La Motivacion
La Motivacion
La Motivacion
LA MOTIVACIÓN
INTRODUCCIÓN
La motivación es lo que explica por qué las personas o los animales inician, continúan
o terminan un cierto comportamiento en un momento determinado. Los estados
motivacionales se entienden comúnmente como fuerzas que actúan dentro del agente
y que crean una disposición para participar en un comportamiento dirigido a un objetivo.
A menudo se sostiene que los diferentes estados mentales compiten entre sí y que solo
el estado más fuerte determina el comportamiento.1 Esto significa que podemos estar
motivados para hacer algo sin hacerlo realmente. El estado mental paradigmático que
proporciona motivación es el deseo. Pero puede que varios otros estados, como
las creencias sobre lo que se debe hacer o las intenciones, también proporcionan
motivación.
TEORÍAS DE LA MOTIVACIÓN
IMPORTANCIA DE LA MOTIVACIÓN
Ejemplos de motivación
Por ejemplo, una persona que se disponga a dejar de fumar, podrá hacerlo con
mayor o menor facilidad dependiendo de las motivaciones internas y externas que
posea.
Sus motivaciones pueden ser diversas. Por ejemplo, puede sentirse motivado por
presiones sociales. O porque el médico le advirtió que posee una enfermedad que el
cigarrillo agravaría. Otra motivación sería que su pareja le impuso un ultimátum.
Dependiendo de los valores del individuo, le resultará más o menos motivante cada
escenario.
MOTIVACIÓN PERSONAL
La motivación personal es el término común que damos a la energía interiorizada de la
que disponemos para emprender cambios y sostener decisiones. Es nuestra carga de
motivación interior enfocada específicamente hacia lo que consideramos nuestros éxitos
o nuestros valores.
Una persona con mucha motivación personal requiere de poca ayuda para enfilarse
hacia lo que quiere o para sostener un hábito que desea. Por el contrario, una con poca
motivación personal fluctúa en su deseo, es inconstante y a menudo necesita que otros
la conduzcan y la entusiasmen con aquello que, paradójicamente, desea para sí misma.
Motivación laboral
La motivación es lo que explica por qué las personas o los animales inician, continúan
o terminan un cierto comportamiento en un momento determinado. Los conductistas han
tratado de dar tales explicaciones únicamente en términos de la relación entre la
situación y el comportamiento externo observable. Pero la misma entidad a menudo se
comporta de manera diferente a pesar de estar en la misma situación que antes. Esto
sugiere que la explicación necesita hacer referencia a estados internos de la entidad
que median el vínculo entre estímulo y respuesta. Entre estos estados internos, los
psicólogos y filósofos están más interesados en los estados mentales. El estado mental
paradigmático que proporciona motivación es el deseo. Pero se ha argumentado que
varios otros estados, como las creencias sobre lo que uno debe hacer o las intenciones,
también pueden proporcionar motivación.
Otra distinción importante es entre deseos ocurrentes y parados (occurrent and standing
desires). Los deseos ocurrentes son conscientes o de otra manera causalmente activos,
en contraste con los deseos parados, que existen en algún lugar en el fondo de la mente.
Si Dhanvi está ocupada convenciendo a su amiga de ir de excursión este fin de semana,
por ejemplo, entonces su deseo de ir de excursión está ocurrente. Pero muchos de sus
otros deseos, como vender su viejo coche o hablar con su jefe sobre una promoción,
son meramente parados durante esta conversación. Solo los deseos ocurrentes pueden
actuar como fuentes de motivación. Pero no todos los deseos ocurrentes son
conscientes. Esto deja abierta la posibilidad de motivación inconsciente.
Algunos teóricos, a menudo de tradición humeana, niegan que estados distintos de los
deseos puedan motivarnos. Cuando tal punto de vista se combina con la idea de que
los deseos vienen en grados, puede conducir naturalmente a la tesis de que siempre
seguimos nuestro deseo más fuerte. Esta teoría puede ser modificada de la manera en
que siempre seguimos el curso de acción con la mayor fuerza neta de motivación. Esto
explica los casos en los que varios deseos más débiles recomiendan el mismo curso de
acción y juntos superan al deseo más fuerte. Se han planteado varios tipos de
objeciones contra esta tesis. Algunos basan sus argumentos en la suposición de que
tenemos libre albedrío, lo que significa que depende del agente lo que hacemos. Desde
esta posición, es natural rechazar un punto de vista que permita que el comportamiento
esté determinado por los deseos y no por el agente. Otros señalan contraejemplos,
como cuando el agente actúa por un sentido del deber a pesar de que tiene un deseo
mucho más fuerte de hacer otra cosa. Una línea de argumentación sostiene que hay
una diferencia importante entre la motivación basada en un deseo y una intención de
actuar: una intención implica algún tipo de compromiso o identificación con el curso de
acción previsto. Esto ocurre por parte del agente y no está presente en los deseos
regulares. Este enfoque puede combinarse con la opinión de que los deseos contribuyen
de alguna manera a la formación de intenciones basadas en su fuerza. Se ha
argumentado que esta distinción es importante para la diferencia entre la agencia
humana y el comportamiento animal. Según este punto de vista, los animales siguen
automáticamente su deseo más fuerte, mientras que los agentes humanos actúan de
acuerdo con su intención, que puede coincidir o no con su deseo más fuerte.
Autonomía: el impulso que dirige nuestras vidas, libertad para tener control sobre lo que
hacemos.