Talking About Us

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TALKING ABOUT US

Para quienes lo intentan día a día a pesar que la vida no siempre es fácil, pera los que
siguen y para los que se rindieron; y para ustedes que un día decidieron darle una
oportunidad a esta pequeña historia de Wattpad

Con todo el amor del mundo, val


“yo creo que, en este mundo, decidimos como contar las historias tristes, por un lado,
podemos endulzarlas, como hacen en las películas y en las novelas románticas, donde
hermosas personas aprenden hermosas lecciones y donde no hay problema que no
pueda solucionarse con una disculpa y una canción. Esa versión me gusta como a
cualquiera, créanme, pero no es la verdad.
Esta es la verdad, lo siento”
-Bajo la misma estrellas
TALKING ABOUT US

El despertador sonó, con un ruido fuerte y molesto, sacándome bruscamente de mi


profundo sueño, extendí mi mano para poder apagar ese maldito ruido que emitía el
aparato. Froté mis ojos con mis manos para poder acostumbrarme a la luz que entraba
por la gran ventana de ese lujoso hotel en el cual decidí hospedarme. Me senté para
seguir frotando mis ojos, el sol se metía bruscamente por el ventanal nublando mi
visión completamente.
Después de unos segundos refregando mi vista pude por fin tener noción de lo que me
rodea, estiré mis brazos para poder despertarme mejor mientras emitía un gran bostezo
por mi boca. El gran paisaje inundo mi mirada, por el ventanal se podían ver las aguas
cristalinas del océano atlántico, tan puras que su color no se podía diferenciar con el del
cielo, la vista que tenía desde mi habitación en el Atlantis Bahamas era un sueño.
Una pequeña brisa corrió por la habitación llevando con ella las cortinas blancas y
haciendo que entren fuertes ganas de acercarme a la ventana para poder apreciar la
maravilla completamente. Corrí la leve tela que cubría mi cuerpo, la note pesada así
que mire a mi costado, estaba mi computadora con algunos lápices y hojas. Me dispuse
a juntarlo ya que no quería arruinar todo el trabajo que anoche me había dejado
exhausto y seguramente me había quedado dormido por eso.
Dejé todo lo que había recogido sobre la mesa de noche y me dirigí a la ventana en
ropa interior, como me había dormido la noche anterior. Los rayos de sol se posaron en
mi piel color miel y desnuda, apoye mis manos en el barandal del balcón. El paisaje
que se apreciaba era de otro mundo, el agua de un color celeste puro bañaba las costas
de una playa de arenas de un dorado suave, había niños y familias siendo tan perfectos
y llenos de amor, di un suspiro con el deseo en la cabeza de poder despertar así todas
las mañanas de mi vida.
Recordé porque estaba en ese hermoso lugar y volví a observar cada pequeño detalle de
la vista. Entre a mí la habitación nuevamente para cambiarme, agarré mi valija negra y
la acosté sobre la cama y comencé a sacar el equipaje hasta encontrar lo que buscaba.
Esa mañana iba a hacer una de las pocas cosas que más me gustaban en la vida, los
deportes extremos. Así que tome mi malla de buceo junto con una bermuda color café
claro y una camisa blanca. La maya era completamente negra, muy parecido al traje de
los surfistas, esta me llegaba hasta la mitad del muslo y estaba tan apretada que se
amoldaba perfectamente a mis curvas, las cuales amaba.
Para ponerme la bermuda y la camisa me dirigí al espejo, para poder así ver mi reflejo.
Mi pelo estaba despeinado, pero ese era su estado usual, siempre pensé que me daba un
aspecto algo sexy así que no me importo. Acomode un poco la camisa, me hubiera
gustado llevarla desprendida para mostrar mi abdomen que me pasaba horas trabajando
en el gimnasio.
Mi físico me gustaba, trabajaba mucho en él y me consideraba una persona atractiva,
siempre en el ámbito sexual me había ido muy bien, toda mi vida la había disfrutado
tanto con mujeres como con hombres, los cuales me atraían más. Siempre fui de esas
personas a las cuales se les podría decir narcisistas silenciosos, lo sentía, pero no lo
demostraba, no con palabras al menos. Pero había una cosa, una sola que odiaba con mi
alma: mis ojos
Mientras me apreciaba en el espejo me detuve a mirarlos, eran de un color azul muy
hermoso, que siendo honesto enamorarían a cualquiera, pero eran tristes, no tenían
brillo, no tenían vida. Y ellos eran los que delataban mi dolor, solo que las personas no
se detenían a analizarlos
Yo en mis tramas me describirá como el típico personaje depresivo que se escondía tras
una máscara de vida perfecta, pero cuando la corrías te encontrabas con el pozo más
vacío, más grande y oscuro que hayas conocido.
Sacudí mi cabeza tratando de apartar todos esos pensamientos de mi mente y me aleje
del espejo en búsqueda de mi equipo de buceo, tome mi celular y una caja de
cigarrillos, calce mis pies con ojotas y salí de la habitación. Baje en asesor ya que el
último piso era demasiado alto como para hacerlo en escaleras, además de que mi
equipo no era nada liviano. Tome un taxi que me dejaría en la costa, para poder así
emprender mi aventura.
Esa mañana yo salí de ese hotel con las mismas nulas esperanzas en la vida que tenía
siempre, pero quién diría que ese sería el inicio de mi todo, de mi razón, de mi
verdadera vida. Quien diría que ese sería el inicio de mi historia.

⋆⋆☾⋆⋆

Llegue a la playa, el taxi me había dejado a un par de metros donde me encontraría con
el grupo organizador y un par de personas más, así que me tocaba caminar. Saque mi
calzado, haciendo que mi pie quede completamente desnudo para poder tocar la arena,
estaba exquisitamente caliente, así que me decidí caminar por ahí en vez de ir por la
vereda porque, aunque estaba vacío sabia disfrutar de los pequeños placeres de la vida.
Llegue rápido, por un lado, lo agradecía porque mi espalda ya dolía un poco por el
peso. Deje mi bolso en el piso y apenas logre enderezarme, unos brazos rodearon mi
cuello y un cuerpo choco con el mío, formando un abrazo muy emotivo y dramático.
Liam, lo más cercano que tenía a un mejor amigo, la única persona que no entro a mi
vida gracias a mi dinero o fama, la única persona fuera de mi lazo familiar que me
quiso como persona y no como escritor, y el maldito culpable a que sea un adicto al
peligro. Él era muy amoroso y eufórico, tenía un humor que lo caracterizaba mucho,
capaz de sacarte de la depresión más grande de tu vida.
–ya sé que me tenes ganas, pero ya es suficiente amor- dije después de corresponderle
el abrazo, mientras reía
–es que mira esa cola- sin soltarme bajo una de sus manos y apretó uno de los cachetes
de mis muslos, gemí en respuesta siguiéndole el juego, lo que hizo que me suelte y
ambos largamos una carcajada –te extrañe y extrañe tus gemidos de gatita fina- apoyo
su mano en mi hombro y rodé mis ojos por su comentario
–oh vamos Liam- me queje produciendo que él riera –yo también te extrañe, hormonal-
Si había algo que caracterizara a Liam, además de su humor, era el aprecio que tenía
por el pequeño orificio que se ubicaba en la espalda baja de los hombres, en pocas
palabras era un cerdo adicto a sexo y demasiado caliente, Liam era la persona más fácil
de poner.
–viste lo caliente que esta el capitán? - ese era Liam Payne en su máxima expresión
–ya era muy raro de voz que controles tu pene por unos segundos- me burle de él y eso
hizo que me gane un codazo en mi brazo, el cual dolió un poco.

Estuvimos hablando un rato, ya que el barco que no llevaría hasta la zona donde
bucearíamos salía en un rato y aún faltaban personas. Era la primera vez que
llevábamos tanto tiempo separados, en un tiempo más se habría cumplido un año. La
razón era que él vivía en los ángeles y yo en Londres, pero me trasladaba de un lado a
otro según donde me llamara mi trabajo. Ese año había sido complicado, el había caído
en un alcoholismo por culpa de una ruptura amorosa y fue a rehabilitación, y yo, yo
había terminado el último libro de una de mis sagas más exitosas por lo que lo único
que había echo era estar frente de la computadora tecleando palabras.
Ninguno de los dos tuvo tiempo para la adrenalina y la aventura y por eso no tuvimos
un reencuentro cercano, pero ahí estábamos, riendo sobre nuestras patéticas vidas una
vez más. Me conto todo sobre lo de James, su ex pareja.
Era una persona ambiciosa y trabajadora, amaba con locura y era bueno, pero también
era egoísta. Era diseñador gráfico y le había salido una propuesta de trabajo en corea y
obviamente la acepto, pero Liam se negó a ir con él ya que todo lo suyo estaba acá, en
américa. No lo culpaba porque yo hubiera hecho lo mismo que james y lo mismo que
Liam, pero eso no cambiaba el hecho de que me dolía ver a Liam mal.
Él no se abría a las personas tan fácilmente, prácticamente no lo hacía con nadie, no
amaba, no demostraba cariño, era una persona muy superficial, no se gastaba en
conocer a las personas a profundidad ni tampoco dejaba que lo conozcan, el querer a
alguien y ser con alguien le costaba, tanto como a mí. Pero a él le había dado una
oportunidad y también se la había dado a sí mismo, pero no había salido bien.
Por como hablaba ese día parecía haberlo superado, borrado de su memoria como si
nunca había pasado todo y como si la persona que le había roto el corazón no existiría,
pero yo sabía que en él en el fondo seguía dolido, pero sabía controlar el dolor, aunque
jamás iba a volver a ser el mismo y talvez jamás se daría la oportunidad de volver a
quereres de esa manera a alguien.
Todas las personas hacían lo mismo, mostraban una cara construida y falsa para que
parezca perfecta para la sociedad. Todos éramos una armadura formados por mentiras
para no mostrar el interior y no salir lastimados.
Nuestra charla fue interrumpida por unos gritos alegres de un grupo de personas a
pocos metros de nosotros, anunciando nuestra partida a las profundidades del atlántico.
Éramos los de siempre más un par de personas que eran nuevas, aproximadamente
formábamos un grupo de 20 personas, 15 o 16 viejas y las demás se unían al grupo.
Si alguien me preguntaba el nombre de las personas que estaban ahí, no sabía decirle
ninguno más que el de Liam, yo no le prestaba atención a las personas y aunque me
llevaba lo suficiente bien como para bromear y pasar unas buenas horas, no me
interesaba en lo más mínimo su vida.
Agarramos todas nuestras cosas y junto a Liam caminamos hasta la punta de muelle
para zarpar, tomamos los salva vidas, los cuales era obligatorios para transportarnos y
antes de subir compramos nuestros tubos de oxígeno. No estábamos en un club o en
algún tipo de organización, éramos como un grupo de personas experimentadas y cada
uno se cubría por su cuenta.

⋆⋆☾⋆⋆
Iba en la punta del barco, fumando un cigarrillo, disfrutando como el humo inundaba
mis pulmones mientras contemplaba la vista de aguas azules. Estaba tranquilo,
ignorando las carcajadas y los ruidos, metido en mi propio mundo, cuando alguien se
apoyó en la misma posición al lado mío y rogué que no hablara, que si tenía los huevos
para interrumpir mi momento al menos no traté de establecer una charla.
–hermosa vista no? - su vos era bastante grave
Sentía la mirada del sujeto sobre mi costado de la cara y maldije porque le tenía que
contestar y fingir que tenía ganas de cruzar patéticas palabras con un completo
desconocido. Saque el cigarrillo de mi boca, el cual ya se había consumido
completamente, lo tire al piso y con mi pie lo aplaste para que se apague
completamente y me digne a mirar a la persona que tenía al lado.
Era un hombre de unos 2 o 3 años menor que yo, capaz que tenía unos 19 o 20 años,
llevaba una camiseta estilo hawaiana desabrochada, que dejaba ver su cuerpo tallado y
trabajado, y una bermuda negra. Su cuerpo estaba lleno de tatuajes, así como el mío,
era unos pocos centímetros más alto que yo, su cabello se notaba bien cuidado, era de
color chocolate y tenía perfectos rulos formados. Me miraba con una sonrisa
encantadora y con una seguridad que pocos tenían, pero lo que más me llamo la
atención fueron sus ojos color esmeraldas, con un brillo muy particular capaz de
cautivar a cualquier persona de este mundo.
Tenía que admitir que el tipo era atractivo, incluso era más que eso, era perfecto con
facciones talladas por los mismos dioses. Ignore todos los pensamientos que vinieron a
mi mente y gire la cabeza para volver a mirar el horizonte.
–la naturaleza es fascinante, aunque si hablamos de vista hermosa prefiero las
montañas y la nieve- recuerdo el tono frio que use, no estaba enojado, pero si me
molestaba que las personas interrumpan mis momentos de paz.
–eres inteligente- lo mire con mi ceño fruncido y se percató que no había entendido su
comentario –digo muy pocas personas saben encontrar belleza en lo frio y en lo difícil,
pocas personas se toman el trabajo de descubrir la belleza en lo blanco, frio y alto de
una montaña- sí, el rizado tenía razón y era un chico inteligente
–la belleza está en todos lados- dije encogiéndome de hombros y saqué un cigarrillo de
la caja, lo puse en mi boca y lo encendí –quieres? - dije después de darle una calada a
este extendiéndoselo, el rizado acepto.
–sí, la belleza se encuentra en todos lados- dijo con una sonrisa coqueta y un tono un
poco más seductor del que usaba usualmente y recorrió todo mi cuerpo con deseo en
sus ojos, fumo del cigarrillo y largo el humo de su boca de una forma muy sexy.
Sabía perfectamente a lo que se refería, así que reí sutilmente mientras negaba con la
cabeza y agarraba nuevamente el cigarrillo que me ofrecía el chico, ambos volvimos a
mirar el paisaje. Después de unos segundos decidí romper el silencio.
–soy Louis- dije sin mirarlo, en cambio sí sentí su mirada en mi perfil y por el borde de
mi ojo vi como sonrió
–un gusto Louis, soy Harry-
Nos quedamos ahí compartiendo un cigarrillo entre muy pocas palabras, hasta que
llegamos al nuestro destino.
Él se alejó para vestirse ya que no tenía puesto su traje, pero antes se despidió con un
“espero verte otro día Louis” mientras me comía con la mirada, después de eso trate de
buscar a Liam pero no lo encontré así que deduje que se estaría revolcando con el
capitán, porque si ese castaño quería algo lo conseguía. Me dispuse a prepararme para
tirarme al agua.
Un rato más tarde llego Liam con una sonrisa de victoria en su rostro, ya tenía su traje
puesto y las patas de rana. Por la ubicación de la que venía estaba más que seguro de
que venía de la sala del capitán y sus ojos de felicidad me lo confirmaban así que negué
mordiéndome el labio para evitar una sonrisa.
–adivina quien ya tiene planes para esta noche- lo dijo con un aire de superioridad
–nosotros, porque vamos a salir de fiesta- trate de sonar serio y decidido solamente
para ver su reacción, la cual fue muy graciosa
–emm louis yo…- estaba incomodo, como si tendría que ir conmigo por compromiso y
fue en ese entonces cuando largue mi carcajada –idiota- susurro y me dio un codazo en
el estómago, me deje de reír
–tranquilo, puedo salir solo y a vos te va a ayudar a calmar un poco tus hormonas-
volví a reír, esta vez junto con él.
Me encontraba sentado porque me estaba poniendo las patas de rana, cuando termine
me levante y camine hacia las mochilas que tenían los tubos de oxígenos
–y si con esa cola como no vas a enamorar a rulitos- Liam dijo en mi oído lo cual me
sorprendió mucho. Me aleje un poco de el para verlo a los ojos.
–que decís?- dije mientras me colocaba la mochila
–que pones duro al guapo que vez ahí- hizo un movimiento con la cabeza señalando a
Harry –y él te pone a vos
–ay Liam, solo hablamos y fumamos
–y desde cuando Louis Tomlinson comparte sus cigarrillos? - sonrió victorioso, le
había dado justo en el clavo
Él tenía razón yo no compartía mis cigarrillos con nadie, me parecía asqueroso el hecho
de que alguien chupe de donde yo lo hacía, pero ese ojiverde tenía algo, capaz fue sus
ojos llenos de alegría o su anatomía perfecta, pero algo dentro de mí me dijo que pasar
ese tiempo con él iba a ser bueno.
–como sea, deja de decir estupideces- Liam ya estaba listo para saltar así que le hice el
favor de tirarlo al agua de una forma poco sutil para después saltar yo.
Buceamos un gran tiempo, el océano es algo hermoso, trasmite una paz que pocos
lugares te pueden dar. Estuvimos ahí abajo aproximadamente una hora y media y fue
una de mis experiencias más hermosas y algo que probablemente marco mi vida, me di
cuenta que las profundidades más oscuras ocultan algo hermoso. Yo buceaba junto a
Liam y barias veces nos cruzamos con el grupo de Harry, eran aproximadamente 5
personas. El rizado siempre trato de llamar mi atención cuando nos encontramos, pero
trate de ignorarlo para evitarme los comentarios que iba a hacer Liam cuando salgamos
del agua.
Después de eso nos fuimos a la parte de tiburones, para esto viajamos
aproximadamente una hora más y lo único que escuche de la boca de Liam fue “hasta a
bajo del agua se le notan las ganas que tiene de que lo folles”.
Llegamos al lugar y era como esos que aparecen en las películas donde todo sale
espantosamente mal y todos terminan siendo comida de esos animales tan majestuosos
pero peligrosos. Había una isla artificial llena de arneses con jaulas, donde vos te
metías dentro y te bajaban a una profundidad considerable para ver a estas criaturas a
centímetros tuyo.
No voy a negar que estaba nervioso, pero eso era lo que me gustaba, sentir el miedo,
los nervios, la adrenalina de saber que si hay un solo error en lo que hagas, tu vida
podía acabar y morir. Me gustaba sentir.
Nos bajamos del barco, nos explicaron los procedimientos y las precauciones, y nos
dieron la magnífica noticia de que entraríamos de a dos a la jaula. Que se note el
sarcasmo, porque mi gran amigo Liam se dejó guiar por su maldito pene y entro junto
con el capitán a una de las jaulas.
La cosa era así, todos entrabamos de a dos a las cajas metálicas y nos encerraban de
una forma muy segura para que los tiburones no nos lastimen, tenían agujeros por todos
lados lo que te permitía ver perfectamente del interior al exterior, después de eso las
bajaban a todas juntas quedando en las profundidades.
Le di una mirada de desaprobación a Liam, se suponía que la venia conmigo, pero
tampoco iba a ser lo suficiente idiota para arruinarle el momento con su nueva
conquista, el como respuesta me dio una sonrisa inocente dando a entender que “el no
había echo nada” igual a la que hacen los nenes cuando rompen algo y tratan de
defenderse para que no los reten. Segundos después su gesto se convirtió en uno
divertido y todo cobro sentido cuando me di vuelta y vi que ya todos estaban en sus
respectivos lugares para que empiece el show y el guía venia hacia mi nada más y nada
menos que con un rizado de ojos verdes.
Verdaderamente no le di mucha importancia, ya que si pasaba algo más con ese
hermoso chico iba a ser algo de una noche y ya, como con todos, pero Liam parecía
muy entusiasmado con la idea de que comparta un espacio cerrado de
aproximadamente dos metros cuadrados con un chico que, según él, quería que le dé en
todas las posiciones.
–recuerden que son animales que están acostumbrados a esto, pero a veces se pueden
poner agresivos, para eso están las jaulas que son irrompibles y los tiburones no entran
por los agujeros así que despreocúpense y disfruten de la adrenalina- dijo esto una vez
que nos terminamos de preparar, ponernos los tubos de oxígeno y ya estábamos
seguros dentro de la jaula. Cuando termino de hablar tomo una palanca y la bajo,
haciendo que todas las pequeñas celdas en las que estábamos todos metidos
comenzaras a descender, hundiéndose en las profundidades.
Mi cuerpo estaba completamente mojado, ya estábamos a varios metros bajo agua, me
atrevería a decir que estábamos cerca de los 100 metros de profundidad, por lo que el
ambiente estaba bastante oscuro.
Pasaron pocos segundos hasta que vimos uno de los primeros en llegar, era gigante y se
veía tranquilo, nado entre las jaulas como si estuviera desfilando. Poco a poco
empezaron a aparecer más y más, estábamos rodeados alrededor de 10 tiburones. Era
una de las cosas más emocionaste que había hecho en mi vida, estaba rodeado de una
de las especies más depredadoras de todo el océano, protegido solo por unas simples
barras de metal.
Los animales eran inmensos, nadaban entre nosotros despacio, dándole ese toque
misterioso y tenso. En las demás jaulas todos estaban apreciando esa belleza al igual
que yo. Algunos un poco más exaltados, otros más tranquilos o más miedosos, gire mi
vista hacia el otro lado, donde estaba Liam, y como me lo podía imaginar, estaba por
poco montado sobre el capitán y si no fuera por los trajes, los tubos y el sistema de
respiración que llevábamos puesto estoy seguro que nos habrían dado toda una película
romantica bajo el mar. Las manos de Liam pasaban por el cuello del chico, y las de este
sostenían la cintura de Liam, se suponía que estaban mirando la vida marítima, pero
Liam solo miraba al moreno que estaba al lado de él.
Pasamos unos 20 minutos ahí abajo y ya era tiempo de volver a la superficie, cuando
todo paso y fue en cámara lenta. Mientras ascendíamos gire mi cabeza hacia mi
izquierda y ahí estaba, se podía decir que era el triple de grande que los demás
tiburones, sus ojos eran negros, de un negro que desprendía terror, de un negro que me
asustaba, y nadaba a toda velocidad ¿hacia dónde? Si, hacia nuestra jaula, en nuestra
dirección.
Ahogue un grito para no perder demasiado oxígeno y en esos pocos segundos donde
esperaba el impacto sobre mí, se me cruzaron mil finales distintos para mi historia, para
mi muerte y uno más trágico que el otro. Vi frente a mis ojos como la jaula se
desprendía y caía al medio del océano o como se abría la puerta y yo era carne fresca
para esas bestias, o mucho peor como uno de los barrotes que me protegían se quebraba
y se clavaba en lo más profundo de mi precioso estómago, dejándome inconsciente al
instante. Entonces sentí el golpe, y ninguna de las cosas que me había imaginado
ocurrió.
La jaula se movió violentamente hacia el costado después del choque, el animal siguió
su camino, gracias a dios, y yo caí sentado después de chocar en uno de los costados,
en el que el tiburón había impactado. Después de eso, menos de un segundo después,
algo cayó casi sobre mí. Al principio no tenía idea de que era y me asusté, pero después
caí en cuenta que yo no había entrado solo, sino que había entrado con Harry.

El ataque a él le había afectado muchísimo más, su respiración era muy irregular, con
una de sus manos apretaba una de mis piernas mientras que su otra mano tumbaba
sobre su regazo y sus ojos aun estaban cerrados con mucha presión, estaba teniendo un
ataque de pánico, EN EL MEDIO DEL OCEANO.
Tome con ambas manos sus muñecas, para llamar su atención, y empecé a respirar
exageradamente marcado, para que el copiara la mía. Al principio pensé que no estaba
funcionando, pero después de varias repeticiones de mi respiración se empezó a
calmar. Seguíamos subiendo y él de a poco se iba relajando, lo primero que hizo fue
dejar de apretar mi pierna, luego empezó a respirar con más regularidad y para lo
último abrió los ojos, esos ojos verdes. En ningún momento dejo de temblar así que lo
abrace, lo abrace lo más fuerte que pude, aunque después me tenga que aguantas los
malditos comentarios de Liam, ese chico estaba sufriendo y juraría que, si no
hubiésemos estado en el medio del agua totalmente mojados, lagrimas recorrerían las
mejillas del aquel rizado.
No lo solté hasta que tuvimos que salir de las jaulas, ahí nos separaron y a él se lo
llevaron unas enfermeras y a mí solo me revisaron y pequeño corte que tenía cerca de
la ceja. Mi cuerpo estaba exhausto así que apenas me subí al barco que nos llevaría de
regreso, me quede dormido en el hombro de Liam y no desperté hasta que llegamos a la
playa.
–Louis levántate, ya llegamos- la voz de Liam junto con un sacudón de hombros me
regreso al mundo
–está bien, está bien- me incorpore y frote un poco mis ojos, cuando me di cuenta que
ya veía lo suficiente para caminar fui por mis cosas para después bajar
–ya decidiste que vas a hacer esta noche- negué con la cabeza –Zayn nos invitó a una
fiesta en la playa…
–Zayn?
–si el capitán, dijo que podíamos ir ambos y que te puede presentar un amigo
–no Liam, no estoy de humor, anda vos, divertite, pásala bien y no le rompas el
corazón al morocho
–pero
–está bien li, estoy cansado, aparte es tu cita, de verdad está bien, prefiero quedarme a
dormir- para ese entonces ya estábamos pisando la madera del muelle, caminando hacia
la arena –nos queda más de una semana para estar acá, juntos, te prometo que la vamos
a disfrutar bien.
–obvio que si- puso cara de pervertido y con fuerza me dio una cachetada en el culo.
Rodé los ojos y seguí caminando en dirección a la calle, Liam se quedó parado ahí
esperando por el tal Zayn mientras gritaba algo sobre mi estupenda cola y como se
movía al caminar lo que me causo risa. Me detuve a observar mi alrededor, el sol caía
por el horizonte formando colores rojizos, naranjas y rosados en las nubes, dejando
poco a poco la oscuridad en lo alto. Inhale el aire puro, y lo deje salir violentamente de
mi cuerpo, sabía que cuando me tocase irme de ahí iba a extrañar esa sensación, la de
libertad, le de adrenalina, la de sentirme vivo.
Corrí hacia la calle y pare un taxi, y le eche una última vista a el estupendo atardecer
que me regalaba y ahí estaba, de espada a mí, un chico con pelo color chocolate y rulos
todavía algo húmedos, con sus manos alzadas mientras sostenía un celular y
fotografiaba como el sol se escondía. Sonreí y me metí al taxi.
Después de todo uno nunca sabe cuándo la vida va a dar uno de sus giros inesperados,
pero yo esa tarde, en ese taxi, me sentí distinto, sentí que el universo estaba moviendo
sus piezas, sentí que había tenido mi vida frente a mí, y ahora se que no me
equivocaba.

⋆⋆☾⋆⋆

Lo que le había dicho a Liam no había sido mentira, el resto de la semana la vivimos al
máximo, volvía al hotel solo para dormir unas cuantas horas y seguir de fiesta en fiesta,
de playa en playa o de bar en bar. Esa semana explotamos cada segundo y disfrutamos
buen tiempo juntos. Pero ya nos tocaba despedirnos de nuevo.
–prométeme que no vas a desaparecer de nuevo
–ya te dije que no Liam y el que desapareció fuiste vos, por tu maldito ex – le recordé
tratando que no suene como reproche, lo último que quería era que se sienta mal antes
de que me vaya.
–ese idiota...- susurro entre dientes, bastante bajo, pero aun así lo escuche y me reí –
como sea, quiero que me llames apenas aterrices y que me mandes mensajes todos los
días… ah! Y que me cuentes sobre el libro que estas escribiendo, no soy idiota sé que
algo escondes entre ese montón de hojas-
–vas a tener que esperar a que se publique para leerlo, al igual que los otros-
–sos tan aburrido a veces- se quejó rodando los ojos –soy tu mejor amigo! - se cruzó de
brazos –malditos editores- volvió a susurrar y yo largue una carcajada
–estas celosos de que los editores lean mis narraciones antes que vos Liam?-
–OBVIO QUE SI, por favor Louis eso es puro arte. Muéstramelo a mí primero- hizo un
puchero con su boca.
–está bien, prometo que vas a ser el primero en leer mi próxima historia- y como si
fuera un nene chiquito al que le habían anunciado que iba a tener el juguete que
deseaba, sonrió y me abrazo súper fuerte
–sabias que te amo no?-
–porque te voy a dejar leer mi libro antes de publicarlo? - rompió el abrazo y me miro a
los ojos.
–no, porque estas acá y siempre me das lo que necesito.
–yo también te amo, hormonal- lo volví a abrazar, porque sabía que él lo necesita y yo
también, y tal vez solo talvez porque una pequeña lagrima se escapó de mi ojo, cosa
que me condenaría de por vida a comentarios cursis de el castaño al cual abrazaba.
–te voy a extrañar y a ese culito también- pellizco una de los cachetes de mi cola y yo
solo pude reír, porque ese era Liam, era la única persona que en ese momento yo podía
decir que quería, que me importaba y la única que se preocupaba por mí, era todo lo
que tenía hasta entonces –ahora anda, que vas a perder ese avión y a menos que quieras
reprimir las ganas que me tienes unos días más, vas a tenes que apurarte.
–mejor me apuro, aunque declararte mi amor en la playa no sería mala idea-
–algún día Lou, algún día- le regale una sonrisa y me gire.
Agarre mi valija y empecé a caminar hacia la escalera mecánica que me llevaría de
nuevo a Europa, di aproximadamente 10 pasos cuando sentí el impulso de parar, me di
vuelta de nuevo.
–Liam? Yo también te voy a extrañar- me regalo una sonrisa genuina, de esas que los
ojos quedan chiquitos y se te notan todos los dientes, levanto su mano y la poso en su
boca, para después tirarme un beso en el aire, sonreí y volví a lo mío. Ya nos habíamos
puesto demasiado trolos por ese día, se veía que estar separados tanto tiempo no nos
hacía bien.

Con el abordaje no tuve problema, incluso me sorprendió lo rápido que estuve sentado
en mi asiento y la verdad es que estaba feliz de no tener que compartirlo con alguien,
por el altavoz comunicaron que el vuelo se iba a retrasar unos minutos porque había un
problema, que ni me moleste en escuchar, y sin más apague mi teléfono y me acosté a
dormir.
Es costumbre para mí y como una pequeña adicción dormir en cualquier tipo de
transporte que este en movimiento, auto, colectivo, avión y si podría en la bici también
lo haría. Es ridículo, pero yo me siento como un bebe en brazos de una mamá que lo
hamaca para que se duerma, ese tipo de tranquilidad y de paz me daban los transportes.
No soy de las personas que recuerdan sus sueños, pero esa vez fue algo muy claro y fue
una repetición de lo que había pasado hace unas semanas, fue el día del ataque del
tiburón, pero eso no fue lo que soñé sino el ataque que ese chico había tenido, la
conexión que sentí cuando le marcaba el ritmo de respiración y como su mirada verde
se llenó de paz gracias a mi ayuda, y sentí un orgullo absurdo, era lo que hubiera
pasado con cualquier cosa. Seguíamos debajo el agua cuando una turbulencia hizo que
choque contra la ventana del avión y me despertara.
Saque mi mascara de ojos que usaba para dormir, lo primero que note fue que ya no
estaba solo, había alguien sentado a mi lado así que maldije por lo bajo, tenía que
compartir 10 horas con una persona que ya no me caía bien por el simple hecho de que
le había tocado el asiento junto al mío. Frote mis ojos, como lo hacía cada vez que
despertaba y mire por la ventana, parecía que estábamos sobre un piso de algodón
súper suave y esponjoso, las nubes cubrían todo el cielo haciendo que no se pueda ver
la tierra, era de día exactamente igual que cuando me subí al avión, lo que indicaba que
solo había dormido un par de horas y quedaba un largo viaje porque llegaríamos de
noche.
Después de eso me digné a observar el sujeto a mi lado, estaba escuchando música
mientras leía un libro, “el amor y todas sus maldiciones” se veía en su portada con
letras blancas y un fondo negro con un poco de humo, sonreí. Ese libro era uno de mis
mayores orgullos, un auto conclusivo con el que había quedado muy conforme con el
resultado final, sobre todo con la estética del libro y como encajaba perfectamente con
la historia. Y sí, mi compañero de asiento estaba leyendo uno de mis libros.
Deje de mirar el libro para mirarlo a él, era un hombre, era alto y tenía una espalda
grande, llevaba unos skinny jeans negros, una camisa casual blanca y un sombrero
también negro por el cual se escapaban unos rulos por debajo, eran castaños y bien
definidos. Note como la camisa estaba abierta en sus primeros cuatro botones, dejando
al descubierto el inicio de una hermosa mariposa en su estómago y unas golondrinas en
sus pectorales, las cuales yo ya conocía.
En ese momento el chico se movió su rostro para mirarme, capaz había sentido que lo
observaba o simplemente quería mirar por la ventana, unos ojos verdes y un rostro de
facciones finas se dio a conocer, era Harry y estaba leyendo mi libro mientras
interrumpía la cómoda soledad del regreso a Londres.
–Louis? - saco los auriculares de sus oídos y los dejo colgando hacia delante,
pasándolos por detrás de su nuca
–así que nos volvemos a ver, Harry
–así parece –dijo regalándome una sonrisa y recorrió con su mirada todo mi cuerpo –no
te había reconocido, ya sebes por la mascara
– ah si, la uso siempre para los viajes, la luz me molesta bastante
–ya veo
La situación era incomoda no voy a decir que no, pero por alguna razón yo, la persona
más antisocial que existe (jamás lo olvidamos), quería seguir hablando con él. Había
lago en ese chico que me llamaba la atención, sobre todo sus ojos, me fascinaban. Así
que tuve que sacar un tema yo
–lees? - dije señalando el libro en su mano
–oh si, recomendación de una amiga, es de romance, pero de ese tipo de romance sucio
y oscuro, es un romance prohibido homosexual en el medio de una sociedad muy
religiosa y cuenta la historia de los personajes desde 3 puntos distintos, el protagonista,
la persona de mayor poder en la sociedad religiosa quien es un homofóbico bastante
sangriento y el de un narrador omnisciente, el cual es mi favorito porque te hace
reflexionar mucho sobre la vida- la fluidez y emoción con las que salían sus palabras
era algo increíble, se notaba que estaba muy metido en la historia, y yo solamente lo
podía escuchar –además el diseño del libro y las pocas páginas que están ilustradas lo
hacen perfecto –me miro y se sonrojo – ay perdón, cuando hablo de libros me
emociono mucho…
–está bien, también me encanta hablar de libros.
–de verdad? - asentí con mi cabeza –bueno, por si te interesa este se llama “el amor y
todas sus maldiciones” y es de… –empezó a buscar la biografía del autor donde
claramente iba a encontrar una foto de mi cara, mi nombre y un pequeño resumen de
mi vida – Louis Tomlinson?
–ajam
–sos vos? –asentí nuevamente y él se puso rojo como tomate en ese mismo instante –
dios mío, yo no tenía idea, perdón que vergüenza, no tenía idea que era el autor, mucho
menos, ni siquiera sabía que eras escritor, perdón si te incomodé, per-
–está bien, tranquilo, no pasa nada- apoye una de mis manos en su hombro y él sonrió
tímidamente
–es un gran libro, escribes hermoso
–gracias Harry- sus ojos verdes me miraron al pronunciar su nombre.

Después de eso nos quedamos hablando sobre mi libro, me conto que era el primero
que leía mío y remarco varias veces lo bueno que era, me sorprendió el conocimiento
que tenía y todos los libros que había leído, fue valiente cuando dijo que Harry Potter
estaba sobrevalorada, admitió que había leído cazadores de sombras más de cinco
veces y no, no hablaba solo de la primera trilogía.
Hablamos que ambos empezamos en wattpad y le conté que mi primer trabajo
relacionado con la literatura fue un cuento en el que el protagonista se enamoraba de
una mariposa, en 5to grado, lo que me había trajo de regalo perder varias de mis clases
con mi psicóloga pero que valió la pena porque después de todo fue ahí cuando me di
cuenta lo que me gustaba hacer.
Descubrí que Harry era una persona muy divertida y tímida, que le gustaba la música,
tocaba la guitarra, el piano, cantaba y componía. Venia de una familia con mucho
dinero así que, no se tenía que preocupar por conseguir dinero y con tocar en un bar
una vez por mes le bastaba. Era tímido y se veía muy tierno cada vez que se sonrojaba,
lo que pasaba bastante seguido. Y dato no menor, también era de Londres.
A demás de hablar de libros vimos una película: divergente, y estuvimos de acuerdo
que amamos la primera, la segunda estuvo buena y la tercera ya era bastante mala pero
acá estuvo la diferencia, a él si le gusto así que tuvimos una pequeña discusión de por
qué la película era buena o mala, obvio que no fue en serio porque terminamos
carcajeando de los argumentos que se ocurrían al castaño. Tuvimos que parar cuando
una de las azafatas llego para pedirnos que hagamos silencio que las personas se
estaban quejando de nuestras risas.
El tiempo paso rápido, mejor dicho, paso volando y cuando nos dimos cuenta ya me
estaba despidiendo de Harry en el aeropuerto de Londres. Nos despedimos como si no
nos conociéramos hace pocas horas y el me entrego algo que no tuve tiempo de abrir.
–gracias Louis
–por qué?
–por lo que paso en el agua esa tarde, me calmaste haciendo que no se me termine el
oxígeno, capaz si no hubieras estado vos es día moría
–oh no es nada harr- deje de hablar cuando la boca de Harry toco mi mejilla dejando un
suave beso.
–si lo es, gracias- sonrió –nos vemos y si quieres llámame – miro mi mano y el papel,
volvió a sonreír y se alejó de mi caminando

Me quede ahí parado, probablemente sonrojado. Ni yo entendía que me estaba pasando,


pero de nuevo ahí estaba la sensación de paz y control que sentí esa tarde en la playa
antes de entrar al taxi.

⋆⋆☾⋆⋆
Mi vida en Londres se basaba en dos cosas: sobrevivir y escribir, bueno y hablar con
Liam. Así que esa noche llegue a casa y llame a Liam y le conté sobre lo que había
pasado en el avión con Harry.
–me estás diciendo que, a vos, Louis Tomlinson, te cayó bien alguien?
–no seas exagerado Liam, solo te dije que me parecía un chico divertido y agradable
–wow voy a tener que hablar con rulitos para que me dé la receta- me reí, ¿tan difícil
era de creer?
–no seas idiota, también…
–ajam dale seguí seguí
–el me dio…
–TE DIO UN BESO! YO SABIA QUE TE TENIA GANAS
–no Liam por favor, me dio su número y un beso
–¡¿QUE?! TIENE QUE SER JODA, ¡EXPLICATE MEJOR LOUIS!!- Liam manejaba
otro nivel de adrenalina en ese momento
–cuando nos despedimos me dio un papel en el que estaba su número, me dijo que lo
llamara y se despidió con un beso EN EL CA-CHE-TE
–ow que tierno y aburrido a la vez, ¿y ya lo llamaste?
–no….todavía no
–pobre rulitos lo haces esperar
–lo voy a llamar más cerca del fin de semana, cuando esta la diversión
–decís que es de esos? ¿De los que es un polvo y ya?
–la verdad es que no tengo idea, pero supongo que si
–mmm… no sé, no lo vi así, pero si vos decís –yo no decía nada, yo sabía cómo era yo
y mi pequeña obsesión por cosas de una noche
–igual no te hagas ilusiones, si lo llamo va a ser en plan amigos
–a veces pienso que sos muy aburrido Tomlinson, igual vos y yo sabemos que eso no es
lo que queres y me atrevo a decir que ese castaño te gusta- por alguna razón extraña mi
cuerpo se tensó y solo me quede en silencios –como sea, pensa las cosas y yo te
aconsejo que lo llames y veas qué onda, todo está en vos, ahora me tengo que ir
porque tengo a un sexy capitán moreno semi-desnudo adelante mío- se estaba
refiriendo a Zayn o eso quería pensar –así que me voy, chau te amo- y colgó la línea
Suspire y me tire sobre la cama, estaba muy confundido y las palabras de Liam
rondaban mi cabeza, era imposible que Harry me gustara, ni siquiera lo conocía mucho.
No iba a negar que era atractivo y que tenía una personalidad de la cual yo me
enamoraría… pero era imposible, eso no podía haber pasado simplemente por el hecho
de que había pasado solamente 2 días con él.
Saqué mis zapatos y me fui a dormir, el cansancio abundaba en mi cuerpo así que lo
hice por eso, y para sacar los pensamientos de mi mente.

Pero fui demasiado tonto a subestimar la mente humana y el amor, porque no sabía que
para enamorarse solo se necesitan aproximadamente noventa y cuatro minutos, cuatro
minutos de miradas intensas y noventa de un momento íntimo, y eso sí que había
pasado y yo ya estaba cayendo lento pero muy profundo.
Todo quedo ahí, todo murió esa noche. Recuerdo que era un martes cuando llegue a
Europa de nuevo y Harry no invadió mi mente otra vez hasta el viernes a la mañana
cuando hable con Luke. Él era uno de los editores más cercanos a mí, era un tipo serio
con las personas con lo que tenía que ser, pero conmigo era bastante amigable, se
podría decir que éramos amigos ya que nuestra relación no era forzada o solo quedaba
en el trabajo. Era tal vez uno o dos años más joven que yo y no iba a negar que tenía un
gran atractivo, era rubio, cuerpo trabajado, siempre llevaba una barba poco poblada y
muy bien cuidada que le daba un aire fresco y juvenil, tenía buen estilo en el lado de la
moda y un detalle no menor tenía un piercing en la boca.
Había sido una mañana agotadora, estábamos en una reunión por mi último libro, al
que le faltaban detalles mínimos para que sea publicado y finalizaría con la saga de 8
libros, pero por suerte eso ya había terminado y estaba juntando mis cosas para irme.
–Louis- me llamo Luke –mira esta noche hacemos una fiesta en mi casa, nada grande,
solo entre conocidos y te quería decir para que vayas…podes llevar a alguien
– obvio Luke, voy a ir
–dale, por el tema de bebidas ni te preocupes allá va a ver de todo, nos vemos esta
noche entonces- le sonreí e hice un gesto en forma de saludo, el respondió de la misma
manera y se fue.
Yo por mi parte agarré mis cosas y me dirigí directamente a mi auto para volver a mi
casa y bañarme, eso era lo único que tenía en mente. Estaba en uno de los semáforos
esperando que se ponga en verde cuando la pregunta paso por mi cabeza ¿con quién iba
a ir a la fiesta?
El mundo se me paralizo, y aunque podía ir solo no quería, Liam estaba lejos y la
verdad que era al único que soportaba más de cuatro horas seguidas.
Y si… no lo había llamado desde que nos bajamos del avión, no era mala idea llamar a
Harry, después de todo podía averiguar sus intenciones y no la había pasado mal en un
vuelo de muchas horas con él.
Antes de poder pensar las cosas con claridad, estaba marcando el número que me había
dado el rizado al que había agendado como “H” y antes de pensar que iba a decir,
contesto.
–hola?- había un deje de duda en su voz, algo obvio ya que lo había llamado un número
desconocido
–hola Harry, soy…
–Louis!! No esperaba que llamaras, es decir pasaron días desde que te di mi numero así
que ya había perdido las esperanzas
–si emm… perdón por eso yo… yo estuve muy ocupado por el trabajo- (mentira)
–oh no pasa nada- sonó muy despreocupado, incluso acompaño la frase con una
pequeña risa y ahora era mi turno de hablar
–mira, esta noche me invitaron a una fiesta en la casa de un amigo del trabajo y me
dijeron que podría ir con alguien y yo… pensé en v-vos- sí, mi vos me fallo, aunque
seguramente era culpa de los nervios.
–esta noche? - pregunto
–sip, igual es sin obligaciones si tenes ganas vas y si no n- y otra vez no me dejo
terminar la frase
–si obvio, es viernes a la noche y justo lo tengo libre así que me encantaría
–dale perfecto, paso por vos a las 7?
–sisi, yo ahora te mando mi ubicación por WhatsApp
–dale
–oh! Una cosa más… ¿formal? ¿Casual? ¿Qué estilo uso?
–emm algo de noche pero que no esté muy arreglado o formal, casual diría yo
–perfecto entonces, nos vemos esta noche! Un beso, Louis
–chau harryy- un segundo después de decir eso se escuchó como del otro lado Harry
reía emocionado y cortaba la llamada.
Recosté mi cabeza sobre el asiento, suspiré y me entraron muchas ganas de reírme, así
que lo hice y sentí paz, realmente no sé porque me reía, pero así sucedió porque me
sentí feliz.
⋆⋆☾⋆⋆

–AAAAAA LOUIS APURATEEE NO ES APROPIADO LLEGAR TARDE A LA


PRIMERA CITA
–Liam te podes relajar? Falta media hora para las 7 todavía y ya te dije que no es una
cita-Liam bufo por mi aclaración, apoye el celular cerca del espejo de forma que la
cámara del teléfono me enfoque a mí y yo a la vez me pueda ver en el espejo –¿que te
parece?
–a ver a verrrr
Modele sutilmente para Liam, obvio que me hacia el lindo mientras mostraba mi outfit,
estaba completamente de negro, jeans apretados y una polera que llegaba bien hasta
arriba en mi cuello, una campera a cuadros que, según Liam era un gris tirando a verde,
pero para mí solo era gris en tonos más ocurso y claros y por ultimo unas zapatillas
casuales, también negra
–ME ENCANTAA, PRESIOSO, DIVINOOOOO SIN DUDA ESTE ES EL DEFINITIVO
–de todas formas, no me iba a cambiar porque me gusta y ya me hiciste cambiar 10
veces- escuche como Liam reía con ganas, a carcajadas, sabía que era verdad lo que le
había dicho porque empezamos la video llamada a las 5 de la tarde, cuando me obligo a
mover el culo de la cama para que él y SOLO ÉL decida que me iba a poner yo esa
noche.
Para ese entonces solo faltaban veinte minutos para que tenga que pasar por Harry y
vivía bastante lejos de mi casa por lo que ya tenía que salir para ahí. Trate de despedir
en ese momento de mi amigo, pero empezó con su charla del sexo protegido, como si
fuera mi mamá, sobre las cosas que tiene que hacer y las que no, como si yo no supiera
sobre ligar o chamuyar y la finalizo con un discurso motivacional y “tranquilizante”
para subirme la autoestima, el cual yo tenía muy bien, y para que no esté nervioso. En
conclusión, corte la llamada cuando estaba fuera de la casa de Harry a punto de
bajarme a tocar la puerta.
Fue raro porque cuando toque el timbre sentí toda una ola de nervios recorrerme el
cuerpo, era obvio que ese rizado ya estaba haciendo efectos en mí, pero igual trate de
ignorarlo. El tiempo de espera se hizo eterno, aunque no había pasado ni siquiera un
minuto.
La puerta se abrió dejando al descubierto a Harry, llevaba unos jeans negros que
apretaban sus piernas mostrando la perfecta forma de estas, una remera gris de algodón
y un tapado también negro que llegaba hasta un poquito más arriba de sus rodillas,
unos zapatos color baige oscuro y lo que mas me llamo la atención, para no decir que
me encanto, fue su pelo atado en un perfecto rodete.

Podría contar con lujo de detalle todo lo que paso en la fiesta, pero la verdad es que
todo fue muy normal. Después de que me abrió la puerta nos saludamos y fuimos al
auto, escuchamos algo de música, llegamos, presente a Harry con los chicos como un
amigo más y empezó la fiesta. Después de la segunda ronda de cervezas Harry ya
estaba demasiado alegre así que, solo dios sabe, como me convenció para bailar un
rato. Ya cerca de las 4 de la mañana y más o menos la décima ronda de cervezas
cuando decidí que era buena idea que nos vayamos porque Harry ya estaba bastante
borracho.
Así que le saque la cerveza y le avise que era momento de irnos.
–noo louis, es tempanoo, la estamos pasando bien quedémonos- las palabras se le
arrastraban más de lo que deseaba.
–Harry estas borracho- pase su mano sobre mi nuca, así cono agarras a alguien que esta
rengo, para ayudarlo a caminar.
–alguna vez te dijeron que sos muy lindo de cerca? Me gustan tus ojos Louis- y la
verdad es que estábamos bastante cerca. Antes de que pueda responder Harry soltó mi
agarre y de estar completamente feliz a estar serio –y no estoy borracho, puedo caminar
perfectamente solo.
Empezó a caminar y me sorprendí, yo en su estado ya hubiera caído al piso, pero él lo
hacía bastante bien. Saludo a Luke y salió por la puerta principal, deduje que se iba a
dirigir al auto, de igual forma me apuré porque todavía seguía ahí parado e hice lo
mismo que él, salude a mis compañeros de trabajo con la mano y salí.
Ahí estaba el rizado, apoyado con la espalda de mi auto negro y mirando el piso.
Cuando sintió mis pasos levanto la vista para encontrarse con la mía, en ese instante se
puso en una posición altanera y orgullosa, y con su mano derecha limpio su hombro en
gesto de derrota. En ese momento ambos echamos a reír y nos subimos al auto.
Una vez arriba fue todo silencio, y aunque el me lo niegue a muerte, según yo el
ojiverde se durmió al segundo que se sentó en ese asiento. El problema fue cuando tuve
que decidir si doblar hacia el lado de la casa de Harry o hacia la mía y como era una
decisión que no iba a tomar solo, estacione el auto y trate de despertar a Harry quien
“miraba por la ventana”
–Harry - toqué su hombro –Harryy - lo sacudí un poco –Harry! – capaz lo sacudí un
poquito fuerte esa vez.
–mmm que pasa?
–te llevo a tu casa o aguantas un rato más y vamos a la mía a hacer algo
–yo no tengo sueño, vamos a tu casa
–seguro?
–si, ósea si…- la frase pero fue muy poco modulado y no lo entendí
–estas verdaderamente loco –reí sutilmente y emprendí camino
Cuando llegamos Harry ya estaba despierto completamente y un poco mejor que antes,
no era que esté completamente sobrio, pero se notaba que se esforzaba por mantenerse
derecho. Entramos a mi casa y le ofrecí agua que acepto gustosa mente, nos sentamos
en el sillón
–te recomiendo que te des un baño
–que?
–que te bañes, yo te presto ropa, vas a estar mucho mejor- solamente se encogió de
hombros y asintió con la cabeza –te voy a poner el agua y ya te traigo ropa, aunque te
va a quedar un poco chica
–está bien
Se quedó sentado en el sillón, mirando la nada, mientras yo le preparaba la bañera con
agua bastante caliente porque hacia frio. Una vez que termine le avise y vi cómo se
levantaba e iba hacia el baño. Yo por mi parte le busque una muda de ropa y se la deje
en la puerta
–Harry, acá esta la ropa, cuando termines subí por la escalera que está en el living, la
viste cuando estábamos en los sillones, voy a estar en la terraza fumando- Recibí un
“está bien” bastante flojo como respuesta, confirmando que había entendido que tenía
que hacer.

Harry tardo aproximadamente media hora en subir, la verdad es que por mi cabeza
pasaron muchos escenarios como que se había ahogado en la bañera o simplemente se
había ido. Cuando termine el primer porro (cigarrillo de marihuana) iba a ir a fijarme
que había pasado, pero entonces la puerta de la terraza se abrió.
Le había dado la ropa más grande que tenía, un pantalón gris y una remera blanca de
algodón, pero aun así le quedaban chicos, el pantalón le quedaba corto y la remera le
ajustaba en los brazos, pectorales y cintura, los risos le caían mojados por la cara, pero
tenía una toalla con la que la venia secando y alborotando cada vez más. Volví a
respirar, sí, me tranquilicé al saber que estaba bien y empecé a armar el segundo porro.
–a veces me pregunto porque estas tan vacío- fruncí mi ceño y le di la primera calada a
la marihuana que acababa de preparar.
–porque lo decís?
–vi lo que haces Louis
–entonces explícame
–creas personajes llenos de vida y los haces tan profundos y tan- movía sus manos
tratado de expresarse –tan pasionales, tan reales tan perfectos, pero después en tu final
hacen que quede un vacío acá- señalo su pecho
–terminaste el libro? –asintió con la cabeza –ajam, y como hago finales que te dejen un
vacío existencial yo también estoy vacío? ¿Qué decis Harry? - me reí como si fuera un
ronroneo, capaz era la sustancia que acababa de fumar, pero el rizado me parecía
jodidamente tierno y sexy cuando se ponía nervioso
–yaaa louiiiis- pronuncio la i demasiado finito y me golpeo suavemente en el hombro
“retándome” por mi actitud –hablo en serio- se acostó sobre mis piernas y aunque al
principio me puse un poco nervioso, después empecé a jugar con sus rulos
–está bien, te escucho
–haces lo mismo con tu vida, la llena de adrenalina y miedo, de aventuras y diversión,
pero… que hay atrás de todo eso? - me sorprendí escucharlo, nuca nadie se había dado
cuenta de eso y me tensé.
–y v-vos no haces lo mismo? ¿No llenas un día más de esta patética vida con todo eso?
- Harry levanto la vista y me miro
–ahí está tu error, Louis- se levantó de mis piernas y se sentó a mi lado, después poso
su mano en mi mejilla y con su pulgar la empezó a acariciar –no es un día más, es un
día menos, cada segundo que pasa estas muriendo, cada momento que pasa estas más
cerca de no estar más –me miro a los ojos y por alguna razón sus esmeraldas estaban
brillosas, como a punto de llorar – la vida no es un mundo vacío Louis, tenes que
aprendes a disfrutar, a amar, a perder, a llorar, a equivocarte, a seguir, tenes que
aprender a vivir, porque no podes estar por siempre encerrado en esa caja en la que
guardas tu corazón, tenes que dejar que las cosas te afecten, no tenes que ser perfecto
ante nadie, tenes que vivir porque no estás viviendo, tenes que vivir y entender que
estas muriendo y que todo el tiempo que pasa es tiempo que perdes y que jamás vas a
recuperar- dio un suspiro –veo mucha tristeza en tus ojos ¿Qué te detiene a ser feliz?
Tenes todo lo que muchos desean, propiedades, autos, dinero, talento, personas que te
admirar… y-yo no lo entiendo, no entiendo como no vivís de verdad-
Me quede paralizado entre sus manos, cada palabra que salía de la boca de Harry era
como un balde de agua fría, ¿qué tan lejos había entrado en mi alma para encontrar mi
secreto más oscuro en solo días? No lo entendía, no entendía como tenía esa
perspectiva de la vida, yo siempre la había visto como una tortura, como una rutina
diaria de “un día más” pero con lo que Harry había dicho fue como correr una cortina y
dejar que entre toda la luz de una sola vez.
–a mí nunca nadie me enseñó a vivir, capaz que es eso
–capaz…- Harry ya se estaba quedando dormido por los mimos que le estaba haciendo
en el pelo –yo podría enseñarte- dijo casi balbuceando, pero lo demasiado claro como
para escucharlo.
No sé en qué momento, pero después de estar mirando la luna con Harry dormido sobre
mis piernas, también me recosté y quedé dormido.

⋆⋆☾⋆⋆

Después de esa noche en mi terraza bajo la luz de la luna, el rizado y yo nos hicimos
inseparable, empezamos a vernos mucho más seguido, encontrábamos momento para
encontrarnos todo el tiempo. Compartíamos cosas simples, pero demasiado
significativos, como ir al cine a ver una película, ir a conciertos de nuestras bandas
favorita, comer helado mirando las estrellas, tomar mates mientras yo escribía o el
componía, pasear por los bosques, manejar hacia ningún lado con la música alta, ir a
alguna zona poco poblada para ver el atardecer o desvelarnos hablando sobre los
secretos de la nasa, las religiones y dios o si Michael Jackson seguía vivo mientras
esperábamos el amanecer, caminar a altas horas de la madrugada por la ciudad desierta,
ir a restaurantes y probar comida que jamás aviamos comido, ir al medio de la nada y
gritar a todo pulmón lo primero que se nos venía a la mente o simplemente tomar un
café hablando de la vida.
Todo con Harry era risas, con él la vida era más fácil y poco a poco fue entrando a mi
corazón, ablandándolo y dándole luz. Harry me hacía más feliz y me hacía ver la vida
de otra forma, ese rizado de ojos verdes había entrado a mi vida y como lo había dicho
esa noche, me estaba enseñando a vivir. Y también estaba entrando poco a poco a mi
corazón.
Pero yo no me di cuenta que estaba cayendo hasta que choqué contra el suelo, no me di
cuenta de lo que sentía por Harry hasta esa tarde, esa hermosa tarde.
Sonaba “that way” de Tate McRae a todo volumen, Harry controlaba la música ese día
y por eso era algo lento, él la prefería así porque le daba paz y tranquilidad, a mí me
daba igual porque escucharlo cantar era una de las maravillas de este mundo. Y aunque
ya me tenía medio cansado con esta canción porque no había día que no la escuche.
–de nuevo esta? No te cansas de escucharla?
–Every time we talk, it just hurts so bad 'Cause I don't even know what we are- canto
negando con la cabeza –es que no la escuchas, es arte es..
–“es hermosa, su composición me transporta a otro mundo y su letra me llega al
corazón”- imite su voz gruesa y todo –eso me lo dices siempre pe-
–SILENCIO! - me corto la frase y canto a todo pulmón, dándolo todo de verdad –BUT
FRIENDS DON'T LOOK AT FRIENDS THAT WAY FRIENDS DON'T LOOK AT
FRIENDS THAT WAY – le bajo un poco el volumen a la música –entonces si ya sabes
la respuesta porque haces siempre la misma pregunta
–porque es divertido como te enojas cada vez que lo hago
–idiota- me pego un codazo y siguió disfrutando su canción favorita mientras yo lo
observaba –porque me miras así?
–es lindo ver como disfrutar la música- se sonrojo un poco y sonrió
–no lo hagas, es intimidante –ambos reímos a carcajadas, como lo hacíamos siempre
que estábamos juntos –uhhhh escucha este temon, a vos te encanta
“I've been everywhere, man Looking for someone Someone who can please me Love
me all night long”
Empezo a sonar “where have you been” de Rihanna, una de mis canciones favoritas
–uhh RI MI REINAAA
–yo te dije que te iba a gustar, yo sabía- dijo Harry sonriendo
–WHERE HAVE YOU BEEEEEN?- cantamos ambos a duo
–vos siempre sabes todo- dije y reí
–obvio que si
–sabes? Esta canción me hace acordar mucho a vos
–si?
–si, solo escucha- dije y empecé a cantar de nuevo - WHERE HAVE YOU BEEN
ALL MY LIFE? WHERE HAVE YOU BEEN ALL MY LIFE? I'VE BEEN
EVERYWHERE, MAN LOOKING FOR SOMEONE SOMEONE WHO CAN
PLEASE ME LOVE ME ALL NIGHT LONG I'VE BEEN EVERYWHERE, MAN
LOOKING FOR YOU, BABE LOOKING FOR YOU, BABE SEARCHING FOR
YOU, BABY
–así que me buscaste por todos lados
–sí, no a vos, pero si a alguien que se complemente así conmigo
–capaz que yo también te busque toda la vida- susurro casi solo para él, pero por alguna
razón extraña yo lo llegue a escuchar, de igual forma no pregunte porque ya habíamos
llegado a nuestro destino.

Esa tarde había decidido practicar paracaidismo, algo de lo cual yo no estaba para nada
seguro, pero como siempre Harry me convenció.
Primero fue todo muy protocolar, nos enseñaron como era la “técnica para tirarse del
avión” lo que yo entendí como un “salta y aguántate el paro cardiaco”. De todas
formas, íbamos a estar acompañados por un instructor que iba pegado a nuestra espalda
y era el responsable de abrir el paracaídas. Nos dieron toda una charla de cómo
funcionaban los arneses, para que servía cada cosa que nos estaba poniendo en nuestro
cuerpo y las fases del salto, lo que yo catalogaría como la parte aburrida.
Una vez en el avión, a una altura que preferí no saber para cuidar mi preciado corazón,
los instructores se ataron a nosotros y llego la hora de saltar. Sentía un nudo en mi
garganta y tenía una taquicardia que nunca en mi vida había experimentado, jamás
estuve tan asustado en mi vida.
–Harry estas seguro de que quieres hacer esto?
–tenes miedo Louis? - dijo en un pequeño todo de burla
–para que te voy a decir que no si si- se echó a reír
–tranquilo no va a pasar nada malo, estamos con profesionales, confías en mí?
–obvio que confió en vos- suspire –recordarme porque lo hacemos
–PORQUE ESTAMOS MURIENDO A CADA SEGUNDO AAAAAAAA- empezó la
frase dentro del avión y la termino cayendo por los cielos
–okey acá vamos, uno… dos… tres AAAAAAAAAAAAA- me tire
Caímos rápido, demasiado rápido, que alcanzamos a Harry y a su instructor. El mundo
se veía tan chiquito e insignificante desde ese punto, todo parecía tan simple. La
sensación de estar cayendo era algo de otro mundo, era como…flotar. Había algunas
nubes a nuestro alrededor que parecían algodón de azúcar blanco. No había nada que se
comparaba con ese momento.
Levante la vista y vi a Harry riendo y gritando por la adrenalina, lo vi feliz y
disfrutando. Fue ahí, en el medio del cielo, donde me di cuenta lo que esa risa
generaba, la sensación en el pecho de confort y la paz, como alborotaba las mariposas
de mi estómago y como tenía la sensación de que cuando estaba con el todo estaba
bien. Esa tarde cayendo en picada me di cuenta lo que Harry generaba en mí.
Y que me había enamorado de ese rizado de ojos verdes.

Que yo me haya dado cuenta de lo que sentía por el no cambio nada, era la primera vez
que me enamoraba ya que para mí las personas fueron diversión de una noche y con
esto no estoy diciendo que era un rompe corazones, si no que era como un acuerdo
secreto entre mi acompañante y yo, uno en donde ambos estábamos de acuerdo de que
lo empezaba esa noche moría esa noche, donde no se involucraban los sentimientos,
solo placer.
Y fue raro esa sensación de necesitar conocer a la otra persona, saber cosas simples
como cuantas cucharadas de azúcar le ponía al café, cuál era su helado favorito, porque
esa película era su favorita o porque esa otra lo hacía llorar tanto, de qué lado de la
cama dormía, que significaban sus tatuajes, cuál era la historia detrás de esa cicatriz o
porque eso era su peor miedo. Pequeñas cosas, pequeños detalles que hacían que cada
vez me fascinara más y me interesaban tanto como mi propia vida.
Obvio que no era todo risas en mi vida y aunque Harry la había pintado de muchos
colores muchas partes todavía existían problemas laborales o miedo, sobre todo miedo.
Miedo a no ser amado, miedo a ser rechazado, miedo a que Harry no sintiera lo mismo.
Entonces no hice nada para aclararle mis sentimientos, porque era más fácil reprimir
amor que vivir sin Harry.
Hasta que me supe lo idiota que fui al tener esos sentimientos, hasta que viví una de las
mejores noches de mi vida.
El sol estaba a punto de caer, yo acababa de llegar a mi casa junto a Harry después de
haber ido de compras toda la tarde. Como dije, los planes con Harry eran muy
versátiles y en cualquier lugar yo la pasaba bien, esa tarde habíamos salido al centro
comercial a ver ropa y después pasamos por uno de los cafés para tomar algo.
–estas muy cansado? - dijo tirándose en el sillón dejando todas las bolsas en el piso
–mmm no, que tenes en mente?
–yo sé que podríamos quedarnos, pedir comida china y empezar alguna serie, pero…
–pero?
–quiero llevarte a un lugar
–a qué lugar?
–eso es sorpresa, aceptas o no?
–como sé que no me vas a matar en el medio del bosque?
–tengo cara de matar a alguien en el medio del bosque? – puso sus manos con las
palmas para abajo y las unió en forma de “v” a bajo de su mentón, ese gesto lo
acompaño con unos “ojos de gatito”, se mantuvo unos segundos así hasta que no
aguante más la carcajada y la deje nacer desde el fondo de mi estómago y Harry hizo lo
mismo.
Esta más que claro que acepte su propuesta, aunque ni siquiera sabía de qué se trataba.
Harry tenía un brillo distinto desde que había dicho que sí y eso me dio una cierta
confianza. Salimos de su casa y tomamos su moto, al principio no tenía idea de dónde
íbamos, nos estábamos dirigiendo bien al centro de la ciudad, pero no se me ocurría
ningún sitio.
Paramos en unas de las calles, mire hacia los costados y no había nada que llamaba mi
atención o que podía decir que íbamos a entrar ahí. Harry paro la moto y se bajó, al ver
que yo seguía sentado en este agarro mi mano y me arrastro unos pasos, que hicimos
casi corriendo.
Bajamos unas escaleras, las que conducían a las estaciones de los subtes, mire a Harry
confundido y el solo se limitó a sonreír y llevar su dedo índice hacia su boca para
indicar que no pregunte, que haga silencio. Estuvimos caminando aproximadamente 5
minutos hasta que nos detuvimos delante de una puerta que verdaderamente si no
hubiera tenido esos letreros luminosos hubiera pensado que se trataba de puertas de
mantenimiento, pero no fue así.
Del otro lado había más escalera, unas bastantes largas para mi gusto, eran en forma de
espiral y su longitud era tan grane que daba aproximadamente diez vueltas. A medida
que íbamos bajando los escalones se escuchaba como una leve música iba aumentando
su volumen.
Faltaban aproximadamente 5 escalones, cuando pude divisar un bar. Harry me había
llevado a uno de los bares escondidos de Londres y no era solo un bar si no un karaoke.
Era un lugar no tan chico, había alrededor de 20 mesas donde tranquilamente entraban
50 personas, había un pequeño escenario que estaba iluminado por un reflector, el resto
contaba con una luz tenue dándole así un ambiente mucho más privado.
Nos sentamos en una de las mesas más cercanas al escenario, para ser más exactos la
primare que estaba enfrente al centro de este. Ya estaba reservada para nosotros, cosa
que me sorprendió porque eso significaba que ya lo había pensado y estaba seguro de
que iba a decir que sí.
Hablamos de cosas randoms como siempre, comimos pizza y tomamos cerveza, nos
reímos y la pasamos bien, como siempre. Estaba siendo una noche normal con Harry,
como las que siempre pasábamos, hasta que…Harry se levantó de la mesa de la nada y
se acercó al chico que manejaba el sonido, este le entrego una guitarra acústica y un
micrófono, después fue hacia el escenario, se sentó en la banqueta que había y coloco
el micrófono en el pie. Yo tenía el ceño fruncido, confundido por la situación, así que
module con mis labios un “¿qué haces?” a Harry en busca de respuesta, el rizado me
regalo una sonrisa genuina, de esas en la que se le veía su dentadura casi completa y se
le marcaba los hermosos hoyuelos, para después empezar a hablar.
–buenas noches a todos, soy Harry Styles y esta noche les voy a tocar una canción
propia que compuse para una persona muy importante para mí, se llama “sweet
creature”- hizo una pausa –y es para vos, Louis
El cuerpo se me helo por completo y me puse muy nervioso a la vez que una emoción
incomparable recorría mis venas

– Sweet creature Had another talk about where it's going wrong But we're still
Young…
Empezó a cantar mientras acompañaba con una melodía suave producida por la
guitarra. Yo en ese momento me desconecte del mundo y de absolutamente todo lo que
me rodeaba, limitando absolutamente todo a Harry y su guitarra, como su voz gruesa y
firme salía sutil y suave por su boca. Me concentré en la letra, en sus notas, en los
acordes de la guitarra, en sus ojos, en sus rulos, en sus labios y me permití observar y
disfrutar la obra de arte que era Harry.

–Sweet creature We're running through the garden Oh, where nothing bothered us…

A medida que la canción avanzaba me cayó la ficha de absolutamente todo, porque


Harry me quedaba mirando, porque se le dilataban las pupilas cuando estaba conmigo,
porque se ponía nervioso cuando yo estaba semidesnudo frente a él, porque le gustaba
tanto esa canción y gritaba esa parte o por que se sorrajaba cada vez que yo le decía
algo lindo
– When I run out of road, you bring me home You'll bring me home

Harry sentía lo mismo que yo

Bajo del escenario de forma tímida y temerosa, yo aún seguía aturdido por mis
pensamientos, pero entre todo ellos se presentó un deseo, uno que había estado presente
desde hace mucho tiempo, uno que no podía esperar más así que lo hice.
Me levante de la silla y camine dos pasos para quedar exactamente delante de él y sin
pensar que estábamos rodeados de gente o que éramos el centro de atención en ese
momento, levante un poco la cabeza y lo bese. Y no tardó en ser correspondido
No fue un beso de esos que hacen ruido y muchos menos un beso profundo, fue un
cálido, lleno de amor, un tipo de beso que jamás en mi vida había dado o recibido. Uno
que me hizo temblar de emoción, uno que me hizo revolotear las mariposas en mi
estómago, pero sobre todo, uno que me hizo sentir que estaba en el lugar, momento y
con la persona correcta. Y la vida se sintió distinta, se sintió liviana, se sintió fácil.
La gente a nuestro alrededor empezó a aplaudir y a festejar, el joven romeo que cantaba
canciones de amor había sido correspondido, no por su Julieta, sino que, por un chico
de ojos celestes, y ahí sonriendo a centímetros de su boca me sentí completo.
Esa noche cuando llegué a mi casa y me acosté en mi cama supe que en los 23 años de
vida que llevaba jamás me había sentido tan bien y que esa sensación que me había
echo experimentas ese chico de 20 años de ojos verdes jamás se iba a comparar con
nada que existiera en este mundo.

⋆⋆☾⋆⋆

Había pasado aproximadamente un mes desde que mis sentimientos y los de Harry
habían quedado claros. Se podía decir que estábamos saliendo, pero no éramos nada.
Ya se nos había hecho costumbre el saludarnos con picos o cosas que hacían las parejas
formales, se podía decir que éramos bastantes tiernos entre nosotros, no era como que
teníamos apodos súper pegajosos, bueno él me decía gordo, o que estábamos todo el
día pegados súper empalagoso, no. Eran cosas chiquitas, como miradas, sonrisas, cosas
intimas como cuando Harry se quedaba a dormir yo preparaba un lindo desayuno y
cuando yo iba a su casa lo hacia él, la forma de tratarnos con tanto amor o simplemente
saludarnos antes de ir a dormir.
Harry estaba en la ducha y yo estaba acostado en mi cama, habíamos salido a hacer
ejercicio porque según el ojiverde eso era bueno para la salud, pero la verdad que yo
me sentía peor que antes, mis piernas dolían, cada musculo de ellas me ardía, me dolía.
Poco a poco fui entrando a esa fase que está en el medio del sueño y la conciencia, y
una pequeña visión vino a mi cabeza. Era Harry, a centímetros de mi cara, con los ojos
casi llorosos, sus pupilas estaban muy dilatadas, era de noche y estábamos en la terraza.
Fácilmente reconocí que era la noche después de la fiesta de Luke, la primera noche
que dormimos juntos, bajo la luz de la luna.
–no es un día más, es un día menos, cada segundo que pasa estas muriendo, cada
momento que pasa estas más cerca de no estar más…
Tranquilamente hubiera terminado de recordar completa esa noche, pero la voz de
Harry, el del presente, avisándome que ya se había de bañar que vaya yo, me
interrumpió el bello momento. Con las pocas fuerzas que me quedaban me levanté y fui
hasta la ducha, sabía que si entraba a la bañera no salía más.
Mientras esperaba que el agua se regule me desnude. Entre a la ducha y con la punta de
mi pie toque la lluvia artificial para comprobar de que la temperatura era la adecuada y
no quemarme vivo o congelarme. Estaba bien así que deje que el agua mojara todo mi
cuerpo.
Empecé a pensar lo que había recordado y me di cuenta de muchas cosas, esas palabras
eran muy sabias y yo le había dado muy poca importancia y aunque habían repercutido
en mi vida, en ese momento no las estaba teniendo en cuenta.
Había un montón de cosas que yo quería hacer, experiencias que yo quería vivir o
cosas que quería expresarles a ciertas personas que, si me tocaba morir en ese
momento, me hubiera arrepentido toda la vida. Una sensación de temor recorrió todo
mi cuerpo, nadie sabía cuánto tiempo me quedaba o cuánto tiempo le quedaba en este
mundo.
Dicen que los baños son reflexivos, y capaz tenían razón porque en uno, en ese baño,
yo tome la mejor decisión de mi vida.
Sorprendentemente mi cuerpo se llenó de energía de un momento para el otro, ya no
estaba cansado si no que todas sus partes estaba repletas de una emoción inigualable.
–HARRYYYY!! CAMBIATE VAMOS A SALIR- grite saliendo de la ducha y
envolviéndome en mi bata de baño
–a dónde? - apareció por la puerta del baño en calzoncillos
–a la playa
–gordo son cerca de las 10pm de la noche, a que queres ir a la playa ahora?
–porque si, ya vas a ver, necesitamos comprar helado, vamos a cenar eso
–vamos a cenar helado en la playa?
–si-frunció el ceño en gesto de confusión –no te vas a arrepentir, de verdad- le di un
pico y después lo tome de los hombros y lo gire para que mire en la misma dirección
que yo –así que mové ese hermoso culo y cámbiate- le pegue una cachetada en este.
–como vos ordenes- dijo con un tono divertido en su voz para y después empezó a
caminar moviendo su cadera muy exageradamente, yo solo reí.

Decidimos que ir en su moto porque era más rápido, aparte yo no tenía ganas de sacar
el auto y manejar. La playa quedaba bastante lejos, algo así como una hora en tren, nos
dirigíamos a brightog beach ya que era una de las más cercanas a la ciudad y en moto
nos tardaríamos más o menos media hora por el tráfico.
Hicimos una parada en una de las heladerías favoritas de Harry, baje yo y compre un
kilo de helado de solo dos gustos, chocolate blanco y dulce de leche, acá va porque era
la favorita de Harry, era la única de todo Londres que fabricaba ese gusto de helado que
había probado una vez que había ido a visitar las cataratas de Iguazú a Argentina y que
lo había enamorado desde la primera cucharada. Aunque siempre que comía expresaba
su dolor porque ninguno se comparaba con el que fabricaban allá, se conformaba.
A mi parecer era demasiado dulce y prefería admirar la preciosa combinación que
hacían con el fernet clásico y la Coca-Cola, Harry estaba seguro que si viajábamos a
Argentina él me iba a comprar el mejor dulce de leche e iba a ver qué era lo mejor del
mundo.
Llegamos a la playa pasadas las 11pm, estaba totalmente despoblada porque si, solo a
mí se me ocurría ir a esa hora, también estaba algo oscura solo iluminada por el reflejo
de la luna y las estrellas. El agua estaba tranquila, pero aun así se podía escuchar el
ruido que producía su movimiento, el cual era muy relajante.
Nos sentamos en la arena a comer “nuestra cena” que era el helado, hablamos de mi
libro (el que estaba escribiendo en ese momento), le conté que tenía la idea principal
pero que al sentarme a narrar las palabras simplemente no salían. Me alentó diciendo
que era normal después de escribir una saga súper larga y de estar años escribiendo, me
aconsejo que me relajara y que no me estresara por algo que era momentáneo. Después
él me conto sobre algunos proyectos que tenía con su música, hacia unas semanas tuvo
la suerte de estar tocando en un bar donde había un productor que noto su, muy
distinguido, talento así que le dio la oportunidad de grabar un disco. Recuerdo ver sus
ojos llenos de felicidad cuando me conto, él estaba cumpliendo su sueño.
Decidimos caminar un rato por encima del agua tomados de la mano, en realidad a
Harry le dieron ganas y bueno, capricho que tenía Harry era capricho que yo, con todo
gusto, cumplía. Y supe que el momento había llegado
–cuando éramos chiquitos, con Liam, soñábamos con declararle nuestro amor a una
linda castaña de ojos celestes en la playa- dije y Harry se detuvo, deteniéndome a mi
junto
–enserio? - rio con ternura –no veo a tu chica de ojos celestes –dijo con diversión en su
vos
–no…-yo estaba serio, sobre todo por los nervios –pero veo a un chico, que tiene el
pelo rizado y sus ojos verdes como esmeraldas enfrente mío que me hizo creer cosas
que jamás pensé encontrar en este mundo- Harry se sonrojo, pero no aparto la mirada
de la mía, con su mano aun agarrada lo incite a volver a caminar y así lo hicimos –
cuando yo escribía sobre amor en mis novelas nunca pensé que yo iba a sentir lo que
mis personajes sentían, el amor no era más que un sueño que había construido por los
libros, y nunca pensé que ese sueño se haría realidad, hasta que llego cierto chico con
rulos color chocolate- lo mire sonriente, Harry estaba a punto de llorar
–yo s-soy tu sueño? - en su rostro se plasmó una sonrisa mientras una lagrima, que
alcance a agarrar cuando tome su rostro con mi mano
–sos más que eso bebé, vos sos el que me hizo darme cuenta que yo estaba viviendo mi
propia historia, sos mi novela romántica, sos el que le dio sentido a mi vida y la
empezó a pintar de color. Por eso estoy acá en esta playa, cumpliendo lo que un día de
chiquitos soñé, por eso te esto declarando mi amor- Harry abrió la boca intentando
decir algo, pero ninguna palabra salió de su boca, así que seguí –nada de lo que pase
nunca va a cambiar lo que siento por vos, pero para muchas personas esto es
importante, para mi es solo un título, pero me encantaría dar ese paso con vos porque te
amo, así que... ¿puedo ser tu novio Harry?
Las lágrimas empezaron a salir descontroladamente de sus ojos y no voy a negar que de
los míos también salieron algunas, pero no era tristeza era pura y simple alegría, era
amor y emoción. El ojiverde intento hablar, pero por alguna razón las palabras no le
salían, así que me beso.
Sentí como sus labios suaves y carnosos rozaban los míos con delicadeza, con timidez.
Aunque habíamos hecho esto muchas veces esta vez fue distinto. Fue lento y con
calma, nuestras lenguas se rosaban acariciándose, nuestros cuerpos estaban pegados,
mis manos seguían sos teniendo su cara y las de él estaban en mi nuca.
Harry me dijo con ese beso todo lo que no me había podido decir con palabras, me
demostró todo su amor, dio como respuesta un sí a mi pregunta.
Después de eso mi corazón entendió muchas cosas, que mi cerebro todavía no era
capaz de descifrar.

⋆⋆☾⋆⋆

–y es así como terminaría una hermosa historia de amor, una novela romántica o un
cuento para hadas, con un “y vivieron felices para siempre”
–pero esta es la realidad, Louis- dijo el sujeto frente a mi vestido de una bata blanca
–ya lo se
–muy bien, entonces quiero saber el final
–doc, hay veces que es mejor no saber el final de las historias, porque este puede ser
muy dramático, muy realista y los putos soñadores de este mundo no los aceptan- dije
un poco cansado por toda la situación y aunque usar el sarcasmo frente a este hombre
que se hacía llamar psicólogo me gustaba, pude sentir el dolor en mi pecho
–soy un fiel creyente de que si un final no es feliz no es él final de la historia- rodé mis
ojos al escuchar demasiado positivismo en una sola frase
–como sea, terminemos esto de una vez- suspire y retome mi relato

Nos encontrábamos en Asia, habíamos viajado hacia unos días, para escalar el monte
Everest. Era algo que habíamos soñado hace mucho tiempo ya, y fue mi regalo por el
aniversario número cuatro de nuestro noviazgo.
Nos acompañaba Liam, porque se coló a último momento a nuestra travesía junto con
Zayn, que era y sigue siendo su actual pareja. Hacía mucho frio, todos ahí ya teníamos
mucha experiencia en este tipo de deporte, así que no había nadie más que nosotros 4.
Teníamos los mejores equipos de soja y arnés que venían, estábamos bien abrigados y
llevábamos todo lo necesario para que nada salga mal.
Íbamos a tardar aproximadamente 40 días en escalarlo, porque nuestro cuerpo se tenía
que acostumbrar a las altas temperaturas y a la alta presión de esas alturas. Las noches
para mi gusto eran lo mejor, habíamos contratado una empresa que nos brindaba todos
los servicios relacionados a provisiones, entonces nos hacíamos banquetes en el medio
del hielo mientras contábamos anécdotas que nos hacían doler la pansa de tanto reírnos.
Había momentos en los que podíamos ir casi caminando mientras subíamos, pero había
otros en los que era verdaderamente pesado escalar por lo empinado que era. Todos los
días cambiábamos de orden de quien iba primero, segundo, tercero y cuarto.
Era el día aproximadamente 20, decidimos ir primero Zayn, después Liam, yo y por
ultimo Harry. Todo iba de maravilla con Liam haciendo comentarios pervertidos por la
vista que tenía desde ahí abajo, Zayn contestándole aún más fuera de tono, yo puteando
por el frio y Harry alentándonos de que cada vez faltaba menos. Y fue cuando todo se
desmorono de la nada.
–c-chicos –dijo Harry desde abajo con una voz muy temerosa –mi arnés…- decidí
mirar para abajo y vi como la soga del arnés que conectaba a Harry con la soga
principal se estaba rompiendo. Un miedo profundo recorrió todo el cuerpo
–tranquilo, voy a bajar muy despacio y voy a agarrarte, pararemos y lo cambiamos, no
es nada- empecé a retroceder sobre mis pasos –no hagas movimientos bruscos amor
Mientras bajaba miraba a la altura que nos encontrábamos, estábamos en una de las
partes en la que tu cuerpo dependía de la soga, solo de la soga, era tu único sostén
porque estaba demasiado inclinado para poder mantenerte por sí solo, y la altura era
demasiada como para poder sobrevivir.
Estaba a punto de agarrar la soga para atraer a Harry hacia mi cuando este fallo por
completo, Harry dio un grito y yo me solté, quedando boca abajo sostenido solo por el
arnés. Tenía mis ojos cerrados porque temía de la imagen que iba a ver cuando los
abra, pero sentí como mis brazos sostenían un peso que no era mío, sentí como mis
manos agarraban algo con una fuerza inhumana.
Yo había agarrado a Harry, lo había salvado
–te tengo- dije mientras empezaba a, con mis brazos, levantar a Harry tirando de la
soga –LIAM, DAME UNA MANO
–ESTOY BAJANDO, QUEDENSE AHÍ YA LLEGO
–tranquilo Harry, todo va a estar bien, ya viene Liam- el rizado miraba un punto que no
eran mis ojos ni yo, pensé que talvez estaba viendo como Liam bajaba
–no…
–que decís har- sentí como de la nada descendíamos al menos 2 metros, acompañado
de un ruido de soga romperse
–MIERDAAA- escuche desde la boca de Liam
–Louis tu arnés no nos está soportando a los dos, suéltame, no voy a dejar que te pase
algo
–no Harry, no te voy a soltar, quedan menos de tres metros de soga para que te agarre,
voy a llegar- empecé a mover mis brazos con más rapidez y aunque estos ardían por la
fuerza que estaban haciendo no me importo. Pensé que lo iba a lograr cuando de
repente volvimos a bajar, el arnés y la soga se seguían rompiendo
–Louis de verdad perdón, pero no voy a dejar que te pasé algo, no así no hoy- vi como
sacaba su navaja que llevaba siempre que hacíamos este tipo de cosas de su bolsillo
–que estás haciendo?- mi cuerpo se tensó completamente
–te amo Louis, te amo muchísimo como nunca ame a nadie, sos lo más importante que
tengo y voy a tener, nunca me olvides, yo no lo voy a hacer- y de un solo movimiento
corto la soga de la que yo lo sostenía
–NOOOOO HARRY- busqué rápidamente mi arnés y lo empecé a desabrochar, yo iba
a ir con él, yo me iba a tirar, pero en ese momento una mano fuerte me tomo de mi
ropa.
–no Louis- era Liam
–Harry… él…- no pude terminar la frase porque lagrimas comenzaron a brotar desde
mis ojos y un vacío se posó en mi cuerpo.
Quería gritar, quería patalear, quería cambiar el hecho de haber estado ahí, de haber
ido, quería morir y era capaz de matar para que Harry este de vuelta, pero ya era
demasiado tarde para todo. Él ya estaba muerto
Él había renunciado a todo lo que tenía, renuncio a su sueño, el que estaba viviendo
gracias a su primer álbum que fue todo un éxito, renuncio a su familia, a las
oportunidades, a los recuerdos, al tiempo, a la vida, pero sobretodo decidió enfrentar su
peor miedo, el mismo que le había causado el ataque de pánico, la muerte y todo por
salvarme a mi.
Después de ver como caía y no poder tirarme a buscarlo mi mente unió todos los
puntos y entendió porque sentí esas sensaciones en el taxi en la playa la primera vez
que lo vi, la misma que apareció en el aeropuerto cuando nos despedimos, esa que
también acompaño cada momento con Harry y eso que mi corazón entendió la noche
que estuvimos bajo la luna.
No solo me había enamorado de Harry Styles, él había tatuado su nombre en mi
corazón y yo además le había entregado mi vida, una que no tenía sentido si él no
estaba.
Tuve mi duelo para llorarle al amor de mi vida, pero no derrame una sola lagrima, en
cambio estuve dos semanas escribiendo encerrado en mi habitación, narrando detalle
por detalle como ese castaño había cambiado mi vida, para que el mundo no se perdiera
una historia de amor real, que no era fantasía, sino que había sido vivida por dos
personas y que no estaba escrita por un simple hombre vacío que soñaba con amor.

–lo que hiciste por Harry fue muy hermoso, dejaste plasmada su historia de amor en
esas hojas, pero es hora de sanar- asentí a lo que él estaba diciendo
–sí, y esta es la forma- saque el arma que había llevado en mi pantalón desde que había
iniciado la sesión con este psicólogo que había mandado Liam a mi casa para que me
ayude. Pero yo ya estaba perdido y no había salvación.
–no! - dijo levantándose de su silla para intentar calmarme –no es justo, ni para vos ni
para las personas que te quieren
–la vida no es justa- dije con la pistola aun en mi sien, las lágrimas empezaban a
recorrer mis mejillas
–puedes salir a delante Louis, formar una familia y vivir tu vida haciendo que el
recuerdo de Harry no duela- el hombre frente a mi tenía las manos levantadas a la
altura de su pecho, hacia movimientos para abajo tratando de que yo baje mi arma.
–necesito que entienda algo- baje el arma y la apoye en mi regazo, la mirada de él se
tranquilizó y se sentó nuevamente en su lugar –te voy a poner un ejemplo fácil y
sencillo para asegurarme que lo entiendas, imaginemos una hoja de papel en blanco,
vacía sin vida ni color, un cuadro bastante triste, lo sé- tenía mi mano derecha
levantada representando el triste papel que acababa de explicar –ahora imagínate que
llega una pequeña chispa de fuego y por razones de la vida se encuentra con la hoja y la
toca- seguí interpretado la situación pero ahora con ambas manos – y eso crea una
llama, una grande que consume toda la hoja. Ahora ya no hay ni chispa ni papel, solo
un gran fuego que arde con pasión y vida. Pero en algún momento este se va a apagar y
lo único que va a quedar son los rastros de la hoja quemada, las cenizas. Después de
esto ya no hay hoja y ya no hay chispa, sino restos de papel que alguna vez formaron
algo hermoso: fuego- note confusión en los ojos del psicólogo así que me adelante a
hablar antes de que este preguntara –así paso con Harry, él fue mi chispa, él fue el que
me hizo, arder, sentir, vivir, amar, el me dio motivos y razones para vivir y no
sobrevivir, el me hizo entender el aprecio por la vida humana, él fue ese balde de
positivismo que necesitaba mi vida para poder transformarme en fuego, él es y siempre
será todo porque si me pedís que te defina mi vida en dos simples palabras te diría
Harry Styles sin dudarlo, porque él es mi vida y sin él solo queda un polvo gris, sin él
no queda nada- las lágrimas habían empezado a caer por mis mejillas.
Sentí la mirada de compasión sobre mí, el doctor estaba al borde de las lágrimas y la
verdad no tenía la mínima idea de que estaba pensando en ese momento. Se quedó un
momento mirándome para luego levantarse, agarre rápidamente mi arma por si
intentaba algo
–tranquilo, no voy a hacer nada, vos ya tomaste tu decisión, me voy a ir de tu casa para
que vos también te vayas en paz- para ese entonces él ya estaba frente a mí a una
distancia de unos 30cm, apoyo su mano en mi mejilla, agarrando mi cara –sean muy
felices Louis- y con eso tomo su maletín y se fue por la puerta de mi oficina.
Tome las hojas donde tenía escrito mi último libro junto con una carta de despedida
para todos, sobre todo para Liam, donde especificaba que ese libro tenía que ser
publicado con ningún cambio en su trama y que si quería entender mi partida tenían
que leerlo, tenían que leer nuestra historia con Harry. Deje todo sobre el escritorio y ya
de pie coloque el arma en mi cabeza.
–y voy a buscarte, voy a encontrarte, aunque tenga que esperar 100 vidas o vivir 100
infiernos, voy a encontrarte, aunque tenga que ser nada y hacer de todo, voy a
encontrarte en otra vida y en mil vidas más, voy a encontrarte Harry Styles, porque vos
sos mi chispa y la única que es capaz de hacerme arder- susurre el último párrafo de
nuestra historia, porque nadie sabía cómo me atormentaba nuestro último abrazo, su
última sonrisa, nuestro último beso, nuestro último adiós, porque me perseguían hasta
en mis sueños, porque nadie puede vivir en el vacío después de que conoció la
abundancia absoluta, y entonces apreté el gatillo.
Y así era como la vida terrenal de dos almas que se enamoraron profundamente,
terminaba. El destino fue cruel y los separo antes de que vivieran una vida que
quisieran recordar, pero fue tan fuerte lo que sintieron uno por el otro que perduro,
perduro días, años, incluso vidas y después de la muerte.
Porque no era la primera vez que ellos se amaban ni sería la última, en un tiempo no
muy lejano esos ojos celestes y esos ojos verdes volverían a despertar. Sus almas
estaban entrelazadas y tarde o temprano se volverían a volver encontrar.
Ellos estaban destinados para toda la eternidad.

Fin.
EXTRA 1: “on another life”

-vamos, arriba, ya llegamos bebe- sentía como una mano acariciaba suavemente mi
mejilla para tratar de "despertarme", cosa que yo ya había hecho más de una hora antes
por el maldito dolor que tenía en el cuello por culpa de dormir en el maldito auto que
nos llevaba a la mierda de ciudad nueva después nos tengamos que mudar.
-ya mamá estoy despierto- abrí los ojos y me encontré con la cálida sonrisa de la mujer
más bella que había visto en toda mi vida. Ella ya estaba parada fuera del auto, pero
con la mitad de su cuerpo dentro para hablar conmigo
-hijo te ves muy mal, tus ojos están muy anchados y tienes grandes ojeras, ven aquí-
me tomo con ambas manos bajo mis hombros y me cargo en su cuerpo, yo enrolle mis
piernas en su cintura y mis brazos cuello, escondiendo mi cara en su pecho- oh cariño
ya no llores mas
-no quiero vivir acá, quiero a mis amigos, mi escuela, mi casa, mi ciudad
-solo tienes 10 años amor, acá podés encontrar más amigo en tu nueva escuela,
tenemos una casa y una ciudad, ya no llores, no me gusta ver ese dejo de tristeza en tu
ojos azules- me despegue de ella para secar mis lágrimas y limpiar mi nariz con el puño
de mi remera, lo que me hizo ganarme una mirada fulminante por parte de mama, la
que después se fue suavizando quedando en una expresión total de ternura -muy bien,
ahora que te parece si visitamos tu nueva habitación?
Le regalé una pequeña sonrisa y asentí con la cabeza. Después de bajar las pocas cosas
que traíamos en el auto, me dedique a estar encerrado en mi pieza, estaba enojado con
mamá: por no tener la valentía suficiente para enfrentar a papá, con papa: por irse sin
más como si nosotros no fuéramos nada, con la rubia: porque se robó a papá y
conmigo, estaba muy muy enojado conmigo, porque yo tenía miedo y no me adaptaba,
porque sentía que todo lo que hacía era una carga para mamá y hacia todo más difícil.
Me senté en la ventana que daba a la calle, el cielo estaba casi despejado, el sol estaba
fuerte, aunque el viento frio aliviaba su calor, los pájaros cantaban y la gente sonreirá,
era un buen día para cualquier otro. La ciudad era hermosa, pero yo jamás lo iba a
admitir en voz alta, odiaba el hecho de mudarnos y dejar atrás los pocos años que tenia
de vida. Suspire fuerte y cerré los ojos, deje que el viento pague en mi cara.
Probablemente perdí la noción o tal vez me había dormido, pero mi zona de paz y de
olvidarme del mundo termino cuando escuché el ruido de una pelota rebotar, abrí
rápidamente los ojos y vi que el sonido provenía de la vereda de enfrente. Allí había un
chico de espaldas, tal vez de unos 8 o 9 años tal vez, pero tenía menos edad que yo,
tenía su cabello bastante largo y estaba en una cola bastante despeinada, llena de rulos
bien mancados.
Parecía estar jugar al futbol, pero seguramente era la primera vez que lo hacía, porque
no tenía ni idea de cómo patear una pelota, hacer jueguitos o ni siquiera pararla.
Intentaba meter un gol entre dos ramitas que había puesto contra el frente de su casa.
La pelota chocaba una y otra vez contra la pared cada vez más fuertes, probablemente
se estaba enojando porque de las 25 veces que había pateado no había metido una. El
ruido que generaba era insoportable y la verdad es que no tenía ganas de ver a alguien
terrible, era aburrido.
Mientras bajaba las escaletas escuche como tocaban la puerta, así que apure mi paso y
asome mi cabeza, vi como mamá abría la puerta, detrás de esta había un hombre
bastante alto y de pelo alto, hablaba con ella y señalo un camión que estaba parado
justo en frente de nuestra casa, ella asintió con la cabeza y tres hombres junto con el
morocho alto que había hablado con mi madre empezaron a entrar cajas y muebles.
Nuestras cosas habían llegado.

La casa era chica, tenía un living, una cocina y un comedor en la planta baja, arriba
solo tenía dos habitaciones y el baño. Yo me ocupaba de subir mis cosas y las de mi
mamá, así el trabajo sería mucho más rápido y así fue.
Estuvieron más o menos una hora bajando todo, mi mamá todo el tiempo estuvo dando
indicaciones de donde dejar cada cosa, aunque era bastante fácil ya que todas las cajas
estaban embaladas y rotuladas con el nombre del lugar en donde tenían que ir. Después
de eso me dedique a mi cuarto.
Lo primero que hice fue poner cortinas en la ventana, el niño de enfrente seguía
pateando la pelota contra la pared, así que cerré los vidrios de la venta y la cortina,
busqué mi toca disco y el vinilo de lana "born to die". Sabía perfectamente que era un
método bastante anticuado, pero a mí me gustaba de esta forma.
Acomode lo muebles, los cual moví de posición 10 mil veces, si tenía que adaptarme a
la idea de vivir ahí iba a hacer que mi habitación, al menos, se sintiera perfecta. Cuando
todos tenían su lugar arme la cama y la tendí, agarre las bolsas de ropa y las tire dentro
del ropero, eso iba a tener que esperar hasta la tarde, pero no iban a molestar mi
perfecta visión estando tiradas por ahí. Bueno, después hice la parte más divertida,
decore mi habitación, pegue los posters y todos los discos de vinilo, los de oasis, the
fray, lana del rey, lady gaga, zara larsson y michael jackson. Después pase a la
biblioteca, tenía alrededor de 150 libros que acomodar, así que respire hondo y empecé.
Apenas me senté escuche como el disco terminaba, así que me pare delante la pared
donde estaba exhibidos todos mis discos para ver cuál ponía ahora. Me decidí por "1"
de zara, iba a ser bueno para levantar un poco mis ánimos.
No había acomodado ni 20 libros cuando mi mamá golpeo la puerta
-si?- dije para que pasa
-wow cariño, eres rápido- estaba verdaderamente asombrada por como ya estaba mi
cuarto
-emm supongo que gracias, estoy teniendo algo de problemas con los libros la verdad
es que no sé cómo acomodarlos
-oh, y si los acomodas como los tenías antes?
-es que ya me aburrí, aparte al estar por género, los colores no quedaban lindos, pero
como sea, que pasa ma?
-cierto, acaba de llegar la piza, sé que te gusta y capaz te suba un poco el ánimo.

Sí, mi madre me conocía mejor que nadie, si el día venía siendo un 0 el simple hecho
de comer pizza lo convertía en un 6. Bajamos juntos y almorzamos, hablamos del
nuevo trabajo que había conseguido y que le parecía mejor que su trabajo anterior,
después me pregunto que me parecía la casa, le mentí.
No era que la casa no me gustaba, amaba como estaba quedando mi cuarto, no me
molestaba que sea el triple más chico que lo anterior, lo que odiaba era que no esté
papá, odiaba que ya no sean 3 platos en la mesa, extrañaba que no estén presentes sus
chistes malísimos o que sea él que cocine. Odiaba que se haya ido.
Sentía como las lágrimas se iban acumulando en mis ojos, no quería que ella me viera
llorar, ya tenía suficiente con su dolor, pero gracias a dios me salvo la campana.
Literalmente
Alguien toco el timbre, en ese momento, cuando mi madre se levantó a abrir aproveche
para secármelas. En la puerta había una mujer morocha con una sonrisa hermosa y al
lado el chico insoportable de en frente que era pésimo con la pelota. Tenía ojos verdes
que te morías, parecía que recién se había bañado ya que su pelo estaba suelto y
mojado, aun así, se le formaban los rizos sobre los hombros, tenía las manos extendidas
y en ellas un touper lleno de lo que parecían galletitas. Hablaron unos momentos y
después mi madre me llamo.

-cariño, ven aquí un momento- sentí pánico, pero aun así fui -ella en Aine y él es su
hijo Hardin, son los vecinos de en frente

-hola, soy Lewis

-mi hijo horneo unas galletas ayer por la noche así que me pareció un buen presente y
además venir a presentarnos- hablo Aine
-Es muy lindo de su parte, muchas gracias, estoy segura de que Lewis y Hardin van a
poder conocerse mejor y pasar tiempo juntos
-Si! justo Hard no tiene nada que hacer ¿Qué dicen?- mire los ojos verdes de Hardin, él
tampoco quería pero algo en nuestras miradas indicaba que era una obligación
-emm está bien- dijo él con muy poco animo en su frase
-Lew, acodarte que tenes que terminar de acomodar las cosas de tu cuarto, así que solo
un rato
Grite internamente, agradecí, salte, al menos con eso mi mamá acorto un poco el
tiempo que tenía que pasar por compromiso con el vecino. Cada una de nuestras
madres entro a la casa y nosotros nos sentamos en el cordón de la vereda de Hardin.
-¿que los trae acá?- dijo agarrando la pelota para intentar, horriblemente mal, hacer
jueguitos con ella
-mi padre decidió que una la nueva chef rubia de su restaurante era más importante que
nosotros
-eso suena como la mierda- dijo dejando caer la pelota
-sí, supongo que habla de la persona que es
-bueno yo pienso que es una horrible persona y que tendrías que olvidarte de alguien
como el
-cuantos años tenes y porque pareces un filosofo?
-que basura decis? solo digo lo que pienso
-okeyy aparte de filosofo, adicto a putear
-aja, como sea, tengo ocho vos?
-tengo 10- dije y agarré la pelota que había dejado en el piso, sin presumir empecé a
hacer mis perfectos jueguitos
-como lo haces? sos un genio
-no sé, en mi ciudad anterior jugaba mucho al futbol, incluso iba a una clese
-agh y que más? eras el mejor?- dijo desafiándome
-en realidad si
-uf, si sos un genio señor lewis, agh como sea, te ves como la mierda
-wow eso no era necesario, pero te puedo ayudar y enseñar si quieres
-de verdad? - sus ojos verdes brillaron y algo se activó en mi
Capaz que no era todo tan mal, capaz que podía mandar a la mierda a mi papá y
olvidarme de lo que hizo, capaz que le podía dar una oportunidad a la ciudad, a la
escuela, a las nuevas amistades, capaz que mi mamá y yo podíamos ser felices otra vez,
capaz que podía empezar de nuevo y capaz que yo y la pequeña bola de rulos con mal
carácter y pésima capacidad deportiva nos podíamos llevar bien.
Después de todo era la primera vez que miraba unos ojos y sentía la sensación de
conocer a alguien de hace mil vidas atrás, y solo me pasaba con esos ojos verdes.
EXTRA 2: secuela “aceptar”

Hay muchas veces en las que pienso que todo podría haber sido distinto, si solo
hubiéramos cambiado un solo movimiento, si hubiéramos dicho palabras de más o
palabras de menos, si hubiéramos cambiado un solo segundo de la puta historia, aun te
tendría acá conmigo.
Eran aproximadamente las 3am cuando mi teléfono sonó, las copas de los árboles se
movían de una forma brusca y el cielo parecía partirse al medio, una áspera y fuerte
lluvia caía de él, acompañada de rayos y truenos. Era una tormenta de un nivel que
hacía mucho tiempo que no presenciaba, una que capaz me advertía todo lo que se
venía.
-hola?- respondí con una voz ronca por el sueño, sin fijarme de quien se tratara
-yo... Liam lo intente... yo no pude- era es psicólogo que le había enviado a Louis para
que tome terapia
- de que hablas? no entiendo
-tiene que enten- detrás de su voz se escucho un disparo que hizo que el doctor tome
una gran bocanada de aire por el susto y empiece a llorar fuertemente, por mi parte
pegue un brinco en la cama y me puse alerta
-decime que no es lo que pienso- me fije la hora y si, por la diferencia horaria Louis
tenía que estar en terapia en ese momento -decime que ese no fue Louis
-yo lo lamento tanto
Una especie de vacío se posó en mi pecho, en el centro de mi corazón, mi garganta se
cerró y todo lo que me rodeaba se apagó, solo era yo y el disparo que se repetía una y
otra vez en mi oído como si hubiera pasado justo al lado mío.
-yo me encargare de llamar a la policía y a la ambulancia, pero por favor, tenes que
venir-
-v-voy a tomar un avión e-en este momento
-gracias y de verdad lo siento mucho
La línea se cortó y yo quede sentado en mi cama en el medio de la oscuridad,
probablemente estaba pasando por un estado de shock, porque mientras las lágrimas
corrían, me quede mirando fijamente a un punto en frente mío, uno lejano que ni
siquiera tuve la intención de prestar atención de lo que era. En mi mente solo rondaban
tres ideas: Louis, disparo y "lo lamento tanto"
-Liam, Liam ¿Qué haces? - la voz de Zayn sonaba al lado mío, pero no era fuerte como
para sacarme de mi burbuja -¿Qué te pasa? ¿amor estas bien?- dijo
-tenemos que ir a Londres
-¿Qué por qué? Liam que te pasa, estas pálido
-LOUIS SE SUICIDO, TENEMOS QUE IR A LONDRES YA- probablemente no
tendría que haberle gritado a Zayn, el quedo impactado por mis palabras y yo rompí en
llanto, otra vez. Él se levantó de la cama, sabía que no podía hacer absolutamente nada
por mi consolándome, así que agarro una valija y empezó a poner ropa de ambos, no se
preocupaba si estaba bien doblada o si se iba a arrugar, se notaba que estaba
desesperado, él sabía cuánto me afectaba esto a mí.
Como llegamos al aeropuerto no me acuerdo, tampoco el proceso de controles, solo
tengo una vaga imagen de yo llorando en el hombro de Zayn mientras el avión ya
volaba. Sé que me quede dormido mientras lloraba y sé que todo lo que se venía no iba
a ser bueno.
Llegamos a Londres casi 12 horas después, el departamento de Louis seguía clausurado
y Zayn ya había empezado un juicio a el psicólogo. Él no me había preguntado sobre
eso, pero yo estuve de acuerdo, después de todo este hombre era el responsable de
curarte y evitar todo esto.
Me negué a ver tu cuerpo, sabía que no lo iba a soportar así que otra vez Zayn fue él
que te reconoció. Por el tema del juicio no te pudimos velar hasta dos semanas después.
El juicio oral fue tres días después de que te fuiste, y fue mi peor tortura.
-estábamos teniendo una de nuestras sesiones como lo hacíamos comúnmente, su
recuperación era bastante lenta, las primeras veces ni siquiera me hablaba de Harry,
después de eso empezó a contarme buenos momentos, lo bien que le hacía, pero nunca
llegaba al momento en el que el murió, hasta esa noche. Esa vez decidió empezar desde
el principio, me conto que lo conoció en un barco al que iban a bucear, como se lo cuso
en el avión, cuando lo invito a la fiesta, como se iban haciendo cada vez más unidos,
me conto su primer beso y como él le pedio para que fuera su novio en la playa- el
psicólogo hizo una pausa para tomar algo y no se por qué algo me sabio mal en ese
momento -después de eso le pedí que me cuente el final de la historia y lo hizo, me
conto el accidente que tuvieron en monte Everest, cuando termino me dijo que era su
final y que nada ni nadie iba a cambiar eso.
-y usted decidió así sin más irse y dejar que se quite la vida? - hablo mi abogado
-no
-entonces que lo hizo dejarlo ahí?
-el me amenazo con un arma, no me apunto ni nada de eso, pero la tenía en las piernas
agarrada con una de sus manos dijo algo como "si no te vas, la primera bala va a ser
para vos". Yo temí por mi vida así que me fui y al salir llamé a Liam
-Louis no haría eso...- le susurre a mi abogado y él asintió con la cabeza
-Tiene algún tipo de prueba que valide la acusación que está haciendo?
-si, están las cámaras de seguridad del departamento de Louis.
Se reproduzco un video en una de las pantallas, Louis estaba de espalda de forma que
no se veía su cara pero si se vio el momento en el que sacaba un arma, el mismo que se
había encontrado en la escena, se veía como hablaban sobre algo y como después el
doctor se iba, dejaste algo sobre el escritorio y despareciste del video, segundos
después se vio como tu mano caía sin vida.
Mi mundo se cayó, todo se derrumbó, era totalmente incomprobable lo que había salido
de tu boca en ese momento, pero aun así el hombre fue declarado inocente y a mí me
entregaron las llaves de tu departamento. Todo había terminado y el único culpable era
vos, Louis Tomlinson.

Zayn dice que me perdí después de eso y yo la verdad es que no me acuerdo mucho, caí
en depresión y mis recuerdos no son más que lagunas aisladas, la mayor parte del
tiempo era un zombi por la cantidad de anti depresivos y el otro poco estaba cegado por
el enojo. No fui a tu entierro ni tampoco me fui a despedir, y las llaves de tu
departamento quedaron tiradas en algún lugar de nuestra habitación de hotel, yo no
quería saber de vos.
Por las noches, cuando no me sentía tan drogado, me escapaba sin que Zayn se diera
cuenta. Me gustaba caminar por las calles vacías, me ayudaba a conectarme e incluso
sentía que alguien me escuchaba al contarle lo mal que estaba. Pero esa ves decidí
tomar el auto, estaba muy muy enojado, nunca me había sentido así.
Lo primero que hice fue entrar en un supermercado de 24hs y me fui a la sección de
herramientas, necesitaba algo bastante pesado, así que tome uno de los tubos que se
usan para levantar las ruedas de los autos, pague lo que tenía que pagas y fui para el
cementerio.
Iba a destruirte.
Cuando encontré tu lapida sentí como mi corazón se rompía, pero no me deje llevar por
esos sentimientos y empecé con lo mío. Con el fierro golpeaba el mármol, te grité, te
dije todo lo que me dolidas, todo lo que te odiaba, hasta que alguien me agarro de atrás.
Ahí estaba Zayn ,de nuevo, me abrazo fuerte y me contuvo, el esa noche donde yo me
perdí a mi mismo, apareció y me salvo una vez más.
-entonces así es como se siente? el vacío no es frio como dicen, es más bien ardiente y
cortante, es como un carbón que va quemando la venas, que no te deja hablar o
expresarte. Es la sensación de impotencia y de no poder controlarte a vos mismo,
dejando que lo más mínimo te consuma y te mate- le dije acurrucado en sus brazos, no
aguantaba más el vacío que dejaste
-shhh, tranquilo todo va a estar bien, yo voy a curar ese vacío y vas a poder ser feliz
otra vez- susurro a mi oído
Entonces lo único que pude hacer fue llorar en el medio de la noche, porque quería
destruir cada parte que quedaba de vos, quería romper tu lapida e incendiar tu
departamento, quería sacarlo todo de mi mente y desvanecer todo lo que te pertenecía y
dejaba tu recuerdo vivo, quería matarte tal y como vos me mataste a mí el día que
disparaste esa bala.
Esa noche toqué lo más hondo y oscuro, tenía que hacer algo para dejarte ir, así que fui
valiente y entre a tu departamento por primera vez, todo estaba tal y como cuando
estabas vivo y aunque vos no estabas más aún se sentía que todo lo que estaba ahí te
pertenecía. Recorrí cada parte de él, dejando para lo último esa habitación, tu oficina.
Cuando entre sentí un peso en el pecho, pero también sentía que tenía que hacer esto
para poder seguir con mi vida, y fue ahí donde lo encontré. Entre un poco de polvo que
se había acumulado en los 10 meses que habían pasado, un sobre con hojas dentro, mi
curiosidad me gano así que lo abrí.
Lo primero que cayo fue una nota:
"Yo sé que probablemente estés enojado y tengas millones de preguntas en tu cabeza,
acá adentro vas a encontrar, quizá, las respuestas a tus preguntas. Te amo Liam, perdón
por dejarte"
No perdí tiempo y empecé a leer, estuve casi todo el día leyendo tu libro y algo en mi
cambio cuando lo termine, pero te mentiría si te diría que en mi cabeza no se siguen
reproduciendo los ¿porque? junto con las preguntas, y te mentiría si te diría que
entiendo tu decisión, porque no es así. Pero ya no hay odio, ya no hay enojo, ya no hay
ese dolor que me provocaba el no entenderte, porque tuve que aceptar.
Acepte que cada uno es dueño de su vida, que uno nace y muere solo y nadie puede
cambiar eso, acepte que no te podía obligar a vivir una vida que odiabas, acepte lo
egoísta que fui con vos. Acepte que los "para siempre" pueden durar un segundo, que
las personas en algún momento se van a ir y solo me voy a tener a mí mismo.
Y porque acepte que lo que sentiste vos no era algo que yo podía juzgar.
Si solo tendría 5 minutos más de existencia para poder decirte todo lo que nunca te dije,
si tan solo pudiera hacerte saber lo importante que eras para mi vida y lo mucho que te
amaba, sin tan solo pudiera recordarte los recuerdos juntos donde éramos felices y la
muerte no se no interponía en el medio, si tan solo pudiera ayudarte de alguna forma y
aliviar tu dolor, si tan solo podrías leer estas palabras para entender mi dolor, si tan solo
no estuvieras muerto.
Vine hoy acá, después de casi un año de tu muerte, a despedirme, a apoyar tu decisión
y a tratar de seguir adelante. Doles mucho Louis, doles acá, en el centro del pecho,
duele todo el amor que te tengo, duele la parte de mi alma que te pertenecía a vos, a mi
hermano.
Pero por eso te voy a dejar ir, porque yo sé que ahora estas en paz y a vos ya no te
duele, y sabiendo que nadie se va a comparar con vos, voy a seguir mi vida, porque sé
que en algún momento mi alma va a poder revivir esa parte que murió al no tenerte,
cuando te reencuentre.

Liam tomo un encendedor y quemo la carta que le había escrito a Louis, respiro hondo
y seco sus lágrimas, no tenía sentido llorar por algo que no podía cambiar, pero si podía
disfrutar de las personas que seguían a su lado.
Al darse vuelta se encontró con Zayn, quien le regalo hermosa sonrisa de apoyo y le
tomo su mano. Juntos caminaron hacia el auto.
Y así Li comenzó su nuevo inicio, cumpliendo el último deseo de Louis de publicar su
libro y listo para el nuevo desafío que sería el matrimonio.
EXTRA 3: “the end”

Liam, presente....
Sentía los nervios chocarle en el centro de su pecho, frente a ese escenario iba a haber
gente juzgando lo que él iba a presentar, iban a juzgar el libro de Louis, el último libro
de su Louis y estaba en sus manos que las primeras 10mil copias que estaban a punto
de salir a la venta se agoten en segundos.
La muerte de su amigo había sido un golpe muy bajo para la comunidad de lectores,
miles de fans explotando en las redes su dolor y angustia. Louis con su literatura había
creado un lugar seguro para todas esas personas y aunque él no lo pudo ver que en su
vida sobraba amor, él tenía un propósito y un valor. Y esas personas fueron las que
movilizaron el mundo para hacerle saber a él, que este donde este iba a ser recordado y
amado por muchos años. Porque el dejaba huella.
En todas las librerías se agotaron sus libros, los valores subieron muchísimo ya que su
historia fue muy popular y polémica, y en este momento todos tenían en la mira la
escritura que Liam sostenía en sus manos temblorosas por los nervios.
Todos mataban por leer "talking about us"
-Lo vas a hacer bien, tranquilo...- Zayn lo abrazo desde la espalda, tomándolo desde los
hombros
-Es como... su último deseo, no le puedo fallar-
-Y no lo harás y nadie de acá lo podría hacerlo mejor- le dio un pequeño beso en su
mejilla- ahora subí y hace que ese libro se agote en segundos
Lo último que sintió como el morocho apretaba suavemente su cintura, en señal de
apoyo. Subió algunos escalones, para poder llegar al escenario, las luces lo
encandilaban así que veía la mayor parte todo blanco, pero sabía que ahí debajo, había
cientos de personas esperando que él hable.
Se paró frente al micrófono y este fue encendido. Miro las fichas que tenía en sus
manos, las que había leído día y noche, el ensayo que había preparado con tanto
esfuerzo, el que había corregido mil veces para que todo sea perfecto, pero Louis no era
eso, su historia no era simplemente papel. Respiro hondo y las dejo a un lado, entonces
así empezó a hablar.
- ¿Alguna vez escucharon la frase "las personas somos mosaicos"? Yo creo que nos va
más el ser rompecabezas. Cada persona, cada momento, cada recuerdo forma una
pieza. Nos crea, vamos formando quienes somos a través de ellas, vamos creciendo y
estas van aumentando. Algunas se pierden, otras se rompen y otras siguen ahí en el
medio, sosteniendo todo. Siento que somos rompecabezas desarmados que sus piezas
fueron tiradas al viento del destino y que el tiempo va a ser nuestro mayor aliado para
poder encontrarlas.
Vivimos nuestra existencia incompletos y a muchos lo que le falta es su pieza central.
Pero cundo la encuentran saben que ahí empieza verdaderamente su felicidad.
A la vez, junto con esto se crea algo a lo que me gusta llamar "voz mental", nuestra
peor enemiga. Ella destruye humanos...las promesas no cumplidas, los sueños rotos, los
desamores, todo se guarda ahí y siempre está lista para sabotearnos. Para rompernos
piezas. Muchas veces la vida no ayuda, hay situaciones que no podemos controlar y
que son algo mucho más grande que nosotros, y eso también nos destruyen piezas y
algunas muy importantes.
Y de ahí vienen sentimientos como la tristeza, la nostalgia, trastornos como la
depresión o la ansiedad. Hay momentos en que la mente humana ya no sabe dónde está,
no sabe si sigue viva o ya murió, no distingue la realidad, vive en el pasado o en el
futuro y la única forma de traerla de vuelta es el dolor. Un dolor que te termina
matando.
Cuando sientes la sensación de morir, en realidad es la necesidad de ser salvado, la
nostalgia consume todo de vos, pero ¿Qué más vas a hacer cuando ya tocaste el cielo?
Todos tenemos piezas rotas, pero hay personas que no dejan que alguien más ayude a
repararlas, se cargan con su peso, con su propio dolor y tratan de salir adelante. Nadie
se da cuenta, porque son capaces de esconderlo en el rincón más oscuro de su cuarto
cuando es de madrugada, y a veces el peso es demasiado y los aplasta.
Alguien que se suicida es un valiente que se hizo cargo de su dolo y termino con él por
sí mismo, la persona que se suicida no es alguien que quería terminar con su vida, sino
alguien que quiere terminar con el dolor.
Sería muy hipócrita decir que quien acaba con su vida es alguien cobarde, porque todos
en esta jodida vida buscamos la forma de autodestruirnos, todos buscamos un dolor
para saber que aún hay vida en nosotros. Todos vivimos en la oscuridad hasta que
encontramos la luz, el problema es que la luz está en nosotros y muchas veces no
somos capaces de encenderla.
Y espero que todas las personas de esta sala, de este país, de este mundo, puedan sanar
ese dolor, puedan curar esos problema de los que no habla, puedan encontrar la luz en
medio de la oscuridad, para que no tenga que destruirse por completo.
Y espero que sí están pasando por una mala situación puedan pedir ayuda. Las piezas
rotas de tu alma las vas a arreglar vos, pero a veces solo necesitamos una mano en el
hombro que nos recuerde que podemos.
Y es que la vida es hermosa, solo hay que encontrar la forma de vivirla, hay que
encontrar el amor que habita en nosotros, descubrir nuestra magia interior y ver lo
hermoso que es el presente.
Muchas veces necesitamos apagar esa voz que nos habla, la voz que nos dice que todo
es una mierda, que todo está mal, que no somos felices o que necesitamos más de lo
que tenemos. Estas existiendo en una roca que flota en la nada, fuiste vos el que
llegaste a esta vida entre millones de posibilidades, cada segundo que pasa es algo que
jamás vas a recuperar ¿y aun así sigues mal por lo que paso ayer? ¿por lo que puede
pasar mañana? ¿si esa persona te quiere o no? No tiene absolutamente nada más que a
vos mismo en este momento...Disfrútate y se feliz, solo te necesitas a vos, amaté y
seguí adelante.
Toda mi vida pensé que las coincidencias no existen, todo lo que llega a vos es lo que
necesitas. Así que, si hoy estas acá escuchando esto quiero que sepas que sos
suficiente, que tenes algo que aportar al mundo, que probablemente hay muchas
personas que te aman y que estarían dispuestas a escuchar eso que te hace llorar cuando
todos duermen. Tenes algo que dar al mundo, tenes metas, sueños y sobre todo mereces
ser feliz porque no hay una persona en este planeta que no merezca paz. Créeme, el
dolor sana, él se va porque no es eterno, pero depende de vos cuanto vas a soportar,
cuanto lo vas a guardar y cuanto vas a permitir que entre a tu vida. Seguí adelante,
porque no hay nada más hermoso que la sensación de poder estar en paz con voz
mismo, de poder decir "lo logre, pude hacerlo" pero no hay nada más lindo que mirar
atrás y ver lo idiota que eras cuando no sabías verdaderamente el valor que tenías.
Este es el libro que te narra la pequeña línea que hay entre la vida y la muerte, vivir o
sobrevivir, como en un segundo podes perder lo que te costó toda una vida encontrar.
La carta suicida de mi pequeño Louis y la historia de su pequeña chispa que lo hizo
feliz en esta vida, y en un millón más.
Esto fue y será para siempre, talking about us

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