Repartido Biblia - Liceo Salinas
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Introducción
El pensamiento religioso del pueblo hebreo constituye el contenido principal de la Biblia, por lo
tanto conviene esclarecer sus líneas fundamentales. Cuatro notas caracterizan esta concepción
religiosa:
a) Monoteísmo;
b) Alianza;
c) Moral
d) Mesianismo.
A) Monoteísmo
Es la creencia en la existencia de un solo Dios. Este concepto se relaciona con las palabras
griegas “monos” que significa solo y “theos” que significa Dios. En relación a los textos trabajados
anteriormente, se observa un cambio en la estructura teísta (relacionado con el concepto de dios o
dioses –o la concepción que de él se tiene) ya que la cultura griega establecía una multitud de dioses
relacionados con conceptos y fenómenos de la naturaleza.
Se establece en el trabajo “Sobre la Biblia y el Génesis” que “En torno a este punto se
plantea el primer problema. Los partidarios del evolucionismo religioso juzgan que el pueblo hebreo
fue, durante siglos, monolátrico pero no monoteísta. Yahvé no habría sido el único dios, sino el dios
al que se adoraba con exclusión de los demás, la divinidad nacional a la que se rendía culto, pero no
el solo Dios. Según esta teoría, el pueblo hebreo fue primero idólatra y politeísta, luego enólatra
(culto al dios del pueblo, religión nacional) y, por último monoteísta. La historia de las religiones en
su estado actual, considera el monoteísmo como forma primordial; el politeísmo y la idolatría serían
degradaciones de un concepto religioso superior y más antiguo.
B) Alianza
La alianza en su sentido literal tiene el concepto de pacto. La Alianza que se establece en la
Biblia es un pacto entre Dios y el hombre. Este hombre no es cualquiera sino que es un
representante del pueblo elegido por Dios. Ésta Alianza tiene dos partes: la primera: el cumplimiento
por parte del pueblo de la voluntad de Yahvé (a partir de este punto se le llamará así). La segunda:
por parte de Yahvé protección y ayuda constantes, simbolizadas en la bendición y la concesión de la
tierra prometida. Éste pacto se da en tres momentos: con Abraham, con Moisés y en tercera
instancia con Jesús (recordar sin embargo que Jesús no es reconocido como un profeta para la
cultura ni mucho menos como un mesías por lo que no se considera este pacto como válido).
C) Moral
La Biblia es un texto sagrado para determinadas civilizaciones y para ellas, especialmente la
hebrea, es un texto que funciona como una ley. Desde este punto de vista, la Biblia indica lo que está
bien y lo que está mal. Se puede vincular a éste concepto la relación con el judaísmo, los diez
mandamientos o la constitución de la nación judía.
D) Mesianismo
Mesías es un concepto que proviene del hebreo y que se puede traducir como el ungido
entendiendo este proceso como el acto de simbólico de introducir la influencia divina en el mismo.
El mesías es aquel ser encargado de cambiar las estructuras hasta el momento conocidas debido a
que ha sido enviado por Dios y que traerá la Paz instaurando el Reino de Dios. Este Mesías ha sido
anunciado por los profetas a la largo del tiempo. Sin embargo, el concepto no está exento de
polémica ya que se les atribuye este título a determinados personajes históricos pero que no son
aceptados por todos restándole así autoridad. Tal es el ejemplo de Jesús que es reconocido como
Mesías por el cristianismo pero no por el judaísmo. Otro ejemplo del uso de mesías es el que hace el
movimiento rastafari que considera a Haile Selassie el tercer mesías. El término Mesías es
controvertido.
(El siguiente material es extraído de Repartido de Biblia y Génesis del sitio web aulico.files.wordpress.com)
Información general
DENOMINACIÓN
La voz Biblia, nombre femenino y singular en la mayoría de las lenguas modernas, es neutro
y plural en la forma griega de la cual procede. En su origen, significó los libros. Hoy se lo emplea
como un superlativo excepcional: el libro o libro de los libros, es decir, el libro por excelencia.
También, y atendiendo a su valor religioso, se la denomina Sagradas escrituras y Libro santo. Los
hebreos, por su parte, la llamaban TNK, letras iniciales de los nombres de los tres grandes grupos en
que distribuían los libros: Torah, Nebiim, Ketubiim.
CARACTERÍSTICAS
Es una obra múltiple pues consiste en una colección de muchas otras de diferentes épocas,
autores y géneros, escritas en varias lenguas; sin embargo, todas ellas logran una unidad que
permite considerarlas no como libros totalmente independientes sino como partes armónicamente
trabadas de un todo.
UBICACIÓN
LENGUAS
Tres lenguas han sido usadas en la composición de la Biblia: hebrea, aramea y griega.
La hebrea, de origen semita, que fuera durante siglos una lengua viva. Al hebreo de la Biblia
se le llama hebreo clásico. No posee la riqueza del griego y del latín, pues contiene menos
raíces, escasas posibilidades para la formación de palabras y mayor simplicidad sintáctica.
Esto representa un obstáculo para la expresión de ciertas ideas, especialmente las
abstractas, y para la construcción de períodos largos y flexibles. En cambio, sus oraciones
breves, directas, permiten un estilo vigoroso;
Esta lengua tiene de común con las otras lenguas semitas varias características:
el núcleo de la palabra –su raíz– está en las consonantes (generalmente en
número de tres) que la constituyen; las vocales no tienen otro valor que
modificar el significado de la palabra, pero siempre en el sentido que le confiere
la raíz. Así, podemos ejemplificar: Cuando esta lengua se fijó por escrito (se
escribe de derecha a izquierda) solo se escribieron las consonantes).
El verbo es la base de la gramática hebrea: consta solo de dos tiempos: el
perfecto y el imperfecto, que son bastante imprecisos y de uso indistinto;
Las proposiciones son breves, muy simples, y se asemejan a las construidas por
los niños a causa de la ausencia de elementos que hacen compleja la sintaxis de
otras lenguas. Estas proposiciones repiten habitualmente palabras, incluso
nombres propios, y se enlazan mediante la conjunción.
El arameo fue una forma semita vulgar, era la lengua que se hablaba en tiempos de
Jesús, y en ella fueron compuestos fragmentos del Antiguo Testamento y, casi
seguramente, el primitivo texto del Evangelio según San Mateo.
El griego popular o koiné, hablado en todas las regiones influidas por el helenismo, era la
lengua internacional del Mediterráneo. En ella se compusieron los demás libros del
Nuevo Testamento. El griego bíblico difiere del de otras obras contemporáneas por la
presencia de múltiples hebraísmos y por su adaptación a una manera de pensar y de
decir más hebrea que helenística. Por esto y por su contenido, los libros que lo usaron
considerados literatura hebrea y no manifestaciones literarias griegas.
UNIDAD – INSPIRACIÓN
La Biblia es el libro sagrado del pueblo hebreo y lo que hace la unidad interna de los libros
que la componen es un valor religioso especial: la inspiración. Y para llegar a éste concepto se lo
debe definir y diferenciar entre lo que es:
Literatura religiosa es aquella de asunto religioso, mediante la cual el autor habla de Dios o
con Dios; por ej., Prometeo encadenado de Esquilo, un auto sacramental, del Siglo de Oro
español; la poesía mística de San Juan de la Cruz.
Literatura inspirada sería aquella por la cual, y a través de la obra de un hombre, Dios habla
al hombre o se comunica con él. Ejemplos para las respectivas religiones: los Vedas de la
India, el Corán de los mahometanos, la Biblia.
Cuando el texto trasmite, además, alguna enseñanza que el autor no hubiera podido
conocer por medios puramente humanos, se dice que es revelado.
De acuerdo con las consideraciones anteriores, la Biblia es literatura religiosa, y hebreos y
cristianos la consideran su libro sagrado, inspirado por Dios y vehículo de su revelación. El autor
inspirado es el instrumento mediante el cual se expresa Dios a través del tema, del género y del
estilo, que constituyen el aporte del escritor.
Ahora ¿cómo se determina que hombre habla con Dios y cuál no? La mayoría de las veces, es la
autoridad religiosa quien define cuáles libros son inspirados y cuáles no, basada en la tradición y
mediante criterios propios. Según esa misma autoridad, la inspiración supone la inerrancia, es decir,
la imposibilidad, para el escritor, de errar o equivocarse en la trasmisión del mensaje.
COMPOSICIÓN – CANON
Antiguo Testamento
De acuerdo con lo expuesto, los libros bíblicos pueden ser clasificados, desde el punto de vista
literario, en los siguientes grupos: históricos, proféticos y poéticos.
1. Libros históricos: El Pentateuco y los considerados tales por el canon alejandrino. Estos
libros utilizan la prosa narrativa, el lenguaje corriente, aunque se advierte en ellos la
presencia de algunos fragmentos poéticos.
2. Libros proféticos: Isaías, Jeremías, Ezequiel, Daniel y los Doce Profetas Menores –no por su
menor importancia, sino por su menor extensión.
3. Libros poéticos: Indiscutiblemente revisten este carácter Job (excepto el prólogo y el
epílogo), los Salmos y los Proverbios, libros que utilizan un sistema especial de acentos. Suele
afirmarse que el Libro de Job, los Proverbios y la mayor parte de los Salmos fueron escritos
en versos heptasílabos. También tienen carácter poético el Cantar de los Cantares, las
Lamentaciones, el Eclesiástico y, según algunos especialistas, el Eclesiastés.
Nuevo Testamento
Los libros del Nuevo Testamento tratan de la vida y doctrina de Jesús y junto con los del
Antiguo Testamento constituyen la Biblia cristiana; sin embargo, son rechazados por los hebreos.
El Nuevo Testamento está escrito en griego, pero no en griego clásico (eolio, jonio, dórico o ático),
sino en el griego helenístico o popular (koiné).Por su naturaleza, los veintisiete libros que integran el
Nuevo Testamento pueden distribuirse en los siguientes grupos:
1. Libros histórico-dogmáticos: Los cuatro Evangelios: San Mateo, San Marcos, San Lucas y San
Juan.
2. Libros didácticos: Las veintiuna Epístolas: las catorce de San Pablo y las siete cartas católicas
de San Pedro, San Juan, San Judas y Santiago.
3. Un libro histórico: Los Hechos de los Apóstoles, que narra la historia de la Iglesia naciente y
la propagación del Evangelio, especialmente en lo que corresponde a San Pedro y San Pablo.
4. Un libro profético: El Apocalipsis de San Juan. Es el único libro de carácter profético del
Nuevo Testamento.