Capitulo IV
Capitulo IV
Capitulo IV
Fundamentos Introduccin: En el derecho penal hay verdades que se instalan como dogmas y hace aparecer a quien piensa de otra manera como un verdadero hereje o perseguidor de tesis originarias infundadas. Estimamos que el psicpata siempre es imputable. Existen serias razones para sostenerlo. Por el contrario, mantener la posibilidad de que el psicpata sea inimputable, importa en la prctica el retorno de la escuela positiva. El Favor Rei y la inimputabilidad La restriccin de la libertad de la persona para hacer una cosa u otra es la excepcin, dentro de las distintas causas de no punibilidad que desarrolla el Art. 34 CP. La no punibilidad por inimputabilidad sigue la misma regla. El genero es que la persona sea imputable y la excepcin es la inimputabilidad. La consecuencia tras la comisin de un delito, es la aplicacin de una pena y la especie o excepcin la medida de seguridad. La medida de seguridad debe aparecer como consecuencia del dictado de inimputabilidad, y no por razones poltico-criminales que aconsejen una pena o una medida. En el fallo Senz Valiente, Donna decidi lo siguiente: adems no se puede aducir que estamos en la duda y, por lo tanto, hay que estar lo mas favorable al imputado. No alcanzo a ver este razonamiento, porque desde la perspectiva futura del procesado, se le da la esperanza de salir de su encierro. La alternativa contraria, lo condena de por vida a permanecer en un establecimiento de seguridad, sin la esperanza mnima de salir de ese sitio. En el mismo fallo expreso Zaffaroni, tras arribar a la conclusin de que el psicpata es un enfermo mental y decidir la aplicacin del Art. 34, inc. 3, CP: Desconozco la existencia de un establecimiento adecuado donde Senz Valiente pueda ser objeto de un tratamiento que intente mejorarlo. De cualquier manera, la inexistencia de un establecimiento en estas condiciones es un problema de la administracin penitenciaria, que deba haberlos creado desde 1921. Las palabras de ambos jueces merecen algunas reflexiones. Como fue expuesto anteriormente, la declaracin de imputabilidad o inimputabilidad no tiene que ver con cuestiones de poltica criminal, y menos aun con las posibilidades facticas de que el imputado recupere su libertad en caso de que se decida una u otra. El favor rei nada tiene que ver con la declaracin de inimputabilidad. Para el caso que el magistrado tuviera dudas respecto de si la persona es imputable o inimputable, debe inclinarse por la imputabilidad, porque la inimputabilidad es la excepcin y la imputabilidad la regla. Contrariamente a lo sostenido por Donna, la declaracin de inimputabilidad porque la inimputabilidad es la excepcin y la imputabilidad la regla. Contrariamente a lo sostenido por Donna, la declaracin de inimputabilidad significa condenar de por vida a permanecer a una persona en un instituto, atendiendo a que el Art. 34, en sus incs. 2 y 3, prev que la persona recupere su libertad por resolucin judicial, y previo dictamen de peritos que declaren desaparecido el peligro de que el enfermo se dae a si mismo o a los dems. El error cometido fue que decidieron absolverlo recurriendo al beneficio de la duda. Fundamentos jurdicos que sustentan la inimputabilidad del psicpata. a) Posibilidad de Comprender la criminalidad del acto: los fundamentos brindados en nuestro pas, son puntualmente los siguientes 1) Criterio amplio acerca de la personalidad. Entiende que la personalidad se encuentra conformada por tres aspectos que son el cognoscitivo (o intelectivo), volitivo y afectivo, que se interrelacionan unos con otros. En la misma inteligencia, y contrario a la escuela alienista, entiende el concepto alteraciones morbosas de un modo amplio, que no se encuentra integrado solo por los procesos intelectivos y volitivos, sino tambin por los afectivos.
El psicpata tiene inclumes el proceso intelectivo y el volitivo, pero no as el afectivo. En consecuencia, es un enfermo mental no obstante no ser un alienado mental. Algunos psiquiatras como Sanchos Banes utilizan el termino enajenado, por entender que es el mas adecuado para acoger en el las anomalas psiquiatritas, la palabra enajenado tiene la ventaja de carecer de un valor tcnico especifico tanto en psiquiatra como en el derecho penal. 2) Diferencia entre conocer y comprender, comprender es un proceso ms complejo que el mero entender, aprehender o conocer tericamente. La ley al requerir comprensin, esta significando que solo puede ser capaz de culpabilidad (imputabilidad) quien puede sentirse culpable, reprochable y sentir el grado del desvalor de su conducta. En otras palabras, quien pueda captar tambin el carcter criminal de su acto. Al tener afectado el proceso afectivo, el psicpata no esta en tales condiciones. 3) El psicpata es un enfermo mental que no comprende la criminalidad del acto. El psicpata es un enfermo metal. No obstante se un alienado mental sufre en consecuencia una alteracin morbosa de las facultades, que le impide comprender la criminalidad del acto. Por ende, debe ser absuelto, pudindose aplicar las medidas de seguridad pertinentes, de ser ello necesario. Las posiciones no son unnimes. a) Posicin de Zaffaroni. En el fallo Senz Valiente sostuvo que el psicpata nunca puede ser considerado imputable. Asimismo dijo expresamente que el caso de Senz Valiente encuadra dentro de lo que se califica como psicopata, o personalidad psicopata en resumen, es una profunda perturbacin de la esfera emocional que le impide o dificulta internalizar pautas de conducta, que es la posibilidad exigible que opera como presupuesto ineludible de la culpabilidad. En mi entendimiento, conforme al actual concepto de enfermedad mental, no me cabe duda de que el psicpata nunca puede ser considerado imputable. b) Posicin del resto de la doctrina. La postura opuesta de que el psicpata puede ser inimputable, critico la posicin extrema de Zaffaroni. 1) A contrario, Bobbio y Garca indican que con el criterio de Zaffaroni habra que sostener que los psicpatas nunca pueden comprender la criminalidad del acto. En la posicin de Zaffaroni falta, entre el antecedente psicpata y el consecuente inimputabilidad, el elemento psicolgico de la formula, que importa que la psicopata acarree la no comprensin de la criminalidad. Si el interrogante a resolver se resume en la pregunta es imputable el psicpata?, la respuesta negativa o positiva se aplicara a la totalidad de los cuadros psicopticos, porque no siempre la personalidad psicopatica va acompaada de una profunda atrofia en el rea emocional que impida la posibilidad de sentir como desvaliosa su conducta y no todas las psicopatas se confunden con las sociopatias donde los actos tienen por objetivo el ataque a los valores sociales, se trata de una cuestin de grado, parece mas acorde con el sistema del Art. 34, inc. 1, de CP indagar si alguien que posee una personalidad psicopatica determinada a quien se juzga por la comisin de un hecho tpico, ha obrado en razn de la gravedad de ese defecto sin capacidad para comprender la criminalidad del acto o dirigir su conducta. 2) Fras Caballero, estima equivocada la posicin extrema de Zaffaroni, pues consagra una formula en la que falta el elemento psicolgico. De ser as, un mero diagnostico psiquitrico, cualquiera fuese el tipo de personalidad psicopatica, alcanzara para declarar inimputable al sujeto. De ninguna manera inimputabilidad penal y enfermedad mental son conceptos equivalentes. La formula veinte de inimputabilidad, no es de carcter puramente psiquitrico ni puramente psicolgico sino mixto: psiquitrico-psicolgico-valorativo. Todava ser imprescindible en todo caso que el juzgador verifique ulteriormente, si como consecuencia o efecto de tales causas, aquel fue privado, en el momento del hecho, de la posibilidad de comprender la criminalidad del acto o de dirigir su conducta conforme a esa comprensin. Y este es precisamente uno de los aspectos mas valioso de la formula mixta, la cual vendra a trasformarse en puramente biolgica o psiquiatrita si se admitiese que el psicpata es siempre, y sin mas, solo por serlo, un inimputable. De que hablamos cuando hablamos de psicopata?
Entre muchos otros, uno de los fracasos del causalismo estuvo dado por la adopcin de un concepto de accin (movimiento corporal voluntario, no reflejo, desprovisto de finalidad) que nada tenia que ver con el mundo real. En el mismo sentido, cabe manifestar lo absurdo que resulta el concepto demente en sentido jurdico, pues demente es un concepto de corte exclusivamente medico. Tambin es muy ilustrativo Zaffaroni cuando nos dice que la expresin demencia que empleaba el Code Napolen llevo a la distincin entre demencia en sentido psiquitrico, o sea, el deterioro progresivo e irreversible del psiquismo con destruccin del tejido nervioso, y demencia en sentido jurdico, como sinnimo de alineacin mental y de trastornos de conciencia de anloga entidad. Coincide Fras Caballero al referirse al concepto bipolar de enfermedad mental. Pero del mismo modo que el derecho penal no debe construir un lenguaje propio, tampoco debe sumar a las diatribas en las que se ven inmersas otras ciencias. Qu es un psicpata? El psicpata ha sido definido o caracterizado de diversas maneras. En 1809, Poner se refiri a la mana sin delirio, definindola como una persona que si bien no presentaba perturbaciones en sus razonamientos, materializaba conductas desadaptadas como los sicticos; en 1812, Ruesch hablo de imbecilidad moral, proveniente de un defecto congnito; en 1835, Pritchard, tras observar que algunos pacientes tenan una carencia absoluta de sentimientos y ausencia de todo sentamiento tico, creo la denominacin loco moral; en 1880, Lombroso acuo al termino delincuente atvico creyendo observar que el cerebro de los delincuentes peligrosos era distinto al de las personas normales; en 1883, Korsakov se refiri alcambio morboso del organismo psquico; en 1904, Kraepelin introduce el termino personalidad psicopatica al descubrir en ciertas personas un estado patolgico importante en el limite con la neurosis; en 1923, Schneider define a la personalidad psicopatica como variaciones de un campo medio imaginado por nosotros, pero no exactamente determinable, de las personalidades. En 1941, Cleckley concluyo en que el psicpata no muestra ninguna actitud que lo haga aparecer como carente de conciencia o que no elija sus conductas antisociales, no obstante encontrar en esas personalidades las mas destructivas de todas las formas conocidas de conductas aberrantes; en 1948; Gough refiere que el psicpata no tiene capacidad de ponerse en el lugar de los dems, que carece de empatia; en 1961, Karpman ensea que no experimenta ansiedad o miedo y que disimula sus estados emocionales y sus afectos; en 1970 aparece la expresin sociotapata que hacia referencia ala personalidad psicopatica, pero poniendo nfasis en la gnesis social; en la dcada siguiente el DSMIII da origen al trastorno antisocial de personalidad (TAP), donde se indico que la conducta antisocial no es debido a ningn retraso mental, esquizofrenia o episodio maniaco, dando ciertas caractersticas que esas personalidades tienen en la infancia, continuando en la adolescencia y la edad adulta; unos aos despus elDMS IV lo define como un patrn general de desprecio por los dems, que comienza en la infancia y continua durante la edad adulta. Eysenck lo califica como un a personalidad que se encuentra entre el neurtico y el sictico; Zac habla de una estructura de la personalidad al servicio de ideales vindicatorios, cruel, con carencia de angustia y sentimientos de culpa; Garrido que tiene locuacidad y encanto superficial, falta de remordimiento o de sentamiento de culpa, falta de empatia y manipulador; Hare que es una persona preocupada de si misma, cruel, sin remordimiento, que se comporta sin las restricciones que impone la conciencia; Cabello dice que no son enfermos pero tampoco sanos, o ambas cosas a la vez, que son agentes de perturbacin social, que tienen una descompensacin entre la corteza y el centro encfalo y el cerebro intermedio. En cuanto a sus causas, se mencionan defectos hereditarios, anomalas fsicas que no tienen otras personas, factores econmicos, sociales y familiares. Solo podemos concluir en que nadie sabe a ciencia cierta que es un psicpata. Pero lo clasificamos, lo subclasificamos, y de cada una de estas damos precisiones, cuando no sabemos a ciencia cierta cual es el objeto clasificable. Los detractores del positivismo y de la escuela alienista, defendieron (y defienden) la posibilidad de que el psicpata sea inimputable.
En verdad, la realidad es que la inimputabilidad del psicpata es una reedicin de la escuela positivista, o dicho de otro modo, y parafraseando a Lombroso, podramos decir que el psicpata pareciera ser la foseta occipital media del nuevo siglo. El psicpata siempre es imputable a) Imputabilidad y proceso de socializacin. El psicpata es un ser sociable. El ser humano solitario es ser a nivel animal. A partir de su interaccin con los otros, el hombre internaliza las normas de convivencia de la sociedad en que le toca vivir. Comienza el proceso de socializacin, entendiendo por este, al decir de Hellmer, como el de conducir al joven a determinadas formas de comportamiento esperadas por la sociedad. El individuo no nace siendo un hombre social, pero si con una predisposicin hacia la sociabilidad, para luego llegar a ser miembro de ella cuando internaliza las normas que la rigen. Al decir de Berger y Luckman, esta aprehensin comienza cuando el individuo asume el mundo en el que ya viven otros. No solo vivimos en el mismo mundo, sino que participamos cada uno en el ser del otro. Solamente cuando el individuo ha llegado a este grado de internalizacion puede considerrselo miembro de la sociedad. La socializacin primaria es la primera por la que el individuo atraviesa en la niez; por medio de ella se convierte en miembro de la sociedad. Por otra parte, socializacin secundaria es cualquier proceso posterior que induce al individuo ya socializado a nuevos sectores del mundo objetivo de su sociedad. El hombre sociable es aquel que, a partir de la internalizacion referida, conoce las normas de la sociedad en que le toca vivir, aunque no las comparta. El proceso de socializacin puede deparar diversos resultados. Por socializacin exitosa entendemos el establecimiento de un alto grado de simetra entre la realidad objetiva y la subjetiva. La socializacin totalmente deficiente es muy poco frecuente y se limita a los casos de individuos con los que fracasa aun la socializacin mnima, debido a una patologa orgnica extrema. Por lo tanto nuestro anlisis debe ocuparse de las gradaciones en continua cuyos polos extremos son empricamente inaccesibles. El proceso de socializacin se caracteriza por: 1) En cuanto a su xito, el mentado proceso oscila entre dos polos opuestos, conformado por la socializacin exitosa y la totalmente deficiente. 2) El anlisis debe permanecer en una continua entre estos dos polos, pues los extremos son empricamente inaccesibles. 3) La socializacin exitosa es prcticamente imposible. 4) La socializacin altamente deficiente es muy poco frecuente, y se limita a los individuos respecto de los cuales fracasa la socializacin mnima, debido a una patologa orgnica extrema. 5) Por todo ello, tenemos que entender como sociable a todos aquellos que alcanzaron a socializacin mnima. Podemos concluir en que el psicpata es indudablemente un ser sociable, carente de todo tipo de patologa orgnica, aun extrema; y en ello son coincidentes todos los autores. Una obra de Garrido Genotes indica que los psicpatas delincuentes se camuflan como personas respetables. Son asesinos y agresores sexuales que trabajan sus ocho horas; son maltratadotes de esposas y de nios, que asisten a las juntas de vecinos de su escuela, y que los domingos organizan barbacoas. Son policas que manejan redes de tratas de blancas en su tiempo libre. Son jueces que cometen los propios delitos que, en sus horas de juzgado, condenan con impecables razonamientos jurdicos. Es decir, no sospechamos nada de ellos, pero tienen una doble vida: son personas crueles y ambiciosas que se burlan de las leyes y la sociedad sin asomo de culpabilidad o reparo. No obstante estar sociabilizado, comete actos antisociales, que de ser tpicos y antijurdicos, se convierten en delictivos. El psicpata conoce (aspecto cognoscitivo o intelectivo) y dirige (proceso volitivo).
b) El concepto amplio de personalidad. El equivoco salto cualitativo desde lo afectivo a lo intelectivo. Comprender y conocer. El proceso que siguen aquellos que sostienen la posibilidad de que el psicpata pueda ser inimputable, conforme hemos expuesto, se compone de cuatro pasos: 1) La personalidad se conforma por un aspecto intelectivo, volitivo y afectivo. La alteracin morbosa del Art. 34 ninguna diferenciacin hace al respecto, de modo que el aspecto afectivo integra el concepto referido. El psicpata tiene seriamente alterada la fase afectiva. 2) Esa alteracin de la parte afectiva, produce una alteracin de la esfera intelectiva (segn Zaffaroni y Spolansky, entre otros). 3) Comprender es ms que conocer, en tanto la comprensin importa la vivencia de los valores. El psicpata sabe pero no comprende. 4) El Art. 34 CP requiere la comprensin de la criminalidad del acto. El anlisis que se impone, en consecuencia, es dirimir si la secuencia entre los cuatro aspectos, y la consecuencia a la que se arriba es correcta. Nosotros entendemos que ello no es as, por varias circunstancias. 1) En el primer paso, se identifica las carencias en el aspecto afectivo de la personalidad con lo morboso. Etimolgicamente, morboso es sinnimo de patolgico, parificar ambos conceptos es desde nuestra ptica equivocado. Cabello describe que en las personalidades psicopatas no se descubre un proceso que evolucione como una neoformacion, que a la manera de un cuerpo extrao disloque la estructura del yo, provocando una ruptura en la trayectoria de la personalidad, una mudanza que convierte al sujeto en otro del que era antes: La realidad es que el derecho debe regirse por lo que es y no por lo que pueda llegar a ser. La resultante es que actualmente la psicopata lejos esta de ser una patologa. No compartimos lo expresado por Elbert en su voto en el caso Senz Valiente: Sin embargo, no ser esta la primera ni la ultima oportunidad en que el perfeccionamiento de una tesis se va logrando con la evolucin misma de las ciencias que contribuyen a sustentarla, o al menos del grado y nivel de conocimientos alcanzado por la investigacin dentro de la ciencia misma. El jurista no puede valerse de la coartada de que lo que compete a otras ciencias, es terreno vedado. No hay ningn mtodo que permita probar que las teoras cientficas son verdaderas. Estas afirmaciones no pretenden conducir al nihilismo, sino buscar bases mas realistas de conocimiento, que solo pueden proceder de concepciones lgicas y filosficas que parten de resaltar lo relativo, transtirorio y necesariamente parcial de todo conocimiento humano, que no pasa de ser sino un esfuerzo lgico por aproximarse a una verdad, nunca abarcable con totalidad. Tampoco le asiste la razn a Cabello, cuando menciona: Bajo dicha ptica las personalidades psicopatas no estn en inferioridad de condiciones ante las afecciones endgenas (psicosis maniacodepresivas, sndromes delirantes, esquizofrenia) que aun desconociendo su etiologa aceptamos sin trabas su carcter patolgico. All esta la equivocacin. Nadie duda que las mencionadas son enfermedades. En suma poco tiene que ver desde el punto medico-psiquitrico, un sictico, un esquizofrnico, un delirante y un epilptico, con un psicpata. 2) El segundo paso tambin es equivocado. Se sostiene que la psicopata produce una alteracin de la fase afectiva, para luego indicar que ello importa alternaciones en la esfera intelectual. Por su parte, Zaffaroni destaca que si se prescinde de caracterizaciones vagas y se las concepta en estos trminos sintticos (o en otros anlogos), poca duda cabe de que el psicpata es un imputable, porque la grave distorsin que padece su actividad afectiva con repercusin en la esfera intelectual, le priva de la capacidad de vivenciar la existencia ajena como persona y por consiguiente tambin la propia. Como sntesis, el psicpata no puede internalizar valores ni castigos, por lo cual es absurdo que el derecho penal pretenda exigirle que los internalice y reprocharle que no lo haya hecho. 3) Respecto de este paso, sostenemos que el psicpata comprende la criminalidad del acto. Por consiguiente, se dice que conocer no es comprender, en tanto esto ltimo significa vivenciar los valores de la sociedad que le toca vivir. El psicpata es un ser sociable, en tanto carece de toda patologa orgnica: conoce y quiere, esta en condiciones de saber que a su conducta la amenaza una
pena y al contra motivarse igualmente elige cometer el delito. Adems, tambin vivencia los valores, porque esta capacitado para sentirse culpable y sentir el reproche. En definitiva, cabe concluir que el psicpata conoce, quiere y comprender. Hare seala que a diferencia de los sicticos, los psicpatas son plenamente racionales y conscientes de lo que hacen y por que lo hacen. Su conducta es el resultado de su eleccin, libremente realizada. Por eso no le asiste razn a Zaffaroni cuando, en el fallo Sena Valiente, sostiene que tambin un delirante bien sistematizado en su delirio sabe perfectamente lo que hace y lo que quiere y hoy a nadie se le ocurre que es imputable: 4) De todo lo analizado, no cabe sino una reformulacin en relacin con que el psicpata siempre es inimputable. c) El psicpata y la imposibilidad de dirigir las acciones conforme a la comprensin. Si el aspecto afectivo de la personalidad ninguna incidencia tiene respecto del intelectivo menos aun puede incidir en el aspecto volitivo de la conducta. Por ello cabe decir que el psicpata siempre conoce, quiere, comprende y dirige. d) La decisin judicial de declarar inimputable al psicpata resulta arbitraria. 1) Diferencias entre psicpatas imputables e inimputables. Psicopatas y rasgos psicopticos. Fras Caballero expresa que entre los delincuentes habituales el 99% son personalidades psicopatas, descendiendo al 1% en los ocasionales. La postura es unnime entre los distintos autores. Comenta Zaffaroni en el fallo Senz Valiente tras enumerar las caractersticas del psicpata, lo siguiente: No tenemos que caer en el error de confundir estas caractersticas con las que suelen presentar muchos individuos en la vida cotidiana. Y continua: El hombre ciudadano cae eventualmente en conductas parecidas y, adems, la carga de angustia y culpa no puede eludirla al fin, canalizndola en reacciones neurticas, circulo de lo neurtico-neurotizarte en que suele estar inmerso. Pero en el psicpata no hay angustia, no hay culpa, no hay temor ante la muele, no hay afectividad, no como caracterstica de alguna conducta condicionante a otras, sino que no existen en su personalidad disminuida. Una tica incomprensible o inadmisible para el juez, no puede ser la base para la calificacin de psicpata, como tampoco puede ser el cmodo expediente penitenciario de definir como tal al que causa problemas en la institucin. No puede calificarse a cualquier reiterante, reincidente o revoltoso o insubordinado, como psicpata. Las expresiones de Zaffaroni aportan mayor confusin. Tanto en Espala como en Alemania, ha recurrido imputabilidad disminuida para resolver la inimputabilidad del psicpata. Consideramos que esta solucin tambin es equivoca, ya que este siempre es imputable. Por su parte, Elbert refiere en el mismo fallo Sanz Valiente: No creo que la admisin de las psicopatas entre las causas de inimputabilidad origine graves defasajes poltico-criminales. El psicpata se define por su comportamiento habitual ms que por cualquier Test... Lo que a la postre resulta una decisiva seal de alerta indicativa de que una inteligencia media o superior no reacciona a estmulos axiolgicos. Ser difcil probar las psicopatas en todo o en la generalidad de los casos, pero en incontrastable que las psicopatas existen, y que pueden identificarse casos paradigmticos en todo tipo de sociedad. Desde nuestra ptica, tampoco resultan del todo felices las consideraciones vertidas por el magistrado. Por todo ello, consideramos equivocado que Elbert, mas que fundar su voto dogmticamente, lo justifico desde el punto de vista poltico-criminal. 2) La importancia que les otorgan los magistrados a las declaraciones indagatorias de los procesados para considerar inimputable al psicpata.
En oportunidad del caso Tignanelli, Fras Caballero preciso: En efecto, aun prescindiendo del espantable conjunto de circunstancias, en verdad macabras, que rodearon el doble asesinato; avanzada edad de las victimas inocentes e indefensas, vinculo de sangre que les una, instrumentos utilizados y despiadada forma de su empleo, extraordinario numero y gravedad de las lesiones inferidas, falta de razonable explicacin de algunas y de ellas, intento ulterior de incendio, etc., y, finalmente la carta dirigida al juez poco antes de la sentencia y en la que desdicindose de todo cuanto antes refiri, arroja nada menos que contra el propio padre, la imputacin del doble homicidio, sntomas unvocos de la total ausencia de sensibilidad moral, propia del perverso, me baso para formular la anterior afirmacin en las narraciones detalladas del hecho hace Tignanelli en sus confesiones. Tambin Spolanky le otorga gran importancia a las declaraciones del imputado. En su comentario: Este relato, que es trascripcin de las declaraciones del imputado registradas en la sentencia, pone en duda la cuestin relativa a que Tignanelli supo lo que quera y lo que hacia el pensamiento le era anormal, que estaba preso de un enloquecimiento y que no puede explicar como ni por que lo hizo. En el fallo Senz Valiente poco es lo que se dice respecto de los hechos, mxime en el voto de Zaffaroni donde hay un prrafo sumamente importante: En principio, los peritajes que obran en autos son bastante indicativos de que Sanz Valiente es un psicpata. El informe psicolgico es meridianamente claro al respecto. Ambos fallos tuvieron como soporte la indagatoria del imputado, lo que consideramos realmente equivocado. En modo alguno el tan mentado aspecto afectivo de la personalidad, que es el que se ve alterado en el psicpata, y que trae como consecuencia no poder comprender la criminalidad del acto, puede quedar atado a lo que el imputado manifieste en su declaracin indagatoria. Conforme el principio de legalidad consagrado en el Art. 18 CN nadie esta obligado a declarar contra uno mismo y el Art. 298 CPPN, en cuanto a que la negativa a declarar no hace presuncin de culpabilidad del procesado. A los efectos de declarar la imputabilidad o inimputabilidad de una persona, sus declaraciones no deben ser consideradas en absoluta, y que hacerlo importa un vicio insalvable. 3) El nfasis puesto por los autores y magistrados en cuanto a que el psicpata es inimputable solo en casos extremos Quienes defienden la inimputabilidad del psicpata, se encarguen de destacar que ello solo puede darse en casos extremos o excepcionales. Una excepcin la constituye Zaffaroni, para quien todo psicpata es inimputable. En el caso Tignanelli, Fras Caballero indica que las formas mas graves de psicopatas pueden en circunstancias excepcionalsimas provocar la inimputabilidad del sujeto. En su comentario al fallo Senz Valiente refiere que la inimputabilidad solo ha de aceptarse en el caso concreto; de una manera, adems excepcional, restringindola nicamente a los casos mas graves. 4) El rol del perito en la declaracin de inimputabilidad, tan solo un colaborador del magistrado? Para Fras Caballero existen tres pasos en la formula de la inimputabilidad, y que el tercero-aquel que en definitiva resuelve la imputabilidad- le corresponde tan solo al juez; por lo tanto, el perito es, en consecuencia, un auxiliar del magistrado. La doctrina y la jurisprudencia son unnimes. No se trata de que el juez sustituya al perito, ni tampoco que este haga lo propio con aquel. La funcin judicial debe tener en cuenta mas que el factor causal, la orientacin de sentido de la conducta, es decir, debe atender a la respuesta total de la personalidad trasuntada en la conducta y valorada de acuerdo con los contenidos tico-sociales de las normas de cultura, lo que no implica ignorar el componente psiquitrico sino evaluarlo crticamente de acuerdo con el contenido unitario que encierra la formula legal. En un dictamen se concluyo que el procesado era inimputable segn resulta del contexto de toda la prueba y no solo porque as lo afirman los seores mdicos, ya que la apreciacin valorativa de tal extremo es de exclusiva competencia de los jueces de acuerdo con el criterio psiquitrico psicolgico de la ley. Es contundente al respecto Zaffaroni, al sostener que suele sealarse que la formula legal responde a un criterio psicolgico jurdico, puesto que carece de referencias psiquiatritas y biolgicas.
El cdigo no clasifica a los seres humanos en locos de competencia mdica y cuerdos de competencia judicial, sino en personas a las que en el momento del hecho puede exigrsele o no el comportamiento conforme al derecho. Con ello queda claro que la imputabilidad penal es un concepto jurdico, cuya valoracin corresponde nicamente al juez, al que el perito solo ilustra con los datos del saber. No obstante ello, advierte el peligro que el dictamen pericial puede representar en el caso del psicpata: se abre una puerta por la cual el psiclogo poco escrupuloso que quiera imponer su moral o su tica a los dems puede calificar como personalidad psicopatica cualquiera que presente solo rasgos psicopticos. Nada hay que objetar en cuanto a que le perito es un colaborador del juez, pues el concepto de imputabilidad, mas all de las connotaciones medicas que puede traer aparejado, es de neto corte jurdico. Pero por todo lo dicho hasta el momento, la inimputabilidad del psicpata altera toda la estructura de la inimputabilidad. Aun quienes defienden a ultranza la existencia de la categora psiquiatrita, psicpata, como posible causal de inimputabilidad penal, sostienen que esta es por dems compleja, oscura, y que su estudio se encuentra en ciernes. El perito (psiquiatra o psiclogo) debe expedirse sobre una categora por dems discutible, debiendo sealar adems si el imputado tiene rasgos psicopticos o es un psicpata. Adems, puede ocurrir como en un fallo donde el peritaje psiquitrico indica que le imputado es un psicpata, mientras que le psicolgico, tan solo sostiene que este es portador de una personalidad con rasgos psicopticos. El informe es recibido por el juez, quien en modo alguno debe ceirse a el, pues el perito es tan solo un colaborador; de hecho en el caso Senz Valiente, tanto el juez de primera instancia como la Cmara se apartaron de las consideraciones medico-forenses, y en Tignanelli el informe de los mdicos forenses sealaba que le imputado tenia capacidad para delinquir. Es interesante lo destacado por Elbert en cuanto a que el psicpata se define por su comportamiento habitual mas que por cualquier test lo que a la postre resulta una decisiva seal de alerta indicativa que una inteligencia media o superior no reacciona a estmulos axiolgicos. El juez debe decidir si la persona comprendi la criminalidad el acto (valorando que conocer no es comprender), o si pudo dirigir sus acciones conforme esa comprensin. Pero esa valoracin debe hacerla respecto del momento del hecho en que el delito se cometi. El cmulo de tareas que acarrean los peritos oficiales los lleva en ocasiones a realizar muy pocas entrevistas de modo sistemtico leen la causa penal, por lo que su dictamen ya se encuentra contaminado antes de llevar adelante los tests correspondientes. En conclusin la decisin judicial de declarar inimputable al psicpata resulta a las claras arbitraria. No en vano algunos autores de la importancia de Kaufmann han propuesto la eliminacin del trmino psicpata. El momento del hecho. La intrascendencia que tiene en el caso del psicpata. Cuando hablamos de psicopata lo hacemos de un tipo de personalidad determinada, de un modo de ser. Schneider son variaciones de la personalidad que se desvan notoriamente de la norma del trmino medio o de valor. Zac expresa que la psicopata tiene une estructura y organizacin de la personalidad tendiente a la manifestacin de accin alooplastica con una modalidad antisocial para el ogro vindicatorio del engao, la estafa, la impostura. Cabello ha indicado si todos estamos de acuerdo en que los trastornos de la conducta son permanentes y continuos, debe ponerse en tela de juicio la psicopata de un sujeto cuando manifiesta su anomala en oportunidad de un solo delitola perversidad no se agota en un hecho aislado, sino que se inscribe en una historia vital: el psicpata delinque con su personalidad, el sictico con su enfermedad. En consecuencia, la psicopata importa un tipo de personalidad, un modo de ser, de actuar. Ello significa que, el individuo siempre es psicpata.
Tal como dice el Art. 34 CP, si al momento del hecho no comprende la criminalidad del acto o dirige sus acciones conforme esa comprensin. La funcin del juez es determinar si en ese momento se dan las causales de inimputabilidad. Como consecuencia de ello, tambin la doctrina y al jurisprudencia son unamines en considerar que no hay personas imputables o imputables per se, sino que hay que determinar si en el caso y en el momento concreto pudieron elegir o no comportarse conforme a lo exigido por el derecho. Cuando se declare inimputable al psicpata, estaremos frente al nico caso de inimputabilidad en que una persona no comprende la criminalidad de su acto o no puede dirigir sus acciones conforme esa comprensin. El psicpata es inimputable por un modo de ser. La posicin de Zaffaroni Dentro de aquello que sostienen la posibilidad de que el psicpata sea inimputable, hay dos posiciones bien definidas: a) la de quienes consideran necesario acreditar, en el caso concreto que le psicpata no haya podido comprender o dirigir sus acciones (postura mayoritaria), y b) Zaffaroni, quien en soledad sostiene que siempre es inimputable. Con su postura, Zaffaroni contradice una de sus principales enseanzas respecto de la inimputabilidad. Un dbil mental puede tener capacidad de pensamiento abstracto para comprender la antijuridicidad de un homicidio, que no demanda gran nivel de abstraccin, pero no tenerla para comprender el contenido injusto de ciertos delitos econmicos que exigen por lo general, una capacidad de pensamiento abstracto de mayor alcance. Este presupuesto no se da, segn Zaffaroni, en el caso del psicpata, pues siempre es inimputable para todos los delitos. Tambin contrasta el rol del perito, si los peritajes dictaminan que le imputado es psicpata, el juez se vera obligado a declararlo inimputable; as mucho mas que un mero colaborador, seria quien determina la inimputabilidad. El psicpata es la foseta occipital media (o delincuente atvico) el nuevo siglo La vuelta al positivismo En Senz Valiente, expreso Donna: la psicopata tendr como consecuencia la inimputabilidad cuando sus efectos sean similares a los de la psicosis, y en este sentido que le impidan comprender la criminalidad del acto o dirigir sus acciones. No surge que Senz Valiente tenga una enfermedad, pongasele el nombre que se quiera, que le impida tal comprensin. Por su parte, Zaffaroni expreso que el concepto de psicopata como causal de inimputabilidad puede ser manejado arbitrariamente, y con ello traducirse en una forma de imponer penas por tiempo indeterminado e incluso perpetuas, a titulo de medidas de seguridad a cualquier persona, a quien se rotule de esa forma, pero este riesgo depender de que en cada caso se analicen minuciosamente los conceptos. a) Escuela Alienista y positivismo. La judicializacion de la psicopata es el retorno a la escuela positiva, a Lombroso, y peor aun, el estado peligroso sin delito. Los que defienden la posibilidad de que el psicpata sea inimputable, se manifiestan opositores a la escuela alienista, y por aadidura, a la positiva. En esa orientacin ha mencionado Zaffaroni que La consideracin jurdico-penal de la psicopata como causa de inimputabilidad penal responde al reconocimiento del concepto moderno de enfermedad mental y la superacin del antiguo concepto positivista. El positivismo no le otorgo al concepto de la imputabilidad gran importancia, pues para dicha escuela, tanto la pena como la medida de seguridad tenan la misma finalidad: la defensa social. Este movimiento hacia la siguiente clasificacin: 1) Delincuentes inimputables: quienes padecan de una enfermedad orgnica o patolgica. Aplicaba una medida indeterminada. 2) Delincuentes imputables: quienes no padecan de una enfermedad orgnica o patolgica. Aplicaba una pena, tambin indeterminada.
b) La Escuela Positiva. Cesare Lombroso: Lombroso fue medico militar, su profesin le permiti realizar autopsias sobre algunos criminales. Al finalizar la de un conocido delincuente italiano, de apellido Villela, descubri que la foseta occipital media de su cerebro era mucho mayor que las habituales, y crey ver en ello la gnesis del delincuente atvico. Menciono al respecto: No fue simplemente una idea sino un rayo de inspiracin. Al ver ese crneo, me pareci comprender sbitamente, iluminado como una vasta llanura bajo un cielo llameante, el problema de la naturaleza del criminal, un ser atvico que reproduce en su persona los instintitos feroces de la humanidad primitiva y los animales inferiores. La manifestaciones anatmicas eran las mandbulas enormes, los pmulos altos, el tamao excesivo de las orbitas, las orejas con forma de asa que se encuentran en criminales, salvajes y monos, la insensibilidad al dolor, tatuajes, indolencia excesiva, aficin a las orgas, y la bsqueda irresistible del mal por el mal mismo, el deseo no solo de quitar la vida a la victima, sino tambin de mutilar el cadver, rasgar la carne y beber la sangre. A partir de entonces, Lombroso interpreta que el delincuente es un ser atvico que reproduce en su persona los instintos feroces de la humanidad primitiva y de los animales inferiores, en consecuencia forma parte de una verdadera subespecie humana. Como buen positivista fue cultor de un determinismo extremo. Si Beccaria acentu la funcin intimidatorio y disuasoria del castigo, Lombroso potencia la finalidad protectora de la pena. c) El estado peligroso sin delito. De tal manera que el delincuente estaba predeterminado a cometer delitos, y por tal circunstancia no poda evitar quebrantar las normas Para que esperar que esto sucediera? Por qu no detenerlo antes? Como respuesta el positivismo dio paso a un instrumento que quebranta las mas elementales garantas dentro de un derecho penal liberal o racional, el estado peligroso sin delito. Uno de sus primeros cultores en nuestro pas fue Jimnez de Asua. Quien consideraba que existan factores endnenos que impulsaban al individuo a delinquir. Tambin fue cultor del estado peligroso sin delito. Indicaba que junto a la imputabilidad del sujeto normal, al que corresponden penas, se construye el estado peligroso de los anormales, que se combate con medidas de seguridad. Pero el peligro subjetivo no solo se manifiesta por el delito, sino que se muestra por doquier en seres antisociales (vagabundos, prostitutas, jugadores etc.) contra los que se defiende la ciudad populosa mediante regimenes policiales certeros o arbitrarios. La ley de vagos y maleantes a la que se refiere Jimnez de Asa, fue reemplazada por la ley de peligrosidad y rehabilitacin social espaola. d) Pacificacin entre delincuente nato o atvico y psicpata. La resurreccin del positivismo y del Estado peligroso sin delito. No se conoce a ciencia cierta que es un psicpata, pero si (para quienes sostienen esta categora psiquiatrita) que no hay una pacificacin entre este y delincuente, por lo tanto se puede ser uno y no otro. Segn Garrido Genotes: La razn mas importante es que sabemos a ciencia cierta que muchos psicpatas no son delincuentes, sino que se han podido integrar en la sociedad. La propia familia tiene que sufrir cambios muy duros para Adaptarse al nuevo modelo de sociedad. La persona esta cada vez ms aislada, ms sola a pesar de que se puede comunicar casi instantneamente con cualquier parte del mundo. Para el positivismo el delincuente era inadaptable, para la psiquiatra el psicpata es irrecuperable; para el positivismo el delincuente estaba determinado a cometer el delito, para la psiquiatra el psicpata no es libre de sus actos. El delincuente forma parte, segn Lombroso, de una subespecie humana. En Tignanelli, Fras Caballero se refiere a la condicin subhumana del procesado. Expresa Cabello que todos los sostenedores de la inimputabilidad del psicpata dicen de manera sistemtica lo siguiente: Ante el auge de la criminalidad perversa surgen varios interrogantes: estamos en presencia de un empeoramiento de la raza, por cuya causa nacen hoy mas perversos que antes? El panorama criminolgico de la era moderna e esta dando la razn a las teoras degenerativas de Magnan y de Morel? Estaba tan equivocado Lombroso cuando asignaba al delincuente nato el 40% de la criminalidad global?
Cabello nos menciona de modo expreso y claro que el psicpata perverso es el delincuente nato de Lombroso. Para Cabello el psicpata no es ms que la rmora del delincuente atvico de Lombroso. Si el positivismo propugnaba encarcelar a los delincuentes atvicos antes de que cometieran sus delitos Por qu no hacer lo mismo con los psicpatas, que son la rmora de aquellos? La psiquiatra, lo propugna claramente. AL respecto postula Cabello: Al psicpata le corresponde al mbito de la medicina y no al mbito carcelario; la pena es inapropiada, la medida de seguridad curativa se impone de acuerdo al criterio peligrosita. Garrido Genotes citando a Hare: Se calcula que en los Estados Unidos de Amrica existen al menos, dos millones de psicpatas, y que en la ciudad de Nueva Cork viven aproximadamente unos cien mil de ellos. En Inglaterra el gobierno esta considerando actualmente la posibilidad de encerrar preventivamente a los sujetos diagnosticados con este desorden, aun cuando no hayan cometido ningn delito. Por ultimo reflexiona: La idea puede parecer un puro disparate: nadie puede ser castigado si no se ha cometido un delito. Sin embargo, es justo reconocer que subsiste un problema grave en el caso de la psicopata; esta enfermedad ahora no dispone de un tratamiento hospitalario reconocido. De acuerdo con todo lo expuesto resulta indudable que de la mano del psicpata (como categora psiquiatrita) y de la posibilidad e que sea declarando inimputable (como categora jurdica) revive el positivismo y su socio inseparable, el estado peligroso sin delito.