Los Rituales de Los Pueblos Originarios Del Paraguay

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MINISTERIO DE EDUCACIÓN Y

CIENCIAS
CENTRO EDUCATIVO MUNICIPAL

“Los rituales de los


pueblos originarios del

Modalidad: Bachillerato Científico con


Énfasis en Ciencias Sociales

Curso: 2° Año
Turno: Mañana
Sección: “B”
Año: 2023
Tutora: Lic. Sandra Gayoso
Ciudad del Este- Paraguay

1
Índice

Portada……………………………………………………………………….. 1

Índice…………………………………………………………………………. 2

Alumno……………………………………………………………………….. 3

Introducción………………………………………………………………… 4

Planteamiento de problema………………………………………….. 5

Beneficiarios……………………………………………………………….. 6

Justificación……………………………………………………………….. 7

Objetivos ,general, ………………..…………………………….. …………..8

objetivo especifico

Marco teórico………………………………………………………………. 9 -40

Marco metrológico………………………………………………………. 41

Actividades…………………………………………………………………. 42

Cronograma de actividades……………………………………………. 43

Aspectos administrativos………………………………………………. 44

Recursos humanos-recursos financieros-recursos materiales

Conclusión………………………………………………………………….… 45

Anexo………………………………………………………………………….. 46

Bibliografía………………………………………………………………. 47

Significado léxico………………………………………………………48 - 49

2
ALUMNO
KAREN NOELIA BRITEZ ZARATE

3
Introducción
Con la elaboración de este proyectó áulico conoceremos más
Acerca de los rituales de los pueblos originarios del Paraguay
son un tesoro cultural profundamente arraigado en la historia y
el corazón de esta nación sudamericana. A lo largo de los
siglos, estas prácticas rituales han servido como la esencia de
la identidad cultural de diversas comunidades indígenas,
conectándolas con sus raíces ancestrales, su tierra y su
espiritualidad. En este trabajo, exploraremos la riqueza y
diversidad de los rituales de los pueblos originarios en
Paraguay, sumergiéndonos en un mundo de tradiciones
ancestrales, simbolismo profundo y conexión con la naturaleza.

4
PLATEAMIENTO DEL PROBLEMA
¿Cuáles son los tipos principales de rituales
practicados por los pueblos originarios del Paraguay?
Los pueblos originarios del Paraguay participan en una variedad
de rituales, que incluyen rituales de celebración, rituales de
curación y rituales espirituales. Los rituales de celebración
están relacionados con festividades y eventos importantes en la
vida comunitaria, mientras que los rituales de curación
involucran prácticas de medicina tradicional. Los rituales
espirituales se centran en establecer conexiones con lo divino,
el mundo espiritual y las fuerzas de la naturaleza.

¿Cuál es el papel de la música y la danza en los rituales de los


pueblos originarios del Paraguay?
La música y la danza desempeñan un papel fundamental en los
rituales indígenas del Paraguay. Estos elementos son utilizados
para crear una atmósfera espiritual y cultural, con instrumentos
tradicionales y movimientos específicos que tienen un profundo
significado. La música y la danza enriquecen la experiencia
ritual, transmiten la historia y las tradiciones, y fortalecen los
lazos entre los participantes y su herencia cultural.

¿Cuáles son algunos de los desafíos actuales que


enfrentan los pueblos originarios en Paraguay en
relación con la práctica de sus rituales tradicionales?
Los pueblos originarios en Paraguay enfrentan desafíos significativos
en la actualidad. Estos desafíos incluyen la pérdida de tierras
ancestrales debido a la presión de la agricultura y la urbanización, la
lucha por la preservación de sus tradiciones en un mundo cada vez
más globalizado y la influencia de la cultura occidental en sus
comunidades. La protección y el respeto de sus rituales tradicionales
son esenciales para la preservación de su patrimonio cultural y la
promoción de la diversidad cultural en el país

5
BENEFICIARIOS
ALUMNOS DEL SEGUNDO CURSO SECCION B

6
JUSTIFICACION
Es necesario llevar a cabo este proyecto porque La
investigación y el estudio de los rituales de los pueblos
originarios del Paraguay son de suma importancia por varias
razones fundamentales:

Preservación de la Diversidad Cultural: Los pueblos originarios


de Paraguay poseen una rica herencia cultural que abarca
siglos de historia. Sus rituales son una parte integral de esta
herencia y representan una manifestación única de su identidad
cultural. La preservación de estas tradiciones culturales
contribuye a la diversidad cultural y al enriquecimiento del
patrimonio nacional e internacional.

Comprender la Historia y el Contexto Cultural: Los rituales


indígenas no solo son expresiones culturales, sino que también
son ventanas hacia la historia y el contexto cultural de estas
comunidades. A través de su estudio, podemos obtener una
comprensión más profunda de cómo estas sociedades han
evolucionado a lo largo del tiempo, resistiendo la colonización y
adaptándose a las cambiantes condiciones sociales.

Promoción del Respeto y la Tolerancia: La investigación sobre


los rituales de los pueblos originarios del Paraguay puede
contribuir a la promoción del respeto, la tolerancia y la
comprensión intercultural. Al conocer y valorar estas prácticas
espirituales y culturales, se fomenta el respeto por la diversidad
y se desafían estereotipos y prejuicios.

Contribución a la Conservación Ambiental: Muchos rituales


indígenas están estrechamente relacionados con la naturaleza y
la biodiversidad. Al comprender estos rituales y su conexión con
el entorno, se pueden obtener valiosas lecciones sobre la
relación armoniosa entre las comunidades indígenas y la
naturaleza. Esto puede contribuir a esfuerzos de conservación
ambiental y sostenibilidad.

7
Objetivo General:
El objetivo general de este trabajo es investigar, analizar y
divulgar la significativa herencia cultural representada por los
rituales de los pueblos originarios del Paraguay, destacando su
importancia histórica y espiritual, y promoviendo su respeto y
preservación en un contexto de diversidad cultural.

• Objetivos Específicos:
➢ Analizar en profundidad la historia y evolución de los
rituales de los pueblos originarios en Paraguay, desde sus
raíces ancestrales hasta la actualidad.
➢ Clasificar y describir los diferentes tipos de rituales
practicados por las comunidades indígenas, incluyendo los
rituales de celebración, de curación y espirituales.
➢ Identificar y explicar los elementos y símbolos clave
presentes en los rituales, como la música, la danza, las
plantas sagradas y la vestimenta tradicional.

8
MARCO TEORICO
Paraguay, con su rica diversidad cultural, alberga 19 pueblos
originarios y 5 familias lingüísticas que a lo largo del tiempo han
desarrollado un vasto corpus de rituales y fiestas sagradas.
Estas prácticas enriquecen culturalmente a sus comunidades y
forman parte del testimonio cultural del país

los rituales de los pueblos originarios del Paraguay:

Guaná: El pueblo Guaná celebra rituales que honran a la


naturaleza y los elementos. Sus festividades están vinculadas a
la agricultura, la caza y la pesca. Durante estas ceremonias, se
agradece a los espíritus por las cosechas y se busca armonía
con el entorno natural.

Nivaclé: Los Nivaclé realizan ceremonias para pedir


protección y bendiciones de los espíritus. Sus rituales están
relacionados con la salud, la fertilidad y la armonía. La danza y
la música son parte integral de estas celebraciones.

Pai Tavyterá: Los Pai Tavyterá celebran el ciclo agrícola con


danzas, cantos y ofrendas a los dioses. Su cultura está
profundamente arraigada en la relación con la tierra y la
naturaleza. Estas festividades también son momentos para
fortalecer los lazos comunitarios.

Sanapaná: Este pueblo realiza rituales para conectarse con


los antepasados y pedir su guía. Sus festividades incluyen
danzas, música y ofrendas a los espíritus ancestrales. La
espiritualidad y la tradición oral desempeñan un papel
fundamental en su cosmovisión.

Guaraníes Occidentales: Los Guaraníes Occidentales tienen


una rica tradición de rituales chamánicos y espirituales. Sus
ceremonias involucran el uso de plantas sagradas, como el
tabaco, y la comunicación con los espíritus de la naturaleza. La
danza circular es una parte esencial de sus prácticas.

9
Manjui: Los Manjui celebran rituales relacionados con la caza,
la pesca y la recolección de alimentos. También honran a los
animales y las plantas como seres sagrados que merecen
respeto y gratitud. La música, las máscaras y las pinturas
corporales son elementos presentes en sus festividades.

La Fiesta de la Cosecha: es una festividad que involucra a


varios pueblos originarios de Paraguay al mismo tiempo. Aunque
cada pueblo tiene sus propias tradiciones y rituales, la Fiesta de
la Cosecha es un momento de encuentro y celebración
compartida.

Durante esta festividad, los diferentes grupos indígenas se


reúnen para agradecer a la Madre Tierra por los frutos
obtenidos de la agricultura. Se realizan danzas, cantos,
ofrendas y ceremonias en honor a los dioses y espíritus
protectores. Además, se intercambian productos agrícolas y
artesanías entre las comunidades.

La Fiesta de la Cosecha es un ejemplo de cómo los pueblos


originarios se unen para celebrar su conexión con la naturaleza
y su identidad cultural. Es un momento de respeto mutuo,
intercambio cultural y fortalecimiento de la comunidad.

Ceremonias de los Guarani:

Los guaraníes son uno de los grupos indígenas más numerosos


en Paraguay. Sus rituales a menudo involucran la música y la
danza. Realizan ceremonias de agradecimiento a la Madre
Tierra, conocida como "Ñande Ru," para pedir buenas cosechas
y protección. Los cantos y las flautas son parte integral de
estas celebraciones. Además, los guaraníes practican la
medicina tradicional, utilizando hierbas y rituales de curación
espiritual.

Ceremonias Aché:

Los aché son conocidos por sus rituales de caza. Antes de salir
a cazar, realizan ceremonias de preparación que incluyen
danzas y cantos para pedir la protección de los espíritus de la
selva y asegurar una caza exitosa. También creen en los sueños
como medios de comunicación con los espíritus y a menudo
10
interpretan los sueños antes de emprender actividades
importantes.

Rituales Mbyá:

Los mbyá son una comunidad guaraní que vive en Paraguay y


practica rituales de sanación y protección. Utilizan plantas
medicinales y realizan ceremonias de purificación que
involucran baños con hierbas. También celebran rituales para
honrar a los antepasados y mantener la armonía con la
naturaleza.

Ceremonias de la Luna Llena:


Algunos grupos indígenas en Paraguay realizan rituales
especiales durante la luna llena. Estas ceremonias suelen
incluir danzas circulares alrededor de fogatas y ofrendas a la
Luna y los espíritus de la noche. Se cree que la energía de la
luna llena es propicia para la comunicación espiritual y la
curación.

Ceremonias de Matrimonio:
Las uniones matrimoniales en las comunidades indígenas
suelen involucrar rituales específicos. Estos rituales pueden
variar, pero a menudo implican la bendición de los ancianos, el
intercambio de regalos simbólicos y ceremonias que unen a las
familias.

Ceremonias de Iniciación en la Adolescencia:


En algunas comunidades, la transición de la niñez a la adultez
se celebra con ceremonias de iniciación. Estas ceremonias
suelen implicar pruebas de resistencia y resistencia, así como
enseñanzas sobre la historia, la cultura y las responsabilidades
de la comunidad.

Rituales de Curación
Hierbas medicinales: Los pueblos originarios utilizan una
variedad de plantas medicinales para tratar diversas dolencias.
Cada planta tiene propiedades específicas y se emplea en
infusiones, cataplasmas o baños. Algunas hierbas comunes
11
incluyen el ka’a he’ê (menta), el ka’a jehasa (romero) y el ka’a
rapé (albahaca).

Baños de purificación: Los rituales de purificación con agua


son comunes en muchas culturas indígenas. Se cree que estos
baños limpian las energías negativas y restauran el equilibrio.
Los ríos, arroyos o cascadas son lugares sagrados donde se
realizan estos baños.

Masajes y manipulaciones corporales: Los curanderos y


chamanes aplican técnicas de masaje, acupresión o
manipulación para aliviar dolores físicos y tensiones. Estos
masajes a menudo se acompañan de cantos y rezos.

Ceremonias con cantos y danzas: La música y el


movimiento son parte integral de los rituales de curación. A
través de cantos, danzas y percusión, se busca armonizar el
cuerpo y el alma. Los tambores, flautas y maracas son
instrumentos comunes en estas ceremonias.

Comunión con la naturaleza: Los pueblos originarios creen


en la conexión profunda entre el ser humano y la naturaleza.
Realizan rituales al aire libre, en lugares sagrados como ríos,
montañas o bosques, para recibir energía sanadora. La
observación de aves, la contemplación del sol o la luna, y la
meditación son prácticas esenciales.

Ofrendas a los espíritus: Durante las ceremonias, se ofrecen


alimentos, tabaco u otros objetos a los espíritus o dioses como
muestra de gratitud y petición de salud. Estas ofrendas pueden
incluir maíz, miel, frutas o incluso objetos personales.

Es importante destacar que estos rituales no solo buscan la


curación física, sino también la armonía espiritual y emocional.
Cada pueblo originario tiene sus propias prácticas específicas,
transmitidas oralmente de generación en generación.

El tríptico “Rituales y fiestas sagradas de los pueblos


originarios del Paraguay” recopila información sobre estas
tradiciones. Estos conocimientos ancestrales merecen nuestro

12
respeto y reconocimiento como parte fundamental del
patrimonio cultural paraguayo.

Elementos y Simbolismo en los Rituales


Hierbas medicinales: Las plantas tienen un papel crucial en los
rituales de curación. Se utilizan para preparar infusiones,
cataplasmas o baños que buscan sanar el cuerpo y el espíritu.
Cada hierba tiene propiedades específicas y se considera
portadora de energía vital.

Agua: El agua es un elemento purificador y sanador en muchos


rituales. Los baños de purificación se realizan en ríos, arroyos o
cascadas para limpiar las energías negativas y restablecer el
equilibrio.

Fuego: El fuego representa la transformación y la renovación.


En los rituales, se encienden velas, fogatas o braseros para
purificar, proteger o invocar a los espíritus.

Tierra: La tierra simboliza la conexión con la naturaleza y los


antepasados. Los altares se construyen sobre la tierra, y las
ofrendas se depositan en ella como muestra de gratitud.

Símbolos sagrados: Cada pueblo originario tiene sus propios


símbolos sagrados, como amuletos, máscaras, plumas o piedras
preciosas. Estos objetos se utilizan durante los rituales para
canalizar energías positivas o alejar las negativas.

Cantos y danzas: La música y el movimiento son esenciales


en los rituales. Los cantos invocan a los espíritus, mientras que
las danzas expresan la conexión con lo divino.

Ofrendas: Se ofrecen alimentos, tabaco u otros objetos a los


espíritus como muestra de respeto y petición de ayuda. Las
ofrendas pueden variar según la tradición de cada pueblo
originario.

Ceremonias colectivas: Los rituales suelen realizarse en


comunidad para fortalecer los lazos entre sus miembros y
compartir la experiencia espiritual.

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cambios y Desafíos Actuales
Preservación cultural y lingüística:

Desafío: La preservación de las tradiciones culturales y las


lenguas indígenas es fundamental. Sin embargo, la influencia de
la cultura globalizada, la migración a áreas urbanas y la falta de
políticas efectivas pueden poner en riesgo la transmisión
intergeneracional de conocimientos y prácticas.

Acciones: Se promueven programas educativos bilingües que


valoran y enseñan las lenguas indígenas. Además, se
documentan las lenguas en peligro y se fomenta la
revitalización cultural a través de festivales, talleres y
actividades comunitarias.

Derechos territoriales:

Desafío: La lucha por el reconocimiento y la titulación de


tierras ancestrales es constante. Muchos pueblos originarios
enfrentan conflictos con empresas extractivas, agricultura
intensiva y proyectos de infraestructura que amenazan sus
territorios.

Acciones: Los líderes indígenas defienden sus derechos ante


las autoridades gubernamentales y buscan alianzas con
organizaciones internacionales para proteger sus tierras. La
visibilización de estos conflictos es crucial para generar
conciencia.

Acceso a servicios básicos:

Desafío: Muchas comunidades indígenas carecen de acceso


adecuado a servicios como salud, educación, agua potable y
electricidad. La brecha entre las áreas urbanas y rurales es
evidente.

Acciones: Se promueven proyectos de desarrollo sostenible


que mejoren la calidad de vida en estas comunidades. Además,
se busca fortalecer la participación indígena en la toma de
decisiones locales para garantizar servicios equitativos.

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Discriminación y estigmatización:

Desafío: A pesar de los avances en la conciencia sobre los


derechos indígenas, persisten actitudes discriminatorias y
estereotipos negativos. La invisibilización histórica también
contribuye a esta problemática.

Acciones: Se llevan a cabo campañas de sensibilización para


combatir la discriminación y se promueve el respeto hacia las
culturas indígenas. La educación intercultural es fundamental
para derribar prejuicios.

Cambio climático:

Desafío: El cambio climático afecta directamente a las


comunidades indígenas, alterando sus patrones de vida,
recursos naturales y sistemas agrícolas. Sequías, inundaciones
y variaciones en los ciclos agrícolas son cada vez más
frecuentes.

Acciones: Se busca fortalecer la resiliencia climática


mediante prácticas sostenibles, como la agroforestería, el
manejo adecuado del agua y la adaptación a condiciones
extremas.

Características

La población del Paraguay es heterogénea: indígenas de


ascendencia mayoritaria guaraní, mestizos y criollos en su
mayor parte de ascendencia española, con una minoría de
inmigrantes alemanes, suecos, daneses, eslavos, noruegos,
brasileros, argentinos, uruguayos, bolivianos, peruanos,
chilenos, coreanos, japoneses, chinos, turcos, sirio-libaneses,
belgas, polacos, rusos, ucranianos, portugueses, italianos y
menonitas.

A pesar de las diferencias notables entre los pueblos indígenas,


que están reflejadas en la diversidad lingüística y que resultan
de sus variadas historias socioculturales o procesos étnico-
territoriales, es también cierto que tales pueblos comparten
ciertos rasgos culturales de sus estrategias de supervivencia,
hecho que históricamente se debe a la necesidad de dar

15
respuestas culturales a los mismos o semejantes desafíos
ecológicos: un alto grado de movilización cíclico-espacial,
típicas estrategias de compensar las deficiencias que se
producen durante la estación más crítica del año que es la
época seca, la fuerte tendencia a la diseminación espacial en
subgrupos no demasiado numerosos, las estrategias de
dispersión del riesgo a través de la multiplicidad y
complementariedad de las actividades concomitantes respecto
a los recursos florísticos, faunísticos y agropecuarios de la
región.

POBLACIÓN ORIGINARIA E INDÍGENA DEL


PARAGUAY

“Desde los más antiguos tiempos el territorio actual de


Paraguay ha sido habitado por etnias que forman dos grupos
notablemente diferentes, que sólo la construcción de una
nación moderna ha unido dentro de sus
fronteras. Los dos grupos se identifican
al mismo tiempo con dos sistemas
ecológicos profundamente diferenciados;
en la región oriental, a la derecha del río
Paraguay, selva subtropical húmeda; a la
izquierda, el Chaco, pampas y llanos
xerófilos, con relativa escasez de agua.
En el oriente, pueblos agricultores de
filiación guaraní; en el occidente, tribus,
convencionalmente, llamadas
pampeanas, recolectoras y cazadoras. Esta presentación muy
sumaria es fundamentalmente aceptable. […] Desde el punto de
vista antropológico ha prevalecido la determinación por el
criterio de la lengua, que es el más seguro. Los Censos del
Paraguay que han contemplado a los indígenas, los de 1981,
1992 y 2002, han asumido esa división lingüística como la más
apropiada y operativa.” (Melià 2002)

16
Actualmente, la población indígena que habita dentro de las
fronteras del Paraguay está compuesta por 19 pueblos
indígenas que pertenecen a 5 familias linguisticas con una
población total de 112.848 personas (DGEEC 2013).
Se ha definido y agrupado a los pueblos indígenas según su
relación con cinco familias lingüísticas[1] que se distribuyen en
ambas regiones del país. Sin embargo, existen varios pueblos
transfronterizos que mantienen, a pesar de las divisiones
políticas de los países, intercambios constantes con otras
comunidades haciendo uso de su territorio ancestral. Este es el
caso de varios pueblos de la familia lingüística Guaraní y de los
grupos de indígenas Ayoreo en asilamiento voluntario.
Según Zanardini, “existen varios criterios para clasificar a las
etnias indígenas: criterios raciales, criterios migratorios y
criterios lingüísticos“, el que se ha utilizado desde el primer
censo fue el de familias lingüísticas propuesto por Chase-Sardi
y Susnik.

Zamuco: Ayoreo, Yshir, Tomaraho.


Mataco: Nivaclé, Maká, Manjui
Enlhet-Enenlhet (Maskoy): Enlhelt, Enxet, Guaná, Sanapaná,
Angaité, Enenlhet (Toba Maskoy), Maskoy.
Guaicurú: Qom
Guaraní: Guaraní Occidentales, Guaraní Ñandeva, Paĩ Tavyterã,
Mbyá, Avá Guaraní, Aché.

Distrinución histórica de las


poblaciones indígenas según
familia lingüística (Zanardini y
Biederman 2001)[2]

Desde los primeros contactos, los


pueblos indígenas fueron
adquiriendo, a través del tiempo,
distintas formas de ser
denominados, muchas de las cuales persisten y conviven con
las actuales autodenominaciones. “Es bien conocido que los
pueblos indígenas suelen tomar, para autodesignarse, la palabra

17
que en su lengua significa ´hombre´ o gente verdadera y
auténtica” como el Mbyá (gente), los Ava (hombres) o Aché
(personas) (Melià y Grunberg 2008:105). Según Melià y
Grunberg, “por ser una denominación particular dentro del
complejo cultural guaraní, ella reflejaría ya una conciencia de
un proceso histórico distinto y separado con respecto a otros
pueblos guaraníes. El caso contrario es el del pueblo Paĩ
Tavyterã quienes se autodenominan como pobladores del
centro de la tierra, “habitantes del paraíso para dirigirse la
palabra” (Melià y Grunberg 2008:53).

Complejizando un poco este consecusión de denominaciones


sobre un mismo sujeto colectivo, consideramos junto al
antropólogo Richard (2008) que la historia de los nombres de los
pueblos indígenas es sin duda la historia de la alienación y los
malos entendidos, principalmente entre misioneros e indígenas.
A pesar de que actualmente las autodenominaciones hayan
logrado cierto poder emancipador para los pueblos indígenas,
no han dejado de dar cuenta de la disputa por tener derecho a
enunciarse así mismo. La alternancia (basculement) que
sufrieron las formas de denominar a los pueblos indígenas
puede observarse hasta hoy en día en la convivencia sin
contradicciones de distintos nombres para un mismo pueblo
indígena; un ejemplo más de ello es el mapa anterior (más
arriba) y cómo los registra a su vez la DGEEC. Este fenómeno
ocurrió simultáneamente en todo el Gran Chaco donde “el
sujeto indígena, siempre colectivo y siempre igual a él mismo,
atravesará una densa jungla de denominaciones erróneas y de
nombres alienantes a ganar” que al final de la historia le darán
el derecho a enunciarse a él mismo con “su propio nombre, su
nombre propio” (RICHARD 2008:29).

Este documento utilizará las denominaciones brindadas por la


DGEEC reemplazando las autodenominaciones registradas de
algunos pueblos indígenas, por ello la necesidad de introducir
brevemente una reflexión crítica sobre esta práctica
colonizadora de nombrar y renombrar lo conquistado. De estar
manera, se encontrará en vez de Ybytoso, Yshir, Toba Qom al
pueblo Qom, en vez de la familia linguística Maskoy, la Enlhet-
Enenlhet siguiendo a Kalish y Ulru, etc.

18
Según la Dirección General de Estadísticas Encuestas y Censos
(DGEEC), se registró un “crecimiento sostenido de todas las
etnias que componen los pueblos indígenas” (DGEEC 2013) (ver
cuadro abajo) principalmente, esto se debe a una mayor
cobertura por parte del Estado a la hora de hacer los censos.

En Paraguay habitan 112.848 indígenas, 58.375 son varones y


54.473 mujeres, que subsisten en 531 comunidades, 241 aldeas
y 54 núcleos familiares[3]. El pueblo Mbya Guarani es el de
mayor población y el más extendido en términos de ocupación
territorial, seguido por el Ava Guaraní y luego el Nivaclé entre
los pueblos de mayor cantidad de población. Los pueblos
Ayoreo, Guaraní Ñandeva, Guaraní Occidental, Qom, Aché,
Maká, Yshir, por otra parte, presentan una proporción muy
similar de población aunque menor a los anteriormente
nombrados. Por otra parte, los pueblos Guaná, Tomaraho y
Manjui se encuentran proporcionalmente con menos de 1% de
población a comparación con los otros pueblos, esto en
palabras de la DGEEC significaría que “de no tomarse medidas
oportunas, la disminución de estos pueblos podría acentuarse
peligrosamente” (DGEEC 2013:21)

Presidente Hayes, Boqueron y Canindeyú son los departamentos


del país con mayor población indígena contrariamente a Guairá
donde menor cantidad de población indígena tiene, la cual fue
registrada recién en este censo (DGEEC 2013).
La población indígena mantiene una estructura
predominantemente joven, expresión de una fecundidad
elevada- a pesar de haber disminido notablemente desde el
censo 2002-, que se reduce rápidamente en las edades adultas,
debido a la persistente tasas elevadas de mortalidad (2013).

La página oficial del Instituto Paraguayo del Indígena habla de


572 comunidades reconocidas oficialmente por el Estado con
personería jurídica. Las comunidades indígenas para tal efecto
deben solicitar, según determinados requisitos, ser reconocidas
por el Estado según determinados requisitos establecidos en la
Ley 904/81. Según lo establecido en los arts. 7 y 8 de la Ley
904/81, en concordancia con lo establecido en la Carta Magna,
el estado reconoce la existencia de las comunidades indígenas

19
otorgándoles Personería Jurídica y reconociendo a su
representante legal, el líder elegido por la comunidad.

Considerando que la tierra/ territorio es la base para el


desarrollo étnico y económico, se puede afirmar que la
condición básica para la sobrevivencia de casi la mitad de las
comunidades indígenas del Paraguay no está garantizada.
Solamente una pequeña parte de las comunidades indígenas
cuenta con suficiente calidad y cantidad de tierra. La mayoría
de las comunidades indígenas con tierras aseguradas están
sobrepobladas y cuentan con un medio ambiente que no
garantiza la práctica de estrategias económicas tradicionales
de subsistencia ni garantizan, en muchos casos, la práctica de
una agricultura que pueda sustentar las necesidades básicas de
alimentación.

Por otra parte, los territorios indígenas fueron


permanentemente desvastados, se deterioró su medio ambiente
y muchos recursos naturales fueron desapareciendo, con éstos,
tradiciones, medicinas, rituales, etc. El problema de la tierra en
paraguay por la distribución inequitativa de la misma -que se
refleja en la gran brecha entre pobres y ricos-, se hace latente
cuando quienes menos oportunidades poseen de acceder a ésta
entran en conflicto; en los últimos tiempos, se han dado casos
de ocupaciones de tierras de comunidades indígenas por parte
de campesinos sin tierra. La principal causa de migración de
familias hacia otros lugares, sean otras comunidades o centros
urbanos, es la falta de tierra en cantidad o calidad suficiente. El
desplazamiento forzoso hacia las ciudades confluye en
situaciones aún más complicadas, siendo víctimas de la
discriminación estructural de la sociedad paraguaya pero
también de la trata y tráfico. La situación de calle en las que
muchas familias se encuentran en los centros urbanos los
vulnerabiliza aún más, los y las más jóvenes son las principales
víctimas, muchas de las cuales adquieren hábitos que hacen
más difíciles su reinserción dentro de otras comunidades.

Aproximación Histórica

Para comprender al modo de vida de los pueblos Guaraníes es


imposible el hacer abstracción de la historia. Es que,

20
indudablemente, los acontecimientos que marcaron la historia
del Paraguay como sociedad nacional, y específicamente
aquellos que hacen al mundo indígena en particular, inciden de
manera directa en el modo en el que los pueblos indígenas viven
su propia realidad, la interpretan y realizan su cultura como
colectivo. Es el tal sentido y por tales motivos que se ve como
de importancia insoslayable el trazar una panorámica de
aquellos sucesos de la historia paraguaya que más marcaron a
los pueblos indígenas. La religión de los pueblos indígenas del
Paraguay solo puede comprenderse a cabalidad en el marco de
la historia misma de dichos pueblos que, claramente, confluye
en innumerables puntos con la historia de la nación paraguaya.
Por consiguiente, las presentes páginas se avocarán a una
breve aproximación de la historia de los pueblos Guaraníes,
aproximación tal que no puede sino ser resumida y
fragmentaria.

Antes de la colonia

Dado que los Guaraníes son pueblos ágrafos, solo la arqueología


puede determinar – de manera más que aproximada – las
características de su vida y los principales sucesos de ella
antes de las primeras relaciones y partes de los conquistadores
y colonizadores. Apoyándose en vestigios estudiados por esta
disciplina, algunos autores apuntan – sobre los

Guaraníes Prehistóricos – que: “…[Eran un pueblo que] se


distinguía por algunas peculiaridades: un movimiento migratorio
constante en búsqueda de la «tierra sin mal», tierra fértil con
abundantes alimentos silvestres”

. Esto los hacía un pueblo semi- nómada, pues mezclaban, ya de


antaño, la recolección y la caza con la agricultura en el marco
del Tekoha. Al agotarse los recursos que permitían el

Tekoporã en un sitio, la Comunidad entera migraba en búsqueda


de mejores horizontes. Esta práctica, pese a los grandes
movimientos históricos, se mantuvo mientras duraron las
tupidas selvas de la Región Oriental. La organización social
macro de los Tekoha en tiempos precolombinos – y hasta el
infame decreto del 7 de octubre de 1848 – fueron los guaras,

21
verdaderas agrupaciones territoriales bien delimitadas en las
cuales sus miembros cazaban, pescaban y vivían en abierta
comunidad. Ciertos autores afirman que en 1500 habían seis
guaras en lo que hoy es la Región Oriental de Paraguay: La de
los Carios, primeros en contactar con los conquistadores
españoles en estas tierras, que se ubicaba entre los ríos
Manduvirá, Tebicuary y Paraguay; la de los Tobatí, que se
ubicaba entre los ríos Manduvirá y Jejui hasta Caaguazú; la de
los Guarambaré, que se ubicaba entre los ríos Jejuí e Ypané; la
de los Itati- Guaraní, que se extendía desde la orilla del Alto
Paraguay hasta Amambay; la de los Mba’everá, que abarcaba
entre los ríos Acaray y Monday; y la de los Paraná- Guaraní, que
cubría la zona entre los ríos Tebicuary y Paraná8

. Melià tiene una teoría acerca de los posibles vínculos entre los
actuales pueblos Guaraníes (Aché, Avá- Guaraní, Mbya y Paĩ
Tavyterã) con los antiguos guaras. Al respecto, considera que
los Itatin se hallan ligados a los Paĩ Tavyterã– llamados en
Brasil Kaiowá – que los Guairá serían los Ava Katú del presente,
de manera que los Mbya serían descendientes de aquellos
Tarumá, contactados tardíamente en el siglo XVIII9

. Clarificada la presente vinculación, y descrita la organización


social de los Guaraníes en tiempos anteriores a la colonia, se
pasa a mirarlos en el período de conquista y colonización del
Paraguay.

Durante la colonia

La llegada de los españoles al Paraguay, tras las primeras


aproximaciones de García y Gaboto en la década del 20 delsiglo
XVI, se hizo plena con el asentamiento del Fuerte de Nuestra
Señora de la Asunción, en agosto de 1537. Con ese acto
concreto, se puede legítimamente situar el inicio del período de
conquista y colonización del Paraguay por España. Ciertos
autores, con una mirada generalizante del proceso, dicen: “El
fenómeno de la llegada de los españoles (…) está marcado por
profundos desencuentros culturales. Por una parte estaba bien
firme el etnocentrismo europeo con su cultura, lengua y
religión; y por otra, las poblaciones indígenas (…) con sus
respectivas lenguas, tradiciones y creencias. El choque de

22
culturas fue traumático, especialmente para los Pueblos
Indígenas

. El dominico Colomé, fiel a la tradición lascasiana de su Orden,


no puede sino denunciar los métodos aplicados por los
españoles. Al respecto señala:

“Los conquistadores españoles aplicarán en el descubrimiento y


conquista de los territorios americanos los métodos de
conquista y colonización desarrollados durante la Reconquista

: se ocupa militarmente una región, se organiza el gobierno y se


convierte la población a la religión del vencedor. En una lucha
cruel y desigual, España triunfa rápidamente. Se transplantan
las concepciones políticas, sociales y religiosas de la metrópoli.
Políticamente se introduce en el continente una autoridad
ajena. En el campo social no se tienen escrúpulos en utilizar
compulsivamente el trabajo indígena

. Melià argumenta, intentando una visión de la conquista desde


la óptica de los pueblos Guaraníes, que: “[Ellos] vieron a los
recién llegados, en la época de la fundación de Asunción, en
torno a 1537, como amigos y aliados, como Karaí, viniendo de
tierras lejanas, a la manera de chamanes andariegos, y como
posibles cuñados. Muy pronto, sin embargo, los mismos
Guaraníes se rebelaron contra esos karaí, ahora señores y
patronos, que (…) los hacían trabajar sin descanso y los
sacaban de sus aldeas y hábitat tradicional”13

. Pero la conquista no significó, solamente, opresión y exacción


económica a los pueblos Guaraníes, supuso también el primer
anuncio evangélico en estas tierras. Un primer anuncio que no
solo se hizo con palabras, palabras de ortodoxia y sana
doctrina, sino también con prácticas y testimonio de vida.

Al respecto, Colomé i Angelats apunta, diferenciando conquista


de evangelización claramente, que los misioneros defendían a
los indígenas, buscando siempre que sean respetados sus vidas
y sus bienes, además de procurar instruirlos en la fe católica14

. En tal sentido, no solo las leyes de Burgos y las Leyes Nuevas,


y las famosas ordenanzas de Alfaro, serán producto de la acción

23
de la Iglesia en favor de los indígenas, sino que la propia bula
Sublimis Deus, del Papa Pablo III, que introduce la
evangelización pacífica y rechaza la conquista militar15,
reordenará toda la organización colonial de modo a suprimir de
raíz el “justificativo” de la esclavitud esgrimido en ese entonces

. Un verdadero salto cualitativo, ya asentado el poder colonial


español en el Paraguay, se dio para los pueblos Guaraníes – ya
oprimidos por la servidumbre encomendera – con la entrada en
escena de la Compañía de Jesús y de sus reducciones. Los
Jesuitas avanzaron hacia un eficaz instrumento de protección y
dignificación plena de los Guaraníes frente a los abusos de los
encomenderos, preocupándose no solo de su evangelización –
de la que fueron maestros – sino de salvaguardar su rica
cultura. En esta clave se debe comprender los esfuerzos de
Antonio Ruiz de Montoya y otras decenas de Jesuitas por
rescatar y codificar tanto la lengua Guaraní como los aspectos
fundamentales de su modo de ser como pueblo. Adoptando la
mirada de los Guaraníes, hay autores que afirman que los
padres Jesuitas fueron considerados por los indígenas como
“chamanes de otro orden”, de modo que dicha consideración fue
lo subyacente detrás de muchos de los movimientos de rebeldía
y liberación entre los pueblos Guaraníes

. Pese a los conflictos, sin embargo, muchas de las


Comunidades de Guaraníes, escapando de la opresión
encomendera, buscan refugio en las Reducciones Jesuitas.
Respecto a su papel, hay quienes afirman que los Jesuitas
fueron comprometidos abogados de los Guaraníes, señalando la
oposición de la Compañía a la opresión encomendera18. Lo
radical del compromiso de los padres Jesuitas habría llevado,
inclusive, al enfrentamiento a escala mayor con el poder
colonial, durante la revolución de los comuneros.

Sin embargo, no es unánime el canto a favor de la labor de los


Jesuitas entre los Guaraníes. Se los ha acusado, asimismo y no
sin razón, de pretender subsumir la cultura Guaraní en la
cristiana-española con sus reducciones. Es que, si bien es
ilógico el pretender que las reducciones reproduzcan sin más el
modo de vida de los Guaraníes, queda sin duda el factor
aculturador que supusieron éstas para con el modo de ser

24
Guaraní19. Desde tal punto de vista, las reducciones son un
importante punto oscuro en todo el aporte Jesuita a la
dignificación de los pueblos Guaraníes.

Retomando el hilo, y haciendo una panorámica descriptiva y


topográfica, apuntan ciertos autores:

“En el Paraguay, las reducciones fueron ocho: San Ignacio


Guasú fundada en 1609 a pocos kilómetros de Encarnación,
Santa María en 1647, Santa Rosa en 1698, Santiago en 1659,
San Cosme y Damián 1634, Itapúa en 1615, Trinidad en 1706 y
Jesús en 1685”20

. Respecto a su organización interna, señalan que las mismas se


estructuraban a partir de un esquema arquitectónico militar,
con una plaza de armas, Iglesia, casa de los padres e indios por
separado, escuela, taller, cementerio y campos de trabajo
agrícola21

. No está de más apuntar, que, invariablemente y como era de


esperar, “la dirección general, y los aspectos socio- económicos
estaban a cargo de los Jesuitas

. Esto, que supone una velada relación de dominación-


dependencia, de modo que es criticado por propios
Jesuitascomo Melià (que las denomina “proyecto colonial”23),
generó asimismo huidas y escapes de los Guaraníes de las
reducciones a su antigua vida en el monte. Al respecto,
siguiendo una antigua crónica, relata Perasso:

“Después de haber estado los indios Tobatines en el Pueblo de


Nuestra Señora de Fe 9 años, no bien hallados por la escasez de
montes que padece dicho pueblo y por consiguiente falta de
leña, después de haber intentado seis veces su fuga, a la
séptima vez se huyeron”24

. En suma, y pese a las contradicciones, esta experiencia de


preservar la cultura Guaraní acabó abruptamente debido a
mezquindades políticas, que derivaron en la expulsión de los
Jesuitas en 1767, y en la propia disolución de la Compañía25
por el Papa Clemente XIV en el año 1773.

25
A la pregunta de qué paso con los indígenas de las reducciones
luego de la expulsión de los Jesuitas, responden algunos
autores afirmando que estos “se dispersaron, algunos a la selva,
otros a los pueblos

. Este era el panorama de los pueblos Guaraníes durante el


colonialismo tardío de España en nuestro país.

Después de la colonia

La nota de la historia de los Guaraníes tras la Independencia del


Paraguay – que no supuso mejora alguna para ellos - la dan, sin
duda, cinco acontecimientos centrales: El Decreto del 7 de
octubre de 1848, la Guerra del 70 y la Constitución de la
Posguerra, la venta de tierras públicas, el proceso de avance de
la frontera agrícola y la aprobación de la ley 904/ 81. A
continuación, se hará una aproximación breve a cada
acontecimiento:

El Decreto del 7 de octubre de 1848

Pensando, quizá, en salvaguardar las fronteras – habitadas en


su mayoría por pueblos Guaraníes – y en concederles el no
solicitado privilegio de la ciudadanía paraguaya, el
PresidenteDon Carlos Antonio López, decretó el 7 de octubre de
1848, la desaparición legal de 21 pueblos de Indígenas, modo de
organización autónoma adoptado por los pueblos Guaraníes en
la sociedad nacional. Al respecto, afirman ciertos autores:
“Durante el Gobierno de Carlos Antonio López se produjeron
muy importantes y dramáticos cambios en lo que se refiere a
los Pueblos Indígenas. Con su política de emancipación y
jubilación de los nativos, y con el Decreto Supremo del 7 de
octubre de 1848 los Pueblos Indígenas, no solamente perdieron
restos de sus territorios sino lo más grave era que dejaron de
existir legalmente como Pueblos Indígenas, se convirtieron en
libres ciudadanos sin tierra e identidad. Con el Decreto Supremo
más de 6 mil indígenas de los “pueblos Indios” fueron forzados a
vivir como mestizos

. Don Carlos, con intención o sin ella, borra la existencia jurídica


de los pueblos indígenas, confundiéndolos con la sociedad

26
paraguaya. El texto, que declara rimbombantemente a los
indígenas como ciudadanos libres de la República, no hace sino
un intento atroz de subsumir en la cultura nacional a la rica – y
legítimamente plural – cultura Guaraní. Este sería el primer paso
de una larga serie de despojos, acontecidos durante el
Paraguay independiente. De hecho, se puede afirmar sin temor
al error que la independencia paraguaya, y las medidas políticas
de los gobiernos revolucionarios y progresistas del período
1811-1870, en nada beneficiaron a los pueblos indígenas, a los
que marginaron y desposeyeron con un radicalismo muy similar
al de los peores momentos de la colonia. Esto puede entenderse
claramente si se tiene en cuenta que la principal de las fuerzas
motrices de las revoluciones que derrocaron al poder colonial
español en América Latina – por la extracción social de sus
caudillos y por el apoyo en bloque proveniente de dichos
sectoresfue sino la burguesía liberal criolla. Esta heredó del
antiguo amo colonial el desprecio por los pueblos indígenas y la
mirada altiva ante sus formas de expresión cultural y religiosa.
Don Carlos Antonio López fue, a su vez, heredero de estos
revolucionarios ilustrados. Y lo fue en lo bueno y en lo malo. Lo
peor de esta herencia se refleja en ciertas medidas de gobierno
que, como el citado decreto, niegan en la práctica el derecho a
la existencia a los pueblos indígenas. En suma, la medida de
Carlos Antonio López es la prueba patente de que ni siquiera un
Gobierno decidido a la defensa de la soberanía paraguaya ante
sus hostiles vecinos y a hacer de la República una nación
respetada en el concierto internacional, dedicó un pensamiento
a los nativos de esta tierra. Así, mucho menos cabe de
esperarse, entonces, de los gobiernos entreguistas de la
posguerra de 1870.

La Guerra de la Triple Alianza y la Constitución de la


posguerra

La Guerra de la Triple Alianza fue experimentada como un


verdadero cataclismo por los pueblos Guaraníes. No
entendiendo de fronteras, y sin necesidad de hacerlo, los
Guaraníes se vieron a la deriva y atrapados entre el fuego
cruzado de los ejércitos de Paraguay y la Alianza, que veían en
ellos a una mezcla extraña de baqueanos y a potenciales
agentes del enemigo. La Constitución Paraguaya de la

27
posguerra, liberal e impuesta por los vencedores, dejó más a la
deriva aún a los pueblos Guaraníes. Algunos autores la
describen del siguiente modo: “La legislación paraguaya
relacionada a los Pueblos Indígenas después de la Guerra de la
Triple Alianza (1865- 1870) se caracterizaba por intentos de
promover la conversión al cristianismo y a la civilización sin
reconocer sus territorios ni sus costumbres. La Constitución
Nacional de 1870 en su artículo 72 hablaba de “proveer a la
seguridad de las fronteras; conservar el trato pacífico con los
indios y promover la conversión al cristianismo y a la
civilización”28

. En suma, la nueva Constitución insistía en y profundizaba la


orientación general del Decreto del 7 de octubre de 1848. Para
ella, los indígenas no eran sino salvajes peligrosos que debían
no solo ser “civilizados”, sino totalmente asimilados a la
sociedad nacional. Lo peor de la Constitución del 70, sin
embargo, ni siquiera era dicha insistencia y profundización. Su
punto más pernicioso era el que, en una extraña contradicción
con su espíritu “liberal”, se busque instrumentalizar a la Iglesia
en dicha labor “civilizadora”. En un tiempo en el que el
liberalismo ya había destruido los lazos perniciosos que ataban
a la Iglesia al poder civil, en Paraguay era el liberalismo el que
se esforzaba por reconstruirlos, nada más y nada menos que
con la intención de exterminar a los indígenas como pueblo. De
tal manera, y habida cuenta de las contradicciones, el marco
jurídico provisto por la Constitución de 1870 permitió, como era
de esperarse, a los gobiernos de la posguerra a avanzar en
medidas concretas de despojo contra los legítimos dueños de la
tierra paraguaya. Esto generó no solo la asimilación de la que
hablaba la Carta Magna, sino un verdadero etnocidio,
perpetrado esta vez entre los yerbales y las topadoras.

La venta de tierras públicas

El golpe de gracia al Tekoporã de los Guaraníes fue obra de


Bernardino Caballero y su triste gobierno. Su venta a mansalva,
y a precios irrisorios, de las millones de hectáreas de tierras
públicas, no solo sentó las bases del latifundio en Paraguay,
sino que marcó el total despojo de los Guaraníes de sus tierras
ancestrales, ahora en manos de capitalistas extranjeros y

28
hacendados paraguayos. Al respecto, señalan ciertos autores:
“Y las Leyes de venta de las tierras fiscales de 1883 y 1885
permitieron al Estado Paraguayo vender junto con los indígenas
millones de hectáreas de territorios de los nativos”29

. Una operación de tales características demuestra no solo el


desinterés respecto al problema indígena por parte de los
gobiernos oligárquicos de la posguerra, sino también los efectos
de los avances del capitalismo – que transformó al indígena en
subproletario en las haciendas o carne de látigo en la Industrial
Paraguaya – por sobre el Tekoporã de los Guaraníes y su cultura
en general. De tal modo, la población indígena, que pese a los
avatares de la colonia se había mantenido relativamente
estable en número (claro está, una vez pasada la brutal
conquista española), se vio menguada rápidamente en la
esclavitud de los yerbales30 y privada de a poco de su esencia
cultural con la asimilación progresiva al campesino paraguayo.
Cabe sin embargo hacer la acotación que la progresiva
desaparición de las grandes empresas yerbateras a principios
de la década del 1930, y el nuevo avance de las selvas del Alto
Paraná sobre ellas, permitió a los pueblos indígenas
reacomodarse y volver a su modo de vida tradicional por al
menos una generación, esto hasta que el dictador Stroessner y
su reconocida filiación probrasilera impulsaran la colonización
del este.

El proceso de avance de las fronteras agrícolas

La marcha hacia el Este de la dictadura stronista, iniciada con


la construcción de Puerto Presidente Stroessner y de la ruta
hacia Coronel Oviedo, supuso un intento de poblar tal zona de la
Región Oriental y convertirla en un foco de desarrollo industrial,
agrícola y comercial. Tal proceso conllevó, asimismo, el
desmonte de las selvas de la zona, y con ello el avance en el ya
encaminado proceso de destrucción del modo de vida de los
Guaraníes. La deforestación llevó consigo el 80% de los
bosques de la Región Oriental del Paraguay, para convertirlas,
en primera instancia, en minifundios de producción variada y, en
segunda instancia, en latifundios orientados hacia el
monocultivo. Al respecto, ya en la década de 1990 se estimaba
en 150.000 y 200.000 hectáreas la deforestación anual Esta

29
deforestación no solamente desnaturaliza el ambiente natural
de vida de los pueblos Guaraníes, sino que los incorpora, de
manera dependiente, en el propio esquema de destrucción del
mismo, por un mecanismo señalado por Fogel: “La conexión
entre los mecanismos comunitarios y manejo ambiental se
torna particularmente visible en ocasión de la venta de madera,
que se ha convertido en uno de los problemas socio-
ambientales más críticos. A medida que se agotan las especies
forestales comercializables es mayor la presión de los
madereros, que operan a través de verdaderas redes dedicadas
al comercio ilícito, utilizando medios dañinos social y
ambientalmente; en lo social debilitan los lazos comunitarios ya
que fomentan la corrupción interna a las comunidades al pagar
– precios irrisorios – a algunos indígenas individualmente por las
maderas extraídas”32

. Los mecanismos de extracción de las maderas, asimismo,


hacen más difícil la recuperación de la selva, pues ellos, según
Fogel contribuyen al desgaste del suelo:

“El daño ambiental resulta marcado por la forma en que se


extraen los rollos, utilizando topadoras para acelerar la
operación

. Esta progresiva degradación ambiental que va siempre de la


mano de la expansión de las

fronteras agrícolas, ya fue analizada al detalle en sus efectos


sobre la pobreza por el mencionado Fogel, que señala:

“La pobreza y la degradación ambiental van de la mano, sobre


todo en áreas rurales, y la degradación de los recursos
naturales ciertamente fue intensificada con la expansión de la
soja, que desde 1996 se extendió cerca de un millón de has; la
destrucción del remanente de superficies boscosas, la
contaminación química del medio y el daño a la salud de las
poblaciones expuestas a los biocidas resultan de las
modalidades de la actividad productiva en cuestión

.Estas condiciones imposibilitan, ya de manera grave, el modo


de vida tradicional de los Guaraníes que, tras la desaparición de

30
los yerbales y obrajes del Alto Paraná e Itapúa en los años 30 y
40, habían vuelto a las selvas indómitas de dicha región.

Estas condiciones ya no son resultado de meros traspasos de


propiedad ni de status jurídico, sino producto de la destrucción
misma del modelo de producción que hace posible el modo de
vida de los Guaraníes por el avance del Modo de Producción
Capitalista35. Como tal exige soluciones que trascienden las
meras expresiones jurídicas de buenos deseos.

La ley 904/ 81

El comienzo de la década de los 80 fue una época de


importantes avances para los derechos de los indígenas, si bien
circunscritas – precisamente – en el aludido campo de las
expresiones jurídicas de buenos deseos.

Es que la aprobación de la ley 904/ 81 devolvió, en el plano


jurídico, la dignidad y la existencia a los pueblos Indígenas,
ofreciendo un marco para el avance de sus luchas por sus
tierras ancestrales y por la salvaguarda de su modo de vida. Al
respecto, señalan ciertos autores:

“Antes de año 1981 la legislación paraguaya fue caracterizada


por tres conceptos: conversión y civilización; protección de las
comunidades o núcleos sobrevivientes; 3) integración o
asimilación a la sociedad nacional y a la economía de mercado.
Sin embargo,

el 18 de diciembre de 1981 los Pueblos Indígenas en Paraguay


recibieron reconocimiento legal como comunidades indígenas
en Paraguay con la promulgación del Estatuto de Comunidades
Indígenas conocido como la Ley 904/ 81”36

. Lo más importante de este proceso de resignificación jurídica


radica en la incorporación de los derechos de los pueblos
Indígenas y su reconocimiento como naciones existentes antes
que el Estado paraguayo, en la Constitución Nacional de 1992.
Con ella se revierten casi 150 años de tendencias
asimilacionistas de la normativa jurídica paraguaya, que no solo
desconocía la existencia de los pueblos indígenas como tales
(como con el decreto de Carlos Antonio López) sino que llegó a
31
impulsar una forma sutil de etnocidio (como con la Constitución
de 1870). Queda entonces pendiente la lucha por la plena
vigencia y cumplimiento de la ley.

3. A modo de conclusión valorativa: El impacto del modelo


latifundista El Modelo Latifundista Agro- Exportador, fruto del
remate masivo de tierras por parte del gobierno de Bernardino
Caballero y de las “reformas agrarias” del stronismo (que
crearon las condiciones para la apropiación de millones de
hectáreas de selva por parte de colonos brasileros y
paraguayos, aunque también de parte de inmigrantes europeos
y orientales), tiene un impacto enorme por sobre las actividades
económicas de los pueblos Guaraníes.

Este Modelo se define por la configuración de unidades


productivas grandes, en manos de pocos propietarios, que
producen desbrozando tierras anteriormente boscosas,
orientando dicha producción al monocultivo de exportación,
empleando poca fuerza de trabajo y muchos agrotóxicos y
expulsando de sus tierras a las comunidades indígenas y
campesinas.

De tal modo, la concentración de tierra en manos de


latifundistas y la destrucción de los bosques impiden el
tekoporã de los Guaraníes y los llevan camino a la servidumbre
(como en tiempos de las yerbateras del Alto Paraná) o a la
subproletarización – al hacerlos peones de las estancias de
paraguayos y brasileros.

Y la coexistencia entre ambos modelos no es factible a largo


plazo, pues la dinámica de la acumulación de capital no deja
espacios para bolsones de producción tradicional. Eso se ve
con claridad en el concreto ejemplo de la utilización de
pesticidas y plaguicidas, que no solo denotan el uso empresarial
de la tierra, sino la total inversión de los valores que hacen al
modo tradicional de vida de los guaraníes. Al respecto apunta
Fogel:

“El uso generalizado de insecticidas es otra vía de la


destrucción, tanto en forma directa como indirecta, en la
percepción de los Guaraní; en el primer caso aluden al

32
desarrollo de resistencias en los insectos y a la eliminación de
sus predadores como resultado de la ruptura del equilibrio entre
las especies

. La cuestión de los insecticidas y plaguicidas es, en realidad,


como ya se señalara, un indicador de una concepción
totalmente distinta de relacionamiento con la naturaleza: el
modo de producción capitalista entiende dicha relación en una
clave utilitaria, de la cual es significativa muestra el que la
economía clásica haga de ella nada más que un factor de
producción. En el universo cultural de los Guaraníes la relación
es distinta, y tiene profundas relaciones con su propia
cosmovisión religiosa, eminentemente telúrica. Ello fue
señalado una vez más por Fogel, que haciendo referencia al
particular señaló: “La concepción Guaraní de la reproducción
biológica y cultural respondiendo a las normas de la vida
virtuosa, que sería equivalente a desarrollo sostenible desde
nuestras categorías, se perfila no solo por contraste con las
prácticas depredatorias de la agricultura moderna. Los Guaraní
al aludir a su modo de ser (Ñande rekó), relacionan la calidad de
la vida a la salud que resulta de la armonía con la naturaleza – y
en esa medida con lo sobrenatural -, a la experiencia de la vida
comunitaria intensa, y a la alegría del trabajo colectivo, en el
marco de una organización social que controla la arbitrariedad

. Pero no es esa la única, ni quizá tampoco la principal cuestión


que deben hacer frente los pueblos Guaraníes ante el desafío
del actual modelo de desarrollo: el acaparamiento de los
terratenientes sigue siendo el tema central que impide la
permanencia del modo tradicional de vida de los Pueblos
Originarios, y de ese modo de la propia diversidad cultural que
es el origen mismo de la nación paraguaya. Fogel, en un primer
momento, ya relaciona a esa explotación intensiva de los
recursos naturales, sobre la que ya se había hablado, con la
tendencia a la dominación territorial. Al respecto, señala cuanto
sigue:

“A medida que se intensifica la explotación de recursos


naturales la dimensión territorial de la dominación pasa a ser
crucial, en el estado actual del desarrollo tecnológico en
biotecnología, teniendo en cuenta que la internacionalización

33
asimétrica de los factores productivos no solo se expresa entre
países sino al interior de éstos, como resultado del desarrollo
desigual y combinado

. La destrucción del ambiente tradicional en el que se desarrolla


el modo de vida de los guaraníes obedece a proyectos de
dominación que tienen sus dimensiones territoriales. El control
de los territorios es el corolario de la necesidad de controlar
plenamente los recursos de una región en particular. Respecto
a los desafíos de la cuestión territorial, en el marco del modo
tradicional de vida de los Guaraníes, afirma Fogel:

“Con la expansión del control territorial por parte de


colonizadores brasileños, y a medida que se intensifica la
explotación de recursos naturales, se torna más evidente la
dimensión territorial del sistema de dominación, estrechando la
relación entre espacio y poder. Los proyectos territoriales de
los actores dominantes, que establecen una gran alianza,
contemplan la usurpación de territorios de pueblos indígenas y
de campesinos, con el fin de dejar libre el campo para las
empresas sojeras y estancias, lo que implica la destrucción de
su territorialidadAl respecto, y aunque hace 80 años y
específicamente para la realidad del Perú, el pensador

marxista José Carlos Mariátegui apuntó acertadamente:

“El problema indígena se identifica con el problema de la tierra.


La ignorancia, el atraso y la miseria de los indígenas no son (…)
sino la consecuencia de su servidumbre. El latifundio feudal
mantiene la explotación y la dominación absolutas de las masas
indígenas por la clase propietaria

. En la línea de Mariátegui, se puede afirmar sin temor a caer en


una equiparación infundada, que es la desposesión de los
pueblos Guaraníes de sus tierras ancestrales la que marca a
fuego la desestructuración acelerada de su tekopora. Ella es la
que define, hoy, su perfil sociocultural. Este perfil avanza, está
casi de más decirlo, hacia la desaparición de los pueblos
Guaraníes como sujetos autónomos, independientes y con una
identidad propia. La destrucción del tekoporã Guaraní, de no
revertirse, los dejaría en un futuro no muy lejano tristemente

34
ubicados en las páginas de los libros de historia cultural o
antropología y en los catálogos de los conservadores de
museos. Solo el desmonte del modelo latifundista
agroexportador podría impedirlo.

Características

La población del Paraguay es heterogénea: indígenas de


ascendencia mayoritaria guaraní, mestizos y criollos en su
mayor parte de ascendencia española, con una minoría de
inmigrantes alemanes, suecos, daneses, eslavos, noruegos,
brasileros, argentinos, uruguayos, bolivianos, peruanos,
chilenos, coreanos, japoneses, chinos, turcos, sirio-libaneses,
belgas, polacos, rusos, ucranianos, portugueses, italianos y
menonitas.

A pesar de las diferencias notables entre los pueblos indígenas,


que están reflejadas en la diversidad lingüística y que resultan
de sus variadas historias socioculturales o procesos étnico-
territoriales, es también cierto que tales pueblos comparten
ciertos rasgos culturales de sus estrategias de supervivencia,
hecho que históricamente se debe a la necesidad de dar
respuestas culturales a los mismos o semejantes desafíos
ecológicos: un alto grado de movilización cíclico-espacial,
típicas estrategias de compensar las deficiencias que se
producen durante la estación más crítica del año que es la
época seca, la fuerte tendencia a la diseminación espacial en
subgrupos no demasiado numerosos, las estrategias de
dispersión del riesgo a través de la multiplicidad y
complementariedad de las actividades concomitantes respecto
a los recursos florísticos, faunísticos y agropecuarios de la
región.

Aproximación Histórica

Para comprender al modo de vida de los pueblos Guaraníes es


imposible el hacer abstracción de la historia. Es que,
indudablemente, los acontecimientos que marcaron la historia
del Paraguay como sociedad nacional, y específicamente
aquellos que hacen al mundo indígena en particular, inciden de
manera directa en el modo en el que los pueblos indígenas viven

35
su propia realidad, la interpretan y realizan su cultura como
colectivo. Es el tal sentido y por tales motivos que se ve como
de importancia insoslayable el trazar una panorámica de
aquellos sucesos de la historia paraguaya que más marcaron a
los pueblos indígenas. La religión de los pueblos indígenas del
Paraguay solo puede comprenderse a cabalidad en el marco de
la historia misma de dichos pueblos que, claramente, confluye
en innumerables puntos con la historia de la nación paraguaya.
Por consiguiente, las presentes páginas se avocarán a una
breve aproximación de la historia de los pueblos Guaraníes,
aproximación tal que no puede sino ser resumida y
fragmentaria.

Antes de la colonia

Dado que los Guaraníes son pueblos ágrafos, solo la arqueología


puede determinar – de manera más que aproximada – las
características de su vida y los principales sucesos de ella
antes de las primeras relaciones y partes de los conquistadores
y colonizadores. Apoyándose en vestigios estudiados por esta
disciplina, algunos autores apuntan – sobre los

Guaraníes Prehistóricos – que: “…[Eran un pueblo que] se


distinguía por algunas peculiaridades: un movimiento migratorio
constante en búsqueda de la «tierra sin mal», tierra fértil con
abundantes alimentos silvestres”

. Esto los hacía un pueblo semi- nómada, pues mezclaban, ya de


antaño, la recolección y la caza con la agricultura en el marco
del Tekoha. Al agotarse los recursos que permitían el

Tekoporã en un sitio, la Comunidad entera migraba en búsqueda


de mejores horizontes. Esta práctica, pese a los grandes
movimientos históricos, se mantuvo mientras duraron las
tupidas selvas de la Región Oriental. La organización social
macro de los Tekoha en tiempos precolombinos – y hasta el
infame decreto del 7 de octubre de 1848 – fueron los guaras,
verdaderas agrupaciones territoriales bien delimitadas en las
cuales sus miembros cazaban, pescaban y vivían en abierta
comunidad. Ciertos autores afirman que en 1500 habían seis
guaras en lo que hoy es la Región Oriental de Paraguay: La de

36
los Carios, primeros en contactar con los conquistadores
españoles en estas tierras, que se ubicaba entre los ríos
Manduvirá, Tebicuary y Paraguay; la de los Tobatí, que se
ubicaba entre los ríos Manduvirá y Jejui hasta Caaguazú; la de
los Guarambaré, que se ubicaba entre los ríos Jejuí e Ypané; la
de los Itati- Guaraní, que se extendía desde la orilla del Alto
Paraguay hasta Amambay; la de los Mba’everá, que abarcaba
entre los ríos Acaray y Monday; y la de los Paraná- Guaraní, que
cubría la zona entre los ríos Tebicuary y Paraná8

. Melià tiene una teoría acerca de los posibles vínculos entre los
actuales pueblos Guaraníes (Aché, Avá- Guaraní, Mbya y Paĩ
Tavyterã) con los antiguos guaras. Al respecto, considera que
los Itatin se hallan ligados a los Paĩ Tavyterã– llamados en
Brasil Kaiowá – que los Guairá serían los Ava Katú del presente,
de manera que los Mbya serían descendientes de aquellos
Tarumá, contactados tardíamente en el siglo XVIII9

. Clarificada la presente vinculación, y descrita la organización


social de los Guaraníes en tiempos anteriores a la colonia, se
pasa a mirarlos en el período de conquista y colonización del
Paraguay.

Durante la colonia

La llegada de los españoles al Paraguay, tras las primeras


aproximaciones de García y Gaboto en la década del 20 delsiglo
XVI, se hizo plena con el asentamiento del Fuerte de Nuestra
Señora de la Asunción, en agosto de 1537. Con ese acto
concreto, se puede legítimamente situar el inicio del período de
conquista y colonización del Paraguay por España. Ciertos
autores, con una mirada generalizante del proceso, dicen: “El
fenómeno de la llegada de los españoles (…) está marcado por
profundos desencuentros culturales. Por una parte estaba bien
firme el etnocentrismo europeo con su cultura, lengua y
religión; y por otra, las poblaciones indígenas (…) con sus
respectivas lenguas, tradiciones y creencias. El choque de
culturas fue traumático, especialmente para los Pueblos
Indígenas

37
. El dominico Colomé, fiel a la tradición lascasiana de su Orden,
no puede sino denunciar los métodos aplicados por los
españoles. Al respecto señala:

“Los conquistadores españoles aplicarán en el descubrimiento y


conquista de los territorios americanos los métodos de
conquista y colonización desarrollados durante la Reconquista

: se ocupa militarmente una región, se organiza el gobierno y se


convierte la población a la religión del vencedor. En una lucha
cruel y desigual, España triunfa rápidamente. Se transplantan
las concepciones políticas, sociales y religiosas de la metrópoli.
Políticamente se introduce en el continente una autoridad
ajena. En el campo social no se tienen escrúpulos en utilizar
compulsivamente el trabajo indígena

. Melià argumenta, intentando una visión de la conquista desde


la óptica de los pueblos Guaraníes, que: “[Ellos] vieron a los
recién llegados, en la época de la fundación de Asunción, en
torno a 1537, como amigos y aliados, como Karaí, viniendo de
tierras lejanas, a la manera de chamanes andariegos, y como
posibles cuñados. Muy pronto, sin embargo, los mismos
Guaraníes se rebelaron contra esos karaí, ahora señores y
patronos, que (…) los hacían trabajar sin descanso y los
sacaban de sus aldeas y hábitat tradicional”13

. Pero la conquista no significó, solamente, opresión y exacción


económica a los pueblos Guaraníes, supuso también el primer
anuncio evangélico en estas tierras. Un primer anuncio que no
solo se hizo con palabras, palabras de ortodoxia y sana
doctrina, sino también con prácticas y testimonio de vida.

Al respecto, Colomé i Angelats apunta, diferenciando conquista


de evangelización claramente, que los misioneros defendían a
los indígenas, buscando siempre que sean respetados sus vidas
y sus bienes, además de procurar instruirlos en la fe católica14

. En tal sentido, no solo las leyes de Burgos y las Leyes Nuevas,


y las famosas ordenanzas de Alfaro, serán producto de la acción
de la Iglesia en favor de los indígenas, sino que la propia bula
Sublimis Deus, del Papa Pablo III, que introduce la
evangelización pacífica y rechaza la conquista militar15,
38
reordenará toda la organización colonial de modo a suprimir de
raíz el “justificativo” de la esclavitud esgrimido en ese entonces

. Un verdadero salto cualitativo, ya asentado el poder colonial


español en el Paraguay, se dio para los pueblos Guaraníes – ya
oprimidos por la servidumbre encomendera – con la entrada en
escena de la Compañía de Jesús y de sus reducciones. Los
Jesuitas avanzaron hacia un eficaz instrumento de protección y
dignificación plena de los Guaraníes frente a los abusos de los
encomenderos, preocupándose no solo de su evangelización –
de la que fueron maestros – sino de salvaguardar su rica
cultura. En esta clave se debe comprender los esfuerzos de
Antonio Ruiz de Montoya y otras decenas de Jesuitas por
rescatar y codificar tanto la lengua Guaraní como los aspectos
fundamentales de su modo de ser como pueblo. Adoptando la
mirada de los Guaraníes, hay autores que afirman que los
padres Jesuitas fueron considerados por los indígenas como
“chamanes de otro orden”, de modo que dicha consideración fue
lo subyacente detrás de muchos de los movimientos de rebeldía
y liberación entre los pueblos Guaraníes

. Pese a los conflictos, sin embargo, muchas de las


Comunidades de Guaraníes, escapando de la opresión
encomendera, buscan refugio en las Reducciones Jesuitas.
Respecto a su papel, hay quienes afirman que los Jesuitas
fueron comprometidos abogados de los Guaraníes, señalando la
oposición de la Compañía a la opresión encomendera18. Lo
radical del compromiso de los padres Jesuitas habría llevado,
inclusive, al enfrentamiento a escala mayor con el poder
colonial, durante la revolución de los comuneros.

Sin embargo, no es unánime el canto a favor de la labor de los


Jesuitas entre los Guaraníes. Se los ha acusado, asimismo y no
sin razón, de pretender subsumir la cultura Guaraní en la
cristiana-española con sus reducciones. Es que, si bien es
ilógico el pretender que las reducciones reproduzcan sin más el
modo de vida de los Guaraníes, queda sin duda el factor
aculturador que supusieron éstas para con el modo de ser
Guaraní19. Desde tal punto de vista, las reducciones son un
importante punto oscuro en todo el aporte Jesuita a la
dignificación de los pueblos Guaraníes.

39
Retomando el hilo, y haciendo una panorámica descriptiva y
topográfica, apuntan ciertos autores:

“En el Paraguay, las reducciones fueron ocho: San Ignacio


Guasú fundada en 1609 a pocos kilómetros de Encarnación,
Santa María en 1647, Santa Rosa en 1698, Santiago en 1659,
San Cosme y Damián 1634, Itapúa en 1615, Trinidad en 1706 y
Jesús en 1685”20

. Respecto a su organización interna, señalan que las mismas se


estructuraban a partir de un esquema arquitectónico militar,
con una plaza de armas, Iglesia, casa de los padres e indios por
separado, escuela, taller, cementerio y campos de trabajo
agrícola21

. No está de más apuntar, que, invariablemente y como era de


esperar, “la dirección general, y los aspectos socio- económicos
estaban a cargo de los Jesuitas

. Esto, que supone una velada relación de dominación-


dependencia, de modo que es criticado por propios
Jesuitascomo Melià (que las denomina “proyecto colonial”23),
generó asimismo huidas y escapes de los Guaraníes de las
reducciones a su antigua vida en el monte. Al respecto,
siguiendo una antigua crónica, relata Perasso:

“Después de haber estado los indios Tobatines en el Pueblo de


Nuestra Señora de Fe 9 años, no bien hallados por la escasez de
montes que padece dicho pueblo y por consiguiente falta de
leña, después de haber intentado seis veces su fuga, a la
séptima vez se huyeron”24

. En suma, y pese a las contradicciones, esta experiencia de


preservar la cultura Guaraní acabó abruptamente debido a
mezquindades políticas, que derivaron en la expulsión de los
Jesuitas en 1767, y en la propia disolución de la Compañía25
por el Papa Clemente XIV en el año 1773.

A la pregunta de qué paso con los indígenas de las reducciones


luego de la expulsión de los Jesuitas, responden algunos
autores afirmando que estos “se dispersaron, algunos a la selva,
otros a los pueblos

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MARCO METODOLÓGICO
TIPOS DE INVESTIGACION

Descriptiva

✓ ENFOQUE

✓ ALCANCE

Demostrativo, execratorio

✓ DISEÑO DE INVESTIGACION

No experimental

✓ Población

Alumnos del segundo curso sección ´´B´´

✓ Muestra
43

41
ACTIVIDADES
✓ Presentación de proyecto aúlico
✓ Elección del tema o investigar
✓ Elaboración y corrección del antes proyecto
✓ Ejecución del proyecto
✓ Presentación y defensa del proyecto
✓ Evolución del proyecto final

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CRONOGRAMA DE ACTIVIDADES
ACTIVIDAES AGOSTO SEPTIEMBRE OCTUBRE NOVIEMBRE
Presentación
Del proyecto

Elección del
tema

Elaboración
del

anteproyecto
Presentación
y corrección

del antes
proyecto
Planificación
de

actividades
Ejecución del
proyecto

Presentación
final del

trabajo
Defensa del
trabajo

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ASPECTO ADMINISTRACTIVO
➢ RECURSOS HUMANO
✓ Directivos
✓ Docentes
✓ Alumnos
➢ RECURSOS FINANCIEROS
✓ Autogestión
➢ RECURSOS MATERIALES
✓ Notebook, encuadernación, carteles
✓ Materiales auxiliares

44
CONCLUSIÓN
Llegamos a la conclusión en esta investigación que, hemos
explorado la riqueza y diversidad de los rituales de los pueblos
originarios del Paraguay, abarcando su historia, sus tipos, sus
elementos, su simbolismo y su relación con el ciclo de vida.
Hemos visto cómo estos rituales son una expresión viva de la
identidad cultural y la cosmovisión de estas comunidades, que
se conectan con sus raíces ancestrales, su tierra y su
espiritualidad. También hemos analizado los desafíos que
enfrentan estos pueblos en la actualidad, como la pérdida de
tierras, la preservación de sus tradiciones y la influencia de la
cultura occidental

45
ANEXO

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BIBLIOGRAFIA
https://es.wikipedia.org/wiki/Pueblos_ind%C3%ADgenas_de_Paraguay

http://www.cultura.gov.py/2018/10/rituales-y-fiestas-sagradas-de-los-pueblos-originarios-del-
paraguay-el-triptico-que-se-lanzara-este-miercoles/

https://delamazonas.com/indigenas/fiesta-de-la-cosecha/

https://www.eltiempo.com/vida/viajar/pereira-celebra-159-anos-de-su-fundacion-con-las-
fiestas-de-la-cosecha-697699

https://www.lahora.com.ec/secciones/el-jaguay-la-festividad-de-la-cosecha/

Población originaria e indígena del Paraguay - Tierraviva

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SIGNIFICADO LEXICO

Occidentales: Se refiere a las personas, culturas o cosas que


están relacionadas con la región geográfica de Occidente, que
generalmente incluye Europa, América del Norte y ciertas
partes de América del Sur.

Rituales: Prácticas ceremoniales o costumbres que tienen un


significado cultural o religioso. Los rituales a menudo
involucran acciones específicas realizadas en un orden
particular.

Transición: El proceso de cambio o movimiento de un estado,


condición o fase a otra. Puede referirse a cambios en la vida, la
sociedad o cualquier otro contexto.

Infusiones: Bebidas preparadas al verter agua caliente sobre


hierbas, té o ingredientes similares. Las infusiones se utilizan
comúnmente para propósitos medicinales o para disfrute
personal.

Curanderos: Personas que practican la medicina tradicional o


métodos de curación alternativos. Los curanderos a menudo
utilizan hierbas, rituales y conocimientos tradicionales para
tratar enfermedades.

Contemplación: Acto de reflexionar o pensar profundamente


sobre un tema o situación. Implica una consideración cuidadosa
y meditativa.

Cataplasmas: Sustancias blandas, generalmente a base de


plantas, que se aplican sobre la piel para aliviar dolores o tratar
problemas médicos. Se utilizan como remedios tópicos.

Revitalización: El proceso de devolver la vitalidad o la energía a


algo que ha estado en declive o debilitado. Puede aplicarse a
una comunidad, una organización o incluso a uno mismo.

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Visibilización: Acción de hacer visible o reconocer algo que
previamente estaba oculto o ignorado. Se refiere a destacar la
existencia o la importancia de algo.

Brecha: Una separación o distancia entre dos cosas o


conceptos. Puede referirse a una diferencia en términos de
edad, género, ingresos, acceso, etc.

Invisibilización: El acto de hacer que algo o alguien sea invisible


o ignorado a propósito. Puede ser una forma de marginación o
exclusión.

Prejuicios: Creencias o actitudes preconcebidas y negativas


hacia un grupo de personas basadas en estereotipos o ideas
erróneas. Los prejuicios pueden llevar a la discriminación.

Resiliencia: La capacidad de recuperarse o adaptarse con éxito


ante situaciones difíciles o adversidades. Implica la fortaleza
emocional y la capacidad de superar desafíos.

Criollos: Término que históricamente se ha utilizado para


referirse a personas de ascendencia europea nacidas en
América, especialmente en la época colonial.

Autodesignarse: El acto de elegir o identificarse a sí mismo con


una etiqueta, un nombre o una identidad específica. Es una
acción personal de autodefinición

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