Lo Siniestro, Freud.

Freud comienza texto diciendo que es raro que un psicoanalista se sienta proclive a indagaciones
estéticas, pero se lo permite cuando el análisis recae sobre un aspecto marginado por los expertos en
estética, que es el sentimiento de los siniestro.
Se pregunta qué es lo que causa la sensación, que la describe como del orden de lo terrorífico que
causando horror y angustia. También se va a preguntar cuáles son los mecanismos que entran en
juego para que la sensación de lo siniestro se produzca.

Freud plantea dos caminos que nos llevan a la comprensión de lo siniestro, el primero, vinculado al
estudio y la evolución del lenguaje con respecto al Término <<Unheimlich>>, y el otro, vinculado a
todo lo que en las personas y en las cosas, en las impresiones sensoriales, vivencias y situaciones, nos
produzca el sentimiento de los siniestro, comparando los casos para llegar a lo que todos tengan en
común. Freud adelanta que los dos caminos nos llevan a un mismo destino.
Lo siniestro sería aquella suerte de espantoso que afecta las cosas conocidas y familiares desde
tiempo atrás.

 Comenzamos por el analisis de la Lengua:

La voz alemana «unheimlich» es, el antónimo de «heimlich» (íntimo, secreto, familiar, hogareño,
doméstico), imponiéndose en consecuencia la deducción de que lo siniestro causa espanto
precisamente porque no es conocido, familiar. Pero, naturalmente, no todo lo que es nuevo e
insólito es por ello espantoso.

Jentsch no ha pasado, de esta relación de lo siniestro con lo novedoso, con lo no familiar. Ubica en la
incertidumbre intelectual la condición básica para que se dé el sentimiento de lo siniestro. Lo siniestro
sería siempre algo en que uno se encuentra, por así decirlo, desconcertado, perdido. Cuanto más
orientado esté un hombre en el mundo, menos sucesos le producirán la impresión de lo siniestro. Sin
embargo, Freud busca superar la ecuación Siniestro=Insólito.

Heimlich:
 Familiar, hogareño, manso, íntimo, evoca bienestar, libre de fantasmas.
 Secreto, oculto, disimulación, voces no distinguidas con presición, tramar a las espaldas, intriga.

Unheimlich: El “un” cono negación, como merca de la represión.

La palabra Heimlich entonces, no posee un sentido único, se trata de lo que es familiar, confortable,
por un lado; y de lo oculto, disimulado, por el otro. Unheimlich tan sólo sería empleado como
antónimo del primero de estos sentidos, y no como contrario del segundo. Unheimlich también sería
todo lo que debía haber quedado oculto, secreto, pero que se ha manifestado.

De modo que heimlich es una voz cuya acepción evoluciona hacia la ambivalencia, hasta que termina
por coincidir con la de sus antítesis, unheimlich. Unheimlich es, de una manera cualquiera, una
especie de heimlich.

Si ahora pasamos a las personas y cosas, a las impresiones, sucesos y situaciones susceptibles de
despertar en nosotros el sentimiento de lo siniestro con intensidad y nitidez singulares podríamos
mencionar, ( según Jentsch). (A Freud no le convence mucho lo que plantea este autor, perolo toma
como un punto de partida para el analisis).
 «Duda de que un ser aparentemente animado, sea en efecto viviente; y a la inversa: de que un
objeto sin vida esté en alguna forma animado»

Freud toma éste cuento, y plantea que la sensación de lo siniestro no se vincula directamente a
Olimpia, sino que se construye desde el hombre de arena que arranca los ojos a los niños.
El sentimiento de lo siniestro es inherente a la figura del arenero, es decir, a la idea de ser privado de
los ojos, y nada tiene que hacer aquí una incertidumbre intelectual en el sentido en que Jentsch la
concibe. El final del cuento nos demuestra a todas luces que el óptico Coppola es, en efecto, el
abogado Coppelius, y en consecuencia, también el hombre de la arena. Ya no se trata aquí de una
«incertidumbre intelectual»: pero esta revelación no reduce en lo más mínimo la impresión de
siniestro.

En cambio, la experiencia psicoanalítica nos recuerda que herirse los ojos o perder la vista es un
motivo de terrible angustia infantil. Este temor persiste en muchos adultos, El estudio de los sueños,
de las fantasías y de los mitos nos enseña, además, que el temor por la pérdida de los ojos, el miedo a
quedar ciego, es un sustituto frecuente de la angustia de castración. Se toma en cuenta la sustitución
mutua entre el ojo y el miembro viril, manifestada en sueños, fantasías y mitos. La impresión de que
precisamente la amenaza de perder el órgano sexual despierta un sentimiento particularmente
intenso y enigmático, sentimiento que luego repercute también en las representaciones de la pérdida
de otros órganos.
Fuera del punto de vista psicoanalítico, el cuento sería carente de significación, si el miedo por los
ojos sería independiente del complejo de castración.
Pues si así fuera, ¿por qué aparece aquí la angustia por los ojos íntimamente relacionada con la
muerte del padre? ¿Por qué el arenero retorna cada vez como aguafiestas del amor? Primero separa
al desgraciado estudiante de su novia y del hermano de ésta, su mejor amigo; luego destruye su
segundo objeto de amor, la bella muñeca Olimpia; finalmente lo impulsa al suicidio, justamente antes
de su feliz unión con Clara, a la que acaba de encontrar de nuevo. Estos elementos del cuento, como
otros muchos, parecen arbitrarios y carentes de sentido si se rechaza la vinculación entre el temor por
los ojos y la castración, pero en cambio se tornan plenos de significación en cuanto, en lugar del
arenero, se coloca al temido padre, a quien se atribuye el propósito de la castración.

La hipotesis de freud es entonces, que lo siniestro del cuento tiene relación a puntos relacionados a
complejos infantiles. Pero la mera idea de que semejante factor infantil haya podido engendrar este
sentimiento nos mueve a buscar una derivación análoga que sea aplicable a otros ejemplos de lo
siniestro. ¿Todo lo siniestro tendrá que ver con lo infantil?.

En el arenero aparece el tema de la muñeca aparentemente viva, que Jentsch señalaba. Según este
autor, la circunstancia de que se despierte una incertidumbre intelectual respecto al carácter animado
o inanimado de algo, son sumamente favorables para la producción de sentimientos de lo siniestro.
Pero con las muñecas nos hemos acercado bastante a la infancia.
Recordaremos que el niño, en sus primeros años de juego, no suele trazar un límite muy preciso entre
las cosas vivientes y los objetos inanimados, y que gusta tratar a su muñeca como si fuera de carne y
hueso. Así, el factor infantil también aquí puede ser demostrado con facilidad, pero, en el caso del
arenero se trataba de la reanimación de una vieja angustia infantil; frente a la muñeca viviente, en
cambio, ya no hablamos de angustia: el niño no sintió miedo ante la idea de ver viva a su muñeca, y
quizá hasta lo haya deseado. De modo que en este caso la fuente del sentimiento de lo siniestro no se
encontraría en una angustia infantil, sino en un deseo, o quizá tan sólo en una creencia infantil.

Freud analiza entonces otro cuento de Hoffman para observar si los elementos siniestros de ese
cuento también se vinculan a lo infantil

Los elementos siniestros en ese cuento son:

 La presencia de dobles
 Acrecimiento de aquello por el santo de los procesos anímicos entra uno y el otro.
 La identificación con una persona al punto de no poder distinguir el yo y el no yo.
 El permanente retorno de lo igual, (rasgos faciales, destinos, hechos criminales, etc).

Función del doble estudiada por O. Rank a partir de la relación con la imagen del espejo y de la propia
sombra, (vinculado al miedo a la muerte).
Al principio de la función del doble es un aseguramiento narcisista frente a la muerte, proveniente del
narcisismo primario que ante la posibilidad de la muerte se da una réplica de sí mismo que
sobreviviría al fallecimiento. El doble dentro de imaginario de la humanidad puede ser, por ejemplo la
representación del alma, que es una parte de sí mismo que sobrevive .

Superado en narcisismo primario el doble pasa de ser un aseguramiento contra la muerte a ser un
ominoso anunciador de la muerte.

A medida que se desarrolla el yo, se general “super yo” la conciencia moral y se proyecta lo que el
Super yo rechazada de yo sobre el doble.
Lo que vuelve al doble siniestro es que es una formación psíquica que pertenece la prehistoria del
desarrollo del yo.

Perturbaciones del yo que utiliza Hoffman para crear el efecto de los siniestro:
Se trata de un retroceso a fases singulares de la historia del desarrollo del sentimiento yoico
Regresiones etapas primordiales del yo donde el mundo interno no estaba separado del mundo
externo y del otro. Por ejemplo la omnipotencia del pensamiento que es la sobrestimación narcisista
de los procesos anímicos propios, ej: los niños suelen creer que su pensamiento genera efectos en la
realidad.

Freud va a plantear dos tipos de angustia:

 El primer tipo de angustia es el que se produce durante el proceso represivo al separarse la
representación del afecto quedando libre y descargandose mediante la angustia.
 El segundo tipo de angustia se produce ligado al retorno de los reprimido y este es el que está
ligado el sentimiento de los siniestro

Los siniestro no está vinculado a la ajeno, sino a lo familiar a la vida anímica que ha sido reprimido.

El animismo, la magia, la omnipotencia del pensamiento, el complejo de castración, la repetición no

deliberada y el vínculo con la muerte causa el sentimiento de lo siniestro a partir de la angustia.

Freud va a separar lo siniestro de la vivencia de los siniestro causado partir de la ficción

 Lo siniestro vinculado a el vivenciae va a estar relacionado a sucesos que reaniman complejos

infantiles reprimidos o a sucesos que reanimen creencias primitivas ya superadas como la
omnipotencia del pensamiento .

 Lo siniestro vinculado a la ficción es más rico, ya que el contenido se puede salir del examen de
la realidad, sin generar el sentimiento de lo siniestro, Freud plantea que lo siniestro en lo ficticio
aparece cuando la premisa del cuento está basada en la realidad cotidiana y da un giro, se sale
esa promesa de realidad generando así lo siniestro a partir un engaño.

Por último Freud va a decir que la oscuridad la soledad y el silencio son factores a los que se anula la
angustia infantil y qué en la adultez no está extinguida por completo.