Luisito
Luisito
Luisito
Sullana es un distrito que posee un rico historial, un buen clima, una variedad de
recursos naturales así como una gran variedad de costumbres y tradiciones,
transmitidas de generación en generación por sus habitantes. Cabe resaltar la
importancia de las mismas en el desarrollo del distrito; ya que son estas las que le dan
un toque de magia, esplendor y misterio haciendo de nuestra querida “Tierra del oro
verde” una provincia encantadora. Para ello empezaremos por definir claramente lo
que son cada una de ellas, así tenemos que una costumbre es una práctica social
arraigada, es decir, la repetición constante y uniforme de ciertos actos o
acontecimientos que las personas realizan cada cierto tiempo, mientras que una
tradición es todo aquello que una generación hereda de las anteriores y, por estimarlo
valioso, lega a las siguientes, considerándose así como tradicionales a las creencias y
formas de expresión artísticas características de una comunidad.
2. El sepelio:
Consiste en trasladar al difunto desde la casa
donde vivió o donde se “veló” hasta el cementerio,
acompañado por cierta cantidad de personas,
evento que se conoce como cortejo fúnebre.
Encabezando la marcha desfilan un grupo de niños
portando flores, en ocasiones precedidos por
vehículos que portan “arreglos” florales, en
algunos casos participa una agrupación musical y dependiendo de la reputación del
occiso, asisten delegaciones de instituciones con sus estandartes.
El féretro es cargado por parientes o allegados que se van turnando para participar en
el duelo. En ocasiones puede intervenir una hermandad religiosa que dirige los rezos y
cantos relacionados al hecho, no faltando los llorones que ensalzan las virtudes que en
vida tuvo el difunto.
3.El pelamiento:
Es una costumbre donde se realiza la ceremonia de cortar el
pelo de un niño por primera vez. Para esto, los padres
seleccionan e invitan como padrinos a la gente más allegada y
con buenos recursos económicos.
5. El susto:
Se le conoce también como “mal de espanto” y por
otros “daño”. Es una enfermedad neuro-psiquiátrica
en la que el individuo es afectado por una emoción
muy desagradable o de terror provocada por un golpe,
o por apariciones imprevistas de animales dañinos, de
bultos o sombras o de perros que asustan por la
noche. Aunque los habitantes de las zonas rurales
refieren que sucede por la “posesión de espíritus
malos” en los cerros, el agua (espejismos, visiones), los animales o las huacas (antiguos
cementerios tallanes). Los síntomas son el nerviosismo y poco a poco se va
adelgazando, para la cura de este mal se recurre al llamado curandero, que escoge los
días martes y viernes por la noche para el tratamiento. En este se inician los rezos y le
hacen tomar al paciente bebidas de hierbas hasta dormirlo, a la vez que ahuman el
lugar con palo santo; luego le escupen el cuerpo con agua de hierba del espanto y le
preparan bebidas para que tome durante un mes, con lo que el afectado se va
sintiendo mejor hasta reponerse totalmente. Otros curanderos curan el “susto”
frotando en el cuerpo del asustado un trozo de alambre mojado con agua florida, a la
vez que rezan, terminada la sesión entierran el alambre en las cenizas de un brasero,
dejándolo hasta el día siguiente.
LOS PARBULITOS:
Es una costumbre que cuando muere un «angelito» (niño), le arman un altar mortuorio, generalmente
sobre una mesa, a la que cubren con una sabana blanca, adornado con estampas, espejos pequeños,
banderas y candelillas de varios colores. En el centro del altar colocan un muñeco grande y dos mas
chicos, uno de cada lado. Los parientes, vecinos y amigos, colocan flores y por la noche acompañan al
angelito, velándolo entre la conversación y tragos de anisado y ron.
EL SEPELIO:
Consiste en trasladar al difunto desde la casa de donde vivió o dónde se veló hasta el cementerio,
acompañado por cierta cantidad de personas, evento que se conoce como cortejo fúnebre.
Encabezando la marcha desfilan un grupo de niños portando flores. Asisten delegaciones de
instituciones con sus estandartes, continua el féretro cargado por familiares, amigos o allegados,
turnándose durante el recorrido. No faltando los «llorones» que ensalzan las virtudes que en vida tuvo
el difunto.
SEMANA SANTA:
Son días de recogimiento y reflexión donde se recuerda la vida, pasión y muerte de Cristo. Es una
actividad religiosa programada por la iglesia católica. Los días principales son el Jueves y Viernes Santo.
Uno de los platos que se preparan en estos días, especial el Viernes, es la Mala Rabia, a base de arroz,
pescado en sudado, y plátano con queso.
CREENCIAS QUERECOTILLANAS
Para tal efecto realizan todo un ritual que va desde la “Machucada” con rezos hasta el
roseado del aguardiente sobre el vientre del paciente.
Algunos utilizan “Jabón sin Pecar” con reniegos como “chucaque sonso”, ”tu boca no ha
de ser de santo, sino de perro sarnoso, el que no lo entiende, el día del juicio sabrán lo
que está oración contiene.
El epílogo de tal ansiada curación se manifiesta con los últimos mensajes el enfermo
que al fin entra en un sueño completamente profundo.
MAL DE OJO
Se cree que se origina ante la caída en gracia en las criaturas sea niño o niña, por una
persona adulta, quien comienza a jugarse o reírse de algún gesto o hecho realizado por la
criatura.
Se manifiesta , según las creencias, por el llanto desesperado y constante del irritante,
quien muestra continuas ligeras. Su curación al igual que el chucaque es realizado por los
curanderos del “ojo” los mismos que realizan y masajean a la criatura pasándole por todo
el cuerpecito “Huevo del día “ hay la creencia que el niño deja de llorar y se le detiene la
diarrea.
EL DUENDE :
Según la creencia, algunos dicen que son almas de los abortos que han sido enterrados sin
habérseles consagrado el agua bendita.
El remedio más efectivo para ahuyentarlo, consiste en untar el bello rostro de la
muchacha con algo repugnante.
CUADROS CONSTRUMBRISTAS
El pelamiento.
El cambio de aros
Las velaciones,
El bautizo
El casamiento
Las quinceañeras.
SUPERTICIONES
VOCABLOS QUERECOTILLO