Sentencia Constitucional 1821 - 2004

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL 1821/2004-R

Sucre, 22 de noviembre de 2004

Expediente:2004-09680-20-RHC
Distrito: Santa Cruz
Magistrado Relator: Dr. Willman Ruperto Durán Ribera

En revisión, la Sentencia cursante a fs. 20 y 21, pronunciada el 14 de agosto de 2004 por la Sala
Penal Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial de Santa Cruz, en el recurso de hábeas
corpus interpuesto por Carlos Daniel Vega López contra Julián Richard Vargas Vaca, Juez Noveno
de Partido en lo Penal Liquidador y Zenón Silva Chuquimia, Director del Centro de Rehabilitación
de Palmasola, alegando vulneración de sus derechos a la igualdad y a la seguridad jurídica y por
ende estar sometido a persecución indebida.

I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA

I.1.Contenido del recurso

I.1.1. Hechos que motivan el recurso

Por memorial presentado el 13 de agosto de 2004, cursante de fs. 5 a 7, el recurrente asevera que
en el Juzgado Cuarto de Partido en lo Penal la empresa ENTEL Móvil siguió en su contra un proceso
penal, por la supuesta comisión del delito de asociación delictuosa, en el que fue detenido
preventivamente el 2 de mayo de 2000 y a la fecha cumple con la pena de seis años de reclusión
impuesta mediante Sentencia de 27 de abril de 2001 confirmada por Auto Supremo de 10 de
octubre de 2002. En este proceso se benefició con la cesación de la detención preventiva que no
se pudo hacer efectiva porque existía en su contra un mandamiento de detención formal con fines
de extradición librado el 14 de marzo de 2001. Un año después de estar detenido en el primer
proceso penal, sin embargo, en el certificado de permanencia y conducta se informa que en su
expediente personal no cursa mandamiento de condena, lo que es de responsabilidad de los
encargados del Establecimiento Penitenciario al no haber registrado el mandamiento de condena
o haber omitido informar dicho registro sólo por dar curso al mandamiento con fines de
extradición a la República Argentina.

Refiere que desde el 11 de agosto de 2004, se encuentra aislado e incomunicado porque el


recurrido Director del establecimiento penitenciario le hizo conocer que el corecurrido Juez
Noveno de Partido en lo Penal Liquidador ordenó su extradición a la República Argentina en
cumplimiento de un Auto Supremo con el que nunca fue notificado como tampoco lo fue con la
providencia del Juez recurrido.

Señala que al estar sometido a la jurisdicción penal de la República de Bolivia por un delito distinto
de aquel por el que se solicitó su extradición, en el que no ha concluido la ejecución de la pena
impuesta, el mandamiento de detención con fines de extradición y la providencia que ordena la
ejecución del mandamiento violenta el art. 153.1 del Código de procedimiento penal (CPP) y el
derecho a la seguridad jurídica, pues se pretende dar cumplimiento a un mandamiento de
extradición que viola lo dispuesto en la Sentencia ejecutoriada dictada por el Juez Cuarto de
Partido en lo Penal Liquidador dentro del fenecido proceso penal que le siguió ENTEL S.A.
I.1.2.Derechos y garantías supuestamente vulnerados

El recurrente alega la vulneración de sus derechos a la igualdad y a la seguridad jurídica.

I.1.3.Autoridades recurridas y petitorio

Por lo expuesto, plantea recurso de hábeas corpus contra Julián Richard Vargas Vaca, Juez Noveno
de Partido en lo Penal Liquidador y Zenón Silva Chuquimia, Director del Centro de Rehabilitación
de Palmasola, solicitando sea declarado procedente y se ordene se reparen los defectos legales y
que cese la persecución ilegal en su contra que se traduce en la incomunicación y aislamiento con
fines de ser extraditado mediante un procedimiento ilegal, sea con imposición de costas.

I.2.Audiencia y Resolución del Tribunal de hábeas corpus

De fs. 18 a 20 cursa el acta de la audiencia pública realizada el 14 de agosto de 2004, en la que se


suscitaron los siguientes hechos:

I.2.1.Ratificación del recurso

El abogado del recurrente ratificó los términos de la demanda, añadiendo que su patrocinado fue
extraditado de manera ilegal el día anterior a las 7 de la mañana puesto que el delito por el que
fue requerido por la República Argentina está contemplado en el Código Penal Boliviano como
falsedad material sancionado con una pena mínima de reclusión de un año por lo que no está
previsto en el art. 150 del CPP.

I.2.2.Informe de las autoridades recurridas

El recurrido Juez Noveno de Partido en lo Penal, Julián Richard Vargas, en su informe escrito de fs.
9 y en audiencia señaló lo que sigue: a) la causa 1879/2000 se siguió a querella de la Empresa
ENTEL S.A. en el que se dictó el Auto de Procesamiento de 15 de septiembre de 2000 contra el
recurrente y otros, por la supuesta comisión del delito de asociación delictuosa y complicidad en
atentados contra la seguridad de los servicios públicos, desvío de clientela y daño calificado; b)
mediante Sentencia de 8 de agosto de 2001, la sala plena de la Corte Suprema de Justicia declaró
procedente la extradición del recurrente, siempre y cuando no esté procesado o cumpliendo
condena por alguna otra causa. Posteriormente mediante Sentencia 014/2004 de 16 de febrero la
misma Sala Plena de la Corte Suprema declaró procedente la solicitud de extradición del
recurrente, haciendo referencia que constaba en obrados que el extraditable se encontraba
procesado en Bolivia y que su entrega sólo se efectuaría cuando concluya el proceso en Bolivia, o
se ejecute la pena impuesta, salvo el caso previsto en el numeral 5 del art. 21 del CPP, de
conformidad con lo previsto por el art. 153.1 de la misma disposición legal; c) en virtud de estos
antecedentes dictó el Auto de 29 de marzo de 2004, en el cual dispuso la suspensión del ejercicio
de la acción penal pública hasta que la Sentencia por los delitos por los que se le estaba juzgando
en la República Argentina adquiera ejecutoria, momento en el que se resolvería definitivamente
sobre la prescindencia de la persecución penal pública, suspensión que se aplicó sólo con relación
al recurrente, de conformidad a lo prescrito en los arts. 21 num. 5 y 22 y 153.1 del CPP. Con esta
actuación se notificó al afectado y a las demás partes del proceso en forma personal, sin que nadie
hubiera hecho uso del recurso de apelación; d) cumplidos los trámites de la extradición el 30 de
julio del año en curso mediante resolución expresa dispuso la modificación de las medidas
cautelares dictadas en el Auto de procesamiento de 15 de septiembre de 2000 como también de
las medidas sustitutivas a la detención dispuestas en la audiencia de 10 de enero de 2002,
ordenando se libre mandamiento de libertad provisional del recurrente y su desarraigo por las
oficinas de Migración, para que por la Policía Nacional sea entregado a las autoridades de la
República Argentina, en cumplimiento de la extradición ordenada por la Corte Suprema, mediante
Sentencias de 8 de agosto de 2001 y 16 de febrero de 2004.

El Director del Establecimiento Penitenciario Centro de Rehabilitación “Santa Cruz”, Zenón Silva
Chuquimia, en su informe escrito de fs. 11 y en audiencia informó que en cumplimiento del Auto
Supremo de 7 de mayo de 2004, emitido por la Corte Suprema el 13 de agosto del mismo año
entregó al Director Departamental de INTERPOL al interno Carlos Daniel Vega López de
nacionalidad argentina. Aclaró que no es responsable de las notificaciones que se practiquen con
las determinaciones judiciales y que se limitó a cumplir órdenes judiciales. Con referencia al
mandamiento de condena señaló que el mismo nunca fue presentado a esa Dirección.

I.2.3. Resolución

La Sentencia cursante de fs. 20 a 21, pronunciada el 14 de agosto de 2004 por la Sala Penal
Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial de Santa Cruz, declaró improcedente el recurso,
bajo estos fundamentos: a) La Corte Suprema de Justicia dispuso la extradición del recurrente y en
cumplimiento a dicha Resolución el Juez recurrido se limitó a pronunciar el Auto de 29 de marzo
del año en curso por el que dispone la suspensión de la acción penal que no fue impugnada por el
recurrente así como el Auto de 30 de marzo que modifica las medidas cautelares, actuaciones que
de ningún modo vulneran los derechos que prescribe el art. 18 de la Constitución Política del
Estado (CPE); b) el Juez recurrido carece de legitimación para ser demandado, así como el Director
del Establecimiento Penitenciario Centro de Rehabilitación Santa Cruz, quienes se limitaron a
cumplir la determinación asumida por la Corte Suprema de Justicia, cuyas autoridades no fueron
demandadas.

1.2.4. Trámite procesal en el Tribunal Constitucional

Mediante los AACC 481/2004, y 506/2004 de 15 de septiembre y 1 de octubre, respectivamente, la


Comisión de Admisión solicitó documentación complementaria; suspendiéndose el cómputo del
plazo para dictar Resolución; por decreto de 21 de octubre se conmina a que se dé cumplimiento
al requerimiento solicitado; manteniéndose la suspensión del cómputo.

Habiéndose cumplido el requerimiento, se reanudó el cómputo mediante decreto de por lo que la


presente Sentencia es pronunciada dentro del plazo legalmente establecido.

II. CONCLUSIONES

De los actuados producidos en el recurso y de la documentación complementaria remitida, se llega


a las siguientes conclusiones:

II.1. Mediante nota de 26 de julio de 2000 (fs. 20 doc. com.) el Viceministro de Relaciones
Exteriores y Culto, puso en conocimiento del Presidente de la Corte Suprema de Justicia que
cursaba en la Cancillería la Nota REB 253 de 19 de julio de 2000, por la cual la Embajada de la
República Argentina formalizó el pedido de extradición del ciudadano argentino Carlos Daniel
Vega, solicitando su diligenciamiento.

II.2. Por Auto Supremo de 24 de enero de 2001, ante el pedido de la Presidenta del Tribunal Oral
en lo Criminal Federal “Nº 3” (sic.) de San Martín, Provincia Buenos Aires de la República
Argentina, la Sala Plena de la Corte Suprema de Justicia, en aplicación del art. 3 del Código penal
concordante con el art. 44 del CPP y con la atribución dada en el art. 55.22 de la Ley de
Organización Judicial (LOJ) dispuso que el Juzgado de Instrucción de Turno en lo Penal de Santa
Cruz, expida mandamiento para la detención preventiva del actor para fines de extradición (fs.
30).En ese entendido, por decreto de 14 de marzo de 2001, el Juez Tercero de Partido en lo penal
de la Capital, ordenó la emisión de mandamiento de detención formal contra el actor (fs. 32),
siendo expedido la misma fecha (fs. 33), y al evidenciarse error en su emisión, por Auto Supremo
de 29 de enero de 2003, la Corte Suprema, ordenó a la nombrada autoridad judicial emita nuevo
mandamiento de detención preventiva contra el actor; disponiendo expresamente que se haga
conocer al requerido el pedido de extradición, a los efectos de los arts. 34, 35 y 36 del Tratado de
Derecho Penal Internacional firmado en Montevideo el 23 de enero de 1889 (fs. 37), que mereció
el decreto de 8 de julio de 2003 dictado por la Jueza Sexta de Partido en lo Penal Liquidadora que
ordenó su emisión (fs. 50), siendo expedido el 12 de julio de 2003 (fs. 51), dichos actuados se
hicieron conocer a la Corte Suprema de Justicia mediante oficio 599/2003 de 23 de julio (fs. 53
doc. com.).

Mediante decreto de 30 de julio de 2003 (fs. 54 doc. com.) el Ministro tramitador ordenó “ No
constando la notificación del extraditable con la solicitud de extradición, según lo ordenado en el
Auto Supremo de 29 de enero de 2003 de fs. 43, la autoridad comisionada deberá subsanar dicha
observación en el día. Al efecto ofíciese por conducto regular y remítase nueva copia legalizada del
referido Auto” (sic).

Por decreto de 11 de agosto de 2003 (fs. 69 doc. com.), el mismo Ministro Tramitador dispone. “
En atención a la documentación cursante de fs. 47 a 53 y 57 a 68, regularizando procedimiento se
dispone: a) Que el Juez de Partido 6º en lo Penal Liquidador de la ciudad de Santa Cruz, que libró el
mandamiento de detención de fs. 47, haga llegar en el día a la Corte Suprema la diligencia de
notificación que acredite que Carlos Daniel Vega, ha sido debidamente notificado con los Autos
Supremos de 24 de enero de 2001 y 29 de enero de 2003, refiriéndose a la solicitud de
extradición, a los efectos de los arts. 33 y ss. del Tratado de Derecho Penal Internacional; b) En
caso de no haber sido notificado, se dispone se cumpla en el día con la misma, remitiéndose la
diligencia debidamente providenciada a conocimiento de este Tribunal Supremo” (sic).

A horas 17:00 del ocho de agosto de 2003 Carlos Daniel Vega fue notificado personalmente con el
Auto Supremo de 29 de enero de 2003 y el decreto de 30 de julio del mismo año en el cárcel
pública de Palmasola, según reza de la diligencia cursante a fs. 75 de la doc. com.

Mediante decreto de 25 de agosto de 2003, el Ministro tramitador dispuso que los antecedentes
se arrimen al trámite y al no haberse suscitado oposición por parte de Carlos Daniel Vega, pase a la
Sala Plena para Resolución (fs. 78 doc. com).

II.3. Por Sentencia de 16 de febrero de 2004 (fs. 52-54), la Corte Suprema de Justicia de la Nación
declaró procedente la solicitud de extradición del recurrente y dispuso su entrega a la República
Argentina como país requirente. En dicha determinación se dejó constancia de lo siguiente:
“Constando de obrados que el extraditable se encuentra procesado en Bolivia, su entrega sólo se
efectuará cuando concluya el proceso penal que se le sigue en Bolivia o se ejecute la pena
impuesta, salvo el caso previsto en el numeral 5) del art. 21 de la Ley Nro. 1970, todo de
conformidad con lo previsto por el art. 153-1) de la igual Ley, debiendo el país requirente recoger
al extraditable dentro del plazo máximo de tres meses, computables desde el día que se cumplan
las circunstancias anotadas, bajo alternativa de disponerse su libertad y denegarse una solicitud
posterior por el mismo hecho” (sic).

El Presidente de la Corte Suprema mediante oficio 108/04 de 27 de febrero de 2004 (fs. 58),
dirigido al Presidente de la Corte Superior de Santa Cruz le remitió fotocopias legalizadas de las
Sentencias de 8 de agosto de 2001 y 014/2004 de 16 de febrero, para su estricto cumplimiento.

II.4. Dentro del proceso penal seguido por Javier Guillermo Balderrama Chopites en
representación de ENTEL S.A. contra Carlos Daniel Vega López, Alex Sandro Hidalgo Mamani, Juan
Hilari y Daniel Castro, por los delitos de asociación delictuosa, falsedad material, uso de
instrumento falsificado y atentados contra la seguridad de los servicios públicos mediante
Sentencia ejecutoriada dictada el 27 de abril de 2001 pronunciada por el Juez Cuarto de Partido en
lo Penal, se condenó al referido a la sanción de 6 años de reclusión (fs. 2). Sentencia que fue
confirmada en apelación por Auto de Vista de 8 de agosto de 2001, pronunciado por la Sala Penal
Tercera (fs. 448-449 de la doc. com.), recurrida en casación por el co-procesado Juan Hilari Avila,
resuelto por Auto Supremo de 10 de octubre de 2002 (fs. 466 de la doc. com.) que declaró
improcedente el recurso. Habiendo el Juez de la causa librado el mandamiento de condena el 25
de marzo de 2004 (fs. 468 doc. com.).

De la pena impuesta, según consta del informe de la secretaria del Juzgado Segundo de Ejecución
Penal, cumplió 4 años, 10 meses y 14 días de privación de libertad restándole por cumplir 1 año, 1
mes y 16 días. (doc.com)

II.5. Por otra parte, existe un otro proceso penal seguido a querella de Ruth Burgos Bonilla en
representación legal de ENTEL S.A. contra el recurrente, Alex Sandro Hidalgo Mamani, Armando
Marco Nuñez, Estanislao Franco de Olivera, Karim Zambrana García y Jhon Becerra por la supuesta
comisión de los delitos de asociación delictuosa, atentados contra la seguridad de los servicios,
desvío de clientela y daño calificado, al haberse detectado la clonación de celulares desde la cárcel
de Palmasola, el que se tramitó en el Juzgado Noveno de Instrucción en lo Penal y actualmente a
cargo del recurrido.

Dentro de este proceso mediante requerimiento de 26 de marzo de 2004 (fs. 62), el fiscal Roger
Felipe Ruiz Carrillo solicitó se prescinda de la acción penal contra el co-procesado Carlos Daniel
Vega en aplicación de la previsión contenida en el art. 21-5) y 153-1) del CPP. En tal virtud el Juez
recurrido dictó la Resolución de 29 de marzo de 2004, en consideración a los antecedentes del
proceso de extradición y que el proceso radicado en su despacho contra el actor se encuentra para
la confesión de los otros co procesados, dispuso la suspensión del ejercicio de la acción penal
pública sólo con relación al actor hasta que la Sentencia por los delitos que se está juzgando en la
Argentina adquiera ejecutoria, momento en el que se resolverá definitivamente sobre la
prescindencia de la persecución penal pública (fs. 63-64). Resolución notificada al actor en forma
personal a horas 10:15 del 16 de abril de 2004 (fs. 65).
II.6. Conforme al certificado de permanencia y conducta de 23 de julio de 2004, suscrito por el
encargado de archivo del Centro de Rehabilitación Santa Cruz con el visto bueno del Director del
mismo establecimiento penitenciario se tiene que:

Carlos Daniel Vega López ingresó por primera vez al penal el 14 de junio de 1999, con
mandamiento de detención preventiva emitido por el Juez Quinto de Instrucción en lo Penal,
dentro del proceso penal seguido por el Ministerio Público por el delito de atentado contra los
servicios públicos, saliendo en libertad el 14 de septiembre del mismo año.

Ingresó por segunda vez el 2 de marzo de 2000, en virtud del mandamiento de detención
preventiva expedido por el Juez Noveno de Instrucción en lo Penal dentro del proceso penal
seguido por Ruth Burgos Bonilla, apoderada legal de ENTEL S.A. por el delito de asociación
delictuosa y otros, habiéndose expedido mandamiento de libertad el 26 de octubre de 2002, al
que no se dio curso por existir otra causa en su contra.

El 14 de enero de 2001, el Juzgado Tercero de Partido en lo Penal expidió mandamiento de


detención preventiva con fines de extradición, en cumplimiento del Auto Supremo de 24 de enero
de 2001. Posteriormente el 12 de julio de 2003, el Juez Sexto de Partido en lo Penal libró
mandamiento de detención preventiva con fines de extradición cumpliendo el mismo Auto
Supremo. Finalmente el 10 de marzo de 2004 se adjuntó en su expediente la Sentencia 014/2004
de 16 de febrero, pronunciada por la Sala Plena de la Corte Suprema que declaró procedente la
solicitud de extradición de Carlos Daniel Vega. Haciéndose constar expresamente en la
certificación que en el file del interno no cursaba ningún mandamiento de condena.

II.7. Por decreto de 7 de mayo de 2004, el Presidente de la Corte Suprema, dispuso la inmediata
entrega del recurrente al Estado requirente (fs. 72). Orden que es puesta en conocimiento del
recurrido Director del Centro de Rehabilitación Santa Cruz, por nota de 29 de julio de 2004 de
parte del Presidente de la Corte Superior de santa Cruz (fs. 73).

II.8. Por nota de 18 de julio de 2004, el Director Departamental de INTERPOL, solicitó al Presidente
de la Corte Superior disponga que el juzgado correspondiente emita la orden de excarcelación del
actor y disponga su desarraigo ante migración para proceder a su extradición (fs. 13).

II.9. Por nota de 20 de Julio de 2004, el Presidente de la Corte Superior del Distrito, remitió al
Director del establecimiento penitenciario antecedentes del trámite de extradición, referente a la
disposición de proceder con el retiro del recurrente (fs. 12).

II.10. Por Auto de 30 de julio de 2004, el recurrido Juez modificó las medidas dictadas en el Auto
de Procesamiento de 15 de septiembre de 2000, así como las medidas impuestas el 10 de enero
de 2002, y ordenó se libre mandamiento de libertad provisional y su desarraigo a efectos de ser
entregado a las autoridades argentinas en cumplimiento de las Sentencias de extradición de 8 de
agosto de 2001 y 16 de febrero de 2004 (fs. 75-76), librándose el respectivo mandamiento el 31 de
julio de 2004 (fs. 77).

II.11. Por mandamiento de libertad provisional de 31 de julio de 2004, el Juez recurrido ordenó al
Gobernador del Centro de Rehabilitación Santa Cruz, poner en libertad provisional al actor al
haberse dispuesto su extradición (fs. 17).
II.12. Por nota de 11 de agosto de 2004, el Juez recurrido envió al Director del Centro de
Rehabilitación Santa Cruz, la documentación referida a la comisión encargada para el traslado del
recurrente (fs. 88).

II.13. El 13 de agosto de 2004 a horas 6:00 el recurrido Director del Centro de Rehabilitación Santa
Cruz procedió a la entrega del recurrente al Director Departamental de INTERPOL para su
extradición (fs. 10).

III.FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO

El actor alega que las autoridades recurridas vulneraron sus derechos a la igualdad y a la seguridad
jurídica haciéndolo objeto de una persecución indebida pues: a) el Juez demandado emitió y
dispuso la ejecución de un mandamiento de detención para fines de extradición pese a estar
sometido a la jurisdicción penal de Bolivia por un distinto delito cuya pena en su cumplimiento no
ha concluido y sin que haya sido notificado con el respectivo Auto Supremo y con la providencia
del Juez recurrido; b) desde el 11 de agosto de 2004, se encuentra aislado e incomunicado porque
el co-demandado Director del Centro de Rehabilitación de Palmasola le comunicó la orden de
extradición. Además su extradición es ilegal al haberse desconocido el art. 150 del CPP por cuanto
el delito por el que fue requerido tiene una sanción mínima de un año de reclusión. Corresponde
analizar, en revisión, si de acuerdo a los datos del cuaderno procesal y las normas legales
aplicables, se debe otorgar la tutela que brinda el art. 18 de la CPE.

III.1. La SC 1651/2004-R, de 11 de octubre, sobre la legitimación pasiva en el recurso de hábeas


corpus ha establecido que: “La uniforme jurisprudencia constitucional dictada por este Tribunal ha
establecido el principio general según el cual, para la procedencia del hábeas corpus es ineludible
que el recurso sea dirigido contra el sujeto que cometió el acto ilegal o la omisión indebida, o
contra la autoridad que impartió o ejecutó la orden que dio lugar a la persecución, aprehensión,
detención, procesamiento o apresamiento indebidos o ilegales, su inobservancia neutraliza la
acción tutelar e impide a este Tribunal ingresar al análisis de fondo de los hechos denunciados,
ello debido a la falta de legitimación pasiva, calidad que de acuerdo a lo sostenido por la SC
691/2001-R, de 9 de julio reiterada en las SSCC 817/2001-R, 139/2002-R, 1279/2002-R y otras, se
adquiere por la coincidencia que se da entre la autoridad que presuntamente causó la violación a
los derechos y aquélla contra quien se dirige la acción. En ese sentido se tienen, entre otras,
las SSCC 233/2003-R y 396/2004-R, 807/2004-R.

Como una excepción a la regla antes aludida, este Tribunal en la SC 945/2004-R, de 17 de junio,
dejó establecido que: “si bien es cierto que los funcionarios, contra quienes se planteó el recurso,
carecen de legitimación pasiva para ser recurridos; no es menos evidente que estando
debidamente acreditado que el recurrente fue aprehendido, luego detenido indebida e
ilegalmente, corresponde otorgar la tutela solicitada, ello en sujeción a la jurisprudencia
establecida por este Tribunal en sentido que siendo cierta la detención ilegal acusada, a pesar de
la falta de legitimación pasiva de la autoridad recurrida, se declara procedente el hábeas corpus
sin responsabilidad, disponiendo la
libertad inmediata del recurrente”.
Puestas así las cosas, corresponde precisar que la aplicación de esta sub-regla de derecho no
puede tener alcances ilimitados, puesto que la misma ha sido creada, única y exclusivamente, para
resolver de manera excepcional aquellos supuestos en los que el recurso, por error en la
identidad, es dirigido contra una autoridad distinta pero de la misma institución, rango o jerarquía
e idénticas atribuciones, a la que cometió efectivamente el acto ilegal, y sólo cuando éste es
manifiestamente contrario a la ley y existen los elementos de convicción pertinentes que lo
acrediten; no siendo aplicable a otras situaciones en las que no se aprecie tal error y existe la
necesidad de contar con mayores elementos de convicción para acreditar la existencia del acto
ilegal”. (las negrillas son nuestras)

III.2. En el caso de autos, se constata que ante el pedido de la Presidenta del Tribunal Oral en lo
Criminal Federal “Nro. 3” de San Martín, Provincia Buenos Aires de la República Argentina, por
Auto Supremo de 24 de enero de 2001, la Corte Suprema de Justicia de la Nación, dispuso que el
Juzgado de Instrucción de Turno en lo Penal de Santa Cruz, expida mandamiento para la detención
preventiva del actor para fines de extradición, el mismo que después de corregir errores en su
emisión, fue expedido el 12 de julio de 2003. Este trámite concluyó con la Sentencia de 16 de
febrero de 2004 pronunciada por el Tribunal Supremo que declaró procedente la solicitud de
extradición del recurrente y dispuso su entrega a la República Argentina como país requirente,
dejando constancia que dicha entrega sólo se efectuaría cuando concluya el proceso penal que se
le sigue en Bolivia o se ejecute la pena impuesta, salvo el caso previsto en el art. 21 numeral 5 del
CPP, todo de conformidad con lo dispuesto por el art. 153.1 del mismo cuerpo legal.

A efectos del cumplimiento de la Sentencia de la Corte Suprema y atendiendo el requerimiento


Fiscal de la aplicación de un criterio de oportunidad el Juez recurrido, a cargo el proceso penal en
trámite seguido por ENTEL contra el representado del recurrente y otros, por la supuesta comisión
de los delitos de asociación delictuosa y otros, pronunció la Resolución de 29 de marzo de 2004,
disponiendo la suspensión del ejercicio de la acción penal pública sólo con relación a Carlos Daniel
Vega hasta que la Sentencia por los delitos que se está juzgando en la Argentina adquiera
ejecutoria, a fin de que en ese momento se resuelva definitivamente sobre la prescindencia de la
persecución penal pública, en observancia del art. 21.5 y 22 del CPP; determinación judicial que
fue notificada al actor en forma personal, pues por decreto de 7 de mayo de 2004, el Presidente
de la Corte Suprema dispuso su inmediata entrega al Estado requirente, a cuyo efecto la autoridad
judicial recurrida dispuso la emisión de mandamiento de libertad provisional y el desarraigo del
actor en el proceso a su cargo para hacer efectiva la extradición ordenada.

De lo referido se establece que el Juez recurrido no tuvo participación en el trámite de extradición


en virtud del cual el representado del recurrente se encontraba privado de libertad y
posteriormente fue entregado al país requirente, habiéndose limitado su actuación a dar
cumplimiento a una orden emanada de autoridad competente (Corte Suprema) basándose en los
antecedentes del proceso que se encontraba en trámite en su despacho, adoptando
determinaciones jurisdiccionales en el ámbito de su competencia para viabilizar la entrega del
actor a las autoridades argentinas, en consecuencia la detención del actor y su posterior entrega
no es de responsabilidad del recurrido, ya que como se tiene señalado éste no tramitó la
extradición al ser la misma competencia de la Corte Suprema de Justicia, instancia que ordenó la
detención preventiva del representado del recurrente y concluido el trámite su entrega al país
requirente.
Consiguientemente, no se puede ingresar al análisis del fondo de la cuestión por falta de
personería y legitimación pasiva del recurrido, al haberse dirigido el presente recurso en contra de
los responsables de la supuesta vulneración del derecho a la libertad del representado de la
recurrente, por lo que el recurso resulta improcedente.

III.3. Respecto a la actuación del Director del Centro de Rehabilitación Santa Cruz quien fuera
responsable de persecución indebida por el presunto aislamiento e incomunicación dispuesta ante
la orden de extradición, el recurrente no adjunta prueba alguna que acredite los actos
denunciados de ilegales, por lo que resulta inviable ingresar al fondo del asunto, teniendo en
cuenta el criterio adoptado por el Tribunal Constitucional, en sentido de que: "...la determinación
del Tribunal o Juez de Hábeas Corpus debe obedecer a la certidumbre sobre si en efecto se ha
violado o está amenazado el derecho de locomoción"; ese es el sentido expresado en SSCC
1512/2002-R, 1388/2002-R y 129/2003-R, entre otras, circunstancia que no concurre en el caso
presente, al haber omitido el actor la presentación de prueba que sustente lo alegado en el
recurso.

III.4 Por último, en cuanto a la supuesta infracción del art. 150 del CPP, bajo el argumento de que
el delito por el cual se solicitó la extradición del recurrente, tiene una sanción mínima de reclusión
de un año en el Código Penal boliviano y que se encontraba cumpliendo una sanción impuesta en
un proceso anterior tramitado en otro juzgado, son cuestiones que debió hacerlos valer ante la
Corte Suprema que resolvió su extradición, por lo que su definición no es de competencia de las
autoridades recurridas, en cuyo mérito no corresponde considerar dichos extremos.

Del análisis efectuado, se concluye que el Tribunal de Hábeas Corpus, al haber declarado
improcedente el recurso, ha hecho una correcta evaluación de antecedentes y una cabal
aplicación del art. 18 CPE.

POR TANTO

El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por mandato de los arts. 18.III y
120.7ª de la CPE y los arts. 7 inc. 8) y 93 de la Ley del Tribunal Constitucional, con los fundamentos
expuestos, en revisión resuelve:

APROBAR, la Sentencia cursante a fs. 20 y 21, pronunciada el 14 de agosto de 2004 por la Sala
Penal Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial de Santa Cruz.

Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional

No interviene el Magistrado Dr. José Antonio Rivera Santivañez, por hacer uso de su vacación
anual.

Fdo. Dr. Willman Ruperto Durán Ribera


PRESIDENTE

Fdo. Dr. René Baldivieso Guzmán


DECANO
Fdo. Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas
Magistrada

Fdo. Dra. Martha Rojas Álvarez


MAGISTRADA

Felipe Tredinnick Abasto


MAGISTRADO

FUENTE: TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

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