El desempeño laboral y su importancia
El desempeño laboral es definido como la calidad de trabajo con que cada
empleado realiza sus tareas diarias, durante un determinado período de tiempo.
Así también, se entiende como la manera en que una persona se desenvuelve en
su cargo.
Un buen desempeño laboral es de gran importancia tanto para la empresa,
como para el trabajador. Esto debido a que un correcto rendimiento permitirá
alcanzar los objetivos que la empresa se ha trazado y generará satisfacción en el
trabajador.
En este orden de ideas, para mejorar el desempeño debemos antes que
nada debemos tener una visión acabada de qué es lo que está fallando en caso
de que los objetivos de empresa o expectativas de determinadas áreas o sobre
algunos empleados no sean alcanzadas.
Cabe destacar, que aquí entran en juego diversos factores, como la
eficacia, eficiencia o efectividad con la que una persona ocupa su puesto, teniendo
en cuenta las obligaciones, expectativas y responsabilidades que a este le
corresponden.
Características del desempeño laboral
Resultados: El desempeño laboral se mide por los resultados que
laboralmente arroja un empleado.
Relevante para la meta organizacional: El desempeño laboral se dirige
hacia los objetivos de la organización que sean relevantes para el puesto o
función.
Multidimensionalidad: El desempeño laboral se conceptualiza como
multidimensional, que consiste en más de un tipo de comportamiento.
Esfuerzo: El desempeño también puede evaluarse en términos de
esfuerzo, ya sea en el día a día o cuando existan circunstancias especiales.
Refleja el grado en que las personas se comprometen con las tareas
laborales.
Trabajo en equipo: El éxito de la empresa depende en gran medida de
cómo todas las piezas de la organización se engranan en un fin común.
¿Qué se considera un buen desempeño laboral?
Aunque alguien que ingresa a la fuerza laboral sea inteligente, a menudo no
es suficiente. Las organizaciones quieren empleados completos, cooperativos y
confiables. Algunas cualidades que llevan a un buen desempeño en el trabajo son:
Habilidad para aprender
Cada organización tiene un conjunto específico de conocimientos que todo
empleado necesitará adquirir para tener éxito en su trabajo. Ya sea aprender
conocimientos técnicos, procesos de trabajo específicos o cómo navegar de
manera efectiva en la organización, poder adquirirlos y ponerse rápidamente en
marcha es muy deseable para la mayoría de las organizaciones.
Aplicación
Ser aplicado es un rasgo de la personalidad que abarca muchas características
deseables para las organizaciones. Las personas que tienen una alta aplicación
son confiables y fidedignos. Estas personas tienen más probabilidad de seguir
adelante, trabajar duro, prestar atención a los detalles, y están dispuestos a dar un
paso extra para mejorar la empresa.
Adaptabilidad
Es importante que los empleados puedan adaptarse y sigan siendo eficaces,
incluso cuando se produzcan cambios. Las organizaciones buscan personas que
puedan hacer frente a los golpes y se mantengan al día con las exigencias de sus
trabajos.
Integridad
Las organizaciones quieren poder confiar en sus empleados. Quieren
empleados que no engañen o roben. No hay nada más valioso para las
organizaciones que su propiedad intelectual.
Los líderes quieren empleados en quienes puedan confiar a no revelar
secretos de la compañía. Esto también significa que tomen las decisiones
correctas y busquen el mejor interés para la organización.
Gestión del tiempo
Cuando un empleado entiende sus metas trimestrales y puede administrar sus
proyectos de manera efectiva, está mucho mejor preparado para planificar cada
día y así ayudar a lograr estas metas.
Ambición
Los empleados que están en la búsqueda de mejorar sus habilidades
individuales suelen ser apasionados por progresar.
Proactivo
La proactividad está relacionada con el punto anterior. Se trata de evaluar si el
empleado hace más de lo que se le pide y si es asertivo.
Responsabilidad
El empleado cumple con sus asignaciones oportunamente.
Habilidades comunicativas
Es imprescindible que un empleado sepa cómo comunicarse tanto con sus
superiores como con sus compañeros. Esto evita malos entendidos y situaciones
incómodas.
Pasión
Puede entenderse también como interés por lo que se hace. Cuando a un
empleado le gusta su trabajo, se refleja en todos los ámbitos y en la calidad tanto
del trabajo propiamente dicho como en las relaciones interpersonales.