UNIVERSIDAD PANAMERICANA DEL PUERTO
FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y SOCIALES
CARRERA: ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS. SECCIÓN: 20
UNIDAD CURRICULAR: EDUCACIÓN FÍSICA I
ACTIVIDAD II
ACTIVIDAD FÍSICA
ALUMNA:
AMARILIS, CASTRO
C.I V- 16.671.760
PUERTO CABELLO, JUNIO DE 2022
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INDICE PP
Introducción…………………………………………………………. 3
Desarrollo……………………………………………………………. 4-9
Actividad Física……………………………………….................4
Importancia de la Actividad Física………………………………6
Consecuencias de no realizar actividad física……………………7
Beneficios de la Actividad Física………………………………. 8
Actividad física en jóvenes y adultos ……………………………9
Conclusión…………………………………………………………… 12
Bibliografía……………………………………………………………. 13
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INTRODUCCIÓN
La actividad física es cualquier movimiento del cuerpo que hace trabajar los
músculos y requiere más energía que el reposo. Caminar, correr, bailar, nadar, hacer
yoga y hacer trabajos de jardín son algunos ejemplos de actividad física.
La actividad física es buena para muchas partes del cuerpo. Estar físicamente activo
es una de las mejores maneras de cuidar la salud del corazón y los pulmones.
Pequeñas cantidades de actividad física son buenas para la salud. Cuanta más
actividad se hace, mayores son los beneficios.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud. En todo el mundo, alrededor
de una de cada tres mujeres y uno de cada cuatro hombres no realizan suficiente
actividad física para mantenerse sanos.
“Moviéndonos para vivir”
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DESARROLLO
La OMS define la actividad física como cualquier movimiento corporal producido
por los músculos esqueléticos, con el consiguiente consumo de energía. La actividad
física hace referencia a todo movimiento, incluso durante el tiempo de ocio, para
desplazarse a determinados lugares y desde ellos, o como parte del trabajo de una
persona. La actividad física, tanto moderada como intensa, mejora la salud.
La actividad física es buena para muchas partes del cuerpo. Estar físicamente activo
es una de las mejores maneras de cuidar la salud del corazón y los pulmones.
Pequeñas cantidades de actividad física son buenas para la salud. Cuanta más
actividad se hace, mayores son los beneficios.
Los tres tipos principales de actividad física son: aeróbicos, de fortalecimiento
muscular y de fortalecimiento óseo. Las actividades de equilibrio y flexibilidad
también son beneficiosas.
La actividad aeróbica mueve los músculos grandes, como los de los brazos y las
piernas. La actividad aeróbica también se conoce como actividad de resistencia.
En la actividad aeróbica, el corazón late más rápido que lo habitual. También se
respira con más dificultad durante este tipo de actividad. Con el tiempo, la actividad
aeróbica periódica fortalece el corazón y los pulmones, y estos pueden funcionar
mejor.
Según el nivel de entrenamiento, la actividad aeróbica puede ser de intensidad baja,
moderada o vigorosa:
Empujar el carrito de compras en una tienda.
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Hacer tareas de jardinería, como cavar o usar la azada, que hacen aumentar la
frecuencia cardíaca.
Caminar, hacer senderismo, trotar, correr
Hacer gimnasia aeróbica en el agua o nadar largos
Andar en bicicleta, en patineta, en roller o saltar la cuerda
Bailes de salón y baile aeróbico
Tenis, fútbol, hockey y básquetbol.
Actividad de fortalecimiento muscular: las actividades de fortalecimiento muscular
mejoran la fuerza, la potencia y la resistencia de los músculos. Hacer flexiones de
brazos y abdominales, levantar esas, subir escaleras y cavar en el jardín son ejemplos
de actividades de fortalecimiento muscular.
Actividad de fortalecimiento óseo: en las actividades de fortalecimiento óseo, los
pies, las piernas o los brazos soportan el peso del cuerpo y los músculos hacer fuerza
contra los huesos. Eso ayuda a fortalecer los huesos. Correr, caminar, saltar la cuerda
y levantar pesas son ejemplos de actividades de fortalecimiento óseo.
Las actividades de fortalecimiento muscular y óseo también pueden ser aeróbicas; eso
depende de si hacen que el corazón y los pulmones trabajen más que lo habitual. Por
ejemplo, correr es una actividad aeróbica y también una actividad de fortalecimiento
óseo.
Actividades de equilibrio: Este tipo de actividades mejora la capacidad de resistir
ante fuerzas que pueden provocar caídas, ya sea estando inmóvil o en movimiento.
Caminar hacia atrás, pararse en una pierna, caminar apoyando desde el talón hasta los
dedos, practicar cómo ponerse de pie estando sentado o usar una tabla de equilibrio
son ejemplos de actividades de equilibrio. Fortalecer los músculos de la espalda, el
abdomen y las piernas también mejora el equilibrio.
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Actividades de flexibilidad: los estiramientos ayudan a mejorar la flexibilidad y la
capacidad de mover completamente las articulaciones. Tocarse la punta de los pies,
hacer estiramientos laterales y practicar ejercicios de yoga son ejemplos de
estiramiento.
Importancia de la actividad física
El cuerpo humano está diseñado para estar en movimiento. En simples palabras,
actividad física se refiere a la realización de todas aquellas tareas en las que el cuerpo
utiliza energía, como caminar, hacer jardinería, hacer el súper, subir escaleras,
practicar algún deporte o bailar toda la noche.
Para que beneficie a la salud, ésta se deberá llevar a cabo con una intensidad que vaya
de moderada a vigorosa. Realizando ejercicios vigorosos podremos obtener mejores
resultados en la mitad de tiempo que nos tomaría hacerlo con un desempeño
moderado.
La actividad física contribuye a mejorar varios aspectos relacionados con la forma
física, como la resistencia cardiorrespiratoria, la fuerza y la flexibilidad, etc. la cual
cosa mejora la capacidad de llevar a cabo las tareas cotidianas sin fatigarse, dejando
la energía suficiente para disfrutar de las actividades de ocio y para satisfacer
necesidades imprevistas. El ejercicio físico practicado de forma regular no sólo es
beneficioso en la prevención del sobrepeso y de la obesidad, sino que además
aumenta la densidad ósea, al potenciar la formación del hueso mediante el depósito
de calcio, reduce la grasa corporal y aumenta la musculatura, y reduce los factores de
riesgo para enfermedades crónicas como la diabetes, las cardiopatías y algunos tipos
de cáncer, ya que mejora la tolerancia a la glucosa y la sensibilidad a la insulina,
normaliza los niveles de colesterol y reduce la tensión arterial. No hay que olvidar
que el ejercicio físico también mejora el bienestar psicológico.
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Sin embargo, estos beneficios pueden ser contraproducentes por un exceso de
actividad física en un tiempo corto y en forma repentina, causando desgastes celulares
y físicos, además de una mayor posibilidad de contraer enfermedades por afectarse el
Sistema Inmunológico.
Consecuencias de no realizar actividad física.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, la inactividad física es cuarto
factor de riesgo de muerte en todo el mundo y es la principal razón de enfermedades
como el cáncer de mama y de colon, la diabetes y la cardiopatía isquémica.
En contraposición al desarrollo de una actividad física moderada y frecuente, tenemos
al sedentarismo, siendo justamente un bajo o nulo ejercicio de movimientos en las
actividades cotidianas, causando por ello una gran cantidad de afecciones y
enfermedades hasta en la mayoría de los casos obesidad.
La esencia del ser humano radica en estar activos, caminar, movernos, viajar,
buscamos experiencias que nos hagan felices. Así que, si no lo hacemos, nuestras
emociones se verán afectadas.
La falta de ejercicio provoca que no se absorban correctamente los nutrientes
necesarios, y que no llegue suficiente oxígeno a los órganos del cuerpo, entre ellos al
cerebro. Eso afecta directamente a la producción de los neurotransmisores que
provocan la sensación de bienestar y felicidad, provocando estados de decaimiento e
incluso depresión.
La inactividad física es uno de los principales factores de riesgo de mortalidad por
enfermedades no transmisibles. Las personas con un nivel insuficiente de actividad
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física tienen un riesgo de muerte entre un 20% y un 30% mayor en comparación con
las personas que alcanzan un nivel suficiente de actividad física.
Practicar ejercicio regularmente no sólo devolverá a su estado normal la producción
de estos neurotransmisores, sino que además estimulará la producción de endorfinas,
unas hormonas asociadas a la sensación de bienestar y felicidad. Esto, además,
ayudará a combatir el estrés, la ansiedad, la apatía, la depresión, baja autoestima e
insomnio, etc.
Beneficios de la actividad física.
La actividad física tiene muchos beneficios para la salud. Esos beneficios se producen
en personas de cualquier edad, cualquier raza, cualquier origen étnico y cualquier
sexo.
La ayuda a dejar de fumar y vivir sin tabaco.
Aumenta el nivel de energía para que pueda hacer más cosas.
La ayuda a controlar el estrés y la tensión.
Fomenta una actitud y unas perspectivas positivas.
La ayuda a dormir con mayor rapidez y de forma más profunda.
Mejora la imagen y la confianza de una misma.
Esto ayudará a que pase más tiempo al aire libre.
Ayuda a mantener un peso saludable.
Facilita la realización de las tareas cotidianas, como subir escaleras e ir de
compras.
Los adultos tienen menos riesgo de depresión y deterioro de la función
cognitiva a medida que envejecen
Los niños y adolescentes tienen menos síntomas de depresión que sus pares.
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Reduce el riesgo de muchas enfermedades, como miocardiopatía isquémica,
diabetes y cáncer.
Actividad física en los jóvenes y en adultos.
El ejercicio físico es algo beneficioso a cualquier edad, pero tanto la intensidad de la
práctica como el tipo de actividad dependerá de las capacidades de cada persona. Y es
que, aunque lo ideal es alcanzar como mínimo esos 150 minutos semanales de
ejercicio moderado con sesiones mínimas de 10 minutos y al menos dos veces por
semana, lo cierto es que siempre es mejor algo que nada. Por eso, si por discapacidad,
salud, estado, tiempo u otros motivos no puedes alcanzar ese mínimo, es preferible
ejercitarse un tiempo inferior del recomendado a no hacerlo.
En este sentido, debemos tener en cuenta que no solo el deporte cuenta como
actividad física sino acciones cotidianas como caminar o limpiar la casa pueden
ayudarnos a mantenernos activos.
En la infancia y la juventud el juego ha sido tradicionalmente la actividad física más
común. Los juegos activos e informales son ideales porque implican la utilización de
distintos grupos musculares, fomentan las relaciones sociales y, lo que es más
importante, son divertidos. Sin embargo, hay otros tipos de actividades, como
practicar algún deporte, correr, nadar, pasear, caminar, bailar, ir en bicicleta, hacer
excursiones, etc. que son una excelente muestra de acciones sencillas que ayudan a
ganar salud. En esta etapa de la vida es conveniente realizar cada día una hora de
actividad física moderada, como mínimo.
En los niños y adolescentes, la actividad física mejora:
El estado físico (cardiorrespiratorio y muscular)
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La salud cardiometabólica (tensión arterial, dislipidemia,
hiperglucemia y resistencia a la insulina)
La salud ósea
Los resultados cognitivos (desempeño académico y función
ejecutiva)
La salud mental (reducción de los síntomas de depresión)
La reducción de la adiposidad
La organización considera así que las personas mayores de 65 años deben realizar
actividades aeróbicas de forma moderada o intensa (estableciendo para ello un
periodo mínimo, en función de la intensidad, de 150 y 75 minutos semanales,
respectivamente). Igualmente, para aquellas personas que quieran obtener
mayores beneficios, la OMS establece periodos de hasta 300 minutos semanales
para ejercicio moderado y hasta 150 minutos si la actividad aeróbica se realiza de
forma vigorosa. Además, las OMS estipula que estas sesiones de ejercicio han de
superar siempre los 10 minutos de duración y que se pueden combinar las
sesiones de actividad moderada e intensa.
En los adultos y los adultos mayores, los niveles más altos de actividad
física mejoran:
La mortalidad por cualquier causa.
La mortalidad por enfermedades cardiovasculares.
Los incidentes de hipertensión.
Los cánceres específicos del órgano en que se produce el incidente
(vejiga, mama, colon, endometrio, adenocarcinoma esofágico y
cánceres gástricos y renales).
Los incidentes de diabetes de tipo 2.
La prevención de las caídas.
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La salud mental (reducción de los síntomas de ansiedad y
depresión).
La salud cognitiva.
El sueño.
La medición de la adiposidad.
En el caso de las personas mayores, es importante tonificar y fortalecer los músculos,
y mantener la movilidad de las articulaciones para facilitar las tareas cotidianas y
reducir el riesgo de caídas. Es aconsejable ser constante y activo sin llegar al
agotamiento. Aunque pueden existir diferentes tipos de barreras que dificultan la
realización de actividad física en mayores, con ayuda de un profesional que aconseje,
se pueden encontrar ejercicios adecuados y adaptados a cada situación particular,
desde caminar, nadar, ejercicios en el agua, bailar, técnicas de relajación y
estiramiento, etc.
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CONCLUSIÓN
El cuerpo humano está diseñado para estar en movimiento. En simples palabras,
actividad física se refiere a la realización de todas aquellas tareas en las que el cuerpo
utiliza energía, como caminar, hacer jardinería, hacer el súper, subir escaleras,
practicar algún deporte o bailar toda la noche.
El ejercicio físico es algo beneficioso a cualquier edad, pero tanto la intensidad de la
práctica como el tipo de actividad dependerá de las capacidades de cada persona. Y es
que, aunque lo ideal es alcanzar como mínimo esos 150 minutos semanales de
ejercicio moderado con sesiones mínimas de 10 minutos y al menos dos veces por
semana, lo cierto es que siempre es mejor algo que nada.
La inactividad física es uno de los principales factores de riesgo de mortalidad por
enfermedades no transmisibles. Las personas con un nivel insuficiente de actividad
física tienen un riesgo de muerte entre un 20% y un 30% mayor en comparación con
las personas que alcanzan un nivel suficiente de actividad física.
Mantener actividad física de manera regular puede generar cambios muy positivos
para nuestra vida. Personas de todas las edades, tamaño, complexión y habilidades
pueden beneficiarse como ya lo observamos anteriormente.
En el caso de las personas mayores, es importante tonificar y fortalecer los músculos,
y mantener la movilidad de las articulaciones para facilitar las tareas cotidianas y
reducir el riesgo de caídas.
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BIBLIOGRAFÍA
https://teleasistencia.es/es/blog/ocio-en-la-tercera-edad/cual-es-la-actividad-fisica-
recomendada-para-adultos
https://www.euskadi.eus/informacion/la-actividad-fisica-en-las-personas-adultas-18-
64-anos/web01-a2osabiz/es/
https://www.feda.net/actividad-fisica-recomendada-adultos/
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