Los Merengues
Los Merengues
Los Merengues
Personajes:
Guion
PRIMERA ESCENA
Narradora: Era un día común y corriente en el colegio La Inmaculada Guayaba de Fátima, Andrew
un niño no muy simpático pero si estudioso e inteligente iba caminando por el pasillo cuando de
repente Andrew se choca con una de sus compañeras…
Alex: ¡Si fíjate! ¿Acaso no ves con esos lentes poto de botella?
Alex: JAJAJA
Fernando: Oye ¿Estás bien Perico? Déjame ayudarte (Recoge los libros de Perico, ayuda a Perico a
levantarse y se lo lleva)
Narradora: Esa misma tarde Andrew se dirigió a su casa algo triste y decaído por lo que había
ocurrido, su Tía Isabel, la más confiable que conocía muy bien a Andrew, sabía que algo extraño
ocurría.
Tía Isabel: ¿Estás seguro? Sabes que puedes contarme lo que quieras
Andrew: Bueno está bien, te contaré todo lo que pasó, estaba caminando por el pasillo y unas chicas
empezaron a molestarme y golpearme, las odio ojalá que se mueran.
TERCERA ESCENA
Narrador: Allá por la época del 58, había un niño llamado Perico que tenía bajos recursos
económicos. A él siempre le gustaba ir a una panadería llamada “Don Pepe”, solía pararse frente a
la vitrina a contemplar los merengues que tanto anhelaba pero que no podía probar. El dueño de la
panadería ya lo conocía. Le ocurrieron muchas cosas en la panadería.
Señora 1: Déjame invitarte algo, ahora vuelvo. (Entra a la panadería) (Sale con una bolsa de
rosquitas) Aquí tienes, disfrútalo.
Narrador: Perico estaba muy agradecido por la rosquita, sin embargo, el anhelaba que fueran
merengues pero intuía que en los favores estaba prohibido elegir. Otro día estaba dentro de la
panadería con la hija del panadero.
Narrador: Así como estas veces, Perico conseguía que le ofrecieran pasteles. Sin embargo, nunca le
habían invitado los merengues que tanto anhelaba.
CUARTA ESCENA
Narrador: Cansado de tener esas ansias de probar los merengues, un día en su casa…
Perico: (Observa que su madre no esté en la cocina y se dirige hacia la cocina despacio, levanta la
hornilla y se percata que había 40 soles, coge 20 y esconde es resto, luego se dirige a su cama
nuevamente, se coloca los zapatos y sale a la calle) (Perico camina por fuera del escenario)
Narrador: Mientras Perico caminaba hacia la panadería, se preguntaba si gastaría los 20 soles o solo
una parte. Iba pensando en los merengues que tanto quería saborear, eran su obsesión. Cuando
llegó a la pastelería, se sentía con autoridad porque ahora tenía dinero.
Perico: (Empuja a todos hasta que finalmente llegó al mostrador, el dueño lo ve)
Perico: ¡Veinte soles de merengues! (gritó y toda la pastelería se calló, el dueño no le hizo caso y el
barullo continuó)
Dueño: (Se acercó y lo tiró de la oreja) ¿Estás bromeando, palomilla? ¡A ver, enséñame la plata!
Perico: Mi mamá
Dueño: Debes haber oído mal. ¿Veinte soles? Anda a preguntarle de nuevo o que te lo escriba en
un papelito.
Narrador: Perico dudoso comenzó a retirar los 20 soles, pero cuando volvió a ver los merengues, de
todas maneras, le insistió al dueño
Dueño: (Le da un cocacho) ¡Quita de acá! ¿Estás loco? ¡Anda hacer bromas a otra parte!
Narrador: Perico salió furioso y triste de la tienda más furioso que triste y aun con el dinero en las
manos, dirigiéndose al acantilado.
(Se cierran las cortinas y camina fuera del escenario, finalmente se detiene y se sienta en la parte
posterior del escenario)
QUINTA ESCENA
Perico: (Tira las monedad una a una) Prometo que le cortaré la cabeza de todos de esos hombres,
de todos los mucamos de la pastelería y hasta de los pelícanos que graznaban indiferentes
alrededor.
Andrew: Que buena historia Tía. Pero no le encontré ninguna enseñanza. O, ¿si la hay?
Tía Isabel: Claro que sí Andrew. El rencor es malo, esa es la moraleja de la historia. Uno no puede ir
por allí con rencor y odio en su corazón, no. El hombre está hecho para ser feliz, amar y perdonar.
Si guardas rencor nunca podrás ser completamente libre.
Tía Isabel: Creo cariño que deberías hablar con la profesora al respecto. Tu eres capaz de todo
Andrew. Sé que puedes.
SÉPTIMA ESCENA
Andrew: He estado recibiendo cierto abuso por parte de Alex y Paloma y me siento mal. No sé hacer
que hacer, les guardo rencor, pero eso no es bueno. He pensado que debo solucionar el problema
sacando todo rencor de mi alma y mi corazón. Quiero solucionarlo profesora, pero necesito su
ayuda.
Profesora: Gracias por contármelo Andrew, ahorita mismo hablaré con ese grupo y las haré
reflexionar sobre el mal que han hecho.
Profesora: (se para abre la puerta y se dirige a uno de los alumnos que pasan por el pasillo) ¿Podrías
llamar a Paloma y Alex? Diles que tengo que hablar con ellas inmediatamente.
Alumna: Sí claro
Profesora: Sí chicas, querrían explicarme porque tratan mal a Andrew. ¿Las hace sentirse
superiores? ¿Les trae alguna satisfacción? Si no recapacitan sobre lo que han hecho, tendré que
darles un castigo durante todo un mes. Y me veré en la necesidad de hablar con sus padres.
Profesora: Pues, a mí no me causa ninguna gracia. ¿O ves que me río? (Silencio) ¿Que están
esperando? Discúlpense de una vez.
Alex y Paloma: Lo sentimos mucho Andrew. No lo volveremos a hacer. (Andrew no sabe que decir
por lo que se queda callado)
Profesora: Y que sea la última vez que escucho que ustedes dos hacen este tipo de "bromas". Ahora
ya pueden retirarse. (Se van)
Profesora: Andrew, la decisión que has toma hoy demuestra valor y bondad por tu parte. No me
cabe duda de que eres un ejemplo a seguir, hoy demostraste ser valiente. Nunca dejes de ser quien
eres Andrew.
Andrew: Gracias por sus palabras profesora, y no. No se preocupe, trataré de ser mejor día a día.