y de la libertad religiosa cometidas por Hitler.
Desde la abadía de Hautecombe denunció la persecución de los judíos en Polonia. La
Gestapo penetró en la abadía y le detuvo, deportándole a París. El cardenal se negó
categóricamente a apoyar la formación de un gobierno polaco pro nazi. Fue internado
primero en Lorena y luego en Westfalia. Liberado por las tropas aliadas, regresó a su
patria en 1945.

Pero en la nueva Polonia liberada del nazismo encontró el comunismo. Una vez más,
defendió valientemente a los polacos, esta vez enérgicamente contra la opresión marxista
atea, e incluso tuvo que escapar a algunos intentos de asesinato.
El 4 de marzo de 1946, conservando la sede de Gniezno, fue nombrado arzobispo de
Varsovia por Pío XII. Su sucesor, el Beato cardenal Stefan Wyszyński, lo describió como
un pastor "con la mirada puesta en el futuro".

Murió el 22 de octubre de 1948 de neumonía, a la edad de 67 años. En su lecho de muerte


pronunció estas palabras: 'He trabajado por Cristo y por Polonia y volveré a hacerlo... He
hecho muchos sacrificios por Jesús y he buscado su gloria; me voy con alegría' y
profetizó: 'Luchad bajo la protección de la Santísima Virgen María. La victoria, cuando
llegue, será la victoria de la Virgen". Miles de personas acudieron al funeral y, por
primera vez en la historia de Polonia, el entierro se celebró en la misma catedral.

En la historia de la Iglesia de Polonia, el cardenal Augustus Hlond fue una de las figuras
más eminentes por el testimonio religioso de su vida, por la grandeza, variedad y
originalidad de su ministerio pastoral y por los sufrimientos que afrontó con intrépido
espíritu cristiano por el Reino de Dios.
Hijos de Don Bosco que se convirtieron en cardenales:
Raúl Silva Henríquez (1907-1999)

Abogado, salesiano de Don Bosco y obispo, primero como ordinario de la diócesis de


Valparaíso y después, durante más de veinte años, como arzobispo de Santiago (1961-
1983) y Primado de Chile. Todo esto fue Raúl Silva Henríquez (1907-1999), el tercer
Hijo de Don Bosco llamado por un Pontífice para servir a la Iglesia al servicio del
cardenalato.

Nacido el 27 de septiembre de 1907 en Talca (Chile), hijo de Ricardo Silva y Mercedes


Henríquez Encina, fue el decimosexto de 19 hermanos, cinco de los cuales murieron en la
infancia. Su padre era un agricultor y empresario procedente de una antigua familia de
origen portugués que se había instalado en Chile a principios del siglo XVII.

Estudió en el prestigioso Liceo Alemán de Santiago de Chile, y después en la Facultad de


Derecho de la Pontificia Universidad Católica de Chile, donde se licenció en Derecho en
1929. Ingresó en los Salesianos de Santiago de Chile el 27 de enero de 1930 y continuó
sus estudios en el Pontificio Ateneo Salesiano de Turín, donde obtuvo los doctorados en
Teología y Derecho Canónico.

Ordenado sacerdote el 3 de julio de 1938 en Turín, fue primero profesor en la Escuela


Teológica Internacional Salesiana de Santiago-La Cisterna (1938-1943), y luego Director
de diversos institutos, escuelas y Centros de Formación Profesional salesianos. Su acción
educativa fue siempre amplia, y de hecho fue también fundador y presidente de la
Federación de Escuelas Católicas de Chile, en 1945, y fundador de la revista "Rumbos".

Su enfoque pastoral fue amplio: percibió y atendió las necesidades de los religiosos (en
1953 organizó el Primer Congreso de Vida Consagrada), de los migrantes (fue el
organizador y primer Director del Instituto Católico Chileno de Migración) y de los
pobres (como Presidente Nacional de Caritas y luego, finalmente, como Presidente de
Caritas Internationalis).

Elegido obispo de Valparaíso el 24 de octubre de 1959, recibió la ordenación episcopal el


29 de noviembre del mismo año, eligiendo como lema: Caritas Christi urget nos.

En 1961 fue nombrado arzobispo de Santiago del Chile y fue creado cardenal por el Papa
Juan XXIII en el Consistorio del 19 de marzo de 1962.

Como obispo y como cardenal fue un enérgico defensor de los derechos humanos,
violados sistemáticamente en su país a partir de 1973 por la junta militar que gobernaba el
país, y ante la ausencia de oposición política que fue silenciada, encarcelada o exiliada, la
Iglesia, bajo su liderazgo se convirtió en la única resistencia efectiva al régimen. Creó el
Comité de Cooperación por la Paz en Chile en 1973, al que siguió la Vicaría de la
Solidaridad, un refugio para víctimas de violaciones de los derechos humanos, a las que
se proporcionó asistencia jurídica y médica durante la crisis político-militar.

Además, el Card. Silva Henríquez desempeñó un papel importante para convencer a los
gobiernos de Chile y Argentina de que permitieran al Papa Juan Pablo II mediar en su
disputa fronteriza y evitar la guerra en 1978.

Por todas estas iniciativas, el 11 de diciembre de ese año recibió el "Premio de Derechos
Humanos" de las Naciones Unidas.

Como Arzobispo de Santiago anticipó la primavera del Concilio Vaticano II, del que fue
primero protagonista activo y luego testigo elocuente, proponiendo con valentía su
frescura evangélica, el tono cálido del diálogo con el hombre moderno, la comunicación
de la salvación. Bajo su liderazgo, la Iglesia chilena experimentó gradualmente un nuevo
estilo en el trabajo pastoral, en la comunión, en la colegialidad de los análisis y las
decisiones.
Pastor esencial en sus rasgos, inspiraba confianza a sus colaboradores y mostraba una
paternidad efectiva hacia quienes acudían a él en busca de ayuda. Con él, las comunidades
eclesiásticas pusieron en práctica la opción preferencial de promover la dignidad de las
personas, empezando por las más necesitadas y discriminadas, especialmente durante la
transición de la democracia, primero, a un gobierno prácticamente marxista y, después, al
régimen militar.

Su amplia labor -también fue presidente de Cáritas Internacional- le puso en contacto con
Jefes de Estado y políticos de otros pueblos, con otras Iglesias locales. Con ellos pensaba
a lo grande. Su amplio conocimiento de los problemas del mundo, sus conocimientos
jurídicos, que puso al servicio de la Iglesia universal presidiendo comisiones episcopales
y de expertos, le impulsaron a concebir los Estados Unidos de América Latina como cuna
y centro irradiador de la civilización del amor a la sombra de la Cruz redentora.

Falleció el 9 de abril de 1999 en la residencia salesiana de La Florida, en las afueras de


Santiago de Chile, de un ataque de neumonía, complicado por una disfunción renal, y está
enterrado en la cripta de la Catedral de Santiago. El gobierno democrático chileno de la
época declaró cinco días de duelo nacional en su honor.
Hijos de Don Bosco que llegaron a cardenales
Štěpán Trochta (1905-1974)

Una figura muy peculiar fue el cuarto salesiano creado cardenal, Štěpán Trochta.
Emblema del sufrimiento padecido por la Europa central y oriental a lo largo del siglo
XX, perseguida primero por el nazismo y luego por el comunismo, fue también el único
cardenal salesiano nombrado in pectore, ya que en el momento de su primera elección,
razones de oportunidad llevaron al Papa Pablo VI a no hacer pública su opción.

Štěpán Trochta nació en Francova Lhota, en Moravia oriental, el 26 de marzo de 1905, el


mayor de los tres hijos de František y Anna Trochta, dos humildes campesinos de fe
sencilla y directa. A los 8 años perdió a su padre y poco después sintió nacer en él la
vocación al sacerdocio, hasta el punto de ingresar en el seminario menor de su diócesis.
Sin embargo, su madre, que trabajaba sola para sacar adelante a sus hijos, enfermó de
tuberculosis y, para cuidar de ella y de sus hermanos pequeños, Štěpán abandonó el
seminario. En esa época leyó accidentalmente un artículo sobre la vida y obra de Don
Bosco, lo encomendó todo a María Auxiliadora y, una vez recuperada su madre, optó por
hacerse salesiano.

En otoño de 1923, con apenas 18 años, llegó a Turín en un aventurado viaje en solitario.
Allí completó sus estudios filosóficos, a los que siguieron los teológicos en Roma y, en
1932, fue ordenado sacerdote. Inmediatamente regresó a su patria y se convirtió en uno de
los fundadores de la obra salesiana allí: enseñó filosofía, pedagogía y religión en Frystak;
fundó una obra social en la ciudad industrial de Ostrava; abrió una "casa de la juventud"
en Praga. Además, se le asignó la atención espiritual de los scouts católicos.

Orador solicitado, experto en problemas juveniles y cuestiones sociales, se convirtió en


una personalidad destacada de la vida católica de su país. Así, al estallar la Segunda
Guerra Mundial, su nombre acabó en la lista de las cien personas más influyentes de
Praga que debían ser eliminadas para evitar una posible oposición. Fue deportado al
campo de concentración de Terezin, luego al de Dachau y finalmente al de Mauthausen.
En los registros nazis se le marcó como "R U", que significa "regreso no deseado", y por
ello se le asignó el trabajo más pesado con los grupos destinados a la eliminación. En
Mauthausen, al verle exhausto, un nazi le disparó a quemarropa "para librarle de una larga
agonía". Pero el P. Trochta no murió. Tras recobrar el sentido, cuando ya estaba en un
vagón de cadáveres que se dirigía al crematorio, consiguió dejarse caer y fue salvado por
un médico del campo.

Al final de la guerra, su patria estaba en ruinas y también fue invadida por el Ejército
Rojo. El 29 de septiembre de 1947, Pío XII le nombró obispo de Litoměřice, la diócesis
más devastada de Bohemia. El seminario estaba destruido, el 70% de las parroquias
carecían de sacerdotes. El obispo Trochta se puso manos a la obra, al estilo del lema
elegido en su consagración episcopal: Actio, Sacrificium, Caritas (Acción, Sacrificio,
Amor).

Sin embargo, el régimen comunista de Checoslovaquia le impidió la actividad episcopal y


durante tres años permaneció bajo arresto domiciliario en su sede, hasta que, en 1953, fue
detenido acusado de espionaje y "actividad antiestatal" y condenado a 20 años de prisión.

En 1960 fue indultado, pero se vio obligado a buscar trabajo manual: trabajó como albañil
y encargado del mantenimiento de ascensores e instalaciones sanitarias. Incluso en este
estado, no olvidó su misión de obispo e hizo todo lo que pudo por sus sacerdotes y la
diócesis.

El 2 de agosto de 1968, tras 18 años de ausencia, pudo asumir el gobierno de su diócesis y


el 1 de septiembre de 1968 -en una Checoslovaquia que acababa de ver reprimida con
sangre la Primavera de Praga- subió al púlpito de su catedral para pronunciar: "A muchos
de vosotros -dijo- os veo por primera vez, aunque llevo 21 años siendo vuestro obispo. He
pasado años terribles. He visto las profundidades de la maldad humana. Pero Jesucristo es
nuestro Redentor, hoy y siempre".

En 1969, el Papa Pablo VI le nombró Cardenal, pero mantuvo su nombramiento "in


pectore". Hasta el 5 de marzo de 1973 no pudo hacer pública su elevación a la púrpura,
que finalmente recibió el arzobispo Trochta el 12 de abril siguiente. Vivió aún un año más
como Cardenal; luego, agotado por las muchas cruces soportadas y ofrecidas con
paciencia y amor, murió el 6 de abril de 1974.
Hijos de Don Bosco que se convirtieron en cardenales:
Alfons Maria Stickler (1910-2007)

Del corazón de Europa al centro de la Iglesia: éste fue el camino recorrido por Alfons
Maria Stickler, el quinto salesiano de Don Bosco, en orden cronológico, en ser nombrado
y creado cardenal. A diferencia de los otros perfiles examinados anteriormente, expresó
su servicio episcopal y cardenalicio no tanto en la actividad pastoral como en un trabajo
discreto, pero muy eficaz, en las realidades de la Curia Romana y de los círculos
académicos, manifestando siempre esa sencillez y humildad tan queridas por Don Bosco.

Alfons Maria Stickler nació en Neunkirchen (Austria) el 23 de agosto de 1910, el segundo


de doce hermanos. Cursó la enseñanza primaria en su ciudad natal y la secundaria en
Viena, alumno del Colegio Salesiano local, cuando el futuro cardenal Hlond estaba a
punto de dejar el gobierno de la Inspectoría germano-húngara de los Salesianos de Don
Bosco.

Ingresó en el noviciado de la Congregación Salesiana en Alemania e hizo su primera


profesión religiosa el 15 de agosto de 1928. Tras completar sus estudios filosóficos en
Alemania y Austria, completó sus estudios teológicos en Alemania, en Benediktbeuern, y
más tarde en Turín y Roma, donde fue ordenado sacerdote el 27 de marzo de 1937 en la
basílica de San Juan de Letrán.

Tras asistir a los cursos de Derecho Canónico y Derecho Civil en la Pontificia


Universidad Lateranense desde 1936, se licenció en 1940 y fue nombrado inmediatamente
profesor del Ateneo Salesiano en la Facultad de Derecho Canónico. Desplazado con todo
el Ateneo Salesiano a la zona de Cuneo durante la Segunda Guerra Mundial, salvó varias
vidas liberando prisioneros de las autoridades de ocupación alemanas, y su recuerdo
perdura allí con gratitud.

Después de la guerra, enseñó Derecho Canónico primero en Turín y luego en Roma,


adonde se había trasladado la Universidad Salesiana en 1957. Allí fue Decano de la
Facultad de Derecho Canónico, de 1953 a 1958, luego Rector Magnífico, de 1958 a 1966,
y Decano del nuevo "Institutum Altioris Latinitas", de 1965 a 1968.

El 25 de marzo de 1971 fue nombrado Prefecto de la Biblioteca Vaticana por el Papa.


Como tal, promovió la construcción del gran depósito subterráneo para la óptima
conservación de todos los códices de la Biblioteca y otras ampliaciones para facilitar su
consulta a los estudiosos. Todo ello gracias a una audaz operación cultural-editorial
promovida por el propio Prefecto en colaboración con la editorial internacional "Belser",
consistente en la publicación en facsímil perfecto de numerosos códices preciosos.

Fruto de su intensa actividad como estudioso son diversos volúmenes y ensayos sobre
Historia del Derecho Canónico. Fruto de su intensa actividad como estudioso son diversos
volúmenes y ensayos sobre Historia del Derecho Canónico. Fue director y editor de
"Studia Gratiana" y coeditor de "Studi Gregoriani". Fue experto de tres Comisiones del
Concilio Vaticano II, Consultor de las Congregaciones romanas y miembro desde el
principio de la Comisión para el nuevo Código de Derecho Canónico, miembro del
Pontificio Comité para las Ciencias Históricas, del Consejo del Instituto para la Historia
Medieval del Derecho Canónico de Berkeley, California, y fue también uno de los tres
Vicepresidentes del "Bureau de la Asociación Internacional para la Historia del Derecho y
de las Instituciones".

El 8 de septiembre de 1983 fue nombrado Pro-Bibliotecario de la Santa Iglesia Romana y,


al mismo tiempo, Arzobispo Titular de Bolsena. Juan Pablo II le confirió personalmente
la ordenación episcopal el 1 de noviembre siguiente, llamándole también miembro de la
Pontificia Comisión para la Interpretación Auténtica del Código de Derecho Canónico.

El 7 de julio de 1984 fue nombrado también Pro-Archivista de la Santa Iglesia Romana,


convirtiéndose en Archivista y Bibliotecario de la Santa Iglesia Romana en mayo de
1985.

A pesar de su altísimo perfil intelectual y académico, siempre se mantuvo humilde y,


como verdadero Hijo de Don Bosco, amante de la sencillez: solía moverse solo por Roma,
utilizando los transportes públicos, y cuando no era necesario para los actos se limitaba a
vestir de clérigo, sin ningún otro signo que pudiera expresar sus funciones.

Fue creado cardenal por Benedicto XVI en el Consistorio del 25 de mayo de 1985, el
mismo en el que también fueron creados cardenales sus hermanos Rosalio José Castillo
Lara y Miguel Obando Bravo.

Murió en Roma a la edad de 97 años, el 12 de diciembre de 2007. Con ocasión de su


funeral, celebrado por el Papa Juan Pablo II en la basílica vaticana, el Pontífice esbozó su
figura recordando: "Sabía bien que amar a Cristo es amar a su Iglesia, que es siempre
santa, a pesar de la debilidad"; y concluyó citando el testamento espiritual del cardenal
austriaco: "Creo, espero, amo; perdona mi debilidad en la fe, la esperanza y la caridad y
condúceme, oh Dios mío, al Reino de tu amor".
Hijos de Don Bosco que llegaron a cardenales:
Rosalio José Castillo Lara (1922-2007)

En el Consistorio del 25 de mayo de 1985 -por única vez en la historia- hasta tres Hijos de
Don Bosco fueron creados cardenales al mismo tiempo por el Papa Juan Pablo II: los
curiales monseñores Alfons Maria Stickler y Rosalio José Castillo Lara y el entonces
arzobispo de Managua y primado de Nicaragua, monseñor Miguel Obando Bravo. Hoy
nos centramos en el segundo de este trío, el venezolano Castillo Lara.

Nacido en San Casimiro el 4 de septiembre de 1922, era el tercero de siete hermanos.


Conoció a los Salesianos desde muy joven, asistiendo a la escuela primaria y secundaria
en Valencia y luego al Instituto "San José" de Los Teques. El ingreso en el noviciado
salesiano de Bogotá fue, pues, consecuente. Tras una formación religiosa y estudios
filosóficos y teológicos, fue ordenado sacerdote en Caracas el 4 de septiembre de 1949
por su tío, el arzobispo Lucas Guillermo Castillo Hernández.

En 1950, fue enviado a Turín para estudiar Derecho Canónico en la Universidad Salesiana
y allí, en 1953, se graduó con todas las calificaciones. En septiembre de 1954 fue
nombrado profesor de la Facultad de Derecho Canónico del Ateneo Salesiano, donde
enseñó durante once años, primero en Turín, hasta 1957, y después, con el traslado de la
sede, en Roma, hasta 1965.

Mente brillante, gran estudioso y conferenciante, dotado también de un espíritu laborioso


y hábil para llevar a buen término nuevos proyectos, no pasó desapercibido para sus
Superiores, primero, y luego para las más altas autoridades vaticanas, que le confiaron
nuevos cargos de creciente responsabilidad a lo largo de los años.

En diciembre de 1965 fue nombrado Inspector de Venezuela, pero no completó los dos
años de ese destino cuando fue llamado a servir, en 1967, como Consejero Regional para
América del Cono Sur. Después de cuatro años, fue el Capítulo General Extraordinario de
1971-72 (CG20) el que le eligió Consejero General para la Pastoral Juvenil.

Pero, de nuevo, otro nombramiento le impidió completar su sexenio: el 26 de marzo de


1973, el Papa Pablo VI le concedió el título episcopal de Precausa y le envió de vuelta a
su tierra natal como obispo coadjutor de Trujillo. Fue ordenado el día de María
Auxiliadora, 24 de mayo de 1974, eligiendo Misericordia et Veritas como lema episcopal.

A los pocos meses fue llamado de nuevo a Roma, para ser, desde el 12 de febrero de
1975, Secretario de la Pontificia Comisión para la Revisión del Código de Derecho
Canónico (actual Dicasterio para los Textos Legislativos). Posteriormente fue nombrado
miembro de la Pontificia Comisión para la Interpretación de los Decretos del Concilio
Ecuménico Vaticano II y consultor de las Congregaciones para la Educación Católica y
para los Sacramentos. El 5 de octubre de 1981 fue nombrado Presidente de la Comisión
Disciplinaria de la Curia Romana.

El 22 de mayo de 1982 fue promovido a Pro-Presidente de la Pontificia Comisión para la


Revisión del Código de Derecho Canónico y el 26 de mayo fue elevado a arzobispo.

Tras su creación como cardenal en 1985, y después de dejar la dirección del Dicasterio
para los Textos Legislativos (entonces todavía Pontificio Consejo para la Interpretación
de los Textos Legislativos), se le confió en diciembre de 1989 la presidencia de la
Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA) y más tarde también la de
la Pontificia Comisión para el Estado de la Ciudad del Vaticano.

Bajo su dirección se inició la construcción de la actual "Casa Santa Marta" en el Vaticano,


donde reside actualmente el Santo Padre Francisco.
Sin olvidar nunca sus orígenes y su patria, criticó en varias ocasiones las tendencias
antidemocráticas del presidente venezolano Hugo Chávez. Al funeral del cardenal,
fallecido en Caracas el 16 de octubre de 2007, no asistió ningún representante del
gobierno venezolano, pero sí algunos representantes de gobiernos regionales no
vinculados al Presidente.
Hijos de Don Bosco que llegaron a cardenales:
Miguel Obando Bravo (1926-2018)

En el histórico Consistorio del 25 de mayo de 1985, que vio la asignación de hasta tres
cardenales a los Hijos de Don Bosco, estaba también el entonces Arzobispo de Managua
y Primado de Nicaragua, Monseñor Miguel Obando Bravo, figura de referencia no solo
para la Iglesia local, sino para toda la nación, tanto que en 2016 fue declarado "sacerdote
nacional para la paz y la reconciliación" por una ley especial.

Miguel Obando Bravo nació en La Libertad, Nicaragua, el 2 de febrero de 1926, en el


seno de una familia campesina. Tras asistir a los cursos del instituto salesiano de Granada,
obtuvo el bachillerato en Latín y Griego en San Salvador y, después de asistir a la Normal
Superior de la misma ciudad, se licenció en Matemáticas, Física y Filosofía.

Ingresó en la Congregación Salesiana en 1949, emitió sus primeros votos el 31 de enero


de 1950 en Ayagualo, cerca de El Salvador, y los votos perpetuos en Antigua Guatemala,
el 29 de octubre de 1955. Estudió Teología en Guatemala y más tarde Psicología de las
Vocaciones en Colombia, Venezuela y Roma, y fue ordenado sacerdote el 10 de agosto de
1958, también en Antigua Guatemala.
Fue primero Profesor de Matemáticas y Física en los Liceos de Nicaragua y El Salvador;
luego Director de la casa de formación "Instituto Rinaldi" de El Salvador, de 1961 a 1968;
Consejero Inspectorial para América Central (CAM); y Delegado de la CAM al XIX
Capítulo General de la Congregación Salesiana, que tuvo lugar en Roma en 1965.

Nombrado por Pablo VI obispo titular de Puzia di Bizacena y auxiliar de Matagalpa


(Nicaragua) el 18 de enero de 1968, fue ordenado obispo el 31 de marzo del mismo año.
Durante su estancia en Matagalpa dedicó especial atención pastoral a los campesinos y a
sus urgentes problemas.

El 16 de febrero de 1970 fue nombrado Arzobispo de Managua, tomando posesión de la


Arquidiócesis el 4 de abril del mismo año.

En un período muy difícil de la historia de Nicaragua, con corrientes contradictorias, supo


actuar como baluarte contra las tendencias contradictorias. Se opuso enérgicamente a la
injusticia y la violencia, incluso a través de cartas pastorales y en las columnas del
periódico de la arquidiócesis. Denunció sistemáticamente la corrupción y las violaciones
de los derechos humanos. Fue especialmente crítico con la corrupción del régimen de
Anastasio Somoza, que se manifestó en la mala gestión de los fondos destinados a la
ayuda tras el terremoto de Managua de 1972. También criticó las violaciones de los
derechos humanos cometidas por la Guardia Nacional. Sus críticas, justificadas y
apropiadas, pero continuadas, le valieron el irreverente apodo de "Comandante Miguel"
por parte de las facciones progubernamentales, como si hubiera sido un líder de los
opositores sandinistas.

Al mismo tiempo, leal solo a la Iglesia y al pueblo nicaragüense, Obando Bravo ni


siquiera era partidario de los sandinistas cuando se estableció el gobierno revolucionario
en 1980. Se opuso a la "Iglesia del Pueblo", al clero radical que apoyaba la teología de la
liberación, y prohibió la "Misa Campesina Nicaragüense"; de hecho, insistió en la
obligación canónica del clero de negarse a participar en el ejercicio del poder civil y se
opuso a lo que llamó el "comunismo ateo" de los sandinistas.

El 25 de mayo de 1985, como se ha dicho, el Papa Juan Pablo II lo creó cardenal y le dio
el título de San Juan Evangelista en Spinaceto. A su regreso a casa, todo el pueblo se echó
a la calle para recibir festivamente al primer cardenal del país. Y como prueba de la
estima que le profesaba, en 1987 Juan Pablo II volvió a invitarle a escribir los textos de
las meditaciones para el Vía Crucis del Coliseo.

Fue Presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua durante cinco mandatos (1971-


75, 1979-83, 1985-89, 1993-97 y 1999-2005) y de 1976 a 1981 fue Presidente del
Secretariado Episcopal de Centroamérica y Panamá.

Convencido de que los problemas se resuelven dialogando, fue garante de los acuerdos de
paz y reconciliación que pusieron fin a la violencia en repetidas ocasiones. La última vez
que fue invitado a un cargo de este tipo fue en 2007: aceptó, pero solo tras recibir el
permiso de la Santa Sede, y el Papa Benedicto XVI le animó a "trabajar por la
reconciliación de la familia nicaragüense".

Fiel a su lema episcopal paulino Omibus omnia factus (Me hice todo para todos), el
cardenal siempre recordó que la Iglesia en el país no estaba con un partido, sino con el
pueblo, dispuesto a denunciar cualquier injusticia. Quería una Iglesia totalmente dedicada
a la evangelización y, de hecho, para fortalecerla, promovió el sínodo diocesano de
Managua, con el objetivo de hacer penetrar en la sociedad la verdad sobre Cristo y la
verdad sobre el hombre, gracias también a la aportación de los cristianos laicos.

Como cardenal, no dejó de llamar la atención del mundo sobre los problemas de su patria,
y sus acciones no permanecieron ocultas: numerosas organizaciones internacionales le
otorgaron prestigiosos premios por su ininterrumpida labor pastoral y humanitaria.

El cardenal Miguel Obando Bravo falleció el 3 de junio de 2018 y está enterrado en la


capilla de la Universidad Católica 'Redemptoris Mater' de Managua.
Hijos de Don Bosco que llegaron a cardenales:
Antonio María Javierre Ortas (1921-2007)

Tres años después del Consistorio en el que había colocado nada menos que a tres Hijos
de Don Bosco en el Colegio Cardenalicio, en 1988 el futuro santo, Papa Juan Pablo II
concedió también el birrete púrpura al salesiano español Antonio María Javierre Ortas,
válido estudioso y profesor, gran académico y promotor del diálogo ecuménico.

Antonio María Javierre Ortás nació en Siétamo, en la comunidad española de Aragón, el


21 de febrero de 1921. Tras cursar sus estudios primarios y secundarios en Huesca,
Zaragoza y Barcelona, ingresó en el noviciado salesiano de Gerona en 1939, e hizo su
primera profesión en la Sociedad Salesiana de San Juan Bosco el 11 de septiembre de
1940. Asistió a cursos de filosofía en Gerona, Barcelona y Salamanca, de pedagogía en
Gerona y Santander, y de teología en Salamanca, Roma y Lovaina. Emitió los votos
perpetuos el 6 de enero de 1946 en Salamanca y fue ordenado sacerdote el 24 de abril de
1949 en la misma ciudad.

Le hubiera gustado, siguiendo el ejemplo de Don Bosco, vivir su vocación de salesiano en


contacto directo con los jóvenes en tierras de misión, pero la Providencia le llamó a otras
tareas. Así, fue apóstol en el ambiente universitario y en los círculos de la Curia romana.
Sin embargo, nunca dejó pasar la oportunidad de desarrollar su intensa actividad
espiritual en el ámbito esencialmente teológico, pero también en el más amplio de la
cultura, especialmente dirigiendo grupos de profesores y religiosos y como capellán de
estudiantes universitarios.

Tras doctorarse en Teología, fue profesor de Teología Fundamental en el Pontificio


Ateneo Salesiano de Turín de 1951 a 1976.

Fue llamado como experto del episcopado español a los trabajos del Concilio Ecuménico
Vaticano II. Consultor del Secretariado para la Unión de los Cristianos, durante tres años
fue miembro de la comisión "Fe y Constitución" en el seno del Consejo Ecuménico de las
Iglesias. Participó en diversas funciones en las tres conferencias mundiales del mismo
Consejo, celebradas en Nueva Delhi, Upsala y Nairobi. Además, participó en varias
conferencias sobre "Fe y Constitución" e "Iglesia y Sociedad" celebradas en Ginebra. Por
último, intervino en las reuniones del Comité Central del Consejo Ecuménico de las
Iglesias en París, Ginebra, Utrecht y Heraclión.

También ocupó el cargo de Decano de la Facultad de Teología del Ateneo Salesiano de


1959 a 1971 y el de Rector Magnífico de 1971 a 1974. Fue durante los años de su
rectorado cuando el Pontificio Ateneo Salesiano (PAS) fue elevado al rango de Pontificia
Universidad Salesiana (UPS), con sede en Roma.

Su actividad académica fue particularmente intensa en esos años: en particular, dedicó


años enteros de estudio y enseñanza a la cátedra de teología dogmática y al seminario
ecuménico. También fue invitado en numerosas ocasiones a diversas universidades de
Roma y otras ciudades. Además, fue el creador, fundador y secretario general de los
"Simposios" de Teología Fundamental de Lovaina y Gazzada.

El 20 de mayo de 1976 fue nombrado por el Papa Pablo VI Secretario de la Congregación


para la Educación Católica y Arzobispo titular de Meta, siendo consagrado el 29 de junio
siguiente -y teniendo entre sus co-consagrados al Arzobispo Rosalio José Castillo Lara,
que también sería destinado a la púrpura unos años más tarde-.

Su salesianidad se manifestó también en la elección del escudo episcopal, una


representación del Sueño de los Dos Pilares de Don Bosco. De hecho, el gran amor a
María Auxiliadora y a Jesús en la Eucaristía siempre brilló en sus escritos y acciones
("Todo es atraído hacia este centro de gravedad", escribió en una de sus cartas al Papa
Juan Pablo II).

Dentro de la Curia Romana, ofreció la aportación de sus conocimientos y experiencia a


numerosos dicasterios. Desarrolló una intensa labor de divulgación teológica y de
apostolado en el mundo de la cultura, especialmente a través de grupos de profesores y
religiosos comprometidos en el campo de la educación y, como capellán, entre los
estudiantes universitarios.

Fue creado cardenal por el Papa Juan Pablo II el 28 de junio de 1988, y en deferencia a su
origen religioso se le asignó como iglesia titular en Roma la de Santa Maria Liberatrice en
Monte Testaccio, confiada al cuidado pastoral de los Salesianos.

El 1° de julio de 1988 fue nombrado archivero del Archivo Secreto Vaticano y


bibliotecario de la Biblioteca Apostólica Vaticana. Desempeñó estos cargos hasta el 24 de
enero de 1992, cuando fue nombrado Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y
la Disciplina de los Sacramentos. Desempeñó este servicio hasta el 21 de junio de 1996, y
luego lo dejó "de puntillas, para dedicarse al servicio que, por el contrario, nunca se debe
abandonar: la oración", como dijo de él Benedicto XVI.

Enfermo y agotado por el tratamiento, falleció de un infarto en la madrugada del 1° de


febrero de 2007, pocas horas después de celebrar una misa solemne en honor de San Juan
Bautista.
Hijos de Don Bosco que llegaron a cardenales:
Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga (1942- )

Salesiano, obispo y pastor entre los más conocidos a nivel internacional, Óscar Andrés
Rodríguez Maradiaga es el décimo Hijo de Don Bosco que ha recibido la llamada a servir
a la Iglesia como Cardenal. Personalidad polifacética y con muchos talentos, conocido por
su compromiso contra la desigualdad, es también uno de los hombres de confianza del
Papa Francisco.

Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, nació en Tegucigalpa, la capital de Honduras, el 29


de diciembre de 1942, y conoció a los salesianos desde muy joven, realizando sus
estudios primarios y secundarios en el instituto salesiano 'San Miguel' de su ciudad.
Posteriormente, hizo el noviciado en Ayagualo, El Salvador, entre 1960 y 1961, y allí
emitió su primera profesión salesiana el 3 de mayo de 1961. Fue primero maestro de
primaria en El Salvador, luego profesor de física y matemáticas, ciencias naturales y
química, y licenciado en filosofía por el Instituto "Don Rúa" de El Salvador, en 1965.
Durante esos años, también profundizó en su pasión por la música, estudiando piano en el
Conservatorio de San Salvador, entre 1960 y 1963, y armonía y composición en
Guatemala y Newton (Nueva Jersey, EEUU), entre 1967 y 1970.

Al mismo tiempo, maduró su vocación: el 3 de mayo de 1967, en Guatemala, hizo su


profesión perpetua; y luego, tras completar sus estudios teológicos en el Pontificio Ateneo
Salesiano de Roma, fue ordenado sacerdote el 28 de junio de 1970, también en
Guatemala.

Continuando sus estudios, se graduó en Teología Moral en la Pontificia Universidad


Lateranense en 1974, y obtuvo un Diploma en Psicología Clínica y Psicoterapia en
Innsbruck, Austria, en 1975.

Después de regresar a su Inspectoría, Centroamérica, enseñó durante muchos años en


varias escuelas e institutos de formación salesianos en El Salvador, Honduras y
Guatemala, desde la química a la música, desde la física a la teología. Nombrado
Secretario de la Facultad de Teología de la Universidad Francisco Marroquín de
Guatemala (1974-1976), fue luego Rector del Instituto Filosófico Salesiano de Guatemala
durante el trienio 1975-1978.

Fue elegido Obispo Titular de Pudenziana y Auxiliar de Tegucigalpa el 28 de octubre de


1978, y fue ordenado Obispo en Tegucigalpa el 8 de diciembre de 1978. Pocos años
después fue llamado también a servir como Administrador Apostólico de la Diócesis de
Santa Rosa de Copán, Honduras, cargo que desempeñó de 1981 a 1984.

Nombrado Arzobispo de Tegucigalpa el 8 de enero de 1993, recibió un segundo encargo,


como Administrador Apostólico de la Diócesis de San Pedro Sula, entre 1993 y 1995.

A nivel de la Iglesia nacional, fue Vicepresidente de Cáritas Honduras (1979-1988), y


luego Secretario General (1980-1988) y Presidente de la Conferencia Episcopal (1996-
2016).

También fue importante su servicio en el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM),


donde fue Miembro de la Comisión Episcopal del Departamento de Educación (1979-
1981); Delegado de la Conferencia Episcopal de Honduras (1979-1987); Jefe de la
Sección de Pastoral Juvenil, (1981-1985); Presidente del Departamento de Vida
Consagrada (1985-1987); Jefe del Secretariado de Pastoral de Movilidad Humana (1987-
1991); Secretario General (1987-1991); Presidente de la Comisión Económica (1991-
1995). Fue Presidente del CELAM de 1995 a 1999.

Durante estos años, a través de sus discursos públicos, se dio a conocer por su lucha
contra las drogas y la corrupción, así como por sus críticas a los sistemas económicos que
producen explotación y marginación. Precisamente por su constante atención a la
dimensión social de la pastoral de la Iglesia, también fue elegido Presidente de "Caritas
Internationalis", cargo que ocupó de 2007 a 2015.

Fue creado cardenal por el Papa Juan Pablo II el 21 de febrero de 2001, en un consistorio
en el que también fueron elegidos cardenales, entre otros, su hermano Antonio Ignacio
Velasco García y el entonces arzobispo de Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio, hoy
Papa.

El 13 de abril de 2013, el Papa Francisco le nombró Miembro, con la función de


Coordinador, del Consejo de Cardenales, para que le asistiera en el gobierno de la Iglesia
universal y estudiara un proyecto de revisión de la Constitución Apostólica Pastor Bonus
sobre la Curia Romana, cargo que desempeñó durante diez años, hasta la expiración del
mandato del Consejo y una vez promulgada efectivamente la Constitución Apostólica.

En la Curia también desempeñó otros muchos cargos, habiendo sido miembro a lo largo
de los años de la Congregación para el Clero, del Pontificio Consejo para las
Comunicaciones Sociales, del Pontificio Consejo Justicia y Paz, de la Pontificia Comisión
para América Latina y del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las
Sociedades de Vida Apostólica.

Desde el 26 de enero de 2023 es Obispo Emérito de la Arquidiócesis Metropolitana de


Tegucigalpa.
Hijos de Don Bosco que llegaron a cardenales:
Antonio Ignacio Velasco García (1929-2003)

En el primer consistorio del tercer milenio, el 21 de febrero de 2001, el Papa Juan Pablo II
nombró cardenales a otros dos Hijos de Don Bosco, ambos latinoamericanos: el
venezolano Antonio Ignacio Velasco García y el hondureño Óscar Andrés Rodríguez
Maradiaga. Hoy recordamos al primero de los dos: un erudito distinguido, activo en la
Congregación Salesiana como Inspector y Consejero Regional, y luego un pastor celoso y
dinámico.

Ignacio Antonio Velasco García, nació el 17 de enero de 1929 en la ciudad de Acarigua,


Venezuela, hijo de José Antonio Velasco Rangel y Ramona García de Velasco. Después
de la escuela primaria en su ciudad natal, conoció a los salesianos en el Colegio Don
Bosco de Valencia. Asistió al aspirantado salesiano de La Vega en 1941, e ingresó en el
noviciado "Santa María" de Los Teques en 1944, emitiendo su primera profesión religiosa
el 25 de agosto de 1945.
Después de estudiar filosofía en la casa "Boleita" de Caracas, fue enviado a completar sus
estudios filosóficos y pedagógicos en la Universidad Pontificia Salesiana, todavía en
Turín en ese momento, obteniendo ambos títulos, y el 30 de junio de 1951 hizo sus votos
perpetuos en Valdocco. Posteriormente, entre 1952 y 1956, volvió a estudiar teología en
la Pontificia Universidad Gregoriana, obteniendo también la licenciatura en esta materia.
Fue ordenado sacerdote en Roma el 17 de diciembre de 1955.

A su regreso a Venezuela, prestó su servicio pastoral como catequista y profesor en el


Liceo San José de Los Teques (1956-58) y en el colegio donde había crecido de niño, el
Colegio Don Bosco de Valencia (1958-63). Posteriormente, fue Director de las casas de
Valera y del centro "San José" de Los Teques, antes de participar en el Capítulo General
Extraordinario de toda la Congregación (1971-72), y ser nombrado Inspector de
Venezuela.

Terminó el sexenio de gobierno y animación inspectorial en 1978 y, tras un año de


actualización teológica en Roma, regresó a su patria como Director del Colegio Don
Bosco de Valencia, hasta 1984. Fue elegido Delegado al XXII Capítulo General (1984), y
durante esa asamblea fue elegido Consejero para la Región América Latina-Pacífico-
Caribe y, como tal, miembro del Consejo General de la Congregación.

Ocupó este cargo hasta el 23 de octubre de 1989, cuando fue nombrado Vicario
Apostólico de Puerto Ayacucho y Obispo Titular de Utimmira por el Papa Juan Pablo II,
recibiendo la ordenación episcopal de manos de Juan Pablo II, en San Pedro, Roma, el 6
de enero de 1990.

En virtud de su capacidad pastoral, el 27 de mayo de 1992 a este cargo se unió también el


de Administrador Apostólico ad nutum Sanctae Sedis de San Fernando de Apure; y
exactamente tres años después, el 27 de mayo de 1995, fue nombrado Arzobispo de
Caracas por Juan Pablo II, en sustitución del Cardenal José Alí Lebrún Maratinos.

Como Arzobispo de la capital venezolana, no omitió ninguna opción para confirmar en la


fe a la grey que le había sido confiada. En cuanto a la formación del clero, fundó el
Centro de Formación para vocaciones adultas "San Ignacio de Antioquía" (1996) y el
Seminario Misionero "Redemptoris Mater" de Caracas (1998). Para intensificar la acción
evangelizadora en la ciudad e impulsar la Renovación Pastoral Arquidiocesana, promovió
la "Misión de Caracas" en 1997-1998. Atento también a los medios de comunicación
como vehículo de evangelización, en 1988 fundó y presidió la red de televisión de la
Arquidiócesis de Caracas ('Valores Educativos TV', Vale TV, Canal 5). Y mientras tanto,
fiel también a su línea académica, se ocupó también de la educación superior, tanto como
rector de la Universidad Católica Andrés Bello, como fundando la Universidad Santa
Rosa de Lima en Caracas, de la que también fue rector en 1998.
También prestó sus servicios al episcopado nacional, llegando a ser Presidente de la
Comisión Episcopal de Educación (1996-1999), así como Vicepresidente segundo (1996-
1999) y primero (desde 1999) de la Conferencia Episcopal Venezolana.

Creado Cardenal por Juan Pablo II, como se ha dicho, en 2001, fue honrado con una
iglesia titular de origen salesiano, la de Santa Maria Domenica Mazzarello, en el barrio
Don Bosco de Roma.

La difícil situación que atravesaba Venezuela en aquellos años agravó aún más el
sufrimiento físico que padeció el cardenal, que en varias ocasiones recibió duros ataques
verbales del presidente Hugo Chávez. Y como parte de las tensiones sociales de la época,
el 12 de noviembre de 2002 fue lanzada una granada contra su residencia.

Tras una larga batalla contra el cáncer, el Cardenal Ignacio Antonio Velasco García
falleció el domingo 6 de julio de 2003. Conmemorando la vida de este "celoso y abnegado
pastor", tras su muerte el entonces Papa Juan Pablo II escribió un telegrama en el que
observaba: "Su generosa e intensa labor ministerial, primero como religioso salesiano,
luego como educador de jóvenes, como sacerdote y finalmente como Vicario Apostólico
de Puerto Ayacucho, y hasta el momento en que se le pidió que asumiera esta importante
tarea (en la Arquidiócesis de Caracas, Ed.), da testimonio de su gran entrega a la causa del
Evangelio, así como de sus cualidades personales".
Hijos de Don Bosco que llegaron a cardenales:
Tarcisio Bertone (1934- )

El último salesiano creado cardenal por el Papa Juan Pablo II fue el entonces Arzobispo
Metropolitano de Génova, Tarcisio Bertone, que más tarde se convirtió en un gran amigo
del Cardenal Joseph Ratzinger y más tarde Secretario de Estado Vaticano cuando éste
ascendió al trono pontificio con el nombre de Benedicto XVI.

Tarcisio Pietro Evasio Bertone nació en Romano Canavese, en el Piamonte salesiano, el 2


de diciembre de 1934, como el quinto de ocho hermanos, y fue bautizado el 9 de
diciembre del mismo año. En su juventud frecuentó el Oratorio Salesiano de Turín-
Valdocco y, de nuevo en Turín, se educó en el Liceo Salesiano de Valsalice.

Después del bachillerato comenzó el noviciado con los Salesianos en Pinerolo, emitiendo
su primera profesión religiosa el 3 de diciembre de 1950, su profesión perpetua el 15 de
agosto de 1956 y siendo consagrado sacerdote el 1° de julio de 1960.

Tras licenciarse en Teología en la Facultad Teológica Salesiana de Turín con una tesis
sobre la tolerancia y la libertad religiosa, prosiguió sus estudios en Roma, en el Pontificio
Ateneo Salesiano, donde obtuvo la Licenciatura y el Doctorado en Derecho Canónico,
con una investigación sobre "El gobierno de la Iglesia en el pensamiento de Benedicto
XIV - Papa Lambertini (1740-1758)".
En 1967 fue llamado a Roma para ocupar la cátedra de Teología Moral Especial en el
Ateneo Salesiano, más tarde Universidad Pontificia Salesiana (1973), donde enseñó
durante diez años.

En 1976 fue llamado a dirigir la Facultad de Derecho Canónico, donde enseñó 'Derecho
Eclesiástico Público' hasta 1991, llegando a ser Profesor Titular. También enseñó, entre
otras cosas, 'Derecho Internacional' y 'Derecho de Menores' (en consonancia con la
especialización pedagógica de la Pontificia Universidad Salesiana), y 'Legislación y
Organización Catequética y Pastoral Juvenil'. Desde 1978 es profesor de "Derecho
público eclesiástico" en el Institutum Utriusque Iuris de la Pontificia Universidad
Lateranense.

Además de su labor como publicista, desempeñó tareas de gestión en la Universidad


Salesiana de Roma: fue Director de Teólogos (1974-1976), Decano de la Facultad de
Derecho Canónico (1979-1985), Vicerrector (1987-1989) y luego Rector Magnificus
(1989-1991) de la Universidad Salesiana.

En Roma colaboró también con diversas parroquias y contribuyó a la promoción del


laicado (Centros de Formación Teológica y Apostólica). Colaboró en la última fase de la
revisión del Código de Derecho Canónico y realizó actividades de promoción para su
recepción en las Iglesias particulares. Dirigió el grupo de trabajo que tradujo el Código al
italiano, con la aprobación de la Conferencia Episcopal Italiana.

Desde los años ochenta ha ejercido también un cualificado servicio a la Santa Sede como
Consultor en diversos Dicasterios de la Curia Romana, colaborando activamente sobre
todo con la Congregación para la Doctrina de la Fe.

El 1° de agosto de 1991 el Santo Padre le llamó a dirigir la diócesis más antigua del
Piamonte, como Arzobispo de Vercelli. El 28 de enero de 1993 fue nombrado por la
Conferencia Episcopal Italiana (CEI) Presidente de la Comisión Eclesial de Justicia y Paz
y en este cargo promovió investigaciones e iniciativas para la educación a la legalidad, la
justicia y la moralidad.

El 13 de junio de 1995, Juan Pablo II lo nombró Secretario de la Congregación para la


Doctrina de la Fe, confirmando así la consigna de San Eusebio, protoobispo de Vercelli,
recogida en el lema episcopal: 'Fidem custodire, concordiam servare' (Custodiar la fe,
preservar la concordia). En calidad de tal, pudo colaborar estrechamente con el entonces
Prefecto, Cardenal Ratzinger. En este cargo, además de seguir algunos de los casos más
delicados que llegaron a esa Congregación, colaboró también en la redacción de la
declaración 'Dominus Iesus'; y en el año 2000, durante el Jubileo, recibió el encargo de
Juan Pablo II de publicar la tercera parte del 'Secreto' de Fátima, para lo cual tuvo ocasión
de hablar varias veces con la vidente Sor Lucía de Fátima.
El 10 de diciembre de 2002, Juan Pablo II le nombró Arzobispo de Génova, donde entró
el 2 de febrero de 2003, y entonces era también Presidente de la Conferencia Episcopal de
Liguria.

Creado cardenal por San Juan Pablo II en el Consistorio del 21 de octubre de 2003, con el
Papa Benedicto XVI, fue primero Secretario de Estado, el 15 de septiembre de 2006, y
después también Camarlengo de la Santa Iglesia Romana, cargo que ocupó hasta el 20 de
diciembre de 2014, y por el que ostentó la regencia de la Curia entre la renuncia de
Benedicto XVI y la elección del Papa Francisco.

También ocupó el cargo de Secretario de Estado durante los primeros meses del
pontificado de Francisco, antes de ceder el servicio al entonces obispo Pietro Parolin el 15
de octubre de 2013.

Con motivo de la 25ª ordenación episcopal del Card. Bertone, el 1° de agosto de 2016, el
Papa Benedicto XVI escribió: "La Historia, cuya medida es la verdad de la Cruz, pondrá
en evidencia la intensa acción del cardenal Bertone, que también ha demostrado tener el
temperamento piamontés del trabajador esforzado que no escatima esfuerzos para
promover el bien de la Iglesia".
Hijos de Don Bosco que llegaron a cardenales:
Joseph Zen Ze-kiun (1932- )

De Hong Kong llegó, en 2006, el primer cardenal salesiano de origen asiático, así como el
primer cardenal salesiano elegido por el Papa Benedicto XVI: se trata de Joseph Zen Ze-
kiun, eminente figura de la Iglesia china, discípulo directo del Don Bosco de China, el
Siervo de Dios Padre Carlo Braga, así como defensor de los derechos de su pueblo.

Joseph Zen Ze-kiun, nació en Yang King-pang, cerca de Shanghai, el 13 de enero de


1932, el sexto de los siete hijos de Vincent Zen y Margaret Tseu. Mis padres eran
cristianos", recuerda, "mi padre era tan ferviente que quería ser sacerdote, pero el
misionero que lo bautizó lo convenció para que se casara". Incluso hoy en día", añade,
"según una antigua costumbre y sabiduría práctica, hay una tendencia en la Iglesia
católica a no admitir a las órdenes sagradas a aquellos que pertenecen a la primera
generación de conversos".

"Cuando era niño, los domingos, mi padre me llevaba a cinco misas, dos en la parroquia y
tres en otras iglesias", recuerda el salesiano, "pero nunca me aburría. Mis padres tenían
una buena educación. Desgraciadamente, durante la guerra con Japón, mi padre, que era
ingeniero, cayó gravemente enfermo y perdimos nuestro medio de vida. Durante unos
años, vivimos en la extrema pobreza, y mi madre se vio obligada a vender sus pocas joyas
para darnos pan. El párroco nos ayudó y, conociendo mis intenciones, me dirigió a la
escuela de aspirantes que los salesianos habían abierto en Shanghai. Me aceptaron e hice
el noviciado en Hong Kong. Fue un año precioso. El superior, el Padre Carlo Braga, era
un hombre santo, con un gran corazón".

En la Congregación Salesiana, el futuro cardenal hizo su primera profesión el 16 de


agosto de 1949 y la profesión perpetua el 16 de agosto de 1955.

A continuación, estudió en Italia, en la Facultad de Teología del Pontificio Ateneo


Salesiano de Turín-Crocetta, y después en Roma. Ordenado sacerdote en Turín el 11 de
febrero de 1961, respiró el aire del Concilio antes de regresar a Hong Kong en 1964.

Desde su regreso, fue profesor en el estudiantado salesiano de Hong Kong y en el


seminario diocesano "Espíritu Santo". Durante seis años, de 1978 a 1984, fue Superior de
la Inspectoría "María Auxiliadora" (CIN) de Hong Kong. Después, de 1989 a 1996,
enseñó filosofía y teología sacramental en varios seminarios chinos, entre ellos el de
Sheshan, en las afueras de Shanghai, que acoge a seminaristas de las diócesis de las
provincias orientales de China.

El 13 de septiembre de 1996, un año antes de la devolución de Hong Kong a China, el


Papa Juan Pablo II le nombró obispo coadjutor de la diócesis de Hong Kong, y fue
ordenado obispo el 9 de diciembre siguiente. El 23 de septiembre de 2002, asumió la
dirección de la diócesis.

Participó, por nombramiento pontificio, en la Asamblea Especial para Asia del Sínodo de
los Obispos en 1998; y en la XI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos,
en octubre de 2005, pronunció un aplaudido discurso sobre "Sensus ecclesiae y libertad
religiosa", en el que deseó que las autoridades gubernamentales vieran "la conveniencia
de una normalización de la situación" entre la llamada "Iglesia patriótica" y la "Iglesia
clandestina".

Al final de la audiencia general del miércoles 22 de febrero de 2006, el Papa Benedicto


XVI anunció su intención de elevarlo a la dignidad de cardenal. Comentó: "Este
nombramiento es un signo de la benevolencia y el afecto del Papa por toda China. Y si lo
acepto, lo acepto por toda China. Ahora tengo casi setenta y cinco años y pensaba
jubilarme. Ahora no sé qué será de mí. Seguiremos las órdenes y obedeceremos. Quizá el
Papa necesite algún consejo de vez en cuando. Habrá mucho trabajo que hacer en China".

La creación como cardenal tuvo lugar el 24 de marzo.

En 2008 fue elegido por el Santo Padre para escribir las meditaciones del Vía Crucis
presidido por el Papa en el Coliseo la noche del Viernes Santo.

En la Curia Romana ha sido miembro de la Congregación para el Culto Divino y la


Disciplina de los Sacramentos, de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos,
del XI Consejo Ordinario de la Secretaría General del Sínodo de los Obispos y del
Consejo Especial para Asia de la Secretaría General del Sínodo de los Obispos. Capaz de
hablar inglés, mandarín y un perfecto italiano sin inflexiones (aprendido en Shanghai, en
la casa de formación salesiana, y perfeccionado después en Italia), el Cardenal Zen es
también conocido por sus batallas en favor de la libertad de la Iglesia, la democracia, los
derechos humanos y la libertad de enseñanza.

Al mismo tiempo, quienes le conocen directamente destacan también su gran sencillez y


humanidad, su simpatía y trato afable; así como, sobre todo, su gran amor a los jóvenes y
a la "salesianidad", que le hace cantar canciones a Don Bosco con la energía de un
novicio, y que le lleva a relacionarse siempre de igual a igual con sus hermanos, sin
dejarse nunca pesar por su dignidad episcopal o cardenalicia.

En 2023 fue propuesto para el Premio Nobel de la Paz.


Hijos de Don Bosco que llegaron a cardenales:
Angelo Amato (1938- )

Entre los cardenales creados en el Consistorio del 20 de noviembre de 2010 se encuentra


el salesiano Angelo Amato, actualmente Prefecto Emérito de la Congregación para las
Causas de los Santos.

Nacido en Molfetta (Bari, Italia) el 8 de junio de 1938, Angelo Amato es el primero de


cuatro hermanos y frecuentó la escuela primaria con las Hermanas Alcantarinas y las
Hermanas Salesianas de los Sagrados Corazones. Después del bachillerato, ingresó en el
Instituto Náutico de Bari, en la sección de capitanes de larga distancia.

Al comienzo del tercer año, en 1953, abandonó una carrera prometedora e ingresó en el
Aspirantado salesiano de Torre Annunziata. Realiza el noviciado en Portici Bellavista de
1955 a 1956, año en el que emite su primera profesión religiosa el 16 de agosto. A
continuación, pasó al estudiantado filosófico de San Gregorio di Catania, donde cursó los
tres años de bachillerato clásico, graduándose en julio de 1959. Después, hasta 1962,
estudió en Roma, en el entonces Pontificio Ateneo, obteniendo la Licenciatura en
Filosofía. Mientras tanto, completado el período de formación en la Congregación
Salesiana, emitió la Profesión Perpetua el 28 de junio del mismo año. Luego, hizo dos
años de formación práctica en el Colegio Salesiano de Cisternino, donde enseñó literatura
en la escuela media. Tras obtener la Licenciatura en Teología en la Facultad de Teología
de la Universidad Salesiana de Roma, fue ordenado sacerdote el 22 de diciembre de 1967.

Se matriculó en la Pontificia Universidad Gregoriana, se doctoró en Teología en 1974 e


inmediatamente fue llamado a enseñar esta materia. En 1977, fue enviado a Grecia por el
entonces Secretariado para la Unidad de los Cristianos, pasando cuatro meses en la
residencia de los jesuitas de Atenas para prepararse para la matrícula universitaria. Tras
aprobar el examen de ingreso, se trasladó a Salónica como becario del Patriarcado de
Constantinopla. Su residencia fue el monasterio de Vlatadon, sede del convento de
monjes ortodoxos y del Idrima ton Paterikon Meleton (Instituto de Estudios Patrísticos),
con una biblioteca especializada en teología ortodoxa y una valiosa colección de
microfilmes de manuscritos del Monte Athos. En aquella época, el director del Idrima era
el conocido patrólogo griego Konstantinos Christou, que también era Ministro de
Educación del Estado griego.

Matriculado en la Facultad de Teología de la Universidad de Salónica, asistió a las


conferencias sobre historia del dogma de Jannis Kaloghirou y a las conferencias sobre
dogmática sistemática de Jannis Romanidis. Al mismo tiempo, realizó una investigación
sobre el sacramento de la penitencia en la teología ortodoxa griega de los siglos XVI al
XX, cuyo texto Christou quiso publicar en la serie "Análekta Vlatádon" (1982).

De regreso a Roma, enseñó Cristología en la Facultad de Teología de la Pontificia


Universidad Salesiana, de la que fue Decano de 1981 a 1987 y de 1994 a 1999. De 1997 a
2000 fue también Vicerrector de la misma Universidad. En 1988 fue enviado a
Washington para efectuar estudios sobre teología de las religiones y completar el libro de
texto de Cristología. Mientras tanto, fue consultor de la Congregación para la Doctrina de
la Fe, de los Pontificios Consejos para la Promoción de la Unidad de los Cristianos y el
Diálogo Interreligioso, y asesor de la Pontificia Academia Mariana Internacional.

En 1999 fue nombrado Prelado Secretario de la reestructurada Pontificia Academia de


Teología y director de la recién fundada revista teológica "Path". De 1996 a 2000 fue
miembro de la comisión teológico-histórica para el Gran Jubileo del Año Dos Mil.

Nombrado Secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe el 19 de diciembre de


2002 y elegido para la Sede titular de Sila con el título personal de Arzobispo, recibió la
Consagración Episcopal el 6 de enero de 2003 de manos de Juan Pablo II en la Basílica
Vaticana.
El 9 de julio de 2008, Benedicto XVI le llamó a suceder al cardenal José Saraiva Martins
como Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos.

Además de artículos y ensayos en revistas y diccionarios teológicos, ha publicado


numerosas obras, entre ellas: El Evangelio del Padre (1999), Jesús, el Señor. Ensayo de
cristología, séptima edición (2008) Jesús, identidad del cristianismo (2008), El celibato de
Jesús (2010), Los santos en la Iglesia (2010) y Catolicismo y laicismo en la Europa
contemporánea, (2010).

También participó en el cónclave de marzo de 2013 que eligió al Papa Francisco.

El 19 de diciembre de ese mismo año, el Papa Francisco le confirmó 'donec aliter


provideatur' en el cargo de Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos.
Hijos de Don Bosco que llegaron a cardenales:
Raffaele Farina (1933- )

En su segundo consistorio para la creación de nuevos cardenales, en 2007, el Papa


Benedicto XVI volvió a elegir a un salesiano para colaborar con él en el servicio
eclesiástico del cardenalato. En esta ocasión, la persona llamada fue Monseñor Raffaele
Farina, conocido ya entonces por ser un distinguido estudioso, un gran trabajador y un
hombre manso y humilde, que con su servicio discreto y puntual supo ganarse la estima
de los tres pontífices con los que colaboró.

Raffaele Farina nació en Buonalbergo, en la provincia de Benevento (Italia), el 24 de


septiembre de 1933. Sintiendo nacer en él una vocación, y atraído por la figura de Don
Bosco, ingresó en el noviciado salesiano de Portici, cerca de Nápoles, el 15 de agosto de
1947, emitió los votos perpetuos el 25 de septiembre de 1954, de nuevo en Nápoles, y fue
ordenado sacerdote en Turín el 1° de julio de 1958.

Tras licenciarse en Teología en el Pontificio Ateneo Salesiano de Turín, también en 1958,


en 1961 obtuvo la habilitación para enseñar historia y filosofía en la Facultad de Historia
y Filosofía de la Universidad de Nápoles. Así comenzó a enseñar historia eclesiástica y
patrología en el estudiantado teológico salesiano de Castellammare di Stabia en 1962-
1963, al tiempo que proseguía sus estudios, obteniendo el doctorado en Historia
Eclesiástica en la Pontificia Universidad Gregoriana en 1965, con una tesis sobre Eusebio
de Cesarea, que fue premiada con la Medalla de Oro.

En 1965 comenzó a trabajar como profesor de historia eclesiástica antigua y metodología


crítica en la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Salesiana de Roma. Pero
también continuó sus estudios, y en 1969 emprendió un proyecto de investigación de dos
años sobre Orígenes: "La realeza de Cristo en el Comentario a Mateo" en la Universidad
de Bonn, gracias a una beca.

Su competencia como estudioso y su pasión por la enseñanza, típicamente salesiana, le


llevaron después a desempeñar durante más de veinte años la cátedra de Historia de la
Iglesia en la Facultad de Teología, de 1976 a 1997, año en el que fue proclamado profesor
emérito.

Decano de la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Salesiana (UPS) en 1973-


1975, no descuidó tampoco compromisos más administrativos e institucionales,
desempeñando durante once años, en distintos momentos, el cargo de Rector Magnífico
(de 1977 a 1983 y de nuevo de 1992 a 1997).

Entre sus actividades académicas y editoriales, cabe mencionar su pertenencia al


Pontificio Comité de Ciencias Históricas desde 1981 (secretario de 1981 a 1989),
miembro de la dirección científica de "Corona Patrum" de la Società Editrice
Internazionale di Torino de 1979 a 1997, así como director de la revista "Salesianum"
durante sus años de rectorado en la UPS.

Su largo currículum incluye también el servicio en las oficinas centrales de la


Congregación Salesiana, donde fue Director del Archivo Salesiano Central de 1984 a
1990.

En 1986 fue nombrado Subsecretario del Pontificio Consejo para la Cultura, cargo que
desempeñó hasta 1991. De 1992 a 2006 fue Presidente de la Comisión Editorial de la
Libreria Editrice Vaticana y, de 1992 a 1997, Presidente del Comité de Animación de los
Rectores de los Pontificios Ateneos Romanos. Durante el mismo período fue también
representante de la Santa Sede en la C.R.E. - Asociación de Universidades Europeas.

En la fiesta de María Auxiliadora, el 24 de mayo de 1997, el Papa Juan Pablo II lo


nombró Prefecto de la Biblioteca Apostólica Vaticana, tarea que desempeñó con la
dedicación típica de los salesianos hacia el Papa, y que dio lugar a las importantes
renovaciones que cambiaron el rostro, las funciones y el estilo de la histórica Biblioteca
Apostólica y del Archivo Secreto de la Santa Sede.

En 2006, ya con Benedicto XVI, fue nombrado obispo titular de Oderzo, y el 25 de junio
del año siguiente se convirtió en Archivero y Bibliotecario de la Santa Iglesia Romana,
siendo al mismo tiempo elevado a la dignidad de arzobispo ad personam, con un anuncio
realizado por el propio Pontífice durante una visita a la Biblioteca Apostólica Vaticana y
al Archivo Secreto Vaticano.

Además, el propio Benedicto XVI le creó cardenal en el Consistorio del 24 de noviembre


de 2007.

Miembro de algunas de las más prestigiosas y distinguidas academias culturales a nivel


internacional, distinguido con diversos premios culturales de los principales países
europeos, prestó también un delicado servicio al Papa Francisco cuando, siendo ya
Archivero y Bibliotecario Emérito de la Santa Iglesia Romana, fue nombrado Presidente
de la Pontificia Comisión para el Instituto de las Obras de Religión.
Hijos de Don Bosco que llegaron a cardenales:
Riccardo Ezzati (1942- )

El primer salesiano nombrado cardenal por el primer pontífice argentino de la historia, el


Papa Francisco, fue un cardenal italiano, pero chileno 'de adopción': Riccardo Ezzati
Andrello, entonces arzobispo metropolitano de Santiago de Chile, que fue creado cardenal
en el consistorio del 22 de febrero de 2014.

Riccardo Ezzati, a menudo llamado "Ricardo" por los muchos años que pasó en Chile,
nació en Campiglia dei Berici, en la provincia de Vicenza (Italia), el 7 de enero de 1942,
hijo de Mario Ezzati y Assunta Andrello. Cursó sus estudios primarios en la escuela
municipal de su pueblo. El primer signo de su vocación se remonta a aquellos años: un
día, la madre de un amigo suyo vino a visitar a la familia y le habló de su hijo, que se
preparaba para asistir a un centro salesiano de orientación profesional. Decidió seguir sus
pasos y se matriculó en el colegio de Penango, en la provincia de Asti. Y cuando llegó a
Chile en 1960, sin haber cumplido aún los dieciocho años, ingresó inmediatamente en el
noviciado salesiano de Quilpué.
Hizo su primera profesión religiosa el 31 de enero de 1961, luego estudió filosofía y
pedagogía en el instituto salesiano afiliado a la Pontificia Universidad Católica de
Valparaíso, y de 1964 a 1966 enseñó en el liceo "Camilo Ortúzar Montt" de Santiago.

De regreso a Italia para perfeccionar sus estudios de Teología, asistió a cursos en la


Pontificia Universidad Salesiana de Roma, obteniendo finalmente la Licenciatura. Luego
se trasladó a la Universidad de Estrasburgo, Francia, donde cursó un máster en pedagogía
religiosa. De regreso a Chile, enseñó religión y filosofía en la Universidad Católica de
Valparaíso, hasta que hizo su profesión perpetua el 30 de diciembre de 1966 y fue
ordenado sacerdote el 18 de marzo de 1970.

Admirados por su fidelidad a la misión y sus aptitudes profesionales y humanas, sus


superiores le confiaron diversas tareas en los años siguientes. De 1971 a 1972, fue
responsable de la pastoral del instituto salesiano de Valdivia. De 1973 a 1977 trabajó en
Concepción, como superior de la comunidad religiosa local y director del instituto
salesiano. En 1978 fue nombrado director del centro de formación salesiano de Santiago,
además de ser elegido consejero inspectorial.

Paralelamente, prosigue su actividad docente: enseña Pastoral Fundamental en la Facultad


de Teología de la Pontificia Universidad Católica de Chile y es miembro y Director del
Centro de estudios y experiencias catequísticas (Ceec). En 1984, durante el Capítulo
General 22, fue nombrado Inspector de los Salesianos de Chile, y poco después fue
elegido también Vicepresidente de la Conferencia de Superiores Mayores de Religiosos
de Chile (CONFERRE).

En 1991 fue llamado al Vaticano para trabajar con el Arzobispo Errázuriz Ossa, entonces
Secretario de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de
Vida Apostólica.

Fue el Papa Juan Pablo II quien lo nombró obispo, el 28 de junio de 1996, asignándole la
diócesis de Valdivia, de la que tomó posesión el 8 de septiembre siguiente.

El 10 de julio de 2001 fue trasladado a la titularidad de La Imperial y, al mismo tiempo,


nombrado auxiliar de Santiago de Chile.

Tras muchos años de dedicado servicio a la Iglesia y al pueblo de Chile, el 24 de abril de


2006 el Presidente de la República, a petición del Congreso Nacional, le concedió "por
gracia especial" la nacionalidad chilena.

El 27 de diciembre siguiente, Benedicto XVI le nombró Arzobispo de Concepción.

En la Conferencia Episcopal Chilena, fue miembro de la Comisión Pastoral, donde


presidió el área de educación durante dos períodos. También fue miembro de la comisión
de seminarios, de la pastoral vocacional y de la comisión mixta obispos-superiores
mayores. Desde 2007 es miembro del Comité Permanente.
También ha desempeñado diversas funciones y cargos en el Consejo Episcopal
Latinoamericano (CELAM), entre ellos: miembro del Departamento de Vida Consagrada
y Presidente del Departamento de Cultura y Educación. Asimismo, participó en la
histórica V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, celebrada
en Aparecida (Brasil) en 2007.

El 15 de diciembre de 2010, Benedicto XVI le nombró arzobispo metropolitano de


Santiago de Chile. Ese año, la Conferencia Episcopal le eligió presidente, cargo que fue
renovado el 8 de noviembre de 2013 por otro trienio. En la capital chilena se centra sobre
todo en educar para compartir con los más pobres. Subraya que no faltan bienes, pero es
necesaria una distribución más justa y equitativa para convertir el país en una "mesa para
todos", según el lema lanzado para sensibilizar a los fieles. Llama a los laicos a la
corresponsabilidad en la nueva evangelización. También es notable su contribución a la
valorización de la vida consagrada a través de documentos y discursos.

Creado cardenal en el Consistorio del 22 de febrero de 2014, pasó a ser arzobispo emérito
de Santiago el 23 de marzo de 2019, a los setenta y siete años.
Hijos de Don Bosco que llegaron a cardenales:
Daniel Fernando Sturla Berhouet

El segundo salesiano en ser creado cardenal por el Papa Francisco, el 14 de febrero de


2015, fue el uruguayo Daniel Fernando Sturla Berhouet. Estudioso y conferencista, con
una trayectoria en cargos de gobierno también en su Inspectoría de origen, es muy
estimado por el Papa Francisco, que le ha confiado numerosos cargos en diversos
organismos de la Curia Romana.

Daniel Fernando Sturla Berhouet nació el 4 de julio de 1959 en Montevideo. Su padre era
abogado y murió cuando él tenía trece años, mientras que su madre, ama de casa, falleció
tres años después. Era el menor de cinco hermanos: los otros hermanos son Martín, que
ocupó importantes cargos políticos a nivel nacional a finales del siglo XX, antes de una
muerte prematura, María Isabel, María Antonia y María Laura. La familia frecuentaba la
parroquia "María Auxiliadora" de Montevideo, por lo que el futuro cardenal tuvo sus
primeros contactos con los Hijos de Don Bosco a temprana edad.

Aunque cursó sus estudios primarios y secundarios hasta cuarto año en el Colegio San
Juan Bautista, de las Religiosas de la Sagrada Familia, luego se licenció en Derecho en el
Instituto Juan XXIII de los Salesianos de Montevideo, y allí redescubrió la figura de San
Juan Bosco. Atraído por su carisma, ingresó en el noviciado salesiano e hizo su profesión
religiosa el 31 de enero de 1980.
Tras licenciarse en Derecho Civil en el Instituto "Juan XXIII", completó sus estudios de
Filosofía y Ciencias de la Educación en el Instituto "Miguel Rúa" de la capital. Y tras su
aprendizaje de 1982 a 1983 en los Talleres Don Bosco, de 1984 a 1987 perfeccionó sus
estudios de Teología en el Instituto Monseñor Mariano Soler, actual Facultad de Teología.

El 21 de noviembre de 1987 fue ordenado en su primera parroquia, la de María


Auxiliadora de Montevideo, y al año siguiente fue nombrado consejero de estudios de los
Talleres Don Bosco, cargo que desempeñó hasta 1990. También trabajó en las primeras
etapas del Movimiento Tacurú, institución que busca mejorar las condiciones de vida de
los adolescentes pobres. De 1991 a 1993 fue Vicario del Noviciado y Posnoviciado de la
Inspectoría Uruguay (URU), luego de 1994 a 1996 fue Director del Aspirantado Salesiano
y Maestro de Novicios. Además, de 2003 a 2008 fue Director del Instituto
Preuniversitario "Juan XXIII" y Profesor de Historia de la Iglesia de 2007 a 2008.
Durante esos años, continuó sus estudios de Teología y en 2006 se licenció en la Facultad
de Teología 'Monseñor Mariano Soler'.

Fue uno de los participantes en los Capítulos Generales 25 y 26 (2002 y 2008) de la


Congregación. Mientras tanto, comenzó a enseñar Historia de la Iglesia en América y
Uruguay, y editó estudios y publicaciones especialmente sobre el tema de la relación entre
las instituciones religiosas y la autoridad del Estado, un tema muy sentido en Uruguay, un
país que ha hecho del laicismo una de sus banderas. En 2008 fue Superior de la
Inspectoría Salesiana del Uruguay, siendo elegido, en ese momento, también presidente
de la Conferencia de Religiosos del Uruguay (CONFRU), pero no pudo completar el
sexenio previsto debido a su repentino nombramiento como obispo auxiliar de
Montevideo y titular de Felbes, recibido el 10 de diciembre de 2011.

Consagrado obispo el 4 de marzo de 2012 en la catedral metropolitana de Montevideo,


eligió como lema, también salesiano, 'Servir al Señor con alegría'.

Dentro de la Conferencia Episcopal de Uruguay, estuvo a cargo del Departamento de


Misiones y Laicos.

El 11 de febrero de 2014, el Papa Francisco lo promovió a Arzobispo Metropolitano de


Montevideo, donde asumió el 9 de marzo siguiente.

Y de nuevo, por el Papa Francisco, fue creado y publicado cardenal en el Consistorio del
14 de febrero de 2015, del título de Santa Galla, recibiendo el birrete rojo, anillo y título
cardenalicio en el mismo Consistorio. Es el segundo clérigo en la historia de Uruguay en
recibir la púrpura, precedido en la cátedra de Montevideo por el capuchino Antonio María
Barbieri, creado cardenal por Juan XXIII en 1958.

Por su servicio a la Iglesia universal, el Papa Francisco lo ha nombrado miembro: de los


Dicasterios para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica;
para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos; para la Evangelización; de la
Pontificia Comisión para América Latina; y de la Oficina para la Administración del
Patrimonio de la Sede Apostólica.
Hijos de Don Bosco que llegaron a cardenales:
Charles Maung Bo

En el consistorio del 14 de febrero de 2015, el Papa Francisco creó cardenales a otros dos
Hijos de Don Bosco. Uno de ellos fue el salesiano Charles Maung Bo, que fue también el
primer cardenal birmano creado en la historia de la Iglesia. Defensor de los pobres,
destacada voz ecuménica, el Card. Bo es un pastor y un salesiano que siempre ha estado
comprometido con la paz y la armonía en un país que ha vivido y vive difíciles
situaciones de conflicto.

Charles Maung Bo nació el 29 de octubre de 1948 en el seno de una familia de


agricultores en Monhla, un pequeño pueblo del distrito de Shwebo, en el corazón de
Myanmar. Es el menor de los hijos de U John y Julian Daw Aye Tin. Huérfano de padre
con solo dos años, fue confiado al cuidado de los salesianos de Mandalay, de quienes
recibió una sólida educación primaria y secundaria. En este contexto nació su vocación
sacerdotal, y a la luz del carisma de Don Bosco completó toda su formación, en particular
sus estudios entre 1962 y 1976 en el aspirantado salesiano Nazareth de Anikasan, en Pyin
Oo Lwin. Aquí hizo su primera profesión, el 24 de mayo de 1970, y su profesión
perpetua, el 10 de marzo de 1976.

Después de ser ordenado sacerdote salesiano en Lashio, el 9 de abril de 1976, tuvo su


primer compromiso pastoral como párroco en Loihkam, donde permaneció hasta 1981,
cuando fue llamado de nuevo a Lashio para ejercer como párroco hasta 1983. Durante los
dos años siguientes, fue formador en el seminario de Anisakan, donde él mismo había
sido alumno.

A partir de 1985 se le confió -durante un año como Administrador Apostólico y luego


hasta 1990 como Prefecto Apostólico- la Prefectura de Lashio, en el conflictivo Estado de
Shan. Y cuando la Prefectura fue elevada a diócesis el 7 de julio de 1990, se convirtió en
su primer Obispo, cuando recibió la ordenación episcopal el 16 de diciembre siguiente.
Como lema episcopal eligió Omnia possum in Eo, que traducido significa 'Todo lo que
pueda en Él'.

Después de seis años, el 13 de marzo de 1996, fue trasladado a la diócesis de Pathein y,


posteriormente, en 2002, nombrado también Administrador Apostólico de la arquidiócesis
de Mandalay.

El 15 de mayo de 2003, fue promovido a Arzobispo de Yangon, la ciudad más grande de


Birmania y, en aquel momento, la capital del país. Entró en su nueva sede el 7 de junio.

Comprometido con el fortalecimiento de la fe de una comunidad marcada por continuas


dificultades y sufrimientos, siempre ha trabajado por el diálogo entre religiones,
convencido de que el compromiso de los distintos líderes religiosos es fundamental para
apaciguar las tensiones que atormentan al país.

En el seno de la Conferencia Episcopal de Myanmar (CEM), fue su presidente durante


seis años, de 2000 a 2006. También fue Secretario Tesorero de la Conferencia Episcopal
de Myanmar y responsable del Seminario Mayor de la Iglesia birmana y del diálogo entre
religiones.

También desempeñó su papel como líder eclesiástico a nivel continental: dentro de la


Federación de Conferencias Episcopales de Asia (FABC), dirigió la Oficina para el
Desarrollo Humano y fue miembro de la Comisión de Religiosos, y el 1 de enero de 2019
se convirtió directamente en Presidente de la FABC.

El 4 de enero de 2015, tras el Ángelus dominical, el Papa Francisco anunció su voluntad


de crearlo cardenal en el consistorio celebrado en la Basílica de San Pedro del Vaticano el
14 de febrero siguiente.

En cuanto a su servicio en la Curia Romana, el Pontífice le nombró miembro de la


Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida
Apostólica; del Pontificio Consejo para la Cultura; y de los Dicasterios para el Culto
Divino y la Disciplina de los Sacramentos; para la Cultura y la Educación; y para la
Comunicación.

Firme partidario del diálogo entre los pueblos y las religiones, comprometido
concretamente en la promoción de la paz, la reconciliación y la justicia en un país cuya
historia, incluso reciente, está marcada por la dictadura y los enfrentamientos étnicos,
Charles Maung Bo es el primer cardenal de Myanmar, un país en el que la Iglesia, aunque
numéricamente tenga una presencia reducida, siempre ha dado testimonio de fe en medio
de la persecución.

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