Gestion de Calidad
Gestion de Calidad
Gestion de Calidad
Desde el punto de vista de los clientes, las empresas y organizaciones existen para proveer un
producto material o inmaterial (un bien o un servicio). Esta concepción nace a partir de la necesidad
de los clientes de obtener productos con características que satisfagan sus necesidades y
expectativas.
Estos productos serán desarrollados en función del resultado de un proceso compuesto de un
conjunto de actividades relacionadas entre sí. Estas actividades interactúan dando lugar a la
transformación de elementos de entrada en resultados.
Las variables de salida son aquellas en las que se reflejan los resultados obtenidos de un proceso.
Además, con estos valores también se evalúa la eficacia de un proceso.
Cuando se realiza un análisis del proceso para medir sus variables críticas, se suele decir que
estamos escuchando la voz del proceso.
Algunos ejemplos de estas variables (específicas para cada tipo de producto y proceso) son:
dimensiones (longitud, espesor, peso, volumen); propiedades físicas, químicas o biológicas;
características superficiales, propiedades eléctricas, sabor, olor, color, textura, resistencia,
durabilidad, etcétera.
En relación a lo anterior, y en complemento a la voz del proceso, podemos introducir el concepto de
la voz del cliente. Ésta es la que nos dice cuáles son sus exigencias fundamentales y los atributos
que debe tener un producto de calidad.
Gestión de calidad: qué es y cómo implementar en cualquier compañía
¿Qué es la calidad?
Hecha esta introducción vamos a tratar de dar una respuesta concreta a qué es la calidad. Sobre
este concepto existen varias definiciones de distintos autores, desde diversos puntos de vista. Para
un mejor entendimiento David Garvin las clasificó en 5 grupos de definiciones de calidad.
Sin embargo, los seguidores de esta visión aseguran que no puede darse una definición xacta de la
calidad. Eso lo fundamentan argumentando que aprendemos a reconocerla a través de la propia
experiencia.
En conclusión, para esta definición lo más importante es entender cómo incluir características que
puedan satisfacer necesidades individuales (customización del producto) e identificar qué
características son las que más les gustan a nuestros clientes.
Lo más importante a la hora de gestionar nuestros procesos es que no sea necesario encontrar un
error (o posible error) para ejecutar acciones de mejora. Es decir, que lo recomendable siempre es
actuar antes que el error suceda. En otras palabras, debemos actuar aun cuando no haya defectos.
En la misma linea, también es importante destacar la importancia de la comunicación al momento
de realizar el despliegue de las actividades de gestión de calidad. Con comunicar nos referimos
sobre todo a explicar cuáles son nuestras expectativas. En consecuencia, es aquí donde la alta
dirección debe ser la primera en comprometerse en el cumplimiento.Support and guidance also
includes capturing data on learners progress, as there will need to be monitoring and probably some
chasing, as invariably a marshalling role is required. Finally, whatever support is offered, it should be
easy to access and responsive when called upon.
Por lo general, el cliente quiere recibir el producto o servicio en un determinado momento, al menor
costo posible y cumpliendo todas sus expectativas. Pero identificar cuáles son esas expectativas
(y cual/es es/son más prioritaria/s) muchas veces puede resultar verdaderamente difícil.
Como resultado de la necesidad de mitigar este problema, Noriaki Kano desarrolló un modelo que
es muy útil para analizar a fondo los requisitos actuales de los clientes y entender cómo podrían
evolucionar en el tiempo.
Ciertamente Kano amplía la visión del concepto de calidad con este modelo. En él, explica que la
calidad se compone de dos aspectos que se pueden medir a lo largo de dos ejes. En primer lugar, el
estado físico del producto y, en segundo lugar, la expectativa del cliente. Si asumimos que la calidad
es una variable unidimensional, entonces vamos a tener dos ejes en paralelo.
Asimismo, y como podemos ver en el gráfico, toda vez que el estado físico del producto mejore, de
manera similar se producirá un incremento automático en la satisfacción de los clientes. Pero cada
vez que el estado físico del producto empeore, producirá insatisfacción en los clientes.
En consecuencia, este esquema es aplicable solo a determinados productos altamente
estandarizados, o commodities, que tienen requerimientos de calidad ya establecidos. Por lo tanto,
si se cumple con dicho requerimiento entonces es suficiente.
Veamos por ejemplo el caso de una persona que necesita clavos. El cliente que vaya a compra
clavos no percibirá la diferencia de calidades entre dos marcas distintas, siempre y cuando ambos
productos cumplan con su función específica.
Sin embargo, en caso que una no lo haga, la diferencia entre una marca y otra se hará evidente. El
hecho concreto se dará cuando uno de los productos se doble al clavarlo y el otro no.
Para productos con tecnología más compleja se deben tener en cuenta otros aspectos relevantes.
En otras palabras, el cumplir con el diseño puede no ser suficiente para satisfacer al cliente.
Gestión de calidad: qué es y cómo implementar en cualquier compañía
Ciertamente en este modelo debemos analizar a la calidad como una variable de dos dimensiones.
Para ello, en el eje horizontal se representa el estado físico del producto, y en el eje vertical las
expectativas de los clientes.
Como resultado, Kano describe 3 aspectos que hacen a la percepción de la calidad de los
consumidores:
1. La calidad básica
Este aspecto está compuesto por todo lo que viene implícito para el cliente y que lo espera desde
el inicio. Es decir, la calidad que debe ser. Según Ishikawa, es la calidad regresiva.
En otras palabras, es aquello que cumple la condición necesaria pero no es suficiente por si sola
para vender el producto. La presencia de esta característica suele ser indiferente para el cliente,
pero si falta genera mucha insatisfacción.
Por ejemplo, en un automóvil de alta gama este aspecto podría ser el funcionamiento de la bomba
de aceite. Este elemento podría mejorarse al infinito sin tener ningún impacto en la satisfacción del
cliente. Sin embargo, si la bomba es mala o falla, entonces probablemente genere un alto impacto
en ventas perdidas.
2. La calidad de desempeño
Son aquellas características explícitas del producto que cuanto más se cumplan, más aumenta la
satisfacción del cliente de manera proporcional. Estos aspectos suelen ser aquellas mejoras que
salen en una encuesta de clientes. En otras palabras, se podrían llamar elementos de satisfacción
lineales.
Por ejemplo, siguiendo con el ejemplo de un automóvil alta gama, algunos atributos de este tipo
podrían ser la autonomía, la seguridad o el confort del andar.
En un hotel de lujo por ejemplo, podría ser un buen room service o la calidad de la comida del
restaurante.
En la gráfica podemos ver que además de los tres niveles de calidad tenemos la variable tiempo.
Ciertamente este atributo nos muestra cómo cambian los requerimientos del cliente con el paso del
tiempo y el uso.
Esto se debe a que a medida que los mercados se familiarizan y saturan, los aspectos que
deleitaban y sorprendían se transforman en calidad de desempeño y posteriormente en calidad
básica (requerimientos mínimos).
Por ejemplo, en el caso de los automóviles, hace algunas décadas la dirección asistida, los frenos
ABS, los airbags y levanta-vidrios eran características distintivas. Ciertamente en su momento eran
una novedad, pero hoy se han vuelto características básicas y, en algunos casos, obligatorias.
Asimismo, en un hotel de lujo el Wi-Fi en la habitación era novedad hasta no hace mucho tiempo.
Sin embargo, hoy en día ya es un básico para muchos de los clientes que buscan un hospedaje.
Particularmente las normas de calidad durante los últimos 30 años han estado enfocándose en la
mejora a través de la gestión por procesos de las organizaciones. En definitiva, si lo que buscamos
es tener una práctica eficiente de gestión de calidad, es importante remarcar que los procesos de
nuestro negocio son la clave para lograrlo. Es indispensable tenerlos bien identificados y
gestionarlos adecuadamente. Esto se logra teniendo en claro cuál es el alcance de cada proceso.
Es decir, definiendo de forma unívoca las entradas, las actividades claves y las especificaciones de
salida.
En la misma línea, el mapa de procesos es una herramienta muy potente que nos permite ver en alto
nivel cómo interactúan estos procesos durante la experiencia del usuario. Es decir, desde la
necesidad hasta su satisfacción.
Gestión de calidad: qué es y cómo implementar en cualquier compañía
Como resultado, en el siguiente mapa veremos 3 categorías de procesos que detallaremos a
continuación.
Procesos Estratégicos
Son aquellos que definen y controlan las metas de la organización, sus políticas y estrategias. En
consecuencia, son los que permiten llevar adelante la organización. Ciertamente se encuentran
relacionadas con la misión y visión. Además, Involucra a personal directivo y gerencias.
Procesos Operativos-Clave
Son los que permiten generar el producto o servicio de cara al cliente. Por esta razón decimos que
inciden en el cliente directamente. Por lo general estos procesos atraviesan muchas funciones y
están altamente valorados por los clientes y otras partes interesadas.
Procesos de Soporte
En consecuencia, son aquellos que ayudan a los procesos operativos. Ciertamente estos procesos
por lo general cuentan con clientes internos.
Es importante tener en cuenta que esta clasificación no es estática y que puede variar según la
organización. Es decir, que puede haber procesos que para una organización sean estratégicos y en
otros meramente operativo o de soporte.
Luego, con el modelo de Kano, podemos entender cómo varían las preferencias de nuestros clientes
a lo largo del tiempo. Esto presenta un sinfín de oportunidades para brindar nuevos usos a nuestros
productos. También, nos abre las puertas a desarrollar nuevas características atractivas que nos
posicione en nuevos nichos de mercado.
Por último, pero no menos importante, debemos remarcar que, para lograr el éxito en la gestión de
calidad, la misma debe ser desplegada en los 3 niveles fundamentales. Estos son los productos o
servicios, los procesos y los sistemas.
Las dos primeras ya las hemos desarrollado a detalle en esta nota. En el artículo la próxima semana
desarrollaremos a fondo cómo lograr la calidad en los sistemas implementado las normas ISO 9000.
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