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Resumen Desarrollo Economico Terminado Luz

Este documento resume el desempeño económico de Panamá entre 1990 y 2019. La economía panameña creció rápidamente durante este período, impulsada por la inversión privada y pública en proyectos de construcción. Sin embargo, la desigualdad y los indicadores sociales se mantuvieron bajos a pesar del crecimiento económico. El documento analiza factores como el desempleo, la productividad y el estilo de vida para explicar el desempeño económico de Panamá en las últimas tres décadas.

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Resumen Desarrollo Economico Terminado Luz

Este documento resume el desempeño económico de Panamá entre 1990 y 2019. La economía panameña creció rápidamente durante este período, impulsada por la inversión privada y pública en proyectos de construcción. Sin embargo, la desigualdad y los indicadores sociales se mantuvieron bajos a pesar del crecimiento económico. El documento analiza factores como el desempleo, la productividad y el estilo de vida para explicar el desempeño económico de Panamá en las últimas tres décadas.

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Universidad De Panamá

Centro Regional Universitario De Veraguas

Facultad De Economía

Curso Desarrollo Económico

Profesora Maria Lam

Integrantes

Luz Campines
Alexander Toribio
Katherine Sáenz
Keyla Muñoz
Alfredo Ríos
Eynar Moreno
Paola Montero
Estefany Abrego
Maria Quintero
Nazareth Rodríguez
Iván Arrocha
Eliecer Sánchez

II semestre 2023
Diagnostico Económico 1990-2019

Panamá es una Economía pequeña, abierta, con aranceles bajos y dolarizada


desde inicios del siglo XX, cuenta con un sector bancario integrado
internacionalmente, que facilita el libre flujo de fondos y el financiamiento externo.
La Economía Panameña registro la tasa de crecimiento del PIB más elevada de
América Latina en el transcurso de las últimas tres décadas, así como el nivel más
alto del PIB per cápita de la región.
Antecedentes
En la década 1980-1989, la economía panameña creció a un ritmo anual de solo
0.65% y, dado el crecimiento de la población, el PIB por habitante en el año 1989
fue 11% menos que en el año 1980.
Esta situación ocurrió también en muchos países de la América Latina y Panamá
no salió de ella hasta el año 1997. El panorama económico y social del país se
complico aun mas por la violencia política de los últimos años del régimen militar,
que entronizo en el año 1968.
La volatilidad política y económica prevalecientes, a partir del año 1987, se tradujo
en una fuga de capitales, de tal magnitud, que llevo a las autoridades congelar los
depósitos bancarios, el llamado “corralito”, entre marzo y julio de 1988.
Para derivar lecciones que puedan ser aplicables a la recuperación de las
actividades, luego del shock que ha experimentado la economía nacional por
razón del Covid-19, es útil examinar como fue el desempeño a partir del año
1990.Algo similar puede ocurrir en la actual coyuntura, y que la recuperación no
será instantánea, ni las circunstancias serán tan favorables como entonces.
En los dos años posteriores a la invasión, el país recibió unos flujos financieros
importantes al liberarse de los fondos que había congelado estados unidos, a
partir del año 1987, en concepto de la anualidad del canal y la retención de los
impuestos que debían pagar las empresas estadounidenses que tenían
operaciones en el país, varios bancos estadounidenses y otros negocios de
diversas naturalezas.
Sin embargo, el estimulo externo ceso en los años subsiguientes, con lo que se
desacelero el crecimiento económico, al punto que, en el año 1995, el PIB solo
creció 1.8%.
En ese periodo impero la tesis de que el gobierno debía concentrar sus
actividades de inversión en el mantenimiento y reparación de la infraestructura
pública, enfatizar la inversión privada mediante concesiones, cuando fuera el caso,
y llevar a cabo solo proyectos públicos imprescindibles.
De manera paralela, se tomó la decisión de poner al día los atrasos en el pago de
capital e intereses en las deudas con las entidades financieras multilaterales que
no permitían su refinanciamiento (Banco Mundial, BID y FMI), así como
reestructurar las deudas bilaterales con los países acreedores de Panamá (el club
de parís), con lo que se podían obtener condiciones mejores.
En resumen, la “década perdida” de los años 1980 se debió a una combinación de
factores negativos que incluyeron, entre otros, la crisis de la deuda; el cierre
bancario; las sanciones de los estados unidos; la violencia política de los últimos
años del régimen militar, que sus dirigentes denominaron la “sedición” y,
finalmente la invasión.
Una hipótesis para considerar es que, en los años 80, la economía estuvo
funcionando con un nivel excesivo de empleo por razón de las rigideces impuestas
por el código de trabajo y que, una vez se redujo el exceso con la invasión, las
empresas continuaron funcionando, por una década, con un nivel relativamente
menor de empleados.
Evolución de la demanda agregada
Parte de la inversión publica se hizo en proyectos para los que no se efectuaron
análisis de rentabilidad social. Entre otras, se ejecutaron obras como la cinta
costera III que, con independencia del valor paisajístico que pueda tener para
algunos, y del efecto de inflar el PIB mientras se construía, lo mas de B/. 800
millones que costo contribuyeron muy poco a mejorar la productividad de la
economía.
Lo mismo ocurre con obras inconclusas de gran costo, como la ciudad
hospitalaria, la ciudad de las artes, hospitales y centros de salud
sobredimensionados para las comunidades que están supuestos a atender,
algunos de los cuales no están funcionando todavía.
La inversión privada se expandió a un ritmo real compuesto del 10.3% anual, aun
mayor que el sector público en nuevas construcciones de vivienda de distintos
precios, hoteles, oficina y centros comerciales.
Al decaer la demanda para unidades de vivienda de mayor precio y para otro tipo
de producto el sector, nos encontramos ante una acumulación de inventario por
vender, equivalente, en algunos rubros, a un ritmo de venta de varios años.
El acelerado crecimiento del PIB en la década recién pasada generó un aumento
en el ingreso disponible de las personas.
Las ventas de bienes de consumo se expandieron a un ritmo real de 4.8% y el
indicador más visible es la venta de automóviles que, por varios años, superó las
60.000 unidades. El consumo del sector público principalmente salarios, precio 5.
6% anual porcentaje mayor que el del sector privado, de 4.6% anual.
Los componentes de la demanda agregada exceptuada inversión empezaron a
desacelerar su crecimiento a partir del año 2011 aunque sólo el consumo mantuvo
un crecimiento relativamente estable, la importación de bienes y servicios quedó a
la saga de los otros dos componentes de la demanda agregada. Ya que se
expandió a una tasa real de solo 2.6% anual, aunque tuvo un repunte a partir de la
inauguración de las nuevas esclusas del canal en el año 2016.
Cabe destacar que la exportación de servicios también creció lentamente en el
caso del canal movimiento de carga depende del desempeño de Comercio
internacional que en la década del 2010 2019 creció una taza moderada.
Los mayores impulsos al crecimiento económico por el lado de la demanda en la
década anterior fueron en primer lugar, el fuerte empuje de la inversión y el
segundo grado la expansión del consumo público y privado.
En la década pasada la minería fue el sector de mayor crecimiento hasta el año
2018 en una buena medida su producción se concentraba en materiales para la
construcción y en el año 2019 se inició la producción de concentrado de cobre por
minera Panamá.
La tercera forma de observar el desenvolvimiento de la economía panameña
Durante las décadas 2010 2019 es a través de la puerta del crecimiento del PIB de
los factores de producción trabajo y capital y de la productividad total de factores.
La productividad total de factores mide la eficacia con que se combinan los
recursos disponibles para la producción que incluye la habilidad de la gestión
empresarial dada las reglas del juego definida por las leyes y las prácticas
imperantes las actitud y calidad de la administración pública el ambiente de
negocios y la adecuación de las infraestructuras.
Tener una productividad total de factores negativas quiere decir que el 8.2% que
contribuyen a la suma del trabajo y el capital la productividad total de factores le
restó dejando el crecimiento del PIB en 6.2% cuando estuviese podido ser mayor
aún con una productividad cero.
Implicaciones del estilo de vida
El índice de desempleo entre 1985 y 2001 fue de dos dígitos y o fue hasta el año
2012, después de una década de crecimiento elevado y niveles de inversión sin
precedentes, que logro reducirse a 4.1%, a nivel que podemos considerar como
pleno empleo. Aun con un crecimiento del PIB entre 5.0% Y 6.0%, que es el
potencial de crecimiento de la economía panameña, y un nivel de inversión
normal, de 20% a 25% del PIB y no del 40% durante la última década, sería muy
difícil lograr un índice de desempleo como el que alcanzamos en el año 2012.
Para alcanzar un desempleo bajo en panamá se debe fundamentar en la rigidez
del mercado laboral. La calidad de la educación, las limitaciones en la formación
de personal calificado y la falta de una política racional de inmigración.
La historia económica en los últimos 30 años está marcada por un crecimiento del
PIB al ritmo más acelerado de la región latinoamericana. Esta tendencia se
verifico, en especial, entre principios de este siglo y el año 2012, impulsada por un
elevadísimo nivel de inversión, tanto privada como pública, financiada por
endeudamiento interno, en el que la construcción y su proveedor, la minería,
fueron los sectores más dinámicos.
Ese largo periodo de crecimiento del PIB, que bien podría denominarse el milagro
económico de Panamá, parece haber llegado a su fin. En ausencia de suficiente
ahorro nacional, no es dable mantener la cuota de inversión de la década pasada,
ni obtener financiamiento externo en las magnitudes que se lograron,
especialmente en el contexto internacional.
El motor de crecimiento de la década pasada fue la demanda interna, en efecto la
construcción, al crecer a 13.8% anual y representar el 16.7% del PIB, aporto 2.3
puntos porcentuales.
Panorama social de Panamá
Con los logros económicos de las ultimas 3 décadas, continuamos manteniendo
una de las peores distribuciones del ingreso de América Latina y del mundo. El
nivel de pobreza alcanza a más de la quinta parte de la población, los indicadores
de salud están por debajo de lo que corresponden a un país con nuestro nivel de
ingreso, la calidad de la educación impide a nuestros ciudadanos competir con los
formados en el exterior, por lo que los protegemos con impedir que los extranjeros
puedan ejercer una gama amplia de profesiones.
Alto nivel de desigualdad.
Según datos del Banco Mundial, para el año 2018, Panamá tenía la tercera peor
distribución del ingreso en América Latina, después de Brasil y Honduras.
En nuestro caso, es muy común escuchar el argumento de que la distribución del
ingreso en nuestro país no es tan desigual como sugiere el coeficiente de Gini
porque refleja una distorsión por la población indígena, que representa algo más
que un décimo de la población total del país, y esta es una situación de extrema
pobreza.
El texto menciona que, en Panamá, a pesar de tener un nivel de ingreso promedio
por habitante similar a otros países, el costo de vida es elevado. Esto se debe a
que los precios de transporte, vivienda, ropa y otros elementos esenciales son
altos en comparación con otros países. Esto ha llevado a que muchas familias
vivan en extrema pobreza, siendo incapaces de comprar la canasta básica de
alimentos. Además, se menciona que la calidad de vida de los panameños se ve
afectada por la falta de cobertura y calidad en los servicios públicos de educación
y salud. Por ejemplo, en la prueba PISA realizada en 2018, los estudiantes
panameños obtuvieron resultados inferiores a los de otros países
latinoamericanos, ubicándose en la posición 74 de un total de 77 países
participantes. También se destaca que Panamá invierte menos en educación,
como proporción del PIB, en comparación con otros países de la tabla. En cuanto
a la educación superior, se menciona que Panamá no cuenta con ninguna
universidad en los primeros cien puestos de las 400 mejores universidades
latinoamericanas según QS WORLD UNIVERSITY RANKINGS.
Esto ha generado que las empresas tengan dificultades para encontrar personal
calificado, lo que ha llevado a la contratación de extranjeros. Sin embargo, se
destaca la necesidad de formar personal calificado en el país para evitar la
competencia desleal y aprovechar las oportunidades de empleo que la producción
y productividad pueden generar. En resumen, el texto menciona que en Panamá el
costo de vida es elevado en comparación con el ingreso promedio por habitante.
Esto ha llevado a que muchas familias vivan en extrema pobreza y no puedan
comprar la canasta básica de alimentos. Además, la calidad de vida se ve
afectada por la falta de cobertura y calidad en los servicios públicos de educación
y salud. En el ámbito de la educación superior, Panamá no cuenta con ninguna
universidad en los primeros cien puestos de las mejores universidades
latinoamericanas, lo que ha generado dificultades para encontrar personal
calificado en el país.
Este breve examen del panorama social de Panamá nos confirma que el rasgo
más destacado es la desigualdad prevalente en la distribución del ingreso, amén
de unos niveles comparativamente altos de pobreza general y pobreza extrema,
así como la baja cobertura y calidad de los servicios públicos sociales. Entre las
causas de esta situación, que debemos identificar para poder formular propuestas
de acción válidas para la transformación de la estructura económica, están las
siguientes:

1. Las grandes diferencias que existen en el valor agregado o PIB por persona
ocupada entre los diferentes sectores de actividad económica. Los sectores que
he denominado "modernos", como el Canal, los puertos, el transporte aéreo, las
comunicaciones, la construcción, las finanzas y las actividades IT generan un alto
valor agregado por persona, en contraposición con los que ocupan a la mayoría de
la población trabajadora, tales como el comercio y la agricultura, entre otros.

2. La elevada cuota del ingreso nacional que representan las remuneraciones al


capital. El factor capital obtiene actualmente el 61.6% del ingreso nacional frente al
38.4% para el trabajo, cuando lo típico en una economía capitalista moderna es lo
contrario, siendo los Estados Unidos la más importante excepción. Este fenómeno
se explica porque el crecimiento económico en general, pera especialmente en la
última década, se basó en utilizar cada vez más capital.
La inversión en el año 2015 llegó a ser 49.8% del PIB - el doble de la media
latinoamericana - mientras que la PTF era negativa.
3. La pobre calidad y cobertura de la educación y la salud, en especial cuando
comparamos con países con similares niveles de ingreso. En adición, la población
recibe una mala calidad de servicio en lo concerniente a agua potable, recolección
de basura y transporte público. Detrás de esta realidad, está la política tradicional
de bajos impuestos y la renuencia de los gobiernos a enfrentar los intereses
creados, atrincherados en ambos sectores.

4.La baja productividad laboral producto de la calidad de la educación pública


general, y, en especial, en la formación de personal calificado.
5. Las rigideces del mercado laboral por razón del Código del Trabajo.
para que personal calificado extranjero pueda trabajar en Panamá, Superar esa
realidad es un reto, sin duda el más desafiante que enfrenta el Estado panameño.
Al mismo, hay que sumarle el de mantener y superar el nivel de ingreso
alcanzado, evitando el peligro de retroceder a escalas que empeoren las
condiciones de vida de la población, como ha sido el caso, en nuestro continente,
de Argentina Venezuela. Ni el alto nivel de ingreso por habitante, ni el rápido
crecimiento del PiB con garantiza la calidad de vida, ni que esta se vaya a
mantener en el tiempo

Economía bimodal

El modelo se caracteriza por tener dos tipos de sectores de producción, que he


denominado moderno y tradicional. Las industrias, en el primer grupo, usan
tecnología avanzada y mucho capital por persona empleada, se orientan a la
exportación en servicios con alto valor agregado, tienen mayor productividad que
los sectores tradicionales y pueden pagar salarios más elevados que los del resto
de la economía. Con excepción de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), que
le distribuye más de la mitad de su ingreso bruto al Gobierno Nacional, en
concepto de regalías (un canon tip por tonelada de tránsito) y excedentes, algunos
contribuyen relativamente poco a los Egresos fiscales.

Los llamados sectores modernos tienen poca vinculación con el resto de los
sectores productivos. Este es el caso del Canal, los puertos y las zonas libres o
especiales, que adquieren muy pocos bienes y servicios de la agricultura o de las
industrias manufactureras.
una de las causas principales de la desigual distribución del ingreso que impera en
nuestro país.
Por su parte, los sectores que he denominado tradicionales no cuentan con la
densidad de capital y tecnología comparables con aquellos modernos. Una
comparación extrema seria la del Canal y la agricultura, en el primero, cada
trabajador tiene a su disposición en promedio, más de un millón de dólares de
capital, mientras que un agricultor de subsistencia cuenta apenas con unas pocas
herramientas de trabajo Como la productividad por persona empleada en los
sectores tradicionales es comparativamente baja los salarios que pagan son
inferiores a los de los sectores modernos, Las actividades tradicionales emplean a
la mayoría de la fuerza de trabajo del país y el mercado que demanda sus
productos y servicios es el doméstico, en el que una alta proporción del consumo
se concentra en alimentos, bebidas y transporte, cuyo crecimiento está muy
relacionado con el aumento de la población, que en la actualidad es de 1.7%
anual.
¿Es Panamá una economía capitalista? En cuanto a su orientación ideológica,
Panamá pretende ser una economía de mercado O capitalista, pero se trata de un
capitalismo distorsionado, patrimonialista, en el que una labor importante del poder
ejecutivo es la distribución de concesiones. Este es el caso de la generación
eléctrica, la extracción de arena, las rutas de transporte de carga, los casinos y
otros juegos de azar los taxis, la tala de bosques, entre otras Como no contamos
con leyes generales que ameriten la confianza de los inversores Internacionales,
nos hemos convertido en el país de las leyes especiales y de los contratos-ley,
aquellos de las explotaciones mineras el oleoducto de petróleo. Las plantaciones
de bananos y, en su momento, la refinería de petróleo
La realidad es que et reducido tamaño de la economía ha facilitado la proliferación
de oligopolios, entre los que se destacan la importación de alimentos dominada
por un número reducido de grandes importadores, la distribución de medicinas y la
producción de azúcar, harina de trigo, cemento y bebidas alcohólicas y no
alcohólicas. Sin embargo, el Estado panameño no tiene los mecanismos que
necesita una economía capitalista para regular monopolios, oligopolios y los
servicios públicos
En esta economía de amiguetes los precios de la comida y de las medicinas están
entre los más elevados del mundo, sin que las autoridades hayan iniciado una
investigación seria sobre las causas del “alto costo de la vida como se denomina,
con acierto, popularmente, Desde el caso de la colusión para fijar precios y cuotas
de mercado de la harina de trigo, a mediados de los noventa del siglo pasado, no
ha habido otros de importancia en los que se detecten prácticas monopolísticas
graves y se sancionen en proporción al daño cometido A partir de la substitución
de la ley que creó la CLICAC por la que instituyó la ACODECO, la comisión
tripartita de la primera de estas leyes se cambió por un administrador y el énfasis
de la nueva autoridad parece haberse concentrado en la veracidad de las
etiquetas de productos al consumidor. La calidad de artefactos y otros elementos
de similar naturaleza.
Otro tanto parece haber ocurrido con el control de los servicios públicos, que al
pasar de ser el Ente Regulador de los Servicios Públicos a la Autoridad
Reguladora de los Servicios Públicos, en el año 2006, también se eliminó la
comisión tripartita una especie de tribunal administrativo por la figura de un
administrador A menudo, los medios de comunicación nos traen noticias de las
fallas en el sistema de distribución de la energía eléctrica, que causan importantes
contratiempos a los hogares y a los negocios, sin que se sancionen tales
deficiencias de manera efectiva y oportuna. Estos casos terminan, gran cantidad
de veces, en los tribunales, en los que el proceso toma mucho tiempo y los fallos
resultan, en buena medida, con la anulación de las sanciones de la Autoridad.

Burocracia y tramitología
La burocracia y la tramitología que caracterizan a nuestro aparato gubernamental
obstaculizan el funcionamiento eficiente de la economía. La raíz de este problema
reside en el exceso de empleados en el sector público. En un estudio comparativo
reciente (OCDE, 2020), entre países de América Latina que se caracterizan por el
tamaño de su burocracia, Panamá registró, para el año 2018, que los empleados
del sector público eran el 21% del total de los empleados del país, el nivel más alto
de la región
Esa frondosidad burocrática requiere que se inventen trámites innecesarios para
justificar la presencia de tanto personal en los despachos públicos, aunque su
función sea apuntar el número de visitantes en un cuadremos escolar que luego
se desecha. El resultado es que el ciudadano o empresario que necesita obtener
un permiso, una licencia o lo que sea, debe dedicar tiempo y esfuerzos totalmente
desproporcionados en comparación con la importancia de la gestión que debe
realizar. Esto es así, típicamente, en lo que corresponde a la obtención de los
permisos de construcción, el pago de impuestos, hacer valer los contratos y varios
otros.
Exceptuando la obtención de una cédula de identidad personal o de un pasaporte,
casi cualquier otra gestión requiere un gasto innecesario de tiempo y esfuerzos
improductivos.
Panamá es un caso excepcional a nivel mundial en el caso de los trámites que hay
que realizar un para cumplir con el pago de la multiplicidad de impuestos, tasas,
cargos y otros que existen en nuestro medio. Todos los años, el Banco Mundial
realiza una investigación sobre la facilidad o dificultad de operar negocios en 190
países del mundo, en la que se incluye el pago de impuestos. En esta categoría,
Panamá es uno de los peores países a nivel mundial (posición 176 entre 190
países), por la cantidad de impuestos a pagar, de trámites que hay que hacer, asi
como del costo en tiempo y dinero para realizarlos. No obstante, hay muchos más
casos, que analiza el Banco Mundial, que entorpecen el funcionamiento de la
economía.
Carencia de políticas públicas

Otra característica del modelo panameño es la carencia de políticas sostenidas


en el Tiempo, con visión a largo plazo, sobre funciones esenciales que debe
desempeñar el Estado. De manera especial, este es el caso en la salud pública y
la educación, en las que, como hemos visto, nuestros indicadores muestran que
su cobertura y calidad es inferior a la de países de la región que tienen un nivel
similar de ingreso por persona. Lo típico en nuestro país es que cada
administración gubernamental, cuando inicia su gestión, desecha las políticas del
gobierno anterior y despide al personal que la ejecutaba para nombrar a sus
partidos. En la sección siguiente planteo una tesis sobre las causas esas formas
de proceder

Los datos, que he presentado anteriormente, sobre los resultados que han
obtenido nuestros alumnos en las pruebas internacionales de evaluación y las
posiciones que ocupan nuestras universidades en los rankings internacionales son
pruebas de la pobre calidad de nuestro sistema educativo, a pesar de que sus
corifeos se rasguen sus vestiduras ante la simple mención de estos hechos. Los
indicadores de salud, particularmente, la elevada incidencia de la pandemia del
Covid-19 en nuestra población, en la que los contagios por millón de habitantes
han estado entre los más altos del mundo, nos señalan la falta de políticas
coherentes en esta vital materia.

Una de las pocas y notables excepciones es la ACP, cuya administración tiene


planes, programas y proyectos diseñados para su innovación permanente. La
entidad cuenta con una visión a largo plazo sobre la evolución del comercio
mundial y sus efectos en la demanda por el uso del Canal, así como de la
necesidad de adecuar su capacidad a las exigencias de dicha demanda, más
recientemente sobre la provisión de agua. Sin embargo, ante el hecho de que la
reciente ampliación del Canal abre un abanico de oportunidades para la expansión
de las actividades portuarias y la creación de condiciones para el desarrollo de
otras actividades de valor agregado, agrupadas bajo el paraguas de la logística, el
Estado panameño ha dado una respuesta débil.
El oro de California fue el factor determinado para que se construyese el ferrocarril
y interoceánico, culminado en 1855 el cual fue otra fuente extraordinaria de
ingresos para el País durante su construcción y posterior explotación.
Le siguen a estos eventos el auge los trabajos para la construcción de un canal
interoceánico por una empresa francesa promovida y dirigida por el célebre
Ferdinand de Lesseps inicia sus labores en el año de 1880, pero tiene qué
cesaron operaciones en el año 1889.
Por un cándalo financiero como los franceses gastaron estás USD $235de la
época.
Los efectos de la construcción y funcionamiento del canal en el siglo
20
Luego de la separación de Panamá de Colombia se reiniciaron los trabajos de
construcción del canal por los Estados Unidos, en el año el 1904 que se culmina
en el año de 1914 a un costo de USD$375 millones que incluían los USD$
40millones pagados por la compra de las acciones de la compañía francesa. El
proyecto francés y la culminación exitosa de su construcción por los americanos
fueron eventos de ingresos extraordinarios de divisas provenientes del resto del
mundo que se inyectaron al país. En la década de 1960 1969, cuando el
crecimiento promedio real del PIB estuvo en el orden de 8% anual, se produce un
nuevo ciclo de bonanza impulsado por nuevas exportaciones de bienes (la captura
de camarones y el reinicio de las exportaciones de banano, una vez superada la
enfermedad de la siga Luca) y la guerra de Vietnam que significó un mayor
tránsito por el canal, más delante de mayor efecto en economía, fue el tratado
Torrijos Carter, ratificado en el año 1979.
Por virtud de este tratado se eliminó a la zona del Canal de Panamá, sobre la que
Estados Unidos ejerció jurisdicción desde 1904, se devolvieron al control
panameño muchas tierras e instalaciones, cuyo valor se estimó coma a principios
de la década de 1990, ese en 6000 millones lo que equivale a un tercio a 1/3 del
PIB del año de 1995.
Administración panameña del canal
Su importancia se fundamenta no solo por el valor el libro de todos los archivos
implicados en el proceso, estimado en USD$2500 millones y que se añadieron al
acervo de capital del país (el valor de los activos al cierre del año fiscal 2020 fue
de USD$14millones) coma los ingresos que ha generado la gestión de la autoridad
del Canal de Panamá sobre el ambiente no Séneca ha representados$
18700millones para el tesoro nacional en el periodo 2000 y 2020.
Iniciativas panameñas para la exportación de servicios
Hemos así que muy temprano, desde la Constitución de la República coma se
adoptó el dólar de los Estados Unidos de América como moneda de curso legal
coma que consagró la estabilidad cambiaria de la moneda nacional coma en un
contexto de baja inflación y de posibilidad para el intercambio comercial
internacional por tener la principal moneda de reserva del mundo. También, al
inicio de la República (Gráfica 6), se crea el registro de la propiedad y el
abanderamiento de nada en el pabellón panameño. Poco después coma le siguen
las leyes que crean un régimen moderno de sociedades anónimas coma y tuya no
suda libre de Colón, adoptan un código fiscal qué hizo explícita la territorialidad
del sistema tributario y establecen varias instituciones más para la exportación de
servicios entre las cuales están las zonas libres de petróleo coma y las
fundaciones de interés privado coma el área económica especial Panamá Pacífico
coma en la antigua base aérea de Howard la ley de sedes de empresas
multinacionales (SEM) y la de empresas multinacionales vinculadas a la industria
manufacturera (EMMA) .
La iniciativa privada en la desidia colaboración de las actividades
gubernamentales hay que sumar otros eventos de importancia como el
establecimiento del hub aéreo en el aeropuerto de tocumen, así como la
privatización de los puertos y la generación y distribución de energía eléctrica
punto todo lo que complementa las instituciones creadas para constituir un
conglomerado inédito de exportación de servicios.
Las fuerzas que impulsan el modelo
A mi juicio como la respuesta es que el modelo que tenemos es resultado de una
tradición arraigada coma desde los cuatro siglos previos a la República coma de
prestación de servicio al resto del mundo y la creación de la zona del canal por el
Gobierno de los Estados Unidos. Esta fue el resultado de la interpretación que los
norteamericanos hicieron darle al coma de por sí coma nefasto tratado Hay-Bunau
Varilla, con la creación de la zona del canal coma que excluya toda posibilidad de
aprovechamiento por el acceso a la vivienda asiática de parte de los panameños e
impedía lo que ha empezado a ocurrir a raíz de la entrada en vigor de los tratados
Torrijos Carter como en especial, con el traspaso del canal a Panamá.
Tienen un elemento de razón, los críticos antitransitistas, por lo menos a mi juicio,
ya que, sin duda, una buena parte de las causas de la mala distribución de los
ingresos y la riqueza, en nuestro medio, está dada por las marcadas diferencias
en productividad y en los salarios que pagan los sectores vinculados a la
economía de tránsito, que he denominado «modernos», en comparación con los
otros sectores de producción, los «tradicionales». Por el contrario, el desafío
estratégico del país es el de elevar la productividad del resto de la economía, la no
transitista, minimizando las diferencias entre sectores y los salarios que estos
pagan. Y, fuera de la economía transitista, está el desarrollo del turismo, que tiene
la posibilidad de aumentar significativamente su volumen de operaciones.
Los auges de flujo de divisas por decisiones externas al país y la creación de
instituciones para la exportación de servicios son parte importante de la
explicación de cómo se ha venido creando el modelo económico panameño.
Una de esas explicaciones está en el hecho de que los gobiernos panameños, a
través de nuestra historia republicana, no han formulado políticas públicas de largo
alcance para enfrentar las serias consecuencias sociales del modelo. En primer
término, porque la obtención de divisas ha sido comparativamente fácil y hemos
desarrollado una especie de «pensamiento mágico que consiste en creer que las»
lluvias de divisas ofrecerán soluciones provenientes del exterior. En un ambiente
en que las divisas nos llegan fácilmente, los gobiernos han mantenido aranceles
de importación bajos durante la mayor parte de nuestra historia, excepto en el
periodo del gobierno militar, en los años 1968-1989, cuando no sólo se elevaron,
sino que se crearon barreras no arancelarias importantes. Con el advenimiento de
los gobiernos elegidos popularmente, se realizó una reforma arancelaria en los
años 1997 y 1998, que redujo su incidencia del 38% a 7% del valor de la
importación. La presión tributaria baja ha sido una constante en todos los
gobiernos al punto que, en años recientes, ha sido del 9% del PIB , uno de los
indicadores más bajos de América Latina, si no el más bajo. Parece existir un
pacto implícito, pero efectivo, entre la sociedad civil y los gobiernos, en el que este
último mantiene una política de bajos impuestos y la primera no le exige rendición
de cuentas a las autoridades sobre la administración eficiente y transparente de
los fondos públicos. Finalmente, está la corrupción que ha prevalecido, en distintos
grados, a través de nuestra historia, tanto en la administración pública, como en
las actividades privadas, que se ha exacerbado durante la última década. Panamá
ha descansado en la explotación de actividades relacionadas con su posición
geográfica, con un papel secundario para la producción agrícola e industrial. De
allí las diferencias en productividad y salarios entre el sector moderno y el
tradicional, así como entre las diversas regiones del país.

PLAN DE ACCIÓN
Esto crea la sospecha de que se pretende un cambio radical para transformar la
naturaleza del país, su economía, su manera de ser, por un país como los del
socialismo del siglo XXI, que siguen varios países de nuestra región.
Debemos aspirar a un Panamá en el que el desempeño económico y la acción del
Estado generen una buena distribución del ingreso y en el que su población goce
de excelentes indicadores sociales, como es el caso en varias de las economías
capitalistas, pequeñas y avanzadas, que ostentan esas condiciones. Los países
que he seleccionado para la muestra tienen una población similar a la de Panamá
y son economías pequeñas que, en los años 60 del siglo pasado, se consideraban
pobres, con un ingreso por habitante similar al de Panamá. La mortalidad infantil
en esos países es notablemente inferior a la nuestra y sus índices de
transparencia o ausencia de corrupción son considerablemente mejores, frente a
una posición panameña entre las más bajas del mundo. Un factor común entre los
países de referencia es su buen resultado en las pruebas educativas
internacionales PISA, en la que nuestro país ocupó la posición 74 entre 77
participantes.
Este texto habla sobre la importancia de establecer metas de crecimiento para
transformar la economía de Panamá. Propone que, para lograr un nivel elevado de
bienestar económico, se debe mantener un ritmo de crecimiento del PIB en línea
con el potencial de la economía. Se menciona la meta de doblar el PIB per cápita
en una generación y la necesidad de recursos fiscales para financiar una
ampliación de la cobertura social.

Además, sugiere una estrategia que incluye la promoción de sectores competitivos


para generar empleo, reformas estructurales para mejorar la calidad del capital
humano, modernización del sector gubernamental y una reforma del Estado. Se
enfoca en el desarrollo de sectores como la agricultura, ganadería, logística,
manufactura y turismo.

En particular, se destaca la importancia de revitalizar el sector agropecuario y se


proponen medidas como la creación de un instituto de investigación, acceso a
crédito oportuno, infraestructura adecuada y un programa gradual de protección
arancelaria y precios de sostén.
Panamá ya ha registrado cierto grado de avance en el establecimiento de
actividades de logística, al aprovechar su posición geográfica, las riberas del
Canal, la infraestructura portuaria y aeroportuaria, además de la interconectividad
en comunicaciones, no obstante, tiene un amplio ámbito de oportunidades todavía
por desarrollar. Sin embargo, la gestión de estas actividades está distribuida entre
varias entidades públicas, como son el Ministerio de la Presidencia, el Ministerio
de Comercio e Industrias, la Autoridad del Canal de Panamá, la Autoridad
Marítima de Panamá, más zonas libres y especiales, una con facultades y
responsabilidades que cubren distintos aspectos de la industria logística.
Antes de que empezara a desacelerarse el turismo en Panamá, en el año 2018,
generaba más de 2 millones de visitantes anuales, cuyo gasto en el país
alcanzaba B/. 4,600 millones. La tarea por enfrentar en crear las condiciones para
recuperar, lo más rápido posible, el nivel previamente alcanzado y, luego, en un
plazo mayor, alcanzar una meta del doble del máximo histórico. Esto es muy
importante porque el turismo es un gran generador de empleo, a todos los niveles
de calificación de la mano de obra, y tiene presencia en todo el país, con lo que
sus efectos se distribuyen en toda la geografía nacional. Aunque la respuesta no
seria a corto plazo, por los efectos de la pandemia en los países generadores de
visitantes, es oportuno elaborar con anticipación un plan que contemple:
Vuelos de bajos costos que permiten competir con otros destinos.
Propaganda internacional concebida bajo los mejores estándares
profesionales, que ponga a Panamá en la menta de potenciales viajeros.
Apoyo del sector publico para el desarrollo, por los operadores turísticos, de
paquetes de giras y la adecuación de sitios de intereses, entre otros
elementos.
Racionalizar el transporte taxi para que el turista pueda transitar en un
vehículo seguro, limpio y climatizado, que lo conduzca hacia donde
necesite ir y no hacia donde quiera llevarlo el taxista; todo esto a un costo
racionable y transparente.
Limpiar y mantener la carretera, caminos, ciudades, pueblos y sitios de
interés turístico.
Educar a la población sobre la importancia del turismo y el efecto sobre su
propia economía.
Reformas estructurales
Los costos que establece el Código del Trabajo panameño para despedir a un
empleado son tan evaluados que, en efecto, se contribuyen en barreras al empleo.
Los empleadores calculan con mucho cuidado estos costos antes de contratar un
nuevo empleado: el costo de salida se constituye en un obstáculo de entrada al
empleo.
Esta combinación de costos elevados y rigidez reglamentaria hace que la
legislación laboral panameña sea una de las más inflexibles del continente, lo que
se traduce en las grandes dificultades que tienen los jóvenes para encontrar
empleo y en que, alrededor de la mitad de las personas ocupadas en nuestra
economía, sean informales.
Para llegar a una situación de pleno empleo y facilitar el aumento general en
productividad, que reduzca las disparidades que existen en los noveles de
remuneración entre distintas actividades productivas, se hace necesaria una
profunda reforma del régimen laboral del país.
La política del estado frente a esta situación ha sido la de imponer limitaciones a la
contratación de extranjeros, principalmente con el establecimiento del requisito de
tener nacionalidad panameña para poder ejercer un sinnúmero de profesiones.
Esta política debe incluir los siguientes elementos:
Facilitar la entrada y permanencia legal en el país de personal calificadoen
todos los niveles para funciones especializadas, con énfasis en la
enseñanza de matemáticas, ciencias, idiomas extranjeros y en la formación
de técnicos y trabajadores especializados.
Eliminar el requisito de ser nacional para todas las profesiones y oficios,
sujeto a que demuestren su idoneidad profesional conforme a las normas
profesionales que existen en el país.
Permitir el trabajo de los cónyuges de los empleados por empresas SEM,
EMMA y otras similares, así como de los principales cónyuges, una vez
termine la relación de trabajo con la empresa que originalmente los
contrató.
Reforma gubernamental
La frondosidad burocrática del poder ejecutivo panameño es su característica más
notoria, con el porcentaje más alto en América Latina de empleados públicos
sobre el total de personas empleadas en el país. El resultado de esta inflación
burocrática ha sido encarecer el costo del aparato gubernamental y entorpecer su
funcionamiento.
Con ello, los recursos que podrían haberse asignado a programas de beneficio
general de los ciudadanos se malgastan en personal improductivo.
La reducción de la planilla estatal no puede realizarse en el corto plazo y menos
en la actual coyuntura de la pandemia ya que podría causar un trauma social de
gran importancia.
Este tema se enfoca en la importancia de abordar la cuestión de reemplazar a los
empleados que se jubilen o se retiren en el sector público, con un enfoque
específico en áreas críticas como educación, salud y seguridad en Panamá. La
premisa subyacente es que este reemplazo debe llevarse a cabo de manera
eficiente y planificada para garantizar que se mantengan niveles adecuados de
personal en estas áreas, lo que es esencial para asegurar la continuidad de los
servicios públicos esenciales.
Una parte esencial de esta discusión se centra en la necesidad de una reforma
gubernamental integral, que se divide en dos aspectos clave: el servicio civil y la
reforma fiscal. Para respaldar esta perspectiva, se menciona un informe de las
Naciones Unidas que arroja luz sobre la falta de profesionalismo entre los
funcionarios del sector público en Panamá, lo que los coloca en una posición
desfavorable en comparación con sus contrapartes en otros países del hemisferio
occidental. Se destaca el problema del clientelismo, donde los miembros del
partido en el poder son colocados en cargos gubernamentales
independientemente de su cualificación, lo que afecta negativamente la calidad de
los funcionarios públicos, la formulación de políticas públicas efectivas y la
transparencia gubernamental. También se menciona la burocracia excesiva y
complicada como un obstáculo para la eficiencia gubernamental.
Para lograr un servicio civil eficiente y transparente, se proponen varios elementos
clave. En primer lugar, se aboga por la adopción de legislación que defina criterios
claros para la selección de funcionarios y garantice un servicio civil
verdaderamente permanente. Esta legislación debería requerir un voto favorable
de dos tercios de los diputados de la Asamblea Nacional para realizar
modificaciones, evitando así que una administración entrante pueda cambiar la
estabilidad de los funcionarios permanentes a su antojo. Además, se sugiere la
implementación de un sistema de clasificación de puestos que defina claramente
las funciones, atributos y remuneración de cada posición, junto con un método
racional y moderno para ajustar periódicamente los niveles salariales. Para
mejorar la calidad de los funcionarios públicos, se propone la creación de una
escuela superior especializada en formar administradores de excelencia con un
profundo conocimiento de sus funciones y deberes.
Una de las propuestas más interesantes es la idea de atraer una escuela de
excelencia en educación superior de América Latina, especializada en
administración pública y empresarial, para que se establezca en Panamá. Esto
contribuiría significativamente a la formación de recursos humanos altamente
calificados, no solo para el sector público sino también para el privado.
El texto también enfatiza la importancia del Presupuesto General del Estado como
un instrumento fundamental para la ejecución de los planes, proyectos y políticas
del gobierno. Se argumenta que este presupuesto debe basarse en programas o
actividades en todas las entidades gubernamentales y debe ser parte de una
visión presupuestaria a cinco años, que se actualiza anualmente. Se destaca la
necesidad de planificar a mediano y largo plazo, particularmente en áreas como
educación y salud, para determinar los recursos necesarios para su
funcionamiento.
En términos de ingresos, se plantea la insuficiencia de recursos para atender
adecuadamente los servicios sociales, lo que hace necesaria una reforma
tributaria. Sin embargo, se enfatiza que la reforma no debe centrarse en aumentar
los ingresos tributarios por aumentar, sino en definir objetivos claros y priorizar los
servicios públicos esenciales. Se aboga por un sistema tributario equitativo, eficaz
y sencillo, y se menciona la complejidad del sistema tributario actual como un
obstáculo importante para los contribuyentes en términos de tiempo y complejidad
de los trámites, así como en términos de costos.
El texto también aborda el problema de las reservas agotadas del programa de
pensiones de la Caja del Seguro Social (CSS) y sus implicaciones fiscales. Se
señala que esto podría ejercer una fuerte presión sobre las finanzas públicas y
afectar la calificación crediticia del país. Para financiar el déficit actuarial de la
CSS, se plantean dos opciones principales: reducir los gastos del gobierno, lo que
disminuiría la calidad de los servicios públicos, o aumentar los impuestos. En
cualquier caso, esto podría poner en peligro la calificación crediticia de la
República, lo que limitaría el acceso al financiamiento y aumentaría los costos del
crédito para el sector público y privado, lo que sería una barrera para superar la
recesión causada por la pandemia del Covid-19.
Por último, se argumenta que, para llevar a cabo las transformaciones propuestas,
se requieren dos nuevas entidades especializadas en el sector público. En primer
lugar, se plantea la necesidad de poner en marcha el Consejo Fiscal, creado por la
Ley 68 de 2018 pero que todavía no se ha implementado. Este consejo sería
fundamental para evaluar los resultados de los presupuestos una vez ejecutados y
proporcionaría una mayor transparencia en la gestión fiscal. En segundo lugar, se
sugiere la creación de una entidad planificadora con la capacidad técnica y las
facultades legales necesarias para formular políticas públicas y presupuestos de
inversión a largo plazo. Esta entidad sería responsable de estudiar los problemas
y necesidades del país, formular un plan coherente de acción del Estado y evaluar
la rentabilidad social de los proyectos de inversión pública.
La unidad de planificación estaría compuesta por un equipo multidisciplinario de
expertos y tendría un enfoque de largo plazo en la planificación de políticas
públicas y proyectos de inversión. Su ubicación óptima se sugiere como una
secretaría o dirección general en la Presidencia de la República para garantizar
una influencia directa en las decisiones gubernamentales.
Para concluir el tema aborda una serie de reformas necesarias en áreas clave del
gobierno y del sector público en Panamá. Estas reformas se centran en el servicio
civil, el presupuesto, la reforma fiscal, la administración de la seguridad social y
cambios necesarios en los poderes legislativo, judicial y ejecutivo. El objetivo es
mejorar la eficiencia, la transparencia y la rendición de cuentas en el gobierno y
garantizar la continuidad de los servicios públicos esenciales.

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