Mujeres Evangélicas en Contexto: Resistencia y Transformación
Mujeres Evangélicas en Contexto: Resistencia y Transformación
Mujeres Evangélicas en Contexto: Resistencia y Transformación
Actualmente las mujeres disfrutan de una libertad del patriarcado y cadenas sociales,
impuestas desde tiempos muy antiguos (Tito 2:4). Las experiencias de las mujeres
evangélicas, proporcionan una visión intrigante y matizada de la intersección entre la
religión, el género y la lucha por la autonomía y la igualdad. Estas mujeres enfrentan
dinámicas complejas en sus congregaciones evangélicas pentecostales, donde los mandatos
patriarcales y las justificaciones para la violencia de género a menudo se imponen como
normas. Sin embargo, la realidad de estas mujeres no puede reducirse a un simple relato de
opresión pasiva; en su lugar, se observa un mosaico de experiencias que van desde la
obediencia a la resistencia activa.
Sin embargo, es aún más interesante el enfoque en la resistencia y el cambio desde dentro. A
pesar de las estructuras patriarcales y las normas opresoras en sus congregaciones, muchas
mujeres evangélicas no se someten pasivamente. En muchas iglesias con teología pentecostal,
y/o cristianismo evangélico, se critica a la mujer debido a que no cumple con las normas
bíblicas establecidas, como por ejemplo: la biblia muestra en Deuteronomio 22:5, que las
mujeres deben de vestir como mujer y los hombres como hombres, lo que provoca en en las
iglesias como Asambleas de Dios, se tienda a ser muy rudos y obligar a la mujer a usar faldas
y no pantalón, aunque en otras iglesias de esta misma organización se prohíbe el uso de
maquillaje y la ropa de verano. Las mujeres en las iglesias con una visión extremista y poco
centralizada en la biblia se resisten de diversas formas, desde la confrontación directa de los
líderes religiosos hasta la negociación de los límites de su participación para mantener su
autonomía. Tomando en cuenta textos bíblicos, dándoles un significado que cuestiona el
control masculino y la justificación de la violencia como es el caso de 1 Timoteo 2:12-13,
donde se menciona que la mujer debe aprender callada pero muchas mujeres toman y
resaltan el “no permito”, en primera persona en el cual Pablo demuestra que para él no es
correcto debido a que era para ese momento.
Las alianzas entre la política y la religión son un tema de controversia entre estas mujeres.
Algunas apoyan la participación de líderes evangélicos en política siempre que se haga de
manera desinteresada, como un deseo de cambio social, esto porque creen que alguien de su
misma fe o visión tiene la capacidad de gobernar un país. Otras son críticas y ven el
neopentecostalismo como una tendencia que se aleja de los principios básicos del
cristianismo, resaltando las prédicas neopentecostalistas de motivación y poco sobre la biblia,
donde el enriquecimiento personal parece prevalecer.
La exclusión y la racialización son cuestiones subyacentes en sus vidas, debido a que estas
mujeres enfrentan estigmatización debido a su género, nacionalidad y ubicación
socioeconómica, mostrando de una manera más clara la presencia del cristianismo protestante
en regiones con desigualdad social o económica, aunque esto muchas personas lo suelen
relacionar con Mateo 19:23-24. Estos factores contribuyen a la polarización y socavan su
autoestima. Sin embargo, se revela su capacidad para desafiar estas estructuras de poder y
encontrar intersticios para la resistencia.
Referencias: