ANATOMÍA
Maxilar superior
Se trata de un hueso par e irregular, localizado debajo del frontal y el etmoides.
En él se diferencian las siguientes partes: un cuerpo y cuatro proyecciones.
Estas prolongaciones consisten en el proceso frontal, el proceso cigomático, el proceso
palatino y el proceso alveolar. Los dos últimos se articulan con los huesos del mismo
nombre, mientras que el palatino forma la mayor parte del paladar duro, el cual está
tapizado por mucosa y separa la cavidad nasal de la bucal.
El proceso alveolar, por otro lado, forma el arco dental maxilar que cuenta con ocho
nidos donde se implantan los dientes.
El cuerpo del maxilar superior constituye la mayor parte de esta estructura ósea y
conforma parte de la pared lateral y el suelo de la órbita, la pared lateral de la cavidad
nasal y parte de la fosa infratemporal.
Es en el cuerpo donde se encuentran los senos maxilares, que se encargan de drenar
sus secreciones mucosas en el meato medio, y el agujero infraorbitario, el cual permite el
paso del nervio y los vasos infraorbitarios.
Todas las estructuras descritas del cuerpo del maxilar se organizan en cuatro caras:
Cara orbitaria: en su parte superior, la cual constituye parte de la base de la
órbita y tiene tres bordes: anterior, posterior e interno.
Cara nasal, responsable de la pared lateral de la cavidad nasal y que contiene
el seno maxilar y el conducto nasolagrimal.
Cara infratemporal o cigomática (o tuberosidad del maxilar), detrás del
proceso cigomático, cuenta con tres aberturas por las que se introducen los
nervios y vasos dentarios posteriores.
Cara facial, situada en su parte delantera, que contiene la fosita mirtiforme y la
fosa canina.
El maxilar superior se articula con:
El hueso frontal, por arriba.
El hueso nasal, el vómer y el cornete nasal inferior, en su parte media.
Los huesos esfenoides, por detrás.
El hueso cigomático, a los lados.
Maxilar inferior
La mandíbula se encuentra sostenida gracias a la articulación
temporomandibular (ATM) y a los músculos de la masticación, los cuales se encargan
además de su movimiento.
Cada lado de este hueso cuenta con cinco dientes temporales y de siete a ocho
permanentes.
Esta estructura consta de dos partes conectadas por el ángulo mandibular
Cuerpo
Consiste en su porción horizontal y está constituida por las siguientes partes:
La porción alveolar, superior y formada por dos láminas, unidas por hueso
esponjoso, y los tabiques interalveolares, con alvéolos que albergan los
dientes. Las eminencias alveolares presentes también en esta porción, se
forman debido a las raíces de los dientes incisivos, caninos y premolares.
La base, inferior y en la que se insertan diversos músculos. Exteriormente y en
su parte media, cuenta con la sínfisis mandibular, un tejido fibroso que pasa a
osificarse durante el primer año del niño, permaneciendo entonces soldadas
las dos mitades del maxilar inferior.
Otras estructuras de la porción externa son la eminencia mentoniana, la línea oblicua
externa y el foramen u orificio mentoniano por el que pasa el paquete de vasos y nervios
mentonianos.
Ramas de la mandíbula
Las ramas consisten en las porciones laterales que se extienden desde el ángulo
mandibular o gonion hasta la articulación con el hueso temporal, llamada articulación
temporomandibular.
Cuenta con dos procesos:
Proceso coronoides, anteriormente, donde se inserta el músculo temporal.
Proceso condilar, posteriormente, llamado así por contener el cóndilo a través
del que se articula la mandíbula con el temporal.
Entre los dos procesos podemos encontrar la escotadura sigmoides.
En la cara externa de la rama se inserta el músculo masetero, mientras que en la interna
se observa:
El agujero mandibular, por donde se introducen las arterias, venas y nervios
dentarios inferiores;
La tuberosidad pterigoidea, donde se inserta el músculo pterigoideo medial;
Y el surco milohioideo, que aloja a la arteria y nervio milohioideos.
Inserción de músculos
Los músculos que permiten el movimiento del maxilar inferior reciben el nombre
de músculos de la masticación, ya que todos ellos trabajan para lograr este
proceso.
Tres de ellos se encargan de proporcionar fuerza en la mordida y son el masetero,
el temporal y el pterigoideo medial. Los pterigoideos medial y lateral consiguen,
además, el movimiento lateral necesario para triturar los alimentos.
INERVACIÓN
Cirugía en el maxilar superior: la técnica más empleada es la osteotomía de
lefort 1 que puede ayudar a corregir maxilares retrasados (caras muy planas),
maxilares muy largos (exposición excesiva de encía o sonrisa gingival) o mordidas
abiertas (falta de contactos entre los dientes superiores e inferiores).
Cirugía en la mandíbula: la técnica más frecuente es la osteotomía sagital de
rama (BSSO). Consiste en efectuar un corte por detrás de los últimos molares,
permitiendo así movilizar la parte anterior de la mandíbula como una única unidad.
Cirugía bimaxilar: Es aquella intervención en la que se tratan a la vez el maxilar y
la mandíbula. El objetivo es conseguir una armonía del rostro, a la par que se logra
una oclusión correcta y la estabilidad articular.
Cirugía en el mentón: la mentoplastia permite corregir mentones retrasados o
con poca proyección, largos o demasiado adelantados. Con una pequeña incisión
entre los caninos inferiores se realiza un corte por debajo de las raíces de los
dientes que permite movilizar a demanda el mentón.
Cirugía segmentaria: Es una técnica basada en un desplazamiento en bloque del
fragmento dentoalveolar o mucoalveolar a otra posición dentro del mismo maxilar.
Permite realizar movimientos anteroposteriores, verticales y horizontales del
maxilar o la mandíbula