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ANÁLISIS DEL PROYECTO DE LEY N°785/2021-CR, LEY QUE PROPONE RECONOCER DERECHOS AL
CONCEBIDO 1. ANTECEDENTES La Congresista de la República, María de los Milagros Jacqueline
Jauregui Martínez de Aguayo, mediante Oficio Nº 301-2021-2022-CJYDDHH/CR, solicitó opinión a la
Defensoría del Pueblo sobre el Proyecto de Ley N° 785/2021-CR, “Ley que propone reconocer
derechos al concebido”. 2. CONTENIDO DE LA PROPUESTA El proyecto de ley tiene por objeto
adecuar el marco legal reconociendo al concebido como persona humana sujeto de derecho y, de
esta manera, garantizar y reconocer los derechos que le correspondan. Asimismo, establece que el
concebido es una persona humana sujeto de derecho y goza de identidad propia; posee una
identidad genética única e irrepetible y una personalidad independiente a la de su madre. En base a
esa postura, propone modificar el artículo 1 del Código Civil Peruano, en los siguientes términos1:
“La vida humana comienza con la concepción. La persona humana es sujeto de derecho desde su
concepción. El Estado peruano reconoce y garantiza el respeto a la dignidad del concebido, así como
su derecho a la vida, a la identidad propia, integridad psíquica y física; así como su libre desarrollo
intrauterino”. Asimismo, la propuesta de ley propone en su artículo 6°, lo siguiente: “Ante casos de
riesgo médico (peligro de vida) de la gestante o el concebido, los profesionales de la salud se
encuentran obligados a informar el diagnóstico, tratamiento y efectos de estos, en la salud y
desarrollo de la madre gestante y el concebido. En caso de que, el tratamiento ponga en peligro la
vida de alguno de estos, corresponde a la madre o el cónyuge, conviviente o parientes hasta el
segundo grado de consanguinidad y primero de afinidad, decidir respecto a los actos médicos a
ejecutarse2. 1 El Código Civil actual señala que “la persona humana es sujeto de derecho desde su
nacimiento. La vida humana comienza con la concepción. El concebido es sujeto de derecho para
todo cuanto le favorece. La atribución de derechos patrimoniales está condicionada a que nazca
vivo.” 2 Al respecto, es importante precisar que la Resolución Ministerial N° 486-2014- MINSA Guía
Técnica Nacional para la Estandarización del Procedimiento de la Atención Integral de la Gestante en
la Interrupción Voluntaria por Indicación Terapéutica del embarazo menor de 22 semanas con
consentimiento informado en el marco de lo dispuesto en el artículo 119° del código penal, señala
en diferentes artículos que: Si la Junta Médica concluye que es recomendable proceder a la
interrupción terapéutica del embarazo, se comunicará a la gestante o a su representante legal para
que brinde su consentimiento y la autorización correspondiente. Es decir; es potestad de la gestante
o su represente legal. Adjuntía para la Niñez y la Adolescencia 2 3. JUSTIFICACIÓN DE LA PROPUESTA
LEGISLATIVA La propuesta legislativa se fundamenta en lo siguiente: 3.1. La protección del concebido
en la legislación nacional Según señala el proyecto de ley, la legislación nacional no brindaría
protección suficiente al concebido, de acuerdo con lo siguiente: Artículo 1° de la Constitución
señala que la defensa de la persona y el respecto de su dignidad son el fin supremo de la sociedad y
del Estado; y en el artículo 2 numeral 1 señala que toda persona tiene derecho a la vida, a su
identidad, a su integridad moral, psíquica y física y a su libre desarrollo y bienestar. El concebido es
sujeto de derecho en todo cuanto le favorece. Artículo 1 del Título Preliminar del Código de los
Niños y Adolescentes establece que se considera niño a todo ser humano desde su concepción hasta
cumplir los doce años de edad y artículo 1° que señala que el niño y el adolescente tienen derecho a
la vida desde el momento de la concepción. (…) Artículo 1° del Código Civil señala que la persona
humana es sujeto de derecho desde su nacimiento. La vida humana comienza con la concepción. El
concebido es sujeto de derecho para todo cuanto le favorece. En ese sentido, alega la pertinencia de
su propuesta a fin de modificar la normativa nacional en aras de garantizar la protección debida al
concebido reconociéndole como persona humana. 3.2. El concebido como sujeto de derechos y el
respeto absoluto a la vida humana Sobre el concebido, la exposición de motivos menciona diferentes
doctrinas jurídicas vigentes que afectarían la protección al concebido, entre ellas destaca que un
sector señala que “el concebido no es persona, ni tiene una personalidad especial o limitada. No
existe igualdad entre el concebido y el nacido, ya que la equiparación es solo parcial (para los efectos
que le sean favorables), y además condicional pues está sometida a la conditio iuris del nacimiento”.
Sobre esa base, indica que es necesario su reconocimiento desde la concepción sin condición alguna,
por lo que, de acuerdo con la propuesta legislativa, ameritaría aprobar una ley a fin de reconocer
una mayor protección. Aparte, señala que la Convención Americana de Derechos Humanos (en
adelante CADH) establece, en su artículo 1 numeral 2, que “Para efectos de esta Convención,
persona es todo ser humano entendiendo que, en dicha categoría, debe incluirse a los niños y niñas
por nacer”, según argumento del proyecto de ley. Asimismo, se basa en el artículo 4.1 contemplado
en la CADH, el cual señala que “Toda persona tiene derecho a que se respete su vida”. Adjuntía para
la Niñez y la Adolescencia 3 En adición, en el referido proyecto se resalta que este instrumento
internacional sí reconoce la protección a partir del momento de la concepción y que nadie puede ser
privado de la vida arbitrariamente. En ese sentido, señala que se debe considerar lo contemplado
por la CADH para emitir, en adelante, normas internas que protejan al ser humano desde su
concepción. 4. ANÁLISIS DE LA PROPUESTA LEGISLATIVA El presente proyecto de ley busca garantizar
una protección especial al concebido, poniéndose énfasis sobre todo en garantizar su existencia,
pero no considera el aspecto fundamental de la maternidad y que ésta tiene excepciones de acuerdo
con el marco jurídico que regula los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres en todo su
ciclo de vida; tampoco toma en cuenta diversos aspectos que ameritan ser analizados en su conjunto
con la finalidad de adoptar medidas legislativas más adecuadas que permitan hacer efectivo los
derechos humanos de la persona en cualquier contexto. De esta manera, la Defensoría del Pueblo
señala lo siguiente: 4.1. Sobre la protección del concebido como persona humana independiente La
jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) ha señalado, en el caso
Artavia Murillo Vs. Costa Rica, que la “concepción” se da cuando el óvulo fecundado se implanta en
el cuerpo de una mujer. Al respecto, indica que existe una prueba científica que detecta el embarazo
mediante la producción de la hormona “Gonodatropina Coriónica”, la cual se produce cuando el
embrión ya se encuentra unido a la mujer, por lo que la presencia sólo del óvulo y el espermatozoide
es indetectable, así como su pérdida previa a la implantación. Así, precisa que el óvulo, una vez
fecundado, conforma una célula diferente con información genética que tiene el potencial para el
desarrollo de un “ser humano”. Sin embargo, si dicho óvulo no es implantado en el cuerpo de una
mujer, no tiene posibilidad de desarrollarse, pues carecería de un ambiente adecuado y los
nutrientes necesarios3. Por ende, la Corte IDH entiende que el término “concepción” no puede ser
comprendido como un momento o proceso excluyente del cuerpo de la mujer, dado que un embrión
no tiene ninguna posibilidad de supervivencia si la implantación no sucede4. En ese sentido, ante la
dependencia del desarrollo y la supervivencia del óvulo implantado al cuerpo de la mujer, no sería
viable el reconocimiento legal de personalidad independiente a la de la madre. No obstante, ello no
coloca al concebido en una situación de desprotección, pues su defensa es ejercida esencialmente a
través de la protección que se le brinda a la mujer gestante5. Es así como el artículo 15.3.a) del
Protocolo de San Salvador obliga a los Estados Partes a “conceder atención y ayuda especiales a la
madre antes y durante un 3 Caso Artavia Murillo y otros Vs. Costa Rica. Excepciones Preliminares,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 28 de noviembre de 2012, párr. 186 4 Ibidem, párr. 187
5 Ibidem, párr. 222 Adjuntía para la Niñez y la Adolescencia 4 lapso razonable después del parto”, y
el artículo VII de la Declaración Americana consagran derechos a protección, cuidado y ayudas
especiales a las mujeres en estado de gestación6. Por consiguiente, la protección del concebido es a
través de la mujer gestante y no puede ser equiparada con todos los derechos que posee una
persona. Asimismo, la jurisprudencia del Tribunal Constitucional se ha pronunciado sobre la relación
entre “persona humana” y ``vida”. Así, en el expediente N° 2016- 2004- AA/TC señala que la persona
está consagrada como un valor superior y el Estado está obligado a protegerla; además, indica que el
cumplimiento de este valor supremo supone la vigencia del derecho a la vida, que constituye su
proyección y representa un presupuesto para el goce de los demás derechos, ya que el ejercicio de
cualquier derecho no tiene sentido sin la existencia física de un titular. Es decir, se es persona si se
tiene vida o existencia autónoma; sólo así, se puede gozar y ejercer el derecho fundamental a la
vida, al igual que los demás derechos fundamentales. Por tanto, el concebido no es persona ni titular
de derechos fundamentales como una persona nacida con vida. 4.2. Sobre el concebido como sujeto
de derecho 4.2.1. Posición manifestada en la Convención Americana y la Declaración Americana La
Corte IDH ha señalado, en el caso Artavia Murillo Vs. Costa Rica, que la expresión “ser humano”
utilizada en la Declaración Universal de Derechos Humanos -DUDH y la expresión “toda persona” es
utilizada en numerosos artículos de la Convención Americana de Derechos Humanos -CADH,
especialmente en el artículo 4.1: “Artículo 4 Derecho a la Vida. Inciso 1: Toda persona tiene derecho
a que se respete su vida. Este derecho estará protegido por la ley y, en general, a partir del
momento de la concepción. Nadie puede ser privado de la vida arbitrariamente”. Sobre la primera
expresión (DUDH), la sentencia de dicho caso señala que no ha sido entendida en el sentido de
incluir al no nacido7 y, sobre la segunda (CADH), 6 Corte Interamericana de Derechos Humanos Caso
Artavia Murillo y Otros (“Fecundación In Vitro”) Vs. Costa Rica. Sentencia de 28 de noviembre de
2012. Al respecto, la Corte resalta que la prueba científica concuerda en diferenciar dos momentos
complementarios y esenciales en el desarrollo embrionario: la fecundación y la implantación. El
Tribunal observa que sólo al cumplirse el segundo momento se cierra el ciclo que permite entender
que existe la concepción. El Tribunal constata que, si bien al ser fecundado el óvulo se da paso a una
célula diferente y con la información genética suficiente para el posible desarrollo de un “ser
humano”, lo cierto es que si dicho embrión no se implanta en el cuerpo de la mujer sus posibilidades
de desarrollo son nulas. Si un embrión nunca lograra implantarse en el útero, no podría desarrollarse
pues no recibiría los nutrientes necesarios, ni estaría en un ambiente adecuado para su desarrollo. 7
Ibidem, párr. 224. Respecto al alegato del Estado según el cual “la Declaración Universal de Derechos
Humanos […] protege al ser humano desde […] el momento de la unión del óvulo y el
espermatozoide”, la Corte estima que, según los trabajos preparatorios de dicho instrumento, el
término “nacen” se utilizó precisamente para excluir al no nacido de los derechos que consagra la
Declaración342. Los redactores rechazaron expresamente la idea de eliminar tal término, de modo
que el texto resultante expresa con plena intención que los derechos plasmados en Adjuntía para la
Niñez y la Adolescencia 5 indica que ningún tratado o artículo sustenta que el embrión pueda ser
considerado como una persona8. Asimismo, la Corte IDH señala que se entiende por el término
“concepción” desde el momento en que ocurre la implantación (el embrión se implanta en el útero),
razón por la cual considera que, antes de este evento, no procede aplicar el artículo 4.1 de la
Convención Americana9. En esa línea, la Corte indica que, previa utilización de diversos métodos de
interpretación, el embrión no puede ser entendido como persona para efectos del artículo 4.1 de la
CADH. Por tanto, concluye que la interpretación histórica y sistemática de los antecedentes
existentes en el Sistema Interamericano confirma que no es procedente otorgar el estatus de
persona al embrión10. Ante lo señalado, se advierte que la propuesta legislativa bajo análisis
pretende equiparar a “la persona” con el “concebido”, pues lo identifica como un sujeto de derecho.
No obstante, de acuerdo con los estándares internacionales mencionados, y en cuanto al
reconocimiento de derechos, no corresponde sostener una equiparación entre ambos. En ese
sentido, a nivel nacional, el artículo 2, inciso 1 de la Constitución Política del Perú reconoce al
concebido como sujeto de derechos, para todo cuanto le favorece. Por lo tanto, a nivel
constitucional se hace una diferencia entre persona y sujeto de derechos que debe ser tomada en
cuenta. 4.3. Ningún derecho es absoluto Como se señaló, la Corte IDH indica que el embrión o
concebido no puede ser entendido como persona para efectos del artículo 4.1 de la CADH, sino que
dicha condición sería aplicable recién con la unión al cuerpo de una mujer (que el embrión se
implanta en el útero) y no coloca al concebido en una situación de desprotección pues su defensa es
ejercida esencialmente a través de la protección que se le brinda a la mujer gestante. No obstante,
afirma que la protección de este derecho no es absoluta, sino que es gradual e incremental, según el
desarrollo del embrión o feto11. Al respecto, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en el Caso
Vo. Vs Francia señaló que la potencialidad del embrión y su capacidad para convertirse en persona
requiere una protección en nombre de la dignidad humana, sin convertirla la Declaración son
“inherentes desde el momento de nacer”343. Por tanto, la expresión “ser humano”, utilizada en la
Declaración Universal de Derechos Humanos, no ha sido entendida en el sentido de incluir al no
nacido. 8 Ibidem, párr. 244. La Corte concluye que la Sala Constitucional se basó en el artículo 4 de la
Convención Americana, el artículo 3 de la Declaración Universal, el artículo 6 del Pacto Internacional
de Derechos Civiles y Políticos, la Convención sobre los Derechos del Niño y la Declaración de los
Derechos del Niño de 1959. No obstante, de ninguno de estos artículos o tratados es posible
sustentar que el embrión pueda ser considerado persona en los términos del artículo 4 de la
Convención. Tampoco es posible desprender dicha conclusión de los trabajos preparatorios o de una
interpretación sistemática de los derechos consagrados en la Convención Americana o en la
Declaración Americana. 9 Convención Americana de Derechos Humanos, artículo 4.1:” Toda persona
tiene derecho a que se respete su vida. Este derecho estará protegido por la ley y, en general, a
partir del momento de la concepción. Nadie puede ser privado de la vida arbitrariamente”. Ibídem,
párr. 189. 10 Ibidem, párr. 264. 11 Ibidem, párr. 245 Adjuntía para la Niñez y la Adolescencia 6 en
una “persona con derecho a la vida”12. Es decir, que el concebido, efectivamente, goza de
protección, pero no en la misma proporción que una persona humana que nació con vida. En ese
sentido, la interpretación realizada por los organismos internacionales pretende salvaguardar el
derecho a la vida, sin que su protección implique la negación o vulneración de otros derechos que se
encuentran protegidos por la CADH. Es así que, ante alguna situación de conflicto de intereses es
factible que se invoquen las excepciones a la protección del derecho a la vida desde la concepción.
En consecuencia, ningún Estado puede otorgar una protección del derecho a la vida absoluta, pues
esta postura justifica las restricciones desproporcionadas en pro de la defensa de este derecho. Del
mismo modo, la Corte IDH señala que no es viable, en este supuesto, el principio de interpretación
más favorable, si esta implica en el ámbito interno una limitación o vulneración del ejercicio o goce
de otros derechos o libertades que protege la referida Convención. Al respecto, la normatividad y los
pronunciamientos contenidos en la jurisprudencia internacional citada guardan relación con el
desarrollo jurisprudencial efectuado por el Tribunal Constitucional de nuestro país, mediante la
Sentencia N° 1091-2002-HC/TC que señala: (…) “ningún derecho fundamental tiene carácter
absoluto, sino que, por el contrario, se encuentran limitados, no sólo por su propio contenido, sino
por su relación de bienes constitucionales”. En esa línea, la protección que se pretende brindar al
concebido no puede ser absoluta, como ningún derecho lo es. Es por ello que, la propuesta de dar
protección al derecho a la vida del concebido desde su concepción como un derecho absoluto,
podría implicar la vulneración del derecho a la salud sexual y reproductiva de las mujeres. En virtud
de lo expuesto, existen disposiciones expresas para garantizar el derecho a la salud sexual y
reproductiva de las mujeres, lo que incluye a las madres gestantes a través del cuidado especial que
se les debe brindar durante la maternidad. Sin embargo, es preciso mencionar que dicho
ordenamiento también plantea excepciones cuando corre peligro la vida de la madre durante la
maternidad, que la propuesta legislativa no ha tomado en cuenta en el desarrollo de sus
disposiciones. 4.4. Riesgo de retroceso en el acceso del derecho a la salud Sobre el artículo 6
propuesto por el proyecto de ley, es de suma preocupación para la Defensoría del Pueblo que, de
aprobarse conforme a su contenido, generaría un retroceso en el acceso del derecho a la salud,
especialmente, de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, entre ellos, sus derechos a
servicios de planificación, acceso a métodos anticonceptivos. Aparte, en nuestro país, el Código
Penal vigente de 1991 penaliza todos los abortos, con excepción del terapéutico. En efecto, el
artículo 119 establece que: no es 12 Ibidem, párr. 247 Adjuntía para la Niñez y la Adolescencia 7
punible el aborto practicado por un médico con el consentimiento de la mujer embarazada o de su
representante legal, si lo tuviere, cuando es el único medio para salvar la vida de la gestante o para
evitar en su salud un mal grave y permanente. El acceso a este derecho se estableció mediante la
Guía Técnica Nacional para la estandarización del procedimiento de la atención integral de la
gestante en la interrupción voluntaria por indicación terapéutica del embarazo menor de 22
semanas con consentimiento informado en el marco de lo dispuesto en el artículo 119 del Código
Penal, aprobada por Resolución Ministerial N° 486-2014-MINSA13. No obstante, pese a la legalidad
del referido procedimiento médico, su acceso atraviesa una serie de limitaciones como: falta de
conocimiento y capacitación al personal de salud; condicionamiento de la atención a la autorización
de ambos progenitores o sus representantes; falta de atención diferenciada y personal que hable
una lengua local/originaria, así como de un lenguaje claro y sencillo conforme a la edad y madurez;
falta de información oportuna; lentitud y burocracia del procedimiento administrativo; falta de
recursos humanos, logística y salas especializadas, entre otros14. Ante ello, la posibilidad de aprobar
la propuesta legislativa analizada implicaría un retroceso a los derechos de las mujeres en todos sus
ciclos de vida. Asimismo, se observa que el artículo 6° del proyecto ley pretende extender la
autorización del aborto terapéutico a parientes de la madre gestante, pese a que, según la Guía
Técnica del Aborto Terapéutico, si la Junta Médica concluye que es recomendable proceder a la
interrupción terapéutica del embarazo, se comunicará a la gestante o a su representante legal para
que brinde su consentimiento y la autorización correspondiente; es decir, es potestad de la gestante
o su represente legal tomar esa decisión por ser un derecho personal 15. Dicha situación representa
un riesgo a los derechos humanos de las mujeres en todos sus ciclos de vida e, incluso, en la práctica
podría limitar aún más al acceso de ese derecho, lo que devendría en una prohibición casi absoluta,
especialmente, porque se dotaría de protección al concebido restringiendo, de esa manera, los
derechos sexuales y reproductivos. Al respecto, es relevante mencionar que la Comisión IDH
presentó un caso de El Salvador ante la Corte IDH, ya que el anterior Código Penal salvadoreño tenía
una disposición que excluía de responsabilidad penal de los supuestos de aborto "terapéutico,
eugenésico y ético". Sin embargo, con la adopción del Código Penal vigente se prohíbe el aborto en
toda circunstancia, lo que constituye una violación a la obligación de abstenerse de adoptar medidas
regresivas al crear un obstáculo legal frente a un servicio de salud que estuvo disponible en dicho 13
Aprobada el 28 de junio del 2014. Para acceder a la norma, ingrese al siguiente enlace:
https://busquedas. elperuano.pe/download/url/aprueban-la-guia-tecnica-nacional-para-la-
estandarizacion-d-rm-n-486-2014minsa-1103581-1 14 Defensoría del Pueblo. Serie Informes
Especiales N° 009-2021-DP sobre la supervisión de la atención integral en niñas y adolescentes
embarazadas producto de violación sexual, en establecimientos de salud. Disponible en:
https://www.defensoria.gob.pe/wp-content/uploads/2021/07/INFORME-DE-ATENCI%C3%93N-
EMBARAZO-ENNI%C3%91AS-Y-ADOLESCENTES-DP-UNFPA-PER%C3%9A.pdf 15 Ante casos de riesgo
médico (peligro de vida) de la gestante o el concebido, los profesionales de la salud se encuentran
obligados a informar el diagnóstico, tratamiento y efectos de estos, en la salud y desarrollo de la
madre gestante y el concebido. En caso de que, el tratamiento ponga en peligro la vida de alguno de
estos, corresponde a la madre o el cónyuge, conviviente o parientes hasta el segundo grado de
consanguinidad y primero de afinidad, decidir respecto a los actos médicos a ejecutarse. Adjuntía
para la Niñez y la Adolescencia 8 país, en ciertas circunstancias. Dicho caso se presentó a fin de
determinar la responsabilidad internacional del Estado por las violaciones a los derechos de
humanos de una mujer y su familia, debido a la prohibición absoluta de la interrupción voluntaria del
embarazo, que impidió que pudiera acceder a una interrupción legal, temprana y oportuna, ante una
situación de riesgo grave a la vida, la salud e integridad personal16. En esa línea, la Corte IDH
consideró que, si bien la protección de la vida desde la concepción constituye un fin legítimo, debe
permitirse excepciones cuando genera afectaciones y riesgos a los derechos a la vida, salud física y
mental, integridad personal y vida privada como consecuencia de la falta de acceso a la interrupción
del embarazo. Además, estableció que la penalización del aborto, en particular la prohibición bajo
toda circunstancia y sin excepción, puede incentivar a que las mujeres recurran a abortos ilegales e
inseguros, poniendo en riesgo su salud física y mental e, incluso, su propia vida17. A su vez, ha
señalado que modificaciones de ese tipo, resultan contrarias al principio de legalidad, pues no son
claras ni precisas, generando incertidumbre al personal de salud sobre lo que es lícito o no realizar,
con un necesario impacto en el acceso a los servicios de salud reproductiva. Finalmente recomendó,
entre otras acciones, adoptar todas las medidas necesarias, incluyendo el diseño de políticas
públicas, programas de capacitación, protocolos y marcos guía para asegurar que el acceso a la
interrupción del embarazo terapéutico sea efectivo en la práctica y que no se generen obstáculos de
hecho o de derecho que afecten su implementación, en compatibilidad con los estándares
internacionales de derechos humanos. En ese sentido, generar un cambio en nuestro ordenamiento,
como el fin de brindar protección especial al concebido implicaría una medida regresiva y
contradictoria al principio de progresividad de los derechos establecidos en la Convención
Americana, en relación con las obligaciones establecidas en sus artículos 1.118 y 219. 16 CIDH,
Comunicado de Prensa: CIDH presenta caso de El Salvador ante la Corte IDH sobre prohibición
absoluta del aborto. Disponible en: https://mailchi.mp/oas.org/cidh-presenta-caso-de-el-salvador-
ante-la-corte-idh-sobre-prohibicin-absolutadel-aborto?e=a21201d526. Publicado el 11 de enero del
2022. 17 Corte Interamericana de Derechos Humanos. Caso Artavia Murillo y otros vs. Costa Rica.
Sentencia de 28 de noviembre de 2012 (Excepciones preliminares, fondo, reparaciones y costas) 18
Los Estados Partes en esta Convención se comprometen a respetar los derechos y libertades
reconocidos en ella y a garantizar su libre y pleno ejercicio a toda persona que éste sujeta a su
jurisdicción, sin discriminación alguna por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones
políticas o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o
cualquier otra condición social. 19 Deber de Adoptar Disposiciones de Derecho Interno: Si el ejercicio
de los derechos y libertades mencionados en el artículo 1 no estuviere ya garantizado por
disposiciones legislativas o de otro carácter, los Estados Partes se comprometen a adoptar, con
arreglo a sus procedimientos constitucionales y a las disposiciones de esta Convención, las medidas
legislativas o de otro carácter que fueren necesarias para hacer efectivos tales derechos y libertades.
Adjuntía para la Niñez y la Adolescencia 9 Sobre este particular, es pertinente mencionar la
responsabilidad por la vulneración de los artículos 220 y 1221 de la Convención sobre la eliminación
de todas las formas de discriminación contra la mujer, y del artículo 7 de la Convención de Belém do
Pará que obliga a los Estados a prevenir y sancionar la violencia contra la mujer. Además, que dicha
protección totalitaria al concebido expondría a que las mujeres en todos sus ciclos de vida recurran a
abortos ilegales e inseguros, poniendo en riesgo su salud física y mental e, incluso, su propia vida.
Con relación a ello, no se puede dejar de tener en cuenta las cifras estadísticas alarmantes del
Programa Nacional Aurora del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables22, las mismas que
nos revelan que, entre enero a diciembre del 2021, se registraron 10 251 casos de violación sexual,
de los cuales 6 929 (67.6%) fueron víctimas menores de edad y 3 258 (31.8%) corresponde a adultas
entre 18 a 59 años de edad; de ambos grupos, más del 90% corresponde a víctimas del género
femenino (niñas, adolescentes y mujeres), lo que evidencia que las víctimas de violación sexual
tienen rostro de mujer. Asimismo, según el Sistema de Registro del Certificado de Nacido Vivo en
Línea del Ministerio de Salud23, durante el año 2021, se registraron a nivel nacional 49 506
nacimientos cuyas madres tenían el rango de edad de 0 a 19 años; de esta cifra, 1429 son casos de
niñas y adolescentes entre 11 a 14 años y 7 de niñas menores de 10 años. Es relevante precisar que
todo embarazo en niñas y adolescentes de 14 años es considerado un delito de violación sexual por
nuestro ordenamiento; por lo tanto, un embarazo forzado como consecuencia de dicho delito afecta
su salud mental, lo que es causal para el acceso a un aborto terapéutico. En esa línea, se debe
señalar que, en el contexto de los derechos sexuales y la prevención de embarazos no deseados, el
CEDAW sugiere a los Estados que: “En la medida de lo posible, debería enmendarse la legislación
que castigue el aborto a fin de abolir las medidas punitivas impuestas a mujeres que se hayan
sometido a abortos”. Por tal motivo, la protección del concebido como persona humana sujeto de
derecho, conforme lo plantea el proyecto de ley, puede ser considerado o materializarse
indirectamente como una prohibición absoluta del aborto. 20 Los Estados Partes condenan la
discriminación contra la mujer en todas sus formas, convienen en seguir, por todos los medios
apropiados y sin dilaciones, una política encaminada a eliminar la discriminación contra la mujer y,
con tal objeto, se comprometen a: b) Adoptar medidas adecuadas, legislativas y de otro carácter,
con las sanciones correspondientes, que prohíban toda discriminación contra la mujer. f) Adoptar
todas las medidas adecuadas, incluso de carácter legislativo, para modificar o derogar leyes,
reglamentos, usos y prácticas que constituyan discriminación contra la mujer. 21 Los Estados Partes
adoptarán todas las medidas apropiadas para eliminar la discriminación contra la mujer en la esfera
de la atención médica a fin de asegurar, en condiciones de igualdad entre hombres y mujeres, el
acceso a servicios de atención médica, inclusive los que se refieren a la planificación de la familia. Sin
perjuicio de lo dispuesto en el párrafo 1 supra, los Estados Partes garantizarán a la mujer servicios
apropiados en relación con el embarazo, el parto y el período posterior al parto, proporcionando
servicios gratuitos cuando fuere necesario, y le aseguran una nutrición adecuada durante el
embarazo y la lactancia. 22 Estadística del Programa Aurora del Ministerio de la Mujer y Poblaciones
Vulnerables: Corresponde al periodo de enero a diciembre del 2021. 23 Para acceder a dicho
registro, ingresar al siguiente enlace: https://webapp.minsa.gob.pe/dwcnv/dwmadrenew.aspx.
Revisado el 04 de enero del 2022. Adjuntía para la Niñez y la Adolescencia 10 Dicha restricción
podría implicar que se agudice la valoración médica hacia el concebido por encima de las mujeres,
niñas y adolescentes cuando su vida o salud corren grave peligro o pueden presentar afectaciones
permanentes. Incluso, que sean criminalizadas por abortos espontáneos. Sobre este aspecto, es
relevante indicar que, durante enero y setiembre de 202124, hubo un total de 18 denuncias
registradas a niñas y adolescentes menores de 17 años, por el delito de auto aborto, y aborto
sentimental y eugenésico,25 según respuesta del Ministerio Público ante un pedido de información.
Ante ello, la Defensoría del Pueblo considera que, además de representar una amenaza contra los
derechos de la mujer, niña o adolescente, constituyen graves violaciones a sus derechos humanos.
4.5. El marco normativo nacional e internacional vinculado a los derechos sexuales y reproductivos
de las mujeres en todo su ciclo de vida. En el derecho interno, el derecho fundamental a la salud ha
sido reconocido en el artículo 7° de la Constitución Política, que señala lo siguiente: “Todos tiene
derecho a la protección de su salud, la del medio familiar y la de la comunidad, así como el deber de
contribuir a su promoción y defensa”. Por su parte, el artículo 6° de la misma carta, alude a la
paternidad y maternidad responsables y reconoce el derecho de las familias y de las personas a
decidir, así como la obligación del Estado de asegurar programas de educación, información y el
acceso a los medios respectivos. Asimismo, es importante tener en cuenta que el Código de los
Niños y Adolescentes, señala que las niñas y los niños son sujetos de derechos, libertades y de
protección específica, así como reconoce que gozan de los derechos relacionados con su proceso de
desarrollo, entre ellos, el derecho a la atención integral de su salud mediante la ejecución de
políticas que permitan su desarrollo físico e intelectual en condiciones adecuadas; el derecho a
formarse sus propios juicios y expresar su opinión en todos los asuntos que les afecten, entre
otros26. Por otro lado, cabe indicar que el derecho a la salud ha sido desarrollado por normas de
rango legal como la Ley General de Salud (Ley 26842 y sus modificatorias) y por la jurisprudencia del
Tribunal Constitucional peruano, el cual ha interpretado que “la salud es un derecho fundamental
indiscutible y, como tal, generador de acciones positivas por parte de los poderes públicos, pues
resulta inobjetable que deben promoverse, desde el Estado, condiciones que lo garanticen 24
Respuesta de pedido de información enviada mediante oficio N° 004808-2021-MP-FN-SEGFIN
remitida el 8 de noviembre del 2021. 25 Artículo 114- Autoaborto: La mujer que causa su aborto, o
consiente que otro le practique, será reprimida con pena privativa de libertad no mayor de dos años
o con prestación de servicio comunitario de cincuentidos a ciento cuatro jornadas. Artículo 120-
Aborto sentimental y eugenésico: El aborto será reprimido con pena privativa de libertad no mayor
de tres meses: 1. Cuando el embarazo sea consecuencia de violación sexual fuera de matrimonio o
inseminación artificial no consentida y ocurrida fuera de matrimonio, siempre que los hechos
hubieren sido denunciados o investigados, cuando menos policialmente; o 2. Cuando es probable
que el ser en formación conlleve al nacimiento graves taras físicas o psíquicas, siempre que exista
diagnóstico médico. 26 Artículo IV del Título Preliminar y artículos 9 y 21 del Código de Niños y
Adolescentes. Adjuntía para la Niñez y la Adolescencia 11 de modo progresivo, y que se le dispense
protección adecuada a quienes ya gocen de él”27. De este modo, ante la necesidad de reconocer,
además, los derechos sexuales y reproductivos como derechos humanos o fundamentales
específicos, la Ley N° 28983, Ley de Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Hombres, emitida en
el año 2007, establece entre los lineamientos de actuación del Poder Ejecutivo, gobiernos regionales
y locales previstos en su artículo 6°, lo siguiente: garantizar el derecho a la salud en cuanto a la
disponibilidad, calidad aceptabilidad y accesibilidad a los servicios, con especial énfasis en la vigencia
de los derechos sexuales y reproductivos, la prevención del embarazo adolescente, y en particular el
derecho a la maternidad segura. Por su parte, la Política Nacional de Igualdad de Género (PNIG)28
establece como objetivo prioritario 2 garantizar el ejercicio de los derechos a la salud sexual y
reproductiva de las mujeres, la misma que incluye el derecho a la maternidad, ya que su vulneración
es consecuencia de la persistencia de la discriminación estructural contra ellas. Aunado a ello, en el
marco de la emergencia sanitaria que enfrenta el país, el Ministerio de Salud, en su calidad de ente
rector en la materia, emitió la Directiva vinculada a la prevención y atención de la gestante y del
recién nacido con riesgo o infección por COVID-1929, así como la Directiva Sanitaria para garantizar
la salud de las gestantes y la continuidad de la atención en planificación familiar ante la infección por
COVID-1930, entre otras31. Estas directivas son de aplicación obligatoria en todos los
establecimientos de salud del Minsa a través de las Direcciones de Redes Integradas de Salud (Diris);
de los gobiernos regionales a través de las Direcciones Regionales de Salud (Diresa); Gerencias
Regionales de Salud (Geresa) o las que hagan sus veces, los gobiernos locales, del Seguro Social de
Salud-EsSalud; de las Sanidades de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional del Perú, así como de
las Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud– Ipress. Cabe destacar que el establecimiento de
las citadas normas supone de por sí un avance en el proceso hacia el urgente cumplimiento de las
obligaciones del Estado en materia de salud sexual y reproductiva en el marco de la emergencia
sanitaria y, por ende, se advierte la existencia de un marco jurídico que ya protege la salud de la
madre. A ello, se debe agregar que, en enero del año 2022 se aprobó la Norma 27 STC Exp. N° 5842-
2006-PHC/TC, FJ 44. 28 Aprobado por Decreto Supremo N° 008 -2019-MIMP 29 Directiva Sanitaria
N° 97 -MINSA/2020/DGIESP: Directiva Sanitaria para la Prevención y Atención de la Gestante y del
Recién Nacido con Riesgo o Infección por COVID-19 30 Directiva Sanitaria N° 094
-MINSA/2020/DGIESP, Directiva Sanitaria para garantizar la salud de las gestantes y la continuidad
de la atención en planificación familiar ante la infección por COVID-19 97 MINSA/2020/DGIESP 31
Directiva Sanitaria para la Prevención y Atención de la Gestante y del Recién Nacido con Riesgo o
Infección por COVID-19. Norma Técnica de Salud Nº 164-MINSA-2020-DGIESP, Norma Técnica de
Salud para el Ciudadano Integral a Mujeres e Integrantes del Grupo Familiar Afectados por Violencia
Sexual. Directiva Sanitaria Nº 098- MINSA-2020-DGIESP "Directiva Sanitaria para el monitoreo y
seguimiento de la morbilidad materna extrema en los establecimientos de salud”. Directiva Sanitaria
n° 131- MINSA/2021/DGIESP: atención de los servicios de salud sexual reproductiva durante la
pandemia por el COVID-19, que tiene como objetivo garantizar la atención oportuna de la gestante
Adjuntía para la Niñez y la Adolescencia 12 Técnica de Salud Nº 180-MINSA/DGIESP-2021 para la
prevención y eliminación de la violencia de género en los establecimientos de salud que brinden
servicios de salud sexual y reproductiva. En consecuencia, nuestro ordenamiento jurídico interno
garantiza el derecho fundamental a la salud de las mujeres en todo su ciclo de vida, por lo que, al
tratarse de un derecho fundamental, dichas normas son de obligatorio cumplimiento por parte del
Estado, pues resulta innegable que su provisión mediante diversos servicios goza de carácter
esencial. Asimismo, cabe destacar que el marco normativo nacional se condice con la protección y
defensa del derecho a la salud reconocido en diversos tratados internacionales de derechos
humanos, tales como la Convención sobre los Derechos del Niño y la Convención sobre la
Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, de cuales el Estado peruano
forma parte. Al respecto, el artículo 24° de la Convención sobre los Derechos del Niño reconoce el
derecho de toda niña, niño y adolescente al disfrute del más alto nivel posible de salud y el acceso a
servicios para el tratamiento de las enfermedades y la rehabilitación. Por su parte, el artículo 12 de
la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer establece
que los Estados Parte adoptarán todas las medidas apropiadas para eliminar la discriminación contra
la mujer en la esfera de la atención médica a fin de asegurar, en condiciones de igualdad entre
hombres y mujeres, el acceso a servicios de atención médica, inclusive los que se refieren a la
planificación de la familia. En ese sentido, dispone la obligación de los Estados de lo siguiente: •
Adoptar todas las medidas apropiadas para eliminar la discriminación contra la mujer en la esfera de
la atención médica: servicios de planificación de la familia (art. 12). • Garantizar “servicios
apropiados en relación con el embarazo, el parto y el período posterior al parto, proporcionando
servicios gratuitos cuando fuese necesario, asegurando una nutrición adecuada durante el embarazo
y la lactancia” (art. 12, párrafo 2). • Adoptar medidas para eliminar la discriminación contra las
mujeres en las zonas rurales, a fin de asegurar el derecho de estas a acceder “a servicios adecuados
de atención médica, inclusive información, asesoramiento y servicios en materia de planificación de
la familia” (art.14, inc. 2 literal b). • Asegurar a las mujeres “los mismos derechos a decidir libre y
responsablemente el número de hijos y el intervalo entre los nacimientos, y a tener acceso a la
información, la educación y los medios que le permitan ejercer estos derechos” (art. 16, inc. 1, literal
e). A partir de estas obligaciones internacionales que el Estado peruano ha asumido, es que es
periódicamente es evaluado a través de sus órganos de derechos humanos como el Comité de los
Derecho del Niño y el Comité Cedaw. Dichos órganos, si bien han saludado algunos avances sobre la
materia, también han Adjuntía para la Niñez y la Adolescencia 13 expresado su preocupación por
diversas situaciones que afectan los derechos de las mujeres desde niñas, como el embarazo
adolescente, la morbimortalidad materna, la mortalidad de las niñas y adolescentes, la falta de
servicios de salud sexual y reproductiva, la negativa al acceso al aborto terapéutico, etc. Así, por
ejemplo, el Comité sobre los Derechos del Niño, a través de sus Observaciones Generales N° 4 y
N°15 ha señalado lo siguiente: Observación General N°4 (2003): La salud y el desarrollo de los
adolescentes en el contexto de la Convención sobre los Derechos del Niño (artículo 24°), el Comité
de los Derechos del Niño, ha señalado lo siguiente: “(…) Los niños y adolescentes deben tener acceso
a la información sobre el daño que puede causar un matrimonio y un embarazo precoz y las que
estén embarazadas deberían tener acceso a los servicios de salud que sean adecuados a sus
derechos y necesidades particulares. Los Estados Partes deben adoptar medidas para reducir la
morbimortalidad materna y la mortalidad de las niñas adolescentes, producida especialmente por el
embarazo y las prácticas de aborto peligrosas, y prestar apoyo a los padres de las adolescentes. Las
jóvenes madres, especialmente cuando no disponen de apoyo, pueden ser propensas a la depresión
y a la ansiedad, poniendo en peligro su capacidad para cuidar de su hijo (…)”. “Los Estados Partes
deben proporcionar servicios de salud que estén adecuados a las especiales necesidades y derechos
humanos de todos los adolescentes. La atención primaria de salud debe incluir servicios adecuados a
las necesidades de los adolescentes, concediendo especial atención a su salud sexual y reproductiva
y a la salud mental” (párrafo 41a). Asimismo, en la Observación General N°15 (2013) sobre el
derecho del niño al disfrute del más alto nivel posible de salud, °), el Comité de los Derechos del
Niño, ha señalado lo siguiente: “Los Estados deben velar por que no se prive a los adolescentes de
ninguna información o servicios en materia de salud sexual y reproductiva como consecuencia de
objeciones de conciencia de los proveedores” (párrafo 69). “El derecho del niño a la salud consta de
una serie de libertades y derechos. Entre las libertades, de importancia creciente a medida que
aumentan la capacidad y la madurez, cabe mencionar el derecho a controlar la propia salud y el
propio cuerpo, incluida la libertad sexual y reproductiva para adoptar decisiones responsables. Los
derechos se refieren al acceso a una amplia gama de instalaciones, bienes, servicios y condiciones
que ofrezcan a cada niño igualdad de oportunidades para disfrutar del más alto nivel posible de
salud”. Del mismo modo, a través de sus observaciones finales sobre los informes periódicos cuarto
y quinto combinados del Perú del año 2016, el citado Comité recomendó lo siguiente: “El Estado
peruano tiene el deber de garantizar el acceso de las niñas a servicios de interrupción del embarazo
y atención posterior en casos de violación, incesto y graves malformaciones del feto y en situaciones
de riesgo para su vida y salud. También, establece el deber de garantizarles información y
orientación oportuna Adjuntía para la Niñez y la Adolescencia 14 y clara sobre esta posibilidad, y que
sus opiniones deban ser siempre escuchadas y respetadas en relación con las decisiones que
adopten” (párrafo 56 b). Por su parte, la Recomendación General N° 24 del Comité Cedaw sobre la
Mujer y la Salud, trata sobre el acceso a la atención de la salud, incluida la salud reproductiva, como
derecho básico previsto en la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación
contra la mujer. En ese aspecto, en su numeral 11 establece que la negativa de un Estado parte a
prever la prestación de determinados servicios de salud reproductiva a la mujer en condiciones
legales resultaría discriminatorio. Aparte, es preciso señalar que la Corte IDH ha señalado que el
derecho a la vida se relaciona con la autonomía reproductiva, la que también está reconocida en el
artículo 16 de la Cedaw, según la cual las mujeres gozan del derecho a decidir libre y
responsablemente el número de hijos/as y el intervalo de nacimientos, así como acceso a la
información, educación y los medios que les permitan ejercer estos derechos32. En esa línea, es
importante mencionar que en el Consenso de Montevideo sobre población y desarrollo33, se
establecieron medidas prioritarias, considerando los derechos, necesidades, responsabilidades y
demandas de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes. Es así que -debido a los altos y desiguales
niveles de embarazo en la adolescencia, en particular entre las menores de 15 años por uniones
forzadas, abuso y violencia sexual-, los países miembros y asociados (entre ellos el Perú) acordaron:
“Implementar programas de salud sexual y salud reproductiva integrales, oportunos y de calidad
para adolescentes y jóvenes, que incluyan servicios de salud sexual y salud reproductiva amigables,
con perspectiva de género, derechos humanos, intergeneracional e intercultural, y que garanticen el
acceso a métodos anticonceptivos modernos, seguros y eficaces, respetando el principio de
confidencialidad y privacidad, para que adolescentes y jóvenes ejerzan sus derechos sexuales y
derechos reproductivos, tengan una vida sexual responsable, placentera y saludable, eviten los
embarazos tempranos y los no deseados, la transmisión del VIH y otras infecciones de transmisión
sexual; y tomen decisiones libres, informadas y responsables con relación a su vida sexual y
reproductiva y al ejercicio de su orientación sexual.”34 Además, el tercer Objetivo de Desarrollo
Sostenible busca garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades.
Precisamente, una de las metas de este objetivo persigue asegurar el acceso universal a los servicios
de salud sexual y reproductiva, incluidos los de planificación de la familia, información y educación, y
la integración de la salud reproductiva en las estrategias y los programas nacionales35. 32 Ibidem,
párrafo 146. 33Aprobado durante la Primera Reunión de la Conferencia Regional sobre Población y
Desarrollo de América Latina y el Caribe. Integración plena de la población y su dinámica en el
desarrollo sostenible con igualdad y enfoque de derechos: Clave para el Programa de Acción de El
Cairo después de 2014. 34 Acuerdo Número 11 de la Primera Reunión de la Conferencia Regional
sobre Población y Desarrollo de América Latina y el Caribe. Integración plena de la población y su
dinámica en el desarrollo sostenible con igualdad y enfoque de derechos: Clave para el Programa de
Acción de El Cairo después de 2014. 35 Ver: http://www.un.org/sustainabledevelopment/es/health/
Adjuntía para la Niñez y la Adolescencia 15 En virtud de lo expuesto, se puede advertir que el
ordenamiento jurídico nacional e internacional contempla disposiciones expresas para garantizar el
derecho a la salud sexual y reproductiva de las mujeres, y plantea excepciones cuando corre peligro
la vida de la madre; sin embargo, la propuesta legislativa no las ha tomado en cuenta en el
desarrollo de sus disposiciones. 4.6. La obligatoriedad de las disposiciones internacionales La
protección internacional de las mujeres en todos sus ciclos de vida implica que los Estados cumplan
las obligaciones contenidas en los instrumentos relativos a los derechos humanos, deroguen leyes y
erradiquen políticas y prácticas que discriminen a mujeres, niñas y adolescentes. Al respecto, desde
que el Perú es Estado parte de los instrumentos internacionales, reconoce la competencia de los
Comités para determinar la existencia o no la violación a un Tratado específico (como el Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos36 y su órgano ejecutor, el Comité de Derechos
Humanos; la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación de la Mujer37 y
su Comité para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación de la Mujer; o la Convención
sobre los Derechos del Niño38 y su órgano de seguimiento, el Comité de los Derechos del Niño). Ello
implica garantizar a todos los individuos que se encuentren en un territorio o estén sujetos a su
jurisdicción, los derechos reconocidos en el Tratado respectivo; también, garantizar un recurso
efectivo y ejecutorio cuando se compruebe una violación, pues lo contrario conllevaría despojar de
plena eficacia al artículo 205 de la Constitución Política que permite a una persona acceder a
tribunales u organismos internacionales cuando se da por agotada la jurisdicción interna39. A ello,
se debe añadir que la Corte IDH, al analizar el valor de las decisiones que emite la Convención
Americana de Derechos Humanos, ha reafirmado el valor de las mismas señalando que los Estados
tienen la obligación de realizar sus mejores esfuerzos para cumplirlas: “(…) en virtud del principio de
buena fe, consagrado en el mismo artículo 31.1 de la Convención de Viena, si un Estado suscribe y
ratifica un Tratado Internacional, especialmente si trata de derechos humanos, como es el caso de la
Convención Americana, tiene la obligación de realizar sus mejores esfuerzos para aplicar las
recomendaciones de un órgano de protección como la Comisión Interamericana (…)”40 . 36
Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, suscrito por el Perú el
11 de agosto de 1977, ratificado por la Décima Sexta Disposición General y Transitoria del Título VII
de la Constitución Política de 1979 37 Protocolo Facultativo de la Convención sobre la Eliminación de
Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, aprobado por el Perú mediante Resolución
Legislativa No. 27429, ratificada por Decreto Supremo No. 018- 2001-RE. 38 La Convención sobre los
Derechos del Niño aprobada como tratado internacional de derechos humanos el 20 de noviembre
de 1989 en el marco de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). El Estado peruano ratificó en
1990. En dicha Convención se consagró la teoría del interés superior del niño y de la protección
integral de la niñez y adolescencia, se reconocieron derechos específicos de los niños y se señalaron
directrices para que éstos sean efectivamente llevados a la práctica. 39 Corte Superior de Justicia,
expediente N° 0058-2018-0-1801-SP-CI-01. 40 Corte Interamericana de Derechos Humanos. Caso
Loayza Tamayo Vs. Perú. Sentencia de Fondo de fecha 17 de septiembre de 1997, Párrafo 80.
Adjuntía para la Niñez y la Adolescencia 16 En adición, es preciso señalar que la interpretación que la
Corte IDH realiza sobre la validez de las recomendaciones emitidas por un órgano de protección,
como son los Comités creados en virtud de los tratados de derechos humanos, vincula a todos los
poderes públicos del Perú, como lo ha expresado el Tribunal Constitucional en la STC N.° 2730-2006-
PA/TC41 cuando señala que “las decisiones que adopta la Comisión (Interamericana de Derechos
Humanos) reúnen las condiciones para ser obligatorias, ya que se trata de un proceso con todas las
garantías, por lo que, en estas situaciones la Comisión actúa como un organismo cuasi-jurisdiccional,
a tal punto que sus resoluciones poseen las mismas formalidades que un fallo”. Así, dicho Tribunal
aclara cualquier duda sobre el grado de vinculatoriedad de una decisión emitida por un órgano
cuasijurisdiccional, señalando su fuerza vinculante en el ordenamiento jurídico interno, que implica
el deber de las autoridades del Estado de hacer efectivo los deberes de respeto y protección de los
derechos fundamentales42. Además, la Corte IDH ha señalado, a lo largo de su jurisprudencia, que
es un principio básico del derecho de la responsabilidad internacional que todo Estado es
responsable por actos u omisiones de cualquiera de sus poderes u órganos como violación de los
derechos internacionalmente consagrados43. En ese sentido, la observancia de los estándares
interamericanos vincula a los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial en todos los niveles de
gobierno el deber de adaptar el derecho interno a los estándares interamericanos44. En
consecuencia, el Estado peruano está obligado a aplicar los estándares de protección de los
derechos de las mujeres en todos sus ciclos de vida; adaptar su derecho interno, interpretaciones
judiciales y actos de las autoridades administrativas, legislativas u otras; y tomar las medidas
necesarias para garantizar el ejercicio adecuado de dichas prerrogativas, entre ellas omitir
propuestas legislativas que contravengan derechos protegidos por órganos internacionales de
derechos humanos. Incluso, el Tribunal Constitucional ha señalado que, de acuerdo con los artículos
27 y 53 de la Convención de Viena sobre el Derechos de los Tratados de 196945, el Estado peruano
no puede invocar disposiciones de su derecho interno como justificación para el incumplimiento de
un Tratado, pues las obligaciones del Estado en materia de Derechos Humanos implican el respeto y
garantía de los derechos fundamentales de las personas sometidas a su jurisdicción46. 41 Sentencia
emitida en el Expediente No. 2730-2006-PA/TC, el 21 de julio de 2006, fundamento jurídico 4,
párrafo 12. 42 Sentencia emitida en el No. 01412-2007-PA/TC (Aclaración), fundamento jurídico 11.
43 Véase Corte idh, Caso La Cantuta vs. Perú. Fondo, Reparaciones y Costas, Sentencia del 29 de
noviembre de 2006, serie C, núm. 162, párr. 173 44 Véase Corte idh, Caso Gomes Lund y otros
(Guerrilha do Araguaia) vs. Brasil. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas,
Sentencia de 24 de noviembre de 2010, serie C, núm. 219, Voto razonado del Juez ad hoc Roberto de
Figueiredo Caldas, párr. 5. 45 Ratificado por el Perú mediante Decreto Supremo No. 029-2000-RE, de
fecha 14 de septiembre de 2000. 46 Ver fundamento jurídico 12, de la sentencia recaída en el
Expediente No. 4677-2005-PHC/TC emitida por el Tribunal Constitucional, el 12 de agosto de 2005
Adjuntía para la Niñez y la Adolescencia 17 5. CONCLUSIONES Por los argumentos expuestos, la
Defensoría del Pueblo considera que la propuesta legislativa no resulta viable, por no encontrarse
acorde con los estándares internacionales a los que el Estado peruano se encuentra obligado a
cumplir, así como al marco jurídico nacional señalado en la presente opinión. En ese sentido, no
debe ser aprobada por el Congreso de la República, pues se deben adoptar medidas legislativas
adecuadas y que garanticen el ejercicio pleno y efectivo de los derechos sexuales y reproductivos de
las niñas, adolescentes y mujeres, en cualquier contexto. Por tanto, se debe tener en cuenta lo
siguiente: Existirían graves consecuencias jurídicas al equiparar los términos “concebido” y
“persona humana”, como sujetos de derechos de forma general. Esto tendría un impacto negativo
diferenciado en los derechos fundamentales de las mujeres en todos sus ciclos de vida,
especialmente, en situaciones en que se deba aplicar el aborto terapéutico. Colocaría a las mujeres
en una situación de especial vulnerabilidad ante afectaciones a sus derechos como la vida, salud,
integridad y libre desarrollo de la personalidad, exacerbando así el estado de discriminación
estructural. La propuesta de dar protección al derecho a la vida del concebido desde su concepción
como un derecho absoluto, podría implicar diferentes vulneraciones hacia las mujeres en sus
diferentes ciclos de vida; además, las expondría a que recurran a abortos ilegales e inseguros,
poniendo en riesgo su salud física y mental e, incluso, su propia vida. Implicaría una medida
regresiva y contradictoria al principio de progresividad de los derechos humanos establecidos en los
estándares internacionales. En ese sentido, se debe recordar que el Estado debe cumplir con el
marco normativo internacional y nacional, garantizando que las niñas, adolescentes, mujeres adultas
y adultas mayores accedan a los servicios de salud sexual y reproductiva de manera integral, entre
ellos, el acceso al aborto terapéutico cuando está en riesgo la salud y la vida de las mujeres. En
toda propuesta legislativa que aborde la salud sexual y reproductiva, se deben considerar de forma
integral los principales problemas que afectan la vida de las niñas, adolescentes y mujeres, como el
embarazo no planeado en adolescentes, la violación sexual, el embarazo forzado a causa de dicha
violación, la falta de acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva, entre otros, con la
finalidad de brindar una respuesta real y efectiva, que garantice el respeto de sus derechos
fundamentales y les permita continuar con su proyecto de vida. Adjuntía para la Niñez y la
Adolescencia 18 Finalmente, es importante señalar que no garantizar los derechos sexuales y
reproductivos genera responsabilidad internacional del Estado, la que se agrava debido a los
impactos prevenibles que desencadena su desatención en la salud y vida de las mujeres en todo su
ciclo de vida. Lima, 24 de agosto de 2022 MCV/maa/hvm