Bambuterápia
Bambuterápia
Bambuterápia
El masaje mediante caña de bambú, es una técnica de terapia que tiene como objetivo
reactivar la circulación y el drenaje linfático, por lo que es una técnica terapéutica que
reactiva los fluidos circulatorios y linfáticos corporales. Se realizan mediante la
aplicación de caña de bambú, específicamente tratadas, para este fin. Teniendo en
cuenta que la incidencia de su aplicación dependerá de los diferentes grosores, puesto
que a menor superficie de la caña, mayor penetración en el organismo.
El proceso de la técnica radica en los diferentes diámetros de las cañas de bambú para
calibrar perfectamente la presión de cada encrucijada vascular y cada relieve del cuerpo,
así como la estimulación de las zonas de los pies, las manos, el rostro y el cuero
cabelludo, adaptándose a la perfección. De este modo se logra un efecto circulatorio y de
relajación general en todo el organismo.
Este masaje se sirve de la elasticidad y robustez de las cañas de bambú por un lado y por
otro aprovechamos diferentes diámetros para conseguir mayor o menor penetración.
Cuando menor sea el diámetro de la caña, mayor penetración en el organismo del
receptor y viceversa. Los movimientos de las cañas de bambú sobre la piel producen un
efecto sedante sobre las terminaciones nerviosas y es muy efectivo como relajante
muscular. Además, gracias a la técnica de presión por rozamiento y deslizamiento, esta
terapia favorece el drenaje de líquidos retenidos y la regeneración de los tejidos, por lo
que elimina toxinas, reactiva los trastornos circulatorios, mejora la circula
Tal y como se ha narrado anteriormente, los beneficios que nos puede aportar el masaje
con bambú son múltiples:
Su técnica
Material básico a utilizar:
Aceite esencial
Juego de cañas de Bambú, las cuales han de ser tratadas previamente, con la
finalidad de no producir daño al receptor y evitar que se rompan o astillen.
o Juego de dos cañas de 20 cm. de largo por unos 1,5 cm. de diámetro
o Juego de dos cañas de unos 40 cm. de largo por unos 3 cm. de diámetro
o Juego de dos cañas de unos 40 cm. de largo por unos 4,5 cm de diámetro
o Una caña de unos 90 cm. de largo por unos 3 cm. de diámetro
Movimientos a realizar
Sincronización de la respiración
Tracciones
Arrastres
Arrastres con giro
Infinitos
Percusiones
o Tribal
o Normal
o Doble
Remo
Abanico con rotación
Sincronización de la respiración:
Tracciones
Mediante el soporte que nos ofrece la caña de bambu, podemos realizar tracciones en la
extremidad inferior, mediante el talón, en la extremidad superior mediante la muñeca y
en la columna mediante el occipital.
Remo
Extremidad inferior
24. Iniciaremos con una tracción de cráneo mediante el occipital, mediante una
sujeción de la caña en la base del occipital y el control y sujeción de la cabeza
mediante los antebrazos del terapeuta. Controlando la respiración del receptor,
en la inspiración se realiza la tracción mediante el propio peso de terapeuta, sin
brusquedades y relajando la tracción en la espiración. Serie de tres.
25. Mediante las cañas pequeñas trabajaremos el rostro y cuero cabelludo
(trigémino)
25.01 Mediante dos cañas pequeñas juntas y con movimientos rotatorios
sobre sí mismas, se trabaja la frente
25.02 Realizaremos una serie de múltiples de tres de remos en los
pómulos
25.03 Trabajaremos las arrugas de expresión, en series múltiplos de tres
25.04 Trabajaremos el maxilar inferior desde el propio maxilar hasta la
clavícula (cuello)
26. Pasaremos a trabajar el trigémino mediante el cuero cabelludo y las dos cañas
pequeñas por separado, iniciando en dirección del pelo y posteriormente en
contra dirección del mismo.
27. Finalizaremos el masaje de decúbito supino mediante un vaciaje con las manos
desde la cara hasta los pies.
Hay varias razones por las que a los músculos del rostro no se les presta la misma
atención que a los del cuerpo, puesto que se le entiende mas como tratamiento
cosmético y estético que terapéutico propiamente dicho
La musculatura facial consta de cincuenta y siete músculos (57) que hay que trabajar con
una batería de toques muy concretos. Mediante su tratamiento, facilitaremos la
oxigenación de los tejidos y aumentaremos el tono muscular y de los tejidos, incluida la
piel. A la vez que favoreceremos que los músculos, que tratemos, aumenten en tamaño y
fortaleza, el rostro adquiere firmeza y se definen los volúmenes.
Los masajes faciales ayudan a evitar o reducir las tensiones que se reflejan en el rostro
y que aportan una expresión facial negativa.
Puede finalizarse esta terapia mediante una aplicación de toallas tibias, sobre todo el
rostro durante un periodo de diez minutos, un paso concluyente para la recuperación
total del organismo.
Cañas espalda