Filosofía y Consuelo de La Música, Virtud y Utilidad de La Música. Resumen

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Filosofía y consuelo de la música:

Virtud y utilidad de la música

Aristóteles sentía una inclinación hacia la música entendida como par de la


filosofía. Pero coincidía con Platón en que la música se tenía que centrar en su valor
ético-educativo, sirviendo de instrumento moral para la sociedad. Ideas emparentadas
con las de Damón de Oa. Pone a la harmonía como rectora de la convivencia social, e
incluso compara –en su Política– modos griegos (frigio y dorio) con dos formas de
Estado respectivamente: la oligarquía– más despótica– y la democrática –más relajada.
La música es una “ciencia de primer orden” en la vida del filósofo estagirita,
“transformadora del espíritu y transmisora y maestra de la virtud.”
Existe una dificultad que nos puede poner la música: que se practique
únicamente por placer. No acepta que el ocio se dilate sin fin aparente. Los que
introdujeron la música en a la educación no lo hicieron considerándola como algo
necesario o útil, como la escritura, la lectura o el dibujo. Por tanto, la música pasa a
formar parte del ocio/entretenimiento de los hombres libres y mejor educados. La
música, además de su utilidad ético-educativa, contribuye a la formación del carácter
del alma porque incita a la virtud y a despertar la inteligencia.
En contra de Platón, Aristóteles afirma que la música implica un placer natural.
Sin embargo, coincide con los preceptos platónicos en conceder que la música puede
disponer a los hombres a la virtud y la Verdad y facilitarles el camino hacia las acciones
honrosas. Nuestro ánimo se transforma al escuchar las primeras notas de una
composición. Se les debe dar a los jóvenes una educación musical, para que este arte
imprima ciertas cualidades virtuosas en el carácter del alma.
Dado que la música es un adorno de la educación, cuando los jóvenes lleguen a
su primera madurez, deben dejar de tocarla y sólo opinar sobre ella, para discernir la
buena música de la nociva. Como en Platón, se erradica la música orgiástica dionisíaca,
con instrumentos como el aulós; por razones prácticas, como la imposibilidad de
expresar un texto mientras se toca un aerófono, o bien por razones mitológicas,
aprobando Aristóteles el gesto despectivo de Atenea hacia el aulós. También se rechazan
los instrumentos técnicamente muy complejos para tocarlos, pues se invierte demasiado
tiempo, desequilibrando la formación de los jóvenes. De igual manera, se debe hacer
una criba de qué modos deben ser utilizados, pues conducen a la ética, y cuáles no –en
esta decisión deja Aristóteles a los filósofos como principales jueces–. A este respecto,
reprocha a Sócrates en la República que sólo deje como correctos los modos frigio y
dorio.
Catarsis como purificación individual interior o cura contra un suceso o
enfermedad colectiva. También como intento de discernir entre lo puro y lo impuro. La
catarsis, antes de convertirse en un término ligado a la medicina, ya era empleada en
rituales órficos y dionisíacos, y la medicina y la música parecían tener orígenes
comunes. Orfeo, para hacer posible su propia purificación en su viaje al Hades es
ayudado por unas melodías a las que acuden los poseídos por cualquier pasión.
Aristóteles también hablará de la catarsis del espectador de la tragedia, pudiéndose
purificar participando de las pasiones y el dolor escenificado. Existen tres métodos
catárticos: el estoico o peripatético sana a los contrarios por medio de los contrarios; el
socrático purifica al interlocutor del diálogo mediante la mayéutica y la refutación; y el
pitagórico, una catarsis intelectual de autoconocimiento por medio de la filosofía. La
música y la danza tienen la facultad de facilitar estados catárticos y sanadores;
actividades artísticas transformadoras que indican una liberación, una curación. El
cuerpo como una cárcel del alma (σῶμα σῆμα) que sólo quedará liberada mediante un
proceso de purificación; pudiendo ser la sabiduría, en el sentido más platónico, una
forma de purificación y liberación del alma (de su ignorancia/amnesia que se
contrarresta con el proceso de anamnesis gracias a la dialéctica).
Concepción pitagórica de la salud como armonía, la armonía de las vibraciones
de los planetas, del universo; por consiguiente, teniendo la música funciones médicas,
curando por medio de contrarios, con modos “inadecuados”, al fin y al cabo,
restaurando la armonía por medio de la música. Esta “limpieza” del cuerpo también se
daba en los ritos dionisíacos.
El proceso alopático en la medicina, administrando un remedio que actúa como
algo externo al cuerpo, y el homeopático en la música –defendido por Aristóteles–, al
introducir en la armonía constitutiva del alma una armonía musical y una imitación de
emociones psíquicas que le resulte semejante, como en la tragedia.
Aristóteles refuta la teoría de la música de las esferas pitagórica. Ataca contra la
posibilidad de que los astros suenen y de que el cosmos esté formado por números con
argumentos sacados de su Acerca del cielo. Tampoco acepta que el alma sea una
armonía, pues, según Aristóteles, no responde a la idea de que contiene una mezcla de
combinación de contrarios. La vida no es la consecuencia del alma que penetra en
nosotros al respirar, el alma es la consecuencia primera de que un cuerpo esté vivo,
como dice en su Acerca del alma.
Aristóxeno de Tarento plasmó en la música el pensamiento aristotélico, aprendió
teoría musical de un pitagórico: Jenófilo de Calcis. Este discípulo de Aristóteles puede
que influyera en la concepción de la música como ciencia de su maestro y sus tratados
nos dan la posibilidad de profundizar mucho en la teoría musical griega. Rechaza la idea
de Damón de la influencia sobre el carácter de la música y desechaba el “saber sublime”
al que se referían los pitagóricos. No obstante, en ocasiones se muestra afín al
pensamiento platónico sobre la música. Refuta también que la matemática fuese el
elemento constitutivo de la música, antes bien lo es el oído, con el que juzgamos las
alturas de los intervalos y con la razón comprendemos su función melódica. Para el que
estudie música la exactitud en la percepción (auditiva) de estas cuestiones es
fundamental.

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