El documento cuenta la historia de Renata y su relación con su madre Teresa Haddad. Renata se enamoró de un hombre llamado el hombre de las gardenias pero su madre se opuso a la relación y obligó a Renata a casarse con otro hombre. Años después, el narrador conoce al hombre de las gardenias y se entera de su historia de amor con Renata.
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El documento cuenta la historia de Renata y su relación con su madre Teresa Haddad. Renata se enamoró de un hombre llamado el hombre de las gardenias pero su madre se opuso a la relación y obligó a Renata a casarse con otro hombre. Años después, el narrador conoce al hombre de las gardenias y se entera de su historia de amor con Renata.
El documento cuenta la historia de Renata y su relación con su madre Teresa Haddad. Renata se enamoró de un hombre llamado el hombre de las gardenias pero su madre se opuso a la relación y obligó a Renata a casarse con otro hombre. Años después, el narrador conoce al hombre de las gardenias y se entera de su historia de amor con Renata.
El documento cuenta la historia de Renata y su relación con su madre Teresa Haddad. Renata se enamoró de un hombre llamado el hombre de las gardenias pero su madre se opuso a la relación y obligó a Renata a casarse con otro hombre. Años después, el narrador conoce al hombre de las gardenias y se entera de su historia de amor con Renata.
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aquel amor.
Mi abuela y yo no le creíamos, pero
como nos había amenazado con armarle una LECTURA CRITICA trifulca a mi padre, que había tenido ya su Lee y analiza el siguiente texto: primera alerta cardiaca, preferimos guardar silencia. (…) EL HOMBRE DE LAS GARDENIAS Viéndolo a distancia, el comportamiento de Renata murió como mueren los pájaros, Teresa Haddad podría explicarse. Tenía veinte replegándose sobre su cuerpo frágil. (...) de años cuando su familia abandonó el Líbano por nada habían servido mis protestas para que razones políticas: una muchacha muy bella, de volvieran a llevarlas al servicio de cuidados nariz aquilina y verdes ojos rasgados, que intensivos. El director de la clínica se había hablaba varios idiomas y por su educación y mostrado categórico: Renata se recuperaba de sus orígenes creían pertenecer a la elite de la su operación normalmente y mis inquietudes sociedad. Grande fue su furor al descubrir que, eran injustificadas. Con un frio en el corazón en barranquilla, donde se habían instalado, su volví a su lado, convencida de que la pasaporte hacía de ella una ciudadana Turquía, acompañaba en los últimos momentos de su el país aborrecido, más aún, aquel documento vida. La misma sensación de impotencia había la condenaba a deslizarse en la clase media, tenido veinticinco años antes, el día de su pues la ignara burguesía de la ciudad presentación en sociedad, cuando abrí la desconocía la historia de los países dominados puerta de su cuarto y estaba sentada en una por el imperio Otomano y conservaba, en silla, llorando frente al espejo: pálida, con su cambio, una oscura reminiscencia de las luchas bello vestido de gasa azul, sollozaba como un de la cristiandad contra los moros. Sin niño. Estuve a punto de decirle que el hombre amilanarse, Teresa Haddad hizo una lista de los de las gardenias no había olvidado, que una hombres de alcurnia disponibles en la ciudad y, nueva caja de flores había llegado esa misma valiéndose de una treta se hizo presentar a mi mañana, pero la presencia de su madre, Teresa padre, viudo desde mi nacimiento y Haddad, me lo impidió. completamente inerme ante el esmeralda de Así se selló el destino de Renata. A las pocas sus ajos y la aparente dulzura de su trato. semanas se anunciaba su matrimonio con un Creyendo casarse con una odalisca, mi padre hombre elegido por su madre, un bogotano de se unió a una fiera herida en su amor propio que buena familia, pero insignificante y tan lo obligó a abandonar sus apacibles lecturas mezquino que, después de imponerle una nocturnas para llevar una vida social febril a existencia de estreche económica para la cual través de la cual Teresa Haddad se vengaba de no estaba preparada, termino internándola en los desdenes sufridos y, al mismo tiempo, se aquella clínica infecta, la más paupérrima de imponía como una gran dama de la burguesía Bogotá. local. Pero adoraba a su marido y, como era Renata era linda y ligera como una mariposa. posesiva, sentía celos de Renata, por quien mi Siempre abstuve de criticar su frivolidad, padre parecía embobado. (…) porque el afecto me volvía tolerante. Teresa Teresa Haddad no tenía relaciones con los Haddad, en cambio, me inspiraba antipatía: era otros libaneses que Vivian en la ciudad. A la mi madrastra y había convertido la infancia de larga llego a destetar su propio apellido, Renata en un infierno: (…) a Renata le estaba suprimiéndolo de sus tarjetas de visita y de las prohibido todo, desde jugar con las chicas del invitaciones que enviaba cuando daba una vecindario hasta comer golosinas, y por un sí o fiesta. Asimismo, le exigió a mi padre recuperar un no Teresa Haddad le imponía la penitencia los retratos de sus ancestros para colocarlos en de permaneces de pie durante horas frete a una su casa y se aprendió de memoria la vida y pared. Al fin, y quizá exasperado, mi padre la milagros de cada uno de ellos: se los repetía envió a un internado en Medellín y luego a con orgullo a los extranjeros que visitaban a mi pasar a una temporada en México, con sus padre y, como al hablar empleaba un plural parientes Haddad, de donde regreso para ser confuso, todos quedaban convencidos de que presentada a la sociedad de Barranquilla. pertenecía también a la familiar. De ahí su Desde su llegada empezó a recibir día tras día reacción al saber que Renata se había unas cajas de gardenias que su madre se enamorado en México de un pariente suyo: apresuraba a mandar a casa de mi abuela y de destrozar las cartas, ocultar las gardenias, cuya existencia Renata nunca supo nada. hacerle creer a su hija que aquel hombre le Según Teresa Haddad, el hombre que las había traicionado. enviaba estaba casado y su hija debía olvidar De haber sido Renata más madura, yo habría economizados difícilmente por Renata durante terminado contándole la verdad, pero en el cuatro años para que le consiguiera en Paris un conflicto que la enfrentaba a su madre se habría vestido aprovechando la temporada de servido de mis revelaciones para crear una liquidación de mercancías. Al saberlo, el crisis sin salida: llantos, recriminaciones, a eso hombre de las gardenias padeció. No es se habría reducido su oposición. (…) Siempre posible, dijo como si se sintiera ultrajado, no es me pareció marcada por el convencionalismo: posible, me repitió. Y después de reflexionar un prueba de ello, apenas se casó y tuvo los hijos momento quiso saber si le permitía abrirme una de ricos, se lanzó a la conquista de la cuenta ilimitada en el almacén de uno de los aristocracia bogotana y se le fue la vida en grandes costureros de Paris a fin de que le asistir a fiestas y cocteles, siempre comprara a Renata todo cuanto pudiera desear. desesperada por su falta de vestidos Acepté sin la menor reticencia y mi hermana apropiados y la necesidad de repetir atuendos tuvo al fin los atavíos con los que había soñado pasados de moda. Quizás Renata no merecía a lo largo de su vida hojeando las revistas de al hombre de las gardenias moda. Nunca supo cómo un simple billete de Lo conocí en Paris, muchos años después, en cien dólares había podido transformarse en una recepción ofrecida por la Embajada de tantos sastres, vestidos de coctel, carteras y México. Cuando nos presentaron y oyó abalorios de lujo. (…) Años después me pronunciar mi apellido, me miró primero con escribió anunciándome su próxima operación, y estupor y luego, despacio con una remota corrí a Bogotá invadida por un mal nostalgia. Fuimos a tomar una copa al bar del presentimiento. hotel George y, donde estaba alojado, y Cuando la sacaron de cuidados intensivos, conversamos hasta muy tarde. (…) Aun Renata estaba despierta y se expresaba con entonces no comprendía por qué sus relaciones claridad. Sólo entonces, y por primera vez, me con Renata habían terminado de manera tan hablo del hombre de las gardenias, de aquel abrupta; se habían amado sin reservas y ella amor vivido en su juventud y cuyo recuerdo había partido para anunciarle a su familia un jamás la había abandonado. Muy temprano me compromiso celebrado en secreto. Desde ese conto, salían a montar a caballo por la zona instante él le había enviado cada día una carta central de los carriles de la Avenida acompañada de gardenias, sus flores preferida, Insurgentes, envueltos en largar capas negras pero Renata no le había respondido y al cabo y bebían champaña. Se amaban, me dijo, y de tres meses alguien le había hecho llegar una aquellos habían sido los únicos días felices de tarjeta de participación de su matrimonio con su vida. Fueron sus últimas palabras antes de otro hombre. Me costó trabajo explicarle que, hundirse en el coma que precedió su muerte. en los tiempos de Teresa Haddad, los mal A la mañana siguiente se celebraron los llamados turcos de Barranquilla eran funerales de Renata. Cuando me disponía a considerados socialmente inferiores. Él no salir del hotel parar asistir al entierro, un podía comprenderlo; dirigía una firma industrial, botones me entregó una caja de gardenias que tenía amigos por todas partes, políticos y acababa de llegar de México. No contenía hombres de negocios, pero también, deduje de tarjeta alguna, pero venia dirigida a mí y estaba su conversación, millonarios y aristócratas anudad con una cinta negra. europeos que lo invitaban a sus mansiones Marvel Moreno donde asistía a fiestas suntuosas y cacerías. Desde su posición, los prejuicios de Barranquilla se le antojaban tan nimios como el vuelo de una mosca. Le asombraba que Renata hubiera sucumbido a tanta mediocridad. La recordaba independiente y bella, con un ansia de vivir igual a la suya, decidida a entrar en la universidad después del matrimonio. Yo a duras penas lograba creerlo; la personalidad de Renata parecía haberse transformado al contacto de aquel hombre, pero, sobre todo, pensaba, lejos de la mala sombra de Teresa Haddad. (…) De su penuria yo tenía una prueba en mi cartera; un billete de cien dólares ACTIVIDADES 13. Escribe tres argumentos de Comprensión de lectura por que la infancia de Renata 1. Haz una descripción fue un infierno según el comparativa del carácter de narrador. las tres mujeres que aparecer 14. ¿Qué opinas tu sobre una en el cuento de Marvel persona que utiliza como Moreno: Renata, Teresa castigo la penitencia de Haddad y la narradora. permanecer de pie durante 2. Vuelve a leer el último párrafo horas frente a una pared? de la lectura y responde: 15. ¿Cuál es la intención del ¿Crees que las impresiones texto? que cuenta la narradora sobre 16. ¿Por qué crees que las Renata están afectadas por gardenias nunca llegaron al su propia relación con el destinatario real? hombre de las Gardenias? 17. ¿Cuál es el tema del texto? ¿Por qué? 18. ¿Qué conflictos había con el Análisis Literario hombre de las Gardenias?” 3. Responde: ¿Qué rasgos de la sociedad colombiana actual 19. expresa con argumentos a favor o en contra tu se perciben en El hombre de opinión sobre la actitud de los personajes del las Gardenias? Cita ejemplos cuento.¡¿ Estas de acuerdo con el final porque? para respaldar tu respuesta. 6. Cuando el narrador dice: - El director de la clínica se había mostrado categórico. ¿Qué quiere decir? Explica y Argumenta 4. Consulta el significado de la palabra categórico y escribe tres palabras sinónimas 5. ¿Quién narra la historia? 6. ¿Qué tipo de texto es el que acabas de leer “el hombre de las Gardenias”? 7. ¿Por qué crees que el escritor lo titula así? 8. ¿Cuál es tu opinión frente al contenido del texto? 9. ¿Crees que existe relación entre el título y su contenido? ¿Por qué? 10. ¿Cuál es el significado de la siguiente expresión: con un frio en el corazón volví a su lado 11. ¿Quién era el hombre de las Gardenias? 12. Identifica las figuras literarias que utilizo el autor.