Seguridad Alimentaria

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SEGURIDAD ALIMENTARIA

Salud e higiene: 5 pasos para hacer


la compra segura y saludable
SEGURIDAD ALIMENTARIA - ALIMENTACIÓN SALUDABLE

Hacer la compra segura, de forma ordenada y


planificada nos ayuda a comer de forma más
equilibrada, saludable y libre de riesgos para nuestra
salud. Aprende cómo hacer la compra de la forma más
segura en cinco pasos.
Todos deseamos o intentamos seguir una alimentación sana, equilibrada y segura. Pero
esto no ocurre ni de forma espontánea, ni surge de la noche a la mañana. Lo primero de
todo es informarse sobre qué tipo de dieta es la más conveniente para nosotros, qué
alimentos son más saludables y cómo combinarlos.

Hablar de ALIMENTACIÓN, es hablar de un proceso voluntario. Podemos comer lo


que nos apetece en función de gustos, estados de ánimos, educación, nivel económico,

Hablar de NUTRICIÓN, es hablar de un proceso involuntario pero fundamental


para que nuestro organismo adquiera nutrientes de forma constante en función de la
edad, el sexo, la actividad física…
La nutrición depende de la alimentación, es decir, de la elección más o menos acertada
que hacemos a la hora de alimentarnos. Y este hecho tiene una ventaja:

"Alimentarse es un hábito que se aprende, así que es educable y modificable."

Si podemos educar nuestra alimentación, nuestra nutrición saldrá beneficiada, y por lo


tanto nuestra salud mejorará.
Y educar nuestra alimentación no solo se refiere a comer equilibrado, también se
trata de comer seguro. Garantizar la higiene y seguridad de los alimentos que
consumimos, es un aval más para nuestra salud.

Así que vamos a explicar cómo evitar que los alimentos se contaminen y perezcan
pronto, empezando por la compra de los alimentos, uno de los pasos más
importantes.

Primer paso: Planificar la compra


Antes de salir a hacer la compra es primordial planificarla: ¿Qué vamos a comer? y,
por tanto, ¿qué necesitamos comprar? ¿Qué compraremos primero y en qué
establecimientos? ¿Cómo los transportaremos y dónde los guardaremos al llegar a casa?
De todo ello depende el éxito de alcanzar una dieta equilibrada y segura.

Vamos a ver los aspectos a tener en cuenta para hacer una compra segura.
En los últimos años se ha modificado la forma de adquirir alimentos. Antes se
compraba solo lo del día o la semana y los mercados era prácticamente el sitio principal
para comprar.

Actualmente, en la mayoría de los casos y por cuestiones de tiempo, las compras son
quincenales o mensuales. Y la variedad de establecimientos es enorme,
supermercados, grandes superficies, tiendas de barrio, también en el mercado, por
internet, servicios a domicilio, etc.

Pero la compra es un paso más en la cadena alimentaria y su importancia recae en que


es en este momento cuando adquirimos los alimentos que vamos a consumir, de los
que depende nuestra alimentación y consecuentemente, nuestra nutrición.

Por qué planificar la compra:


La planificación de la compra permite adquirir las cantidades adecuadas, de forma que
aseguramos no tirar alimentos, evitar que pierdan calidad y prevenir posibles problemas
de seguridad alimentaria por mala conservación.

Hacer la lista de la compra de toda la vida es el mejor consejo, pero teniendo en


cuenta 2 conceptos principales.
 Nuestro menú semanal, es decir, qué vamos a comer y qué necesitamos
comprar exactamente. Tipo de alimentos y cantidades

 Orden de nuestra compra. Cuál va a ser el circuito que vamos a seguir, sea en
diferentes establecimientos como en un mismo supermercado.

Planificar los menús semanales:


Si queremos seguir una dieta equilibrada y saludable, previamente habremos elaborado
unos menús semanales, más o menos, no hace falta un detalle muy exacto, pero sí unos
menús en los que anotemos si se trata de verduras, proteínas y cuáles, pescado, carne de
cerdo o vacuno, huevo, aves..., lácteos, hidratos de carbono, etc. para cada comida.

Estos menús escritos nos permitirán visualizar si vamos bien encaminados en cuanto a
hábitos saludables, y nos ayudarán a realizar la lista de la compra.

Hacer la lista de la compra:


Para tener en cuenta el orden de nuestra compra y evitar romper la cadena de frío, un
buen consejo es elaborar la lista en 3 columnas:

 Alimentos no perecederos (que no necesitan frío)


 Alimentos refrigerados
 Alimentos congelados

Segundo paso: Orden de la compra


Como paso previo tomaremos los productos no alimentarios, es decir, todo aquello
que necesitamos comprar a parte de los alimentos: productos de higiene, limpieza, etc.

A partir de aquí, la compra de alimentos siempre debe comenzar por los productos
no perecederos, los que no necesitan frío: conservas, bebidas, producto seco tipo
garbanzos, pasta, arroz, pan…

En segundo lugar, seguiremos por los alimentos refrigerados: frutas, verduras,


carnes, yogures, …
Y acabaremos por los congelados. Al adquirir los productos congelados al final,
impediremos que se rompa la cadena de frío, y nos permitirá evitar aumentos de
temperatura que faciliten el crecimiento de microorganismos en estos alimentos.

Además, es imprescindible llevar bolsas de conservación térmica, isotérmicas, para que


mantengan al máximo la temperatura baja.

Tercer paso: Elegir los productos


Hay que tener en cuenta que todos los productos estén en buen estado. Vamos a listar
una serie de aspectos a tener en cuenta a la hora de elegir los alimentos:

 Productos envasados: deben estar en perfecto estado, rechazaremos los que


estén abombados, mojados, abollados, abiertos o dañados.

 Productos congelados: descartaremos aquellos que tengan escarcha o cristales


de hielo, ya que puede indicar un almacenamiento prolongado o una rotura de la
cadena del frío.

 Leer las etiquetas: éstas proporcionan información muy importante al


consumidor.
o Datos sobre la composición nutricional, las cantidades y volúmenes del
producto, los ingredientes, información sobre el contenido de alérgenos,

etc.
o Fecha de consumo preferente o de caducidad.
 Los alimentos comprados a granel o al detalle: alimentos que compramos en
el mostrador, como la carne, los embutidos o el pescado, deben contener un
rótulo en el que se índice también el nombre del producto exacto, la procedencia
y origen, y el precio.

 Para las frutas y verduras, es importante seleccionar aquellas que no tengan


golpes o estén dañadas. Y también deben contener el rótulo con la información
esencial: nombre, procedencia y precio.

Cuarto paso: Organizar el carro


Colocar los productos en el carro también es importante, podemos evitar
contaminaciones cruzadas y nos facilita el embolsado de los productos una vez
llegamos a la caja.

Deben estar bien separados los alimentos de los productos tóxicos (productos de
limpieza, insecticidas, etc.).

Si hemos seguido el orden anterior: no perecederos, refrigerados y congelados, ya


tenemos la mayor parte del carro organizado y preparado para embolsar.

 Colocar los alimentos en las bolsas con el mismo orden.


o Bolsas con productos congelados (preferiblemente isotérmicas).
o Bolsas con productos refrigerados.
o Bolsas con productos no perecederos
 No mezclar alimentos que puedan contaminar a otros:
o Carnes crudas o pescados con frutas y verduras.
o Alimentos crudos con otros listos para el consumo.
 La carne y el pescado crudo siempre en la parte inferior de las bolsas, ya que
podrían gotear y contaminar otros alimentos.

Quinto paso: El transporte de la compra


La parte más importante del transporte es la velocidad, es decir, no debemos
demorarnos en llegar a casa para almacenar lo antes posible cada producto en su
lugar.
Esta es la mejor forma de evitar la multiplicación de bacterias causantes de
toxiinfecciones por el aumento de la temperatura de los alimentos que requieren
refrigeración. Y más especialmente en verano.
Una vez llegamos a nuestro destino hay que depositar cada producto en el lugar
indicado.
Y para finalizar, a modo de resumen, podéis ver este video del Ministerio Sanidad,
Consumo y Bienestar Social.

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