S11 - Ideario de La Revolución Francesa Es Cádiz
S11 - Ideario de La Revolución Francesa Es Cádiz
S11 - Ideario de La Revolución Francesa Es Cádiz
INTRODUCCION
105
creación de una escena pública cuando este nuevo sistema de referencias
deja los círculos privados en los que hasta entonces había estado recluido
para irrumpir en plena luz. Triunfa entonces una nueva legitimidad -la de
la nación o la del pueblo soberano-, u na nueva política con actores de
una clase nueva que, por primera vez, pueden ser llamados políticos, en
tanto que se constituyen precisamente para conquistar esa nueva legitimi
dad"3.
106
americano- profundas transformaciones. En España comenzó la llamada
Revolución Liberal y en América el proceso que llevó a la independencia5 •
Nos interesa destacar el alcance que las llamadas "ideas de los franceses",
o "�istema de los franceses" tuvieron en la propia España, para culminar
con el planteamiento del impacto que ese ideario tuvo en el proceso de
construcción de la nación costarricense como comunidad política, esto es,
en el sentido de Rousseau, la "asociación voluntaria de seres libres".
CONCEPTULIZACIÓN BÁSICA
Como punto de partida cabe señalar, que si bien el término nación tiene
sus orígenes en los tiempos bíblicos -utilizado para designar aquellos gru
pos humanos que tenían una lengua común-, en la actualidad se entiende
como una comunidad de personas "que tienen una conciencia común y
un proyecto de comunidad cultural que aspira a realizarse políticamente"
107
con relación a las futuras generaciones. Una de las formas de relacionar el
pasado con el presente es a través de celebraciones y rememoraciones de
hechos históricos.
Un último aspecto consiste en que las naciones deben tener una cultura
pública diferente que las identifica. Por ejemplo, la lengua es un elemen
to cultural de primera magnitud y una lengua diferente es importante. La
literatura puede ser un elemento no sólo de identificación sino también
de transmisión de la cultura de la identidad nacional. Los hechos diferen
cia/es son múltiples. La manera en que se enseña la historia nacional y los
valores que transmite en uno; también lo son las fiestas populares y las
costumbres gastronómicas; la existencia de una política de protección de
los bienes culturales; el arraigo de determinadas creencias religiosas o el
papel de la Iglesia con ciertas ideas políticas .. Del mismo modo, los medios
de comunicación de masas (prensa, radio, televisión, internet) son ele
mentos claramente diferenciadores de formas culturales6 •
108
El enfoque anterior concuerda con el del destacado teórico del tema de
la nacionalidad Miroslav Hrock, quien postula que "una nación es un
grupo social amplio, vinculado por una combinación de diversos tipos de
relaciones objetivas (económicas, políticas, lingüísticas, culturales, etc.), y
su reflejo subjetivo en la conciencia colectiva".
Este autor, que rechaza tanto las tesis "primordialistas" como las mo
dernistas sobre la nación, enfatiza en que la nación no es ningún artefac
to o constructo; que una identidad nacional no puede ser inventada. En
consecuencia, para él la nación es un fenómeno y también un producto
de la historia moderna, esto es de aquella época histórica que se funda
menta en los valores de la modernidad política. Así, la nación móderna
sería el resultado de un largo proceso. En el caso del mundo occidental la
etapa decisiva en la formación de nacionalidad se ubicaría en el umbral
de la modernidad política, o sea, entre la Revolución Francesa, y el siglo
XIX. No obstante, sus inicios se ubicarían en el medieval7 • Para América
Latina, los orígenes se ubicarían en la época colonial, pero la nación como
comunidad política surgiría con el logro de la independencia.
109
quiere decir que los intelectuales, por ejemplo, puedan inventar una iden
tidad nacionat 1°.
PRIMERA PARTE
10. Miroslav Hroch. Op.cit., pp. 55. 59. En Costa Rica, desde que aparecieron los tra-
bajos de Steven Pamer, sobre la invención de la nación, se han impuesto las tesis "mo
dernistas" sobre la nación. Se trata de posiciones idealistas y elitistas -culto al gran per
sonaje- según las cuales la nación costarricense fue una construcción efectuada por el
Estado, concretamente por la intelectualidad liberal de finales del siglo XIX.
11. Ulrich lrn Hof. La Europa de la Ilustración. Barcelona, Crftica, 1993, p. 9.
110
tareas, pues si bien en algunos aspectos se habían ]ogrado ciertos cambios,
en general el ''sistema escolar" era rígido y estrecho de miras. Interesaba,
en particular, ilustrar al súbdito -luego sería al ciudadano-, para lo cual el
primer paso consistió en combatir el analfabetismo, y crear un sistema
escolar mayor, más amplio y accesible al mayor número posible de per
sonas .. Un objetivo esencial era formar a hombres nuevos y mejores. En
este sentido la Ilustración se apropió de la antigua teoría de la virtud, la
teoría de la arete y virtus de la ética griega. Se trataba de la doctrina que
había considerado las cuatro virtudes cardinales: justicia, prudencia, tem
planza y fortaleza, cualidades grabadas todavía en numerosos pozos,
ayuntamientos e iglesias (al menos en Europa). Esas virtudes eran de ori
gen divino, pero en el siglo XVll l se trató de reformularles de acuerdo con
los principios del derecho natural y la razón, con el propósito de que
tuvieran validez universal12 •
Pero, de acuerdo con la Ilustración, también era posible llevar una vida
exenta de guerra, y con todo, consagrar todas las fuerzas a la patria.
12. )bid, pp. 12-14. En este sentido. pensadores enemigos de la Revolución Francesa
como Edmond Burke. serian contrarios a la Ilustración.
111
la monarquía, y luego, especialmente en la república, al cumplir el ciu
dadano con sus obligaciones y ponerse al servicio del Estado13 •
13. Sobre este asunto y en general sobre todo las cuestiones tratadas en este artículo,
ofrecemos más información en nuestra obra Historia critica de las educación en Costa
Rica 1810�1885. (en preparación editorial). en las cual nos basamos para elaborar este
trabajo.
14. Michel Péronnet. Vocabulario básico de la Revolución Francesa. Barcelona, Critica.
1985. pp. 184-185. A partir de los años 1770 y 1780. el término patria adquirió sentido.
más anplio, pues patria y patriota fueron palabras usadas por los insurgentes de las trece
colonias, los irlandeses y los holandeses. Patriota era. entonces. el que luchaba por la
libertad y la felicidad. lbid. p. 235.
112
1
1.2. La ilustración española
115
diferencia entre la masa ignorante del pueblo y una minoría culta, ya que
mientras las masa permaneciera en el oscurantismo no se producirían ade
lantos notables ni en la agricultura ni en la industria. Esta es la razón que
le impulsó a exigir enseñanza gratuita para todos, al menos en las
"primeras letras''. Pero atención, no se trataba de que todos los miembros
del Estado fueran sabios; es suficiente que cada uno sepa lo que le con
viene a su profesión.
116
ofender al reino era ofender a la nación. La monarquía era concebida
como una familia, formada por varios hijos -el pueblo o los individuos-,
a la cabeza de la cual se encontraba el rey como padre. El rey era el
"padre universal de la nación'', pero el "Rey es antes Padre que juez".
En los motines, en las guerrillas, en las Juvas del Rey, en los Te Deun, en
las ceremonias religiosas, en las fiestas patrióticas, la sociedad toma la pa
labra para manifestar sus valores. Así, los vocablos señor, vasallaje, fideli
dad, y lealtad son omnipresentes en casi todos los documentos de esa
época, a partir del grito movilizador del 2 de mayo en Madrid "iVasallos
a las armas!". Si en el nuevo régimen, en el de la república, la palabra
clave sería ciudadano -con sus desechos y deberes- en el mundo español
en crisis se planteaba como obligación ineludible del vasallo el deber de
asistencia a su señor, tomando las armas para defenderlo. Por eso, tanto
en España como en América se constituye entonces, batallones de "vo
luntarios de Fernando VI 1"21•
21. Sobre las teorías del pactismo tradicional y el moderno o revolucionario (Rousseau
y la Revolución francesaL Guerra. op. cit. pp. 149-154: 169-175: Eduardo Muñoz, "Deux
themes de l'independance: pacte social et constitution historique au Chile". en Cahiers
des Ameriques Latines. Nº 10. (L Amerique Latine face a la Revolution fran�aise. L: heri
tage revolutionnaire: une modernité de rupture). 1989. pp 21-37.
Según Guerra. entre las diferentes versiones del pactismo. un elemento fundamental era
el hecho de considerar la relación entre el rey y el reino como una relación bilateral que
conlleva derechos y deberes recíprocos. que ambas partes deben respetar. De ahí que el
poder del rey no fuese considerado como absoluto. sino limitado. no sólo por la ley de
Dios, como lo postulará al absolutismo. sino también por las leyes fundamentales del
reino y por los derechos propios de cada categoría de vasallos: por las libertades o pri
vilegios. considerados como la contrapartida de la fe jurada al rey. El rompimiento del
pacto por parte del monarca. podía desligar a los vasallos de su fidelidad. En el siglo
XVI 1. representantes de estas teorías fueron Francisco Vitoria y Francisco de Suárez, pp.
72-73.
Por su parte. Roger Chartier identifica como "creencias" del antiguo régimen, la sacrali-
dad, la aceptación del gobierno por decreto y consejo y la fidelidad hacia la iglesia.
Sociedad y escritura en la edad moderna. México. Instituto Mora, p. 287.
117
religiosas a dos terceras partes. Además, ofreció instaurar una constitución
liberal que contemplaría la creación de una monarquía moderada y liberal.
22. Jaime Vicens Vives. Historia de España y América social y económica. Los siglos XIX
y XX. América Independiente. Vol V, Barcelona. Editorial Vicens Vives. bolsillo. 1972. p.
287.
118
1.4. La obra de las Cortes
Entre las primeras medidas adoptadas por las Cortes cabe destacar lo rela
tivo a la libertad de imprenta. Este tema fue tratado con gran celeridad
(desde el 27 de setiembre). Sus proponentes, llamados "partidarios de la
libertad", abogaban por que todos pudieran "escribir, imprimir y pu�licar
sus ideas "sin necesidad de alguna licencia, revisión o aprobación previa
(aunque se estableció una Junta de Censura)". Los adversarios de la liber-
23. Guerra. Op. cit.. p. 139 (Las expresiones entre paréntesis lo hemos agregado
nosotros). Vicens Vives. Op. cit.. p. 288.
Miguel Artola. en el libro clásico Los afrancesados. Madrid. Alianza Editorial. 1989.
establece la diferencia entre afrancesamiento y afrancesado. La primera palabra designa
.
únicamente "la tendencia exagerada a las ideas o costumbres de origen francés . . Con la
Revolución francesa las fronteras no fueron lo suficientemente altas como para impedir
el libre discurrir de las ideas. Y las que el siglo XIX llamaría liberales nacieron en Francia
y de allí se difundieron por todo el universo. constituyendo un verdadero fenómeno de
afrancesamiento...
Junto a ese afrancesamiento ideológico e intelectual existió -y ha existido- otro. político
y material: el eterno fenómeno de los colaboracionistas -no partidarios de los franceses
y de las gentes que por diversos motivos consideran un deber unirse al invasor para sal
var lo que se puede del país. e incluso en algunos casos para medrar personalmente.
En España llamaron afrancesados a estos últimos. a aquellas personas que. cuando la
dominación francesa. ocuparon cargos. juraron fidelidad al intruso o colaboraron con
los ocupantes con fines diversos.
Los afrancesados -cuyos orígenes ideológicos se remontan a tiempos de Carlos 11 l- no
piensan en el régimen francés, tradicionalmente absolutista. como un modelo por seguir.
Pero a la Revolución la encontraban anárquica y peligrosa para bien del Estado, por el
excesivo influjo que otorgaba a la masa de la nación en el gobierno. Op. cit. pp. 32-38.
Una caracterización ideológica de los afrancesados se encuentra en las páginas 49 y 50.
24. José Luis Cornellas García Lleras (coordinador). Historia general de España y
América. Del antiguo al nuevo régimen hasta la muerte de Fernando VII. Madrid.
Ediciones Rialp. 1981. pp. 251-265. Un dato interesante. revelador de mentalidades, es
que las sesiones de las Cortes eran públicas, pero a las mujeres no se les permitió la entra
da a las sesiones.
119
tad de imprenta se oponían a ello por considerarla "antisocial., antipolíti
ca, antipatriótica", que podía facilitar la c:irculación de mil errores.
Finalmente, el 10 de diciembre se aprobó el proyecto sobre la "libertad
política de imprenta',.
25. Antonio Blanco Freijeiro y otros. Historia de España. Madrid. Historia 16. 1986. p.
773. Se ha afirmado que en el colapso de la armazón de la vieja monarquía autoritaria
fue más decisivo el impacto napoleónico que la presión revolucionaria de las clases bur
guesas españolas. Incluso. bajo el mismo lema "Dios. Patria y Rey". que impulsaba la
"revolución nacional" -desencadenada del 20 al 30 dE� mayo de 1808- se percibía la vo
luntad de aprovechar esa oportunidad para dar al Estado una orientación nueva. que
evitara en primer lugar la humillación que España es;taba sufriendo. Vicens Vives. Op.
cit .• Vol. V, p. 287.
120
modernidad política irrumpió en el mundo ibérico al proclamar nuevas
concepciones de la nación y el soberano -dos de las mayores novedades
del mundo moderno-. Ambas nociones se constituían en oposición al
monarca absoluto: "la nación como soberanía colectiva que reemplaza al
rey; al ciudadano como el componente esencial de este nuevo soberano".
Esa ruptura fundamental era percibido con meridiana claridad por uno de
los diputados y líderes más destacados, Manuel Argüelles, al precisar en
1811 que: "La palabra ciudadano no puede ya entenderse en el sentido
vago e indeterminado que hasta aquí ha tenido. Aunque término antiguo,
acaba de adquirir por la Constitución un significado preciso, exacto. Es
nuevo en la nomenclatura legal, y no se puede confundir en adelante con
la palabra vecino"26•
122
De esta Constitución se ha destacado el orden, en contraste con el desor
den en que estaban recopiladas hasta entonces las leyes fundamentales
españolas. En ese sentido la estructura del texto gaditano es del todo simi
lar al modelo establecido por los franceses en la Constitución de 1791.,
seguido., desde entonces, por la mayor parte de las constituciones moder
nas. Resalta, de manera notoria, el gran espacio otorgado en lo referente
al poder legislativo (141 artículos), en concordancia con el hecho de que
este poder adquiría mayor primacía en relación con el ejecutivo y judicial.
Además, este último poder quedaba al margen y se disminuía mucho el
ámbito de acción del rey.
-
Un aspecto fundamental y novedoso, fue lo concerniente a la soberanía
nacional, que pasó a ser tan absoluta como absoluta había sido en el siglo
XVI 11 la soberanía real.
123
según lo determinaran las circunstancias. Del mismo modo, una vez hecha
la nueva diversión administrativa, los pueblos serían gobernados por el
Jefe político donde lo hubiere". Además se determinaba que todos los
años, en diciembre, sé elegirían los ayuntamientos, para comenzar su
gestión el año siguiente29•
29. Curiosamente, en Costa Rica. la elección de alcalde por voto directo se dará por
primera vez. en diciembre del 2002.
30. Argüelles afirmaba: "El estado necesita de ciudadanos que ilustren a la nación con
todo género de luces y conocimientos. As! uno de los primeros cuidados que deben ocu
par a los representantes de un pueblo grande y generoso es la instrucción pública"
Buenaventura Delgado. Op. cit. p. 43. En este apartado nos basamos fundamentalmente
en su obra.
31. Comellas. Op. cit. pp. 584-616.
124
diferencia de las declaraciones de derechos que en Estados Unidos y
Francia habían sido el primer hito y casi el símbolo de la revolución. La
respuesta que se ha dado es que en las Cortes se presentó un llamado
reglamento que, bajo ese nombre comprendía una declaración de dere
chos inspirada en la declaración francesa de 1789. Pero el documento fue
criticado como una expresión de "francesismo", esto es, imitación de las
ideas políticas del enemigo de entonces. Los proponentes de ese
reglamento, ante la acusación de traición moral o ideológica, la retiraron
del debate. No renunciaron a la ambición de proteger esos derechos, pero
cambiaron de estrategia en su presentación. En lugar de concentrarlos en
una declaración que pudiera dar cabida a la acusación de "afrancesamien
to", los distribuyeron uno a uno a lo largo del texto.
125
Este artículo tenía un trasfondo político esencial, en cuanto era el funda
mento de un régimen de publicidad. Probablemente el hecho de enmas
cararlo o "camuflarlo", obedecía a la necesidad de favorecer la instrucción
pública mediante la libertad de imprenta, pero la discusión constitucional
estuvo realmente a la altura de la dimensión política que entrañaba su sig
nificado33.
127
dedicó un capítulo exclusivo a los ayuntamientos (artículos 309 a 339), y
entre las numerosas funciones que se le encargaban a esos organismos
estaba el "cuidar de todas las escuelas de primeras letras ., y de los demás
establecimientos de educación común". Un aspecto fundamental es que
determinaba que las escuelas de primeras letras junto al catecismo católi
co debían enseñar una breve exposición de las enseñanzas civiles. Ahí
estaba, en nuestro criterio, un elemento clave en la difusión y posterior
victoria de la modernidad, pues esa medida sentaba las bases para la insti
tucionalización -corno ocurrió en Francia con la Revolución- de la instruc
ción cívica como una materia clave de enseñanza (aunque al principio no
se le llamó así)39 •
42. Citado por Weinberg. Op. cit., p. 91; Lynch. Op cit., p. 162. Debe tenerse presente
que -en una búsqueda de equilibrio entre tradición e innovación- Mariano Moreno
suprimió del Contrato Social, el Capítulo sobre religión. Esto se explica porque los lideres
liberales en España y la intelectualidad criolla en América. tenían creencias personales
muy alejadas de las de la masa de la población. En el caso de Mariano Moreno, según
Héctor Ruben Cucuzza, "el clima religioso de la aldea de Buenos Aires lo llevó a la auto
censura ''. "Ruptura hegemónica, ruptura pedagógica. Catecismos o Contrato Social
durante el predominio jacobino en la Primera Junta de Buenos Aires (1810f', en: Adrián
Ascolani (compilador). La educación en Argentina. Ertudios de Historia. Rosario,
Ediciones del Arco, 1999, p. 49.
129
que abarcaban un amplio espectro, desde los llamados jacobinos hasta
los moderados43 •
43. Con respecto a la relación entre movimiento juntista en América de 1810 y la re
volución angloamericana de 1776 y la revolución francesa de 1789. tradicionalmente se
postuló que estas revoluciones fueron causas necesarias. si bien no suficientes. de todo lo
que ocurrió. Esta interpretación "ha sido debatida por escritores conservadores. quienes
señalan que la ideología de los patriotas hispanoamericanos se encuentra en el pen
samiento tradicional hispano. El que se cita más frecuentemente es el jesuita Francisco
Suarez (1548-1617). Pero al producirse la crisis de la monarquía en América. y aparecer
el movimiento juntista en España. el nombre de Suarez solo es notable por n o aparecer
en la propaganda de los revolucionarios. A quienes se menciona más es a pensadores
angloamericanos (Jefferson) y franceses (Rousseau). al lado de los inevitables griegos y
romanos". Leslie Bethel (ed). Historia de América 6. América Latina independiente.
1820-1870. Barcelona. Editorial Critica. S.A. 1991, p. 47.
44. Weinberg. Op. cit .• p. 92. Es el caso de la Francia revolucionaria. la canción ocupó
un lugar destacadfsima como forma de sociabilidad democrática. lo mismo que las artes
y los espectáculos públicos. C. F. Anne Marie Brenot y David Chacón Rodríguez. ''Du
sans-cu/otte franíais au sons chemisse venezuelien. Etude d'un itineraire de /a
Carmagnole'', en: Cahiers des Amériques Latines. Op.cit. p.p. 123-145.
130
Un pasaje dice:
131
moderado, el más libre, y es, por consiguiente, el mejor para hacer
felices a los vivientes racionales" 45•
Pero esta libertad era en realidad una libertad "vigilada'', ya que debía
estar en concordancia con la preservación de los "intereses de la nación",
el "patriotismo" y la fidelidad a la monarquía, valores claves en el imagi
nario monárquico. Por ello, ya en 1810, al mismo gobernador Tomás de
Acosta, se le hacía conocer el establecimiento del Tribunal de Fidelidad�
creado en Guatemala, el cual tendría labores de "prevención" y "corree-
48. A.N.e.e. 1809, 2050, f.f.. 4-5. En este documento se encuentra el programa de las
actividades.
49. A.N .e.e. 1810, 2555.
133
ción". Para el Capitán General del Re yno (sic) de Guatemala, una tarea
esencial de ese Tribunal era "obrar con sagaz energía'" contra los "sospe
chosos traidores de orden público"; contra los "que tienen y esparzan
H
pasquines o viéndolos no los denuncien ; contra "todos los que con sus
acciones y palabras, muestren un espíritu contrario al de lealtad y justa
subordinación de que estamos animados todos los buenos españoles".
50. A.N.C.C. 1810, 3644. f5.18(f). 18(v). 19(f); 1811, 3644. f.l(v). Téngase presente que
todavía en su momento. las Cortes no habían abolido el empleo del vocablo vasallo.
134
y Ujarrás. Y a Cartago se le condecoró con el título de "muy noble y muy
leal"51• i Premio a los buenos vasallos!
51. A.N.M.C. 1812. 439. fS.67-68. Cuando se produjeron esas conspiraciones en San
Salvador y Granada. vecinos del "Barrio de Agua Caliente de Cartago" expresaron al
cabildo de esa ciudad estar ºdispuestos a la más pronta obediencia....prontos a sacrifi
cios por la Religión. Rey y Patria". A.N.M.C. 1812. 451. f.7: León Fernández Bonilla.
Historia de Costa Rica durante la dominación española. 1502-1821. San José. Editorial
Costa Rica, 1975. p.230 (1° edición 1889).
52. A.N .M.C. 1812. 768, f.59.
53. Es muy posible que en las fiestas relativas a la Jura de la Constitución se tomaran
muchas f armas de lo que durante el antiguo régimen habían sido las "juras reales'', las
cuales habían sido de suma importancia en los reinos españoles de ultramar. "En ellas el
personaje principal era el Alférez Real. que hada la proclamación verbalmente: Se veri
ficaba siempre en la Plaza Mayor, con toda solemnidad y en presencia de todas las
autoridades. Se levantaba al efecto. un gran tablado frente a las casas capitulares. En
algunas ciudades acompañaban al Alférez Real cuatro jóvenes elegidos entre los más dis
tinguidos de ta población que hacían de reyes de armas. además de los alcaldes ordina
rios y el escribano que levantaba el acta. En el balcón del Cabildo. bajo dosel. se ponían
los retratos de los nuevos monarcas, expresamente enviados desde la penfnsula ( ...).
Vicens Vives. Historia de España y América. Vol. IV. pp. 425-426.
El tema específico de la fiesta ha sido objeto de estudio por parte de autores como
Mona Ozouf, La fete révolutionnaire. 1789-1799. París, Gallimard. 1976: Michel Vovelle
presenta un buen resumen de la cuestión en "La fete révolutionnaire" y "La féte directo
riale", en L 'etat de la France pendant la révolution. (1789-1799, París. Editions La
Découverte. 1988. Una visión de conjunto de las fiestas. desde la antigüedad hasta tiem
pos recientes, se encuentra en la obra La fierta. Una historia cultural desde ta antigüedad
hasta nuestros días. Uwe Schultz (director) , Madrid, Alianza Editorial, 1998.
135
Por razones de espacio no se hará mención a los eventos ocurridos entre
el 30 de octubre y el 1 de noviembre del año indicado. Cabe resaltar, eso
,
sí, que después de los tres días de fiestas, los "costarricas , dieron un paso
fundamental en el ingreso a la modernidad política, en su versión españo
la, moderada y hasta tradicional. Pero, desde ese momento, los viejos va
lores (apego a la monarquía) coexistirían con los nuevos (los de la mo
dernidad política que contenía la Constitución) o mantendrían parte de
las formas, pero cambiando los contenidos. Estos últimos, sin embargo,
terminarían por imponerse, como poderosas y profundas olas que esta
llarían en momentos diversos, cambiando todo a su paso...
La medida anterior fue ratificada por otro "bando" del Gobernador Juan
de Dios Ayala, emitido en enero de 1814, en el cual reafirmaba la obli
gación constitucional de los ayuntamientos de "promover la enseñanza
de las primeras letras". Se enfatizaba en que los padres enviaran a los hijos
a la escuela: "pues además de ser este un paso necesario a la educación
que es preciso dar a los hijos y dependientes, se hallarán privados estos
niños dentro de 16 años del honroso título de ciudadanía, por falta de
este requisito, como lo previene nuestra sabia constitución" 57•
59. León Fernández. Op.cit. p. 232. Este informe fue enviado a la Presidencia de la
Audiencia de Guatemala.
60. Mario Rodríguez. El experimento de Cádiz en Centroamérica. 1808-1826. México.
Fondo de Cultura Económica, 1978, p. 161.
138
estatuto anterior a 1808. Esto significó, en realidad, la supresión de ese
importante organismo de poder local.
61. A.N.C.C. 1815. 3473. fs.32. 59. Según Mario Rodríguez. el grupo que redactó las
instrucciones dadas a Larrazábal -guatemaltecos graduados de la Universidad de San
Carlos, un nicaragüense y cuatro españoles- hada hincapié en que pretendia basarse en
la "filosofía de la ilustración". con el fin de promover el "bienestar general". Agrega que
en la "Declaración de los ciudadanos". el ayuntamiento enumeraba treinta artículos.
algu nos de los cuales parecían hechos por sus colegas franceses en 1789. Op .. cit. p.p. 73-
79.
62. A.N.M.A. 1814, 452. f.29 (f).
139
En 1820 la "Sabia Constitución'' regresó a España, y en consecuencia, a
América. En Europa, el llamado sistema de la Restauración dio origen a
un neoabsolutismo que impregnó el pensamiento ultra conservador no
solo de España sino hasta el de las dos monarquías constitucionales de
Occidente, Inglaterra y Francia (en este último país ., Luis XVlll había otor
gado una Carta que estatuía un régimen parlamentario moderado). En
España continuaba la nota represiva contra los afrancesados y los libe
rales, a tal punto que ya en setiembre de 1815 se produjo el primer pro
nunciamiento tendiente a restablecer la Constitución de 1812" 63•
63. Vicens Vives. Historia General Moderna. p. 296: Gerard Dufour. La Guerra de la
Independencia. Madrid. Historia 16, 1999, p. 145.
140
¿y cuál fue ese catalizador?
Ese elemento catalizador fue la llamada "revolución española'' que tuvo
lugar de enero a marzo de 1820. Esta estalló cuando una gran fuerza
expedicionaria (aproximadamente de 14.000 hombres), concentrada en
Cádiz bajo el mando del antiguo virrey de Nueva España, Félix María
Calleja (en ese momento capitán general de Andalucfa), que esperaba
embarcarse para intentar la reconquista del río de la Plata, se levantó con
tra el régimen absolutista de Fernando VII. Debido a que el levantamien
to militar -conocido luego como pronunciamiento- no tuvo mucho éxito
en Cádiz, sus jefes civiles y militares, decidieron que el comandante Rafael
de Riego -de ahí el nombre de revuelta de Riego- recorriera la región de
Andalucía con el propósito de sumarla a la insurrección.
Aparte de las logias masónicas, que desde el inicio actuaron como elemen
to aglutinador, al movimiento se adhirieron elementos liberales- (los
doceañistas o liberales gaditanos de 1812) y a finales del mes de febrero,
habitantes de la Coruña, Zaragoza, Barcelona y de otras poblaciones.
También estos militares se aliaron con los "alzados''. Todo esto tuvo como
resultado que el movimiento de Riego, que al principio parecía estar con
denado al fracaso, resultara, finalmente, victorioso. Un hecho de extraor
dinaria importancia es que este movimiento de oposición tan heterogé
neo, se coaligó bajo el lema del restablecimiento de la Constitución de
1812, que de hecho se constituyó en el principal objetivo político. Ante la
incapacidad de contener la marea, Fernando VII cedió a la presión de la
opinión mayoritaria del Consejo del Estado, y el 7 de marzo la Gaceta de
65. Leslie Bethe1 {ed.). Op.cit p. 66; Antonio Blanco Freijeiro. Op.cit. p. 774; Mario
Rodrfguez. Op.cit. p. 178. Según Pierre Vilar. Rafael Riego recorría Andalucía proclaman
do la Constitución� Historia de España. Barcelona. Crítica. 1999. Op.cit. p. 85.
142
elecciones de Alcaldes y Ayuntamientos constitucionales, con arre
glo, en todo, a lo prevenido en la Constitución po/ftica sancionada
en Cádiz, y a los decretos que de ella emanan, y establecen el modo
y forma de verificar dichas elecciones' 66•
66. A.N.M.A. 1820. 67. f.4 (f). La fórmula con que debía jurarse la Constitución era la
misma que habían establecido las Cortes el 19 de marzo de 1812.
67. lbid. f (1). En este documento. el Capitán General del Reino de Guatemala. Carlos
de Urrutia, afirmaba que en Campeche. Veracruz. la Constitución se había jurado por
aclamación popular. Ernesto de la Torre Villar. Op.cit. p. 125.
68. A.N.M.C. 1820. 446. f.18. Cañas conocía desde el 5 de mayo la disposición de hacer
jurar la Constitución. pero no lo comunicó sino hasta el 27 de ese mes.
143
Efectivamente, a finales del mes de junio, el Capftán General de Reino de
Guatemala, D. Carlos de Urrutia ordenó y mandó que se publicara Y
jurara en todo el "Reyno" (de Guatemala) la Constitución Política de la
Monarquía, según lo determinaba el Real Decreto del 9 de marzo de
1820. Externaba, ese funcionario, que el 4 de mayo se habían enterado
que en Cuba se había jurado la Constitución. Preocupado porque en
Guatemala no se hubiere hecho lo mismo que en esa isla y en México, el
fiel funcionario metropolitano, a manera de justificación decía:
"En vista de que desde entonces los fieles habitantes de este Reyno,
dóciles siempre a sus autoridades, han esperado tranquilamente,
como aquellos estimaron justo, las órdenes del Monarca que se ven
drfan sin demora sobre ésta importante materia, y que no han llega
do hasta ahora, habiéndose si multiplicado datos de cartas particu
lares, papeles públicos de Cádiz y Madrid, y aun gacetas ministeria
les venidas por la carrera de Nueva España que confirman aquella
concorde resolución del Rey y de la Nación para el restablecimien
to del sistema constitucional".
144
actuales luego que se publique la misma Constitución, y elegirse en la
forma establecida en los artículos 313 y 314 en cada población en que
haya Ayuntamiento el mismo número de alcaldes, regidores y síndicos
que hubo cuando estuvo vigente el sistema constitucional en su primera
época hasta el año de 1814". Igualmente, con una gran importancia en el
plano simbólico, con el fin de remover todos los vestigios del viejo orden,
el Ayuntamiento de Guatemala recomendaba la "destrucción de todas las
picotas en la Plaza Mayor, reemplazándolas con un monumento en honor
de la Constitución1º.
145
2.4. Enseñanza de la Constitución: difusión del republicanismo
Vemos entonces que, entre los numerosos puntos que abarcaban esas
Reales Ordenes, resaltaban los siguientes.
146
públicos y privados de los Regulares por el lector o maestro de
Filosofía." [ ... ] 12 •
Al mismo tiempo que se cita con más frecuencia los términos nación y ciu
dadano. Pero el accionar en aras del interés de la Nación y "en beneficio
del aumento de la religión e instrucción de la juventud", según lo pre
venido en la Constitución, chocaba con viejos obstáculos -estrechez de
fondos que impedía pagar a los maestros y obligaba a las autoridades a
aplicar medidas compulsivas (multas) para combatir la falta de asistencia
También se topaba, paradójicamente, con limitaciones que establecía la
propia Constitución. En este sentido es revelador que el propio ayun
tamiento de Alajuela, advertía que en virtud de la "exacta observancia de
un mandato constitucional'' (Artículo 22), "tendría especial cuidado de
no admitir por electores ni elegidos a los que no sepan leer ni escribir; a
los que carezcan de moralidad para desempeñar el cargo para el que se
le elige; los descendientes de África así ilegítimos y demás que la savia (sic)
Constitución Política excluye" 74•
El logro de lo establecido por la Constitución topaba con otro tipo de
72. A.N.C.C. 1820. 3165. f.28.;A.N.C.C.. 1820. 3669. f.154 (f y v). (Énfasis agregado).
73. A.N.M.U. 1820. 445. f.12. (f) (21 de agosto).
74. A.N.M.A. 1820. 444. fs.8. 9. Por su parte. en Cartago. José Santos Lombardo. pro
ponía. al "Noble y Leal Ayuntamiento" de esa localidad. ideas concretas para lograr
"ilustrarnos e imponernos en nuestros derechos. cuya puerta nos ha abierto el sagrado
Código de nuestra inmutable Constitución". A.N.M.C. 1820. 458. f.13.
147
barreras, las constituidas por aquellos que ya daban señales fehacientes de
oponerse al nuevo régimen que se avizoraba. Así se constata que el pro
pio Ayuntamiento de Cartago rechazó el ofrecimiento del bachiller Osejo
de explicar al pueblo la Constitución. En efecto, como lo apunta Chester
Zelaya, Osejo vio frustrados sus deseos de referirse a la Constitución, el
día 30 de julio, en ocasión de la "Jura"entonces presentó a consideración
del Ayuntamiento de Cartago su ofrecimiento de explicar la Constitución
en forma gratuita, oferta que hizo varias veces. El propio Osejo, en quien
la faceta de educador y la de político estaban íntimamente ligadas, expli
ca el asunto así:
78. A.N.C.C. 182L 3302. f.4. (12 febrero); A.N.C.C. 1821. 3669, f.25 (8 de febrero);
A.N.C.C. 1821, 3669, f.161. (31 de marzo).
79. A.N.M.C. 1821, 841. f.21 (f).
150
imprevista de la independencia, nadie en Costa Rica cuestionó la institu
ción de la Monarquía. Por el contrario, los cartagos celebraron, el 3 O de
mayo de 1821, el onomástico de Fernando VI 1, considerado por ellos el
"mejor rey de los reyes"ªº. Igualmente se sumaron a la celebración del
aniversario de "las víctimas sacrificadas en Madrid el día 2 de mayo de
1808", en concordancia con lo dispuesto por la Cortes, en los siguientes
términos: "El día 2 de mayo será perpetuamente de luto riguroso en toda
la monarquía española". Entonces, para el Ayuntamiento de Cartago, se
trataba de que en todos los pueblos donde existiesen autoridades hubiese
"formación de tropas", salvas militares y gastos de acuerdo con las posi
bilidades que cada pueblo "pudiese proporcionar para la mayor pompa
de esta función tan patriota como religiosa, teniendo presente que las
Cortes" [... ] querían perpetuar por todos los medios posibles la gloriosa
aunque triste memoria del dos de mayo ª1 .
151
monárquico se mantenía, se iba construyendo otro en torno a los valores
de la modernidad política ., donde el apego al constitucionalismo era un
pilar esencial. Era parte sustantiva de la idea de nación como comunidad
política ., que a partir de Cádiz empezó a desarrollarse entre los "costarri
cas'\ de manera intuitiva primero ., y luego de manera conceptual y
racional ., al producirse el advenimiento del Estado nacional, y consoli
darse, de manera formal e institucional, el paso del ciudadano vecino al
ciudadano soberano.
85. Ricardo Fernández Guardia. La independencia y otros epii;odios. San José, Imprenta
Trejos, 1925. p. 11.
86. José Luis Vega Carballo. Orden y progreso. La formación del Estado nacional. San
José, I.C.A.P, 1981. p. 34.
153
sacerdotes afirmaban que los imperialistas tenían las puertas del cielo
abiertas, mientras que uno de ellos llegó al extremo de obligar a "retirarse
del confesionario a los que portaban la divisa republicana: un botón blan
8
co con una flor roja" 7•
154
dadano", "el conocido patriota,, y el presbítero Pablo Alvarado como el
"ciudadano Pablo" 90• El empleo de estos términos. como en la Francia
jacobina, lno son indicadores de un cambio trascendental, de una nueva
era?
el aspecto de las gentes tuviera en realidad relación con el giro de las ideas. Los hombres
del pueblo se cortaron ese año las melenas que solían usar y los de clase alta la colitas
características de fines de siglo XVIII y principios del siglo XIX,.. Para la abolición de
títulos en general, Véase A.N.Prov.lnd., 1823, 783.
90. Fernández Guardia. Op.cit. p.p. 187 y 197. Al respecto es pertinente indicar que en
el Pacto Social Fundamental Interino el capítulo tercero se denominaba "de los ciu
.
dadanos". Hernán G. Peralta, (recopilación y estudio preliminar de) Las constituciones
en Costa Rica. Madrid, Instituto de Estudios Polfticos, Instituto de Cultura Hispánica,
1968, p.p. 138, 139. Asimismo, a partir de 1824 en la Colección de Leyes y Decretos se
puede comprobar el uso generalizado del término ciudadano para referirse a los diputa
º
dos, o a otros funcionarios. Por ejemplo, "ciudadano diputado Juan Manuel Carazo
.
ciudadano diputado Miguel Gordiano Paniagua, "ciudadano diputado Manuel María
º
Peralta ; o bien, "ciudadano secretario". etc. Igualmente los mensajes de los Jefes de
Estado de 1826 a 1842 inclusive, eran encabezados con la fórmula "Ciudadanos repre
sentantes... Biblioteca de la Academia de Geografía e Historia de Costa Rica. Mensajes
Presidenciales. San José, 1981.
155